1. Introducción
Algunas variantes léxicas y fonológicas del maya yucateco han sido documentadas en diccionarios, gramáticas y artículos científicos (Andrade, 1955; Blaha y Hofling, 2006). Andrade (1955) reporta una variedad conservadora ubicada en Quintana Roo, el norte de Belice y Campeche, y otra variedad (menos conservadora) que es hablada por jóvenes en el estado de Yucatán. De acuerdo con Edmonson (1986) hay dos regiones dialectales en la península de Yucatán, el oriente y el occidente, y otras subregiones que incluyen el área central, el noreste y sureste. Pfeiler (1995) en un estudio sobre la variación fonológica del maya yucateco también hace referencia a dos variedades, una de la zona oriente (Valladolid) y otra de la zona occidente (noreste peninsular, Mérida y Campeche). Por su parte, Briceño Chel (2002) documenta una variedad cantada correspondiente a las regiones del Camino Real y de Ch’enes de Campeche.
Un primer acercamiento sistemático sobre la variación dialectal en la península es el Diccionario Maya Popular: Maya-Español, Español-Maya (Bastarrachea y Canto, 2003), en el cual se distinguen cinco regiones: la zona henequenera alrededor de Mérida y el norte de Yucatán, la región del Camino Real en el occidente, el noreste alrededor de Valladolid, el sur del estado de Yucatán y la parte central de Quintana Roo, y la zona de los Ch’enes en Campeche. Al respecto de la variación del maya yucateco Blaha Pfeiler y Hofling (2006) argumentan que la variación tiene la forma de un continuo dialectal con variedades regionales que surgen a través de variantes dialectales que se difunden con diferentes patrones en el espacio geográfico. Por su parte, Blaha Pfeiler y Skopeteas (2022) han demostrado que en la península de Yucatán las áreas contiguas comparten varias propiedades léxicas y/o fonológicas que dan lugar a un continuo dialectal, de manera que la probabilidad de similitudes aumenta con la proximidad espacial. Como vemos, hasta la fecha se tienen registros importantes al respecto de las variantes del maya yucateco, sin embargo, la variación a partir de la percepción de los propios hablantes mayas es incipiente (véanse los trabajos de Hernández, 2019 y de Chí Canul, 2015).
La documentación sobre la percepción de las variantes del maya yucateco está enfocada en las variedades de jach maya ‘la verdadera, auténtica maya’ y xe’ek’ (maya) ‘la maya mezclada’ (Pfeiler, 1997; 1998; Briceño, 2002; Sima, 2020). La variedad llamada xe’ek’ está en estrecha relación con los préstamos del español en el maya, un hecho que llegó a descalificar la variedad “mixta” en comparación con la variedad denominada “auténtica”. Respecto a los préstamos Pfeiler (1996), en un estudio comparativo entre las percepciones de los mayahablantes de Quintana Roo y los del sur del estado de Yucatán, encontró que los de Quintana Roo tienen la idea de que los de Yucatán hablan la jach maya, mientras que los de Yucatán creen que la maya que ellos hablan no es la auténtica maya, sino que es una maya mezclada. Esta contradicción en las percepciones ha sido confirmada por Pool Balam y Le Guen (2015) en su trabajo “La integración de préstamos en el maya yucateco”. Al respecto del xe’ek’ caracterizado, entre otros rasgos, por la hispanización de las palabras mayas mediante la incorporación de morfemas del español, tales como el diminutivo -ito en chichan-ito y el aumentativo -ote en p’urux-ote (Pfeiler, 1996: 8), Chí Canul (2015) señala otra versión del xe’ek’ que es la mayanización de términos hispanos por medio de los morfemas de transitividad como en abisaar-tik ‘avisar a alguien’ o a través del uso del completivo, como en konbokarm-aj ‘haber convocado a alguien’ (Chí Canul, 2015: 35).
Un trabajo más reciente es el realizado por Hernández (2019); éste se trata de un estudio sobre las percepciones del maya yucateco entre hablantes bilingües de maya y español, residentes en Chetumal, Quintana Roo. La autora exploró la habilidad de dichos participantes para identificar las variedades de lengua maya, así como su relación con una región geográfica. Su interés también estuvo en determinar los rasgos salientes que los hablantes bilingües usan para diferenciar las variedades. El análisis mostró que los rasgos supresegmentales tales como la entonación, el ritmo, la melodía y la velocidad de la elocución -“habla cantadita, habla fluida, habla con alegría y expresión; y modismos, proverbios, expresiones” (Hernández, 2019: 157)-, así como el léxico son los elementos distintivos que los hablantes identifican. También encontró una tendencia a diferenciar las variedades entre el maya de Yucatán y el maya de Quintana Roo, es decir, los participantes tomaron como referencia los límites geográficos por estado o región. Los datos revelaron que la diferenciación por estado que hacen los hablantes va acompañada de un rasgo de identidad, así se habla de una variante de Yucatán, una de Campeche y una maya de Quintana Roo (Hernández, 2019: 157). El análisis también mostró que, si bien los hablantes expresan que existen variedades dialectales, su habilidad para identificarlas está fuertemente condicionada por el contacto entre las distintas variantes y por la experiencia individual.
Sobre la habilidad para identificar las variedades2 dialectales, Chí Canul (2015), al abordar las de habla de los habitantes de la comunidad de Naranjal Poniente, identifica las que aluden a la diferencia entre comunidades; u t’aan chuunwaasilo’ob ‘el habla de los de Chunhuás’ y wáak’ak’ t’aan: u t’aan kajnáalilo’ob ‘habla que revienta: habla de los pobladores’ de Naranjal Poniente. Estas hablas se diferencian entre sí por una “[…] mayor intensidad o tono alto con que [los de Naranjal] enuncian las palabras sin que importen mucho la acentuación ortográfica a diferencia de las familias de Chunhuás que sólo elevan la entonación de las palabras que tienen acento ortográfico” (Chí Canul, 2015: 50).
En comparación con los estudios de Hernández y de Chí Canul, este artículo pretende ofrecer una visión de las percepciones acerca de las diferencias y similitudes que perciben hablantes nativos del maya yucateco a través de la península de Yucatán. La metodología utilizada es la de los estudios de la dialectología perceptual y, por lo tanto, apela a la conciencia de los hablantes para ubicar las diferencias lingüísticas que perciben. Concretamente se pretende responder a las siguientes preguntas: ¿se perciben características diferentes entre el habla de hablantes nativos? En caso afirmativo, ¿cuáles son los rasgos que perciben los hablantes nativos como diferentes?, ¿existen rasgos lingüísticos que se diferencian más en el habla de comunidades cercanas que en el de comunidades distantes entre sí?
