Introducción4
Tal como recuerda Bauman (2016), las migraciones o movimientos de personas hacia territorios distintos a los que nacieron no representa ninguna novedad; desde su génesis, la modernidad se ha visto acompañada por estos procesos, por lo que más bien ha sido una práctica constante de la vida social. Sin embargo, en la actualidad se aprecia un cambio significativo de los movimientos migratorios, estos crecen continuamente en volumen, dinamismo y complejidad, en un contexto de mayor incertidumbre para quienes emprenden el viaje.
La internacionalización económica, la globalización y las transformaciones tecnológicas contemporáneas han propiciado condiciones que impulsan y aceleran los procesos de movilidad humana trasnacional a escala planetaria, por ello se entiende que las transformaciones sociales que han venido ocurriendo en el mundo encuentran buena parte de su explicación en las dinámicas migratorias (Ariza y Velasco, 2015)
El aumento de la inmigración internacional en Chile se relaciona y es expresión de estas tendencias globales. En ese mismo esquema, América Latina muestra una intensificación de los flujos intrarregionales, y al mismo tiempo, una reducción de los flujos migratorios hacia destinos fuera de la región (Martínez y Orrego, 2016). Los flujos intrarregionales no son nuevos, sin embargo, es el aumento en la intensidad de estos y la emergencia de algunos países como destino migratorio lo que llama la atención en el último periodo. La inmigración proveniente de otras regiones ha perdido intensidad en relación con décadas anteriores, pero se mantiene vigente, y en algunos casos ha tenido un leve incremento, sobre todo a partir del 2008, producto de la crisis económica mundial.
En este escenario regional, Chile se ha consolidado como un país receptor de migración. Así, la población nacida en el extranjero pasó de ser un 1.22 por ciento de la población total en el censo del 2002 a ser un 4.24 por ciento en el censo de 2017 (Canales, 2019), y un 7.8 por ciento a 31 de diciembre de 2019 (Instituto Nacional de Estadísticas [INE] y Departamento de Extranjería, 2020), transformándose en uno de los países de América Latina con mayor proporción de población extranjera. Si bien para el Censo del 2017 el colectivo con mayor representatividad era Perú, los grupos que han tenido mayor incremento en los últimos años son los venezolanos, colombianos y haitianos. Esto indica que la migración desde países fronterizos si bien mantiene flujos hacia Chile, estaría perdiendo vigor en relación con los flujos emergentes de los países ya mencionados. En cuanto a la inmigración de países de otros continentes, el Censo de 2017 muestra que España es el país que tiene mayor representatividad, y aunque en términos de porcentaje del total de inmigrantes tiene una participación menor que para el Censo de 2002, la cifra casi se ha duplicado si se consideran valores absolutos.
Las explicaciones respecto del aumento de la inmigración en Chile tienen relación con factores económicos, políticos y de seguridad de los países emisores y receptores5. Así, el crecimiento y el grado de estabilidad económica de Chile -en comparación con los otros países de la región- serían elementos atractivos que favorecen su elección como destino migratorio (Martínez y Orrego, 2016; Solimano y Tokman, 2006; Stefoni, 2009). Sin embargo, se sabe que la disposición de migrar y el destino migratorio elegido, no sólo obedece a los factores mencionados, sino que también se relaciona con otros factores como la existencia de redes migratorias, de conflictos políticos, de violencia, o bien debido a estrategias familiares, entre otros elementos. ¿Cuáles son las estrategias y factores predominantes que definen la migración en los distintos colectivos migrantes? ¿Estos factores son distintos para migrantes del Sur Global y Norte Global?
A través de la utilización de métodos cualitativos, este análisis tiene por objetivo comprender los factores de la migración y la elección de Chile como destino migratorio de tres colectivos-colombianos, venezolanos y españoles- de migrantes que han llegado al país desde el año 2008, e identificar posiciones discursivas relevantes en cada uno de ellos. Se han escogido estos tres grupos por su representatividad numérica y geográfica -ya que confrontan un país de origen del Norte Global frente a dos del Sur Global- y por representar, a priori, ejemplos de diferentes causas predominantes en la motivación para migrar. En términos particulares, este estudio contribuye a comprender la migración reciente a Chile y, en términos generales, revisa los enfoques explicativos de las causas de la migración.
Además, se ha definido como recorte espacial la Región de Los Lagos puesto que desde el 2010 en adelante ha presentado un inusual aumento de la migración internacional no fronteriza, al igual que otras regiones del sur del país. Así también, la Región de Los Lagos presenta particularidades geográficas, demográficas y de sectores de desarrollo económico diferentes en comparación con la Región Metropolitana y regiones del Norte Grande, que es donde se ha concentrado la migración en los últimos 30 años, y por lo tanto, los estudios sobre el tema en cuestión.
El artículo tiene cuatro secciones; la primera presenta la revisión bibliográfica que nos refiere a las causas de la migración, tanto las perspectivas teóricas como las propuestas explicativas de la inmigración internacional en Latinoamérica y Chile; la segunda sección describe la estrategia metodológica de indagación y análisis; posteriormente se presentan los resultados; y, finalmente, la última sección expone las conclusiones del estudio.
Migración: perspectivas analíticas
La complejidad que caracteriza los procesos migratorios actuales requiere la complementariedad de diversos enfoques que contribuyan a su comprensión (Arango, 2003). La explicación tradicional de mayor reconocimiento sobre las causas de la migración hace referencia al fenómeno migratorio como un proceso ocasionado por motivos laborales, distinción que se encuentra en la teoría clásica y neoclásica, que plantean que las desigualdades de empleo y salarios entre países serían las causas de los desplazamientos de población. Así, las oportunidades laborales y los salarios son los llamados factores de expulsión y factores de atracción de unos y otros países. Desde esta perspectiva teórica, en los países de origen de la población migrante predominarían factores negativos, como escaso empleo y bajos salarios, mientras que en los países receptores predominarían elementos positivos (De Lima, Jentsch y Whelton., 2005; Massey et al., 1993). Sin embargo, es sabido que las causas de la migración no se encuentran exclusivamente en las diferencias salariales entre territorios, puesto que aunque existan estas diferencias, no siempre ocurre la emigración. En este mismo sentido, las políticas de gobierno pueden constituirse en un factor que impulsa la migración, si es que estás afectan como se redistribuye el ingreso y propician desigualdad dentro de un mismo territorio.
