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Salud Pública de México
versión impresa ISSN 0036-3634
Salud pública Méx vol.56 supl.2 Cuernavaca 2014
Artículo original
Narrativa infantil en entornos escolares. Una estrategia de promoción de la salud
Child narrative in school settings. A strategy for health promotion
Víctor Ríos-Cortázar, MD,(1) Alejandra Gasca-García, MP,(1) Mónica Franco-Martínez, MD,(1) Lizbeth Tolentino-Mayo, MSc.(2)
(1) Departamento de Atención a la Salud, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco. Distrito Federal, México.
(2) Centro de Investigación en Nutrición y Salud, Instituto Nacional de Salud Pública. Cuernavaca, Morelos, México.
Resumen
Objetivo. Describir el proceso de desarrollo de las capacidades de una población escolar en relación con la alimentación, actividad física y prevención de obesidad, dentro de una iniciativa de Escuela Promotora de Salud (EPS), implementada en una escuela primaria pública y sustentada en un enfoque de funcionamiento humano.
Material y métodos. Se formuló un proyecto de EPS con un diseño metodológico de investigación-acción participativa, en el que se adecuó e integró un método participativo de planeación-acción-evaluación con un modelo de aprendizaje grupal y colaborativo, y se definió la narrativa como estrategia.
Resultados. La participación de los niños contribuyó al desarrollo de conjuntos de capacidades referidas al desempeño escolar, socialización y convivencia, así como a la alimentación, actividad física y otras relacionadas con salud en general.
Conclusiones. La EPS favorece el desarrollo de capacidades individuales y colectivas que permiten a los escolares lograr funcionamientos favorables para su salud, incluyendo alimentación y actividad física.
Palabras clave: salud escolar; promoción de la salud; narrativa; investigación participativa basada en la comunidad; México.
Abstract
Objective. To describe the process of capacity building of an elementary school in Mexico City to promote healthy diet, physical activity and obesity preventive measures, within the Health Promoting School (HPS) initiative, underpinned by a human functioning approach.
Materials and methods. The project of HPS had a methodological design of participatory action research, which was adapted and integrated to a participatory method of planning-action-evaluation with a model of collaborative and group learning; thus narrative was defined as a strategy.
Results. The participation of children in the process contributed to the development of a set of capabilities related to school performance, socialization, coexistence, diet, physical activity and others related to health in general.
Conclusions. The HPS enhances the development of individual and collective capacities of school-aged children that allows them to achieve favorable performances for their health, including diet and physical activity.
Key words: health promotion; narration; school health; community-based participatory research; Mexico.
En México, la tercera parte de la población en edad escolar presenta sobrepeso y obesidad (SO).1 Frente a éste, que es uno de los mayores problemas de salud pública del país, los centros de educación básica resultan espacios clave para implementar iniciativas que contribuyan a resolverlo.2
Aunque no existe evidencia definitiva respecto a la efectividad de las intervenciones en el ámbito escolar para la prevención de SO,3-5 las revisiones sistemáticas señalan recurrentemente una serie de recomendaciones como el abordaje holístico, duración prolongada y empleo de métodos que promuevan la participación de los escolares. Éstas corresponden con las características principales de la iniciativa Escuela Promotora de Salud (EPS), de la Organización Mundial de la Salud (OMS), definida como "la escuela que constantemente está fortaleciendo su capacidad para constituirse en un entorno saludable para la vida, el aprendizaje y el trabajo"6 y que ha mostrado mayor efectividad sobre otras intervenciones de salud en dicho ámbito.7
Una de las teorías incorporadas al campo de EPS es la del funcionamiento humano, según la cual la escuela puede desarrollar las capacidades de sus alumnos para que tomen buenas decisiones de manera autónoma, precondición necesaria para la adopción de conductas saludables.8,9
La investigación-acción participativa (IAP) ha sido incorporada al campo de las iniciativas de EPS dado que, al ser una aproximación colaborativa de investigación, conjuga métodos de indagatoria con estrategias de desarrollo de capacidades comunitarias para crear un campo común de entendimiento entre el conocimiento producido a través de la investigación científica y el que es puesto en práctica en las comunidades para mejorar su salud.10,11
El propósito de esta comunicación es describir el proceso del establecimiento de la narrativa como estrategia de un proyecto de EPS implementado en una escuela primaria pública del sur de la Ciudad de México (FM). Éstas son las preguntas que guiaron esta investigación: ¿cuáles son las capacidades, individuales y colectivas, que desarrollan los escolares para construir(se) un entorno escolar saludable, particularmente aquéllas relacionadas con la prevención de SO? y ¿es la narrativa una estrategia efectiva para facilitar y fortalecer ese desarrollo?