2. Respecto a la dialectología perceptual
La dialectología perceptual es una disciplina centrada en los usuarios. Mediante ella es posible averiguar acerca de las variedades dialectales que los propios hablantes perciben en espacios territoriales diferentes. La dialectología perceptual se desprende de la lingüística popular, disciplina que estudia la distribución regional de las características lingüísticas desde el punto de vista de los no especialistas (Preston, 2018; Montgomery y Beal, 2011).
Las investigaciones hechas dentro del marco de la dialectología perceptual han arrojado datos interesantes que han contribuido a comprender los procesos del lenguaje (Labov, 1972; Montgomery y Beal, 2011). Además, han aportado información útil no sólo para estudiar los aspectos de la lengua en sí (Moreno-Fernández y Moreno, 2004; Caravedo, 2014), sino también respecto de la vitalidad y pérdida de las lenguas (Preston, 2018; Brook, 2006). Según Preston (2018) el estudio de las percepciones de los usuarios de la lengua debe ser no sólo una pieza complementaria en los estudios de la variación lingüística, sino una parte fundamental.
Los estudios acerca de la percepción dialectal tuvieron sus inicios en los Países Bajos con las investigaciones pioneras de Rensink (Montgomery y Beal, 2011: 122). En las últimas décadas se han hecho estudios sobre el inglés de Reino Unido y de Norteamérica (Preston, 1999; Montgomery, 2012b; Montgomery y Stoeckle, 2013); a estos estudios también se suman las investigaciones sobre la percepción de los hablantes del español de España (Moreno-Fernández y Moreno, 2004; Caravedo, 2014), así como de hablantes del español de Latinoamérica (Sobrino, 2018).
Al abordar el tema de la percepción es importante hablar del percepto, que es la representación de lo percibido mediante la atención. Los perceptos se almacenan en la memoria del hablante y dirigen “[…] el modo de observar, de concebir y de valorar los hechos de las lenguas, y se transmitirán de generación en generación, modificándose sólo ante circunstancias específicas que llevarán al cambio de valores” (Caravedo, 2014: 76). Existe una orientación perceptiva entre los miembros de una comunidad de habla, la cual determina las preferencias lingüísticas de los individuos. La familia y el ambiente escolar, entre otras agrupaciones sociales, son de las cuales el individuo percibe determinadas preferencias lingüísticas (Caravedo, 2014: 105-106).
De acuerdo con Trudgill (2016), cuando se transmite una lengua se transmite un dialecto, una inter-lengua, es decir, la forma de hablar que adquieren los niños es casi siempre con el acento y en el dialecto de quienes los rodean. Más tarde, dicho acento y dialecto serán parte de su identidad. Identificarse con una forma de hablar implica percibir formas de hablar distintas a la propia. Sin embargo, este carácter social de las percepciones no impide la percepción individual del hablante, por lo que un mismo fenómeno lingüístico puede ser valorado de forma diferente entre individuos de una misma comunidad de habla (Sobrino, 2018; Caravedo, 2014). Este cambio en la valoración sucede también por el hecho de que las reglas pueden variar entre un dialecto y otro (Trudgill, 2016).
La percepción está en estrecha relación con la valoración,3 a partir de ella se adopta una actitud determinada respecto a la lengua, “[ ] la percepción es el instrumento fisiológico-mental de la valoración, mientras que ésta es el output del proceso perceptivo [ ] el hablante se valdrá de recursos lingüísticos evaluativos de su propia lengua al ejercitar la valoración lingüística explícita” (Caravedo, 2014: 95). Las características percibidas de esta manera activan los potenciales de actitud y prejuicio. Lo que se percibe conscientemente por lo que se escucha está presente y es efectivo al menos en el proceso de categorización (asignación de rasgos lingüísticos a dialectos/conceptos de dialectos) (Hundt, Anders y Lasch, 2010: XI-XII).
En ese sentido, Sobrino (2018) realizó un estudio para saber cómo los hispanohablantes perciben las distintas variantes del español, de acuerdo con las consideraciones de correcto e incorrecto. La autora encontró una correlación entre correcto y agradable. Estas consideraciones entre lo correcto y lo agradable “[…] determinan las actitudes que los hablantes manifiestan hacia la lengua y, dado que son los hablantes los que dictaminan y conforman el futuro de la lengua, el modo en el que la conciban incidirá, sin duda, en su trayectoria futura“ (Sobrino, 2018: 114).
Por su parte, Yraola (2014), en su estudio acerca de las actitudes de los madrileños hacia las variedades del español, tanto de España como de América Latina, interesado en conocer las percepciones, apreciaciones y actitudes de los hablantes respecto de las variedades de habla a partir de “[…] el significado social de las variedades lingüísticas, la elección y el empleo de la lengua española” (Yraola, 2014: 554), encontró que los hablantes relacionaban factores lingüísticos con psicosociales, de tal forma que la historia de cada país y sus condiciones sociales actuales estaban presentes en las apreciaciones.
Otro concepto importante al estudiar la dialectología perceptual es el concepto de proximidad, el cual indica que la proximidad (cercanía geográfica) permite distinguir un mayor número de detalles entre dialectos y reconocer los límites territoriales con mayor precisión (Montgomery, 2012b: 639). En complementariedad a la cercanía, el conocer lugares distantes del propio resulta importante debido a que en muchas ocasiones los hablantes refieren las diferencias más que las similitudes, aunque la proximidad siempre permitirá hacer distinciones más detalladas, a diferencia de la no proximidad (Montgomery y Beal, 2011; Preston, 1999).
“far-off” varieties will be perceived as “different” or “very different” and a fine reading of the systematic way in which the varieties differ will be difficult. This will not be the case for “near-to” varieties in which a much finer reading will be enabled through the listeners’ prolonged exposure to them. Of course, the perception of “far-off” varieties will only be enabled if, through the mechanisms listed above, the varieties are present on the listener’s “radar” (i.e., if they are culturally salient) (Montgomery y Beal, 2011: 144).
