Introducción
La leche materna es el principal soporte nutricional del lactante; proporciona beneficios adicionales asociados con su función inmunológica y capacidad antioxidante,1 que pueden ser reguladas por la dieta.2 El estado redox de la leche materna depende del balance existente entre antioxidantes (endógenos y exógenos) y el nivel de radicales libres oxidantes,3 tales como el anión superóxido. Como parte de los compuestos dietéticos capaces de regular dicho anión, se proponen los fitoquímicos, dado su potencial redox y su capacidad para concentrarse en la leche humana.4
Los fitoquímicos incluyen numerosos compuestos derivados del metabolismo secundario de las plantas, por lo que están presentes en los alimentos de origen vegetal. Entre éstos, se encuentran los flavonoides, que se clasifican en: flavonoles (ej.: quercetina, presente en diversas frutas y verduras, particularmente en la cebolla), flavanonas (ej.: hesperidina, narirutina, naringina y naringenina, en frutas cítricas y tomate), flavanoles (ej.: catequinas y epicatequinas, en diversas frutas y verduras, infusiones y vino tinto), flavonas (ej.: apigenina y luteolina, provistas por pimiento rojo y apio), antocianinas/antocianidinas (ej.: pelargonidina, cianidina, delfinidina y malvidina, de frutos, bayas, vino y té), isoflavonoides (ej.: isoflavonas genisteína y daidzeína, que se encuentran principalmente en las legumbres como la soya), entre otros (ej.: chalconas).5 Otro grupo importante de fitoquímicos es el conformado por los carotenoides, tales como: α y β-caroteno (presentes en zanahoria, frutas, verduras y hortalizas), licopeno (85% provisto por el tomate, con otras fuentes como la sandía y el pomelo rosado), xantofilas (ej.: luteína y zeaxantina, abundantes en frutas y verduras de color amarillo o naranja, maíz, etc.).6 Si bien se han reportado los efectos benéficos de los fitoquímicos sobre la salud humana, los niveles óptimos y seguros de su consumo aún no han sido establecidos de manera consistente,7,8 menos aun en mujeres que amamantan.
El anión superóxido es una especie reactiva del oxígeno derivada del metabolismo celular, que actúa como precursor de otras especies capaces de reaccionar y dañar moléculas biológicas,9 lo que ha sido implicado en el desarrollo de enfermedades.10 Estos mecanismos de acción pueden ser modulados por los fitoquímicos presentes en la dieta.10,11 Así, el objetivo de este trabajo fue asociar cambios en el nivel de anión superóxido en la leche humana en función del consumo de fitoquímicos, en mujeres lactantes de Córdoba (Argentina), con el fin de obtener información que permita realizar recomendaciones dietéticas y promover la salud materno-infantil.
Material y métodos
Diseño
Se realizó un estudio observacional, correlacional y transversal en 100 mujeres lactantes, mayores de 18 años, que concurrieron a centros de atención sanitaria de la ciudad argentina de Córdoba durante el periodo 2013-2014. Se incluyó a aquellas mujeres que se encontraban dentro de los seis meses posparto, con serología negativa para enfermedades transmisibles, controles obstétricos normales y que firmaron consentimiento informado. Se excluyó a mujeres con patologías crónicas, consumo de drogas, fármacos y suplementos dietéticos.
Las principales variables estudiadas fueron: nivel de anión superóxido en la leche, expresada como densidad óptica por litro de muestra (DO/L), ingesta dietética de flavonoides, incluyendo flavanonas, flavonas, flavonoles, flavanoles o catequinas, antocianidinas e isoflavonas (mg/día), ingesta de carotenoides provitamínicos (α y β-caroteno y β-criptoxantina: µg equivalentes a la actividad de retinol -µg EAR/día-) y no precursores de vitamina A (licopeno, luteína y zeaxantina -µg/día-).
