A poco más de una década de la creación de la Unión Europea (UE), esta entidad política inició su ampliación para incorporar como miembros a ocho países poscomunistas, en 2004. Tres más lo harían ulteriormente.1 Su proceso de ingreso estuvo antecedido y enmarcado por una profunda transformación geopolítica que requirió la aceleración de su incorporación a la UE. Dado que sus características políticas y económicas eran muy diferentes a las prevalecientes en la aún entonces aludida como UE-15,2 los países poscomunistas tuvieron que llevar a cabo, rápidamente, una serie de reformas muy profundas para adecuarse a las características propias de las economías de mercado y de los sis temas políticos democráticos. Aunque ambos procesos tuvieron avances significativos, el segundo se rezagó más. Así, ya como miembros de la UE, en los países poscomunistas subsistió un déficit democrático. Esto plantea la siguiente pregunta: si su perfil político es diferente al de la UE-15, ¿a qué corrientes políticas se asociaron al incorporarse al Parlamento Europeo y al Consejo Europeo (Parlamento y Consejo en lo sucesivo) en 2019?
La elección parlamentaria de la UE en 2019 fue especialmente significativa porque fue la primera posterior a tres grandes crisis que la sacudieron: la denominada crisis de la eurozona o de la deuda soberana de 2009-2012; la de los migrantes de 2015-2016, y el proceso de salida del Reino Unido (Brexit) de la UE, que era una de las principales potencias del conjunto y cuya partida afectó los equilibrios políticos y presupuestales internos. En especial, la crisis de la eurozona y la crisis migratoria acentuaron el declive de las dos corrientes políticas hasta entonces predominantes y estimularon el ascenso de otras, lo cual tuvo un efecto en la estructura de afinidades políticas en el Parlamento y en el Consejo, y fue alterando la relación de fuerzas entre sus principales corrientes.
Tomando en consideración ese contexto, el objetivo de este trabajo es analizar la presencia de los países poscomunistas en la composición del Parlamento Europeo y del Consejo Europeo en 2019 y determinar qué peso tuvieron en la relación de fuerzas existente entre las diferentes corrientes políticas presentes en ambas instancias en esa coyuntura. Se pretende analizar el peso de los nuevos miembros del Parlamento Europeo (MPE o eurodiputados, como se les denomina informalmente) provenientes de los países poscomunistas en la creación de los grupos políticos del Parlamento Europeo en 2019 (a los aludiremos simplemente como grupos). Como en los grupos se aglutinan los MPE en función de sus afinidades político-partidarias, esto permite evaluar la importancia de los MPE provenientes de los países poscomunistas en la relación de fuerzas entre los grupos. Con la misma intención, se examinará el origen partidario de los jefes de gobierno que componían al Consejo en ese año.
En este trabajo hemos optado por el término de poscomunistas3 porque el eje argumentativo gira en torno al planteamiento de que los países europeos que vivieron bajo gobiernos comunistas4 durante el periodo de la Guerra Fría desarrollaron una cultura política pasiva y prácticas políticas de las cuales conservaron resabios que los diferencian de la UE-15, a los que nos referiremos con el término de países no poscomunistas.5
La estructura de este trabajo es la siguiente. En la primera parte se revisan algunos rasgos del pasado institucional no democrático de los países de la esfera de influencia soviética y los dilemas geopolíticos que su desintegración planteó a los países europeos que habían formado parte de ella, y que habían estado gobernados por regímenes comunistas. La intención es justificar la pertinencia de diferenciar a los países poscomunistas y señalar algunas de las características específicas de su evolución política.
En segundo lugar, se revisa sucintamente el marco legal de la UE respecto a la naturaleza del Consejo y las características de la organización institucional del Parlamento. También se aborda la relación entre partidos nacionales, partidos europeos y grupos políticos del Parlamento.
En la tercera sección se analiza el papel que tuvieron la crisis de la eurozona de 2009-2012 y las crisis de los migrantes de 2015-2016 sobre la declinación de la presencia parlamentaria (1994-2019) de las dos principales corrientes políticas, la democristiana y la socialdemócrata.
En cuarto lugar, se examina la composición de los grupos que resultó de las elecciones parlamentarias de la UE en 2019.6 Se analiza la distribución de los MPE por país y por grupo para develar la relación de fuerzas entre ellos y evaluar el efecto de la incorporación de los MPE provenientes de los países poscomunistas en la composición de los grupos. Asimismo, se clasifica a los jefes de gobierno que integran el Consejo Europeo en función de la filiación política de su partido nacional de origen con alguno de los partidos europeos y con alguno de los grupos.
En quinto lugar, se examina la distribución de los MPE por grupo político en función de la distinción entre los países poscomunistas y los no poscomunistas. Bajo esta misma tónica, también se revisa la composición del Consejo Europeo.
1. El ingreso de los países poscomunistas a la UE
La mayor parte de los países situados en el centro y el este del subcontinente europeo fueron entidades que tardíamente se construyeron como Estados nacionales soberanos modernos. En el siglo XX, transitaron desde una autoritaria estructura imperial monárquica7 hacia las formas de organización política comunista, lo que fortaleció la persistencia de valores y actitudes subjetivas poco propicias para el desarrollo democrático.8 La única excepción fue la República Checa (antiguo Reino de Bohemia). En estas entidades políticas, la construcción de un Estado burocrático racional moderno y el desarrollo de un pluralismo estable se toparon con obstáculos externos e internos que dificultaron la construcción endógena de un aparato institucional racional, legitimado y apoyado sobre profundos y estables alineamientos sociales, dificultaron el surgimiento de una robusta economía de mercado e inhibieron el establecimiento de prácticas institucionalizadas para la incorporación de las oposiciones políticas.9 Fue un legado común de esa región de Europa10 que influyó en la forma específica que asumió su transición hacia la democracia.11
Ciertamente, el carácter autoritario de los gobiernos comunistas en sus diferentes variantes12 y la profunda crisis económica en la que cayeron contribuyeron a estimular el deseo de cambio político pero, más allá de estas motivaciones internas, el factor externo fue el que aceleró decisivamente el cambio: las profundas transformaciones que se registraron en el orden internacional. El anuncio de la Unión Soviética, en diciembre de 1988,13 de que dejaba en libertad a los países europeos que habían formado parte de su esfera de influencia para realizar las reformas internas que consideraran pertinentes desencadenó procesos que desembocaron en la eliminación de los regímenes comunistas y en la unificación de Alemania.14 La disolución de la Unión Soviética en 1991 alteró profundamente el balance de poder en Europa, lo que planteó a los antiguos “satélites” serios problemas de seguridad nacional: uno era el temor a ser avasallados por la unificada Alemania; otro, la posibilidad de que el ala dura de los comunistas retornase al poder en la Unión Soviética e intentase subordinarlos de nuevo. Estos temores derivados de su endeble situación geopolítica los llevaron muy rápidamente a solicitar el ingreso a la Organización del Tratado del Atlán tico del Norte (OTAN) y a la UE.15 Por otra parte, el colapso soviético abrió un amplio espacio de maniobra a Estados Unidos en el rediseño europeo.16 A pesar de que varios países de la UE-15 oponían resistencia a la incorporación de los países poscomunistas, Estados Unidos ejerció fuertes presiones para apoyar su ingreso por medio de la OTAN;17 aceleró el proceso de ingreso de aquéllos a la alianza transatlántica y “recomendó” que su membresía en la OTAN se complementase con su ingreso a la UE.18 De este modo, la entrada de los países poscomunistas a la UE y su transición hacia la democracia estuvieron fuertemente determinadas por factores externos.