Material y métodos
El estudio se originó a solicitud de la entonces directora de la FM para que la institución a la que pertenecen los investigadores desarrollara alguna intervención encaminada a resolver los problemas de salud prevalentes en los escolares y que ella consideró "graves". Con base en la demanda, se formuló un proyecto de EPS con un diseño metodológico propio de IAP, en el que se adecuó e integró un método participativo de planeación-acción-evaluación12 con un modelo de aprendizaje grupal y colaborativo.13
La población estuvo constituida por niñas y niños que acuden a la FM. Éstos provienen, en su gran mayoría, de la unidad habitacional más grande de la delegación Coyoacán, al sur de la Ciudad de México, integrada por 45 563 viviendas de interés social donde residen familias que enfrentan procesos notables de deterioro y precarización como desempleo, vandalismo, robo, venta de droga, alcoholismo, entre otros.14
Se consideraron tres fases de un proceso encaminado a favorecer la participación de niñas y niños. Las fases 1 y 2 fueron de carácter exploratorio; en ellas se obtuvo un diagnóstico cualitativo de salud, propuestas de acción y modalidades de participación encaminadas a resolver los problemas identificados, y se definió el objetivo de EPS a través de grupos pequeños de discusión por grado escolar, en el caso de los menores, y de entrevistas individuales, en el caso de los profesores. Se iniciaron evaluaciones periódicas de la situación de salud de la población escolar que incluía estado de nutrición determinado a partir de mediciones antropométricas (septiembre 2008 a octubre 2009). Para participar en el estudio, se obtuvo el consentimiento informado de los padres de familia y de los profesores, así como el asentimiento de los menores.
Durante la tercera fase se definió la estrategia. Al seguir un proceso semejante al de las fases precedentes, se acordó establecer la narrativa como la estrategia que favoreciera el desarrollo de las capacidades de la población escolar a través de su participación en la elaboración mensual de un periódico escolar denominado Pequeñeces. La narrativa se definió en dos dimensiones: primero, como una de las modalidades a través de las cuales las personas organizan y negocian su conocimiento del mundo y estructuran su experiencia;15 segundo, como objeto de conocimiento y técnica de representación16 (noviembre 2009 a la fecha).
A partir de esta fase, la obtención y análisis de la información, así como el tratamiento para su difusión a través del periódico se repitieron en cada ciclo escolar de acuerdo con dos momentos:
El primero ocurrió al inicio de cada ciclo escolar. Se convocó, salón por salón, a niñas y niños para que presentaran voluntariamente escritos y dibujos a través de los cuales relataran sus experiencias en la vida diaria de la escuela, valoradas como favorables para su salud y la convivencia. Para ello se les presentó, en cada ocasión, una pregunta simple y directa relacionada con su percepción subjetiva del bienestar en la escuela:17 "¿qué te hace feliz en la escuela?", "¿qué es lo que más te gusta de ir a la escuela?" y otras semejantes. Los relatos fueron transcritos y los dibujos digitalizados para hacer un análisis cualitativo de contenido siguiendo el procedimiento descrito por Cáceres18 y Mayring.19 Los resultados fueron organizados y devueltos a la comunidad escolar a través del periódico.
