Aedes aegypti (L.) es el mosquito vector de dengue, Chikungunya y Zika en México. Para evitar sus picaduras, los Servicios de Salud recomiendan el uso de repelentes como medida de protección personal; sin embargo, no existe reporte formal de evaluaciones en laboratorio de los mismos en el sur de México.
Los repelentes disminuyen el contacto mosquito-humano y pueden disminuir la tasa de transmisión de enfermedades.1 El uso del DEET (N, N-dietil-3-metil-benzamida) como repelente data desde 1950.2 Se han identificado muchos otros compuestos repelentes en pruebas de laboratorio y campo mediante aplicación tópica sobre la piel;3 los repelentes de mosquitos incluyen compuestos químicos de origen sintético o natural (botánico) y se comercializan en diversas formulaciones (spray, vaporizadores, cremas, geles, lociones y tejidos impregnados).
Material y métodos
Material biológico. Se utilizaron hembras Ae. aegypti (cepa New Orleans) de cinco días de edad, criadas bajo condiciones controladas (27± 2 °C, >80 ± %HR, fotoperiodo 12:12 L:O) en la Unidad Colaborativa para Bioensayos Entomológicos (UCBE) de la Universidad Autónoma de Yucatán.
Repelentes. Se usaron repelentes comerciales disponibles (Cuadro I), adquiridos durante 2015 en establecimientos de Mérida, Yucatán.
Pruebas de laboratorio. Se realizaron con protocolo estándar WHO/CTD/WHOPES/IC.4-6 Brevemente, se probó la disponibilidad de los mosquitos (privados de solución azucarada 12 horas antes de los ensayos) para alimentarse, exponiendo el antebrazo de un voluntario (lavado y enjuagado con jabón neutro y agua, y frotado con etanol a 70%), pero protegiendo la mano durante 30 segundos con un guante quirúrgico. Se consideró disposición de los mosquitos cuando la tasa de aterrizaje en el antebrazo fue >10 mosquitos. Posteriormente, se aplicó cada repelente homogéneamente sobre el antebrazo, de acuerdo con las instrucciones de cada etiqueta, y se dejó secar por tres minutos; enseguida se introdujo el antebrazo tratado en jaulas entomológicas BugDorm DP1000 de 30x30x30cm con 100 hembras de Ae. aegypti por periodos de tres minutos a intervalos de 30 minutos, hasta el primer aterrizaje, por al menos seis horas. Se evaluaron 13 repelentes (tratamientos) con tres réplicas y un control en personas (voluntarios diferentes: dos hombres y una mujer de 25-30 años de edad). Las pruebas se llevaron a cabo entre las 8:00 y las 17:00 horas en el laboratorio (25°C, ca. 60 %HR), por un periodo de cinco días durante mayo de 2015. Los voluntarios firmaron una carta de consentimiento informado sobre los riesgos asociados con el contacto de la piel con los repelentes y con las picaduras de mosquitos, pero sin riesgo de enfermedad (se usó la cepa New Orleans, colonia establecida por más de 50 años). El Comité de Bioética y Bioseguridad de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en México, revisó y avaló el protocolo desarrollado en esta investigación.
Análisis de datos. Se estimó el tiempo de protección completa (TPC) para cada repelente (tiempo hasta que un mosquito se posa o intenta posarse) luego de una sola aplicación sobre la piel. Los resultados se analizaron por Anova de una sola vía y se empleó la prueba de Scheffe para comparar el tiempo promedio de protección (en segundos) con el paquete estadístico Stata 12.0. Se consideró estadísticamente significativo un valor de p <0.05.
Resultados
Se observaron diferencias significativas en el tiempo de protección entre los repelentes analizados (Anova F13, 95 = 1.1e+06, p< 0.001). En general, aquéllos con DEET (25, 15, 7.5 y 5%) y picaridina (16%) dieron el mayor tiempo promedio de protección (Figura 1, Cuadro I). El repelente con DEET a 25% tuvo un efecto significativamente mayor (p<0.05) en comparación con el resto (tiempo de protección > 6 horas), con lo que se cumple con el mínimo establecido por la NOM-032-SSA2-2014.
Discusión
Se observó que los mosquitos fueron sensibles a los repelentes sintéticos, especialmente aquellos con DEET, con una eficacia proporcional a su concentración. La formulación con mayor concentración de DEET (25%) fue la única que cumplió con protección > 6 horas en > 90% de las personas tratadas.4 Los otros repelentes formulados con DEET y la picardina confirieron protección por periodos más cortos (1-3 horas). Los formulados con botánicos, como citronela, lavanda, geraniol y eucalipto, fueron poco o nada protectores, por lo que su uso no es recomendable.
El DEET es el repelente de uso más extendido en el mundo.7 Cabe señalar que expertos de Medidas de Protección Personal contra Vectores (PPAV)8 recomiendan usar DEET en concentraciones de 30-50% y de picardina de 20-30%, pero ninguna de estas presentaciones está disponible en la ciudad de Mérida.
El uso de DEET en la concentración recomendada por PPAV podría ser utilizada en situaciones extremas, como el caso actual de Mérida con transmisión activa de dengue, Chikungunya y Zika. No obstante, también podrían recomendarse productos con menor concentración de DEET (1-3 horas de protección), pero con aplicaciones repetidas durante el día.
Los extractos de plantas son recomendados como una alternativa a los repelentes sintéticos, sin embargo, aquéllos encontrados en establecimientos de Mérida no producen el efecto repelente esperado.
Es importante señalar que la prevención es una de las mejores opciones como el uso de repelentes, entre otras medidas personales de protección; la eliminación de sitios de crianza en el entorno inmediato y la instalación de mallas/redes en puertas y ventanas es una primera línea de defensa contra las picaduras de mosquitos y el riesgo de transmisión de arbovirus.