La ampliación de la UE sobre la antigua esfera de influencia soviética fue un hecho extraordinario por su importancia geopolítica y porque la incorporación de los países poscomunistas a ésta los obligaba a recorrer un difícil proceso de adaptación a las normas, prácticas, valores y funcionamiento de la UE. Este proceso, al que también aludimos como “europeización”, requirió numerosas adecuaciones que el Consejo enunció en los Criterios de Copenhague en 1993.19 Las elites políticas nacionales de los países poscomunistas se encargarían de repercutir y promover en el ámbito nacional esas normas, prácticas y valores.20 El apego a éstos se reforzaba con un sistema de incentivos y de sanciones exógenos.21 En pocas palabras, el llamado “regreso a Europa” equivalía a adoptar la institucionalidad específica previamente existente de la UE. Los requisitos que estos países debían cumplir para ingresar a la UE favorecieron su desarrollo democrático interno, pero se trató de reglas definidas por entidades externas que pasaron a formar parte de su vida política interna. Es decir, la democracia no fue el resultado de un largo y profundo proceso endógeno de desarrollo del marco político institucional, sino que se adoptó de manera voluntaria debido a problemas de descontento con el comunismo, de seguridad nacional y de crisis económica. En concreto, aunque su ingreso a la UE haya ocurrido por iniciativa propia, para reorganizar sus espacios políticos nacionales aceptaron requisitos definidos externamente.22
En el terreno económico, el preacceso y el ingreso a la UE plantearon a estos países grandes desafíos: hacer los ajustes legales y administrativos para incorporar el denominado acquis communautaire, liberalizar la economía, disminuir el déficit público y el déficit comercial, resolver la elevada tasa de desempleo. Tareas muy difíciles que los gobernantes tuvieron que emprender bajo condiciones de reducido apoyo de la población respecto al ingreso a la UE.23 Tal como lo reveló el Eurobarómetro de 2004,24 las elites políticas nacionales que se encargaron de poner en práctica todos esos compromisos encontraron un reducido apoyo en la población. En el cuadro 1, destacan la insatisfacción con el funcionamiento democrático nacional, el reducido nivel de confianza en las instituciones políticas nacionales, el no tan elevado apoyo a la membresía en la UE (sólo la consideran algo bueno entre 31% y 52% de la población según el país) y el bajo porcentaje del total de ciudadanos (votantes y abstencionistas) que en los referendos votaron a favor del ingreso a la UE.25
Nivel de satisfacción con el funcionamiento de la democracia nacional | Confianza % en el gobierno, parlamento y partidos nacionales (promedio) | Apoyo a la membresía a la ue | Referendos | ||||
% muy alto y regular | % poco y nada | Buena | Ni buena ni mala | Mala | % de ciudadanos en favor del ingreso a la ue | ||
( a ) | ( b ) | ( c ) | ( d ) | ( e ) | ( f ) | ( g ) | |
República Checa | 43 | 53 | 18 | 41 | 28 | 17 | 42 |
Eslovenia | 43 | 55 | 23 | 40 | 44 | 13 | 54 |
Letonia | 35 | 56 | 19 | 33 | 38 | 22 | 49 |
Hungría | 31 | 66 | 24 | 45 | 32 | 15 | 39 |
Estonia | 30 | 63 | 32 | 31 | 39 | 21 | 43 |
Lituania | 29 | 62 | 20 | 52 | 30 | 12 | 57 |
Eslovaquia | 18 | 80 | 15 | 46 | 39 | 9 | 48 |
Polonia | 16 | 83 | 6 | 42 | 33 | 18 | 46 |
(a) Nivel de satisfacción con el funcionamiento de la democracia nacional: muy alto + regular. (b) Nivel de satisfacción con el funcionamiento de la democracia nacional: poco + nada. (c) Confianza en gobierno nacional, parlamento nacional y partidos nacionales (promedio). (d) La membresía del país en la UE es una cosa buena. (e) La membresía del país en la UE ni es buena ni es mala. (f) La membresía del país en la UE es una cosa mala. (g) Porcentaje del total de ciudadanos (votantes + abstencionistas) en favor del ingreso a la UE. Fuente: columnas 1 a 6, Eurobarómetro 2004 de la Comisión Europea; columna 7, resultados oficiales dados a conocer por la Comisión Europea.
Es innegable que una floreciente economía de mercado es un factor que puede contribuir a un mejor desarrollo democrático, pero no es un resultado al que de manera automática e ineluctable se llegue gracias al desarrollo económico, tal y como lo planteaba la teoría de la modernización. Puede ocurrir que surjan tensiones derivadas del cambio social y de la transición acelerada desde una economía centralmente planificada hacia una economía de mercado de corte neoliberal. Si emerge un profundo desacompasamiento entre el ritmo del desarrollo económico, la implementación de políticas redistributivas del ingreso y la construcción de un marco institucional que incorpore la plena participación política, a los grupos emergentes y a los desplazados, el proceso democrático se debilita y afloran tendencias populistas de derecha o no liberales.26
A pesar de las reformas puestas en marcha, la superación de su legado histórico27 no podía ser resuelto de un plumazo o por decreto;28 era necesario un periodo más largo de cambio endógeno sostenido para definir y legitimar nuevas prácticas políticas, modernizar y hacer eficiente la burocracia gubernamental y transformar la cultura cívica y política entre los diferentes grupos sociales y en las elites. De ahí que esos países se rezagaran en diversas dimensiones del desarrollo democrático y de la plena vigencia del Estado de derecho, tal como se aprecia en el cuadro 2. En los ocho países poscomunistas que ingresaron a la UE en 2004, el indicador de Estado de derecho (escala 0-100) elaborado por el Banco Mundial29 osciló entre 56.8 y 84.9 en 1996, entre 61.5 y 79.8 en 2004 y entre 64.9 y 87.0 en 2019. Por otra parte, el índice democrático (escala 0-10) de esos países varió entre 7.90 en Estonia y 6.62 en Polonia en 2019. En resumen, en estos países persiste un cierto grado de déficit democrático.
