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Revista pueblos y fronteras digital

versão On-line ISSN 1870-4115

Rev. pueblos front. digit. vol.19  San Cristóbal de Las Casas  2024  Epub 08-Mar-2024

https://doi.org/10.22201/cimsur.18704115e.2024.v19.679 

Artículos

La migración de personas haitianas a Ciudad Acuña, Coahuila, México

Migration of Haitian People to Ciudad Acuña, Coahuila, Mexico

Gerardo Núñez Medina1 
http://orcid.org/0000-0001-8038-091X

Felipe Javier Uribe Salas2 
http://orcid.org/0000-0001-9859-5775

1El Colegio de la Frontera Norte, México, gnunez@colef.mx

2El Colegio de la Frontera Norte, México, fjuribe@colef.mx


Resumen

En este trabajo se analizan los determinantes que llevaron a migrantes de origen haitiano, refugiados en el albergue El Fandango de Ciudad Acuña, Coahuila, a tomar la decisión de viajar a través de México, considerando un conjunto de factores demográficos y socioeconómicos entre los que destaca su lugar de residencia anterior en países como Chile o Brasil. Mediante la aplicación de un modelo de regresión logística, se identificaron una serie de determinantes de la migración de haitianos, y los resultados indican que quienes más cruzaron por México eran hombres con familiares en Estados Unidos, provenientes de Brasil y que contaban con estudios de bachillerato o educación superior.

Palabras clave: migración internacional; migrantes haitianos; regresión logística; factores predictores

Abstract

This paper analyzes the main drivers that led migrants of Haitian origin, finding refuge at El Fandango Shelter in Ciudad Acuña, Coahuila, to make the decision to travel through Mexico, taking into consideration a series of demographic and socioeconomic factors, including their previous place of residence, in countries such as Chile or Brazil. Through the application of a logistic regression model, a series of decisive factors for the aforementioned Haitian migration was identified. The findings indicate that the migrants with the highest propensity to cross Mexico are men with family members in the United States, coming from Brazil, who have completed high school or have achieved a higher education degree.

Key words: international migration; Haitian migrants; logistic regression; predictor factors

Introducción

En septiembre de 2021 arribaron a Ciudad Acuña, Coahuila, una cantidad inusitada de personas haitianas con el objetivo de solicitar asilo en Estados Unidos. Inicialmente, se había reportado que habían llegado a la frontera sur de México alrededor de 30 000 inmigrantes originarios de Haití, quienes colapsaron la ciudad de Tapachula, Chiapas, y desbordaron el sistema de atención a refugiados de México. De esos migrantes, se estima que cerca de 14 000 lograron cruzar México y llegar a Ciudad Acuña.

Previamente, hasta agosto de 2021 la delegación de Tapachula de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) había recibido 55 005 solicitudes de asilo y, de ellas, 18 883 eran de personas de Haití (COMAR, 2021) que provenían en su mayoría de Brasil y Chile; en este sentido, debe puntualizarse que la migración de haitianos a Sudamérica puede considerarse el paso inicial de una ruta migratoria en la que el destino final suelen ser países como: Francia, Estados Unidos o Canadá (Nieto, 2014; Chishti y Pierce, 2016). En general, el flujo migratorio de haitianos en Sudamérica y el Caribe es un proceso de larga data con complejas raíces económicas, políticas, sociales y ambientales, que responde a lógicas moldeadas por circunstancias y coyunturas que afectan a los países de origen, de destino y de tránsito.

El terremoto que sufrió Haití en 2010 detonó la salida de muchos de sus pobladores, que emigraron a países como Brasil, Chile y Argentina. En el caso de Brasil, en un inicio estos inmigrantes buscaban cubrir la demanda insatisfecha de mano de obra que había surgido por el mundial 2014 para la construcción de los estadios de futbol (Batista, 2013; París Pombo, 2017). No obstante, el cambio en las condiciones políticas y socioeconómicas tanto en Chile como en Brasil modificó rápidamente la percepción y el trato hacia los inmigrantes haitianos, quienes optaron por continuar su tránsito hacia Estados Unidos con la idea de obtener asilo; esto mientras el presidente Biden ejercía en los hechos una de las políticas migratorias más agresivas de los últimos años, que incluía la deportación masiva de migrantes haitianos refugiados bajo el puente fronterizo Acuña-Del Rio, lo que provocó el retorno de cientos de haitianos a México por temor de ser repatriados, de manera que miles de ellos quedaron de algún modo atrapados en este país (Verza, 22 de septiembre de 2021).

La llegada de haitianos a territorio mexicano, la travesía por el país y el retorno tras su deportación pone al gobierno frente a las siguientes disyuntivas: 1) gestionar su tránsito a través del territorio nacional y, por tanto, su llegada a la frontera de Estados Unidos; 2) revisar su situación legal para la deportación, o 3) crear las condiciones propicias para su permanencia y posterior asimilación/legalización en México, lo que incluye la obligación de brindar garantías para la protección a sus derechos humanos, así como los elementos necesarios para facilitar su plena integración social, lo que impone, tanto al gobierno como a la sociedad, importantes desafíos derivados de factores como el idioma, la cultura, la religión, la etnia y el color de piel, entre otros; cada uno de estos factores es causa aislada de discriminación, pero en conjunto la agudizan (Dubet, 2017). En este sentido, un elemento crucial para la definición e implementación de políticas depende de la composición del flujo migratorio, por ejemplo, si se trata de una migración mayoritariamente individual o de una migración familiar, de las características de la población, etcétera.

El proceso migratorio emprendido por la población haitiana en 2010 entrelaza una compleja serie de factores que interaccionan para dar origen a nuevos patrones migratorios, en los cuales las personas están dispuestas a asumir mayores costos y a enfrentar procesos legales mucho más largos, realidades que hacen necesario cuestionar la validez y utilidad de las teorías migratorias y, por tanto, repensar la manera de estudiar el fenómeno (Delaunay, 2007).

