El verbo dar tiene entre sus significados el de transferencia1, esto es, la posibilidad de predicar la acción de un agente, el donante, por la que un objeto, la cosa, se transfiere desde su dominio de posesión y control hasta el dominio de posesión y control de otra entidad, el receptor, según se ilustra en (1):
(1)
Doña Paula les daba comida a los niños de la calle por caridad (Foro de Internet, 2-VI-2004).
Repartíamos dulces y dábamos pequeños regalos a los vecinos en Navidad (Foro de Internet, 5-IX-2006).
el tío Marcelo me dio el dinero (CREA, 1985).
Y me vio Miguel Mihura... Y le hizo gracia la voz gangosa... y me dio un papelito... y luego otro (CREA, 1995).
Los ejemplos anteriores corresponden a la representación prototípica de dar. Se trata del significado que los hablantes de español reconocen como primera opción si se les interroga acerca del significado y uso del verbo sin mayor contexto. Sin embargo, este verbo ofrece una gran variedad de construcciones en las que el sentido básico de transferencia que hemos ilustrado antes se diluye parcial o totalmente2. Algunos de estos usos extendidos se ilustran en (2):
(2)
Recuerdo cuando vivía de pequeño en un pueblo de montaña que teníamos una (planta) en el campo que daba flores violetas y la llamábamos grasilla (Todoexpertos, revista virtual de jardinería, 02-II-2011).
Pitbull le dio con todo a un fanático. El rapero lo pateó y golpeó en la tarima y nunca dejó de cantar (Últimas Noticias, periódico virtual, 26-VIII-2011).
La Fábrica de Tabacos de Madrid es un edificio ubicado en Madrid (España), cuya fachada principal da a la calle de Embajadores, 53. Otra de sus fachadas da a la glorieta de Embajadores (Wikipedia, enciclopedia virtual, 30-IX-2011).
El verbo dar -o su equivalente en otras lenguas- ha despertado gran interés entre los estudiosos por ser considerado, por una parte, el verbo ditransitivo prototípico3 y constituir, simultáneamente, la base para la formación de gran cantidad de extensiones semánticas4. Se ha dicho que dar es un verbo semánticamente cuasi-vacío, cuyo significado básico, altamente esquemático, se reduce a poner en relación un donante, una cosa y un receptor5.
Los diferentes aspectos de la experiencia fundamental que encarna el verbo dar, con tres actantes que interactúan en modos intrincados, motivan las diferentes extensiones de significado y la amplia variedad de usos no literales del verbo. J. Newman6, con una perspectiva cognoscitivista, sostiene que el significado del verbo, aunque ciertamente esquemático, es complejo, pues el acto de transferencia encarna una experiencia humana primaria, con una rica estructura interna7.
La versatilidad semántica de dar en las lenguas, patente en ejemplos como los ofrecidos en (2), se desprende de la puesta en juego de componentes y nociones inherentes al sentido básico de dar8. El significado de transferencia es complejo, porque involucra tres entidades -donante, tema y receptor- de cuya interacción se desprenden importantes distinciones según se activan distintos dominios como el espacio-temporal, el de control, el de dinámica de fuerzas, el de interés humano y afectación, etcétera9.
En este trabajo analizaremos sincrónicamente tres extensiones construccionales, que se desprenden de la estructura de base de transferencia, a las que llamaremos construcción de emergencia biológica, construcción de emergencia espontánea y construcción de emergencia natural, que se ilustran respectivamente en (3a, b, c)10:
(3)
Perdido definitivamente ya el sentido de lo mágico enraizado en la naturaleza, la lógica se ha instalado en tal medida en nuestras mentes que no podemos comprender, por ejemplo, que si una vaca no da leche puede deberse, como en el cuento celta, a que ha sido ordeñada por una bruja que tenía figura de liebre (CREA, 1991).
Primero Dios el año próximo, si se da buena la cosecha, eso dice tu tío (CREA, 1999).
es un lúcido orador y se le da bien posar para las fotos (CREA, 2003).
Partimos del presupuesto compartido en aproximaciones cognoscitivas de que una construcción es la combinación de unidades sintáctico-semánticas que conforman una unidad significativa, de tal suerte que un cambio en la forma sintáctica siempre genera un cambio de significado11. En virtud de que existen construcciones básicas, como la de transferencia, la de cambio de estado, la de movimiento causado, etc.,12 asumimos que hay otras construcciones que pueden ser vistas como extensiones de ellas, de manera tal que pueden heredar parcialmente ciertos rasgos de la construcción de base, además de presentar características propias. En el caso de las extensiones construccionales que nos ocupan, proponemos en primera instancia que encuentran su motivación tanto en la representación esquemática del verbo dar como en el esquema de transferencia y, en segunda instancia, que las cargas de significado que contienen otras extensiones construccionales, íntimamente relacionadas con ellas, participan en la conformación de nuevas construcciones. Mostraremos que las tres construcciones que nos ocupan, aunque claramente diferenciadas, se enlazan estrechamente en una red de significados construccionales en que unas posibilitan la existencia de las otras, y que cada una de ellas constituye el núcleo de nuevas extensiones. Haremos énfasis en el hecho de que tales construcciones sintácticas son el producto de distintas relaciones metonímicas que motivan parcialmente su configuración. Langacker13 ha mostrado que la metonimia es un proceso poderoso de formación de significado no sólo en el léxico sino fundamentalmente en la estructura semántico-sintáctica. De la misma manera que sucede en el léxico, la aparición de una construcción puede estar motivada metonímicamente por la de otras formaciones sintácticas con las que comparte ciertos rasgos constitutivos. Las relaciones son metonímicas en virtud de que parte de una construcción se superpone y motiva a la de otra. En el presente trabajo mostraremos que las tres construcciones que nos ocupan responden precisamente a esa configuración.
