INTRODUCCIÓN
La postura restrictiva por parte del gobierno de Estados Unidos hacia la migración no documentada proveniente de Latinoamérica, en particular de México y Centroamérica, es un factor que podría conducir a un incremento en el número de asentamientos definitivos o temporales en México. Esta llegada de contingentes poblacionales de dimensiones desconocidas a algunas regiones de ese país, y el tiempo de estancia invertido, podrían generar conflictos sociales en su interacción con la población mexicana.
La duración de la estancia de los migrantes centroamericanos en las localidades mexicanas puede prolongarse indefinidamente, o bien contraerse, si se reducen los obstáculos a la movilidad. Algunas de las dificultades que impiden o retrasan la llegada de los migrantes al destino final podrían deberse a distintas causas, como por ejemplo la escasez de recursos económicos para continuar con el viaje, el debilitamiento de la salud, la falta de documentación requerida para transitar por ciertos territorios, el periodo de respuesta para los buscadores de asilo y la violencia imperante en ciertas regiones, entre otras. Además de los frenos a la movilidad, existen otros elementos facilitadores para el establecimiento de los migrantes en ciertas localidades, como son la oferta de empleos temporales, los organismos de ayuda humanitaria o defensores de derechos humanos, y las entidades encargadas de otorgar documentación migratoria requerida.
Los lugares de estancia temporal pueden distinguirse en al menos dos tipos: los sitios utilizados y elegidos por los migrantes como parte de toda su trayectoria migratoria, y los espacios de estancamiento designados por agentes externos, como por ejemplo los centros de detención, los lazaretos2 y los campos de refugiados y exiliados.
Una inquietud con respecto a los espacios de estancia prolongada es si estos lugares corresponden a localidades ubicadas principalmente en las regiones fronterizas. Con relación a la migración centroamericana hacia Estados Unidos, se conjetura que los lugares de estancamiento se ubican esencialmente en las ciudades mexicanas colindantes con dicho país, como consecuencia de las dificultades de cruce.
Otra inquietud es si estos espacios receptores de migrantes están preparados para responder a las necesidades sociales y económicas de la población extranjera, ante el nuevo contexto de las relaciones sociales que se establecen con la población residente, algo derivado de las estancias más prolongadas por parte de los migrantes. En este punto es inevitable recordar cómo el fenómeno de las caravanas de migrantes ha generado diversas reacciones, desde la ayuda humanitaria hasta actitudes xenófobas, que resultan estas últimas en discriminación y violencia por parte de la población mexicana. No obstante, la migración es un capital humano que puede ser aprovechado potencialmente.
El objetivo del artículo consiste en identificar las principales localidades en las que los migrantes centroamericanos pasan la mayor parte de su tránsito por México en su viaje rumbo a Estados Unidos. El artículo se divide en cuatro partes. La primera, plantea el marco contextual en el que se describen los principales lugares de tránsito y la duración de estancia en ellos. La segunda desarrolla el marco teórico en el que se revisan los enfoques movilidad-inmovilidad y aspiración/habilidad, la definición de territorios de espera y la variable de duración en tránsito como un elemento de análisis. En la tercera parte se describe el apartado metodológico, y en la cuarta parte se presentan los resultados sobre la exploración de las localidades en las que los migrantes pasaron la mayor parte del tiempo.
En primer lugar, en los resultados se identifica a las ciudades fronterizas con Estados Unidos que cuentan con el mayor número de cruces y de duración de la estancia. Posteriormente, se delimitan las principales localidades en las que los migrantes se detienen la mayor parte del tiempo de su tránsito por México. Finalmente, se describen las principales localidades donde ocurrieron las detenciones de migrantes y en qué proporción se corresponden con las localidades mexicanas en las que los migrantes permanecieron durante más tiempo.
LOS ESPACIOS DE TRÁNSITO EN MÉXICO Y LA DURACIÓN DE LA ESTANCIA
En un escenario de mayor dificultad de cruce hacia Estados Unidos, a consecuencia de la posición restrictiva por parte del gobierno estadounidense, se fomenta que los migrantes opten por quedarse en México (Giorguli, 2018; Zijlstra, 2014) o bien, pasen más tiempo del esperado en alguna ciudad o localidad del territorio mexicano. Estas estancias más prolongadas en ciertas regiones del país imponen la responsabilidad de advertir sobre las implicaciones positivas y negativas de la mayor presencia de los migrantes en estos puntos.
La relevancia de los espacios de tránsito se manifiesta en la magnitud de los contingentes que pasan por ellos y el tiempo de estancia invertido en estos paraderos. En este sentido, el presente documento intenta explorar la geografía de los espacios de tránsito incorporando ambas dimensiones: el número de desplazamientos a través de ellos y la duración de la permanencia. Esta investigación se diferencia en lo aportado por los estudios de las principales rutas migratorias en la medida que la variable de tiempo (duración) entre en juego.
Las rutas identificadas por otros autores como las más utilizadas son la ruta del Golfo de México y la del Pacífico (Casillas, 2006; Martínez, Cobo y Narváez, 2015). Las entidades que conforman la primera ruta son Tabasco, Veracruz y Tamaulipas (Casillas, 2006). La segunda ruta, que va hacia la frontera con California y Arizona, EE. UU., pasa por Mazatlán, Los Mochis y Culiacán, en Sinaloa, y por Guaymas, en Sonora (Martínez et al ., 2015). Adicionalmente, se han identificado otros importantes espacios de cruce de migrantes: en la región central destaca el tránsito por el Estado de México, y por los estados de San Luis Potosí, Hidalgo y la Ciudad de México. En el centro norte del país, la ruta que va hasta Chihuahua atraviesa los estados de Zacatecas y Durango (Martínez et al ., 2015).
Con respecto a las zonas fronterizas, ciertas ciudades se han consolidado como centros que concentran gran parte de la actividad migratoria. Por un lado, en la frontera norte se identifican 11 ciudades: Tijuana y Mexicali, en Baja California; Nogales y Agua Prieta, en Sonora; Ciudad Juárez y Ojinaga, en Chihuahua; Ciudad Acuña y Piedras Negras, en Coahuila; así como Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, en Tamaulipas (García, 2008). Por otra parte, en la frontera sur de México se menciona a Ciudad Hidalgo, Talisman, Ciudad Cuauhtémoc y Frontera Corozal, todas ubicadas en el estado de Chiapas.3 Así mismo, están también las localidades o ciudades no fronterizas que concentran una importante presencia de migrantes en tránsito.
La franja fronteriza del norte de México representa el último paso antes del cruce, pero también es un espacio de recepción de migrantes devueltos por las autoridades estadounidenses. Así, estos espacios se convierten en lugares de espera para nuevos intentos de cruce y para la adquisición de recursos económicos necesarios para el cruce (Jasso y Barboza, 2017). Por su parte, la región de la frontera sur de México recibe a trabajadores diarios, temporales y permanentes (Nájera, 2013). Adicionalmente, es el paso de migrantes con intención de llegar a otras regiones de México o Estados Unidos.
Por otro lado, la distribución espacial de la vigilancia y control migratorio modifica las rutas de tránsito y los puntos de cruce. Los estados de Chiapas, Tabasco, Oaxaca y Veracruz representan las zonas de mayor control en la frontera sur de México (Nájera, 2016), por lo que los migrantes en tránsito buscarán las estrategias para hacer poco visible su presencia, escogerán rutas más aisladas, o esperarán en ciertos puntos hasta percibir un entorno menos vigilado para poder continuar su recorrido (Redodem, 2017).
Con relación a los tiempos de estancia, Jasso y Barboza (2017) estiman que los centroamericanos devueltos por las autoridades estadounidenses utilizan entre 24 y 29 días en promedio desde la entrada a México hasta su salida, esto sin considerar la ruta seleccionada, el punto de cruce, el transporte utilizado ni el país de origen. Las estimaciones fueron realizadas hasta 2014, no obstante, es de suma relevancia la actualización de estas estimaciones, dados los recientes acontecimientos como las caravanas de migrantes y la instalación temporal en ciudades como Tijuana.
Si bien se cuenta con estimaciones del tiempo invertido en algunas ciudades fronterizas del norte de México, sería deseable contar con el tiempo promedio invertido en las ciudades o localidades limítrofes del sureste mexicano y otras localidades no fronterizas con importante presencia migratoria. No obstante, hasta este momento no se cuenta con una fuente cuantitativa que refleje los tiempos de estancia en una región diferente a la fronteriza del norte del país.
Queda pendiente identificar si los espacios de duración más prolongada corresponden a alguna ciudad mexicana fronteriza o de otras regiones particulares aún no exploradas. Ejemplo de esto último es la Ciudad de México, que podría representar un abanico de oportunidades laborales, y que además posee una amalgama de bienes y servicios que atraen a migrantes de diversas nacionalidades. No obstante, la presencia centroamericana en dicha ciudad se ha caracterizado por grados de vulnerabilidad altos, diversas formas de invisibilidad y la constante tensión entre permanencia y una nueva movilidad (Faret, 2018).
ALGUNAS PERSPECTIVAS DE ANÁLISIS SOBRE INMOVILIDAD, TERRITORIOS DE ESPERA Y LA DURACIÓN EN ESPACIOS DE TRÁNSITO
Las discusiones en torno a la movilidad se analizan en tres momentos del ciclo migratorio: 1) antes de la migración, 2) durante el viaje y en el destino, y 3) el retorno (Bélanger y Silvey, 2019). Esta visión es relevante, pues sugiere periodos de inmovilidad dentro de la movilidad, como por ejemplo, encontrarse inmovilizado en el lugar de destino o tránsito, estar imposibilitado al retorno a pesar de desearlo o quedar varado en un punto del trayecto.
La propuesta del enfoque aspiración/habilidad es que la migración primero comienza con el solo deseo de migrar, y segundo, con la realización de este deseo. Es decir, se diferencia entre no querer migrar y no estar posibilitado para migrar, por lo que en este marco se destacan las situaciones donde se impide la movilidad a pesar de tener el deseo de movilizarse (Carling, 2002).
