Antecedentes
Actualmente, las enfermedades no transmisibles ocasionan una alta morbilidad y mortalidad en el mundo. El cáncer, entre ellas, representa uno de los mayores retos en cualquier sistema de salud por su impacto en la mortalidad, pérdida de años de vida saludable, calidad de vida y gasto asociado a su atención.1 De acuerdo con el estudio Global Burden of Disease (GBD), en 2019 el cáncer ocupó el segundo lugar entre las causas de muerte a nivel global, con una tasa de 130.27 por 100 000 (intervalo de incertidumbre [II] de 95 % = 121.65-137.8), lo que representó más de 10.1 millones de fallecimientos (II 95 % = 9.4-10.7).2
La estimación del impacto del cáncer, tanto en mortalidad como en discapacidad a través de la medición de la carga de la enfermedad a nivel mundial, indicó que las neoplasias malignas pasaron del sexto lugar en 1990 al segundo puesto en 2019, con una tasa de 3079.06 por 100 000 a 3249 AVISA (años de vida saludable) perdidos por 100 000 personas.2
El último reporte del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer indicó que la tasa estandarizada de incidencia en México en 2020 fue de 140.4 por 100 000 habitantes, con lo que el ocupó el puesto 25 en mortalidad de 32 países de la región de América latina y el Caribe; la tasa estandarizada por edad fue de 63.2 por 100 000 habitantes, con lo que ocupó el último puesto por mortalidad debida a cáncer en la región.3
Los países con mayor mortalidad por cáncer son aquellos de ingresos medios y bajos y presentan 90 % del total de las muertes por esta causa; 70 % de estos fallecimientos se debe a tumores relacionados con factores de riesgo modificables tales como hábitos alimenticios no saludables, sedentarismo, tabaquismo y algunos tipos de infecciones.4,5
México es un país con alta prevalencia de factores de riesgo de cáncer, por lo cual este padecimiento constituye una de las principales causas de morbilidad y mortalidad.6 En 2020, se colocó como la cuarta causa de muerte, con una tasa de 63.2 muertes por 100 000 habitantes;7 principalmente por afección en mama, cérvix uterino, colon o recto en mujeres y próstata, colon y recto y estómago en hombres.7 En los últimos años, México ha experimentado transformaciones significativas en su demografía, estilo de vida y acceso a la atención médica. Estos cambios, en conjunto con factores genéticos y ambientales, han contribuido a la evolución de los patrones de enfermedad en el país.8
En este escenario, analizar los cambios en la mortalidad por cáncer en México en las últimas décadas, mediante las estimaciones generadas por el Instituto para la Métrica y Evaluación de Salud de la Universidad de Washington a través del GBD, permite identificar la evolución epidemiológica de las enfermedades oncológicas en el país y con ello fundamentar la toma de decisiones para la prevención y el tratamiento,9 con la identificación de áreas de necesidad y oportunidad para su control.
Material y métodos
Se analizaron las estimaciones del GBD,10,11 para describir las tendencias de mortalidad de los 10 principales tipos de cáncer en México, tanto a nivel nacional como estatal, considerando a individuos menores y mayores de 20 años, durante el período de 1990 a 2021.
Previamente, las publicaciones del GBD han descrito con detalle la metodología empleada para estimar la carga de enfermedad derivada de diferentes tipos de cáncer.12,13 Los tipos de cáncer o neoplasias incluidas en el GBD fueron las definidas en el capítulo 2 (neoplasias) de la Décima Revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades, con excepción del sarcoma de Kaposi, para el cual la mayoría de las muertes se atribuyen al virus de la inmunodeficiencia humana/sida14
Para este estudio, se eligieron los tipos de cáncer predominantes en México: de mama, cérvix uterino, estómago, colon y recto, pulmón, tráquea y bronquios, ovario, linfoma no Hodgkin, leucemia, de testículo y próstata. Dado que la mayor parte de la carga de cáncer en el ámbito nacional se manifiesta en términos de mortalidad, este artículo se enfocó en presentar estimaciones exclusivamente de mortalidad por cáncer.