Además de ello, otro elemento que incide en la migración es la percepción de privación o satisfacción relativa, percepción que se obtiene en la comparación con un grupo de referencia. Así, quienes perciben mayor privación relativa tendrán mayor incentivo para migrar (Serban, 2007; Stark y Bloom, 1985). Por el contrario, si en un grupo de referencia se comparte una situación económica similar, aunque esta sea una situación de pobreza, es probable que no se perciba carencia de bienes en relación con su grupo, y que por lo tanto, migrar no se considere una opción.
En términos micro, en ocasiones la migración es una estrategia económica del núcleo familiar, por lo que se decide a nivel de grupo familiar la migración de uno de sus miembros. De esta forma es posible acrecentar los ingresos familiares esperados y además, disminuye los riesgos económicos para el núcleo familiar (Massey et al., 1993). Desde esta perspectiva, la migración surge como una posibilidad que tienen los grupos sociales para superar las limitaciones estructurales del sistema, así como la distribución desigual de los ingresos (Parella, 2007).
Junto con lo anterior, la existencia de redes de colaboración entre potenciales emigrantes y personas que emigraron a otros países facilita y aumenta el potencial de emigrar, ya que disminuyen los costos de la migración, permitiendo la optimización de recursos (Gurak y Caces, 1992). Estas redes de colaboración pueden ser diversas en cuanto a intensidad, es decir, tanto los lazos débiles como los fuertes son considerados en la decisión de migrar (Liu, 2013). Por otro lado, la teoría de redes migratorias contribuye a explicar la dirección y mantenimiento de los flujos migratorios, pese a que las causas que iniciaron un flujo migratorio hayan desaparecido (Silvestre, 2000). Se plantea que las redes migratorias tienen un efecto multiplicador de los flujos migratorios, haciendo más probables los traslados. Esta teoría es interesante, ya que desde un punto de vista analítico permite superar la perspectiva neoclásica y economicista, posibilitando una oportunidad de profundización en las diferentes dimensiones y múltiples variables que se interrelacionan a nivel micro y macro (Faist, 1997).
Los movimientos migratorios en la región y en Chile no son exclusivamente laborales y económicos, estos pueden producirse por motivos políticos o de inseguridad, dependiendo de los países, y en algunos casos los motivos tienden a ser mixtos. En el caso de la emigración colombiana que se produce desde finales de la década del noventa, los principales motivos para migrar serían la “fuerte crisis económica experimentada por Colombia a fines de siglo y la exacerbación del conflicto armado” (Martínez, 2011, p. 78). La migración venezolana del último periodo tiene también un origen mixto, que tiene como principal causa el conflicto político interno existente en el país, que también ha tenido implicancias económicas y de seguridad para la población (Castillo y Reguant, 2017; Páez, 2015).
En la última década se han intensificado los movimientos migratorios intrarregionales en América Latina y el Caribe, incluso por encima de los patrones tradicionales de emigración hacia el exterior, como a Estados Unidos y a países de Europa, principalmente a España, lo que ha sido explicado por el impacto que tuvo la crisis económica que inició en el año 2008 (Domingo i Valls y Recaño, 2009) y por las barreras migratorias que han impuesto los principales países receptores de migración (Soto-Alvarado, Gil-Alonso, y Pujadas-Rúbies, 2019). Además de lo planteado anteriormente, la apertura de los mercados y las escasas barreras de tránsito para el comercio, el trabajo y el turismo en países de Latinoamérica es otro factor que favorece los movimientos intrarregionales (Durand y Massey, 2010). En Chile, los resultados del Censo de Población y Vivienda del año 2017 confirman la tendencia regional, en tanto un 87.7 por ciento de la población nacida en el extranjero proviene de países tanto de América del Sur, como de América Central y el Caribe (Instituto Nacional de Estadística de Chile-INE, 2018).
Cerrutti y Parrado (2015) señalan que las limitaciones de las teorías que explican la migración por el diferencial de ingresos entre un país y otro son más evidentes en la migración intrarregional, puesto que aunque existen diferencias de ingresos entre países, las diferencias en cuanto a las condiciones de vida no son tan distintas como lo son entre países del Sur y del Norte. La explicación se centra más bien en el mercado laboral y las oportunidades de empleo de los países de origen y destino, y no exclusivamente en el diferencial de ingreso. Además de ello, aunque en la decisión migratoria está presente la mejora de las condiciones de vida, en las migraciones intrarregionales las causales históricas y sociopolíticas son factores importantes que considerar. En cuanto a las causales históricas, se considera que muchos movimientos de población tienen raíces precoloniales, y que son parte de las prácticas sociales establecidas y que han sido delimitadas por las fronteras nacionales (Garcés, Moraga y Maureira, 2016; Lube-Guizardi y Garcés, 2013, 2014). Por otro lado, la inestabilidad política ha sido por décadas una característica de los países de América del Sur, generando flujos migratorios desde y hacia distintos destinos de la región en determinados periodos.
Las causas de la migración internacional reciente hacia Chile han sido explicadas desde la perspectiva macroeconómica, con énfasis en el crecimiento y desarrollo que ha tenido Chile en comparación con otros países de la región (Mancilla y De Lima, 2014), lo cual lo convierte en un lugar atractivo para buscar oportunidades (Aninat y Vergara, 2019). En esta misma línea, Solimano y Tokman (2006) plantean que las causas del aumento de la inmigración internacional en Chile se deben al rápido crecimiento de la economía chilena y su alto PIB en comparación con otros países de la región, y junto con ello, a un mercado laboral más favorable que otros países de la región. En forma similar, Stefoni (2009) señala que “las diferencias en indicadores económicos como el PIB, ingreso per cápita, índice de pobreza y estructura del mercado laboral (entre Chile y Perú) contribuyen a explicar estos movimientos” (p.197). Sin embargo, añade que estos indicadores, por sí solos, no explican la migración hacia Chile, pues hay también otros países de la región que presentan indicadores muy por debajo de Chile, y no obstante, sus flujos migratorios hacia este país no son relevantes. Por otro lado, como ha sido mencionado anteriormente, la migración en el Norte Grande del país de peruanos y bolivianos ha sido explicada por diversos autores a partir de las relaciones históricas y las oportunidades laborales, produciéndose una migración circular y mayor intensidad de las relaciones transnacionales (Garcés et al., 2016; Lube-Guizardi y Garcés, 2013, 2014; Soto-Alvarado, 2020; Tapia, 2015).
