Introducción
Ayala (2007) afirma que la educación integral es una de las herramientas indispensables no solo para potenciar las habilidades de los estudiantes, sino también para capacitarlos mejor para lo que será su futura vida laboral, lo cual impactará de forma positiva en sus condiciones de vida y, al mismo tiempo, servirá para impulsar el desarrollo económico de cada país. Por este motivo, las empresas capacitan a su personal, pues de este modo también contribuyen a incrementar la productividad y la calidad de sus productos.
Por supuesto, no en todos los casos las personas optan por ser empleados de una compañía, lo cual se evidencia en el surgimiento cada vez común de los denominados emprendedores. Al respecto, la Secretaría de Economía de México afirma que en el año 2002 gran parte de las riquezas del país eran el resultado de las contribuciones de los emprendedores, lo que justifica la necesidad de que cada estudiante se convierta en este tipo de trabajadores para que de esa manera no solo tengan mayores oportunidades laborales (Delicio, 2006), sino también para que contribuyan a la generación de nuevos empleos.
Para Ibañez (2001), Kantis (2004) y Alcaraz Rodríguez (2011) el concepto de emprendedor tiene que ver con una persona que puede trabajar de forma individual o grupal con el fin de ayudar, innovar, generar oportunidades y nuevos negocios. Una persona con estas cualidades, por ende, crea actividades económicas de manera formal para lograr mayores metas y establecer un negocio, con lo cual optimiza una economía saludable en una realidad práctica para la consecución de más oportunidades.
A la anterior concepción se deben sumar las de Rojas (2005), Romo, Quevedo y Herrera (2013) y Sánchez, Lanero y Yurrebaso (2005), quienes opinan que el concepto de emprendedurismo es múltiple, por lo que muchas de las definiciones utilizadas en diferentes trabajos cubren algunas de las actividades empresariales. Estos autores, por tanto, coinciden en señalar que el emprendedor es aquella persona que tiene la destreza para generar una nueva empresa y, especialmente, para aplicar transformaciones en donde se encuentre.
El emprendedor, en otras palabras, también es aquel profesional que crea un negocio con el propósito de hacerlo crecer atendiendo las necesidades de sus clientes, así como las propias. A este tipo de individuo se le llama empresario, persona que establece planes y estrategias para hallar nuevos productos o servicios y para aprovechar mejores formas de administrar. Algunas de las características que proponen Saboia y Martín (2006) para describir los rasgos más significativos de los emprendedores se pueden observar en la Tabla 1.
Fecha | Autor | Características |
1848 | Mill | Tolerancia del riesgo. |
1917 | Weber | Fuente de autoridad formal. |
1934 | Schumpeter | Innovación, iniciativa. |
1954 | Sutton | Deseo de responsabilidad. |
1959 | Hartman | Fuente de autoridad formal. |
1961 | Mcclelland | Asunción de riesgos, necesidad de logros. |
1963 | Davids | Ambición, independencia, responsabilidad, autoconfianza. |
1971 | Palmer | Control del riesgo. |
1973 | Winter | Necesidad de poder. |
1974 | Borland | Control percibido interno. |
1974 | Liles | Necesidad de logros. |
1977 | Gasse | Orientación por valores personales. |
1978 | Timmons | Autoconfianza, orientación hacia objetivos, innovación. |
1980 | Sexton | Reacción enérgica/ambiciosa y positiva hacia los contratiempos. |
1981 | Welsh y White | Necesidad de logros, búsqueda de responsabilidad, aceptación de retos, asunción moderada de riesgos. |
1986 | Fernald y Solomon | Valores del emprendedor. |
1987 | Winslow y Solomon | Ligeramente sociopático. |
Fuente: Elaboración propia con datos de Saboia y Martín (2006)
Otros estudiosos como Lévesque, Shepherd y Douglas (2002), Sepúlveda (2002), Mollo (2008), Borda y Valvuena (2017) y Berríos (2017) coinciden en que los emprendedores se distinguen del resto de las personas por las características que se muestran en la Tabla 2.
Fuente: Elaboración propia con datos de Lévesque, Shepherd y Douglas (2002), Mollo (2008) y Sepúlveda (2002)
La importancia del emprendimiento radica en que crea una tendencia motivadora para alcanzar metas personales que pueden desembocar en una independencia económica; además, fomenta una mayor creatividad y control de las acciones realizadas, lo cual difícilmente se puede desarrollar como empleado (Chiavenato, 2013; Jolonch, Flores y Carrillo, 2014); por ello, resulta esencial contar con estas personas para hacer crecer a cualquier país (Ortiz, Cobo y Betancourt, 2014).