El segundo momento se prolongó durante el resto de cada ciclo escolar y se tuvieron como insumos los resultados del ejercicio antes descrito. Estos resultados fueron distribuidos por temas, grado escolar y mes, y se propusieron a alumnos, salón por salón, como plan de trabajo para el resto del ciclo escolar. Así, cada mes, los grupos de un mismo grado escolar trabajaron un tema específico, para lo cual se organizaron en subgrupos de discusión coordinados por dos pasantes de medicina y enfermería en servicio social, previamente capacitadas y monitoreadas por el investigador principal.
Los subgrupos discutieron cada tema siguiendo una guía de preguntas sencillas y directas, con la cual reflexionaron sobre las relaciones (favorables y no favorables) del tema en cuestión con las condiciones de la escuela, las relaciones sociales dentro de la misma, los medios de autorrealización, su vinculación con la situación de salud y las propuestas para mejorarlas. Con base en este trabajo, elaboraron en colectivo relatos, escritos y dibujos producto del consenso alcanzado en los subgrupos; también, si así lo decidían, presentaban relatos individuales. La información obtenida siguió el mismo proceso de análisis descrito para el primer momento. Cada uno de los menores, docentes y demás personal de la FM recibieron mensualmente, sin costo, un ejemplar del periódico.
Al finalizar cada ciclo escolar, se hizo un ejercicio de evaluación en el que participaron todos los sectores de la comunidad escolar. Por cuestión de espacio, en este reporte no se incluyó a padres de familia y sólo se tomó la información proveniente del sector docente y de la población escolar la cual se obtuvo a partir de cuestionarios con preguntas abiertas,20 referidas a las observaciones del primer sector y a las percepciones de la segunda sobre el desarrollo de sus capacidades relacionadas con alimentación, actividad física y otras asociadas con la prevención de SO. Otros componentes de la iniciativa EPS y sus resultados no son objeto de este trabajo.
Resultados
La población escolar de la FM ha fluctuado entre 360 y 380 menores por ciclo escolar, distribuidos en 13 grupos para los seis grados. En promedio, cada grupo estuvo formado por 29 (±2) alumnos, con predominio del sexo masculino (alrededor de 55%), por ciclo escolar. La planta docente estuvo integrada por 13 profesores frente a grupo, más los de educación física, inglés y computación.
Resultados por fases
Primera fase. La violencia y la "mala" alimentación fueron identificados entre los principales problemas de salud tanto por niñas y niños como por profesores, a través del diagnóstico cualitativo de salud. Asimismo, desde las primeras propuestas, los menores destacaron acciones que implicaban su participación activa; sin embargo, aquéllas acordadas para llevarse a la práctica tendían a ser mediadas, modificadas e, incluso, prescritas como "tareas" obligatorias por los profesor.
Segunda fase. Después del diagnóstico, los grupos acordaron establecer la "convivencia saludable" como objetivo de la EPS. Ésta consistió en reconocer, exaltar y promover las relaciones y acciones que propician un entorno libre de violencia y favorable para la salud en su ámbito escolar, a través de la narrativa cuya concreción fue la preparación y publicación de un periódico mensual. Fue la primera respuesta colectiva a los principales problemas de salud y creó condiciones para facilitar una mayor participación activa de la población escolar, mientras disminuía la participación directiva de los profesores.
Tercera fase. A partir de noviembre de 2009 se inició la publicación del periódico (figura 1) durante cinco ciclos escolares, hasta el momento de la preparación de este reporte. Enseguida se abordan los resultados distinguiendo los dos momentos del proceso que se repitieron en cada ciclo escolar. Los resultados de cambios favorables en el estado de nutrición ya fueron publicados.21
Primer momento. La convocatoria hecha al inicio de cada ciclo escolar tuvo como resultado inmediato la participación mayoritaria de niñas y niños de todos los grados. Sus relatos mostraron un conjunto de condiciones, acciones y relaciones que, al combinarse en una amplia gama de posibilidades, hacen que la escuela sea un entorno que les procura bienestar, así como realización y aspiración. Se observó que el juego y la diversión funcionaron como un bloque en torno al cual se articularon esas combinaciones, razón por la que estos indicadores no se incluyeron en el cuadro I. El otro componente constante y transversal fue la inclusión de la participación activa de los niños; de ahí, por ejemplo, que resaltara su preferencia por las clases que claramente requieren de ésta (educación física, computación, inglés) y que manifestaran especial gusto por las situaciones en las que el aprendizaje se produce de manera grupal, colaborativa y participativa.