Sobre las teorías de la migración

Si bien, como señalan Massey y colaboradores, «no hay una teoría coherente única de migración internacional, sino solo un conjunto de teorías fragmentadas que han sido desarrolladas de forma aislada» (Massey et al., 2008: 6), las teorías migratorias han recorrido un largo camino, desde explicaciones basadas en decisiones individuales que ponderan la relación costo/beneficio entre los lugares de origen y de destino, hasta teorías mucho más sofisticadas que describen sistemas migratorios complejos que alimentan redes migratorias a través de intercambios económicos, comerciales, de personas y de capitales, pasando por teorías que integran con mayor o menor éxito determinantes de tipo cultural. Es importante hacer una revisión de las principales de estas teorías en un intento por explicar los determinantes y las consecuencias del surgimiento de las nuevas formas de movilidad humana, que se constituyen como un largo proceso migratorio, con tiempos diferenciados de estadía y movilidad entre países y cuyo destino es muchas veces incierto.

Uno de los primeros teóricos en el campo de la migración fue Ravenstein (1889), quien en 1889 postuló «las leyes de las migraciones», una serie de principios para describir regularidades empíricas asociadas a la expulsión y la atracción poblacional entre las que destacaba: 1) las disparidades económicas (entre el origen y el destino), debido al «deseo inherente de la mayoría de los hombres de prosperar en el aspecto material» (Ravenstein, 1889: 243); 2) la distancia, al señalar que existe una relación inversa entre los flujos migratorios y la distancia, y 3) el flujo de la migración en el sentido rural-urbano debido a que un entorno económico desfavorable genera flujos de emigración, argumento que sería posteriormente retomado por la teoría neoclásica. Por otro lado, la economía ortodoxa identifica las oportunidades laborales y los ingresos de personas migrantes como los principales determinantes de la migración (Arango, 2003).

La racionalidad económica es abordada, de algún modo, por prácticamente la totalidad de las teorías migratorias existentes, en particular la racionalidad asociada con las diferencias del ingreso laboral esperado entre el lugar de origen y el de destino, debido a que es la principal forma de subsistencia del grueso de la población mundial. Este premisa es el planteamiento base de diferentes teorías migratorias, entre las que destacan: 1) la teoría neoclásica, que señala que la falta de empleo (y su ingreso asociado) o el empleo en condiciones de alta precariedad salarial lleva a las personas a vivir en situaciones críticas de pobreza y pobreza extrema, de tal modo que la emigración, en muchos casos, termina por ser la única opción viable para garantizar la subsistencia (Herrera, 2006); 2) la nueva teoría económica de la migración, que considera esta como una forma de diversificar las fuentes de ingreso familiar, de modo que las decisiones de emigrar son adoptadas por la unidad familiar con el objetivo de reducir el riesgo de carecer de ingresos, especialmente en momentos críticos, por lo que las diferencias salariales dejan de ser un factor relevante para decidir respecto de la migración, pues las familias optarían por enviar trabajadores al exterior no con el objetivo de obtener mejores ingresos, sino de aumentar su ingreso relativo respecto de otras familias (Izcara, 2013), y 3) la teoría de mercado laboral dual, según la cual la migración hacia países industrializados es resultado del desarrollo de un mercado laboral segmentado, en el que se crea una demanda creciente por empleos con baja remuneración y carentes de prestigio social atractivos solo para trabajadores de países no industrializados, por lo que suelen ser ocupados por inmigrantes, hecho que presupone la existencia de acuerdos entre países desarrollados y en desarrollo, lo que no siempre ocurre (Fernández-Huerga, 2010).

Si se considera una revisión de las teorías migratorias de acuerdo con el nivel de análisis, estas van del nivel macro al micro. En el primero se encuentra la teoría neoclásica de expulsión y atracción de mano de obra (push-pull), según la cual la migración es producto de las diferencias existentes entre los niveles de desarrollo, que generan desbalances entre la oferta y la demanda de trabajadores. El desbalance entre oferta y demanda provoca también importantes diferencias salariales entre países, lo que incentiva la creación de flujos migratorios. En especial, es la demanda de trabajadores altamente cualificados, con mejores salarios, la que genera patrones migratorios diferenciales de capital humano desde países subdesarrollados. Esta teoría ha sido central para la definición de distintas posturas políticas por parte de los Estados nacionales, las cuales lamentablemente distan mucho de intentar regular los flujos migratorios pues no están orientadas a ordenar los mercados laborales entre países emisores y receptores.

En la misma dimensión macro, quienes estudian la migración hacen uso de estructuras más complejas, surgidas de campos como la teoría general de sistemas o la teoría de redes, con la finalidad de dar sentido y coherencia al incremento de los flujos migratorios observados durante las últimas décadas. Así, se han propuesto teorías como: la teoría de los sistemas migratorios, la teoría del sistema mundo, la teoría de redes migratorias y la teoría de la causación acumulativa, por citar las más relevantes.

La teoría de redes busca explicar los flujos migratorios a partir de la existencia de redes establecidas entre los lugares de origen y de destino constituidas por familiares, amigos o paisanos, donde la sola existencia de una red facilita la movilidad de las personas. El concepto de red es análogo al concepto de capital social, con la salvedad de que el primero permite integrar aspectos individuales (micro) con un conjunto más amplio de relaciones sociales en niveles intermedios y macro, y, por lo tanto, explicar la capacidad de acceso de los migrantes a distintas instituciones o mercados laborales en los lugares de origen y de destino.

La teoría de la causación acumulativa define la migración como un proceso de acumulación causal que se multiplica y perpetúa hasta convertirse en una cultura de la migración (Herrera, 2006: 191). La causación acumulativa señala que la migración aumenta y favorece el ingreso tanto de la persona que migró, como de su familia y de su núcleo inmediato, por lo que todo acto de migración provoca un efecto arrastre que favorece la movilización de otras personas, es decir, impacta sobre quienes se quedan, dado que las remesas mejoran la calidad y forma de vida de las comunidades de origen, además de que ejercen un fuerte impacto sobre lo cultural.