Además de la proximidad, la prominencia cultural juega un papel destacado en la percepción de los hablantes. La prominencia cultural sucede cuando ciertas zonas o lugares resultan más importantes respecto de otros, sea por la historia, por el estatus de la zona o por otros factores, por ejemplo, la importancia de un área puede estar dada por la influencia de los medios de comunicación (Montgomery, 2012b: 640), es decir, “Cultural prominence functions by bringing ‘far-away’ areas ‘closer’ to respondents through increased exposure in various forms of media and public discourse” (Montgomery, 2012b: 640). También sucede que las zonas con prominencia cultural pueden cambiar con el tiempo, tal es el caso del dialecto ‘Manc’ del área alrededor de Gran Manchester. Según Montgomery, el alto nivel de reconocimiento del área dialectal ‘Manc’ podría estar en directa correspondencia con el aumento de la prominencia cultural popular de Manchester de 1980-1990, prominencia dada por el crecimiento en su conurbación y por la concentración de la cultura en la zona (centro de cultura) (Montgomery, 2012b: 658-659).
Una característica de los estudios sobre percepción dialectal es la evolución en su metodología. El método de “la pequeña flecha” (Preston, 2018: 177) fue una primera aproximación del mapeo de los dialectos en Reino Unido. Consiste en que, a partir de la información que los hablantes proporcionan, en un mapa se colocan pequeñas flechas que indican dónde las personas hablan de manera similar. En el mapa se forma una red de flechas que muestran las relaciones entre pueblos y ciudades conectadas por un dialecto en común (Preston, 1999: XXVI).
En Japón los lingüistas interesados en los grados de diferenciación entre un continuo de “no diferente” a “incomprensible”, implementaron un sistema de dibujo de líneas entre áreas para indicar una escala de diferencia (Montgomery y Beal, 2011: 124). Más tarde, Preston (1999) modificó las técnicas de diferenciación y de “pequeña flecha”, proporcionando un mapa en blanco o con escasos detalles -draw a map- en el que los informantes ponían marcas en donde consideraban que existían límites dialectales. Lo destacable de la modificación es que los mapas individuales podrían resultar en un mapa general con los límites dialectales (Preston, 1999; Demirci, 2002: 41), es decir, con las ‘isoglosas perceptivas’. En los últimos años, en las investigaciones sobre dialectología perceptual, también se emplean, entre otras, herramientas de geo-referencialidad, las cuales han permitido hacer estudios de grandes bases de datos por medio de programas computarizados como el Geographic Information System (GIS) (Montgomery y Stoeckle, 2013; Moreno-Fernández y Fernández, 2004) y el ArcGIS (Montgomery, 2012a).
3. Datos
La recolección de datos se realizó entre 2000 y 2007, periodo al que se le sumaron incursiones puntuales en 2019. La entrevista se hizo a partir de dos preguntas de respuesta libre: ¿por dónde crees que se habla diferente la maya?, y ¿en qué consiste la diferencia? Mismas que se realizaron tanto en maya por hablantes nativos de maya yucateco, como en español por estudiantes de la carrera de lingüística de universidades nacionales de México, así como por los responsables del proyecto. Las respuestas fueron grabadas, digitalizadas y transcritas por hablantes nativos del maya, y analizadas por expertos en la lengua y por los investigadores participantes del proyecto. Dichas interlocuciones tuvieron lugar en los hogares de los entrevistados.
Se analizaron las respuestas de 73 hablantes bilingües maya-español de los tres estados de la península yucateca. De éstas, 21 respuestas (5 mujeres y 16 hombres) fueron de Campeche, 37 (14 mujeres y 23 hombres) de Yucatán y 16 (4 mujeres y 12 hombres) de Quintana Roo. Las edades de los entrevistados oscilan entre los 22 y los 81 años, predomina el rango de entre 40 y 75 años. Las personas entrevistadas son oriundas de la localidad estudiada o han vivido en ella por lo menos 20 años, y su vida no representa un alto grado de movilidad.
Se entrevistaron más hombres que mujeres debido a una mayor disponibilidad de parte de los padres de familia para responder a las preguntas. De los hombres entrevistados 80% se dedica al trabajo de la milpa o a un negocio local, sólo 20% tiene un trabajo remunerado. De las mujeres entrevistadas 90% se dedica al trabajo del hogar, 10% realiza trabajos remunerados de diferentes tipos, tales como trabajadoras del servicio doméstico, maestras, entre otros.
A partir de las respuestas a la primera pregunta, ¿por dónde crees que se habla diferente la maya?, se obtuvieron puntos de ubicación geográfica que se tradujeron a una especie de puntos cartográficos (georeferencia). Se elaboró un mapa por cada estado en donde se colocaron las percepciones de las personas entrevistadas respecto de las zonas en donde se habla distinto. Los datos fueron analizados con base en el concepto de proximidad de Montgomery (2012b) con el objetivo de ver qué tanto la proximidad entre comunidades influye en la distinción entre las variantes identificadas geográficamente.
Los datos salientes sobre las respuestas a la segunda pregunta: ¿en qué consiste la diferencia?, nos ayudaron a identificar qué rasgos prosódicos son identificados como diferentes por los hablantes, así como a conocer el léxico que caracteriza las variedades identificadas.
4. Análisis de los datos
Las respuestas a la pregunta ¿por dónde crees que se habla diferente la maya?, obtenidas de hablantes de 29 localidades (entre municipios y comisarías) se ilustran tal como los entrevistados las fueron indicando, sea esta una comunidad, una ciudad, o un estado. Analizando las respuestas, encontramos que los hablantes hacen una primera distinción geográfica por estados, lo cual nos dio pie a graficar sus respuestas en tres mapas, uno por cada uno de los tres estados de la península.
Los mapas fueron elaborados por medio del Sistema de Información Geográfica (QGIS, por sus siglas en inglés). En cada uno de ellos, los rombos indican los lugares de procedencia y los círculos los lugares en donde se percibe que se habla diferente. La conexión entre el lugar de quien percibe y los lugares en donde percibe que se habla diferente está dada por el color.
Los entrevistados ubicaron el estado de Yucatán como el lugar en donde se habla una variedad distinta, al respecto mencionaron que: “se habla un maya diferente”, “más ágil”, “más legítima”. También encontramos que en Yucatán las respuestas apuntaron a que los lugares donde se habla diferente son, sobre todo, las comunidades al interior del mismo estado, lo cual confirma la percepción de los hablantes de maya de los estados de Campeche y Quintana Roo.
Cabe destacar que los hablantes de los tres estados indicaron diferencias entre comunidades de un mismo estado, entre comunidades vecinas y, sobre todo, entre municipios y sus comisarías. Es decir, la percepción está relacionada con la proximidad y alude a las diferencias que los hablantes encuentran entre su habla y el habla de las personas de las comunidades aledañas a la suya (véanse rombo y puntos amarillos en el Mapa 2).