Las fuentes de datos utilizadas por el GBD para informar las estimaciones de mortalidad por cáncer en México incluyen datos del sistema de estadísticas vitales y bases de datos de fuentes oficiales. Todas las fuentes de datos cuentan con un identificador único y se encuentran disponibles en el repositorio Global Health Data Exchange (GHDx), de acceso abierto.15
La estrategia analítica para determinar la mortalidad por cáncer en México puede explicarse en cuatro pasos:
− Extracción de datos de mortalidad e incidencia recopilados de las fuentes de información mencionadas.
− Estimación de las razones de mortalidad-incidencia para cada tipo de cáncer, país, edad, sexo y año mediante regresión gaussiana espacio-temporal.
− Estimación del número de muertes por cáncer conforme a la base de datos de causas de muerte del GBD y el modelo de CODEm y CoDcorrec,16,17 algoritmo que escala las estimaciones de mortalidad de causas de muerte específicas para alinearlas con las estimaciones de mortalidad por todas las causas modeladas de manera independiente para cada grupo de edad, sexo, ubicación y año.
− Aplicación de las razones de mortalidad-incidencia a las estimaciones de muertes corregidas por CoDcorrect para obtener estimaciones de incidencia de cáncer para cada año, grupo de edad y sexo.
Los resultados se presentan tanto en cifras absolutas como en tasas de mortalidad por cada 100 000 habitantes para todas las edades y ajustadas por edad, que se calcularon con la población estándar mundial registrada por el GBD.18 Las estimaciones puntuales se obtuvieron con la media de 500 simulaciones. Los intervalos de incertidumbre de 95 % (II 95 %) corresponden a los percentiles 2.5 y 97.5 de dicha distribución. Los II reflejan los esfuerzos para propagar los niveles de incertidumbre a lo largo de todo el proceso de modelado del GBD.
Las estimaciones y métodos de este estudio están disponibles públicamente en el sitio web del Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud, así como en las herramientas de visualización GBD Compare 20212 y de resultados GBD 2021.15 GBD cumple con la Declaración de Directrices para la Presentación de Estimaciones de Salud Precisas y Transparentes.19
Resultados
Las tasas de mortalidad en todas las edades pasaron de 117.87 (II 95 % = 113.21-120.01) a 84.18 (II 95 % = 73.59-95.73) en el período de 1990 a 2021; en los menores de 20 años se observó una disminución de tres puntos al pasar de 7.37 (II 95 % = 6.95-7.85) a 4.55 (II 95 % = 4.11-5.02); en los mayores de 20 años se registró un decremento de 52 casos por 100 000 al iniciar en 1990 con una tasa de mortalidad de 182.72 (II 95 % = 175.40-186.05) y concluir en 2021 con una tasa de 130.91 (II 95 % = 114.16-149.02) por cada 100 000 mujeres (Figura 1A).
En los hombres de todas las edades, la tasa de mortalidad pasó de 111.81 (II 95 % = 108.85-113.67) en 1990 a 97.22 (II 95 %= 83.37-112.66) dos décadas después; en el grupo de jóvenes (< 20 años), la mortalidad se ubicó con una tasa de 8.82 (II 95 % = 8.20-9.38) y llegó hasta 6.34 (II 95 % = 5.53-7.16); en los adultos > 20 años, la mortalidad se redujo 22 puntos al pasar de 172.25 (II 95 % = 167.58-175.23) en 1990 a 150.56 (II 95 % = 128.80-175.14) en 2021 (tasa por 100 000 habitantes), como puede observarse en la Figura 1B.