No obstante que dar se considera un verbo triactancial, es posible que una o más de las entidades involucradas en el evento de transferencia puedan no expresarse en la oración. Así, por ejemplo, la cosa transferida puede estar léxica y sintácticamente ausente y ser inferida a partir de elementos sugeridos por el contexto, según se ilustra en (4):
(4)
La viuda siempre daba a los desprotegidos (Foro de Internet, 9-XII-2005).
Por esa razón, cada año, sin falta, daba a la Cruz Roja y a los cuerpos de rescate (Foro de Internet, 7-III-2000).
En todos estos casos aquello que se da es dinero o elementos equivalentes de consumo, como la comida y la ropa. El objeto está predeciblemente identificado, puesto que se trata de cosas básicas naturalmente asociadas con la experiencia de dar y recibir.
Puede ser también que el receptor quede implícito, como en los ejemplos de (5):
(5)
Da un buen servicio y serás recordado (Marketing y Consumo, página de Internet, 13-VII-2011).
No debemos sentirnos avergonzados si sólo podemos dar una pequeña ofrenda (Foro de Internet, 13-IV-2011).
En principio, el receptor es siempre un ser humano no identificado. Las interpretaciones alternas se dan como consecuencia de las especificaciones que pueda imponer el objeto directo. Tal es el caso de ofrenda, que se asocia particularmente con lugares vinculados a instituciones religiosas.
Por otra parte, tanto la cosa como el receptor pueden no especificarse, como sucede en (6):
(6)
Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría (Foro de Internet, 12-I-2009).
Las personas pueden dudar en dar generosamente si temen no tener lo necesario para satisfacer sus propias necesidades (Foro de Internet, 2-I-2009).
él siempre dio y no pidió nada a cambio (Foro de Internet, 18-IV-08).
En virtud de que el sujeto es humano, la primera interpretación del objeto directo no expreso es dinero o bienes que cubren necesidades inmediatas y el receptor es por defecto humano no especificado.
En español, la cosa transferida y el receptor pueden quedar implícitos y deducirse a partir de las restricciones que de suyo imponen los miembros expresos. Así, dar con sujeto humano presupone dinero, comida o ropa y un receptor humano. De ahí que de (4) a (6) la cosa transferida sea monetaria o comestible, que de (5a) a (6) el receptor sea humano: el conjunto de clientes de una empresa -dado que la publicación en la que aparece el ejemplo es sobre marketing y consumo y que en (6) es un receptor arbitrario cualquiera. Sólo en el caso de (5b), el receptor es una deidad o institución religiosa, puesto que la cosa transferida es una ofrenda. El caso de (6) corresponde a la construcción absoluta. El foco de atención está puesto en el acto mismo de dar y parece no importar ni la cosa transferida ni el receptor, elementos que evidentemente existen, aunque su mención en un contexto genérico es completamente irrelevante y fácilmente se puede reconstruir, como ya se dijo, a partir de representaciones prototípicas14.
Ahora bien, hay usos muy frecuentes en los que parece más difícil determinar si alguno o varios de los participantes ausentes está realmente implícito. Esto puede constatarse en los ejemplos de (7):
(7)
había una (planta) en el campo que daba flores violetas y la llamábamos grasilla (Todoexpertos, revista virtual de jardinería, 02-II-2011).
en los últimos dos o tres años hemos estado haciendo pruebas en toda la isla, y en toda la isla se da bien el tabaco, y buen tabaco, en todas las provincias (CORDE, 1923).
Chalán se ve de pronto envuelto en un combate de esgrima, parando mandobles con el palo de esquiar, como un Douglas Fairbanks acorralado por varios espadachines facinerosos. Descubre que se le da bien la esgrima, le desgarra el anorak Ellesse a uno, hace retroceder a los otros, siente incluso la tentación de saltar sobre una banqueta, pero no se atreve a hacerlo a causa del peso de las botas (CORDE, 1923).
Proponemos aquí que ejemplos como los de (7a), y una buena cantidad de usos asociados que discutiremos más adelante, reflejan un proceso de desemantización del verbo por el que se han atenuando los valores de transferencia, lo que ha hecho posible constituir un evento más simple en términos de número y función de actantes. La reinterpretación se da, en principio, como consecuencia de que el sujeto es un objeto de la naturaleza con capacidad energética.