Indicador Estado de derecho ( rango 0-100) | Índice de democracia (score general, 0 - 10) | |||
1996 | 2004 | 2019 | 2019 | |
Estonia | 66.3 | 76.9 | 87.0 | 7.90 |
Eslovenia | 84.9 | 79.8 | 83.7 | 7.50 |
Republica Checa | 79.9 | 70.2 | 82.7 | 7.69 |
Lituania | 63.3 | 67.3 | 81.3 | 7.50 |
Letonia | 56.8 | 66.8 | 80.8 | 7.49 |
Eslovaquia | 57.3 | 63.9 | 70.2 | 7.17 |
Hungría | 79.4 | 75.0 | 69.7 | 6.63 |
Polonia | 70.9 | 61.5 | 64.9 | 6.62 |
Fuente: Worldwide Governance Indicators, Data Bank, World Bank (Estado de derecho) y, Democracy Index 2019, The Economist Intelligence Unit Limited (democracia).
2. El marco legal: Parlamento Europeo, Consejo Europeo, elecciones y partidos políticos nacionales y europeos
La arquitectura institucional de la UE descansa aún sobre los cimientos de los Estados nacionales soberanos que la componen.30 Su marco institucional está formado por siete entidades;31 de ellas, nos interesan dos para los efectos del presente análisis: el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo, pues son las que establecen la conexión entre el conjunto de las instituciones de la UE con los gobernantes de cada Estado miembro y con los ciudadanos de sus países.32 Las elecciones parlamentarias europeas se organizan a nivel de la Unión a través de los partidos europeos, mientras que las elecciones de los jefes de gobierno que integran el Consejo tienen lugar a nivel nacional con la concurrencia de partidos nacionales.33 En la elección de los miembros del Parlamento Europeo (MPE), los ciudadanos de los distintos países de la UE eligen directamente a sus representantes y el territorio nacional de cada país funciona como si fuese una circunscripción electoral. En contrapartida, es a través de la elección de las autoridades nacionales que los ciudadanos designan implícitamente a quienes serán los integrantes del Consejo. Entre estos dos planos existe un sistema de vasos comunicantes entre los partidos.
Los procesos electorales nacionales se organizan de acuerdo con leyes nacionales y con la participación de partidos nacionales basados en la afiliación individual. En cambio, las campañas electorales a nivel de la Unión las asumen los partidos registrados como de nivel europeo, a los que a veces de manera informal se alude como europartidos.34 Un partido político europeo es “una alianza de partidos y/o ciudadanos que persigue objetivos políticos”35 y debe estar registrado ante la Autoridad para Partidos Políticos y Fundaciones Europeos (APPF).36 Hay 10 partidos políticos europeos registrados.37 Para registrarse como partido europeo se requiere que sus integrantes estén presentes en al menos la cuarta parte de los Estados miembros.38 En la práctica, la mayoría de éstos son agrupamientos de partidos políticos nacionales originarios de diferentes países y la afiliación individual es casi inexistente. La organización de las elecciones parlamentarias de la UE queda en manos de los gobiernos y los partidos nacionales. En función del partido europeo que los postuló, los MPE recién electos forman parte de alguno de los grupos políticos del Parlamento Europeo y cada grupo debe contar con al menos 25 eurodiputados electos en al menos la cuarta parte de los Estados miembros.39
Este conjunto de definiciones reglamentarias y de realidades organizativas crea un espacio en el que los partidos nacionales y los europeos se empalman parcialmente; así, determinados partidos nacionales grandes pueden tener mucho peso en la creación de cierto partido europeo y de un determinado grupo. Esto se debe a que la distribución territorial o espacial de los votos sobre los que se apoyan estos partidos de nivel europeo no es homogénea, por lo que cada uno de ellos puede tener mayor fuerza en determinados países, pero en otros ser débil. Además, como los países de mayor peso demográfico tienen una mayor representación parlamentaria, esto propicia que el partido nacional mayoritario de un país de gran peso demográfico pueda tener también una gran influencia en un determinado partido político europeo y en su respectivo grupo político.
3. Las crisis de 2009-2019 y la declinación del peso parlamentario de los grupos PPE y S&D
Durante los 15 años que siguieron a la ampliación de 2004, el peso de los dos principales grupos políticos, el democristiano y el socialdemócrata, declinó notablemente. Su declive estuvo ligado a los costos económicos y políticos de la crisis de la eurozona de 2009 a 2012, a las consecuencias políticas de la crisis de los migrantes en 2015 y 2016, y al debilitamiento que significó el primer proceso de salida de la UE de un país mayor, el Reino Unido. Fue una larga crisis multidimensional.40
La crisis de 2009-2012 estuvo antecedida por la crisis hipotecaria y financiera estadounidense de 2007-2008 y estalló como consecuencia de que Grecia, Portugal, Irlanda, España y Chipre no podían pagar su deuda, lo que afectaba negativamente a los bancos acreedores, sobre todo franceses y alemanes. Esto puso en jaque al euro. La Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (la Troika) intervinieron para rescatar a los bancos privados acreedores e impusieron severas políticas de austeridad, lo que propició una división entre las elites políticas de la UE. Los partidos políticos que estaban a la cabeza de los gobiernos nacionales fueron los agentes encargados de aplicar las disposiciones de la Troika, por lo que se convirtieron en el blanco del descontento ciudadano. A lo anterior se aunaron los problemas de falta de eficacia en la gestión pública y los escándalos de corrupción gubernamental o partidaria que estallaron en algunos de esos países. En buena parte de los casos, como los partidos nacionales de signo democristiano o socialdemócrata ocupaban los principales cargos públicos, el castigo electoral recayó principalmente sobre ellos. Este descontento se manifestó tanto en las elecciones nacionales como en las del Parlamento Europeo. Esta crisis afectó principalmente a países de la UE-15.