La mortalidad en todos los estados mostró reducción: desde 7, 13 y 16 puntos como en Zacatecas, Veracruz y San Luis Potosí, hasta más de 50 puntos como en Baja California y Coahuila, donde pasó de 165 (II 95 % = 158-171) a 108.54 (II 95 % = 91-130) y de 154 (II 95 % = 148-159) a 101 (II 95 % =86-116), respectivamente. Yucatán presentó la mayor disminución, de 148 (II 95 % = 141-154) a 87 (II 95 % = 72-102) por 100 000 habitantes (Figura 2).
La principal causa de mortalidad por cáncer por estado en las mujeres fue el cáncer de mama en 30 localidades, excepto Chiapas y Oaxaca, donde la primera causa fue cáncer de estómago, seguido de cáncer de cérvix uterino y mama; la segunda y tercera causa presentaron alternancia, aunque a nivel nacional en esas posiciones se observaron el cáncer de cérvix uterino y de estómago. Al desagregar por estado, las neoplasias de colon, recto, pulmón, tráquea y bronquios llegaron a ubicarse en la segunda posición. Estos cinco cánceres fueron los principales en todo el país; posterior a estos, en los primeros 10 sitios se ubicaron las neoplasias de ovario, páncreas y leucemia (Figura 3A y Tabla 1).
Mujeres | Hombres | ||||
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Tipo de cáncer | 1990 | 2021 | 1990 | 2021 | Tipo de cáncer |
Mama | 12.4 (12-12.7) | 13.8 (11.7-16) | 19 (18.2-19.7) | 17.91 (15.35-20.75) | Próstata |
Cervicouterino | 25 (24.2-25.6) | 8 (7-9.1) | 18 (17.3-18.6) | 11.21 (9.55-13.02) | Estomago |
Estómago | 16.5 (15.7-17) | 8 (7-9) | 21.7 (20.9-22.3) | 10.49 (9.03-12.28) | Tráquea, bronquios y pulmón |
Colon y recto | 7.2 (6.8-7.5) | 7.8 (6.8-9) | 6.1 (5.9-6.4) | 10.34 (8.8-12.17) | Colon y recto |
Tráquea, bronquios y pulmón | 9.6 (9.3-10) | 5.7 (5-6.5) | 5.6 (5.5-5.8) | 5.35 (4.54-6.32) | Páncreas |
Ovario | 4.2 (4.1-4.3) | 5.5 (4.7-6.3) | 5.3 (5.1-5.4) | 5.31 (4.64-5.98) | Leucemia |
Páncreas | 6.4 (6.2-6.7) | 5.1 (4.5-5.9) | 2.7 (2.6-2.8 | 4.34 (3.66-5.07) | Riñón |
Leucemia | 4.6 (4.5-4.8) | 4.1 (3.6-4.6) | 2.8 (2.7-2.9) | 3.64 (3.13-4.27) | Linfoma no Hodgkin |
Hígado | 2.5 (2.4-2.6) | 3 (2.7-3.5) | 2.2 (2.2-2.3) | 3.61 (3.07-4.24) | Hígado |
Vesícula y vías biliares | 7.3 (7-7.5) | 2.7 (2.4-3.2) | 2.7 (2.6-2.7 | 3.55 (3.04-4.14) | Otros linfomas |
Tasas ajustadas por edad por 100 000.
En los hombres, las causas de mortalidad fueron más homogéneas: la primera causa fue el cáncer próstata, con excepción de Sonora, donde la primera causa fue el cáncer de pulmón seguido del cáncer de próstata y de estómago. En según lugar se ubicó el cáncer de estómago en Guanajuato, Guerrero, Estado de México, Veracruz, entre otros; el cáncer de pulmón, tráquea y bronquios ocupó este lugar en Aguascalientes, Durango, Ciudad de México, Michoacán, Nayarit, Querétaro y Zacatecas. El cáncer de colon y recto se ubicó dentro de las tres principales causas, y constituyó la segunda en Baja California y Chihuahua y otros estados del norte del país. Las otras neoplasias que ocupan los principales puestos de mortalidad en hombres fueron de páncreas, leucemia, de riñon e hígado, así como los linfomas (Figura 3B y Tabla 1).