Por su parte, la teoría de sistemas señala que los flujos migratorios entre los lugares de origen y de destino llegan a constituirse como un sistema complejo que integra aspectos como el intercambio de personas, de capitales y de bienes, y donde las similitudes culturales facilitan la integración y la normalización del sistema (es decir, en el largo plazo todo flujo migratorio se normaliza) (Arango, 2003). En el mismo sentido, la teoría del sistema mundo propone que el planeta está conformado por un sistema de relaciones entre centros y periferias, donde los centros aglutinan capital y tecnología, mientras despojan a la periferia de recursos naturales y de las materias primas necesarias para abastecer a los centros industrializados. El desequilibrio generado es, por lo tanto, el determinante principal de los grandes flujos migratorios observados entre regiones (y países) periféricas y centros (países) industrializados. La migración de personas fluye en el mismo sentido que los capitales y bienes, solo que el flujo de capitales suele ser legal, mientras que el de personas, ilegal. El proceso de globalización económica ha permitido el libre tránsito de inversiones y capitales, pero ha impuesto mayores restricciones al flujo de personas, de manera que la migración es una externalidad generada por la estructura económica existente dadas las políticas aplicadas en los mercados globales (Durand, 2004).

La teoría de sistemas migratorios es una generalización de la teoría del sistema mundo, la teoría de redes, la teoría institucional y la teoría de la causación acumulativa, y sugiere que la estabilidad y la consolidación espacio-temporal de los flujos migratorios permite la identificación de sistemas internacionales migratorios estables caracterizados por el intercambio intenso de capital, personas y bienes entre ciertos países (Fergany, 1988). Un sistema migratorio internacional comprende una región de recepción central conformada por uno o varios países, y una región de expulsión integrada también por un conjunto de países; ambas regiones están ligadas por un flujo migratorio inusualmente largo (Fawcett, 1989).

En el nivel de análisis intermedio o meso, la nueva teoría económica de la migración sostiene que son las familias y no los individuos quienes toman las decisiones sobre la migración considerando no solo las diferencias salariales, sino también el número de fuentes de ingreso familiar disponibles y los determinantes fundamentales de la migración; por lo tanto, la probabilidad de migrar de uno o varios miembros de la familia depende de la posición económica relativa de la familia en la comunidad o de la distribución del ingreso familiar (Roldán, 2012). De esta manera, los Estados nacionales pueden desincentivar los flujos migratorios mejorando la certidumbre del ingreso familiar a través de programas sociales dirigidos, por ejemplo, a fomentar el empleo temporal, apoyar a personas desempleas y otorgar la pensión universal a adultos mayores, además de programas que modifiquen la distribución de la renta y reduzcan las desigualdades de ingreso, es decir, que permitan disminuir los niveles de privación relativa de las familias.

Continuando en el mismo nivel meso, la teoría institucional de la migración plantea que la consolidación espacio-temporal de los flujos migratorios lleva a una institucionalización del proceso de migración a partir del surgimiento de organizaciones no gubernamentales, despachos legales y agencias orientadas a incentivar, promover, facilitar y perpetuar el flujo migratorio, en especial sobre un conjunto bien definido de rutas, lo que lleva a que la migración se desligue de sus determinantes originales (Massey et al., 2008).

En el otro extremo se encuentra la teoría microeconómica, en la que se considera que son los individuos quienes toman la decisión de migrar, de forma racional, a partir de un cálculo costo/beneficio; esta teoría representa un importante aporte desde la teoría económica al estudio de la migración, y mediante ella se evalúan las expectativas del ingreso neto esperado de la migración en relación con los costos y riesgos asociados, bajo el supuesto de que el individuo es racional y cuenta con información perfecta, de modo que es totalmente capaz de evaluar entre diferentes destinos para elegir el lugar donde su ingreso esperado sea máximo, dada su formación y experiencia laboral, al tiempo que cuantifica los costos de transporte, de instalación, de inserción laboral y de adaptación, entre otros. La migración es, vista así, como una estrategia individual para mejorar el nivel de vida del individuo y su familia.

De esta manera, el surgimiento de nuevas formas de migración en las que el destino no está definido desde el origen, o donde las rutas y los tiempos de traslado dependen de condiciones ambientales, políticas o sociales, hace que las teorías expuestas pierdan en la actualidad capacidad para explicar el fenómeno migratorio y deban, por tanto, ser confrontadas a una nueva realidad (Bremer, 2013). En este sentido, el estudio de los movimientos migratorios debería comprender el análisis de la interacción de estructuras en los niveles micro, meso y macro, y simultáneamente incorporar el efecto de determinantes económicos y sociodemográficos en aras de alcanzar una mejor comprensión del fenómeno (Basok et al., 2015).

En este sentido, en este texto se busca analizar la decisión de las personas haitianas refugiadas en Ciudad Acuña respecto de migrar solas o acompañadas, considerando factores como su nivel educativo, edad, sexo, país de residencia anterior a su llegada a México y si contaban con parientes en Estados Unidos, en un intento por validar lo que expone la teoría de la causación acumulativa. Se estableció la hipótesis de que la migración previa de haitianos a Estados Unidos generó un efecto de demostración que promovió la llegada no solo del migrante, sino de su familia y personas de su núcleo inmediato, es decir, la migración modificó el contexto social existente en las comunidades de origen, de tal modo que favoreció la decisión posterior de migrar de familiares y de las personas de los núcleos inmediatos, en el entendido de que el cien por ciento de los entrevistados refirió razones de tipo económico para emprender su viaje (Betts, 2010; Salomón, 2017).

La migración de haitianos a Ciudad Acuña

Con el propósito de contextualizar el flujo migratorio de personas haitianas en Latinoamérica se presentan algunas cifras referentes a la situación demográfica, política y socioeconómica de Haití y las principales características de la muestra de migrantes originarios de ese país levantada en el albergue El Fandango de Ciudad Acuña.

Cabe decir que, en 1950, la población de Haití apenas superaba los tres millones de habitantes, sin embargo, para el año 2020 alcanzaba los 11.4 millones, lo que supone una tasa de crecimiento poblacional superior al 2 % anual, sostenida por un periodo de 70 años (véase Gráfica 1), por lo que el país podría alcanzar un máximo poblacional de 15 millones de habitantes para el año 2080 (CEPALSTAT, Bases de Datos y Publicaciones Estadísticas, s.f.).