La cercanía se analiza, en primer lugar, únicamente como una cuestión de distancia geográfica, aunque estamos conscientes de que las distancias pueden reducirse por la prominencia cultural, en la que por razones particulares los hablantes se aproximan a ciertos dialectos de alta relevancia cultural (Montgomery, 2012b). Para el caso que nos ocupa, consideramos los lugares de prominencia cultural a aquellos que más veces se repiten, independientemente de la distancia que existe entre éste y el lugar de procedencia del hablante. Como hemos mencionado, Yucatán fue el estado que tanto los entrevistados de Quintana Roo como los de Campeche señalaron como el lugar donde se habla un maya distinto. También es importante decir que las ciudades de Valladolid y Peto fueron las dos más citadas por los hablantes de los tres estados. Al respecto, conviene recordar que Valladolid se ubica al este de la península, la región maicera que se reconoce como la zona más tradicional de todo el espacio investigado. Por otra parte, Peto sobresale por ser la ciudad en donde se ubica la radiodifusora del estado, “Radio Peto”, desde la cual se difunde la cultura maya, un lugar donde se habla la “jach maya” (Pfeiler, 2012), “[…] la zona de Peto es quizá aquella de Yucatán donde más frecuentemente se asume la gente como maya […]” (Quintal, 2005: 343).
Desde un punto de vista puramente geográfico, el estado de Yucatán es central. Esto implica que Yucatán se encuentra entre los estados de Campeche y Quintana Roo y que el territorio fronterizo entre éstos y Yucatán es mayor que el que comparten entre sí. De acuerdo con Quintal: “[…] desde la llegada de los españoles la región más densamente poblada era aquella que desde la segunda mitad del siglo XIX es el estado de Yucatán [ ] por otro lado, fuentes de carácter histórico […] hablan de la preponderancia de la lengua maya entre la población de esta región de la península” (Quintal, 2005: 294). Esta realidad no ha cambiado, según el censo de 2020 la población de 519 167 mayahablantes de Yucatán representa 67.9% de la población total de hablantes de maya de la península yucateca, en tanto que los 174 817 hablantes de maya de Quintana Roo y los 70603 de Campeche representan 22 y 9%, respectivamente (INEGI, 2020).
Adicionalmente, Peto y Valladolid son zonas en donde se encuentran las comunidades de mayor número de mayahablantes y de monolingües en maya. A la fecha, tan sólo en la ciudad de Peto 51% de la población4 es mayahablante, de la cual 3.2% es monolingüe en maya. Respecto a Valladolid, 50% de la población es mayahablante, de la cual 8% es monolingüe en maya (INEGI, 2020).
Las diferencias que los hablantes reportan sobre el habla de Valladolid y Peto, así como de otros lugares en los que se habla diferente, responden a la pregunta 2, ¿en qué consiste la diferencia?, con la que tratamos de determinar los rasgos lingüísticos en los cuales se basa la percepción del usuario. Los datos sobre las diferencias aluden ante todo al léxico y a la prosodia.
4. 1. La variación prosódica
4.1.1. K’aybil ‘el habla cantada’
La representación escrita de la función expresiva de un idioma resulta una aproximación a toda la información contenida en la comunicación oral. La entonación, las modificaciones en el timbre de voz, la tensión, la intensidad, así como la duración (Quilis, 1980-1981), son rasgos del habla que son identificables en la comunicación oral, cuyo significado se lo dará un contexto específico de habla. Es por ello que son los hablantes de una lengua determinada, incluso de una variante determinada, quienes pueden identificar dichos recursos. Tal es el caso de los hablantes de maya de la península de Yucatán, quienes manifiestan reconocer en el habla de comunidades distintas a la suya “un tono” (entonación) diverso y una velocidad diferente a la que usan los hablantes de su comunidad.
En consonancia con lo anterior, en la Tabla 1 hemos colocado las expresiones que aluden a los lugares en donde, según la percepción de los entrevistados, se habla diferente.
Procedencia del hablante | Lugar donde se habla diferente | Percepción de diferencias5 (testimonios) |
---|---|---|
Texan de Palomeque (Yuc.) | Hunkanab (Yuc.) | “Ellos hablan cantadito.” |
Timucuy (Yuc.) | Subinkancab (Yuc.) | “Subin … de k’aybij, de jela’an… ma’ jach íiguali’, to’on weya’ difereente, weya’, wa tun maaya wa tun ma’.” (Subin … cantado, diferente no es igual, nosotros aquí hablamos diferente, ¿será maya o quién sabe?) |
Hunucmá (Yuc.) | Texan de Palomeque (Yuc.) | “Sonamos como castellano… ellos cantadito.” |
Nuevo Tesoco (Yuc.) | Mucel (Yuc.) | “En Mucel como que medio se canta lo que se habla, como el ma’-maáa.” |
Izamal (Yuc.) | Valladolid (Yuc.) | “Bey k’aybij u meengo’be’.” (Como que lo cantan.) |
Izamal (Yuc.) | Tizimín y Valladolid (Yuc.) | “Maas k’aybil u t’ano’ob leti’ob, ma’ ta jan na’atik. Yaan ma’ tu páajta a jan a’iki’.” (Ellos hablan más cantado, no lo entiendes enseguida. Hay palabras que te cuesta pronunciar.) |
Izamal (Yuc.) | Peto (Yuc.) | “Maas k’aybij; mismo maya; chen diferente u pronunsiarko’o.” (Más cantado, es la misma maya, sólo la pronuncian diferente.) |
Calkiní (Camp.) | Peto (Yuc.) | “De k’aybil u t’aan leti’o’, yéetel yaan palabras jela’an k y’a’ko’o …bix ma’i’, kij.” (Ellos hablan cantado, y hay palabras que pronuncian diferente: bix ma’i’, kij (¿cómo no?, dicen.)) |
Becal (Camp.) | Tepakan (Camp.) | “Hay lugares que sí le ponen, aquí por Tepakan, aquí cerquita, hablan cantado, hablan cantadito.” |
Xcumpich Hopelchén (Camp.) | “Un poco diferente el tono.” | |
Uh May (Q. Roo) | Yucatán | “Jela’an a u’uyk u t’aano’ob… ku chen úunkubaj a wu’uyk u t’aano’ob, leeti’o’ ma’ bey je’ex to’on, bey k’as k’aybil u t’aano’obe’.” (Los escuchas hablar diferente… se mece su habla, ellos no hablan como nosotros, ellos como que cantan al hablar.) |
X-Hazil (Q. Roo) | Chetumal (Q. Roo) | “… Chetumaale’, …bey k’aybij a wu’uyk u meenke, jela’an.” (… en Chetumal, …como que cantado lo oyes, diferente.) |
Lo que encontramos en estos comentarios es que los entrevistados identifican una diferencia en el habla (jela’an ‘diferente’), la cual asocian con la entonación: ‘un poco diferente el tono’, ’le ponen tonada’, esta diferencia la denominan k’aybil, en maya, ‘cantado’, en español. También encontramos el término úunkubaj (‘mecerse’) que es una metáfora del movimiento de subir y bajar que hace la hamaca cuando se mece, en este caso, alude a la melodía del habla. La Tabla 1 muestra que la variante k’aybil se percibe como característica del maya de comunidades cercanas entre sí.