Planteamos también la hipótesis de que ejemplos como los de (7a), donde se predica la emergencia de algo -las flores violetas- y no se predica ninguna otra cosa, abonan el terreno para la existencia del uso ejemplificado en (7b), que predica la emergencia espontánea de algo -el tabaco-, mediante la cancelación del sujeto temático energético, presente siempre en (7a). Esto es, (7b) es una representación parcial de (7a) -en tanto que deja fuera del perfil al sujeto temático energético, pero mantiene el significado global de emergencia de la construcción. Las dos construcciones se encuentran en una relación metonímica de la parte por el todo, donde (7a) es el todo que (7b) evoca, aun con su representación disminuida y parcial de la escena. La construcción (7a) constituye entonces “el todo” del cual la construcción (7b) es un desarrollo metonímico que retoma el significado de emergencia, pero haciéndola aparecer como completamente espontánea15.
A su vez, (7b) constituye la base para el uso ejemplificado en (7c), que predica la emergencia espontánea de algo (la capacidad en esgrima), relevante para un nuevo participante que se encuentra en relación de posesión con la cosa que emerge y se marca sintácticamente con un pronombre de dativo -le, en el ejemplo. Es decir, (7b) constituye el “todo” del cual la construcción (7c) es también un desarrollo metonímico. Sin perder el significado global de emergencia heredado de la construcción espontánea, (7c) pone en perfil nuevos elementos según añade un nuevo participante que vuelve compleja la construcción sintáctica y semánticamente16.
La construcción de emergencia biológica
La construcción a la que hemos llamado de emergencia biológica, (6a), es en nuestra hipótesis posible debido a que el verbo dar, desemantizado como evento de transferencia, posibilita dejar totalmente fuera de escena al receptor, en virtud de que no se satisface el requisito de que haya un emisor agentivo que tenga la intención de enviar algo a un receptor. La desemantización de dar obedece al hecho de que el verbo toma ahora un sujeto sí energético pero no volitivo (el campo, los árboles frutales). En análisis tradicionales, incluida la Gramática de Construcciones17, se asume un proceso de elisión del argumento receptor. En nuestra propuesta, las condiciones para que haya un receptor no se cumplen y en lugar de un proceso de elisión del receptor, lo que sucede es que la desemantización de dar con un sujeto no volitivo simplemente no licencia la realización del receptor.
Con los ejemplos de (8) añadimos mayor ilustración de la construcción de emergencia biológica de la que hablamos previamente en relación con (7a):
(8)
Una buena oveja a veces rinde siete kilos de lana, en tanto que un carnero Padre da de diez a catorce kilos (La lana y su historia, página de Internet).
El ganado “indio”, que daba buena carne, valía de 10 a 12 lempiras cada vaca (“Historia de los recursos naturales”, artículo virtual).
La búfala da leche de la que se obtienen la mantequilla, el yogur y el queso (CREA, 2001).
de la papaya se conocen 71 especies distribuidas en cuatro géneros. Cada especie da frutos de diferentes tamaños (CREA, 1998).
Y es que la tierra da fruto por sí misma: primero sale una hierba, luego la espiga (Biblegateway, página de internet).
La construcción predica la emergencia de una entidad concreta que se encuentra en relación de inherencia con la fuente -semejante a una relación de parte y todo. La fuente está construida en analogía con el donante de un evento de transferencia, pero a diferencia de un donante típico, es un donante no humano y, aunque concebido como poseedor de energía interna, carece de control sobre el proceso de “donación”. La cosa emergente se visualiza típicamente como el producto resultante de un proceso biológico (la lana del borrego, la leche de la búfala, los frutos de la planta conocida como papaya, los frutos de la tierra).
Por conocimiento cultural sabemos que dicho tipo de cosas son emergentes de productos dominantemente consumibles, de los que se espera que otra entidad se beneficie. Esa entidad beneficiaria correspondería al receptor. La escena de transferencia que subyace en esta construcción permite que, aunque no sea posible inferir un receptor a partir del contexto lingüístico, éste no esté conceptualmente desdibujado del todo. Hay un receptor esquemático en la base.
En un nivel conceptual subyacen todos los actantes. Se puede afirmar que el receptor no ha sido simplemente elidido y que permanece en la configuración de la escena. Esto se puede verificar con ejemplos en los que de manera un tanto artificiosa se puede elaborar el receptor: el ganado indio daba buena carne a los habitantes de la isla, la tierra da buenos frutos a los campesinos. Pero en (8), el receptor es de tal generalidad que nunca se especifica. Puede decirse que la construcción está hecha para presentar un evento simple por medio de una construcción de objeto efectuado en una relación de parte-todo, donde el todo es energético por cuanto tiene la capacidad de generar productos. El ejemplo (8b) es sin duda una extensión de ese patrón, por cuanto el ganado en sí no es productor activo, pero su carne se extrae de él. Se trata de una proyección metonímica que extiende un patrón de productividad sobre una relación parte-todo en la que el todo no es energético, pero la construcción impone su perfil de producción a extracción18.
Por su parte, la cosa producida se encuentra también distante de la cosa transferida de un evento prototípico de dar. Mientras que en el evento de transferencia típico la cosa transferida existe independientemente del donante, aquí, en cambio, la cosa se encuentra en una relación de inherencia con el donante, forma parte corporal del mismo, o es excretado por él.