La crisis de los migrantes que se desencadenó en 2015-2016 afectó tanto a los países poscomunistas como a los no poscomunistas. Los países de la UE, notablemente Alemania, siempre habían recibido un importante flujo de migrantes pero, en 2015, los severos problemas derivados de las intervenciones estadounidenses en varios países de Medio Oriente y los existentes en la región africana del Sahel se agudizaron y engrosaron el flujo migratorio en dirección a la UE41 ocasionando muy graves problemas en los países de entrada (Grecia e Italia), en los de paso (Hungría y Austria) y en los de destino (Alemania y Suecia). El conflicto estalló en la UE cuando Alemania, al verse rebasada, intentó que las autoridades de la Unión aplicasen la Regulación de Dublín, lo cual descargaba el problema en Grecia e Italia, y luego trató de imponer unilateralmente un sistema de cuotas para repartir a los migrantes que buscaban asilo. Hungría, Polonia, Eslovaquia y otros países poscomunistas se opusieron a las cuotas.42 La presencia masiva de migrantes y las pésimas medidas propuestas inicial mente por Alemania y la Comisión Europea para enfrentar el problema provocaron descontento en los países de la UE más afectados y se desarrollaron actitudes anti-UE y antinmigrantes entre sus ciudadanos, malestar que se manifestó en las elecciones nacionales y en las del Parlamento Europeo.
El largo proceso que recorrió el Reino Unido para salir de la UE, el Brexit, también supuso una sacudida. En primer lugar, al tratarse de una de sus mayores economías, afectó comercialmente a otras (sobre todo a Irlanda, Holanda, Dinamarca, Bélgica y Eslovaquia) y complicó aún más las tortuosas negociaciones presupuestarias de la Unión. En segundo lugar, la debilitó militarmente y en cuestiones de seguridad. En tercer lugar, dificultó la resolución de otro tipo de problemas (pescaderías, migrantes, Irlanda del Norte). En cuarto lugar, alteró la estructura de grupos del Parlamento Europeo.43 En quinto lugar, sentó un precedente de abandono de la Unión.
Los realineamientos electorales ocasionados por estas tres crisis afectaron negativamente a los partidos mayoritarios de la UE tanto en los comicios nacionales como en los de nivel europeo, en especial en 2019. En las elecciones de 1994 a 2019, la corriente democristiana y la socialdemócrata conservaron la continuidad organizativa de su presencia parlamentaria y ambas tuvieron una posición dominante. La primera articuló su presencia en torno al Partido Popular Europeo (PPE) y, por lo mismo, su grupo político se denominó PPE; en la segunda, los partidos socialdemócratas constituyeron el eje en torno al cual formaron el grupo denominado Alianza Progresiva de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo (S&D). La presencia de esos dos grupos fue declinando notablemente a partir de 2009 (cuadro 3, gráfica 1).44 De sumar ambas 65.9% del total de MPE en 1999, 20 años después sólo reunieron a 44.7%. En una década, el declive de las dos mayores corrientes políticas presentes en el Parlamento, ni de manera conjunta les permitió alcanzar al menos la mitad de los MPE.
Grupo político | 1994 | 1999 | 2004 | 2009 | 2014 | 2019 |
UE12 | UE15 | UE25 | UE27 | UE28 | UE28 | |
PPE | 27.5 | 37.1 | 36.6 | 36.0 | 29.4 | 24.2 |
S&D | 34.9 | 28.8 | 27.3 | 25.0 | 25.4 | 20.5 |
Otros | 37.6 | 34.1 | 36.1 | 39.0 | 45.1 | 55.3 |
Total | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 |
n=567 | n=626 | n=732 | n=736 | n=751 | n=751 |
Fuente: elaboración propia con datos del Parlamento Europeo.
4. Composición del Parlamento Europeo y del Consejo Europeo en 2019
Analicemos con más detalle la distribución de escaños europeos en el Parlamento Europeo y la composición del Consejo Europeo en 2019.
a) Parlamento Europeo
En el noveno Parlamento Europeo electo para el periodo 2019-2025, se formaron siete grupos políticos:45 1) el del Partido Popular Europeo (PPE) democratacristiano de derecha moderada; 2) la Alianza Progresiva de Socialistas y Demócratas (S&D), socialdemócrata y laborista, de izquierda moderada; 3) el grupo liberal Renovar Europa (RE); 4) el grupo Verdes/Alianza Libre Europea (V-ALE), ecologistas y regionalistas; 5) Identidad y Democracia (ID), soberanistas; 6) Conservadores y Reformistas Europeos (CRE), derecha moderada que opone resistencia a una integración más profunda de la UE;46 7) el grupo de Izquierda en el Parlamento Europeo GUE/NGL de izquierda radical. Adicionalmente, existe un conjunto denominado no inscritos (NI) que reúne a todos aquellos legisladores miembros de partidos que no forman parte de ninguno de los siete grupos anteriores y no son considerados como grupo político. La composición de los grupos en 2019 se resume en el cuadro 4. Los mayores son el del PPE, el S&D y el RE.
PPE | S&D | RE | V/ALE | ID | CRE | NI | GUE/NGL | Total | |
MPE (absolutos) | 182 | 154 | 108 | 74 | 73 | 62 | 57 | 41 | 751 |
MPE (%) | 24.2 | 20.5 | 14.4 | 9.9 | 9.7 | 8.3 | 7.6 | 5.4 | 100 |
Fuente: datos del Parlamento Europeo.
Los diferentes partidos europeos de los que provienen los MPE agrupados en los grupos políticos tienen un peso diferenciado debido a la enorme asimetría demográfica que prevalece entre ellos. Esta situación se ve levemente atenuada por la disposición de otorgar al menos seis escaños a los países más pequeños (Chipre, Malta, Luxemburgo, Estonia) y de poner un tope al país con mayor población (Alemania). Adicionalmente, las variadas preferencias políticas de las ciudadanías de cada uno de los miembros de la UE también presentan una distribución espacial desigual. Para tener una idea más precisa de los efectos que esa distribución tiene en el abanico político parlamentario, los grupos de MPE se desglosan por país en el cuadro 5. Los seis países de mayor peso demográfico (Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, España y Polonia) concentraron 421 (56.1%) del total de 751 escaños, lo que les asegura una gran influencia política en los grupos políticos del Parlamento.
En el grupo PPE (democratacristianos), Alemania aparece en el primer lugar, seguida de Polonia, Rumania y Hungría.47
En el grupo S&D (socialdemócratas), España, Italia y Alemania tienen más peso.
En el grupo RE (liberales) destacan Francia y Reino Unido.