Discusión
El análisis del cambio en la mortalidad por cáncer en México entre 1990 y 2021 mostró patrones complejos y cambiantes que demandan una comprensión precisa para guiar las estrategias de salud pública y planificar recursos.
Aun cuando el cáncer ocupó uno de los primeros lugares en la mortalidad nacional, se reflejó una tendencia a la baja en las muertes por este grupo de enfermedades.
Respecto a la mortalidad, la tendencia general a la baja que mostraron estas estimaciones, principalmente en cáncer de pulmón en hombres y cervicouterino en mujeres, llevan a reflexionar sobre las posibles causas de este fenómeno. Ha sido reportado el sostenido descenso del cáncer de pulmón en hombres, principalmente en estados del norte y centro del país, atribuido a las estrategias para reducir el hábito tabáquico, principalmente la Ley General y las leyes estatales para el control del tabaco.20,21 El descenso en la muerte por cáncer de cérvix uterino, sin dejar de ser un problema de salud pública en todo el país, al parecer es resultado del establecimiento de estrategias de concientización, detección temprana y campañas de vacunación contra el virus del papiloma humano.22-24 Sin embargo, la reducción en las últimas décadas de las muertes por cáncer de pulmón en hombres y en mujeres debe considerarse con cautela, ya que quizá traduce el subregistro de esta enfermedad como causa principal de muerte,25,26 lo cual podría ocurrir al menos en 22.6 a 50 %.27,28
Por supuesto, aun cuando los datos presentados son estimaciones bajo ciertos supuestos, reflejan nuevamente los desafíos que el país ha enfrentado por décadas, tales como las disparidades geográficas, socioeconómicas y de acceso a la atención médica previamente reportadas.29 Mohar-Betancourt et al. han destacado la urgencia de mejorar la vigilancia epidemiológica y desarrollar registros de cáncer con base poblacional en México,6,30,31 y con ello dirigir la implementación de estrategias de detección temprana para los tumores más frecuentes, así como la planificación de recursos, servicios de salud y la investigación científica que ayude a controlar esta enfermedad.32 Sin embargo, esa necesidad aún no ha sido cubierta, a pesar de los esfuerzos históricos realizados. Consideramos que este análisis puede ser un buen inicio para ello.
Bajo este escenario, es crucial hacer énfasis nuevamente en que este estudio se centra en describir y actualizar las tendencias previamente publicadas de la incidencia y mortalidad por cáncer en México,8,33 sin pretender establecer relaciones causales. Si bien la observación de tendencias es un paso esencial para reconocer problemas de salud, este análisis posibilita identificar los estados, grupos de edad y tipos de tumor en los cuales hay que redirigir intervenciones. Los resultados permitirán el desarrollo de investigaciones más específicas y detalladas para comprender las causas subyacentes de las variaciones en la carga de la enfermedad por cáncer a lo largo del tiempo, con el propósito de contenerla.
Al revisar la experiencia de otros estudios que emplearon distintas fuentes de información, se identificó que las tasas concuerdan en algunos casos; no obstante, en esas investigaciones se menciona que las bajas tasas de mortalidad en México no se deben al procesamiento de la información sino al proceso de certificación y registro de muertes.34
En este sentido, el subregistro también se debe al sitio de defunción: en el caso de los tumores malignos, 63 % de las muertes sucede en el hogar y únicamente 28 % en una unidad médica específica.35
Asimismo, las discrepancias del presente documento en comparación con otras fuentes se pueden deber a las correcciones que se realizan en el GBD: las causas mal asignadas son reagrupadas mediante algoritmos previamente publicados,12,19 por lo que se presenta dicha modificación. Causas principalmente asociadas a cáncer gástrico o de pulmón son incorporadas como cifras a estos, lo que provoca un reacomodo de las principales neoplasias que aquejan al país.36
La manera óptima de reportar los datos de cáncer es por tipo, debido a que de forma agrupada no es posible dimensionar fehacientemente la carga de mortalidad, si los cambios son reales o se diluyen al incluir todas las causas como una única enfermedad. Previamente se ha reportado la manera como el GBD realiza la corrección del subregistro y mala clasificación de las enfermedades.12,13
En el reporte de Instituto Nacional de Estadística y Geografía de 2023, la principales causas de mortalidad por cáncer en adultos fueron los tumores de mama, cuello uterino, ovario, colon, recto y ano, así como de hígado y vías biliares en las mujeres; en los hombres, los principales tumores fueron de próstata, tráquea, bronquios y pulmón, colon, recto, ano y estómago.35 En las estimaciones del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, las principales causas de mortalidad por cáncer en México para uno y otro sexo fueron neoplasias de mama, próstata, hígado, pulmón y estómago,7 localizaciones que coinciden también en el GBD. Sin embargo, el orden se modifica debido a la agregación de algunos tumores, como de cérvix y útero o hígado con vesícula biliar, y a la reasignación de las causas no especificadas o mal clasificadas que se realiza en el GBD.