Extensiones metafóricas de la construcción de emergencia biológica
Son muy frecuentes otros usos de dar que sin implicar procesos biológicos se construyen en analogía con éstos. Así, ciertas entidades inanimadas pueden conceptualizarse también como fuentes de propiedades, y la misma construcción de emergencia biológica es utilizada metafóricamente para expresar esa relación, según se ilustra en (9):
(9)
dimos varias vueltas, el aislamiento de la casa, que la leña, etc., al final era la estufa que no daba el calor que debía (Foro de Internet, 7-VIII-2010).
porque el incienso que se ofrendaba en el Templo Sagrado de Jerusalem tenía un componente que daba mal olor (Foro de Internet, 10-IX-2000).
Fosforescencia: es aquella propiedad que poseen los cristales tal que cuando se le aplica un rayo ultravioleta este da luz (CREA, 1992).
Gracias a la metáfora que toma como dominio fuente la construcción de emergencia biológica, la relación entre el calor y la estufa que lo emite, el olor y el incienso del que éste se desprende y la luz y el rayo ultravioleta que la produce, se concibe tan estrecha y tan natural como la que existe entre la planta y el fruto, la búfala y la leche o la borrega y la lana. Por su parte, la fuente, aunque inanimada, posee energía interna, lo mismo que el donante de la construcción de producción biológica19. La relación de dependencia entre la fuente y la cosa emitida es semejante también a la del donante y el producto en la emergencia biológica: así como la existencia de la leche depende necesariamente de la búfala, el calor no existe sin la estufa. Y aunque no hay un receptor determinable en el contexto lingüístico, sabemos que el calor que emite la estufa, el olor del incienso y la luz del rayo sólo es relevante si hay un receptor, en este caso un perceptor, que la registre a través de sus sentidos.
La multiplicación de bienes, tales como inversiones o dinero, pueden concebirse también como productos de entidades financieras. Se trata de otra metáfora muy frecuente que tiene como dominio fuente la construcción de emergencia biológica:
(10)
¿Qué cuenta de ahorro o de inversión da más rendimientos? (Foro de Internet, 18-III-2000).
“Empresa gestionada por sus trabajadores dio ganancias” (Titular de periódico virtual, 25-VIII-2009).
Yo personalmente sigo teniendo la impresión que estas colocaciones masivas entre clientes de los bancos y cajas, son una especie de merienda de negro y a más de uno le habrán colocado preferentes asegurándose que era un producto que daba un buen interés con riesgo nulo (Foro de Internet, 15-IX-2009).
Si bien la fuente carece de energía interna natural, ésta es conceptualizada como energética por cuanto involucra una actividad que genera productos. Su objeto es tan efectuado como la leche de la vaca. Si bien puede estar uno tentado a explicar estos casos en términos de una metáfora de animación, el hecho de que los bancos involucren actividad y los intereses sean producto de ella, permite sugerir que se trata de una simple elaboración del esquema básico en que el sujeto es energético y el objeto es efectuado.
El vínculo entre la entidad financiera y el producto, aunque no naturalmente determinada, ofrece una relación de adyacencia. Del mismo modo que no es posible concebir la existencia de la leche sin la existencia de la búfala, no es posible concebir la existencia de rendimientos sin la cuenta de inversión.
Tampoco en estos casos hay receptor explícito pero, de modo semejante a lo que ocurre en los productos de procesos biológicos, las ganancias, los rendimientos y demás bienes financieros se perciben como entidades en beneficio de alguien, por lo que conceptualmente subyace también aquí la noción de un receptor esquemático. Se puede afirmar entonces que el comportamiento de los ejemplos financieros satisface cabalmente los requisitos de la construcción de emergencia biológica.
En todos los casos, el componente semántico del evento de transferencia que motiva estos usos, es la relación entre el donante y la cosa efectuada. Así, del mismo modo que la cosa transferida se observa saliendo de la esfera de control y posesión del donante, en los usos de emergencia biológica el producto se observa como entidad que sale del ámbito de la fuente. En virtud de que el sujeto de esta construcción es concebido aún como energético, no hay una marca morfológica que diferencie la construcción de emergencia biológica de la de transferencia. La diferencia observable es la ausencia de volición de transferencia en el sujeto y la consecuente ausencia sintáctica de un receptor dativo expreso.
La construcción de emergencia espontánea
El evento de base que expresa la construcción de emergencia biológica puede simplificarse aún más en la construcción de emergencia espontánea. Ésta cancela al sujeto temático energético y con ello cancela también la relación parte-todo entre entidad productora y producto, característica de la primera construcción. El foco se sitúa ahora en el carácter espontáneo de la emergencia. Esta nueva construcción se ilustra en (11). Aquí, la construcción de emergencia biológica ha sufrido algunas modificaciones para expresar emergencia espontánea mediante la cancelación del donador. No hay ya una fuente identificable que produzca el objeto efectuado.
Esta construcción parece especializarse en la emergencia espontánea de cosas que no se conceptualizan en una relación parte-todo, como sucedía en el caso de la construcción de emergencia biológica. Newman20 ha sugerido que este tipo de construcciones codifican cosas que crecen a partir de una versión diferente de sí mismas -semillas, por ejemplo-, tales como plantas y frutos (11a)-(11d) y que el marcador se tiene un valor reflexivo. Sin embargo, en (11a)-(11c) no se puede afirmar que la papaya, la fruta o la cosecha crezcan de sí mismas y, por otra parte, la construcción es posible también con emergencia de cosas que no constituyen una versión más desarrollada de ellas mismas, como ocurre con “lo que se diera” en (11d ), o con “la leche” en (11e)21:
(11)
El árbol de la papaya crece muy rápidamente... Al parecer, en Sudamérica se da como maleza (http://www.mexicodesconocido.com.mx).
de maíz por lo general solo se da una cosecha por año (Foro de Internet, 1-I-2005).