Chile recibe tanto migración calificada como de baja calificación, tendencias manifestadas en otros países de la región. Este hecho es explicado por la teoría del mercado de trabajo dual o segmentado (Dickens y Lang, 1988; Piore, 1979) y se da también en muchos otros países de inmigración, particularmente en regiones de nueva inmigración como Asia oriental y el sur de Europa (Aysa-Lastra y Cachón, 2015; Baldwin-Edwards y Arango, 1999; Cachón, 1997; Domingo y Gil-Alonso, 2007; Fielding, 2010; Gil-Alonso y Domingo, 2008; King, Lazaridis, y Tsardanidis, 2000). Sin embargo, al comparar Chile con otros países de Latinoamérica, este se encuentra dentro de los países con mayor peso relativo de migración calificada (Baeza, 2019). Los estudios sobre migración calificada en la región se han preocupado, principalmente, de la emigración hacia países del Norte global y las consecuencias para los países emisores de población calificada. Las causas de la migración calificada son múltiples y variadas, por ello deben considerarse las especificidades de cada país, así como las redes o vínculos que se establecen entre migrantes y su comunidad de origen (Pellegrino y Martínez, 2001). Bermúdez (2015) plantea que se pueden diferenciar cinco escenarios migratorios de población calificada: aquellos vinculados a programas de recepción de mano obra calificada en países desarrollados; quienes emigran presionados por las condiciones laborales insuficientes en sus países de origen; los asociados a empresas internacionales; los refugiados políticos; y finalmente, quienes migran por motivos educacionales. Cada escenario incide en las oportunidades y condiciones de incorporación en el destino migratorio.
La migración calificada Sur-Sur ha sido menos explorada; sin embargo, estudios recientes señalan que en el caso de la migración calificada de latinoamericanos hacia Chile, no todos logran un trabajo acorde a su nivel de calificación, sino que una porción obtiene trabajos en el mercado laboral secundario, que ofrece empleos de menor calificación, existiendo una subutilización de sus capacidades (González, Canales, Cruz y Ocampo, 2017; Soto-Alvarado, Gil-Alonso y Pujadas-Rúbies, 2019). Por el contrario, la migración calificada Norte-Sur tiene mayores posibilidades de insertarse en trabajos acorde a su nivel de calificación, como se señala en un estudio de migración de españoles hacia Chile (Rodríguez, Romero, y Hidalgo, 2015). Las motivaciones para migrar a Chile de españoles con un alto nivel de calificación están más relacionadas con la posibilidad de desarrollarse profesionalmente que con la obtención de ingresos, los que tienden a ser bajos al compararlos con el país de origen.
Marco investigativo. Análisis cualitativo
En un interesante trabajo sobre la migración mexicana en Estados Unidos, Ariza y Velasco (2015) resaltan las virtudes de un ejercicio de aproximación cualitativa para aproximarse a la complejidad que entrama el fenómeno migratorio. En su opinión, el carácter contextual y flexible de la investigación interpretativa permite avanzar en profundidad y con mayor detalle en el estudio del proceso migratorio. Así, en la interacción con los migrantes se releva su condición de actores sociales contextualmente situados.
Asumiendo esas consideraciones, este estudio se sitúa bajo las premisas de un diseño exploratorio comprensivo: su estructura procedimental se articula en la propuesta del análisis sociológico del discurso (Conde, 2010; Herzog y Ruiz, 2019), reconociendo la palabra y el relato como eventos de naturaleza dialógica y contextual, en la que se articula el sentido y el significado (Cornejo, Besoain y Mendoza, 2011).
La característica esencial del análisis sociológico del discurso (ASD) reside en su capacidad de comprender los fenómenos sociales mediante una aproximación pragmática del texto y la situación social, lo que refiere a un análisis contextual donde el sentido de los argumentos se constituyen en función de los actores que los enuncian (Alonso, Fernández e Ibañez,2016); es decir, se trata de un proceso interpretativo y relacional que captura las relaciones entre lo micro-macro de los espacios conversacionales (Conde, 2010), mediante un tránsito y conexión entre la representación social y generalización del discurso (Requena, Conde y Rodríguez, 2019).
El interés del ASD no sólo es capturar lo sentidos subjetivos de los actores sino también acceder a la matriz intersubjetiva de los actores, y con ello, acceder al significado de las acciones de los sujetos sociales situados (Ruiz y Alonso, 2019). De allí la pertinencia y el alto rendimiento que provee esta técnica para dar cuenta de los objetivos trazados.
En la fase de indagación se realizaron 28 entrevistas semiestructuradas a hombres y mujeres de origen venezolano, colombiano y español que residen actualmente en la Región de Los Lagos, Chile, y que llegaron al país a partir del año 2008. La Región de Los Lagos se encuentra en el sur de Chile a 1 000 km de distancia de la capital del país, tiene una población de 828 708 habitantes y entre el 2002 y 2017 la población nacida en el extranjero tuvo un crecimiento relativo del 70.2 por ciento. El estudio se realizó en esta región debido a su reciente incorporación como destino de migrantes internacionales no fronterizos, al igual que las demás regiones del sur de Chile. El periodo de aplicación de las entrevistas se realizó entre la segunda parte del año 2017 y los primeros meses del año 2018. Los criterios para situar la observación en estos colectivos fueron varios: primero, porque en ellos está representada la migración Sur-Sur (colombianos y venezolanos) y la migración Norte-Sur (españoles), esta última migración ha sido menos explorada en los estudios regionales; y también porque colombianos y venezolanos son dos poblaciones que han aumentado sus flujos hacia al país recientemente, mientras que en el caso de los españoles, es la población inmigrante del Norte Global con mayor representación.