En el grupo V/ALE (ecologistas), sobresalen Alemania, Francia y el Reino Unido.
En el grupo CRE (conservadores euroescépticos), Polonia es la de mayor peso
En el grupo ID (derecha radical), destacan Italia, Francia y Alemania.
El grupo GUE/NGL (ecologistas e izquierda radicales) es pequeño y disperso.
En cuanto a los MPE sin grupo parlamentario (NI), sobresalen Reino Unido e Italia.
Los partidos europeos constituyen el eje en torno al cual se forman los grupos políticos en el Parlamento, pero recordemos que están constituidos principalmente por partidos nacionales,48 algunos de los cuales tienen una gran influencia dentro de los grupos, como puede apreciarse a continuación:
En el grupo PPE, 29 eurodiputados provienen del alemán CDU/CSU (Christlich Demokratische Union Deutschlands / Christlich-Soziale Union in Bayern e.V.), y 17 de Polonia, de la llamada Coalición Europea, la cual está dominada por Plataforma Cívica (Plataforma Obywatelska).
En el grupo S&D, 20 eurodiputados españoles provienen del PSOE (Partido Socialista Obrero Español) y del PSC (Partit dels Socialistes de Catalunya), y 19 del italiano Partido Democrático (PD).
En el grupo RE, 21 MPE provienen de la Coalición Renacimiento francesa, compuesta por RM (la República en Marcha) y MoDem (Movimiento Demócrata), en tanto que los 16 británicos de los demócratas liberales pronto saldrían de la UE.
En el V/ALE, destacan los 21 MPE de los Verdes (Grüne) alemanes.
En el CRE, sobresalen 26 MPE provenientes del polaco PiS (Prawo i Sprawiedliwość, Ley y Justicia).
En el ID, 28 MPE provienen de la Lega Norte italiana y 22 de la francesa Reunión Nacional (Rassemblement National).
Entre los eurodiputados sin grupo parlamentario, sobresalen 14 italianos del M5S (Movimento 5 Stelle), así como 29 miembros del Brexit Party, quienes meses más tarde abandonarían el Parlamento y la UE.
PPE | S&D | RE | V/ALE | CRE | ID | NI | GUE/NGL | Total | |
Alemania | 29 | 16 | 7 | 25 | 1 | 11 | 1 | 6 | 96 |
Francia | 8 | 5 | 21 | 12 | 22 | 6 | 74 | ||
Italia | 7 | 19 | 5 | 28 | 14 | 73 | |||
Reino Unido | 10 | 17 | 11 | 4 | 30 | 1 | 73 | ||
España | 12 | 20 | 8 | 2 | 3 | 3 | 6 | 54 | |
Polonia | 17 | 8 | 26 | 51 | |||||
Rumania | 14 | 10 | 8 | 32 | |||||
Holanda | 6 | 6 | 6 | 3 | 4 | 1 | 26 | ||
Hungría | 13 | 5 | 2 | 1 | 21 | ||||
Bélgica | 4 | 3 | 4 | 3 | 3 | 3 | 1 | 21 | |
Grecia | 8 | 2 | 1 | 4 | 6 | 21 | |||
Portugal | 7 | 9 | 1 | 4 | 21 | ||||
República Checa | 5 | 6 | 3 | 4 | 2 | 1 | 21 | ||
Suecia | 6 | 5 | 3 | 2 | 3 | 1 | 20 | ||
Austria | 7 | 5 | 1 | 2 | 3 | 18 | |||
Bulgaria | 7 | 5 | 3 | 2 | 17 | ||||
Dinamarca | 1 | 3 | 5 | 2 | 1 | 1 | 13 | ||
Finlandia | 3 | 2 | 3 | 2 | 2 | 1 | 13 | ||
Eslovaquia | 4 | 3 | 2 | 2 | 2 | 13 | |||
Irlanda | 4 | 1 | 2 | 4 | 11 | ||||
Croacia | 4 | 3 | 1 | 1 | 2 | 11 | |||
Lituania | 4 | 2 | 2 | 2 | 1 | 11 | |||
Letonia | 2 | 2 | 1 | 1 | 2 | 8 | |||
Eslovenia | 4 | 2 | 2 | 8 | |||||
Chipre | 2 | 2 | 2 | 6 | |||||
Luxemburgo | 2 | 1 | 2 | 1 | 6 | ||||
Malta | 2 | 4 | 6 | ||||||
Estonia | 2 | 3 | 1 | 6 | |||||
Total de MPE | 182 | 154 | 108 | 74 | 62 | 73 | 57 | 41 | 751 |
% de escaños | 24.2 | 20.5 | 14.4 | 9.9 | 8.3 | 9.7 | 7.6 | 5.5 | 100.0 |
Fuente: elaboración propia con datos del Parlamento Europeo.
b) Consejo Europeo
En lo que se refiere al Consejo Europeo, el origen partidario nacional de los jefes de gobierno que lo integraban en julio de 201949 se presenta en el cuadro 6. De los 28 mandatarios, nueve estaban ligados a partidos nacionales de orientación democristiana, siete provenían de partidos nacionales so cialdemócratas, siete eran de origen liberal, dos de origen conservador y tres eran independientes.