Antes la vida era diferente y llovía a sus tiempos. Se daban más frutas (http://www.jornada.unam.mx, 10-VI-2014).
Al año siguiente el zorro le propuso que él cosecharía lo que se diera (http://biblioteca.sanluis.gov.ar).
se daba muy buena leche en la Comarca Lagunera, pero con la sequía también eso se vino abajo (El Sol de Durango, 9-VIII-10).
Más adecuado parece sostener que el clítico se corresponde a lo que ha sido identificado como marcador de voz media de construcción espontánea22. Al igual que en una notable cantidad de lenguas, el marcador medio se emplea para marcar eventos espontáneos23. En el caso del español se trata de una construcción derivada a partir de una mayor simplificación conceptual del evento de transferencia, que involucra un cambio sintáctico: la aparición del clítico se. Con ello la entidad energética que generaría al objeto emergente no se elabora. Distintos análisis han sugerido que el clítico cancela el sujeto profundo de la construcción transitiva, como en (12)24:
(12) El árbol daba frutos > se daban frutos.
Nótese sin embargo que los ejemplos de (11) no corresponden a la elisión del sujeto energético. No hay en (11c)-(11d) una fuerza posible que se haya eliminado, pues no hay correspondencia entre esos ejemplos y una estructura con sujeto, como en (13):
(13)
En cambio, más que elidir un argumento, con el clítico se lo que se cancela es la elaboración de la potencial fuerza inductiva del evento, no la FN completa y, con ello, se cancela también la relación parte-todo que caracteriza a la construcción de emergencia biológica. Esto explica que la interpretación de esta construcción sea de emergencia espontánea.
El foco está puesto en la emergencia de un producto, no así en la fuerza que induce su generación. Es frecuente entonces que a esta construcción se añada una valoración acerca de la calidad con que emerge la cosa, mediante el uso de adverbios, como en (14):
(14)
Como saben, en los últimos dos o tres años hemos estado haciendo pruebas en toda la isla, y en toda la isla se da bien el tabaco y buen tabaco (CREA, oral).
La planta de higo se da mejor en climas templados o moderados (Jardines y plantas, página de Internet).
Sí, eso dicen que el corcho se da bien (qué entenderé yo de corchos) (CREA, 1976).
En virtud de que la fuerza inductiva no está presente, como tampoco lo está la relación parte-todo, lo que el clítico se licencia es que el lugar donde sucede la emergencia espontánea sea elaborado en forma espacial y se codifique en frases locativas (la isla, climas templados, etc.). Otro tipo de procesos biológicos presentan la misma configuración. En (15) los tejidos son la locación donde se da la emergencia espontánea de la infección:
(15) los mastocitos y los basófilos son células que liberan distintas moléculas que producen la inflamación de los tejidos donde se da la infección (CREA, 1996).
Obsérvese además que en todos los ejemplos anteriores se predica en torno a procesos biológicos endémicos, esto es, procesos comunes o de emergencia recurrente que no constituyen eventos aislados. Éste es un rasgo prominente de la construcción. Cuando se construye en tiempos imperfectivos se activa la noción de recurrencia consistente. Tal es el caso del maíz, las papayas y la leche en los ejemplos de (11), la infección en (15) y el calor y la humedad en los trópicos de Cáncer y Capricornio en (16a), así como las plagas bíblicas de emergencia sucesiva en (16b):
(16)
Actualmente el cacao se cultiva en la zona delimitada por los trópicos de Cáncer y Capricornio, donde se dan los niveles de calor y humedad necesarios (http://www.mexicomaxico.org).
¿Por qué se dieron las plagas bíblicas? ¿era la naturaleza misma auto regenerándose o eran castigo divino? (Foro de Internet, 5-XI-2004).
Otro tanto puede decirse de tormentas y otros fenómenos naturales que suceden regularmente (17a)-(17d) o que han ocurrido en forma sucesiva en ciertos lugares (17e):
(17)
Por horas, se ve que las tormentas se dan principalmente a media tarde, algo más pronto en la zona este, en los inicios de la Cordillera Subbética y al comienzo de la noche en algún punto aislado del valle del Genil y del Guadalquivir (Foro de Internet, 12-X-2010).
Los huracanes se producen en zonas tropicales, también se dan en otros sitios y por otras razones, por ejemplo los llamados ciclones extratropicales, como el Xynthia que se vivió en España, Francia y Portugal (StarMedia, página de Internet).
Los vientos se dan en los niveles bajos, donde el contacto con la superficie terrestre origina una fuerte disipación por rozamiento (Portalciencia, página de Internet).
¿Por qué se dan ahora más terremotos y más devastadores? (Foro de Internet, 28-II-2010).
En Europa el resort italiano Bormio abrió a comienzos de este mes, luego de las fuertes nevadas que se dieron a fines de octubre y dejaron 110 centímetros de nieve en el suelo (Nuestro Rumbo, periódico virtual).