Larty y Hamilton (2011) y Mayer (2010) coinciden en que para impulsar y desarrollar una actitud emprendedora se requiere de una experiencia verdadera e innovadora, así como metas individuales de superación productiva en quehaceres concretos, los cuales son caminos seguros y directos hacia el éxito. La verdadera actitud emprendedora se enfoca en metas establecidas a corto, mediano y largo plazo, requisitos indispensables para convertirse en un líder comprometido con los demás, consciente de la problemática social y económica con una clara sensibilidad del medio que lo rodea y con una capacidad sin límites para aplicar sus deseos, intereses, aptitudes y actitudes.
Para ello, como lo señalan Chandia, Viveros, Dorochesi, Crespo y Lay (2017), se deben desarrollar métodos y herramientas que permitan estructurar el conocimiento, la información y los recursos para alcanzar los objetivos del emprendimiento con la finalidad de “enfrentar las limitaciones que pueden afectar a los emprendedores al momento de ejecutar sus estrategias, analizando los recursos y conflictos asociados a la ejecución de estas, además de generar potenciales soluciones u oportunidades para el logro de sus objetivos” (Chandia et al., 2017, p. 96).
Ahora bien, existen diversas investigaciones tanto nacionales como extranjeras vinculadas con la identificación de competencias emprendedoras en programas educativos de distintas universidades, algunas de las cuales se comentan de forma breve a continuación: en España, por ejemplo, Sánchez, Caggiano y Hernández (2011) recalcan la importancia de enseñar a emprender, tarea vital para aquellos países que quieran fomentar espacios de trabajo distintos al que ofrecen los organismos públicos o las empresas privadas.
Por otra parte, en Argentina, Albano (2014) concluye que “el emprendedurismo hace énfasis en el proceso aprender a aprender, donde el aprendizaje surge a partir del trabajo de los propios alumnos, facilitado por el profesor para el desarrollo de toda organización” (p. 115), mientras que en México se puede reseñar el estudio de Correa, Conde y Delgado (2011), quienes subrayan que “el desarrollo de competencias para los emprendedores de la Universidad debe ir más allá de la formación en contenidos orientados hacia lo funcional” (p. 14). En este mismo país se puede citar el trabajo de Vázquez y Lara (2017), los cuales proponen que los proyectos derivados de la experiencia educativa de emprendedores sean aplicados a otras asignaturas con la finalidad de buscar un aprendizaje integral en los estudiantes. Por último, en el trabajo de Sánchez (2014) y Peralta (2011) se explica que la formación de emprendedores universitarios es una alternativa válida para combatir la falta de oportunidades laborales.
Con base en lo antes descrito, en la presente indagación se intentan identificar las competencias emprendedoras desarrolladas en egresados de la licenciatura en Gestión y Dirección de Negocios (LGDN) de la Universidad Veracruzana, campus Tuxpan; para ello, se ha planteado la siguiente hipótesis: la referida licenciatura requiere de estrategias didácticas tales como cursos-talleres, conferencias, asesorías, prácticas en incubadora de negocios, etc., vinculadas al desarrollo de emprendedores que faciliten a los estudiantes el desarrollo de actitudes y otras características generales del emprendedor (Tabla 2), lo cual permitirá contribuir a la disminución del desempleo de la región y al impulso del sector empresarial.
Metodología
El procedimiento metodológico consistió en la aplicación, a través de Google Drive, de un cuestionario con 15 preguntas cerradas. Este fue aplicado a toda la población de egresados de las cinco generaciones (134 licenciados en Gestión y Dirección de Negocios), aunque solo fue respondido por 70 de ellos. El número de egresados por generaciones se muestra en la Tabla 3.
Egresados | Frecuencia absoluta | Frecuencia relativa (%) |
2007-2010 | 12 | 17.1 |
2008-2011 | 12 | 17.1 |
2009-2012 | 15 | 21.4 |
2010-2013 | 17 | 24.3 |
2011-2014 | 14 | 20.0 |
Total | 70 | 100 |
Fuente: Elaboración propia (2018)
En la Tabla 3 se enseña que las generaciones estudiadas egresaron en los periodos 2007-2010, 2008-2011, 2009-2012, 2010-2013 y 2011-2014. Asimismo, según los 70 cuestionarios recabados, se puede decir que la mayor proporción de egresados se encontró en las generaciones 2010-2013 (24.3 %) y 2009-2012 (21.4 %).