4.1.2. La velocidad
Otro rasgo que manifestaron los informantes es la velocidad del habla. La Tabla 2 muestra algunas expresiones relacionadas:
Procedencia del hablante | Lugar donde se habla diferente | Percepción de diferencias (testimonios) |
---|---|---|
Tankuché (Camp.) | Santa Cruz San Nicolás (Camp.) | “… tiene más agilidad, la verdadera maya.” (agilidad: rapidez) |
Chan Kah (Q. Roo) | X-Hazil Uh May K’opchen (Q. Roo) | “Ma’ a igualaartik je’ex u t’aan wey Chan Kaahe’, ma’ je’ex XHazil, ma’ Umai’l …yaan up’éej kaaje’ bey kóoch u t’aan máake’ yaane bey bek’ech.6Wa ma’e’ chaambe a wu’uyk u t’aano’ob.” (No puedes igualarlos, no como se habla aquí en Chan Kah, no se habla así en X-Hazil, ni en Uh May hay lugares donde se habla como ancho, otros donde es como delgado. O los escuchas hablar lento.) |
K’opchen (Q. Roo) | Yucatán | “Séeba’an ka jan u’uy u a’iktech.” (Los escuchas hablar muy rápido.) |
X-Hazil (Q. Roo) | Mérida (Yuc.) | “Yaane’ séeba’an a wu’uyk u jáajan a’ik, yaane’ k’as xaan a u’uyk u ya’ik, pero difereente.” (A algunas personas las escuchas hablar muy rápido y a otras [las escuchas hablar] medio lento, pero diferente.) |
Tulum (Q. Roo) | Ticul (Yuc.) | “Maas séeba’an maas yóojlo’ob. Maas séeba’an in wa’ik u t’aano’ob.” (Más rápido, ellos saben más, yo digo que hablan más rápido.) |
En cuanto a la velocidad, encontramos dos términos; chaambe[-l] (‘lento’, ‘despacio’) y séeba’an (‘rápido’), la primera expresión es de un hablante de Quintana Roo, quien comparando el habla de las distintas comisarías alrededor de la propia dice que hay unos lugares en donde se habla lento respecto de otros. Mientras que la segunda expresión la encontramos en hablantes de los estados de Campeche y Quintana Roo, quienes mencionaron que en las comisarías del municipio vecino el habla tiene ‘más agilidad’ (más rapidez) respecto a su propia habla, y también en algunos casos asociaron la rapidez con el hecho de que los hablantes “saben más maya” y al hecho de que la maya más ágil es la verdadera, “… tiene más agilidad, la verdadera maya”.
Los datos en las Tablas 1 y 2 marcan una doble tendencia, por un lado, la tendencia a considerar a Yucatán como el estado donde se habla un maya correcto, verdadero, legítimo, los argumentos se basan fundamentalmente en el criterio de una pronunciación: ”cantada”: “… jela’an a u’uyk u t’aano’ob… ku chen úunkubaj a wu’uyk u t’aano’ob, leeti’o’ ma’ bey je’ex to’on, bey k’as k’aybil u t’aano’obe’ ” -los escuchas hablar diferente… se mece su habla, ellos no hablan como nosotros, hablan como cantando- (entrevistado de Uh May), “en Yucatán le dan otro sonido Caampech, Campeche allá lo hablan más bonito, toda esa gente tiene otro tono” (entrevistado de Lerma). Y, por el otro, a considerar la variedad propia como menos maya, menos legítima, incorrecta, estas afirmaciones se basan en que “el acento suena a español”, y que es menos cantado, menos rápido: “sonamos como castellano… ellos cantadito” (entrevistado de Hunucmá), “Subin … de k’aybij, de jela’an… ma’ jach íiguali’, to’on weya’ difereente, weya’, wa tun maaya wa tun ma’ ” -Subin cantada, no es idéntica, nosotros aquí hablamos diferente, ¿o será maya o quién sabe?- (entrevistado de Timucuy).
Variantes prosódicas con diferencias en melodía, entonación o rapidez también se encuentran en Quintana Roo: Jaime Chi (comunicación personal) informa que, en su comunidad, XPichil, se habla más rápido que en K’ampok’olche, Nuevo Quintana Roo, donde el habla se caracteriza por una pronunciación lenta. Por otro lado, comenta que en Betania el habla es considerada por los hablantes de XPichil como “cantadito”. Ambas poblaciones están a 20 km de XPichil.
4.1.3.Cambio vocálico
La percepción de la distinción entre vocales largas y cortas con o sin cambio de tono fue registrada en pocas ocasiones. La Tabla 3 muestra las producciones espontáneas que los entrevistados usaron para ejemplificar las diferencias de habla entre un lugar y otro. Las colocamos aquí tal y como fueron dichas, sin mayor contexto.
Procedencia del hablante | Producción del hablante | Lugar donde se habla diferente | Percepción | Fenómeno lingüístico de la percepción |
---|---|---|---|---|
Chenes (Camp.) |
kin kanáantik ‘lo cuido’ |
Camino Real (Camp.) |
kin kanaantik | tono alto vs. tono bajo |
Dzitnup Hecelchakan (Camp.) |
don Albaj ‘don Alba’ |
Camino Real (Camp.) |
don Aálbaj | alargamiento vocálico con tono alto |
Mucel (Yuc.) |
winik ‘hombre’ le wiinkobo’ ‘los hombres’ |
Chemax (Yuc.) |
Wiinik le wíinko’obo’ |
alargamiento vocálico con tono bajo alargamiento vocálico con tono alto |
Las respuestas permiten establecer algunas percepciones prosódicas comunes entre los entrevistados -independientemente de la distancia a la que se encuentre la comunidad de procedencia respecto de la referida por el entrevistado-.
5. Variación léxica
En la Tabla 4 se presenta la lista de palabras que los informantes proporcionaron como palabras que varían de acuerdo con el espacio geográfico. Si bien no existió un control sobre las palabras que iban apareciendo en el discurso de los informantes, los contenidos dan una idea de qué palabras son percibidas como diferentes.