Lo que la construcción marca es la emergencia espontánea de objetos o eventos en lugares que se codifican en frases oblicuas. Su interpretación de base es iterativa o de recurrencia. Su marcación aspectual es dominantemente imperfectiva o contiene adverbios de corte durativo y su sujeto emergente es de masa o plural. De ello se desprende una esquematización prototípica como la de (18):
(18) FN[PL]se+verbo[IMPERF] FP[LOC] (lectura iterativa-recurrente).
Aunque en la representación prototípica de la construcción la metáfora de un proceso biológico es evidente, todo tipo de eventos regulares o reiterados que se conceptualizan como emergiendo espontáneamente en ciertos lugares forman parte de ella. Surgen, de modo semejante al que aparecen las entidades propias de un lugar. Fundamental en estos casos es el carácter repetitivo de la emergencia de eventos de la misma naturaleza en determinado lugar, como se ilustra en (19):
(19)
Desde la misma aparición del hombre sobre la Tierra se dio la eterna lucha de éste por obtener una mejor manera de vivir (Biblioteca Digital ILCE).
Y negando la posibilidad de que en su mundo se dieran las violaciones, comentaron con consternación y escándalo que la atrocidad presidía las bárbaras costumbres de esa tribu (“Por el ojo de la cerradura”, publicación digital, Año VIII, 3, 598).
El continente eurasiático tiene tres grandes centros geográficos donde se da una enorme concentración de fuerza de trabajo, genio, tecnología, industria, mercados, consumo y medios de producción (Europa Soberana).
Así, la lucha del hombre se conceptualiza en (19a) como emergiendo de la tierra una vez que el hombre, en analogía con una semilla, es puesto en ella. Las violaciones, en (19b), se presentan como entidades exóticas -como plantas de lugares remotos- en un hábitat extraño para que prosperen. Por su parte, en (19c), el continente eurasiático se conceptualiza como la tierra fértil, donde surgen y se desarrollan la fuerza de trabajo, el genio, la tecnología, etc.
Aunque el rasgo de habitualidad es fundamental en la construcción, existe la posibilidad de que una marca perfectiva designe el simple acaecimiento de un suceso espontáneo en un momento específico:
(20)
Fue entonces que se dio la restauración de la República (Foro de Internet, 3-IV-2004).
A ratos ausente el guitarrista y un tanto afónico el cantante, en la sesión del sábado no se dieron las condiciones óptimas para calibrar lo que puede dar de sí a pleno rendimiento (Foro de Internet, 12-V-2013).
“Trabajar con ella ha sido un placer, es una actriz completa. Grabar con personas así es mucho más sencillo. Ella es muy aplicada. Se dio una buena química”, señala el también conductor (Hola a todos, página de Internet).
la guerrilla hostigó a los soldados que estaban esperando al Gobernador y se dio un rápido combate sin consecuencias mayores (CREA, 1977).
Aquí no es la habitualidad lo que priva, pero sí la emergencia espontánea de un evento bajo circunstancias particulares. Sin embargo, como hemos mostrado hasta ahora, en la mayoría de los casos la marcación es imperfectiva y el evento se interpreta como recurrente o habitual.
La extensión de la construcción de emergencia espontánea de corte recurrente se ritualiza en ciertas expresiones, como se da el caso, se de la ocasión, se da la posibilidad (21a-21g), que manifiestan un cierto grado de fijación, en tanto que no parecen aceptar fácilmente modificaciones -es raro, aunque no imposible, encontrar ejemplos como: “si se da el dichoso caso de que”, “si se da la afortunada posibilidad”. Se trata de una construcción [se da + NOMBRE GENÉRICO] en que lo que se predica es la emergencia de una situación que determina las condiciones, favorables o no, para la realización de otro evento.
(21)
Las ediciones pequeñas son difíciles y, además, se da el caso de que, tras editar la obra de un escritor, se puede agotar inmediatamente y la reedición debe esperar varios años (CREA, 1986).
y si te pido que no me destroces serías capaz hasta de balearme el coche si se da la ocasión (Letra de canción, Internet, 8-IX-2010).
“El primer año fue espectacular, y llegué a convertir 23 goles en el campeonato. Estaba bárbaro y se dio la oportunidad de jugar en San Martín de Tucumán” (CREA, 1997).
¡Qué ironía: cuando por fin se da la posibilidad de un merecido reconocimiento, un detalle absurdo lo frustra! (CREA, 2000).
al año siguiente, en la ciudad de San José se dio la coyuntura, donde se acordó incluir al resto de las naciones centroamericanas (CREA, 1983).
Lo que muestran en común todos los ejemplos que hemos analizado hasta aquí, como parte de la construcción de emergencia espontánea (procesos, eventos y situaciones naturales), es que tienen como base la construcción de emergencia biológica, pero simplificada aún más como resultado de la marcación media con se en que no se elabora el donador y en que la emergencia simplemente se asocia con el lugar en el que (habitualmente) se presenta. El efecto que se obtiene de esos procesos es que sólo se perfila la emergencia de objetos o eventos de valor intersubjetivo. No se trata de que deje de haber recipientes de tales emergencias, sino de que éstas quedan a la mano de todo aquél que se encuentre en la locación delimitada en el evento.