Por su parte, el planteamiento del enfoque “(in)movilidad” –(im)mobility– sugiere que la desigualdad social influye sobre la movilidad. Es decir, la condición social de los migrantes interviene en la velocidad a la que se mueven, y en la posibilidad de alcanzar el destino deseado, entre otros aspectos. Asimismo, subraya la relación entre las formas particulares del movimiento y los factores que limitan la movilidad (Bélanger y Silvey, 2019).
De acuerdo con el enfoque “in/movilidad”, para algunas personas es relativamente fácil realizar movimientos internacionales y cruzar fronteras, de manera segura y sin dificultades. Mientras que para otros el movimiento de cruce de fronteras puede ser indeseado, imposible, difícil, peligroso y mortal (Bélanger y Silvey, 2019). De acuerdo a los autores, esta propuesta permite poner atención a las trayectorias, los espacios de inmovilidad y los tiempos de espera que estructuran la vida de las personas, dejándolas en el limbo o dándoles esperanza.
Las trayectorias de movilidad son permeadas por el género, la etnicidad, la nacionalidad y la ciudadanía, entre otros ejes de diferencia. Estas asimetrías manifiestan no únicamente las desigualdades con respecto a los migrantes y no migrantes, sino sobre las disparidades en el control sobre la movilidad (Bélanger y Silvey, 2019). Este control se traduce en la capacidad de los migrantes para movilizarse, la velocidad a la que pueden hacerlo, los destinos deseados, el poder de permanencia en un espacio, si se desea, entre otros. De manera que el enfoque de inmovilidad pone su atención principalmente en las restricciones, las regulaciones y los límites asociados a la migración, a las movilidades de cada día, y el cruce de fronteras a múltiples escalas (Bélanger y Silvey, 2019).
El modelo aspiración/habilidad se basa en teorías de migración existentes, y ofrece un marco de análisis coherente para explicar la inmovilidad no voluntaria (Carling, 2002). El autor hace un recorrido por las teorías clásicas de la migración y hace una revisión sobre lo que estas explican sobre la inmovilidad. A través del marco de aspiración/habilidad –al plantear dos etapas: la aspiración a migrar y la habilidad para conseguirlo– es posible explicar varias características de la migración contemporánea y la inmovilidad que aún permanecen sin explicarse con las teorías clásicas de la migración. Este modelo reconoce las barreras entre el deseo de migrar y la habilidad para lograrlo, en contraparte con las teorías clásicas de migración, en las que se da por hecho que el deseo se traduce en migración.
Este último marco fue concebido principalmente para explicar la inmovilidad no voluntaria en origen (previo a la migración) y destino (lo que se llama ‘inmovilidad dentro de la movilidad’). Es decir, la incapacidad para el retorno o la movilización hacia algún otro país. Si bien no ahonda en la inmovilidad en algún país de tránsito como tal, este enfoque ha permitido advertir la posibilidad de dos tipos de espera: la voluntaria y la no voluntaria.
En ambos enfoques destaca la frustración y vulnerabilidad de personas a quienes se les ha impedido la movilidad. En este sentido, Lubkemann (2008; citado en Bélanger y Silvey, 2019) promueve la observación de quienes se encuentran paralizados por la guerra, y no únicamente de los refugiados que escapan de una guerra; es decir, sufren mayor violencia y vulnerabilidad los que no lograron movilizarse.
La interrupción del viaje o espera puede ocurrir en espacios de libre elección o en asentamientos irregulares destinados para la exclusión de las personas migrantes. Baste como ejemplo algunos campos de refugiados y campos de tránsito que se encuentran organizados y administrados como islas bajo una jurisdicción distinta, fuera de las reglas de leyes ordinarias, áreas de contención que se encuentran establecidas en una ficción legal; lo que ocasiona que los individuos que se encuentran físicamente dentro del país sean pensados como si estuvieran fuera del país (Musset y Vidal, 2016).
En ambos escenarios, la interrupción en la trayectoria migratoria impone a los migrantes el desafío de tratar de hacerse de un hogar en los lugares donde se encuentran varados, al menos por un periodo de tiempo (Musset y Vidal, 2016). Es así que ciertos territorios emergen de la espera, cuya existencia depende de las interrupciones y de los bloqueos que suelen impactar en cualquier tipo de traslado. Un ejemplo de ello es el surgimiento de espacios institucionales como los albergues (Musset, 2015).
El término de territorios de espera se refiere a “los espacios donde poblaciones desplazadas o personas en tránsito permanecen esperando, ya sea si estos espacios fueron diseñados para sostenerlos o si su espera fue no planeada” (Musset y Vidal, 2016, p. 6).
Ya sea que la demora se trate de un suceso excepcional o de que ocurra de forma ordinaria, la experiencia social que toma lugar durante estos periodos y en los territorios de espera debería ser estudiada (Musset, 2015). La espera es un hecho social que tiene sus efectos en varias dimensiones: psicológica, fisiológica, social, económica, legal, sensorial, cultural, geográfica, política. Con relación a la social, la espera crea momentos de unión y experiencias sociales inesperadas (Musset y Vidal, 2016).
Analizar esos lugares intermedios permite considerar los momentos de incertidumbre que prevalecen en una situación de transición entre un presente agotador, un futuro deseado y un pasado reprimido o idealizado (Musset, 2015). Musset menciona que el territorio de espera es necesario observarlo no solo como escenario, sino como un actor con interacciones sociales específicas; donde surgen nuevas formas de solidaridad y estrategias de ayuda entre migrantes inmovilizados (Musset y Vidal, 2016).
Al referirse a la migración centroamericana hacia los Estados Unidos, Faret (2018) explica que la conformación de espacios con estancias temporales y permanentes (no necesariamente territorios de espera4) responde a la geografía de las rutas de tránsito, la polarización de los espacios urbanos y metropolitanos o el efecto frontera al norte de México. Según este autor, la presencia centroamericana en los entornos urbanos se compone principalmente de quienes fueron deportados y no existe una posibilidad de retorno al país de origen; y por los migrantes que vieron interrumpido su camino hacia los Estados Unidos.
Si bien la ciudad puede ofrecer distintos recursos urbanos como alojamiento, mercado laboral, salud, transporte y educación, los migrantes desconocen cómo acceder a ellos (Faret, 2018). De hecho, el tipo de empleos que los migrantes encuentran es de corta duración, de bajos ingresos y de poca calificación, lo que a su vez limita el acceso a la vivienda (Faret, 2018). Con relación al acceso al transporte, a la educación y la salud, los migrantes en tránsito se encuentran limitados por el desconocimiento del entorno urbano y de las posibilidades de acceso a los servicios, además de la posibilidad latente de experimentar formas de violencia, xenofobia y sobornos (Faret, 2018).
El último elemento a considerar es que la duración de la estancia en ciertos espacios depende, entre otras cosas, de los riesgos afrontados durante el tránsito, las características personales de los migrantes para afrontar los riesgos, los actores involucrados en el proceso (Jasso y Barboza, 2017) y, al mismo tiempo, de los servicios e integración que ofrecen los espacios donde ocurre la espera.
La extensión de la duración de la estancia también obedece a los periodos de resolución de los buscadores de asilo y de refugio, y el tiempo requerido para los trámites de regularización de la situación migratoria. Considérese como ejemplo el Programa Protocolos de Protección de Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), que exigía a migrantes no mexicanos solicitantes de asilo a permanecer en alguna ciudad fronteriza mexicana mientras su solicitud era evaluada en las cortes estadounidenses.
Algunas inferencias sobre la duración de la estancia en los espacios de tránsito analizados son las siguientes: 1) el control migratorio ha provocado un cambio en la duración del tiempo que los migrantes pasan en alguna zona fronteriza o espacios de tránsito (Reyes, Johnson y Van Swearingen, 2002; Collyer, 2006); 2) los de bajos recursos económicos son quienes permanecen más tiempo en el país de tránsito (Collyer, 2006); 3) las estancias más prolongadas ha incrementado la vulnerabilidad de los migrantes (Collyer, 2006; Basok, Bélanger, Rojas y Candiz 2015); 4) el tiempo en el tránsito puede prolongarse de manera indefinida ante la imposibilidad del retorno y no tener el acceso a la regulación de su situación migratoria (Collyer, 2010).
METODOLOGÍA
El objetivo general del artículo consiste en identificar las principales localidades en las que los migrantes centroamericanos devueltos por autoridades mexicanas y estadounidenses5 pasaron la mayor parte de tiempo en tránsito por México. El ejercicio empírico desarrollado en este documento no es capaz de revelar los territorios de espera como tales, y para ello sería necesario identificar aquellos espacios geográficos dedicados a la espera, en los que se desarrollan interacciones sociales específicas, como diferentes formas de solidaridad y estrategias de ayuda entre migrantes (Musset y Vidal, 2016). En lugar de ello, se limita a puntualizar las localidades de tránsito en las que los migrantes reportan que pasaron la mayor parte de su tiempo y cuya identificación alude a la potencial existencia de territorios de espera en sus demarcaciones.
La única fuente de información disponible para analizar de manera cuantitativa los desplazamientos de la población migrante centroamericana en tiempo y espacio es la Encuesta sobre Migración de la Frontera Sur (Emif Sur) (El Colef, 2020), cuya unidad de referencia son los desplazamientos de los migrantes durante su tránsito por México.6 A través de este recurso, se retoman específicamente tres temáticas: 1) los desplazamientos de los migrantes y tiempo invertido en las ciudades fronterizas de cruce del norte de México, 2) la localidad donde los migrantes pasaron la mayor parte del tiempo del tránsito sin especificar la duración, y 3) para los migrantes que fueron detenidos en territorio mexicano se describen las principales localidades donde ocurrieron las detenciones.