Procedencia del hablante | Léxico del hablante | Lugares donde se habla diferente |
Percepción | Clase de palabra7 |
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Timucuy (Yuc.) | In ti’al ‘mío’ | Tekik de Regil (Yuc.) | in ti’il | ADJ |
chok’abaj8 ‘¡hazlo rápido!’ |
Tekik de Regil (Yuc.) | bajabaj9 | V | |
kulukbaj tu k’aan ‘está sentado en su hamaca’ |
Tekik de Regil (Yuc.) | t’u’ulukbaj tu k’aan | V | |
dóon náach ‘está muy lejos’ |
Acanceh (Yuc.) | u náaj náachi(l) | ADV | |
moch’ ‘pata de pollo’ |
Valladolid (Yuc.) | xaw | N | |
Becal (Camp.) |
xa’ay che’ ‘horqueta’ |
Dzitbalché (Camp.) | la’ay che’ | N |
sa’jun ‘clase de hierba’ |
Cuch Holoch (Yuc.) | jo’jo’oban | N | |
xk’ank’uru’uch ~xju’che’ ‘tipo de árbol bajo’10 |
Halachó (Yuc.) | xk’ankuxu’ che’11~ ju’ju’ | N | |
p’ool ‘abeja’12 |
Maxcanú, Kopomá (Yuc.) | yik’el kab | N | |
píi’ ‘cocido bajo tierra’ |
Valladolid, Pisté (Yuc.) | chachakwaaj | N | |
taas(l)e suuts’o’ ‘trae el limón’ |
Dzitás (Yuc.) | taas (l)e pajo’ | N | |
ma’ a chi’iknajkungen13 ‘¡no me molestes!’ |
Por Yucatán, Peto (Yuc.) | ma’ a p’ujken14 | V | |
ma’ tu p’iis ten ‘no me vienen’ (par de zapatos) |
Valladolid (Yuc.) |
ma’ ti’ibi ti’ ‘no le vienen’ |
V | |
ya’ab ‘mucho’ |
Ticul, Tekax (Yuc.) | nojnoj15 | ADV | |
Izamal (Yuc.) |
jats’uts ‘bonito’ |
Valladolid (Yuc.) | jach nuka’an16 | ADJ |
chich ‘duro’ jaats’ ‘pegar’ |
Valladolid (Yuc.) | ts’u’uy p’uuch’17 | ADJ V | |
bixi’ ‘¿cómo?’ |
Tetiz (Yuc.) | bik’ixi’ | INT | |
San Antonio Tuk (Q. Roo) | k’uxub ‘achiote’ | X-Pichil (Q. Roo) | kiwi’ | N |
Yokdzonot (Yuc.) |
kiwi’ ‘achiote’ |
Por el sur (Yuc.) | k’uxub | N |
Mucel (Yuc.) |
u suku’uno’o ‘su hermano mayor (de ellos)’ |
Holcá, Tahmek, Mérida (Yuc.) | nojoch láak’alo’o | N |
Hunucmá (Yuc.) |
tijil ‘secar (por el viento)’ |
Texán (Yuc.) | tikil | V |
Yaxley (Q. Roo) | najil | Chemax (Yuc.) | otoch | N |
Tulum (Q. Roo) |
naj ‘casa’ |
Yucatán | otoch | N |
Izamal (Yuc.) |
wayúum ‘huaya’ |
Yuc., Peto Valladolid (Yuc.) | wayáan | N |
Lerma (Camp.) |
k’áanche’ ‘banquillo’ |
Yucatán, Muna, Mayapán, Ticul, Oxkutzcab, Tekax, Peto, Tzucacab, Chumayel, Valladolid (Yuc.) |
(x)kisiche’ | N |
Izamal (Yuc.) |
k’áanche’ ‘banquillo’ |
Oxkutzcab (Yuc.) | kisiche’ | N |
Timucuy (Yuc.) |
k’áanche’ ‘banquillo’ |
Valladolid (Yuc.) | kisiche’ | N |
La Tabla 4 muestra ejemplos de percepción con lexemas que abarcan la variación, ya sea de toda la base léxica (kiwi’ ~ k’uxub ‘achiote’) o de palabras que son lexicalmente condicionadas por la alternancia de un sonido (tikil ~ tijil ‘secar’ [la ropa fue secada por el viento]). La variación se percibe, sobre todo, en las categorías nominales, pero también en adjetivos y adverbios.
La Tabla 4 también muestra una serie de variantes que se caracterizan por identificarse entre comunidades vecinas y entre municipios y sus comisarías. En estos casos la percepción está relacionada con la proximidad y alude a las diferencias que los hablantes encuentran entre su habla y el habla de las personas de las comunidades aledañas a la suya. Los hablantes perciben diferencias dialectales en diversas direcciones, pero cuando se les pide que localicen estas diferencias, eligen una ubicación cercana o ubicaciones con prominencia sociocultural, con una marcada preferencia hacia las comunidades del estado de Yucatán.