La construcción de emergencia natural
La construcción de emergencia espontánea que analizamos en el apartado anterior puede volverse compleja sintáctica y semánticamente mediante la adición de otro participante con el que establece una relación de posesión. La adición de este actante se marca sintácticamente en dativo (generalmente duplicado en pronombre y frase prepositiva). No hay restricciones de persona o número para la incorporación de este actante, como se puede ver en (22):
(22)
Por qué a los españoles se nos da mal el inglés. No son los genes. Nuestro número limitado de sonidos vocálicos... (El País, versión electrónica, 19-VII-2010).
Creo que a mi hijo se le da bien esto de la pesca. Volvimos al río y zas, vuelve a pescar, además la más grande (Foro de Internet 2-IX-2010).
Walter Ayovi: “Todo se le dio rápido” a Enner Valencia. “Todo se le dio rápido, le fue bien en su primer torneo en Pachuca. Fue al Mundial y aprovechó sus oportunidades (http://www.eluniverso.com/deportes) .
“¿Qué se te da mejor?” La pregunta que dinamita el futuro laboral de los jóvenes (El Confidencial, 7-VIII-2014).
Esta construcción a la que hemos llamado de emergencia natural, tiene como función señalar la (in)existencia de una habilidad o cualidad del participante dativo. Así, en (22a) se establece la inhabilidad de los españoles para hablar inglés, en (22b) la habilidad del hijo para la pesca, en (22c) la rapidez con que un jugador obtuvo el éxito, y en (22d) se interroga acerca de cuál es la mejor de las habilidades del participante dativo.
A diferencia de las construcciones de emergencia biológica y de emergencia espontánea en las que abunda la emergencia de entidades resultantes de procesos biológicos, la construcción de emergencia natural trata preferentemente de situaciones habituales o habilidades inherentes. La construcción puede también predicar un evento delimitado con marcación perfectiva y modificación adverbial, como en (23):
(23) ahora sí no se le dio el ajedrez, perdió las tres partidas (Foro de Internet, 04-VIII-2013).
Sin embargo, las habilidades son por naturaleza permanentes y estables. De ahí que la construcción se construya naturalmente con marcación imperfectiva (presente o imperfecto), como en (22a-d).
La similitud con las dos construcciones anteriores es notable. Las relaciones metonímicas entre las tres construcciones hace que algunas partes de la construcción de emergencia biológica, que habían quedado opacadas en la construcción de emergencia espontánea, resurjan aquí. Así, la relación metonímica de inherencia presente en la construcción de emergencia biológica -entre la entidad productora y el producto- se retoma aquí en la relación entre la habilidad y el participante dativo, que es, también, inherente. Las habilidades son a la persona lo que los frutos al árbol. Por otra parte, la similitud con la construcción de emergencia espontánea es igualmente sobresaliente. Nótese, en primera instancia, que los eventos que ambas construcciones designan son imperfectivos, ya sean permanentes, habituales, duraderos o iterativos. Sus sujetos temáticos son nombres de masa abstractos o masas replicadas en plural. En segunda instancia, la presencia del clítico se sugiere una coincidencia todavía mayor. En ambos casos, a diferencia de la construcción de emergencia biológica, se da una emergencia no inducida por un participante energético, según lo codifica el clítico medio se. Pero lo más notorio es que, así como el clítico se implica la elaboración de una locación en la construcción de emergencia espontánea, así dicha locación es una meta humana que representa el espacio de interés de ese participante. Como bien se sabe, el dativo opera como meta en la construcción de transferencia25. Langacker define el dativo como un rol activo en el dominio de meta, lo cual contrasta con el nominativo/agente que es activo en el dominio fuente. La evolución diacrónica y conceptual del dativo como meta está claramente documentada en español26 y se puede esquematizar de la siguiente manera:
(24) Mandé la misiva a Madrid > a la embajada > al embajador [meta locativa > meta institucional > meta humana].
Así visto, el locativo de la construcción de emergencia espontánea y el dativo de la construcción de emergencia natural elaboran el espacio que implica el clítico se. Para el primero ese espacio es físico, para el segundo es abstracto y se centra en la afectación del experimentante. El paralelismo entre ambas construcciones es observable en (25a y b):
(25)
La amabilidad es algo que se da (muy bien) en mi pueblo.
La amabilidad es algo que se le da (muy bien) a los portugueses.
Bien se puede ver que ambas construcciones sólo contrastan en que la locación en una es meta humana en la otra.
Puede decirse, por lo tanto, que se dan dos procesos fundamentales; por una parte se establecen relaciones sintáctico-semánticas por metonimia entre cada construcción, según éstas comparten rasgos en forma parcial; por la otra, ocurren fusiones conceptuales, o blends27, que retoman metonímicamente algunos, no todos, los elementos de más de una construcción. El siguiente diagrama representa las relaciones fusionales y metonímicas del subsistema:
La relación entre las tres construcciones responde a procesos metonímicos y de fusión conceptual, en que una construcción motiva y licencia la existencia de otra con la que comparte algunos rasgos. Así, la construcción de emergencia biológica es la simplificación de la construcción de transferencia al no haber receptor identificable de lo que emerge. A su vez, esta construcción opera como una nueva base para otra construcción, sintácticamente más compleja, que hemos llamado de emergencia espontánea. Esta última ya sólo hereda de la construcción de transferencia la implicación de un potencial receptor que normalmente permanece en la base.