La Emif Sur considera a los migrantes como unidades en movimiento que al desplazarse por ciertos lugares y tiempos específicos consiguen su agrupación y enumeración (Corona, 1997). Por consiguiente, la encuesta no contabiliza el número de migrantes, sino el número de desplazamientos, debido a que una persona puede realizarlos varias veces.
La Emif Sur contempla cuatro flujos de migrantes: los procedentes de Guatemala a México, procedentes de México y Estados Unidos a Guatemala, personas devueltas por las autoridades mexicanas y personas devueltas por autoridades estadounidenses. Para explorar los desplazamientos y las duraciones en el proceso de tránsito, objeto de estudio de este documento, se tomó la decisión de utilizar los flujos de devueltos por autoridades estadounidenses y los devueltos por autoridades mexicanas. En este último flujo se diferencia entre aquellos para quienes su destino era México y aquellos cuya intención era llegar a los Estados Unidos.
La Emif Sur entrevista únicamente a personas mayores de 15 años de edad cuyo país de nacimiento es Guatemala, El Salvador y Honduras. La encuesta inició en 2004, entrevistando únicamente a personas nacidas en Guatemala (Emif Guamex). En el segundo semestre de 2008 incorporó flujos migratorios provenientes de El Salvador y Honduras, fue entonces cuando se le denominó Emif Sur (Nájera, 2010). Con el propósito de incluir a migrantes centroamericanos de los tres países de nacimiento, el periodo analizado en este documento comprende los años de 2010 a 2018.
El diseño de la muestra corresponde a un modelo estratificado en dos etapas, cuyo marco muestral se basa en el eje temporal y el espacial. El eje temporal representa el número de días naturales en el trimestre, en el que cada día se divide en uno, dos o tres turnos que dependen de la cantidad del flujo y de su distribución en las 24 horas del día. El eje espacial lo representan los lugares de cruce identificados a través de visitas en las regiones fronterizas sur y norte de México. De manera que las mediciones de los desplazamientos humanos se encuentran enmarcadas por el espacio geográfico definido y el periodo trimestral en el que se llevó a cabo el levantamiento.
Los estratos se identifican por una combinación entre punto geográfico y el turno del día. Para cada estrato, las unidades primarias de muestreo (UPM) son los días del trimestre en que se levanta la encuesta, las cuales son denominadas jornadas, y poseen una probabilidad positiva distinta de cero de ser seleccionada. La segunda etapa del muestreo la define la selección aleatoria de los individuos.
Para determinar la precisión de las estimaciones, es necesario calcular la varianza considerando el esquema de muestreo previamente descrito. Con estos fines se utilizó el paquete survey del software R, el cual permite definir el esquema de muestreo (svydesign), realizar tabulados (svytotal) y cruces de variables (svyby). El coeficiente de variación (CV) que refleja la magnitud relativa del error estándar muestral, se estima como sigue:
Donde
Para cubrir con el objetivo general se plantean tres objetivos específicos:
Identificar las ciudades fronterizas con Estados Unidos con el mayor número de cruces de migrantes. Se analiza el número de cruces y la duración de estancia de los migrantes en las ciudades fronterizas. La unidad de análisis son las ciudades fronterizas y las variables a analizar son: los cruces por las ciudades y el tiempo de estancia en ellas. Los resultados se basan en la información proveniente del flujo de migrantes devueltos por autoridades migratorias estadounidenses.
-
Delimitar las principales localidades en las que los migrantes pasan la mayor parte de tiempo en tránsito por México. Se identifican las localidades de tránsito no necesariamente fronterizas en las que los migrantes declararon pasar más tiempo en su trayecto hacia los Estados Unidos. La unidad de análisis son las localidades y la variable a analizar son los cruces por la localidad. El análisis de los datos se realiza a nivel de localidad y para el procesamiento se empleó el catálogo de localidades que utiliza el Inegi (2020). En algunos casos se hace referencia a ‘ciudad’ en la medida en que las claves registradas por la Emif Sur refieren a alguna ciudad o localidad mexicana.
El número de cruces o desplazamientos se basa en la información de los migrantes devueltos por autoridades estadounidenses y mexicanas. De estos últimos, se seleccionó a quienes tenían la intención de llegar a los Estados Unidos y que utilizaron el territorio mexicano como espacio de tránsito. Adicionalmente, se eligió a aquellos que al momento de la deportación tenían menos de un año de haber cruzado a Estados Unidos, con el fin de evitar posibles sesgos de la memoria. En este apartado, el periodo de análisis ‘2010-2018’ se fracciona en dos tomando los seis años extremos 2010-2012 y 2016-2018, con el fin de analizar los cambios en el número de cruces por las localidades de tránsito.
Identificar las principales localidades donde ocurrieron las detenciones de migrantes en territorio mexicano. Se identifican las principales localidades donde las autoridades mexicanas detuvieron a los migrantes. La unidad de análisis son las localidades y la variable a analizar es el número de detenciones. Es importante hacer notar que una proporción del flujo de migrantes devueltos por autoridades mexicanas logró llegar a la frontera norte (o algún punto previo), cuyos desplazamientos se encuentran integrados en el objetivo 2. De esta manera, se identifica si la localidad donde fueron detenidos corresponde a la localidad donde declararon haber pasado la mayor parte del tiempo de su estancia en México.
Identificar las ciudades fronterizas con Estados Unidos con el mayor número de cruces de migrantes. Se analiza el número de cruces y la duración de estancia de los migrantes en las ciudades fronterizas. La unidad de análisis son las ciudades fronterizas y las variables a analizar son: los cruces por las ciudades y el tiempo de estancia en ellas. Los resultados se basan en la información proveniente del flujo de migrantes devueltos por autoridades migratorias estadounidenses.
Delimitar las principales localidades en las que los migrantes pasan la mayor parte de tiempo en tránsito por México. Se identifican las localidades de tránsito no necesariamente fronterizas en las que los migrantes declararon pasar más tiempo en su trayecto hacia los Estados Unidos. La unidad de análisis son las localidades y la variable a analizar son los cruces por la localidad. El análisis de los datos se realiza a nivel de localidad y para el procesamiento se empleó el catálogo de localidades que utiliza el Inegi (2020). En algunos casos se hace referencia a ‘ciudad’ en la medida en que las claves registradas por la Emif Sur refieren a alguna ciudad o localidad mexicana.
El número de cruces o desplazamientos se basa en la información de los migrantes devueltos por autoridades estadounidenses y mexicanas. De estos últimos, se seleccionó a quienes tenían la intención de llegar a los Estados Unidos y que utilizaron el territorio mexicano como espacio de tránsito. Adicionalmente, se eligió a aquellos que al momento de la deportación tenían menos de un año de haber cruzado a Estados Unidos, con el fin de evitar posibles sesgos de la memoria. En este apartado, el periodo de análisis ‘2010-2018’ se fracciona en dos tomando los seis años extremos 2010-2012 y 2016-2018, con el fin de analizar los cambios en el número de cruces por las localidades de tránsito.
Identificar las principales localidades donde ocurrieron las detenciones de migrantes en territorio mexicano. Se identifican las principales localidades donde las autoridades mexicanas detuvieron a los migrantes. La unidad de análisis son las localidades y la variable a analizar es el número de detenciones. Es importante hacer notar que una proporción del flujo de migrantes devueltos por autoridades mexicanas logró llegar a la frontera norte (o algún punto previo), cuyos desplazamientos se encuentran integrados en el objetivo 2. De esta manera, se identifica si la localidad donde fueron detenidos corresponde a la localidad donde declararon haber pasado la mayor parte del tiempo de su estancia en México.
Los resultados se basan en el flujo de migrantes devueltos por autoridades mexicanas, seleccionando a quienes tenían intención de llegar a Estados Unidos; de no hacerse así, se pondría un sobre énfasis a la región sureste, al contabilizar a las personas cuyos movimientos se caracterizan más por una migración circular y pendular de la región y no necesariamente de tránsito.
La unidad de análisis en este artículo son las ciudades o localidades de desplazamiento de los migrantes dentro de la jerarquía mayor de las entidades federativas. En los objetivos 1 y 2, la variable a ser analizada son los cruces por las ciudades o localidades, según sea el caso. En el objetivo 3 se analizan las principales localidades de detención en sus correspondientes entidades.
En el tratamiento de las localidades, las que presentaron menos de 45 desplazamientos (casos sin ponderar) fueron agrupadas en la categoría “otras ” sin perder la jerarquía de su entidad correspondiente. Se excluyeron los registros donde la entidad o localidad no fue especificada, y aquellas observaciones donde la persona reportó que los días de tránsito total (desde la frontera de Guatemala hasta el cruce a Estados Unidos) fueron menores a los días reportados de permanencia en alguna ciudad fronteriza, por considerarlo una inconsistencia.
RESULTADOS
Ciudades fronterizas con Estados Unidos con el mayor número de cruces de migrantes
Las ciudades fronterizas del norte de México representan la última parada para quienes se dirigen a los Estados Unidos, pero también son un espacio de recepción de devueltos que esperan la oportunidad de una nueva movilidad. En relación con estos últimos, es comprensible que no todos los deportados regresen inmediatamente a su lugar de origen, sino que inviertan un periodo de tiempo de estancia en las ciudades fronterizas, con el propósito de intentar un nuevo cruce o mantener la cercanía con sus familiares en Estados Unidos (Albicker y Velasco, 2016).
En la gráfica 1 destaca la ciudad de Reynosa, Tamaulipas, como la principal receptora de migrantes centroamericanos. Le sigue en orden de importancia Nuevo Laredo y Matamoros, en Tamaulipas; Altar, en Sonora; Piedras Negras, en Coahuila; Tijuana, en Baja California; Nogales, en Sonora; Ciudad Juárez, en Chihuahua; y por último, Agua Prieta, en Sonora. En la tabla 1 se presentan los desplazamientos a través de cada ciudad, los días promedio de estancia según el país de nacimiento y el nivel de precisión de las estimaciones.
