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Gaceta médica de México

versión On-line ISSN 2696-1288versión impresa ISSN 0016-3813

Gac. Méd. Méx vol.141 no.3 Ciudad de México may./jun. 2005

 

Actividades académicas

 

Discurso de apertura del XXXIX Congreso de la Academia Nacional de Medicina de México en la ciudad de Guanajuato, Gto., México.

 

Inaugural speech for the XXXIX Congress of the National Academy of Medicine, Guanajuato, Gto, Mexico

 

Misael Uribe–Esquivel ª*

 

ª Academia Nacional de Medicina de México, A.C., México, D.F., México

 

* Correspondencia y solicitud de sobretiros:
Dr. Misael Uribe Esquivel.
Presidente de la Academia Nacional de Medicina de México, A.C. Unidad de Congresos del Centro Médico Nacional Siglo XXI, Bloque "B",
Av Cuauhtémoc No. 330,
México, D. F., C. P. 06725, México.

 

C. Secretario de Salud, Dr. Julio Frenk Mora.
C. Gobernador del Estado de Guanajuato, Ing. Juan Carlos Romero Hicks.
Director General del CONACYT, Ing. Jaime Parada Ávila.
Rector de la Universidad de Guanajuato, Dr. Arturo Lara López.
Secretario de Salud de Guanajuato, Dr. Éctor Jaime Ramírez Barba.
Presidente Municipal, de la ciudad de Guanajuato, Lic. Arnulfo Vázquez Nieto.

Distinguidos señores rectores, directores de escuelas de medicina, queridos expresidentes, estimados académicos, acompañantes y apreciados colegas de los estados y de las ciudades de Guanajuato y amigos todos.

 

El primer pensamiento que emana de los académicos la noche de hoy, es el agradecimiento a esta hermosa tierra que generó nuestra independencia, que dio luz a hombres y mujeres que han hecho de este estado un orgullo para nuestro país y que dota de un marco único la realización del Trigésimo Noveno (XXXIX) Congreso Médico de la centenaria Academia Nacional de Medicina.

La Academia más antigua de América y la única con trabajo ininterrumpido durante 142 años, ha sido cuna de la medicina científica de este país del que han surgido grandes clínicos, investigadores, rectores, directores de facultades y Secretarios de Salud como nuestro amigo el actual secretario Dr, Julio Frenk Mora. Academia que consciente de su responsabilidad social y su origen médico solidario, viene sin pretensiones a este estado, para el encuentro del gremio médico que es el soporte de la profesión. Viene a compartir pero también a aprender, a proponer, así como a recibir peticiones y sugerencias; viene en su función de escudo y vanguardia del gremio de nuestra profesión, la medicina.

Amigos y amigas de Guanajuato, muchas gracias. Amigos conductores de instituciones de salud y de medicina gubernamental y no gubernamental.

Amigos y amigas provenientes de diversos rincones de nuestro país. Nuestro aprecio y agradecimiento por su asistencia.

Este marco, el Teatro Juárez facilitado generosamente por el gobierno y pueblo de Guanajuato, es único y no podría ser un sitio más espléndido para el inicio de nuestras actividades.

Los temas que abordaremos en esta reunión del gremio médico los consideramos estratégicamente importantes, no solamente por su contribución científica y la actualización que nos brindarán en áreas como la epidemia de la diabetes y la obesidad, de la hepatitis C, de la ansiedad y de los problemas neurológicos en los que nuestro país a la vez que los padece, genera propuestas científicas de nuevos retos que representan las infecciones emergentes, los trasplantes de órganos que en muchas ocasiones por nuestras limitantes no podemos realizar, de problemas ambientales que nuestra incapacidad para cuidar el medio ambiente conducen cada vez con mayor frecuencia a problemas en el aparato respiratorio; haremos sugerencias sobre el uso de fármacos y sobre el abuso de la tecnología y el reto que representa su optimización en un país con limitaciones económicas, pero con grandes talentos en lo académico.

No únicamente, pero sí especialmente, nuestro agradecimiento al amigo Dr. Francisco Guerrero, Director de la Facultad de Medicina. Agradecemos también a los que organizaron actividades paralelas tan importantes como la educación médica continua, que con la entusiasta colaboración de maestros en todo el territorio nacional, permite a la Academia llegar con su mensaje de educación médica continua a miles de colegas cada año. Área en la que por cierto ahora resulta que los extranjeros quisieran incursionar, como si esto más que misión fuera un negocio.

