Introducción
El desprendimiento coroideo (DC) se produce cuando fluido seroso, sangre o restos inflamatorios se acumulan en el espacio supracoroideo1. En condiciones normales, el espacio supracoroideo es un espacio potencial entre la coroides y la esclerótica. Los límites de este espacio son el espolón escleral en sentido anterior y el disco óptico en sentido posterior2.
En la literatura, los reportes de DC son muy variables, con rangos que varían entre 4 y 34%, dependiendo de su origen1,2. Sin embargo, la mayoría de los datos publicados en población hispana corresponden a reportes de casos o en referencia a una única causa.
El DC puede verse después de diferentes cirugías y en algunas condiciones no quirúrgicas. Entre las condiciones no quirúrgicas se encuentran escleritis3, pars planitis4, enfermedad de Harada, síndrome de inmunodeficiencia adquirida y nanoftalmos5. El trauma puede llevar a DC luego de la reparación de una herida penetrante6 o tras una cirugía de cerclaje escleral7.
Otro procedimiento quirúrgico que puede asociarse con el DC es la cirugía filtrante para el tratamiento del glaucoma. Después de una cirugía filtrante, se produce DC en un 22 a 30% de los casos, debido principalmente a hipotonía postoperatoria8.
En B-scan, el DC se presenta como una membrana periférica fina, de superficie lisa y con forma de domo (Fig. 1 A), con espigas del 100% de amplitud en A-scan. En una inspección cuidadosa a baja ganancia, se puede observar un doble pico (Fig. 1 B). La evaluación cinética suele mostrar poco o ningún movimiento posterior (aftermovement)1.
El objetivo de nuestro estudio es describir las características ecográficas y antecedentes patológicos de los pacientes con diagnóstico de DC evaluados en el Servicio de Ecografía de nuestro Instituto. Si bien el DC suele ser transitorio y resolverse espontáneamente, obtener datos sobre su comportamiento puede ser de utilidad al momento de plantear un seguimiento o decidir la conducta terapéutica.
Método
Se realizó un estudio descriptivo de 141 casos con diagnóstico ecográfico de DC informados durante el periodo de enero de 2015 a diciembre de 2017. Todos los sujetos se sometieron a la exploración ecográfica utilizando el equipo de ultrasonido AVISO S III (Quantel Medical, Francia).
Se recopilaron datos sobre sexo, edad, intervenciones quirúrgicas previas, antecedente traumático o inflamatorio y presión intraocular de la historia clínica de cada paciente.
El análisis estadístico se realizó utilizando un paquete de software estadístico disponible comercialmente SPSS (Statistical Package for the Social Sciences) versión 19 (Chicago, Illinois, EE.UU).
El estudio fue revisado y aprobado por el Comité de Ética del Instituto de Oftalmología Conde de Valenciana de la Ciudad de México.
Resultados
Un total de 141 ojos fueron estudiados: 89 (63.1%) hombres y 52 (36.9%) mujeres. La edad promedio fue 51.63 años (52.92 hombres vs. 60.98 mujeres).
Los casos relacionados con enfermedad inflamatoria ocuparon el primer lugar (76 casos [53.90%]). En ambos sexos, vinculado a este antecedente, se encontró un mayor número de casos después de los 60 años. En segundo lugar, se encontraron los casos relacionados con antecedente traumático (43 casos [30.50%]). Este fue el antecedente más común en hombres adultos jóvenes (18-30 años). El 15.6% restante correspondió a complicaciones posquirúrgicas (4 casos por cirugía de catarata, 6 casos por cirugía de glaucoma, 4 casos por cirugía combinada de glaucoma y catarata y 8 casos por cirugía de retina).
Del total de casos, 103 mostraron DC seroso. De los mismos, 61.3% estaban asociados a enfermedades inflamatorias, 23.3% vinculados con antecedente traumático y 15.5% se correspondían con antecedentes quirúrgicos. En los 29 casos con DC hemorrágico, 55.2% estaban asociados a antecedente traumático, 31% con enfermedades inflamatorias y 13.8% con antecedente quirúrgico. Finalmente, de los 9 casos de DC mixto, 44.4% estaban asociados a enfermedades inflamatorias, 33.3% con antecedente traumático y 22.2% con antecedente quirúrgico. En la (tabla 1) se muestran los resultados.
Antecedente | Total | |||
---|---|---|---|---|
Antecedente de cirugía | Antecedente de trauma | Asociado a enfermedades inflamatorias | ||
DC seroso | 16 (15.5%) 4 Cirugía de catarata 4 Cirugía de glaucoma 2 Cirugía combinada de glaucoma y catarata 2 Cirugía de retina |
24 (23.3%) | 63 (61.2%) | 103 (100%) |
DC hemorrágico | 4 (13.8%) 2 Cirugía de glaucoma 2 Cirugía de retina |
16 (55.2%) | 9 (31.0%) | 29 (100%) |
DC mixto | 2 (22.2%) 2 Cirugía combinada de glaucoma y catarata |
3 (33.3%) | 4 (44.4%) | 9 (100%) |
Total | 22 (15.6%) | 43 (30.5%) | 76 (53.9%) | 141 (100%) |
Al analizar la totalidad de casos según su forma ((Tabla 2), se encontraron 74 casos de DC plano (58.1% asociados a enfermedades inflamatorias, 25.7% asociados a antecedente traumático y 16.2% vinculados con antecedente quirúrgico). La forma bullosa fue la segunda más común, y se presentó en 55 casos (49.1% asociados a enfermedades inflamatorias, 34.5% asociados a antecedente traumático y 16.4% asociados a antecedente quirúrgico). Se encontraron 9 casos en forma de guirnalda y 3 casos de beso coroideo. Esta última forma fue dos veces más frecuente en los pacientes con antecedente traumático.
