Drymobius margaritiferus (culebra corredora de petatillos) es una serpiente de tamaño mediano (TL, longitud total 134 cm) que pertenece a la familia Colubridae, y se caracteriza por su cuerpo delgado, grandes ojos con pupilas redondas y un patrón de coloración donde cada escama es de color negro con un centro color amarillo o amarillo-naranja, mientras que la zona de la cabeza y de la cola puede ser de color verde o turquesa. Su distribución abarca desde el sur de Texas, en Estados Unidos, hasta Panamá, y el norte de América del Sur, en Colombia.En México se le encuentra a lo largo de la vertiente del Pacífico y del Golfo de México, incluyendo la Península de Yucatán, en donde habita en matorral espinoso, selvas tropicales caducifolias y perennifolias, bosques de niebla y de pino-encino, así como áreas abiertas, vegetación secundaria y bordes de selva, generalmente cerca de cuerpos de agua (Lee, 1996; Heimes, 2016).
Esta serpiente se alimenta principalmente de ranas y sapos, donde figuran especies como Eleutherodactylus spp., Hypopachus variolosus, Incilius valliceps, Leptodactylus spp., Lithobates brownorum, Smilisca baudinii, y Rhinophrynus dorsalis, aunque también puede aprovechar grillos, pequeños peces, lagartijas, serpientes, huevos de reptiles y pequeños mamíferos como roedores y musarañas (Lee, 1996; Heimes, 2016). Por otra parte, D. margaritiferus ha sido registrada como presa de aves de presa diurnas como el género Butegallus (Gerhardh et al., 1993; Novy & Van Putte, 2016), y Herpetotheres (Costa et al., 2014).
El Luis Bienteveo (Pitangus sulphuratus), también conocido como bienteveo común o pitohué, es un ave paseriforme perteneciente a la familia Tyrannidae que habita en América, con una amplia distribución que abarca desde el sur de Estados Unidos hasta el centro de Argentina, en América del Sur. En México, esta especie se distribuye tanto por la vertiente del Pacífico desde el sur de Sonora, así como en el noreste en Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, hasta la región Sureste y la Península de Yucatán, en donde habita en una gran variedad de hábitats naturales y urbanizados hasta una altitud de 1500 m.s.n.m. (Howell & Webb, 1995).
La alimentación de esta especie de ave se compone principalmente de invertebrados como larvas, lombrices y artrópodos, y es complementada por frutas y vertebrados pequeños como peces, roedores, anfibios, reptiles y crías de aves (Gorena, 1997; Latino & Beltzer, 1999). En relación con la herpetofauna, se considera que P. sulphuratus es una especie que se alimenta regularmente de estos vertebrados, al capturarlos en o cerca del piso, sujetándolos con el pico a la altura de la cabeza o el cuello, e incluso rompiendo sus estructuras óseas con un solo mordisco (Smith, 1978).
Entre los anfibios y reptiles que se han registrado como presa de P. sulphuratus se encuentran ranas (Pleurodema borelli; familia Leptodactylidae), tortugas (Phrynops hilarii), lagartijas (Hemidactylus mabouia; Sceloporus melanorhinus) y serpientes de talla pequeña, aunque en la literatura científica no se especifican las especies (Richard, 1986; Crump & Vaira, 1991; Argel-de-Oliveira et al., 1998; Salvador & Bodrati, 2013; Nieto-Toscano & Martínez-Coronel, 2021). En esta observación reportamos la depredación de una Culebra corredora de petatillos (D. margaritiferus) por un Luis Bienteveo (P. sulphuratus).
El 16 de septiembre de 2022, a las 11:53 h, se observó un ejemplar adulto de P. sulphuratus perchado en la rama de un tronco caído sobre un cuerpo de agua temporal (aguada) en la Reserva de la Biósfera de Calakmul, municipio de Calakmul, Campeche, México (18.308085°N, 89.857219°O, WGS84, 202 m s.n.m.). Al momento de la observación, el ave tenía sujeta a la serpiente con su pico, por el último tercio de su cuerpo (Fig. 1), golpeándola en la cabeza en repetidas ocasiones contra la rama donde se encontraba perchada (Fig. 2). La serpiente acabó disminuyendo la intensidad y la frecuencia de sus movimientos, hasta dejar de moverse, debido a los golpes contra el tronco.
Después de que la serpiente dejó de moverse, el ave finalmente voló hacia un sitio distinto, fuera de nuestro alcance visual, sujetando a la serpiente con el pico. Es probable que el ave haya detectado la presencia humana cerca, o simplemente se desplazó a una zona más adecuada para ingerir la presa, sin el acecho de otros competidores.
Se especula que entre los factores que propiciaron la interacción entre estas especies se señalan el tamaño de D. margaritiferus depredado, que permitió que esta ave la capturara y consumiera. De igual manera, D. margaritiferus es una especie de hábitos terrestres y diurnos que habita cerca de cuerpos de agua (Lee, 1996; Heimes, 2016), coincidiendo con que P. sulphuratus también habita con regularidad a los alrededores del agua y que forrajea cerca del suelo, a diferencia de otros miembros de la familia Tyrannidae que forrajean en el aire a alturas considerables (Mathura et al., 2005). Así mismo, el comportamiento de captura y alimentación observado por P. sulphuratus coincide con lo previamente reportado en cuanto al consumo de herpetofauna, al golpear repetidamente el cuerpo de su presa hasta provocar su muerte (Richard, 1986; Nieto-Toscano & Martínez-Coronel, 2021).
En nuestro conocimiento, esta observación representa el primer reporte formal de la interacción entre D. margaritiferus y P. sulphuratus, agregando al ave entre la lista de depredadores de esta serpiente.