Las entrevistas se desarrollaron con base en tres grandes temas: los motivos para migrar y la elección del destino migratorio, la llegada e instalación en el lugar de destino, y sus proyecciones de futuro. Este artículo analiza específicamente los motivos de la migración y de la decisión sobre del destino migratorio. Como categorías de análisis de los resultados se tomaron las siguientes cuatro: el país de origen del inmigrante y la posición de dicho país en el sistema-mundo (Wallerstein, 2006), como país del centro (Norte) o de la periferia (Sur), el nivel de calificación del migrante, la existencia o no de redes migratorias como elementos de apoyo a la llegada, establecimiento y promoción laboral y social del migrante, y las causas o detonantes de su decisión de migrar.
La reducción analítica puso el foco en la interpretación de las narrativas de los entrevistados considerando el contexto social y la historia en el cual se producen los discursos. Desde este enfoque se plantea que, en gran parte, los discursos se producen y se comparten socialmente, y que estos son afectados por el entorno histórico-social de los sujetos en cuestión. Así, al hablar los sujetos son portadores del hacer y del habla de la sociedad (Conde, 2010).
Para un primer análisis se utilizó el software Atlas.ti, con el cual se realizó una reducción analítica del texto en el cual se identificaron 299 referencias que fueron agrupadas en 13 condensaciones discursivas. Sobre esta base y la lectura global del texto, se identificaron posiciones discursivas, así como las configuraciones narrativas básicas que organizan los discursos.
Resultados: los discursos sobre la decisión de migrar
El resultado del proceso analítico logró distinguir cuatro posiciones discursivas presentes en los tres colectivos (ver Tabla 1). En primer lugar, se ordenaron en función de si se trata de una migración Sur-Sur (entre países en desarrollo, como es el caso de las migraciones entre Venezuela y Chile, y entre Colombia y Chile), o una migración Norte-Sur (con origen en un país desarrollado, como España, y destino en un país en desarrollo, como Chile). Posteriormente, se tomó el nivel de calificación de los entrevistados como un factor que también incide en la elaboración de discursos sobre la decisión migratoria. En cada una de las narrativas identificadas surge una particular forma de elaborar los motivos y los factores que se consideraron para tomar la decisión de migrar y elegir el destino. Cabe señalar que la posición discursiva que emerge de los entrevistados venezolanos es excepcional, pues se reconoce como una migración forzada, en la que características como el nivel de calificación no son relevantes en las particularidades del proceso migratorio.
Migración Sur-Sur | Migración Norte-Sur | |||
---|---|---|---|---|
Venezolanos | Colombianos | Colombianos | Españoles | |
Posición discursiva | Migración forzada | Migración laboral tradicional | Migración por crecimiento profesional | Migración por realización profesional |
Motivo de la migración | Centrada en la expulsión | Centrada en la búsqueda de mejores oportunidades | Centrada en el crecimiento personaly profesional | Centrada en la realización personaly profesional |
Estrategia de migración | De grupo- familiar | De grupo-familiar | Individual | Individual |
Elección del destino | Determinado por elementos macro y micro políticos y económicos | Determinado por elementos macro y microeconómicos | Determinado por elementos macro y microeconómicos | Decisión determinadapor factores micro |
Redes migratorias | Cadenas migratorias formales einformales | Cadenas migratorias difusas o incipientes | Redes primarias o secundarias | Redes primarias o secundarias |
Fuente: Adaptado de Soto-Alvarado (2018, p.158).
En el análisis se identificaron cuatro configuraciones narrativas de las posiciones discursivas, que corresponden a condensaciones discursivas que contribuyen a explicar la migración, identificadas como: motivación, que identifica los factores que llevan a tomar la decisión de migrar; estrategia personal o familiar, en la que se identifica si la decisión de migrar corresponde a una estrategia grupal o individual; elección del destino, donde identifica los factores que inciden en elegir el país de destino y por último, redes migratorias, que da cuenta de la existencia y tipo de redes migratorias previas a la migración que puedan haber incidido en la decisión y elección del destino migratorio.
Migración venezolana: forzada
Uno siente que hay como un deadline, una línea roja.
Para las personas venezolanas entrevistadas, la decisión de migrar se produce en un contexto de presión social, política y económica y por lo tanto, es experimentada como una situación de expulsión o desplazamiento que se puede calificar como “forzado” (Acosta, Blouin y Feline, 2019; Caritas de Venezuela, 2018; Declaración de Quito sobre Movilidad Humana de Ciudadanos Venezolanos en la Región, Ecuador, 4 septiembre 2018; Human Rights Watch, 2018). Aunque la definición más estricta de migración forzada tiene relación con la categoría de refugiado (Guerrero, 2015; Pérez, 2003), la mayoría de los ciudadanos venezolanos que han llegado a Chile viven una situación compleja en cuanto a su calidad migratoria (Plataforma de Coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela - R4V, 2020). Las solicitudes de refugio migratorio de este colectivo son una proporción muy baja -según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR, 2021), son algo más de 18 000 refugiados reconocidos procedentes de Venezuela, respecto a unos 6 millones de personas refugiadas y migrantes de Venezuela en todo el mundo-, y dado que con el desplazamiento obligado por razones políticas se enlazan motivos económicos, éste tiende a ser considerado como migración laboral.
En este análisis se emplea la categoría de “forzada” para la migración venezolana porque se anteponen los factores de expulsión de Venezuela por sobre de los de atracción de Chile. Esta categoría encuentra su correlato con el análisis que realiza Sassen (2016) sobre migraciones emergentes, en el que señala existen flujos migratorios de personas desplazadas producto de las condiciones extremas en su lugar de origen, aunque no sean reconocidas como refugiados por los sistemas formales. En estas situaciones es difícil establecer una distinción entre la migración puramente por motivos de persecución y la que se produce por la pérdida de las seguridades ontológicas (Castles, 2003, p.5).
Las narrativas de los entrevistados venezolanos expresan la necesidad de emigrar producto de la crisis política, social y económica que se vive en Venezuela, que se ha agravado desde el año 2015. Considerando el contexto venezolano, el nivel educacional no es relevante para explicar la decisión migratoria, pues los discursos señalan que los factores que impulsan esta migración son transversales, por una parte, la inseguridad producto de la violencia y la inseguridad pública, y por otra parte, la compleja situación de la economía del país.
La severa inflación económica en Venezuela y sus consecuencias en la cobertura de las necesidades básicas son argumentos explicativos de la emigración, que se encuentran presentes en los discursos de los entrevistados.