Por su parte, en la emergencia espontánea, el clítico se cancela la posibilidad de elaborar a participante alguno como inductor del evento. Como hemos argumentado, en tal emergencia no hay proceso alguno de elisión de argumento. Las cosas o las acciones suceden en forma espontánea; su emergencia es habitual o repetitiva y su frecuente incidencia se asocia con lugares que en principio favorecen tal ocurrencia. Dichos espacios son esquemáticamente codificados con el clítico medio, se, pero pueden ser elaborados en detalle por medio de frases locativas opcionales (En climas tropicales se dan bien los mangos). De la construcción de transferencia se hereda la misma noción de emergencia que adoptó la construcción de emergencia biológica. Bien podemos ver que la de emergencia espontánea hereda todas las propiedades de la biológica pero introduce, por medio del clítico se, la presencia del espacio esquemático al que ya hemos hecho referencia.
La presencia de un espacio adecuado para la aparición de cosas y acciones opera ahora como base para una tercera formación sintáctica todavía más compleja, la construcción de emergencia natural. La implicación de un lugar asociado al clítico medio se en la construcción de emergencia espontánea sienta las bases para que el lugar se reinterprete como una meta ahora humana, codificada en dativo. En ello radica su mayor complejidad. Nótese que en la construcción de emergencia espontánea la locación estaba implícita; en cambio, en la de emergencia natural la meta locativa, ahora humana, es obligatoria. Mientras la noción de emergencia se presenta en todos los casos, lo que cambia en cada una es la manera en que se conceptualiza el espacio donde cada brote ocurre.
Conclusiones
En este estudio hemos analizado tres construcciones cuyo significado se distancia de la representación de transferencia del verbo dar. Hemos sugerido que, en la construcción de emergencia biológica, el significado de transferencia de dar se deslava y permite que su sujeto sea energético, pero no volitivo. Ello licencia que el receptor sea ahora potencial y que permanezca en la base. En ella el verbo ofrece un significado que permite pensar en una escena más simple, donde el receptor es totalmente irrelevante. Lo que se predica, entonces, no es un evento de transferencia sino uno de producción: la emergencia y/o el crecimiento de una entidad. Observamos varias extensiones metafóricas de esta construcción, a la que se suman la consideración de espacios que favorecen la proliferación habitual o recurrente de productos o acciones naturalmente asociados con ellos. Así, en las construcciones de emergencia espontánea y de emergencia natural, lo que cambia es la calidad de la locación. El que la locación sea humana en la construcción de emergencia natural hace que se activen patrones de afectación o benefacción con que los seres humanos nos diferenciamos de las cosas. Lo que enfrentamos, en suma, es una red de motivaciones metonímicas de distintos órdenes en que los significados se fusionan para permitir que el hablante se relacione con las cosas que el mundo le da con más o menos naturalidad.
Nos encontramos entonces frente a un proceso inicial de simplificación del esquema de transferencia en la construcción de emergencia biológica, según la cual sólo está presente la producción de un objeto efectuado en una relación parte-todo, sin aparente receptor. La construcción de emergencia biológica hereda su perfil de emergencia en las otras dos construcciones. Por una parte, la construcción de emergencia espontánea pierde la entidad con capacidad iniciativa y codifica la presencia de una locación esquemática asociada a entidades que naturalmente emergen en ese espacio. Hereda la relación parte-todo de la de emergencia biológica, con la diferencia de que el todo no llega a elaborarse y se reconstruye inferencialmente -con la posibilidad de ser reelaborado en frases oblicuas. La construcción de emergencia natural hereda el perfil básico de las de emergencia espontánea y sólo le toca convertir las locaciones de aquella construcción en metas humanas. La idea de que la metonimia pertenece sólo al ámbito de la creación literaria ha sido puesta en tela de juicio desde los inicios de las aproximaciones cognoscitivas. Menos reciente es la propuesta de que las formaciones sintácticas están también sujetas a principios metonímicos y de que unas construcciones pueden tener extensiones metafóricas predecibles. Poco de estas relaciones ha sido explorado en español. Si acaso, en análisis contemporáneos, incluso en la gramática de construcciones28 se sugiere que se debe partir de la presencia de todos los actantes en la construcción de base, para de ahí sugerir procesos de elisión o cancelación (shading y cancelling en el trabajo de Goldberg) de argumentos. En este trabajo hemos intentado mostrar que la elisión de argumentos no necesariamente lleva a la derivación adecuada de estas construcciones, por cuanto ni en la construcción de emergencia espontánea, ni en la de emergencia natural, el marcador se tiene correspondencia con un argumento elidido. Hemos mostrado, en cambio, que puede haber representaciones esquemáticas que activen espacios asociados opcionales, como los locativos, y que en una construcción vecina se conviertan en metas obligatorias, como los dativos de la construcción de emergencia natural. Finalmente, que esto suceda sugiere la formación de constructos sintácticos que representan conceptualizaciones alternas, cuya propiedad más notoria es quizá que no dejan de hablarse entre sí.