Limitaciones
El GBD permite identificar el perfil epidemiológico de morbilidad y mortalidad en una población determinada, medir sus tendencias en el tiempo, los factores de riesgo asociados, y cuantificar así los AVISA perdidos.8 Sin embargo, son estimaciones indirectas con base en certificados de defunción que pueden presentar codificaciones equivocadas, incompletas o subregistro de causas específicas de muerte. No obstante, mediante el sistema de corrección y reasignación, en el GBD se trata de subsanar, aunque sea parcialmente, las deficiencias en la calidad de la certificación, al redistribuir las causas inespecíficas. Un ejemplo es el cáncer de estómago en el caso de México: de manera inicial, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía estableció 6657 muertes en 2021; sin embargo, existían certificados con causa de muerte inespecífica establecida como cáncer abdominal, hemorragia gastrointestinal, enfermedad gastrointestinal no especificada, entre otras; una proporción de ellas son las redistribuidas en el GBD a cáncer de estómago, lo que provoca que se incrementen las muertes atribuidas a este último.
Lamentablemente, el GBD no logra eliminar la deficiente calidad de la certificación de las muertes en México (derivada probablemente por la poca capacitación de quien llena el certificado de defunción), la no notificación de las muertes ocurridas fuera del entorno hospitalario o el desconocimiento de la causa básica de muerte. Por ello, es necesario disponer en nuestro país de un mejor sistema de vigilancia epidemiológica de cáncer que retroalimente la información aquí presentada, complemente las limitaciones del GBD y de algún otro proceso de estimación, que permita conocer la magnitud real de este grupo de enfermedades.
Conclusiones
El desarrollo de un registro de cáncer de base poblacional de alta calidad contribuye no solo a conocer mejor la magnitud del problema, sino también a evaluar las diversas intervenciones dirigidas para el mejor control del cáncer en México.
La medición del impacto de las enfermedades no debería considerar únicamente el número de casos o muertes ocasionadas; el concepto del GBD aporta la posibilidad de cuantificar los años de vida perdidos por muerte prematura y la discapacidad producida por alguna enfermedad, por lo que es fundamental continuar el análisis de esta información con el propósito de mostrar el gran impacto que tiene el cáncer en la población mexicana y la necesidad de implementar acciones focalizadas en su prevención, diagnóstico temprano y óptimo tratamiento.
El uso del estudio GBD permite enmendar la inadecuada clasificación o registro de las causas de mortalidad que se presentan en México; además, expone otra perspectiva a los servicios de salud y tomadores de decisiones para considerar las cifras oficiales y fuentes internacionales. Con ello, es posible replantear las estrategias para un mejor control del cáncer, con énfasis en la prevención primaria y secundaria y la redistribución de recursos.
Finalmente, disponer de un plan estratégico para mejorar los registros de mortalidad en el país que permitan obtener cifras reales sobre la magnitud de este grave problema de salud pública es prioritario para su mejor control.