Fuente: Elaboración propia con base en la Encuesta sobre Migración de la Frontera Sur 2010- 2018 (El Colef, 2020).
Debido a su baja representatividad estadística, las ciudades de Ojinaga y Mexicali no se incluyen en la tabla 1. Además, debe considerarse que estos resultados representan únicamente los desplazamientos de quienes en algún momento fueron devueltos, y escapa a la mirada quienes exitosamente se establecieron en destino o quienes se encuentran estancados indefinidamente en estas ciudades. A pesar de esta limitación, los resultados son sugerentes en cuanto a la posible constitución de espacios dedicados a la espera dentro de estas ciudades.
Número de cruces | Días promedio de estancia | |||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
El Salvador | Guatemala | Honduras | El Salvador | Guatemala | Honduras | |||
Baja California |
Tijuana | 2 367 | 4 442 | 2 167 | 7.0 | 9.3 | 11.8 | |
Coahuila | Piedras Negras | 5 804 | 5 926 | 14 341 | 5.7 | 7.9 | 8.8 | |
Chihuahua | Ciudad Juárez | 1 302 | 3 274 | 1 405 | 8.1 | 7.3 | 7.8 | |
Sonora | Agua Prieta | 1 656 | 3 430 | 579 | 6.8 | 5.5 | 13.9 | |
Sonora | Altar | 2 354 | 48 156 | 3 667 | 7.2 | 7.5 | 10.9 | |
Sonora | Nogales | 1 156 | 5 224 | 2 475 | 4.9 | 7.6 | 8.8 | |
Tamaulipas | Matamoros | 3 940 | 8 391 | 14 479 | 6.2 | 7.5 | 6.6 | |
Tamaulipas | Nuevo Laredo | 6 602 | 13 356 | 34 497 | 6.2 | 7.9 | 6.8 | |
Tamaulipas | Reynosa | 81 830 | 110 989 | 79 539 | 7.6 | 9.2 | 7.2 | |
Nivel de precisión de las estimaciones: Alta, CV en el rango de (0, 15) | ||||||||
Moderada, CV en el rango de [15, 30) | ||||||||
Baja, CV de 30% en adelante |
Fuente: Elaboración propia con base en la Emif Sur 2010-2018 (El Colef, 2010).
Al desagregar el número de cruces por ciudades según el país de nacimiento de las personas devueltas, se identifica que el flujo a través de Reynosa, Tamaulipas, es muy similar para cada procedencia con una moderada preeminencia de guatemaltecos. Por otro lado, los hondureños muestran mayor presencia en la ciudad de Nuevo Laredo y Matamoros, Tamaulipas, respecto a los dos orígenes restantes. A su vez, las ciudades de Altar, Nogales y Agua Prieta, Sonora, y Ciudad Juárez, Chihuahua reciben mayor presencia de guatemaltecos que de salvadoreños y hondureños. La ciudad de Tijuana representa el sexto lugar para los cruces de centroamericanos por esta ciudad y principalmente los guatemaltecos son quienes se internan en esta ciudad.
La tabla 1 presenta el número de cruces por las ciudades, y no el número de personas migrantes devueltas, en razón de que una persona pudo realizar más de un viaje hacia Estados Unidos y haber cruzado varias veces por la misma ciudad. En la tabla 1 se agrega además el número de días promedio de establecimiento en dichas ciudades, de donde se destaca que la duración varía según el país de nacimiento y la ciudad de cruce.
Las duraciones de las estancias en la ciudad de Reynosa son más prolongadas para guatemaltecos en comparación con los salvadoreños y hondureños De acuerdo a Collyer (2006), son los migrantes de bajos recursos económicos quienes permanecen más tiempo en el país de tránsito. En este sentido, el tiempo de estancia en las ciudades fronterizas tiene que ser invertido para la adquisición de recursos económicos para el pago del coyote y la búsqueda de oportunidades de cruce.
Los guatemaltecos pasan en promedio 9.3 días en la ciudad de Tijuana, Baja California. Le sigue la ciudad de Reynosa, con 9.2 días. Por su parte, los hondureños pasan en promedio 13.9 días en Agua Prieta, Sonora y en la ciudad de Tijuana invierten alrededor de 11.8 días de estancia. Los salvadoreños pasan en Ciudad Juárez, Chihuahua en promedio 8.1 días (tabla 1). En Altar, Sonora, los guatemaltecos pasan 7.5 días promedio en la ciudad, los salvadoreños 7.2 y los hondureños 10.9 días. Aunque la estimación para estos últimos es de precisión moderada, con un coeficiente de variación de 15.1.
El número de días promedio más bajo corresponde al tránsito de los salvadoreños por la ciudad de Nogales, Sonora (4.9), seguido de Piedras Negras, Coahuila (5.7) (tabla 1). De acuerdo al planteamiento de Bélanger y Silvey (2019), la duración de la inmovilidad depende de factores como la nacionalidad, el género, la etnicidad, entro otras particularidades. Aquí solo se han presentado estimaciones con una variable de análisis, el país de nacimiento; no obstante, sería relevante identificar qué rasgos o factores dificultan mayormente el tránsito o la movilidad. Para ello convendría pasar del análisis descriptivo a algún modelo estadístico.
Reynosa destaca tanto por la magnitud de cruces como por el tiempo promedio en días de estancia (superior a siete). Si bien la ciudad de Tijuana no se caracteriza por una proporción importante de cruces de centroamericanos, se distingue por estancias más prolongadas, principalmente para hondureños (12 días). Nuevo Laredo es el segundo espacio fronterizo en orden de importancia en relación con la magnitud de migrantes que recibe, y exhibe un promedio de siete días de establecimiento; el tercero es la localidad de Altar con un promedio de 7.73 días de alojamiento de migrantes centroamericanos. Es importante destacar que las ciudades de Reynosa, Nuevo Laredo y Altar en conjunto abarcan el 82.26 por ciento de todos los desplazamientos aquí analizados.
La ciudad de Tijuana “ha cobrado importancia como lugar de espera para miles de personas que son expulsadas de Estados Unidos” (Albicker y Velasco, 2016, p. 100) y los tiempos invertidos en ella parecen ser de los más extendidos en relación con las ciudades de la frontera con Estados Unidos. En particular puede mencionarse a “El Bordo”, un espacio de importante recepción de migrantes deportados de Estados Unidos, quienes viven principalmente en condición de calle y en un contexto de alta vulnerabilidad.
De ahí que Albicker y Velasco (2016) destaquen el papel de las ciudades fronterizas en el proceso de deportación, ya que enfrentan el reto de recibir cada día un mayor número de deportados con un nuevo perfil, con fuertes lazos y cierto arraigo con Estados Unidos, aunado a la presencia de deportados antiguos, devueltos con una duración más prolongada y que han reintentado en varias ocasiones su ingreso a ese país. Ahora bien, las reflexiones de las autoras se basan en entrevistas a mexicanos deportados y queda por analizar la importancia de estas ciudades en relación con la recepción de centroamericanos.
Principales localidades donde los migrantes pasan la mayor parte de tiempo en tránsito
En este apartado se identifican las principales localidades en las que los migrantes reportaron pasar la mayor parte del tiempo en su proceso de tránsito. Los resultados se basan en la pregunta: ¿en qué ciudad o localidad mexicana permaneció durante más tiempo? De manera que las estimaciones no reflejan todas las localidades por las que pasaron en su trayecto hacia Estados Unidos, sino únicamente aquellas en las que la duración de la estancia fue más prolongada. Esto implica perder de vista la dimensión de otros cruces por distintas localidades, con estancias de menor duración y que admitan en sus demarcaciones territorios de espera. Adicionalmente, los resultados no son representativos de todos los desplazamientos de la población migrante, sino únicamente de aquellos que fueron capturados por las autoridades migratorias mexicanas o estadounidenses y tenían el propósito de llegar a los Estados Unidos.
Número de identificación |
||||
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en el mapa | Entidad | Localidad | 2010-2012 | 2016-2018 |
1 | Tamaulipas | Reynosa | 34 235 | 86 194 |
2 | Nuevo León | Monterrey | 7 482 | 23 650 |
3 | Sonora | Altar | 13 544 | 22 108 |
4 | Chiapas | Tapachula | 12 125 | 15 313 |
5 | Chiapas | Palenque | 3 033 | 14 907 |
6 | Tabasco | Villahermosa | 12 991 | 10 834 |
7 | Tamaulipas | Nuevo Laredo | 10 157 | 10 332 |
8 | Veracruz | Acayucan | 4 760 | 9 705 |
9 | Veracruz | Veracruz | 6 488 | 9 539 |
10 | Tabasco | Tenosique | 4 020 | 9 056 |
11 | Chiapas | Tuxtla Gutiérrez | 13 006 | 8 841 |
12 | Chiapas | Arriaga | 9 117 | 8 216 |
13 | Tamaulipas | Ciudad Miguel Alemán | 47 | 7 790 |
14 | Tamaulipas | Matamoros | 803 | 7 149 |
15 | Coahuila | Piedras Negras | 5 678 | 5 689 |
16 | Puebla | Puebla | 11 16 | 5 636 |
17 | Chihuahua | Juárez | 696 | 5 420 |
18 | Veracruz | Coatzacoalcos | 7 858 | 5 203 |
19 | San Luis Potosí | San Luis Potosí | 4 388 | 4 378 |
20 | Ciudad de México | Coyoacán | 4 243 | 2 910 |
21 | Baja California | Mexicali | 1 457 | 2 571 |
22 | Sonora | Heroica Nogales | 1 276 | 2 309 |
23 | Oaxaca | Ixtepec | 596 | 2 265 |
24 | Jalisco | Guadalajara | 3 405 | 2 129 |
25 | Oaxaca | Oaxaca | 5 327 | 2 048 |
26 | Chiapas | Chiapa de Corzo | 867 | 1 939 |
27 | Sonora | Agua Prieta | 4 557 | 1 812 |
28 | Ciudad de México | Benito Juárez | 1 342 | 1 811 |
29 | Chiapas | Huixtla | 3 066 | 1 629 |
30 | Chiapas | Comitán | 2 565 | 1 304 |
31 | Coahuila | Saltillo | 3 767 | 1 110 |
32 | Chiapas | Pijijiapan | 1 500 | 837 |
33 | Chiapas | San Cristóbal de las Casas | 1 947 | 808 |
34 | Baja California | Tijuana | 115 | 674 |
35 | Sinaloa | Mazatlán | 2 340 | 636 |
36 | Chiapas | Tonalá | 349 | 584 |
37 | Coahuila | Torreón | 775 | 349 |
38 | Estado de México | Lechería | 69 | 230 |
39 | Estado de México | Huehuetoca | 1 529 | 83 |
40 | Oaxaca | Salina Cruz | 3 052 | 45 |
41 | Nuevo León | Montemorelos | 2 703 | 32 |
42 | Coahuila | Matamoros | 3 517 | 18 |
43 | Puebla | Zacatlán | 2 181 | 13 |
Fuente: Elaboración propia con base en la Encuesta sobre Migración de la Frontera Sur 2010-2012 y 2016-2018 (El Colef, 2020).