Fuente: CEPALSTAT, Bases de Datos y Publicaciones Estadísticas (s.f.). Departamento de Asuntos Económicos y Sociales. Panorama Mundial de Población. Revisión 2019. Cifras en miles de personas.

Gráfica 1 Evolución de la población de Haití 1950-2030 

El rápido crecimiento demográfico que experimentó Haití en el último medio siglo trajo como consecuencia una estructura poblacional con una base amplia de gente joven (edad mediana de 23 años) y un importante porcentaje de población en edad laboral (véase Gráfica 2). Asimismo, durante el último medio siglo el país ha estado inmerso en una crisis económica, social y política que ha derivado en la inexistencia de un Estado capaz de cumplir con funciones mínimas (Feldmann, 2013), de tal modo que imperan el desempleo, la inseguridad y la carencia de servicios básicos como agua potable, educación, salud y transporte. Su producto interno bruto en 2020 alcanzó los 1 176 dólares per cápita, ocho veces menor que el promedio de América Latina y el Caribe, donde en el mismo año fue de 9 425 dólares (Statista, 2021); asimismo, tiene el índice de desarrollo humano más bajo de la región y uno de los menores del mundo según el Programa Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2019).

Fuente: elaboración propia con datos en el censo de Haití 2020.

Gráfica 2 Estructura por edad y sexo de la población de Haití, 2020 

En Haití la migración ha pasado a ser el único camino viable para un importante porcentaje de personas que buscan escapar de su condición de inseguridad o quieren mejorar sus condiciones de vida. La migración internacional de haitianos puede dividirse en tres grandes etapas: 1) la primera inició a finales de la década de 1950, conformada por técnicos, trabajadores cualificados y empresarios que migraban en busca de un mejor nivel de vida y, posteriormente, en la década de 1960 se unieron profesionales semicualificados cuyo destino principal eran países industrializados como Francia, Canadá y Estados Unidos; 2) en 1972 comenzó una segunda etapa de migración dirigida principalmente hacia Estados Unidos, conformada por personas más pobres que utilizaban embarcaciones para viajar hacia Florida, y 3) la tercera etapa inició tras el terremoto de 2010, que dejó 316 000 personas muertas, 350 000 heridas y más de 1.5 millones sin hogar, y está marcada por un éxodo muy significativo hacia países de América Latina, especialmente Brasil, Argentina y Chile, países que proporcionaron visas humanitarias a la población más necesitada (Batista, 2013; Beyani, 2015; Alarcón y Ortiz, 2017).

Los haitianos identificaron Brasil y Chile como nuevos destinos migratorios, pues estos países prometían bienestar económico, estabilidad, seguridad y eventualmente posibilidades de regularizar y legalizar su estatus migratorio; sin embargo, comenzaron a aflorar problemas asociados con la discriminación por etnia, idioma, cultura, situación económica, posición social, género, nivel de estudios y condición migratoria (París Pombo, 2017; Moreno, 2019). Ante estas circunstancias, buscaron nuevos horizontes. Un indicador de su movimiento hacia el norte fue el incremento en 2019 del número de solicitudes de asilo en México por parte de haitianos provenientes principalmente de estos dos países. En el Cuadro 1 se muestra el porcentaje de solicitudes de haitianos en relación con el total de solicitudes de asilo en México, el cual se incrementó de 7.9 % en 2019 a 24.3 % en 2021 (véase Cuadro 1).

Cuadro 1 Solicitudes de asilo entre 2013 y 2021 

Año Solicitudes Haitianos Porcentaje
2013 1 296 - -
2014 2 137 - -
2015 3 423 - -
2016 8 796 - -
2017 14 619 - -
2018 29 583 - -
2019 70 423 5 539 7.9 %
2020 41 155 5 957 14.5 %
2021* 77 559 18 883 24.3 %
Total 248 991 30 379 12.2 %

Fuente: elaborado con datos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR, 2021).

* Enero a agosto de 2021. De las 77 559 solicitudes, solo en Tapachula se registraron 55 005.

Si antes de 2010 Haití tenía profundos problemas sociales, económicos y políticos, el terremoto en enero de ese año generó desplazamientos de población tanto internos como internacionales, situación que empeoró con la epidemia de cólera que se presentó en junio de 2010 (Debandi y Patallo, 2017). Los flujos migratorios se dirigieron hacia países que no solicitaban visa a haitianos, como Ecuador, Perú, Argentina y Chile, aunque también hubo importantes cantidades de personas que viajaron a Brasil. El impacto de dos huracanes y un nuevo brote de cólera en 2012 provocaron de nuevo la expulsión de miles de haitianos de todos los estratos sociales (Coulange, 2018), y aunque históricamente la población de ese país tenía como destino ha sido Estados Unidos, la política antiinmigrante en el vecino país del norte redirigió la migración hacia Sudamérica.

El 22 de mayo del año 2021 se presentó una coyuntura propicia, cuando el gobierno norteamericano otorgó a las personas de Haití residentes en Estados Unidos la posibilidad de presentar solicitudes para obtener el estatus de protección temporal por 18 meses (Homeland Security, 22 de mayo de 2021). Esto pudo haberse interpretado como que la protección era extensiva para todo ciudadano de origen haitiano, lo que pudo haber incentivado el movimiento de migrantes hacia ese país.

En este contexto, durante el mes de septiembre de 2021 se realizó el trabajo de campo, que consistió en levantar una encuesta, en el albergue El Fandango, ubicado en Ciudad Acuña, Coahuila, a personas haitianas migrantes. El levantamiento de la muestra lo realizaron investigadores de El Colef el día 28 de septiembre de 2021. Se trató de una muestra aleatoria simple al 20 %, con el objetivo de analizar las principales características demográficas y socioeconómicas de los migrantes alojados en el albergue entre las 10:00 y las 14:00 horas del día señalado.