Antecedente de cirugía | Antecedente | Total | |||
---|---|---|---|---|---|
Antecedente de trauma | Asociado a enfermedades inflamatorias | ||||
DC | plano | 12 (16.2%) 2 Cirugía de catarata 2 Cirugía de glaucoma 3 Cirugía combinada de glaucoma y catarata 5 Cirugía de retina |
19 (25.7%) | 43 (58.1%) | 74 (100%) |
bulloso | 9 (16.4%) 1 Cirugía de catarata 4 Cirugía de glaucoma 1 Cirugía combinada de glaucoma y catarata 3 Cirugía de retina |
19 (34.5%) | 27 (49.1%) | 55 (100%) | |
en guirnalda | 1 (11.1%) 1 Cirugía de catarata |
3 (33.3%) | 5 (55.6%) | 9 (100%) | |
beso coroideo | 0 (0%) | 2 (66.7%) | 1 (33.3%) | 3 (100%) | |
Total | 22 (15.6%) | 43 (30.5%) | 76 (53.9%) | 141 (100%) |
Del total de 141 casos analizados, 85 casos ocuparon más de 6 meridianos y 56 casos menos de 6 meridianos.
Cuando se los analizó según el tipo de desprendimiento, de los 56 casos con una extensión menor a 6 meridianos, 47 (83.9%) eran DC serosos, 7 (12.5%) DC hemorrágicos y 2 (3.6%) correspondían a DC mixto. En los 85 casos con una extensión mayor a 6 meridianos, 56 (65.9%) eran DC serosos, 22 (25.9%) DC hemorrágicos y 7 (8.2%) DC mixtos (Fig. 2).
El promedio de presión intraocular fue de 7.63 mmHg (rango: 0-61 mmHg). Un total de 68 de 141 casos (48.2%) mostraron presiones por debajo de 5 mmHg (hipotonía), 31 casos (22%) hipotonía leve, 34 casos (24.1%) presiones intraoculares dentro del rango de la normalidad y 8 casos (5.7%) mostraron hipertensión.
Discusión
El Instituto de Oftalmología Fundación Conde de Valenciana es un centro de atención terciaria, lo que podría explicar el mayor número de casos asociados con enfermedades inflamatorias y traumas.
La diferencia encontrada entre las distintas formas de desprendimiento coroideo también podría ser efecto del azar.
El DC ha sido asociado con varios procedimientos quirúrgicos4,9. No está claro cuál es el mecanismo que lo desencadena. Es posible que una descompresión repentina durante la cirugía asociada al trauma quirúrgico y a la predisposición individual interactúe de manera compleja4.
La inflamación e hipotonía secundarias podrían desempeñar un papel en su desarrollo. El líquido trasudado cruza los capilares de la pared coroidea y se acumula dentro del espacio potencial entre la úvea y la esclerótica. La hipotonía puede estimular el desarrollo de la inflamación uveal y un aumento en el contenido de líquido dentro del estroma coroideo, lo que a su vez conduce al DC. Esto coincide con el mayor número de DC serosos encontrados en los casos de enfermedades inflamatorias.
El DC hemorrágico parece representar un cambio en la integridad de las membranas capilares, y permite a los glóbulos rojos y proteínas de alto peso molecular entrar en el espacio supracoroideo10. Dentro de los casos analizados, el 55.2% correspondieron a antecedente traumático.
Generalmente, el DC seroso plano no se extiende posteriormente hacia el ecuador, mientras que el DC hemorrágico puede extenderse hasta el polo posterior1. En nuestro estudio encontramos también una mayor extensión en los DC hemorrágicos comparativamente con los DC serosos, en que la extensión fue menor.
En la mayoría de los casos, el DC es transitorio y se resuelve espontáneamente. Como se planteó un estudio descriptivo retrospectivo no podemos dar cuenta del seguimiento y tiempo de evolución y resolución de esta complicación.
Conclusión
El antecedente parece tener relación con el tipo de desprendimiento coroideo que puede desarrollarse. En casos de cirugías programadas, con mínimo traumatismo, o en pacientes con un antecedente de inflamación, es más probable que se produzca un trasudado y, por consiguiente, un desprendimiento coroideo seroso. Los desprendimientos coroideos hemorrágicos son más comunes en caso de antecedente traumático.
La forma del desprendimiento coroideo tiene relación con el tipo que desarrolla. La gran mayoría de los desprendimientos planos son de contenido seroso, mientras que los desprendimientos coroideos hemorrágicos suelen mostrar formas más prominentes.
Los desprendimientos coroideos serosos suelen tener una extensión menor a 6 meridianos y los desprendimientos coroideos con contenido hemático y/o mixtos muestran una extensión mayor.
La presión intraocular no parece estar relacionada con el tipo de desprendimiento.