[…] La moneda y con ello el salario van perdiendo su poder adquisitivo, ¿no? Por ejemplo, en estos momentos el salario de un profesor titular no supera los 5 dólares al mes, entonces realmente es imposible vivir; en qué momento uno siente que hay como un deadline, una línea roja (Entrevistado 29, comunicación personal, 5 de abril de 2018).
Así también, otra fracción discursiva señala que uno de los principales motivos para emigrar se debe a la inseguridad pública, producto de la delincuencia y violencia:
[…] después intenté irme caminando y fue cuando intentaron asaltarme, entonces yo dije: no me puedo ir en este caso ni con mi auto, porque me lo van a quitar, y tampoco me puedo ir caminando; entonces fue más que todo, seguridad. Yo sentía […] o sea, inseguridad, que en cualquier momento me podía pasar algo (Entrevistado 7, comunicación personal, 20 de noviembre de 2017).
Las entrevistas muestran que, aunque la decisión de salir del país sea un proceso individual, en mayor parte de los casos el planeamiento y la preparación de la partida se realizan con apoyo de familiares y/o amigos. Uno de los primeros obstáculos que enfrentan quienes ya han decidido salir del país -descrito en la mayoría de los relatos de los entrevistados- es la devaluación de la moneda nacional, el bolívar venezolano, por lo que para costear un pasaje deben solicitar préstamos a conocidos o vender bienes. Además, no hay disponibilidad de dólares en casas de cambio establecidas formalmente, lo que obliga a adquirirlos en el mercado negro pagando un valor de cambio más alto que el estipulado. Como resultado, costear un viaje en avión es demasiado caro, lo que ha obligado a muchos migrantes venezolanos a emprender el viaje a Chile por la vía terrestre, en un trayecto de 9 a 12 días de duración.
Las entrevistas también muestran que las redes sociales primarias juegan un papel fundamental en cuanto a costear el viaje e ingreso al nuevo país, facilitando el objetivo de migrar a partir de los “auspicios económicos” (Gurak y Caces, 1992).
Y bueno, [...] hablé con mi abuelo para ver principalmente si me podía ayudar, aparte de lo que yo ya tenía reunido, otra ayudita, este… [...], mi papá también me ayudó, y bueno, más con lo que yo tenía ahorrado... (Entrevistado 3, comunicación personal, 7 de noviembre de 2017).
El destino migratorio es elegido considerando elementos de orden macro y micro de los ámbitos económico, político y social de los posibles destinos migratorios, que son evaluados por los potenciales migrantes y que restringen las posibilidades de destino. Respecto a los elementos macro, estos tienen relación, en primer lugar, con las disposiciones migratorias en determinados países, y en segundo lugar, con la situación económica y de desarrollo del país. Las restricciones migratorias impuestas por países que han sido destinos tradicionales, como Estados Unidos, o España, en Europa, así como la crisis económica del 2008, han reducido la posibilidad de considerarlos como un destino migratorio, pese a que mantienen un relativo atractivo migratorio. En este escenario, se vuelca la mirada hacia países de la misma región, principalmente hacia aquellos con los que existe algún tratado o vínculo que brinde facilidades para ingresar y trabajar, como el acuerdo del Mercado Común del Sur (Mercosur)6. A partir del segundo semestre del 2019 estas facilidades de ingreso se modificaron con la entrada en vigor de un decreto nacional que solicita a ciudadanos venezolanos visa consular de turismo para ingresar al país.
Porque tenía el mayor crecimiento económico en Latinoamérica, nosotros somos profesionales los dos. Este… [...], lo que pasa es que Chile también te da facilidades a nivel de trabajos migratorios. Aquí no piden antecedentes [laborales], con el título para nosotros fue muy fácil (Entrevistada 15, comunicación personal, 11 de diciembre de 2017).
Por otro lado, los factores micro que suelen ser considerados por los potenciales migrantes para la elección del destino, son la existencia de redes sociales en el país, en este caso Chile, y los recursos económicos de los que disponen para viajar, vinculados con el costo del viaje. Las redes creadas entre origen y destino cumplen una función facilitadora del proceso migratorio, disminuyendo los costos de la migración y contribuyen además a una inserción laboral más rápida en el destino (Gurak y Caces, 1992).
Los discursos relativos a la elección de Chile como destino se dividen entre los que enlazan los elementos de orden macro y micro para tomar una decisión y, por otro lado, aquellos discursos que sólo consideran la existencia de redes migratorias en el país como el principal elemento para la elección:
Tenía otras posibilidades, creo que fue más que todo por miedo, yo tengo visa, pude irme a Estados Unidos, pero como no tenía nadie que me recibiera allá, también muchos amigos me cerraron las puertas, que eran amigos, amigo de infancia. … Y Chile era la segunda opción, y era Chile, Santiago, cuando Raúl me contacta, me dice que Armando está aquí, eh […] (Entrevistado 16, comunicación personal, 12 de diciembre de 2017).
Migración de colombianos no calificados: laboral tradicional
De pronto, llegar a un futuro mejor.
Los discursos de los migrantes colombianos son los que se ajustan de manera más fiel a los enfoques clásicos de las teorías migratorias que explican la migración laboral internacional. Los migrantes suelen manifestar que la decisión de salir del país obedece, principalmente, a motivos económicos, relacionados con la búsqueda de mejores oportunidades laborales, a fin de conseguir ingresos económicos mejores que en el lugar de origen.
En esta posición discursiva se manifiestan las desigualdades estructurales del país de origen percibidas por los entrevistados, tales como las desigualdades en la distribución de los ingresos, en las oportunidades laborales y en el trato:
Lo que pasa es que la cuestión es que en Colombia sí puede que haya mucho trabajo porque hay muchas constructoras y todo eso, pero en Colombia el salario mínimo es muy bajo en comparación de la canasta familiar mensual, entonces con lo que uno gana, con un salario mínimo, usted no cubre todos sus gastos (Entrevistado 26, comunicación personal, 14 de abril de 2018).
Lo que pasa es que las grandes empresas se comen a las pequeñas y […] como siempre, los que tienen más, ganan; los políticos tienen sus constructoras y todos los contratos son para ellos, y a usted como empleado le quieren dar “trabaje por esto”, y usted por necesidad tiene que trabajar por eso (Entrevistado 28, comunicación personal, 4 de abril de 2018).