Los resultados fueron representativos para 275 personas de 18 años o más de origen haitiano: 90 mujeres (32.7 %) y 185 hombres (67.3 %). El promedio de edad fue de 32.7 años, con una mediana de 33 años; este promedio fue mayor en hombres que en mujeres (33.2 vs 31.5; véase Cuadro 1). La distribución de migrantes según país de residencia antes de migrar a México mostró que cerca de la mitad provenía de Chile, con porcentajes similares entre hombres y mujeres. En segundo lugar, procedían de Brasil, rubro en el cual el porcentaje de mujeres fue superior al de hombres. Otros países de residencia mencionados previos a la llegada a México fueron República Dominicana y Guayana Francesa.

En cuanto a nivel educativo, se observaron porcentajes homogéneos globales: 22.2 % en educación primaria, 28.8 % en educación secundaria, 22.2 % en bachillerato y 27.3 % en profesional. Sin embargo, la tendencia de mujeres con niveles de educación superior y secundaria fue superior a la de hombres, y más hombres que mujeres contaban con educación primaria. El nivel educativo se reflejó en las ocupaciones que las personas desempeñaban antes de salir de su país de origen o de su lugar de residencia anterior. El porcentaje de mujeres que desarrollaban actividades profesionales fue mayor al de hombres; ellas también los superaron en los rubros de servicios personales y actividades elementales, en tanto que el porcentaje de hombres que desarrollaba actividades artesanales y comerciales fue mayor (véase Cuadro 2).

Cuadro 2 Características sociodemográficas de los migrantes estudiados en el albergue El Fandango, Ciudad Acuña, Coahuila, septiembre 2021 

Características Mujeres núm. (%) Hombres núm. (%) Total núm. (%)

País de residencia antes de venir a México:

Brasil

Chile

Haití

35 (38.9)

40 (44.4)

15 (16.7)

60 (32.4)

85 (45.9)

40 (22.2)

95 (34.5)

125 (45.5)

55 (20.0)

Escolaridad

Primaria

Secundaria

Bachillerato

Profesional

25 (27.8)

15 (16.7)

20 (22.2)

30 (33.3)

35 (19.4)

60 (33.3)

40 (22.2)

45 (25.0)

60 (22.2)

75 (27.8)

60 (22.2)

75 (27.3)

Ocupación

No trabaja

Profesionistas

Administrativos

Comerciantes

Servicios personales

Actividades artesanales

Operadores maquinaria

Actividades elementales

5 (5.6)

20 (22.2)

10 (11.1)

0 (0.0)

20 (22.2)

10 (11.1)

0 (0.0)

25 (27.8)

5 (2.8)

5 (2.8)

10 (5.6)

20 (11.1)

0 (0.0)

130 (72.2)

5 (2.8)

5 (2.8)

10 (3.7)

25 (9.3)

20 (7.4)

20 (7.4)

20 (7.4)

140 (51.9)

5 (1.9) &

30 (11.1)

Fuente: elaborada con resultados del cuestionario aplicado a migrantes en Ciudad Acuña, septiembre, 2021.

& ≤0.05; † p <0.001 por prueba de Chi2.

|| Prueba de hipótesis de la diferencia de medias (p=0.028).

En el Cuadro 3 se muestran las características de acompañamiento y movilidad de los migrantes. La mayor proporción de personas viajaban acompañadas, y la tendencia era superior entre las mujeres, quienes tendían a viajar con mayor número de acompañantes, con mayor número de hijos y con su pareja. La mayoría de las personas migrantes refirieron que habían llegado a México caminando. Hubo una tendencia ascendente en el número de migrantes que llegaron a este país en los meses de junio a agosto de ese año; en el caso de las mujeres, el mayor porcentaje llegaron en junio y en agosto. Los resultados sugieren que las personas se desplazaron casi sin escalas desde la frontera sur de México hasta la frontera del norte, con la excepción de una estancia en la ciudad de Tapachula, Chiapas (véase Cuadro 3).

Cuadro 3 Características de acompañamiento y movilidad de los migrantes estudiados en el albergue El Fandango, Ciudad Acuña, Coahuila, septiembre 2021 

Características Mujeres núm. (%) Hombres núm. (%) Total núm. (%)

Forma en que viaja

Solo

Acompañado

20 (22.2)

70 (77.8)

75 (40.5)

110 (59.5)

95 (34.5)

180 (85.5) †

Personas con que viaja

1

2

3 y más

25 (33.3)

30 (40.0)

20 (26.7)

40 (38.1)

55 (52.4)

10 (9.5)

65 (36.1)

85 (47.2)

30 (16.7)

Viaja con pareja ¶

No

40 (57.1)

30 (42.9)

90 (81.8)

20 (18.2)

130 (72.2)

50 (27.8)

Número de hijos

1

2

3 o más

30 (50.0)

25 (41.7)

5 (8.3)

70 (87.5)

10 (12.5)

0 (0.0)

100 (71.4)

35 (25.0)

5 (3.6)

Llegada a México

Caminando

Autobús

Taxi

90 (100.0)

0 (0.0)

0 (0.0)

175 (94.6)

5 (2.7)

5 (2.7)

265 (96.4)

5 (1.8)

5 (1.8)

Ingreso a México en 2021

Febrero

Junio

Julio

Agosto

Septiembre

5 (5.9)

20 (23.5)

5 (5.9)

45 (50.0)

10 (11.8)

5 (2.9)

25 (14.3)

50 (28.6)

80 (45.7)

15 (8.6)

10 (3.8)

45 (17.3)

55 (21.2)

125 (48.1)

25 (9.6)

Ciudades de permanencia antes de llegar a Ciudad Acuña

Tapachula

Tenosique

Saltillo

80 (88.9)

5 (5.6)

5 (5.6)

165 (94.3)

10 (5.7)

0 (0.0)

245 (92.5)

15 (5.7)

5 (1.9)

Fuente: elaboración propia con resultados del cuestionario aplicado.

ǂ Contempla solo personas que viajaban acompañadas.

¶ Personas que viajan acompañadas con pareja

± NS; † p <0.05; || p <0.001; por prueba de Chi2

β Prueba de hipótesis de la diferencia de medias.