País | Jefe de gobierno | Partido nacional del jefe de gobierno en 2019 | Grupo parlamentario asociado al partido del jefe de gobierno | PNB 2019, miles de millones de USD corrientes |
Alemania | Angela Merkel (22 nov 2005 - 8 dic 2021) | Unión Demócrata Cristiana/Unión Social Cristiana (CDU/CSU) | PPE | 3888 |
Rumania | Klaus Iohannis (21 dic 2014 - ) | Partido Nacional Liberal | PPE | 250 |
Hungría | Victor Orban (29 may 2010 - ) | Alianza Cívica Húngara (Fidesz) | PPE | 164 |
Grecia | Alexis Tsipras (21 sep 2015 - 8 jul 2019) Kyriakos Mitsotakis (8 jul 2019- ) | Coalición de la Izquierda Radical (Syriza) Nueva Democracia | (GUE/NGL) PPE | 205 |
Bulgaria | Boyko Borisov (4 may 2017 - 12 may 2021) | Ciudadanos para el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB) | PPE | 69 |
Irlanda | Leo Varadkar (14 jun 2017 - 27 jun 2020) | Familia de los Irlandeses (Fine Gael) | PPE | 399 |
Croacia | Andrej Plenkovic (19 oct 2016 - ) | Unión Democrática Croata (hdz) | PPE | 62 |
Letonia | Aarturs Krisjanis Karins (23 ene 2019 - ) | Unidad (v) (nacido en ee.uu.; doble nacionalidad) | PPE | 34 |
Chipre | Nicos Anastasiades (28 feb 2013 - ) | Reunión Democrática | PPE | 26 |
España | Pedro Sánchez (2 jun 2018 - ) | Partido Socialista Obrero Español (psoe) | S&D | 1393 |
Portugal | Antonio Costa (26 nov 2015 - ) | Partido Socialista | S&D | 239 |
Suecia | Stefan Löfven (3 oct 2014 - 30 nov 2021) | Partido Social-Demócrata | S&D | 534 |
Dinamarca | Lars Lokke Rasmussen (28 jun 2015 - 27 jun 2019) Mette Frederiksen (27 jun 2019 - ) | Venstre Partido Liberal de Dinamarca Partido Social-Demócrata | (RE) S&D | 347 |
Finlandia | Juha Sipilä (29 may 2015 - 6 jun 2019) Antti Rinne (6 jun 2019 - 10 dic 2019) | Partido de Centro de Finlandia (kesk) Partido Social-Demócrata | (RE) S&D | 269 |
Eslovaquia | Peter Pellegrini (22 mar 2018 - 21 mar 2020) | Voz-Social-democracia | S&D | 105 |
Malta | Joseph Muscat (11 mar 2013 - 13 ene 2020) | Partido Laborista | S&D | 15 |
Francia | Emmanuel Macron (14 may 2017 - ) | La República en Marcha (lrem) | RE | 2728 |
Holanda | Mark Rutte (14 oct 2010 - ) | Partido Popular para Libertad y Democracia (vvd) | RE | 910 |
Bélgica | Charles Michel (11 oct 2014 - 27 oct 2019) | Movimiento Reformador | RE | 535 |
República Checa | Andrej Babis (6 dic 2017 - 17 dic 2021) | Sí 2011 | RE | 252 |
Eslovenia | Marjan Sarec (13 sept 2018 - 3 mar 2020) | Lista de Marjan Sarec | RE | 54 |
Luxemburgo | Xavier Bettel ( 4 dic 2013 - ) | Partido Democrático | RE | 70 |
Estonia | Jüri Ratas (23 nov 2016 - 26 ene 2021) | Partido de Centro | RE | 31 |
Reino Unido | Theresa May (13 jul 2016 - 24 jul 2019) Boris Johnson (24 jul 2019 - 6 sep 2022) | Partido Conservador Partido Conservador | CRE | 2879 |
Polonia | Mateusz Morawiecki (11 dic 2017 - ) | Ley y Justicia (pis) | CRE | 597 |
Italia | Giuseppe Conte (1 jun 2018 - 20 ago 2019 y 10 sep 2019 - 13 feb 2021) | Independiente | --- | 2009 |
Austria | Sebastian Kurz (18 dic 2017 - 28 may 2019) Brigitte Birlein (3 jun 2019 - 7 en 2020 ) | Partido Popular Austriaco (övp) Independiente | (PPE) --- | 445 |
Lituania | Dalia Grybauskaité (12 jul 2009 - 12 jul 2019) Gitanas Nauseda (12 jul 2019 - ) | Independiente (ex-pcus) Independiente | --- | 55 |
Fuente: elaboración propia a partir de diversas fuentes oficiales de los respectivos gobiernos, del Parlamento Europeo y del Banco Mundial.
Estos 28 jefes de gobierno y presidentes gobernaban sobre economías de pesos muy diferentes, y la mayor capacidad económica de un puñado de ellos les confería mayor influencia. Para medir su peso económico utilizamos como indicador el producto nacional bruto (PNB) de cada uno de ellos en 2019 (en el cuadro 6 se incluye este dato medido en miles de millones de dólares a precios corrientes de 2019, según datos del Banco Mundial). Los democristianos del grupo PPE gobernaban a nueve países cuyo PNB acumulado ascendía a 31% del total de la UE; el peso de Alemania en ese grupo es elevado, pues aporta 24 de esos puntos, mientras que los otros ocho países de esta categoría sólo suman siete. Los siete países gobernados por socialdemócratas y laboristas sumaban 18 % del PNB de la UE; la mitad de esos puntos se concentraban en España. En los siete países encabezados por gobernantes liberales, el total de su aporte al PNB de la UE era 27%, de los cuales 17 puntos se originaban en Francia. 50
En resumen, la economía mayor era la alemana y la encabezaba una figura ligada al PPE; aunque la segunda era la británica, estaba gobernada por conservadores euroescépticos que estaba a punto de abandonar la UE; la tercera era la francesa dirigida por un presidente liberal; la cuarta era la italiana, pero su principal dirigente nacional era un político en ese entonces independiente;51 y la quinta era la española, encabezada por un socialdemócrata. Entre los mayores países poscomunistas, Polonia ocupaba el sexto puesto y la dirigía un conservador.
En el Consejo Europeo, a mediados de julio de 2019, los jefes de gobierno de tres diferentes países -Alemania, Francia y España- provenían de partidos nacionales ligados a cada uno de los principales partidos europeos. En el PPE, destaca el CDU/CSU alemán, partido del que provenía Angela Merkel. Entre los socialdemócratas (S&D), sobresale el PSOE español, del que provenía Pedro Sánchez. En la agrupación de partidos liberales (RE), resalta RM, partido francés creado por el presidente Emmanuel Macron.52 En conclusión, tanto por su peso demográfico, que se traduce en un mayor número de escaños en el Parlamento Europeo, como por la capacidad económica de los países que dirigen, determinados jefes de gobierno integrantes del Consejo Europeo, gozan de mayor influencia: los de Alemania con el CDU/CSU, Francia con la RM y España con el PSOE.
Aquí se plantea la pregunta de cómo se distribuyen estas asimetrías políticas en la composición de los grupos políticos del Parlamento Europeo y del Consejo Europeo cuando se analizan por separado los países poscomunistas y los no poscomunistas.