La migración está motivada por la percepción de las limitaciones del sistema económico del país de origen, que se expresan en desigualdad de acceso al trabajo y en las remuneraciones. En esta posición discursiva la migración es un proyecto que busca beneficiar al grupo familiar completo y no solamente a quien emigra. La posibilidad de generar mayores ingresos para enviar remesas mensuales se acompaña de la expectativa de poder ahorrar para futuros proyectos en su país de origen.
Nosotros en sí trabajito nunca nos faltó, poquito, mucho, ya sí, al menos para la comidita se hacía ya, pero de ahí no pasábamos. Y la idea de pronto de venirnos para acá es para ver, de pronto, llegar a un futuro mejor, conseguir cositas, propiedad, cualquier cosita que uno se haga de más… (Entrevistado 26, comunicación personal, 4 de abril de 2018).
Junto con ello, la percepción de que familias del mismo barrio o pueblo que tienen algún miembro residiendo en Chile han mejorado su calidad de vida respecto a la propia -privación relativa- es otro factor considerado en la decisión migratoria:
[…] En el pueblo todo el que se venía para Chile hablaba muy bien y que les cambiaba un poquito la vida (Entrevistado 27, comunicación personal, 4 de abril de 2018).
En esta posición discursiva, la elección del destino migratorio está definida principalmente por dos factores: la existencia de redes migratorias que tienden un puente con el lugar de destino y el favorable valor de cambio de las monedas entre ambos países. Respecto a las redes migratorias, existen lazos que han surgido de la contratación de trabajadores extranjeros (Sassen, 2007) a partir de contrataciones directas que realizan empresas chilenas, o a través de redes de parentesco o conocidos. Contar con una oferta de trabajo previo a la migración les permite reducir el riesgo migratorio en cuanto a la inserción laboral y la obtención del permiso de residencia legal en el país. Por otro lado, las redes con que cuentan en Chile, les permiten minimizar costos de mantención, pues generalmente al llegar al país se alojan en la vivienda de algún familiar o conocido.
Un primo que estaba en Santiago trabaja con una persona que […]. Él trabaja [en] polarizado y nosotros trabajamos [en] construcción. Y el jefe de él iba a construir una casa, entonces me recomendó y me dijo que claro que viniera; claro, yo llegué con trabajo (Entrevistado 28, comunicación personal, 4 de abril de 2018).
Además, se han establecido cadenas migratorias desde algunas localidades de Colombia, como es el caso del municipio de Quimbaya, y en Chile, lo cual obviamente influye directamente en la elección de este país como destino migratorio. En este sentido, un potencial migrante puede no tener una red de apoyo directo (familiares o amigos) en Chile, pero tener conocimiento de que existen estas cadenas migratorias “locales”, y que encontrará a muchos paisanos residiendo allá, lo que da mucha seguridad al migrante de cara a su establecimiento en el lugar de destino.
De pronto, por la facilidad que muchas personas están viajando para acá, entonces […]. Porque mi papá y mi mamá están en Londres, Inglaterra. Nunca viajé porque hay mucho requisito, mucho inconveniente para poder llegar […] (Entrevistado 25, comunicación personal, 4 de abril de 2018).
Sobre la conveniencia del cambio de moneda chilena a moneda colombiana, los relatos indican que la relación de cambio es de 1 a 4, lo que genera un beneficio extra al enviar remesas a familiares en Colombia. Hay quienes lo plantean como “el negocio del extranjero”. La favorable relación del valor de cambio de las monedas coloca a Chile como destino preferido entre los países de la región, y al mismo tiempo es un incentivo para proyectarse en él, al menos durante un tiempo.
Ese es el negocio del extranjero, esa es la motivación más grande que tiene el extranjero de estar acá. Es como cualquier sudamericano que quiera estar en Estados Unidos, o hace unos años atrás en España, ¿ves? Que tú puedes ganar poco, pero te servía porque al hacer cambio a tu país allá es mucho, mucho; se cuadruplica (Entrevistado 12, comunicación personal, 1 de diciembre de 2017).
Migración de colombianos calificados: crecimiento profesional
Tenía una muy buena situación en Colombia, [pero]
consideré que ya no crecía como más.
Esta posición discursiva corresponde a la migración laboral calificada Sur-Sur. En Chile no se ha investigado mucho sobre este tipo de migración, y los estudios realizados se han enfocado, en su mayoría, en migración calificada Norte-Sur, y en la emigración altamente calificada Sur-Norte, lo que se ha denominado fuga de cerebros. El análisis que se realiza en esta investigación es un primer paso para comprender la migración calificada Sur-Sur.
En esta posición discursiva se encuentran profesionales jóvenes de no más de 35 años, entre los que destacan profesionales del área de la salud, preferentemente solteros y solteras, que han comenzado su vida laboral recientemente. En este grupo las diferencias salariales o de empleabilidad no se encuentran dentro de los discursos sobre el motivo de la migración, por el contrario, ser argumenta haber tenido un buen trabajo y estar situado dentro de los estratos medios y/o superiores, por lo que los detonantes de la migración tienen relación con la necesidad de crecimiento profesional. Sin embargo, se identifican elementos relacionados con la privación relativa de los entrevistados en esta posición. En este aspecto, Portes (2007) plantea que:
Una perspectiva afín a la nueva economía de la migración enfatiza la privación relativa de los profesionistas que aspiran a migrar en relación con dos grupos de referencia: los profesionistas que en el país de origen están bien ubicados y los profesionistas en el extranjero con entrenamientos similares (Portes, 2007, p.30).
En cuanto al primer grupo de referencia, la migración se produciría cuando los profesionales no logran una posición laboral y social similar a la que tienen sus pares exitosos en su propio país. Mientras que en el segundo grupo de referencia, se compara el acceso a la formación y el desarrollo profesional para la misma profesión en otros países distintos, y que no está disponible en su país de origen, o bien que tienen notables diferencias salariales.
Se identificaron dos fracciones discursivas que plantean diversos motivos que estarían presentes para tomar la decisión de migrar. Una de ellas elabora un discurso en el que la migración está motivada por el interés de lograr metas profesionales, asociado a desarrollarse profesionalmente, y que consideran que las fronteras no son un obstáculo para ello:
Yo en Cali tengo una clínica dental, también y soy muy […] me gusta mucho las metas, los retos y estar activa siempre […]. Consideraba yo -cuando me vine yo tenía una muy buena situación en Colombia-, consideré que no crecía como más, ya había cumplido mi cuota, entonces dije: quiero irme para otro país a montar [una] clínica dental […] (Entrevistada 8, comunicación personal, 24 de noviembre de 2017).