El cuestionario (ver anexo) se envió a los participantes vía internet a través de un URL y el enlace fue publicado en el Facebook de los egresados de la Facultad de Contaduría de la Universidad Veracruzana, lo que facilitó su aplicación.
Las alternativas de respuesta fueron variadas (algunas de seis alternativas y otras de dos, dependiendo de la interrogante formulada). Las variables de estudio fueron conocimiento, habilidad emprendedora, miedo e ideas de negocios. Para validar el instrumento se realizó una prueba piloto a 15 egresados de diferentes generaciones, mientras que para su análisis participaron cuatro maestros de la Universidad Veracruzana, campus Tuxpan. Estos profesionales realizaron los ajustes correspondientes y aprobaron su aplicación. La prueba piloto se realizó a través de los correos electrónicos de los egresados. La interpretación de la información recopilada se concretó mediante el software estadístico SPSS, versión 21, utilizando la media y la varianza para el análisis de los datos.
Resultados
Los resultados demuestran que 27 % de los egresados no tiene un trabajo, mientras que el restante 73 % labora en una empresa o institución. De estos últimos, 52 % se desempeña en un campo vinculado a su profesión, mientras que el restante 48 % no ocupa un cargo asociado a su carrera. Sobre la demanda de la profesión, 13.3% considera que es muy alta, 61 % cree que es alta, mientras que 25.7 % afirma que es baja. Aun así, los participantes opinan que tienen intenciones de seguir estudiando en un posgrado.
Por otra parte, 73 % de los egresados se consideran emprendedores, mientras que 27 % no tienen esta percepción. Sobre la alternativa de autoempleo, 85.7% afirma que tiene la posibilidad de crear su propio negocio, mientras que 14.3 % no opina de este modo.
Ahora bien, a pesar de que 73 % de los encuestados se considera emprendedor, únicamente 15.7 % tiene un negocio próspero. Por este motivo, se les solicitó mencionar las limitantes para crear un negocio propio; las respuestas se sintetizan en la Tabla 4.
Frecuencia absoluta | Frecuencia relativa (%) | |
Falta de conocimientos | 9 | 12.9 |
Falta de habilidad emprendedora | 5 | 7.1 |
Miedo al fracaso | 19 | 27.1 |
Falta de una idea para un negocio | 26 | 37.1 |
Ninguna. Tengo un negocio | 11 | 15.7 |
Total | 70 | 100 |
Fuente: Elaboración propia (2018)
Según los datos anteriores, se puede indicar que las instituciones de educación superior, en general, y la Universidad Veracruzana, en particular, deben realizar los ajustes correspondientes en sus planes de estudio para promover la formación de profesionistas que tengan una visión para emprender, pues en la tabla 4 se observa que a 37.1 % de ellos les faltan ideas para crear un negocio, mientras que 27.1 % tiene miedo al fracaso. También vale destacar que 12.9 % de los encuestados opinan que carecen de conocimientos para cumplir con dicha tarea. Igualmente, se observa que 7.1 % no se esfuerza por crear su propio negocio por falta de habilidad emprendedora (de hecho, solo 15.7 % tiene un negocio propio).
Por otra parte, 62.9 % de los entrevistados opina que sí existe relación entre las experiencias educativas cursadas en el programa educativo de la LGDN de la Universidad Veracruzana y el desarrollo de la habilidad emprendedora, mientras que 37.1 % no percibe esta vinculación. En este sentido, resulta llamativo que a 97.1 % de los encuestados les hubiera gustado no solo haber recibido instrucción académica, sino también formación de empresario/emprendedor (solo 2.9 % rechazó este tipo de formación). La Tabla 5 muestra un resumen general de los valores descriptivos de la encuesta aplicada.