En el Cuadro 4 se muestran las razones para migrar, entre las que destacan en orden de importancia: la falta de trabajo (25.5 %), la inseguridad (23.6 %), la búsqueda de una mejor vida (20 %) y la crisis política (10.9 %). Un mayor porcentaje de hombres manifestó que migraba por falta de trabajo, mientras que las mujeres adujeron en mayor medida la búsqueda de una mejor vida. Ninguna mujer mencionó el racismo como motivo para migrar, en tanto que los hombres lo hicieron en 16.2 %. Es muy importante resaltar que la gran mayoría de las personas entrevistadas (80 %) dijeron que tenían familiares en Estados Unidos; en este sentido, fue superior el porcentaje de hombres que de mujeres (83.8 % vs 72.2 %). En relación con las razones de su llegada a Ciudad Acuña destaca la respuesta «por sugerencia de alguien» (44.9 %), y otras menos frecuentes como las siguientes: que el tránsito hacia esta frontera resulta más corto comparado con otras fronteras (14.3 %), que es una frontera fácil de cruzar (10.2 %) y que es más segura (10.2 %). Cuando se les preguntó sobre lo que pensaban hacer en Ciudad Acuña, la respuesta más frecuente fue la de quedarse en esta ciudad (76.9 %), seguida por otras como: ir a otro lugar de México (15.4 %) y solicitar asilo en Estados Unidos (7.7 %) (véase Cuadro 4).

Cuadro 4 Razones para migrar y perspectivas migratorias de los migrantes estudiados en el albergue El Fandango, Ciudad Acuña, Coahuila, septiembre 2021 

Características Mujeres núm. (%) Hombres núm. (%) Total núm. (%)

Motivos de salida del país de residencia

Crisis política

Falta de trabajo

Inseguridad

Sin visa humanitaria

Racismo

Búsqueda mejor vida

10 (11.1)

20 (22.2)

15 (27.8)

10 (11.1)

0 (0.0)

25 (27.8)

20 (10.8)

50 (27.0)

40 (21.6)

15 (8.10)

30 (16.2)

30 (16.2)

30 (10.9)

70 (25.5)

65 (23.6)

25 (9.10)

30 (10.9)

55 (20.0)

Familiares en EE. UU.

No

65 (72.2)

25 (27.8)

155 (83.8)

30 (16.2)

220 (80.0)

55 (20.0)

¿Por qué decidió venir a Acuña?

Frontera segura

Más fácil de cruzar

Más cerca desde el sur

Por sugerencia de alguien

Hay posibilidad de trabajo

Otro

0 (0.0)

0 (0.0)

15 (18.8)

35 (43.8)

15 (18.8)

15 (18.8)

25 (15.2)

25 (15.2)

20 (12.1)

75 (45.5)

5 (3.0)

15 (9.1)

25 (10.2)

25 (10.2)

35 (14.3)

110 (44.9)

20 (8.2)

30 (12.2)

Estando en Ciudad Acuña ¿qué piensa hacer?

Solicitar asilo en EE. UU.

Cruzar a EE. UU. sin permiso

Quedarse en Ciudad Acuña

Ir a otro lugar en México

Regresar a su origen

Otro

10 (11.8)

0 (0.0)

65 (76.5)

10 (11.8)

0 (0.0)

0 (0.0)

10 (5.7)

0 (0.0)

135 (73.0)

30 (17.1)

0 (0.0)

0 (0.0)

20 (7.7)

0 (0.0)

200 (76.9)

40 (15.4)

0 (0.0)

0 (0.0)

Fuente: elaborado con resultados del cuestionario aplicado a migrantes en Ciudad Acuña, septiembre, 2021.

Variables como la edad y el sexo son fundamentales para explicar las razones por las cuales las personas deciden migrar y para comprender las condiciones en las que lo hacen. De igual manera, el sexo es una variable fundamental para entender el comportamiento migratorio, especialmente cuando la movilización comprende el cruce ilegal por fronteras que implican la exposición a trata de personas, violencia sexual y explotación laboral (Pérez Oseguera et al., 2008)

Las variables restantes, utilizadas para modelar el comportamiento de las personas sobre la decisión de migrar solas o acompañadas, tales como su lugar de residencia anterior, el nivel de escolaridad y la presencia de familiares en el destino, son ampliamente utilizadas en muchas teorías como la teoría de costo-beneficio, la nueva teoría económica, la teoría neoclásica, la teoría de redes, la teoría institucional y la teoría de la acumulación causal, entre otras. Lo que da un marco analítico suficiente para sustentar los análisis subsecuentes.

Análisis de los determinantes de la decisión de migrar

Considerando un conjunto de variables independientes cuantitativas y cualitativas, entendidas como determinantes, el modelo de regresión logística permite estimar la probabilidad de ocurrencia de un evento de tipo binario, en este caso, predecir la condición de migrar solo o acompañado en función del valor esperado de la variable dependiente modelada a partir de la ecuación:

yiBpi,ni donde pi=Eyini|X-i

donde la variable dependiente y i sigue una distribución Bernoulli con probabilidad de éxito p i independiente, para cada caso observado, la cual depende de los valores alcanzados por cada una de las variables independientes. Es decir, que la probabilidad p i estimada permite clasificar cada uno de los casos de migración en una de las dos posibles categorías (Kleinbaum y Klein, 2010), por lo que el modelo acota los valores de probabilidad estimados por la regresión, en un rango entre cero y uno, utilizando una transformación logística definida como:

pi=11+e-β0+β1x1,i+β2x2,i++βkxk,i

lo que permite definir el modelo de regresión logística como:

logitpi=1npi1-pi=yi=β0+β1xi,i+β2x2,i++βkxk,i

El modelo de regresión logística ajusta el logit de la probabilidad de que y i pertenezca al grupo de referencia 1 (y i = 1) dado el vector (x 1 ,x 2 ,...,x k ), definido como el logaritmo de la razón de momios de p i . Se entiende por razón de momios el cociente de la probabilidad p i (evento favorable) entre su complemento 1-p i (evento desfavorable), el cual toma valores entre [0,∞] y, al aplicarle el logaritmo natural, alcanza un rango acotado por el intervalo [0,1].