Una vez que se consideran las localidades en todo el territorio mexicano, destacan ciudades del sureste mexicano como Tapachula, Arriaga y Tuxtla Gutiérrez, en Chiapas; Acayucan, Coatzacoalcos, Orizaba, Nogales y Veracruz, en Veracruz; Salina Cruz y Oaxaca, en Oaxaca (tabla 3). En menor medida también aparecen las alcaldías de Coyoacán y Benito Juárez, de la Ciudad de México. La ciudad de San Luis Potosí, en San Luis Potosí; Zacatlán, en Puebla; Guadalajara, en Jalisco; Mazatlán, en Sinaloa como espacios donde los migrantes invierten la mayor parte de su tiempo en México (tabla 3).
Entidad | Localidad | Cruces | |
---|---|---|---|
2010-2012 | 2016-2018 | ||
Aguascalientes | Todas | 188 | 223 |
Baja California | Mexicali | 1 457 | 2 571 |
Baja California | Tijuana | 115 | 674 |
Baja California | Otras | -- | 246 |
Campeche | Todas | 85 | 48 |
Chiapas | Arriaga | 9 117 | 8 216 |
Chiapas | Chiapa de Corzo | 867 | 1 939 |
Chiapas | Comitán | 2 565 | 1 304 |
Chiapas | Escuintla | 538 | 292 |
Chiapas | Huehuetán | 2 839 | 144 |
Chiapas | Huixtla | 3 066 | 1 629 |
Chiapas | Metapa de Domínguez | 336 | 0 |
Chiapas | Palenque | 3 033 | 14 907 |
Chiapas | Pijijiapan | 1 500 | 837 |
Chiapas | San Cristóbal de las Casas | 1 947 | 808 |
Chiapas | Tapachula | 12 125 | 15 313 |
Chiapas | Tonalá | 349 | 584 |
Chiapas | Tuxtla Gutiérrez | 13 006 | 8 841 |
Chiapas | Otras | 721 | 2 479 |
Chihuahua | Juárez | 696 | 5 420 |
Chihuahua | Otras | 1 333 | 1 105 |
Ciudad de México | Benito Juárez | 1 342 | 1 811 |
Ciudad de México | Coyoacán | 4 243 | 2 910 |
Ciudad de México | Otras | 2 079 | 2 676 |
Coahuila | Matamoros | 3 517 | 18 |
Coahuila | Piedras Negras | 5 678 | 5 689 |
Coahuila | Saltillo | 3 767 | 1 110 |
Coahuila | Torreón | 775 | 349 |
Coahuila | Otras | 1 789 | 86 |
Durango | Todas | 0 | 173 |
Estado de México | Huehuetoca | 1 529 | 83 |
Estado de México | Lechería | 69 | 230 |
Estado de México | Otras | 0 | 450 |
Guanajuato | Todas | 2 551 | 1 389 |
Guerrero | Todas | 0 | 48 |
Hidalgo | Todas | 337 | 172 |
Jalisco | Guadalajara | 3 405 | 2 129 |
Jalisco | Otras | 0 | 145 |
Michoacán | Todas | 0 | 37 |
Morelos | Todas | 0 | 132 |
Nayarit | Todas | 0 | 6 |
Nuevo León | Montemorelos | 2 703 | 32 |
Nuevo León | Monterrey | 7 482 | 23 650 |
Nuevo León | Otras | 1 463 | 166 |
Oaxaca | Ciudad Ixtepec | 596 | 2 265 |
Oaxaca | Juchitán | 541 | 3 |
Oaxaca | Oaxaca de Juárez | 5 327 | 2 048 |
Oaxaca | Salina Cruz | 3 052 | 45 |
Oaxaca | San Pedro Tapanatepec | 932 | 29 |
Oaxaca | Otras | 2 045 | 438 |
Puebla | Puebla | 1 116 | 5 636 |
Puebla | Zacatlán | 2 181 | 13 |
Puebla | Otras | 566 | 564 |
Querétaro | Todas | 336 | 902 |
Quintana Roo | Todas | 0 | 152 |
San Luis Potosí | San Luis Potosí | 4 388 | 4 378 |
San Luis Potosí | Otras | 3 934 | 735 |
Sinaloa | Mazatlán | 2 340 | 636 |
Sinaloa | Otras | 0 | 63 |
Sonora | Agua Prieta | 4 557 | 1 812 |
Sonora | Altar | 13 544 | 22 108 |
Sonora | Ciudad de Cananea | 1 663 | 535 |
Sonora | Hermosillo | 4 873 | 764 |
Sonora | Heroica Nogales | 1 276 | 2 309 |
Sonora | Otras | 785 | 3 338 |
Tabasco | Cárdenas | 113 | 3 619 |
Tabasco | Tenosique | 4 020 | 9 056 |
Tabasco | Villahermosa | 12 991 | 10 834 |
Tabasco | Otras | 512 | 990 |
Tamaulipas | Ciudad Miguel Alemán | 47 | 7 790 |
Tamaulipas | Ciudad Victoria | 2 269 | 47 |
Tamaulipas | Matamoros | 803 | 7 149 |
Tamaulipas | Nuevo Laredo | 10 157 | 10 332 |
Tamaulipas | Reynosa | 34 235 | 86 194 |
Tamaulipas | Tampico | 5 325 | 2 164 |
Tamaulipas | Otras | 0 | 363 |
Tlaxcala | Todas | 910 | 231 |
Veracruz | Acayucan | 4 760 | 9 705 |
Veracruz | Coatzacoalcos | 7 858 | 5 203 |
Veracruz | Nogales | 1 472 | 51 |
Veracruz | Orizaba | 1 834 | 329 |
Veracruz | Tierra Blanca | 1 136 | 36 |
Veracruz | Veracruz | 6 488 | 9 539 |
Veracruz | Otras | 1 296 | 2 370 |
Yucatán | Todas | 0 | 44 |
Zacatecas | Todas | 196 | 696 |
Alta: CV en el rango de (0, 15) | |||
Moderada: CV en el rango de (15, 30) | |||
Baja: CV de 30% en adelante |
Fuente: Elaboración propia con base en la Encuesta sobre Migración de la Frontera Sur 2010-2012 y 2016-2018 (El Colef, 2020).
A pesar de la posibilidad de experimentar formas de violencia y xenofobia por parte de los migrantes, y de los riesgos de ser deportados desde entornos urbanos (Faret, 2018), en la enumeración de las principales localidades de estancia prolongada se destaca el predominio de los centros urbanos.
En la entidad de Chiapas se destacan por el número de cruces en el periodo 2016-2018 las ciudades de Tapachula, Palenque y Tuxtla Gutiérrez. En Coahuila, la ciudad de Piedras Negras; en Nuevo León, la ciudad de Monterrey. En Puebla, la ciudad de Puebla. En Sonora, la ciudad de Heroica Nogales. En Tabasco, la ciudad de Villahermosa. En Tamaulipas, las ciudades de Reynosa, Nuevo Laredo, Ciudad Miguel Alemán y Matamoros. En Veracruz, las ciudades de Acayucan, Veracruz y Coatzacoalcos. Todas estas ciudades experimentaron al menos cinco mil cruces durante el periodo 2016-2018 (tabla 3).
Las alcaldías de la Ciudad de México con estancias declaradas como las de mayor duración en el periodo 2016-2018, son Coyoacán y Benito Juárez (tabla 3). Los cruces por estas alcaldías (no necesariamente consideradas como parte de las rutas migratorias), plantean interrogantes sobre las cualidades o factores que inducen a que las personas migrantes se desvíen temporalmente de su camino. Como lo menciona Faret (2018), la presencia de población centroamericana en la Zona Metropolitana del Valle de México responde no solamente a los recursos urbanos (como alojamiento, mercado laboral, acceso a información, entre otros), también es el resultado de un bloqueo en la trayectoria hacia el norte y ante un imposible retorno.
Si bien la Ciudad de México no es el destino inicial de la migración centroamericana, constituye un punto en las rutas que se dirigen hacia el norte del país, ya que es el nodo de carreteras nacionales y ferroviarias (Faret, 2018). Ahora bien, únicamente una minoría de quienes fueron eventualmente devueltos ha utilizado la Ciudad de México como el espacio de estancia más prolongada. A su vez, no se descarta la posibilidad de que, ante la interrupción del proyecto inicial, un importante número de personas hayan optado por establecerse en la ciudad de manera definitiva.