Segundo momento. La organización y distribución de los temas identificados facilitó la inclusión y participación, a lo largo de cada ciclo escolar, de toda la población de la escuela. A la vez, se creó un espacio para que en cada salón, en grupos pequeños, niñas y niños profundizaran en la reflexión sobre las condiciones y las situaciones que, desde su visión, favorecían o dificultaban el logro de su bienestar en el ámbito escolar y, con base en ella, perfilaron propuestas y acciones específicas para incrementarlo y mejorarlo (cuadro II).
Los aspectos relacionados con alimentación, actividad física y salud en general no resultaron ajenos a los conjuntos de combinaciones citados más arriba. La alimentación apareció ligada especialmente con el recreo, como refrigerio y compra en la cooperativa. Junto con la actividad física, en sus relatos, el recreo formó parte de uno de los episodios especialmente valorados de la estancia en la escuela, como juego y como deporte.
Los niños distinguieron sin dificultad alimentos y bebidas que llamaron "sanos" o "saludables" de aquéllos que llamaron "chatarra"** asignando una serie de beneficios a los primeros y un conjunto de desventajas (para la salud de quien los consume) a los segundos. Incluso se mostraron familiarizados con el "plato del bien comer", el cual reprodujeron de manera bastante acertada y se refirieron a él como guía idónea para una alimentación saludable. No obstante, en sus relatos también reconocieron consumir con frecuencia alimentos y bebidas "chatarra". Cuestionados al respecto, señalaron una serie de razones vinculadas con una alta disponibilidad de esos productos en su entorno familiar y vecinal: "en la casa se come con refresco", "en la tienda hay mayor variedad de 'alimentos chatarra', refrescos y jugos" y "cuando vas a una fiesta te dan refresco".
Desde los primeros números de Pequeñeces, niñas y niños incluyeron distintas propuestas y recomendaciones (cuadro III) encaminadas a superar los obstáculos y dificultades que reconocieron enfrentar para lograr una alimentación saludable y aumentar la actividad física. Después de dos años de iniciada la publicación, su participación empezó a producir acciones colectivas que ampliaron el alcance de la narrativa, como el caso de los torneos Peques en movimiento, realizados para promover la actividad física, y la campaña De esta agua sí hay que beber, propuesta para promover el aumento del consumo de agua simple, para la cual se elaboró una serie de carteles que se incluyeron en el periódico (núm. 28) para que fueran colocados en sitios públicos de sus vecindarios.
Desde la perspectiva del sector docente, la participación de niñas y niños en el proceso contribuyó al desarrollo de un conjunto de capacidades propias del desempeño escolar, como las cognitivas y las de pensamiento crítico, y favoreció capacidades vinculadas con la socialización y la convivencia, de las que forman parte procesos de autoafirmación e identidad personal y colectiva. En relación con estos dos conjuntos, los docentes refirieron haber observado el desarrollo de capacidades relacionadas con alimentación, actividad física y salud, en general. Existe una semejanza entre el desarrollo de capacidades observadas por docentes y el referido por niñas y niños como realizaciones (cuadro IV).
Discusión
La iniciativa de EPS Pequeñeces siguió un diseño participativo encaminado a favorecer el desarrollo de aquellas capacidades individuales y colectivas de la población escolar que permitieran lograr funcionamientos favorables para la salud de sus miembros; entre ellas: alimentación, actividad física y otras asociadas con la prevención de SO.
Como señala Sen,8 el desarrollo de estas capacidades ocurrió como combinaciones de conjuntos de las mismas, que dieron como resultado el logro de funcionamientos como estar bien alimentado, prevenir enfermedades y tener buena salud, aunados a otros de mayor complejidad como participar y tomar decisiones respecto a la organización de la vida de la comunidad escolar. Acciones como los torneos Peques en movimiento son producto de la deliberación, del acuerdo, de la organización y de la conducción de los mismos niños, apoyados y acompañados por profesores e investigadores externos, pero finalmente producto de su voluntad colectiva.