6.Un caso de percepción por proximidad: Timucuy y Tekik de Regil
En este apartado presentamos las percepciones sobre la variación perceptual de los vecinos de Timucuy y de Tekik de Regil, con las cuales queremos ejemplificar una situación concreta en la que los pobladores de dos comunidades aledañas encuentran diferencias en el habla de sus vecinos. Timucuy se encuentra a 20 km de Mérida, la capital del estado de Yucatán, y a 6 km de Tekik de Regil. Encontramos que los hablantes localizan las diferencias en la velocidad y en la entonación: mientras el habla de Timucuy se percibe como habla rápida, el habla de Tekik se considera cantada. Presentamos algunas percepciones:
Timucuy
1Ti.- “U principió u t’aano’obe’ jela’an, ka wu’uyik bey k’aybil u beetk u t’aano’obe’ ” (TiPa-19)
‘cuando empiezan a hablar es diferente, escuchas como que cantan al hablar, (TiPa-19)
2Ti.- “K’as jela’an u jóok’oti’ob bix ya’ako’o’ ma’ tu ya’ako’ tech je’ex to’ona’ ” (TiPi19)
‘Les sale un poco diferente cuando lo dicen… no te lo dicen como lo decimos nosotros’ (TiPi-19)
Tekik
1Te.- “Íiguaj, meen le Timucuyo’ k’aas, medio ráapido u t’aano’ob, to’one’ ma’, maas chaambej” (DeTe-19)
‘Igual, porque en Timucuy hablan medio rápido, nosotros no, más despacio’ (DeTe-19)
2Te.- “Íigual, mina’andi’ kaambio. Tu’ux yaan di kambio, este Ch’íimay. Le Ch’íimay, este, k’aybi u beet u t’aano’ob… ki láaj na’atik-bey k’aybi u beetk u t’aane’… bueno, jela’an k y’a’ik… ta bin beya’: tu’u:x ka biín ay dios mío!! ma’ uts tin t’aani’; máasima’, ma’ uts ti t’aani’. Ma’ ti wa’ik ti’ mixba’. Le tun le Timucuy lelo’ mina’an kaambio, asentado. (AnTe-19)
‘Es igual, no cambia. Donde sí cambia es en Chimay. Los de Chimay, este, hablan cantado… lo entiendo todo, como que canta… bueno, lo dice diferente… por ejemplo te estás yendo: a dóoonde vaaas. Ay, dios mío!! No me gusta ¿verdad? no me gusta. No le digo nada. Respecto a Timucuy, no hay cambio, está asentado, (AnTe-19)
En 1Ti vemos que para esta persona el habla de Tekik es un habla cantada (k’aybil), en 2Ti, si bien no se alude a lo cantado, el informante observa una diferencia entre las dos formas de hablar …ma’ tu ya’ako’ tech je’ex to’ona’ ‘no lo dicen como nosotros’. Mientras que para los de Tekik el habla de los de Timucuy es más rápida y asentada
Esta diferencia que los hablantes detectan en la forma de hablar de sus vecinos se refiere a ‘melodía del habla’ conformada por “[…] cada uno de los sonidos que constituyen el discurso oral” (Cantero, 1988). Así, por ejemplo, escuchamos afirmaciones como en 3Ti y 4Ti donde se hace referencia a la presencia de sonidos diferentes, propios del habla de Tekik, como el sonido /sh/ en xchowíil, la palabra (x-)táaj en (x-)táaj chowíi y el sufijo -o’on en bingo’on.
Timucuy
3Ti.-“ Táan k xchokwíil, le ti ’ túun, tu chokwilo’ob bin” (PahTi-19)
‘Estamos con calentura, eso es entonces, que tienen calentura’ (PahTi-19)
4Ti.- “ Bing-o’on, 18 ku ya’ako’ob. Bingo’ono’on; tu bino’ob. To’one’ k maayat’aan beya’, pero ba’a klaasesij t’aano’ob. Leti’obe’ u xchiiwo’obe’ u xtáaj chíiwi… to’one’, weya’ u xchiiw ” (MCTi-19) ‘vámonos, dicen. Vámonos; se están yendo. Nosotros hablamos maya, pero con distintas formas de hablar. Para ellos su xchiiwo’ (madrina segunda) es su xtáaj chíiwi (madrina segunda) para nosotros, aquí es u xchiiw’ (MCTi-19)
Tekik
3Te.- “por ejeemplo, je’ex bey ka wa’ik; in cha’ale’, leti’obe’ ma’ t ya’ko’ob in cha’a’, leti’o’be’ k ya’ako’obe’ in ti’a’ ” (AmTiTe-19)
‘por ejemplo, así como decir, in cha’ale’, ellos no lo dicen así, ellos dicen in ti’a’ ’ (AmTiTe-19)
4Te.- “Ma’ jach beyi’. Yaane’ este ma’, este je’ex in wa’ako’ona’ ma’ bey u t’aano’ob leti’ob. Tene’ o’ok in wu’uyik tumen yaane’ ki wu’uyk u t’aano’ob, k’iin ki bin de seguuro ki wu’uyk u t’aano’ob”(EsTe-19)
4Te.-‘No es tan igual. Hay este no, este es como lo decimos (nosotros) no así hablan ellos. Yo ya lo escuché, porque he escuchado cómo hablan, cuando voy al seguro escucho cómo hablan’ (EsTe-19)
La conciencia lingüística de los hablantes de Timucuy acerca de la diferencia marca, incluso, algunos extremos; desde los que consideran que los de Tekik podrían modificar su forma de hablar, hasta los que dudan de que el habla de Timucuy sea maya. También encontramos que para los de Tekik es evidente el dominio que los de Timucuy tienen respecto al español -que pudiera ser un elemento importante en las diferencias de pronunciación, en este trabajo no tenemos datos suficientes para ahondar al respecto, pero es importante anotarlo-.
Timucuy
5Ti.- (Le xk’i’ik’ilo’obo’),19 pues leti’obe’ yaan kaambio ti’o’, tumen leti’o’ ma’ tu t’aano’ob tu beelij ko’ox [k] a’ake’, to’one’, [k] a’ake’, ma’ ma’alob [k] a’alki’, leti’obe’ ken a wa’ati’o’be’: ta bin wáa. jma táani’, táano’on, táan k bino’on, ku t’aano’ob beyo’… Tene’ kin wa’ake’, pues ma’ wa t yusta [u] ya’ake’: táan in bin, ka’ ya’a beyo’. Lela’ ka wa’ak ti’e’: ta bin wáaj _ jan ma ’ táan taalo’oni’. Je’e ba’ax ka wa’a ti’obe’: ty’a’ wáaj, ti’il to’on. k ti’il to’on, ku t’aano’… pero je’e u t’aano’ ma’alo’ chen, ma’ in jowel ba’axten bey [u] ya’ako’obo’…( TiEr-07)
‘(Las de Tekik), ellas, es diferente, porque ellas no hablan bien vamos a decir, nosotros, decimos, no lo decimos bien, ellas cuando les dices: ¿se están yendo? sí, táano’on, táan k bino’on, dicen así. Yo digo, pues, no puede decir: táan in bin, que digan así. Esto, le dices: te estás yendo sí, ma táan taalo’oni’. Cualquier cosa que les digas, ty’a’ wáaj ti’il to’on. K ti’il to’on, dicen… pero sí pueden hablar bien sólo, no sé por qué así lo dicen’. (TiEr-07)
5Ti.-Ya’a, diferentes. Men je’ex te’ K’i’ik’o je’ex u tío’obo’, u sóobrino’obo’; so’rin. Padrino, pa’rin, puro bey u moodo’obo’, jela’an… pues ku na’atik máak. Leti’obe’ maas suukti’obo’… u ti’il, jan, lela’ a ti’il…’ (TiAr -07)
‘Muchos diferentes. Porque por ejemplo en Tekik, su tío, su sobrino; so’rin. padrino; pa’rin, así es su forma, diferente pues lo entiende uno. Ellos están acostumbrados u ti’il, sí, lela’ a ti’il…’ (TiAr -07)
Tekik
“yaan ma’ tin na’atik, ma’tik bey español beyo’ (máaya) lelo’ ki na’atik” (EsTe-19)
‘hay cosas que no entiendo, porque están en español (maya) eso sí lo entiendo’ (EsTe-19)
“dipereente… meen leti’o’be’ yaan, yóojlo’ob e’ castellano, ma’alo’obe’ ” (CaTe-19)
‘es diferente… porque ellos saben español’ (CaTe-19)
Queremos cerrar este apartado exponiendo que en las últimas dos décadas han sido visibles los casos de matrimonios entre miembros de las dos localidades, con migraciones hacia ambos lados, es decir, jóvenes de Timucuy que se van a vivir a Tekik y viceversa. Si reparamos en que los migrantes tienen incidencia lingüística en uno de los dos grupos entre los que se mueven, es decir, que son los portadores del cambio (Labov, 1972), entonces cabría preguntarse qué tanto estos jóvenes incidirán en la variedad lingüística. Surgen aquí preguntas interesantes; ¿se transmite la variedad de la madre o la de la comunidad?, ¿qué factores intervienen en el proceso de transmisión?