5. Comparación entre países poscomunistas y países no poscomunistas en la composición del Parlamento Europeo y del Consejo Europeo en 2019
a) Parlamento Europeo
La evolución del peso de los grupos políticos democratacristiano y socialdemócrata entre 2004 y 2019 es diferente cuando se desglosa entre los países poscomunistas y los no poscomunistas (véase el cuadro 7). El grupo democristiano declina más acentuadamente en los países no poscomunistas, donde descendió de 35% de MPE en 2004 a 19% en 2019, mientras que en los países poscomunistas tiene una presencia proporcionalmente mayor. El grupo parlamentario socialdemócrata también decreció más en los países no poscomunistas, donde retrocedió de 30% a 20% de los MPE entre 2004 y 2019, pero en los poscomunistas se mantuvo más o menos estable; en términos relativos, su presencia es similar en ambos tipos de países en 2019. En contrapartida, los demás grupos parlamentarios ligados a otras posiciones políticas crecieron muy notablemente en los países no poscomunistas, donde pasaron de 35% del total de MPE a 61% en 2019, mientras que en los poscomunistas se mantuvieron más o menos estables.
Países no poscomunistas | Países poscomunistas | ||||||||
Año | PPE | S&D | Otros | Subtotal | Año | PPE | S&D | Otros | Subtotal |
(cifras absolutas) | (cifras absolutas) | ||||||||
2004 | 204 | 172 | 205 | 581 | 2004 | 64 | 28 | 59 | 151 |
2009 | 184 | 139 | 223 | 546 | 2009 | 81 | 45 | 65 | 191 |
2014 | 134 | 147 | 271 | 552 | 2014 | 99 | 44 | 56 | 199 |
2019 | 106 | 112 | 334 | 552 | 2019 | 74 | 42 | 83 | 199 |
(porcentajes) | (porcentajes) | ||||||||
2004 | 35% | 30% | 35% | 100% | 2004 | 42% | 19% | 39% | 100% |
2009 | 34% | 25% | 41% | 100% | 2009 | 42% | 24% | 34% | 100% |
2014 | 24% | 27% | 49% | 100% | 2014 | 50% | 22% | 28% | 100% |
2019 | 19% | 20% | 61% | 100% | 2019 | 37% | 21% | 42% | 100% |
Fuente: elaboración propia con datos del Parlamento Europeo.
El Parlamento Europeo que se integró en 2019 estuvo compuesto de 751 MPE (antes del Brexit); 199 representaban a países poscomunistas (26%) y 552 a los no poscomunistas (74%). El desglose comparativo de los siete grupos parlamentarios de 2019 se presenta en el cuadro 8 y la gráfica 2. El grupo democristiano es más débil en los países no poscomunistas y sólo logra obtener su posición apenas mayoritaria en el Parlamento gracias a los MPE de los países poscomunistas de su grupo. Las posiciones de derecha dentro del Parlamento se ven reforzadas por el grupo CRE, que es algo euroescéptico pero con significativas convergencias con el grupo democristiano en otras cuestiones, en especial en sus inclinaciones económicas neoliberales; en este grupo parlamentario conservador, el número de MPE proveniente de países posco munistas es importante, especialmente los de Polonia.53 Comparativamente, el aporte de los países poscomunistas a los grupos socialdemócrata (S&D) y liberal (RE), aunque significativo, no tiene la magnitud del PPE. Otro aspecto destacable es que los eurodiputados de posiciones más radicales (ID, GUE/NGL), o posmaterialistas (V/ALE), o sin grupo (NI), se concentran en los países no poscomunistas y muy pocos MPE provienen de los poscomunistas. En suma, el grupo PPE conserva su posición mayoritaria gracias a los MPE provenientes de los países poscomunistas.
ID | NI | CRE | PPE | S&D | RE | V/ALE | GUE/NGL | Suma | |
Países no poscomunistas | 70 | 52 | 24 | 108 | 112 | 78 | 68 | 40 | 552 |
Países poscomunistas | 3 | 5 | 38 | 74 | 42 | 30 | 6 | 1 | 199 |
Subtotal | 73 | 57 | 62 | 182 | 154 | 108 | 74 | 41 | 751 |
Fuente: elaboración propia con datos del cuadro 5.
El examen detallado de la distribución de los MPE por país, por grupos políticos y por la división no comunistas/poscomunistas (cuadro 9) arroja más luz sobre esta situación:
En el grupo PPE, predominan Alemania y España entre los países no poscomunistas; Polonia, Rumania y Hungría en los países poscomunistas.
En el grupo S&D, en los no poscomunistas prevalece España; en los poscomunistas destacan Rumania y Polonia.
En el grupo RE, sobresalen Francia y Reino Unido en los no poscomunistas; Rumania en los poscomunistas.
Los MPE del resto de grupos parlamentarios provienen principalmente de países no poscomunistas: los de ID de Francia e Italia; en el GUE/NGL predominan los alemanes, seguidos bastante más lejos de franceses y británicos; los V/ALE tienen un origen disperso.
A diferencia de lo anterior, en el CRE, los diputados procedentes de países poscomunistas son más numerosos gracias a Polonia.
Por último, los MPE no inscritos en ningún grupo (NI) eran originarios de Reino Unido e Italia, dos países no poscomunistas.
ID | NI | CRE | PPE | S&D | RE | V/ALE | GUE/NGL | Suma | |
países no poscomunistas | |||||||||
Alemania | 11 | 1 | 1 | 29 | 16 | 7 | 6 | 25 | 96 |
Francia | 22 | 8 | 5 | 21 | 6 | 12 | 74 | ||
Italia | 28 | 14 | 5 | 7 | 19 | 73 | |||
Reino Unido | 30 | 4 | 10 | 17 | 1 | 11 | 73 | ||
España | 3 | 3 | 12 | 20 | 8 | 6 | 2 | 54 | |
Holanda | 4 | 6 | 6 | 6 | 1 | 3 | 26 | ||
Bélgica | 3 | 3 | 4 | 3 | 4 | 1 | 3 | 21 | |
Grecia | 4 | 1 | 8 | 2 | 6 | 21 | |||
Portugal | 7 | 9 | 4 | 1 | 21 | ||||
Suecia | 3 | 6 | 5 | 3 | 1 | 2 | 20 | ||
Austria | 3 | 7 | 5 | 1 | 2 | 18 | |||
Dinamarca | 1 | 1 | 3 | 5 | 1 | 2 | 13 | ||
Finlandia | 2 | 3 | 2 | 3 | 1 | 2 | 13 | ||
Irlanda | 4 | 1 | 4 | 2 | 11 | ||||
Chipre | 2 | 2 | 2 | 6 | |||||
Luxemburgo | 2 | 1 | 2 | 1 | 6 | ||||
Malta | 2 | 4 | 6 | ||||||
Subtotal | 70 | 52 | 24 | 108 | 112 | 78 | 40 | 68 | 552 |
países poscomunistas | |||||||||
Polonia | 26 | 17 | 8 | 51 | |||||
Rumania | 14 | 10 | 8 | 32 | |||||
República Checa | 2 | 4 | 5 | 6 | 1 | 3 | 21 | ||
Hungría | 1 | 13 | 5 | 2 | 21 | ||||
Bulgaria | 2 | 7 | 5 | 3 | 17 | ||||
Eslovaquia | 2 | 2 | 4 | 3 | 2 | 13 | |||
Croacia | 2 | 1 | 4 | 3 | 1 | 11 | |||
Lituania | 1 | 4 | 2 | 2 | 2 | 11 | |||
Letonia | 2 | 2 | 2 | 1 | 1 | 8 | |||
Eslovenia | 4 | 2 | 2 | 8 | |||||
Estonia | 1 | 2 | 3 | 6 | |||||
Subtotal | 3 | 5 | 38 | 74 | 42 | 30 | 1 | 6 | 199 |
Total ue-28 | 73 | 57 | 62 | 182 | 154 | 108 | 41 | 74 | 751 |
Fuente: elaboración propia con datos del cuadro 5.