A los doctores José Narro y Norberto Treviño, a nuestros amigos Manuel de la Llata, Dr. Éctor Jaime Ramírez y Héctor Aguirre Gas, agradecemos su trabajo por los talleres de los cuales derivarán publicaciones con propuestas; estaremos atentos a su uso y la que las conclusiones de los académicos sean incluidas en la aplicación de políticas de salud y de que el gremio no sea excluido de esa toma de decisiones en una democracia demandante de más sociedad y menos o mejor gobierno, en todos sus niveles, y que exige su inclusión basada en el acuerdo derivado del estudio resultante, no de la imprecisión o de una innecesaria rijosidad o improvisación por más bien intencionada que sea, sino la resultante del método científico.

Mención especial de agradecimiento a nuestros expertos e invitados extranjeros y al Instituto de Medicina de los EUA, con quien la Academia establecerá cercanas y valiosas relaciones.

El programa de trabajo a lo largo del año de la Academia es amplio, además de su congreso se trabaja en sesiones y comités todo el año, porque la Academia Nacional de Medicina no solamente es tradición que ciertamente la enorgullece, sino también innovación y propuesta, aunado a la propuesta inconformidad racional contra las cosas que pueden y deben hacerse mejor para el gremio y para los mexicanos.

Uno de los peores pecados que cometen las personas y las sociedades es la autocomplacencia, la deformación en nuestra percepción de que todo está bien, la satisfacción que conlleva el acostumbrarse a que nada pueda ser mejorado y por lo tanto fatalmente nada puede mejorar. Así, va todo mundo contento, así, la expectativa empobrece, se convierte en profecía de fracaso o de tolerancia de quien antepone proyectos personales a proyectos comunes sociales que el país demanda, en laberintos sin salida de la mediocridad.

La ciencia médica no está en condiciones diferentes de las otras áreas; ciertamente, el país transita a la democracia, sin embargo, la nuestra es aún pediátrica, no se percibe la importancia de la ciencia y eso que la ciencia médica ha logrado en un siglo duplicar la esperanza de vida.

La ciencia mexicana sigue siendo insuficiente si consideramos que queremos invertir los paradigmas como China y la India lo han hecho; es insuficiente en número y en áreas y también es pobre en vinculaciones, lo que provoca un divorcio entre sociedad y científicos. Sigue centralizada en instituciones y en personas y esto como país nos divide artificial y negativamente. Parecería, como dice Pérez Tamayo, estar enajenada en los contactos entre los investigadores científicos y los problemas puntuales del país que son ocasionales y escasos. La Academia viene a proponer vínculos y líneas concretas de trabajo. Es, finalmente, subfinanciada y un científico o un gran profesionista no alcanzaría lo que con frivolidad alcanzan otros actores sociales, algunos de ellos francamente nocivos. La Academia ciertamente no tiene fuerza, ni destino político, pero tiene fuerza moral para señalar y para acudir a la defensa del gremio.

Durante los siguientes días, los académicos discutiremos avances médicos pero también problemas y propuestas estratégicas para el avance de la medicina y para el bienestar de los mexicanos y contaremos con espacios para la cultura, con el apoyo amistoso de nuestros queridos amigos el Maestro Raúl Cremoux, quien juzgará desde otro ángulo la labor del médico, y del Dr. Eduardo Matos, quien nos ilustrará sobre lo que hacían los médicos en el pasado de la cultura mesoamericana. Sin faltar así el convivio ameno y afectuoso con todos los colegas y acompañantes a quienes también reconocemos y agradecemos su valiosa compañía. Todo este evento es posible gracias al entorno que sólo ciudades como Guanajuato pueden brindar a la mezcla academia–ciencia–humanismo.

Antes de terminar quiero recordar la relación entre médicos distinguidos y sus familias que hacen fraterna la relación cultura–academia–ciencia. Permítanme así alejarme un poco del tema, y platicarles de la relación que el Subsecretario Enrique Ruelas tiene con esta tierra. Su padre, el maestro Enrique Ruelas (transcribo de la revista Artes de México) fue el que por primera vez infundió vida y realización al ideal que venía soñando hacía tiempo: la representación de los Entremeses Cervantinos en la plazuela de San Roque, en la que por cierto estaremos conviviendo los médicos el próximo jueves. Hoy representan un evento cultural de talla mundial, originado, concebido y realizado en esta tierra. EI sueño y la acción hacen a lo imposible posible en la cultura y en la ciencia. Gracias por este hermoso ejemplo al maestro Ruelas y a Guanajuato.

Quiero terminar agradeciendo el apoyo y la amistad que nos brinda el Dr. Julio Frenk, el Ing. Juan Carlos Romero Hicks, el Rector de esta hermosa y productiva Universidad Dr. Arturo Lara López y aI Presidente Municipal Lic. Arnulfo Vázquez Nieto. Los médicos y los académicos sabemos agradecer, en verdad muchas gracias por su generosa hospitalidad.

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