La Ciudad de México es un espacio de repliegue después de la deportación, cuando las condiciones de violencia en origen son el primer factor que frena el retorno, y permanecer en México representa una alternativa con la esperanza de una nueva migración (Faret, 2018). Estas reflexiones en torno a la Ciudad de México bien pueden extenderse a otros espacios de interrupción del camino, y quedará pendiente profundizar en los factores que impiden la movilidad y si estos actúan de manera diferenciada a través del espacio.
En el periodo 2010-2012, Chiapas y Tamaulipas se ubican dentro de las principales entidades con el mayor número de cruces (mapa 1). No obstante, las estancias en ambos contextos pueden vivirse de manera diferenciada. Mientras que en Tamaulipas se han descrito los mayores riesgos asociados a la violencia, y se vive en espera de una oportunidad de cruce de frontera (Izcara-Palacios y Andrade-Rubio, 2016), en el sur se enfrenta un mayor riesgo a la deportación desde México (Martínez et al., 2015).
Fuente: Elaboración propia con base en la Encuesta sobre Migración de la Frontera Sur 2010-2012 y 2016-2018 (El Colef, 2020)
Al comparar los periodos 2010-2012 y 2016-2018 (mapa 1), se observa que la importancia de las localidades ha cambiado con respecto al número de cruces, pues mientras algunas ciudades se han consolidado como importantes centros de desplazamientos, otras han emergido y algunas más han desaparecido. La ciudad de Reynosa ha perdurado como principal espacio de cruce, y comprende la posibilidad de existencia de territorios de espera en sus límites. En el orden de jerarquía según entidad, Tamaulipas adquiere mayor relevancia numérica sobre Chiapas. Esta ganancia entre entidades no indica que los migrantes no realicen una parada en el sureste mexicano –en particular, en ciudades del estado de Chiapas– sino que las estancias más prolongadas ocurrieron primordialmente en las localidades de Tamaulipas. Esta es una limitante de la fuente debido a que únicamente se pregunta por la localidad de estancia más prolongada, sin contar con el tiempo de establecimiento en otros puntos geográficos de tránsito.
Dentro del estado de Chiapas hay un cambio en la participación relativa del número de cruces por las localidades: San Cristóbal de las Casas perdió importancia, de manera que ya no es perceptible en el periodo 2016-2018. La participación de la localidad de Palenque adquirió relevancia para el periodo más reciente (experimentó un cambio de 3 000 a casi 15 000 estancias, tabla 3), mientras que disminuyó la participación de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez. Esta observación es interesante, pues como hemos mencionado, las ciudades parecen ser centros de atracción de población para estancias más prolongadas. Nuevamente, tiene que advertirse que no se cuenta con las duraciones de las estancian en cada ciudad, por lo que Palenque puede asumir mayor número de desplazamientos, mientras que el tiempo de estancia en Tuxtla Gutiérrez puede ser más prolongado.
Tapachula se mantiene como un importante espacio de desplazamientos para ambos periodos de análisis, e incluso en el periodo 2016-2018 supera a Tuxtla Gutiérrez. Tapachula es un punto de cruce tradicional, pues representa la primera parada en territorio mexicano, y el establecimiento de instancias de regulación migratoria y de organismos de ayuda humanitaria la hacen llamativa para una estancia más prolongada.
Palenque, Huixtla, Huhuetán, Pijijiapan, Tonalá y Arriaga son localidades más pequeñas y con menos servicios que los que ofrece Tuxtla Gutiérrez, y su presencia como localidades en las que los migrantes pasaron la mayor parte de su tiempo puede explicarse por su cercanía con alguna ruta migratoria (las últimas cinco se ubican en la ruta entre Tapachula y Arriaga).
Lo mismo puede decirse de localidades en otros estados como Tenosique y Cárdenas, en Tabasco; Salina Cruz, Ixtepec y Juchitán, en Oaxaca; o de Lechería y Huehuetoca, en el Estado de México. Este resultado es interesante, ya que mientras las localidades en el sur del país se extienden a lo largo de las rutas que permiten movilizarse hacia los Estados Unidos, y no necesariamente en la línea fronteriza con Guatemala, las localidades en el norte se ubican a lo largo del límite internacional.
Algunas ciudades que han adquirido relevancia por el número de cruces son Palenque (de 3 000 a casi 15 000), Monterrey (de 7 000 a 23 000), Altar (13 000 a 22 000), Ciudad Miguel Alemán (de nula presencia a 7 000), y Puebla (de 1 000 a 5 000) (tabla 3). El incremento en los cruces por estas ciudades puede deberse, por un lado, al incremento del flujo migratorio entre ambos periodos y a su ubicación geográficamente cercana a las rutas migratorias. No obstante, es necesario ahondar en las características particulares que promueven estancias más prolongadas de cada ciudad. De manera paralela, es necesario comprender por qué algunas ciudades no son atractivas para el establecimiento temporal.
En resumen, los resultados fortalecen la hipótesis de que la conformación de espacios de uso temporal responde a la geografía de las rutas de tránsito, la polarización de los espacios urbanos y metropolitanos del país, y el efecto frontera (Faret, 2018), sin conocer los mecanismos que operan para su transformación a lo largo del tiempo.
El desarrollo del marco teórico permitió en primer lugar advertir cómo el deseo de migrar no siempre se traduce en la llegada al destino (aspiración/habilidad;Carling, 2002), y que por tanto es necesario poner la mirada en las trayectorias, las esperas y las restricciones que impiden la movilidad (Bélanger y Silvey, 2019). Si bien este artículo no atendió los factores que retrasan o impiden la movilidad, sí presta atención a los desplazamientos discontinuos y a la duración de la estancia en forma indirecta para sugerir la existencia de espacios dedicados a la espera. Los lapsos de interrupción pueden ocurrir de manera voluntaria o involuntaria (Carling, 2002), y en este sentido es necesario hacer la revisión del caso evidente de inmovilidad no voluntaria, como es la detención.
Principales localidades donde ocurrieron las detenciones de migrantes en territorio mexicano
Mientras las localidades de estancia prolongada corresponden principalmente a espacios cercanos a las rutas de tránsito, a espacios urbanos y a localidades fronterizas, queda pendiente considerar la espera que se da en un contexto de detención. El marco de aspiración/habilidad ha permitido advertir sobre los tiempos de estancamiento no voluntarios, y cómo estos lapsos generan frustración y vulnerabilidad en las personas a las que se les ha impedido la movilidad.
El propósito de esta sección consiste en comprobar si las localidades de estancias más prolongadas de la sección anterior coinciden con las localidades en las que fueron capturados los migrantes. En la tabla 4 se presenta el número de devoluciones según cada localidad,7 el número promedio de días en detención, y la proporción de personas devueltas por autoridades mexicanas que declararon que la localidad con estancias más prolongadas corresponde a la de detención durante el periodo 2010-2018.
Entidad | Localidad | Detenciones | Días promedio en detención |
Misma localidad de mayor estancia |
---|---|---|---|---|
Aguascalientes | Todas | 927 | 13.8 | 52.7 |
Baja California | Mexicali | 1 701 | 60.8 | 38.3 |
Baja California | Tijuana | 1 646 | 55.1 | 55.4 |
Baja California | Otras | 313 | 39.5 | 80.3 |
Campeche | Escárcega | 137 | 4.8 | 100.0 |
Campeche | Otras | 319 | 9.2 | 82.6 |
Chiapas | Arriaga | 19 219 | 7.0 | 88.5 |
Chiapas Chiapas | Chiapa de Corzo | 840 | 5.8 | 91.0 |
Chiapas Chiapas | Ciudad Cuauhtémoc | 113 | 0.4 | 89.1 |
Chiapas | Ciudad Hidalgo | 130 | 5.2 | 100.0 |
Chiapas | Comitán de Domínguez | 5 834 | 4.4 | 88.8 |
Chiapas | Escuintla | 1 042 | 5.7 | 89.8 |
Chiapas | Huehuetán | 4 413 | 6.8 | 87.5 |
Chiapas | Huixtla | 5 459 | 8.2 | 87.7 |
Chiapas | Mapastepec | 830 | 6.6 | 78.6 |
Chiapas | Metapa de Domínguez | 288 | 5.3 | 100.0 |
Chiapas | Palenque | 27 236 | 10.2 | 82.1 |
Chiapas | Pijijiapan | 5 213 | 7.3 | 80.8 |
Chiapas | San Cristóbal de las Casas | 2 862 | 6.9 | 85.2 |