b) Consejo Europeo
Como la presencia de los jefes de gobierno en el Consejo Europeo deriva de su cargo nacional al cual accedieron a través de un proceso electoral nacional, apoyados por partidos nacionales que forman parte de algún partido europeo, la conexión con el grupo parlamentario de su misma orientación ideológica se establece a través de dos vasos comunicantes organizativos: la relación institucional entre Consejo y Parlamento, y la relación entre el partido nacional del jefe de gobierno y el partido europeo del que forma parte y al cual pertenecen los MPE del grupo político correspondiente. De acuerdo con este segundo aspecto, clasificamos a los países de la UE en función del grupo político con el que tiene afinidad el partido nacional del que proviene el jefe de gobierno y en función de si se trata de un país poscomunista o no poscomunista. En el cuadro 10 se desglosa la situación para el año 2019.
PPE | S&D | RE | CRE | Indepen- dientes | |
Países no poscomunistas | Alemania Grecia Irlanda Chipre | España Portugal Suecia Dinamarca Finlandia Malta | Francia Holanda Bélgica Luxemburgo | Reino Unido | Italia Austria |
Países poscomunistas | Rumania Hungría Bulgaria Croacia Letonia | Eslovaquia | República Checa Eslovenia Estonia | Polonia | Lituania |
Fuente: elaboración propia con datos del cuadro 6.
En julio de 2019, los jefes de gobierno de derecha con afinidad política con los grupos PPE y CRE eran 11, seis provenían de países poscomunistas y cinco (pronto sólo cuatro por la salida del Reino Unido) de países no poscomunistas. En contrapartida, la mayoría de los siete jefes de gobierno con afinidad con el grupo parlamentario S&D provenían de países no poscomunistas. De manera similar, cuatro de los siete jefes de gobierno con afinidad al grupo parlamentario RE eran originarios de países no poscomunistas. Así, al igual que ocurre en el Parlamento, dentro del Consejo predominan los jefes de gobierno cuya afinidad política es con el grupo parlamentario PPE gracias a su presencia en ambas áreas de la geografía europea, sobre todo en la poscomunista.
6. Conclusiones
Las ampliaciones de la UE sobre la antigua Europa del Este significaron el ingreso a su marco institucional de países que habían atravesado por la experiencia histórica del comunismo. A pesar de los avances que lograron en su desarrollo democrático, aún persiste un déficit en este terreno. Este rezago se manifiesta en la falta de confianza en el gobierno y los partidos, en la ineficiencia gubernamental, en la débil participación política del conjunto de la ciudadanía. En general, también pudo percibirse una inclinación hacia las posiciones de derecha conservadora.
Esta situación planteó varias incógnitas que es necesario develar: una era si esta trayectoria histórica institucional de los países poscomunistas se expresaba en una conducta política diferenciable respecto de los países de la UE-15; otra pregunta era si su presencia en el Parlamento Europeo y en el Consejo Europeo se manifestaba en un perfil diferente de preferencias por determinadas corrientes políticas respecto al resto de los países de la UE; una incógnita más era qué incidencia tenía este hecho en la relación de fuerzas prevaleciente entre los diferentes grupos políticos que se formaron en el Parlamento en 2019 y de qué manera estas diferentes afinidades políticas se manifestaban en la composición del Consejo.
Al estar compuesta por países de muy diferentes dimensiones demográficas y económicas, la UE tiene una geografía electoral con grandes asimetrías. En el contexto concreto de 2019, esto propició que en cada uno de los tres mayores grupos predominasen cuantitativamente los MPE del país de mayor tamaño y, no sólo eso, sino que su afinidad política también coincidió con la del partido de mayor peso electoral en su país de origen: el CDU/CSU de Alemania tiene un gran peso en el grupo democristiano PPE; el PSOE de España y el PD de Italia son los de mayor peso en el grupo socialdemócrata S&D; en el grupo liberal RE, los MPE de Francia son los más numerosos y provienen de una coalición de dos partidos nacionales (RM y MoDem).
Tomando en consideración esta situación, analizamos si existía alguna diferencia entre los países poscomunistas que se incorporaron a la UE a partir de 2004 y los países no poscomunistas. Encontramos que entre 2004 y 2019, el grupo PPE registró un declive mucho mayor en los países no poscomunistas, pero pudo coMPEnsar esa desventaja gracias a su mayor presencia relativa en los países poscomunistas; algo similar ocurrió con el grupo S&D, aunque más atenuadamente. En el caso específico de 2019, llama la atención el gran peso del grupo conservador CRE en los países poscomunistas, notablemente en Polonia, mientras que el grupo liberal RE tiene una mayor presencia en los países no poscomunistas. Otro hallazgo relevante es que en 2019 los MPE de los grupos V/ALE, ID, GUE/NGL y los NI provienen casi exclusivamente de los países no poscomunistas y que su presencia es mínima en los países poscomunistas. Esto sugiere que el desalineamiento electoral es mayor en los países no poscomunistas, mientras que los poscomunistas mantienen un alineamiento electoral más bien centrado en las posiciones representadas por los grupos políticos de derecha: el PPE y el CRE.
En conclusión, a pesar de su menor peso demográfico y económico, al inclinarse a la derecha, los países poscomunistas deseMPEñaron un importante papel estratégico para atenuar la acentuada declinación de la derecha democristiana en los países no poscomunistas de la UE y fortalecieron la presencia del grupo PPE tanto en el Parlamento Europeo como en el Consejo Europeo, lo cual favoreció políticamente al CDU/CSU alemán.