El proceso participativo se estructuró a partir de la narrativa como estrategia de construcción grupal y colaborativa que relató las aspiraciones y las realizaciones de niñas y niños para procurarse un entorno escolar favorable. Reconoció y satisfizo necesidades y creó propuestas de cambio de ese entorno para hacer de la escuela un espacio promotor de salud, condiciones referidas en la Carta de Ottawa como requisitos para que las personas alcancen un adecuado estado de bienestar físico, mental y social.22
La producción narrativa de niñas y niños operó creando mundos posibles vislumbrados desde el mundo escolar que fueron reconociendo,23 lo que propició la construcción de una "comunidad de significado",24 es decir, de una capacidad colectiva estratégica no reductible a alguna capacidad individual, capaz de modificar el conjunto de valores, creencias, fines y prioridades de la población escolar a favor de su bienestar y de su salud, individual y colectiva.
Otros autores han documentado hallazgos semejantes25 en relación con los efectos positivos de la participación de estudiantes en iniciativas de promoción de la salud en el ámbito escolar, que ocurrieron principalmente en los estudiantes mismos (efectos personales), en la escuela como organización y en las relaciones e interacciones sociales en ese entorno.
De manera semejante a lo realizado en este proyecto, otros autores han documentado la validez de considerar y promover a los menores escolares como sus propios agentes de salud y con ello incrementar el control sobre su misma salud26 y la de su comunidad.27 Ellos sugieren que debe repensarse la posición y el rol que la sociedad les ha asignado a fin de que su potencial no se pierda. Desde un enfoque de construcción de capacidades, otros autores llegan a conclusiones semejantes en el sentido de que los menores tienen la capacidad de reflexionar sobre su salud y de encontrar formas de resolver por ellos mismos los problemas vinculados con este tema.28
Limitaciones
Una primera limitación de esta iniciativa es su tamaño, pues se trata de un proyecto realizado solamente en una escuela primaria, por lo que no existen condiciones para generalizar los resultados. Una segunda limitación es que se abordó el entorno familiar y vecinal de la población escolar de manera marginal; seguramente mucho de lo que se expresa en el ámbito escolar es extensión y reflejo de lo que sucede en esos ámbitos, como en el caso de la alimentación y la actividad física. Tampoco se estudió la repercusión que la iniciativa ha tenido, si es que ha tenido alguna, fuera del propio espacio escolar.
Hasta donde sabemos, este es el primer proyecto de EPS en México que se ha sustentado en la teoría de funcionamiento humano; si bien los resultados parecen alentadores, es necesario ampliar la investigación tanto en extensión como en profundidad. Queda pendiente, por ejemplo, explorar la relación y el efecto que el desarrollo de capacidades de la población escolar, logrado en el entorno escolar, puede tener en los ámbitos familiar y vecinal. En cualquier caso, de constatarse los procesos y los resultados aquí mostrados, las políticas de educación y salud para la promoción de salud en entornos escolares podrían tener una mayor profundidad si se estructuraran considerando la organización y la participación activa de los niños como su eje central.
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Fecha de recibido: 23 de agosto de 2013
Fecha de aceptado: 31 de julio de 2014
Autor de correspondencia:
Dr. Víctor Ríos Cortázar.
Coordinación de Primer Nivel y Salud Comunitaria,
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco.
Calzada del Hueso 1100, col Villa Quietud. 04960
Coyoacán, Distrito Federal, México.
Correo electrónico: vrios@correo.xoc.uam.mx.
* Este trabajo obtuvo en 2012 el Premio Nacional del Tercer Concurso Iberoamericano de Buenas Prácticas de Promoción de la Salud en el Ámbito Escolar, convocado por la Organización Panamericana de la Salud.
** Término acuñado para referirse a los productos generalmente industrializados o semindustrializados, de alto contenido calórico y baja calidad nutricional.
Declaración de conflicto de intereses: Los autores declararon no tener conflicto de intereses.