Señor editor: El virus del Zika ha ido expandiéndose rápidamente en América Latina y el Caribe. El Perú aún no reporta casos autóctonos, pero sus similitudes geográficas y ambientales con los países afectados pueden establecer las condiciones adecuadas para la infección del Aedes aegypti, vector del virus del Zika y su posterior transmisión a los humanos, desencadenando una epidemia como la que sucedió con el virus del dengue en años anteriores.1 Además de la enfermedad febril aguda que el virus produce, la posible asociación con el incremento de casos de síndrome de Guillain-Barré en adultos, el aumento en la incidencia de microcefalia en recién nacidos, así como el reporte de la transmisión por vía sexual, han generado gran preocupación tanto en la población como en los decisores de la salud pública, a tal grado que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decretado alerta mundial.2,3
En Perú, desde la epidemia del dengue se han realizado numerosos esfuerzos para lograr el control durante los brotes, no obstante, el trabajo educativo hacia la población para la prevención y empoderamiento en el control de las enfermedades es aún insuficiente.4 En ese sentido, la posibilidad de la expansión del Zika al Perú, con sus posibles consecuencias, requiere de un análisis profundo de las estrategias de control y de prevención, especialmente en este último aspecto. Cabe precisar que una de las preocupaciones principales acerca de la enfermedad está centrada en la incidencia de microcefalia en los recién nacidos; es por ello que una de las estrategias de prevención recomendadas por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC)5 fue la entrega de métodos anticonceptivos (MAC) para reducir los embarazos en un posible escenario de transmisión, así como evitar la posible infección a través del semen.6
Es por ello que, en el contexto de la emergencia sanitaria por el virus del Zika, buscamos observar la situación actual del uso de MAC en el Perú como método de prevención ante la posible transmisión sexual y efecto teratogénico del Zika, para lo cual usamos el análisis geoespacial, herramienta que ya ha demostrado ser de utilidad en la toma de decisiones en salud pública porque ha permitido priorizar y reforzar medidas de prevención en las áreas principalmente afectadas. Es así que realizamos un análisis exploratorio de distribución espacial regional de los porcentajes de uso actual de métodos anticonceptivos y de condón en la última relación sexual en mujeres en edad fértil obtenidos de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar 2014.7 Se usó el programa ArcGIS Desktop versión 10.4* para elaborar los mapas temáticos finales agrupando los porcentajes regiones de uso en cinco cuantiles.
Los resultados indicaron que de las 24872 mujeres encuestadas, la media global de uso de MAC por regiones en el nivel nacional fue de 51.4%, siendo el menor porcentaje perteneciente a la región Ucayali con 48.4%, mientras el mayor uso de MAC se reportó en Madre de Dios con 55.5%. En cuanto al uso de condón en la última relación sexual se obtuvo una media global de 14.1% de las 18073 mujeres encuestadas en el nivel nacional, donde la región con menor porcentaje fue Madre de Dios, con 9.6%, mientras la de mayor porcentaje fue Lambayeque con 19.4%.
En la visualización espacial de la figura 1, llama la atención que en aquellas regiones en las que existe la presencia Aedes aegypti como Tumbes, Piura, San Martin y Madre de Dios1 se reportó un escaso uso de condón en la última relación sexual, de igual manera los porcentajes regionales de uso de MAC en las mujeres, aunque no distan muy significativamente entre el mayor y menor valor, son de manera general muy bajos. En ese sentido, ante las crecientes recomendaciones que se han dado con respecto al Zika y debido a una falta de evidencia concluyente sobre el posible efecto teratogénico y la transmisión sexual de este virus, es importante fortalecer los programas y estrategias encargados de promover el uso de métodos anticonceptivos con mayor énfasis en las áreas de riesgo como medida de prevención ante la posible llegada del Zika al Perú. Esta medida no sólo tendrá implicaciones ante el escenario actual sino que además fortalecerá el cumplimiento de los objetivos establecidos en materia de salud sexual y reproductiva en el país.