Preguntas | N | Media | Error típico media | Varianza | Mínimo | Máximo |
¿A qué generación perteneces? | 70 | 3.13 | 0.17 | 1.91 | 1 | 5 |
¿Trabaja usted actualmente en un organismo, empresa o institución? | 70 | 1.27 | 0.05 | 0.20 | 1 | 2 |
¿El trabajo que realiza actualmente está relacionado con su formación? | 70 | 1.47 | 0.06 | 0.25 | 1 | 2 |
El principal motivo por el que no trabaja actualmente en un puesto relacionado con su formación es: | 70 | 4.13 | 0.189 | 2.49 | 1 | 6 |
Considera que la demanda profesional de su licenciatura en el campo laboral es: | 70 | 3.19 | 0.098 | 0.68 | 1 | 5 |
Tiempo transcurrido desde su egreso hasta encontrar un empleo relacionado con su formación académica. | 70 | 2.93 | 0.25 | 4.42 | 1 | 6 |
¿Cuál es su principal ocupación en el trabajo? | 70 | 3.77 | 0.17 | 2.09 | 1 | 6 |
Tipo de contratación: | 70 | 2.83 | 0.12 | 0.93 | 1 | 4 |
¿Qué saberes no desarrollados durante su formación académica ha considerado o considera necesario para su desempeño laboral actual? | 70 | 1.99 | 0.13 | 1.23 | 1 | 4 |
¿Cuál porcentaje de experiencias educativas (materias cursadas) se pueden aplicar a su desempeño laboral actual? | 70 | 2.60 | 0.13 | 1.26 | 1 | 5 |
¿Eres emprendedor?; es decir, ¿cuentas con las habilidades y conocimientos de un emprendedor? | 70 | 1.27 | 0.05 | 0.20 | 1 | 2 |
¿Has pensado en alguna alternativa de autoempleo (poner tu propio negocio)? | 70 | 1.14 | 0.04 | 0.12 | 1 | 2 |
¿Señala tu limitante más importante por la cual no consideras como opción de trabajo el crear tu propio negocio? | 70 | 4.16 | 0.19 | 2.45 | 1 | 6 |
¿Las experiencias educativas cursadas te ayudaron a desarrollar la habilidad emprendedora? | 70 | 1.37 | 0.06 | 0.24 | 1 | 2 |
¿Te hubiese gustado que aparte de la formación académica que te dieron también te hubieran formado para ser empresario/emprendedor? | 70 | 1.03 | 0.020 | 0.028 | 1 | 2 |
Fuente: Elaboración propia (2018)
Según lo enseñado en la Tabla 5, se puede indicar que contabilidad y finanzas (con una media de 1.99) son dos saberes que deberían ser más desarrollados en la carrera de licenciatura en Gestión y Dirección de Negocios de la Universidad Veracruzana, campus Tuxpan, recomendación que también fue formulada por Vázquez y Lara (2017).
Por otra parte, y con base en Canales, Román y Ovando (2017), se debe tener en cuenta que “la creación de una empresa configura un mecanismo que potencializa la inserción exitosa al mercado laboral a través del autoempleo” (p. 14); por tanto, es necesario que la Universidad Veracruzana ajuste el plan de estudio de la LGDN para que el egresado desarrolle un perfil de emprender su propio negocio, para lo cual se requiere el apoyo de los tutores académicos, quienes deben velar por que las habilidades emprendedoras se fortalezcan en cada uno de los estudiantes.
Conclusiones
Las conclusiones que se muestran a continuación se pueden considerar válidas porque la muestra empleada en este trabajo fue representativa, es decir, constituyó más de la mitad (52 %) de las últimas cinco generaciones de egresados de la licenciatura en Gestión y Dirección de Negocios.
En tal sentido, y de acuerdo con los resultados, se puede decir que el 17 % de los egresados creen que son importantes las habilidades emprendedoras para el desempeño laboral, las cuales se debieron haber desarrollado en la universidad. Por este motivo, se acepta la hipótesis planteada, es decir, la LGDN de la Universidad Veracruzana, campus Tuxpan, requiere actividades (p. ej., cursos-talleres) para que los estudiantes fomenten las mencionadas habilidades y, en consecuencia, contribuyan a la disminución del desempleo en la región. En tal sentido, se sugiere que el grupo de académicos que integra el colegiado del área económico-administrativo de la Universidad Veracruzana también proponga otras actividades didácticas con la finalidad de que los egresados fortalezcan su desempeño laboral y se motiven a crear su propia empresa.
Por último, se concluye que dar a conocer los resultados de esta investigación a los académicos de la LGDN podría servir para que se generen distintas iniciativas que estimulen la capacidad empresarial de los estudiantes, lo cual serviría para que los alumnos sean capaces de identificar y desarrollar las características del comportamiento emprendedor, así como las habilidades, cualidades, capacidades y limitaciones intrapersonales.