Ajuste del modelo

El modelo ajustado incluye la variable dependiente estado migratorio y las variables independientes: x1 (edad), x2 (sexo), x3 (país de residencia anterior), x4 (nivel educativo) y x5 (familia en Estados Unidos), de forma que el modelo quedó conformado como:

yi=β1x1+β2x2+β3x3+β4x4+β5x2 (1)

La estimación del modelo logístico se realizó con el paquete base del lenguaje de programación R en su versión 3.5.1 (R Core Team 2018). En particular se utilizó el comando glm() para ajustar modelos lineales generalizados con la opción binomial, lo que permitió obtener estimaciones para cada uno de los parámetros β del modelo de regresión dado por (1). Los resultados estimados se presentan en el Cuadro 4.

El parámetro β i estimado por el modelo de regresión logística, representa el cambio que provocaría el incremento en una unidad de la variable x i sobre el logaritmo del momio y i , lo que equivale a multiplicar el momio por exp(β i ); esto difícilmente tiene sentido en la vida cotidiana, razón por la cual suele utilizarse una transformación del logit(pi) conocida como odds ratio (cociente de momios), la cual se define como el cociente del riesgo de ocurrencia de un evento entre el riesgo de no ocurrencia del mismo evento (este se presenta en la segunda columna del Cuadro 4). Si el cociente de momios es igual a 1, significa que no hay asociación entre la ocurrencia del evento y la ocurrencia del evento complementario, mientras que, por el contrario, si el cociente es superior a 1 significa que presenta un aumento de riesgo de que ocurra el evento respecto de que ocurra el evento complementario (véase Cuadro 4).

Según las estimaciones presentadas en el Cuadro 5, el cociente de momios correspondiente a la variable edad señala que el incremento de un año en la edad del migrante implicaría un aumento del 5 % en el riesgo de migrar solo respecto de migrar acompañado; es decir, que existe una mayor propensión de las personas jóvenes a viajar en grupo. En el caso de variables de tipo cualitativo, se debe establecer una categoría como referencia y a partir de esta cuantificar el riesgo de ocurrencia, de manera que, si se considera la variable sexo como categórica, se debe asignar un resultado como categoría de referencia, en este caso se consideró «mujer» como categoría de referencia (véase Cuadro 5).

Cuadro 5 Modelo de regresión logística sobre la decisión de migrar solo 

Odds Ratio (95 % CI) P(Wald’s test) P(LR-test)
Edad (años) 1.05 (1.00, 1.11) 0.067 0.065
Sexo ref: Mujer 0.001
Hombre 3.87 (1.88, 7.96) 0.001
País anterior ref: Haití < 0.001
Chile 0.40 (0.15, 1.05) 0.063
Brasil 5.71 (2.27, 14.37) < 0.001
Nivel educativo ref: Básico (primaria-secundaria) < 0.001
Bachillerato o más 4.00 (2.03, 7.88) < 0.001
Familia en EE. UU. ref: no 0.012
Familia en EE. UU.-si 2.77 (1.23, 6.22) 0.014

Fuente: elaboración propia con datos de la encuesta migratoria de haitianos en Ciudad Acuña, El Colef 2021.

En la segunda columna del Cuadro 5 se observa también que el parámetro beta estimado muestra que entre los hombres incrementa casi cuatro veces (3.8) el riesgo de migrar solo, en relación con las mujeres, por lo que ellas migran en grupo con mayor frecuencia que ellos, a razón de cuatro a uno. Respecto del país de procedencia, tomando como riesgo base Haití, el riesgo de migrar solo se reduce en 60 % cuando los migrantes provienen de Chile, es decir, la migración de los haitianos procedentes de este país sudamericano tiene un alto componente familiar, mientras que quienes provienen de Brasil tienen un riesgo casi seis veces mayor de viajar solos que aquellos que provienen directamente de Haití (según el parámetro beta asociado de 5.7).

La educación es una variable fundamental para explicar las decisiones respecto de migrar debido a que permite a las personas procesar de manera más informada, consciente y racional un mayor número de decisiones en la vida. Considerando el nivel educativo como variable categórica, y la categoría de referencia las personas con educación básica (primaria y secundaria) o menos, se obtiene que el riesgo de migrar solo se incrementa cuatro veces cuando se cuenta con educación posbásica (bachillerato o más), esto según el parámetro beta asociado cuyo valor es de 4.0.

En el caso de la variable referente a tener algún pariente en Estados Unidos (donde no es la categoría de referencia), se obtuvo como resultado que contar con parientes en ese país incrementa casi tres veces el riesgo de migrar solo (2.7) respecto de no tenerlos.

Considerando los factores anteriores, los resultados encontrados evidencian que son los migrantes hombres, con permanencia anterior en Brasil, con un nivel educativo superior al básico y con parientes en Estados Unidos quienes más migran solos.

Evaluación del modelo de regresión logística

La significancia estadística del modelo de regresión logística permite medir su calidad de ajuste tanto en términos globales (de todo el modelo), como para cada una de las covariables utilizadas. Así, la significancia estadística del modelo logístico completo conocida como p-valor es útil para cuantificar la capacidad de ajuste del modelo en relación con los datos observados, al contrastar el modelo completo con la significancia de un modelo nulo (modelo sin covariables), prueba conocida como cociente de verosimilitudes. Este cociente se calcula como la diferencia de residuos del modelo con predictores y el modelo nulo. El estadístico presenta una distribución chi-cuadrada con n grados de libertad que corresponden a la diferencia obtenida de los grados de libertad de los dos modelos contrastados.

La prueba de cociente de verosimilitudes para el modelo que estima la decisión de migrar solo o acompañado presentó una diferencia de residuos de 78.2, con 6 grados de libertad, provenientes de los 7 grados de libertad del modelo con predictores y de 1 grado de libertad del modelo nulo, de forma que el estadístico correspondiente al p-valor de la prueba resultó de 0.0001, por lo que el modelo de regresión logística en su conjunto resultó ser estadísticamente significativo. Por otro lado, el nivel de significancia estadística para cada uno de los predictores utilizados por el modelo de regresión logística fue estimado a partir de una prueba de Wald, cuya hipótesis nula indica que β i =0, bajo el supuesto de que se distribuye como una normal estándar. Los p-valores asociados a cada uno de los parámetros estimados se muestran en la columna 4 del Cuadro 5.