Chiapas | San Gregorio Chamic | 320 | 1.7 | 45.7 |
Chiapas | Tapachula | 29 295 | 7.3 | 93.8 |
Chiapas | Tonalá | 2 062 | 6.2 | 74.0 |
Chiapas | Tuxtla Chico | 76 | 3.6 | 82.5 |
Chiapas | Tuxtla Gutiérrez | 27 422 | 7.1 | 90.5 |
Chiapas | Otras | 2 741 | 8.4 | 61.7 |
Chihuahua | Chihuahua | 1 248 | 15.4 | 89.6 |
Chihuahua | Otras | 1 012 | 12.4 | 65.2 |
Ciudad de México | Álvaro Obregón | 1 131 | 15.4 | 42.9 |
Ciudad de México | Azcapotzalco | 1 832 | 27.5 | 69.5 |
Ciudad de México | Benito Juárez | 2 061 | 20.3 | 55.9 |
Ciudad de México | Coyoacán | 4 841 | 11.3 | 73.1 |
Ciudad de México | Iztapalapa | 3 671 | 10.6 | 59.8 |
Ciudad de México | Otras | 1 412 | 13.9 | 51.5 |
Coahuila | Piedras Negras | 1 860 | 27.6 | 51.8 |
Coahuila | Saltillo | 2 248 | 22.5 | 57.2 |
Coahuila | Torreón | 814 | 16.5 | 49.7 |
Coahuila | Otras | 431 | 19.0 | 52.3 |
Colima | Todas | 28 | 12.8 | 100.0 |
Durango | Todas | 298 | 12.6 | 73.6 |
Estado de México | Huehuetoca | 3 785 | 12.8 | 51.2 |
Estado de México | Otras | 1 833 | 46.3 | 52.4 |
Guanajuato | Celaya | 6 233 | 14.5 | 61.5 |
Guanajuato | Guanajuato | 1 056 | 21.2 | 91.7 |
Guanajuato | Irapuato | 1 640 | 16.2 | 59.3 |
Guanajuato | Otras | 631 | 10.5 | 86.7 |
Guerrero | Acapulco | 171 | 11.3 | 87.0 |
Guerrero | Otras | 120 | 11.5 | 74.0 |
Hidalgo | Pachuca | 1 390 | 14.0 | 81.1 |
Hidalgo | Otras | 300 | 9.6 | 90.6 |
Jalisco | Guadalajara | 1 632 | 24.6 | 70.7 |
Jalisco | Otras | 283 | 21.7 | 51.2 |
Michoacán | Morelia | 110 | 9.2 | 100.0 |
Michoacán | Otras | 36 | 6.8 | 100.0 |
Morelos | Cuernavaca | 98 | 9.3 | 94.5 |
Morelos | Otras | 98 | 13.4 | 56.4 |
Nayarit | Todas | 115 | 9.9 | 42.4 |
Nuevo León | Monterrey | 15 053 | 24.3 | 61.1 |
Nuevo León | Otras | 348 | 13.2 | 68.0 |
Oaxaca | Ciudad Ixtepec | 4 593 | 23.4 | 69.9 |
Oaxaca | Juchitán | 1 129 | 6.9 | 79.4 |
Oaxaca | Matías Romero | 1 185 | 12.2 | 55.1 |
Oaxaca | Oaxaca | 12 972 | 8.2 | 91.3 |
Oaxaca | Salina Cruz | 2 678 | 14.1 | 67.4 |
Oaxaca | San Pedro Tapanatepec | 1 236 | 4.0 | 93.0 |
Oaxaca | Otras | 1 619 | 16.8 | 50.0 |
Puebla | Acajete | 760 | 10.9 | 58.1 |
Puebla | Puebla | 6 560 | 11.4 | 76.5 |
Puebla | Tehuacán | 1 243 | 12.1 | 71.9 |
Puebla | Otras | 1 109 | 30.4 | 56.0 |
Querétaro | Querétaro | 3 275 | 11.4 | 80.6 |
Querétaro | Otras | 448 | 16.6 | 70.1 |
Quintana Roo | Cancún | 202 | 49.4 | 88.7 |
Quintana Roo | Otras | 39 | -- | 100.0 |
San Luis Potosí | Cárdenas | 592 | 10.6 | 84.3 |
San Luis Potosí | Matehuala | 1 179 | 16.7 | 50.3 |
San Luis Potosí | San Luis Potosí | 9 063 | 15.5 | 63.6 |
San Luis Potosí | Otras | 480 | 12.5 | 52.3 |
Sinaloa | Mazatlán | 3 916 | 12.2 | 81.5 |
Sinaloa | Otras | 261 | 17.4 | 57.5 |
Sonora | Agua Prieta | 442 | 13.0 | 76.3 |
Sonora | Hermosillo | 3 669 | 16.6 | 83.3 |
Sonora | Otras | 1 712 | 40.2 | 51.0 |
Tabasco | Cárdenas | 5 939 | 15.5 | 59.1 |
Tabasco | Tenosique | 17 016 | 9.0 | 87.0 |
Tabasco | Villahermosa | 29 188 | 9.0 | 81.6 |
Tabasco | Otras | 1 971 | 9.1 | 67.5 |
Tamaulipas | Nuevo Laredo | 4 714 | 25.9 | 51.8 |
Tamaulipas | Reynosa | 17 302 | 18.4 | 64.5 |
Tamaulipas | Tampico | 6 833 | 18.2 | 47.5 |
Tamaulipas | Otras | 3 027 | 81.5 | 44.5 |
Tlaxcala | Apizaco | 2 228 | 17.2 | 50.5 |
Tlaxcala | Otras | 286 | 8.1 | 82.2 |
Veracruz | Acayucan | 40 562 | 11.6 | 61.4 |
Veracruz | Agua Dulce | 260 | 11.0 | 85.9 |
Veracruz | Coatzacoalcos | 17 550 | 12.8 | 64.1 |
Veracruz | Córdoba | 909 | 12.6 | 85.2 |
Veracruz | Orizaba | 5 477 | 15.3 | 42.7 |
Veracruz | Tierra Blanca | 4 232 | 17.0 | 40.7 |
Veracruz | Veracruz | 28 708 | 12.8 | 56.9 |
Veracruz | Otras | 2 729 | 13.4 | 40.9 |
Yucatán | Todas | 120 | 9.2 | 100.0 |
Zacatecas | Zacatecas | 1 654 | 15.2 | 77.4 |
Zacatecas | Otras | 223 | 22.1 | 75.7 |
Nivel de precisión de las estimaciones: | ||||
Alta: CV en el rango de (0, 15) | ||||
Moderada: CV en el rango de (15, 30) | ||||
Baja: CV de 30% en adelante |
Fuente: Elaboración propia con base en la Emif Sur 2010-2018 (El Colef, 2020).
La proporción de entrevistados que respondieron que la localidad donde pasaron el mayor tiempo de estancia es la misma que la localidad en la que fueron detenidos es menor a 78 por ciento en la región fronteriza del norte (Coahuila, 53.8%; Tamaulipas, 57.1%; Sonora, 73.3%; Baja California, 49%; Chihuahua, 78%), mientras que en la región del sur esta proporción se encuentra arriba del 80 por ciento (Chiapas, 87.5%; Quintana Roo, 90.5%; Tabasco, 80.3%; Oaxaca, 80.1%). El caso más excepcional en el sur es Veracruz, con un 58 por ciento. Es así que las localidades declaradas como las de mayor duración de estancia en la región sur corresponden principalmente a las localidades donde los entrevistados fueron detenidos por las autoridades migratorias mexicanas.
Adicionalmente, el gran volumen de devoluciones (alrededor de 70 %) se concentra en las entidades de Chiapas, Veracruz, Tabasco y Oaxaca (mapa 2), lo cual concuerda con las estadísticas de los registros administrativos de retención de migrantes no documentados. Martínez et al. (2015) estiman que estas entidades suman 70.7 por ciento del total de extranjeros que ingresaron a las estaciones migratorias del Instituto Nacional de Migración (INM) bajo el procedimiento administrativo de aseguramiento, y que son acogidos a la repatriación voluntaria.
Los resultados en la región sureste sugieren que las localidades identificadas en la sección anterior son resultado del control migratorio acentuado en la zona. En este mismo sentido, se sospecha que el incremento de estancias prolongadas en Palenque para el periodo 2016-2018 se debe al incremento en las aprehensiones en esta ciudad más que a los beneficios que los migrantes podrían encontrar en ella.8
En cuanto al nivel de jerarquía de entidades, Chiapas ocupa el primer lugar en el número de devoluciones, seguida de Veracruz, después Tabasco, y en cuarto lugar, Tamaulipas (tabla 4). Reynosa, Tamaulipas a pesar de ser la ciudad con el mayor número de cruces, el número de detenciones es menor si se compara con otras ciudades como Villahermosa, en Tabasco, Acayucan, en Veracruz, y Tuxtla Gutiérrez, en Chiapas (mapa 2).
Fuente: Elaboración propia con base en la Encuesta sobre Migración de la Frontera Sur 2010-2018 (El Colef, 2020).
Número de identificación en el mapa |
Estado | Localidad | Número de detenciones |
---|---|---|---|
1 | Veracruz | Acayucan | 40 562 |
2 | Chiapas | Tapachula | 29 295 |
3 | Tabasco | Villahermosa | 29 188 |
4 | Veracruz | Veracruz | 28 708 |
5 | Chiapas | Tuxtla Gutiérrez | 27 422 |
6 | Chiapas | Palenque | 27 236 |
7 | Chiapas | Arriaga | 19 219 |
8 | Veracruz | Coatzacoalcos | 17 550 |
9 | Tamaulipas | Reynosa | 17 302 |
10 | Tabasco | Tenosique | 17 016 |
11 | Nuevo León | Monterrey | 15 053 |
12 | Oaxaca | Oaxaca | 12 972 |
13 | San Luis Potosí | San Luis Potosí | 9 063 |
14 | Tamaulipas | Tampico | 6 833 |
15 | Puebla | Puebla | 6 560 |
16 | Guanajuato | Celaya | 6 233 |
17 | Tabasco | Cárdenas | 5 939 |
18 | Chiapas | Comitán | 5 834 |
19 | Veracruz | Orizaba | 5 477 |
20 | Chiapas | Huixtla | 5 459 |
21 | Chiapas | Pijijiapan | 5 213 |
22 | Ciudad de México | Coyoacán | 4 841 |
23 | Tamaulipas | Nuevo Laredo | 4 714 |
24 | Oaxaca | Ixtepec | 4 593 |
25 | Chiapas | Huehuetán | 4 413 |
26 | Veracruz | Tierra Blanca | 4 232 |
27 | Sinaloa | Mazatlán | 3 916 |
28 | Estado de México | Huehuetoca | 3 785 |
29 | Ciudad de México | Iztapalapa | 3 671 |
30 | Sonora | Hermosillo | 3 669 |
31 | Querétaro | Querétaro | 3 275 |
32 | Chiapas | San Cristóbal de las Casas | 2 862 |
33 | Oaxaca | Salina Cruz | 2 678 |
34 | Coahuila | Saltillo | 2 248 |
35 | Tlaxcala | Apizaco | 2 228 |
36 | Chiapas | Tonalá | 2 062 |
37 | Coahuila | Piedras Negras | 1 860 |
38 | Baja California | Mexicali | 1701 |
39 | Baja California | Tijuana | 1 646 |
40 | Guanajuato | Irapuato | 1 640 |
41 | Jalisco | Guadalajara | 1 632 |
42 | Puebla | Tehuacán | 1 243 |
43 | Oaxaca | San Pedro Tapanatepec | 1 236 |
44 | Oaxaca | Matías Romero | 1 185 |
45 | San Luis Potosí | Matehuala | 1 179 |
46 | Oaxaca | Juchitán | 1 129 |
47 | Chiapas | Escuintla | 1 042 |
48 | Veracruz | Córdoba | 909 |
49 | Veracruz | Agua Dulce | 260 |
Fuente: Encuesta sobre Migración de la Frontera Sur 2010-2018 (El Colef, 2020).