Tekik
“xDina, leti’e’ ula’an wey baanda’a’ ula’an xan leti’ [l]e Coco k ya’ko’obo’ Ya’ab wey ula’ano’be’. Weye’ ja’aninda’an u túuli’.” (DeTe-19)
‘Dina, ella llegó por este lado, también llegó al que le dicen Coco. Muchos han llegado. Aquí tienen de yerno a uno.’ (DeTe-19)
De Tekik a Timucuy
“o sea, le weya’ ku che’ejko’ob tumen ka wa’ik palabras ma’… le túuno’b i suegra’o’ k yako’obe’ ma’ táan k na’atik ba’a k[u] ya’ik, to’on dúune’ kan xi’iko’on, dúune, k che’ejtaj xan, tumen de’elo’ ma’ bey je’ex ak t’aano’o, leti’obe’ ma’ beyi’. -Ba’ax túun ka wa’ik tía, tene’ ma’ tin entendeertik ba’ax ka wa’ik- Le weya’ sí, ka káaje jela’an [u] yu’uko’ob in t’aan, ku che’ejko’ob ba’ax kin wa’ik beyo’, pero beráa’ ts’o’okij, tumen beráa’ ts’o’ok u normalisaar.” (MaTiTe-19)
‘O sea, aquí se ríen porque dices palabras que no… mi suegra (y su familia) dicen que no nos entendemos Nosotros (los de Tekik) cuando vamos (a Tekik) se ríen de nosotros porque nosotros no hablamos como hablan ellos. ¿Qué es lo que dices, Tía?, yo no entiendo lo que dices Para los de acá, al principio, mi forma de hablar era rara, se reían de lo que decía, pero ahora ya no, porque ya se normalizó.’ (MaTiTe-19)
Timucuy
“pues ts’o’ok u xaandaj, ts’u p’áataj kasi je’ex k t’aano’. Óoli’ je’ex e Subín K’áank’abo’, ma’ le Subín xano’ chan k’aybil u beetk u t’aano’ob, bey e K’i’ik’ ka’acho’, pero bejláe’ ts’o’ok u ch’i’ik beej ti’ob.” (PaTi-19)
‘Pues, hace mucho que ya es casi como lo que hablamos. Como los de Subín Kankab, ellos también cantan su habla, así eran los de Tekik, pero ahora ya no.’ (PaTi-19)
Este estudio de caso es una evidencia clara de que más allá de las diferencias de léxico y de prosodia entre comunidades distantes, registradas en estudios previos, existen diferencias, variedades en el habla entre municipios aledaños, incluso entre municipios y sus comisarías, como es el caso que nos ocupa. También es interesante ver que los hablantes de la variedad cantada (Tekik), detectan el habla asentada de los de Timucuy, que muy posiblemente se relacione con el mayor dominio del español que los mismos vecinos de Tekik mencionan. Finalmente, cabe decir que, aunque sólo se trata de un caso, muestra la importancia del papel de las actitudes respecto a la preferencia de una forma de habla. Se asoma una actitud negativa hacia el habla de los pobladores de las haciendas (Tekik y Subin), habla que se percibe distinta, porque es cantada, porque le ponen elementos que los hablantes del municipio no usan.
Conclusiones
Los datos de este estudio muestran que el concepto de proximidad juega un rol importante en la dialectología perceptual del maya yucateco. Las variantes prosódicas y las variantes léxicas son percibidas como diferentes entre hablantes de comunidades cercanas entre sí, más que entre hablantes de comunidades distantes una de otra. También es notorio que, de acuerdo con nuestros datos, la diferencia de las variantes léxicas entre las comunidades cercanas no sólo es mayor en número respecto de las comunidades más alejadas, sino que también es más variada en relación con la clase de palabras.
En cuanto al papel que juega la prominencia cultural en la percepción de los hablantes, éste se evidencia con el hecho de que los entrevistados, tanto de Campeche como de Quintana Roo, mencionan, en repetidas ocasiones, que la variedad de maya hablada en Yucatán es distinta a la que se habla en sus respectivos estados. Las respuestas aluden al léxico, pero sobre todo a la prosodia. Sin embargo, la idea de que el maya de Yucatán es diferente del habla de los otros estados en realidad es una idea que queda desplazada por las diferencias entre comunidades aledañas, independientemente del estado de que se trate.
Los resultados de este estudio coinciden con los estudios de Hernández (2019) y Montgomery (2012b), nos muestran espacios no delimitados, dejando en claro que la percepción de los hablantes delinea espacios en donde los rasgos del habla se cruzan. Así, este estudio es una invitación a realizar estudios de este tipo, a la par de que se haga análisis de material descriptivo, lo que permitirá comparar los datos de producción con los datos de percepción. Lo anterior también puede mostrar que los espacios de las variedades de habla son territorios superpuestos, interpuestos, más que espacios territoriales distintos. En realidad, las diferencias no están determinadas ni delimitadas por estado, ni siquiera por municipio o zona económica, de mayor o menor prominencia cultural, las diferencias se entrecruzan y aparecen tanto entre pobladores del sur como entre pobladores del este, entre otros. Así, los resultados de este estudio son importantes y novedosos, por un lado, porque muestran la percepción de hablantes nativos localizados en distintos puntos de la península de Yucatán, es decir, abarca un territorio mayor al que han abarcado otros estudios y, por otro, porque las percepciones muestran que la variación -a nivel de la prosodia y del léxico- está presente entre hablantes de comunidades cercanas y no alejadas entre sí, como se había demostrado en otros trabajos que abordan la percepción dialectal.