De acuerdo con los resultados observados en el Cuadro 5, todas las variables consideradas en el modelo como predictores resultaron ser estadísticamente significativas a un nivel superior al 90 %. Sin embargo, debido a que el intervalo de confianza asociado a la variable edad toca el 1, puede ser que la variable ejerza un efecto nulo sobre la decisión de migrar solo o acompañado.

Adicionalmente, el modelo logístico permite cuantificar la probabilidad de que un migrante viaje solo o acompañado dado el conjunto de las variables predictoras utilizadas de manera que, una vez estimados los coeficientes, es posible obtener la probabilidad de que la variable dependiente pertenezca al grupo de referencia (migrantes que viajan solos) tras especificarse la combinación de predictores. Es decir, el modelo permite predecir si un migrante viaja solo o acompañado, una vez establecido un umbral de probabilidad a partir del cual se considera que la variable pertenece o no al grupo de referencia.

En el caso de la muestra de migrantes haitianos en Ciudad Acuña, se utilizó un umbral de probabilidad del 0.5, por lo que una p( Y=1 | X ) > 0.5 es indicativa de que el migrante viaja acompañado; en caso contrario, el migrante es asignado al grupo de referencia (es decir, el migrante viaja solo), de esta forma se evaluó la capacidad predictiva del modelo al clasificar la muestra total observada. Los resultados se presentan en la gráfica 3, donde el modelo logístico permitió clasificar correctamente el 78.18 % de los datos de la muestra, lo que hace posible afirmar que el conjunto de determinantes utilizados para el diseño del modelo logístico ajusta de manera adecuada la decisión de los migrantes respecto de viajar solos o acompañados (véase Gráfica 3).

Fuente: elaboración propia con base en los datos de la encuesta.

Gráfica 3 Capacidad predictiva del modelo logístico 

Conclusiones

El creciente flujo migratorio de haitianos que cruzan México en su intento por ingresar a Estados Unidos y que por diversos motivos terminan asentados temporal o permanentemente en territorio nacional enfrenta al gobierno mexicano a la disyuntiva de deportarlos o de darles asilo. En este sentido, conocer las características de quienes viajan permite contar con mayores elementos para el diseño de políticas públicas que faciliten atender de forma diferenciada los flujos migratorios y que cuenten con características de atención específicas para quienes viajan en grupos, en especial familias, o solos.

La migración de haitianos asentados en el albergue El Fandango de Ciudad Acuña hizo posible identificar una serie de características de quienes decidieron viajar. Destaca la presencia de personas que viajaban acompañadas; estas eran mayoritariamente mujeres, con nivel de educación básica y sin parientes en Estados Unidos, que en general viajaban con su pareja o con hijos, dato que permite identificar grupos familiares en condiciones de precariedad, considerando las condiciones de inseguridad y violencia existentes en las rutas migratorias, lo cual requiere de una atención especial por parte de las autoridades de distintos sectores y niveles.

Por otro lado, las variables predictoras asociadas con las personas que decidieron viajar solas son las siguientes: personas del género masculino, con escolaridad de nivel bachillerato o mayor, que residían en Brasil antes de migrar y tenían familiares en Estados Unidos.

En general, los resultados muestran indicadores de nivel micro relacionados con el grupo de migrantes entrevistados, pero pueden estar asociados con factores macroestructurales presentes en los países de procedencia, entre los que destacan factores como la falta de empleo, la crisis política, la inseguridad y el racismo. Estos factores pueden interactuar en la decisión de migrar, tal como se describe previamente en la sección de resultados, donde se cuantificaron aspectos como el sexo, la edad, la escolaridad y el país de procedencia como variables que permiten evaluar el riesgo de migrar solo o acompañado. Los resultados señalan que contar con educación posbásica (bachillerato o más) incrementa cuatro veces el riesgo de migrar solo y sugieren, en concordancia con lo establecido por la teoría de la causación acumulativa, que el movimiento migratorio de haitianos aquí descrito obedece a un proceso acumulativo causal con raíces históricas cuyo origen se remonta a la migración de haitianos hacia Estados Unidos.

En términos generales, la migración de haitianos a Estados Unidos es producto de un movimiento de atracción que ha generado un proceso de arrastre, tal y como lo demuestran las características de movilidad y acompañamiento de los migrantes que se presentaron en el Cuadro 3, que da sentido y coherencia al uso de la variable «contar con un familiar en Estados Unidos» para explicar el flujo migratorio y para cuantificar el incremento del riesgo de migrar solo a ese país.

Finalmente, las cifras del Cuadro 1, relacionadas con el crecimiento sostenido del número de solicitudes de asilo en la frontera sur, sugieren que el flujo de migrantes haitianos a México continuará incrementándose en los próximos años, por lo que este tipo de estudios resultan importantes para aportar elementos que permitan, por una parte, identificar y facilitar el paso por México de las personas que buscan decididamente llegar a Estados Unidos, en especial, en los casos en los que es posible identificar que se trata de un proceso de reunificación familiar, o, por otra parte, generar las condiciones para acoger a los inmigrantes que no cuenten con posibilidades de ingresar a Estados Unidos o que decidan establecerse en México, lo que desde luego debe incluir el diseño y la implementación de políticas destinadas a eliminar la discriminación por color de piel, religión e idioma, a la que se enfrentan cotidianamente los haitianos que ingresan legal o ilegalmente al país.

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Cómo citar este artículo: Núñez Medina, Gerardo y Felipe Javier Uribe Salas. (2024), «La migración de personas haitianas a Ciudad Acuña, Coahuila, México». Revista Pueblos y fronteras digital, 19, pp. 1-24, doi: https://doi.org/10.22201/cimsur.18704115e.2024.v19.679

Recibido: 27 de Junio de 2023; Aprobado: 25 de Enero de 2024

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