Específicamente la ciudad de Acayucan es el principal lugar donde ocurren las detenciones, superando incluso a Tapachula y Tuxtla Gutiérrez. De acuerdo al mapa 2, algunos de los principales lugares en los que ocurrieron las detenciones de los migrantes corresponden a ciudades, lo cual está en correspondencia con que las ciudades representan un mayor riesgo a ser deportados (Faret, 2018).
Las principales localidades de detención de migrantes se vinculan con una cercanía a las vías del ferrocarril. Ejemplo de ello son las localidades de Mazatlán y Culiacán, en Sinaloa; Hermosillo y Nogales, en Sonora; Nuevo Laredo, en Tamauilpas; Piedras Negras y Saltillo, en Coahuila; Coatzacoalcos, en Veracruz; Guadalajara, en Jalisco; Ciudad Juárez y Chihuahua en Chihuahua; Monterrey, en Nuevo León; San Luis Potosí en San Luis Potosí y Tenosique, en Tabasco. En la región sureste las detenciones convergen en puntos nodales que no necesariamente están asociados con la cercanía de vías del ferrocarril (Martínez et al., 2015), como es el caso de Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de las Casas y Comitán de Domínguez, en Chiapas.
La alcaldía en la Ciudad de México con mayor número de detenciones es Iztapalapa, seguida por Coyoacán. Con base en los registros administrativos del INM en 2011, Iztapalapa representaba casi 8 por ciento de las detenciones de la región central, esto quizá derivado de una posible ruta migratoria casi paralela a las vías del ferrocarril entre Toluca, Estado de México, y Tepeapulco, Hidalgo (Martínez et al., 2015).
De acuerdo a la ubicación espacial de los principales puntos de retención en la región sureste que realizan Martínez et al. (2015), destaca la localidad de Hueyate, Chiapas, como principal punto de retención en 2011, después de Tapachula. Esta localidad tiene poca relevancia estadística a partir de la Emif Sur, debido al bajo número de detenciones (sumadas a la categoría “Otras”). Adicionalmente, se menciona la localidad de La Pochota, en el centro del estado de Chiapas, y la localidad de Echegaray, localizada en la ruta entre Tapachula y Arriaga. En el análisis, estas localidades se han agrupado en la categoría “Otras”. Entonces se asume que la fuente empleada, dada la baja representatividad estadística (con una muestra menor de 45 entrevistados) para algunas localidades, únicamente permite identificar los patrones espaciales más habituales.
Las localidades con las duraciones más prolongadas en detención –número promedio de días mayor a 18– son Mexicali (con 60.8 días en promedio), Tijuana (55.1), Piedras Negras (27.6), Saltillo (22.5), Reynosa (18.4), Tampico (18.2), Benito Juárez (20.3) y Guadalajara (24.6) (tabla 4). Si bien en la región norte ocurre un menor número de detenciones, el tiempo promedio en detención suele ser más prolongado en comparación con otras regiones del país. Ahora bien, el tiempo que los migrantes pasan en detención no sólo representa una interrupción en el camino hacia los Estados Unidos, sino que al ser devueltos a su lugar de origen, el proyecto de migrar puede verse frustrado o rezagado en términos temporales y territoriales.
Los resultados sugieren que la intensificación del control migratorio ha reconfigurado la duración del tránsito (Reyes, Johnson y Van Swearingen, 2002; Collyer, 2006). Pero además, ocurre un reajuste geográfico de los espacios donde los migrantes pasan la mayor del tiempo.
REFLEXIONES FINALES
Este artículo contribuye a la identificación de las principales localidades reportadas como las de estancia más prolongada durante el tránsito de migrantes centroamericanos indocumentados en su paso por México. Una estancia más extendida en las localidades analizadas no necesariamente significa la existencia de territorios de espera en sus demarcaciones, pues para su identificación sería necesario estudios de corte cualitativo que vislumbren la manera en que las personas migrantes tratan de hacerse de un hogar en los sitios en los que se encuentran varados, y cómo desarrollan estrategias y formas de solidaridad que les permiten vivir y sobrellevar la espera.
En el apartado del marco teórico se presentó el aporte de los enfoques de movilidad-inmovilidad y aspiración/habilidad para la comprensión de las interrupciones de la movilidad y de la duración de la estancia en espacios de tránsito. El modelo de aspiración/habilidad permitió advertir cómo el deseo de migrar no siempre se traduce en la llegada al destino. Por tanto, es necesario prestar atención a los obstáculos previos al establecimiento o a los factores que retardan este proceso (enfoque movilidad-inmovilidad). A su vez, estas interrupciones y lapsos de espera podrían dar lugar a la constitución de territorios de espera.
Este artículo favorece la perspectiva de que la migración o movilidad no documentada va más allá de un cambio de origen a destino. En lugar de ello, el proceso migratorio se realiza por etapas, en el que acontecen periodos de inmovilidad dentro de la movilidad. Este análisis promueve al menos dos campos de estudio: el análisis de los lapsos de espera vistos como resultado de los factores que impiden la movilidad, y el estudio de la experiencia social que puede generarse en los territorios dedicados a la espera. El artículo también deja abierta la interrogante para el estudio de los mecanismos que producen inmovilidad en ciertos espacios y abandona la idea de dar por hecho que la migración se hace efectiva con el solo deseo de migrar.
La gran mayoría de migrantes devueltos por las autoridades mexicanas encuestados por la Emif Sur respondieron que la localidad en la que pasaron la mayor parte del tiempo en su tránsito fue la misma localidad en la que fueron detenidos. Este hecho sugiere que la percepción de los migrantes pudiera estar distorsionada ante la experiencia negativa de la detención.
Es difícil advertir en qué medida los entrevistados son capaces de calcular los tiempos invertidos en el tránsito, la detención y, específicamente, de estancia en ciertas localidades, y si dichas estimaciones no se encuentran distorsionadas por los eventos negativos o positivos durante el viaje. Otro punto adicional es que las personas en tránsito no necesariamente están familiarizadas con los nombres de las ciudades o localidades mexicanas, y esto los puede llevar a responder los nombres de localidades que se les vienen a la mente al momento de la entrevista, o bien aquellos nombres que pudieron memorizar más fácilmente.
Una de las desventajas de la Emif Sur consiste en no disponer de estimaciones puntuales del tiempo invertido en las diferentes paradas y por tanto, este análisis solo se basó en la ciudad o localidad en la que pasaron la mayor parte del tiempo. En este sentido, si la estancia más prolongada se declaró en alguna ciudad fronteriza del norte, se pierde de vista el tiempo invertido en las localidades de la frontera sur de México. Es preocupante que la ciudad de Reynosa sea declarada como la localidad de estancia más prolongada, ya que esta se ha identificado como de las más peligrosas para los migrantes.
En el marco teórico se planteó analizar la migración en tránsito desde la inmovilidad, el estancamiento y la espera. No obstante, la fuente de datos empleada (Emif Sur) mide y caracteriza desplazamientos en una población que por definición está en movimiento. De manera que en lugar de ofrecer estimaciones de la “duración de inmovilidad”, se ha medido el “tiempo de estancia” en las localidades de tránsito.
En ese mismo sentido, no fue posible delimitar y observar los territorios de espera, pero se aportó evidencia empírica para sugerir indirectamente la existencia de obstáculos a la movilidad manifestados en espacios de tránsito prolongado.
Otra deficiencia destacable de este artículo es que las estimaciones no incluyen a quienes se establecieron en el destino y a los buscadores de asilo, quienes presumiblemente pasan tiempos de estancamiento más prolongado. Del análisis quedaron excluidas las personas solicitantes de asilo en Estados Unidos, que de acuerdo al programa “Remain in Mexico” permanecen en algunas ciudades fronterizas mexicanas. Aunque este artículo posee diversas limitaciones, pueden mencionarse dos hallazgos principales:
Las localidades con las estancias más prolongadas, así como las rutas migratorias, no son permanentes y estas se modifican de modo intermitente. No obstante, destacan como ciudades de tránsito dilatado Reynosa, Tamaulipas, en la frontera norte, y Tapachula, Chiapas, en la región fronteriza sur.
Es evidente la importancia de las ciudades fronterizas en términos de la magnitud de cruces y el tiempo de permanencia en ellas. Mientras la ubicación geográfica de las ciudades con espera más prolongada en el norte se sitúa a lo largo de la frontera con Estados Unidos, en el caso de región fronteriza con Guatemala, la ubicación de las localidades con estancias más extendidas responde principalmente a las rutas migratorias que les permiten desplazarse hacia Estados Unidos.
Las localidades con las estancias más prolongadas, así como las rutas migratorias, no son permanentes y estas se modifican de modo intermitente. No obstante, destacan como ciudades de tránsito dilatado Reynosa, Tamaulipas, en la frontera norte, y Tapachula, Chiapas, en la región fronteriza sur.
Es evidente la importancia de las ciudades fronterizas en términos de la magnitud de cruces y el tiempo de permanencia en ellas. Mientras la ubicación geográfica de las ciudades con espera más prolongada en el norte se sitúa a lo largo de la frontera con Estados Unidos, en el caso de región fronteriza con Guatemala, la ubicación de las localidades con estancias más extendidas responde principalmente a las rutas migratorias que les permiten desplazarse hacia Estados Unidos.