La otra fracción discursiva es similar en cuanto a que la migración es una forma de lograr metas profesionales, pero no se centra en conseguir un puesto de trabajo y remuneración acorde a su nivel de calificación, si este no está vinculado con la continuación de estudios o adquirir más capacitación en el ámbito profesional.
Yo vivía bien con mi trabajo en Colombia, no era que me faltara o que la inseguridad me molestara, como mucha gente dice que se viene por inseguridad, o se viene por plata; no, yo lo que quería era estudiar porque en Colombia la oportunidad de hacer una especialización en el área médica es muy corta, es muy poca, son muy pocos los cupos (Entrevistada 14, comunicación personal, 9 de diciembre de 2017).
La privación relativa en esta fracción discursiva se produce debido a las condiciones y las oportunidades de estudios para el desarrollo profesional. Referido a esto, Portes (2007) señala que la formación y especialización profesional en áreas determinadas pueden ser muy diferentes entre países considerados como del centro y de la periferia. En este caso habría diferencias de acceso a especialización entre uno y otro país. Aunado a ello, los discursos ejemplifican desigualdades estructurales:
Allá funciona mucho un “pituto”;7 es autofinanciada, es muy caro. Es casi igual el costo que en Chile, que si uno hiciera una en Chile […] la carga laboral es el triple de la que es acá, entonces al final como que me iba bien, pero al final no salía [la especialización] (Entrevistada 14, comunicación personal, 9 de diciembre de 2017).
En esta posición discursiva, la decisión de migrar es tomada individualmente, y en general, no recurren a sus redes para financiar el proyecto migratorio.
Este grupo considera a otros países de la misma región como un destino migratorio, donde existirían facilidades para realizar especializaciones profesionales, la inserción laboral, así como la mantención de su estatus profesional a fin de lograr las metas planteadas. En esta posición discursiva, los países extrarregionales atractivos para la migración laboral tradicional no se encuentran dentro de las expectativas de este grupo, principalmente porque la mayor parte de los trabajos disponibles son de baja calificación, lo que va en desmedro del crecimiento profesional y también significa una pérdida de la posición social adquirida.
Al igual que en las posiciones discursivas anteriores, en algunos casos existen redes sociales en el lugar de destino que cumplen un papel de promotoras de la migración, más que brindar soporte económico para la migración.
Tenía acá un amigo de la universidad en Chile que también estudiaba, y él me decía “no, mira, aquí yo hice tres años en el servicio público y con eso ya sacas puntos y puedes hacer una especialización” […] (Entrevistada 14, comunicación personal, 9 de diciembre de 2017).
Si bien en esta posición discursiva los relatos son más diversos en cuanto a la existencia de redes en el lugar de destino y la existencia de trabajo previo al desplazamiento, todas las fracciones discursivas plantean que el motor principal de la migración es el crecimiento profesional.
Migración de españoles: realización profesional
Lo único malo es que yo eché una carrera y un máster, y estaba trabajando de medio tiempo y de vendedor.
Este colectivo de migrantes está representado principalmente por jóvenes profesionales, hombres y mujeres, con y sin pareja, con más de 16 años de escolaridad; es decir, personas que se ajustan a la tipología de migración calificada Norte-Sur. La decisión de migrar es tomada individualmente y se asocia al ciclo de vida en que se encuentran, donde uno de los objetivos es la emancipación de sus padres (Rodríguez et al., 2015).
El motivo principal para decidir migrar fuera de su país es obtener trabajos acordes con el nivel de calificación con que cuentan, lo que está relacionado con su necesidad de realización profesional. Esto debido a que en España sólo han logrado obtener empleos precarios que no tienen relación con su profesión. No aparece dentro de los relatos el motivo económico referido a ganar más dinero o poder ahorrar como motivación de la migración, pero tampoco la obtención de una mejor calidad de vida.
Pues ese año [2012] había estado haciendo un magíster en Barcelona, de hecho, había terminado mi magíster y me pasé un año y medio buscando trabajo allá en España y no hubo manera; bueno, sí, de trabajos que no tienen nada que ver con lo mío. Bueno, pues ahí tuve que tomar una decisión, o […] irme y hacer experiencia en otro lado o quedarme allá y trabajar en pizzería, ¿sabes? (Entrevistada 18, comunicación personal, 24 de enero de 2018).
Me sentía súper cómodo porque mi ambiente de trabajo era súper bueno, la gente súper amistosa, el jefe era buen jefe, lo único malo es que yo eché una carrera y un máster y […] estaba trabajando de medio tiempo y de vendedor (Entrevistado 24, comunicación personal, 22 de marzo de 2018).
Existe un discurso compartido sobre la limitación de las oportunidades laborales en España, como producto de la crisis económica del 2008, y como esto ha impactado en los profesionales jóvenes que han quedado excluidos del ámbito laboral profesional.
En esta posición discursiva la elección de Chile como destino migratorio está relacionada con la posibilidad de conseguir un empleo en el área de especialización profesional, y no con la obtención de salarios más altos que en España. En algunos casos, la existencia de redes sociales facilita este propósito. La posibilidad de emigrar a otros países europeos que presentan más facilidades migratorias en cuanto miembros de la UE y la cercanía, y que además son el destino recurrente de migrantes españoles (Domingo y Sabater, 2013), no es una opción para este grupo estudiado, que tiene como objetivo el desarrollo profesional y personal, puesto que una porción de migrantes sólo logra empleos de baja calificación y con condiciones precarias de contratación.
Pero había dos temas [sobre Alemania]. Uno, que la experiencia que tenían mis amigos allí de momento era no muy grata; o sea, esos que te comentaba en Alemania estaban teniendo como…, inicialmente, bastantes problemas, casi todos dormían en el trabajo; y bueno, sobre todo, el principal problema era el idioma, la barrera (Entrevistado 19, comunicación personal, 24 de enero de 2018).
Rodríguez, Romero y Hidalgo (2015) explican que, respecto a la migración hacia Chile, “no parecen ser ni las diferencias salariales ni las diferencias en los niveles de ingresos entre España y Chile las que explican los flujos migratorios, sino las oportunidades de promoción social y económica que ofrece Chile” (Rodríguez et al., 2015, p.118); a lo anterior, se suma la expectativa de ganar experiencia profesional.
Por otra parte, las redes migratorias que vinculan a estos dos países aumentan la posibilidad de que Chile sea elegido como destino migratorio. Estas redes migratorias son diversas en cuanto a la intensidad del lazo y al rol que cumple en el potencial migrante. En algunos casos han servido de puente para la inserción laboral, mientras que en otros, solamente han guiado y motivado la elección del país.
Yo tenía dos excolegas de la universidad que estaban trabajando aquí en el sur, entonces me habían hablado de que en Chile aquí […] …me dijo: “Nuria, aquí hay pega, trabajo. Hay trabajo, no es un súper trabajo, pero es de lo nuestro y nuestra carrera es una carrera que no existe en Chile…” (Entrevistada 18, comunicación personal, 24 de enero de 2018).
Conclusiones
Preguntarse por las razones que subyacen a la toma de decisiones a la hora de migrar implica, en términos sociológicos, indagar en el repertorio de sentido de un fenómeno social altamente complejo. Se asume que a través de este análisis ha habido una aproximación a la comprensión del proceso migratorio. La indagación en la subjetividad y la experiencia de los sujetos migrantes ha permitido configurar un marco analítico referencial de los motivos que explican la llegada a Chile de los colectivos estudiados.
En un sentido, el trabajo observa experiencias que sintetizan y expresan a su vez todas las condiciones que explican las situaciones migratorias referidas en los enfoques teóricos. En ese marco se reafirma que los desplazamientos de población no pueden situarse en ningún modo en modelos conceptuales que reafirmen la centralidad de la variable económica. Si bien esta se encuentra presente, el valor que aporta a una explicación comprensiva del fenómeno debe ser matizada con otros elementos como la situación político social de los países expulsores y, sobre todo, a los proyectos e inquietudes personales, que están por sobre la dimensión económica.
Esquemáticamente, los resultados distinguen cuatro posiciones discursivas en los tres colectivos estudiados, que se construyen desde el contexto local o país y su relación con el contexto global, y desde la posición social en la que se encuentran los migrantes.
Así, los discursos que se distinguen se han identificado como migración forzada en el caso del colectivo venezolano, migración laboral tradicional para los migrantes colombianos con nivel de calificación bajo, y migración basada en el crecimiento profesional en el caso de los colombianos altamente calificados, y finalmente, en la migración por la búsqueda de la realización profesional en el colectivo español. En este último colectivo, subyace como causa de la decisión de migrar la crisis económica del 2008 y el impacto que tuvo ésta en el mercado laboral español. En cada posición discursiva, los recursos para lograr la migración y las condiciones en que esta se produce son distintos, por lo que las condiciones de vulnerabilidad vividas también son diferentes. En este caso, los colectivos de mayor vulnerabilidad son venezolanos y colombianos con bajo nivel de calificación, situación que se manifiesta desde el inicio del proceso migratorio, con la realización de traslados riesgosos y sin certeza de poder entrar en el país de destino. Esta misma condición se expresa posteriormente en la obtención de empleos y en el mayor riesgo de fracaso del proyecto migratorio.
En todas las posiciones discursivas se identifica la existencia de redes sociales en los entrevistados y como éstas han incidido en la motivación y la decisión de migrar; sin embargo, el tipo de redes y el nivel de colaboración que prestan es variado. En el caso de la migración forzada y de la migración laboral tradicional, las redes son parte fundamental para el logro de la migración, desde la colaboración monetaria, para la recepción en el lugar de destino y para la obtención de vínculos para obtener empleos; mientras que en la migración por crecimiento profesional y la migración por realización profesional, las redes sociales son menos relevantes, pues no brindan un soporte económico, sino que están orientadas a establecer un vínculo con el país de destino.
La elección del destino migratorio, en este caso Chile, considera factores de orden macro y de orden micro en la decisión. Respecto a los factores de orden macro, la crisis económica del 2008, que reconfigura los destinos migratorios tradicionales de España y Estados Unidos de la población colombiana y venezolana, ha cambiado la mirada hacia países de la misma región; en ello consideran las condiciones económicas del país de destino y su comparación con las condiciones del país de origen, comparación en la que Chile tiene una imagen país positiva, en el contexto de la migración regional. Por otro lado, las facilidades migratorias y la relación de cambio del valor de la moneda entre país de origen y país de destino, son elementos que se consideran en la migración de venezolanos y colombianos. Además, existen acuerdos políticos y económicos entre Chile, Colombia y Venezuela que facilitan la inmigración al país, por lo que las trabas migratorias son mínimas.
Para el colectivo español, que presenta el discurso de realización personal -y para los colombianos calificados, que priorizan el desarrollo profesional-, pesan más los factores micro para tomar de decisión de migrar. Así, la elección de Chile está mediada por la posibilidad de hacer uso del capital cultural acumulado y de desarrollarse profesionalmente. Esta motivación se contradice con la elección de países europeos que son destinos migratorios para españoles, como Alemania o Reino Unido, donde son escasas las posibilidades de desarrollo profesional y en algunos casos existe una precarización de la calidad de vida de los jóvenes españoles migrantes (Rodríguez et al., 2015; Rubio y Bellet, 2018). Respecto de los factores micro, son las redes sociales las que influyen en el destino migratorio, de la misma forma en que inciden en la decisión de migrar, tal como se mencionó anteriormente, ya que la elección está mediada por las referencias que pueda otorgar un familiar, amigo o conocido lejano, hasta el soporte y apoyo que puedan recibir en el periodo de instalación en el país de destino.
Finalmente, cabe destacar que estudiar los discursos de los miembros de distintos colectivos sobre sus motivos para migrar, permite comprender que se trata de situaciones complejas y heterogéneas, con particularidades para cada grupo, y por lo tanto, las expectativas que tendrán en el país de destino como parte de su proyecto migratorio, así como los riesgos y vulnerabilidades de cada grupo. Más allá de esas diferencias, se infiere de los discursos que la migración siempre es la búsqueda de un mejor bienestar, ya sea en su dimensión material o simbólica.