Además se incluyeron como variables: edad (años); índice de masa corporal (IMC), el cual se clasificó como bajo (<18.5 kg/m2), normal (18.5-24.9 kg/m2) y elevado (≥25 kg/m2); porcentaje de grasa corporal (%GC), para lo cual se consideraron valores ≤30% como saludables y >30% como no saludables;12 ingesta calórica (kcal/día); estrato social (bajo, medio y alto); momento del parto (término: ≥37 semanas de gestación, pretérmino: <37), y nivel de actividad física según el Cuestionario Internacional de Actividad Física (bajo, moderado, elevado).13
Los datos fueron recolectados de forma directa a través de un cuestionario estructurado y validado, que incluía la ingesta alimentaria habitual.4,14 Los alimentos, nutrientes y fitoquímicos consumidos fueron cuantificados con el programa Interfood, basado en las tablas de composición química de los alimentos Latinfoods-Argenfoods, de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación y Nutrient Data Laboratory, del Servicio Estadounidense de Investigación Agrícola.14 Adicionalmente, se usaron otras tablas para valorar flavonoides y carotenoides no provitamínicos.15,16
Se registraron peso y talla referidos por las participantes para calcular IMC. Se midió además el %GC, utilizando un dispositivo Omron para bioimpedancia, técnica basada en la resistencia eléctrica diferencial de tejidos y líquidos del organismo, que genera un arco de corriente eléctrica de 50 kHz y <500 µA para estimar el %GC por fórmulas basadas en sexo, edad y actividad física.17
Se recolectaron muestras de 10 mL de leche en un frasco estéril, cedidas por cada participante, quien se la extrajo manualmente para almacenarla a -20°C inmediatamente para evitar mayor oxidación. Para determinar anión superóxido por espectrofotometría, se incubaron a 37 °C 90 µL de leche y 10 µL de nitroazul de tetrazolio (en solución de 1 mg/L), durante 30 minutos en oscuridad. Luego, se agregó 50 µL de dimetilsulfóxido y 50 µL de hidróxido de sodio 2 M. La absorbancia de las muestras fue medida a 600 nm.4
Análisis estadísticos
Se llevó a cabo el análisis estadístico descriptivo mediante la construcción de tablas y gráficos de distribución de frecuencias acorde a la naturaleza de la variable y el cálculo de medidas resúmenes de posición y dispersión. Se construyeron modelos de regresión logística múltiple multinivel, ajustados por edad, estado nutricional y nivel de actividad física utilizando el programa estadístico Stata * para analizar el nivel del anión superóxido como variable dependiente, y la ingesta de flavonoides y carotenoides como variables independientes.
Resultados
Características generales
Durante el periodo de estudio, se evaluaron 100 mujeres lactantes mayores de 18 años que residían en la ciudad argentina de Córdoba, con edades entre 18 y 42 años (media=28.08 [5.94] años), pertenecientes a los estratos sociales bajo, medio y alto. La mayoría de las mujeres estudiadas había presentado partos a término y otorgaron principalmente leche madura (cuadro I).
Respecto a las variables relacionadas con el estado nutricional, la distribución de frecuencias puede observarse en el cuadro I; destaca que el IMC y %GC promedios (DE) fueron normales, con valores de 24.17 (4.5) kg/m2 y 27.29 (6.55) %, respectivamente. En cuanto a las calorías diarias ingeridas, su consumo medio (DE) fue de 1 900.24 (623.33) kcal/día.
Ingesta de fitoquímicos
En el cuadro II se presenta el consumo promedio diario de fitoquímicos ingeridos por las mujeres estudiadas. La ingesta promedio (DE) fue de 72.26 (1.10) mg/día de flavonoides; de 1 812.89 (1 656.89) µg/día de carotenoides provitamínicos, y 5 427.43 (3 664.01) µg/día de carotenoides no provitamínicos. Se destaca que, dentro de los primeros, los flavonoles (29.94 [17.53] mg/día) y las flavanonas (17.84 [36.17] mg/día) fueron los compuestos más consumidos, junto al licopeno como representante carotenoide (4 279.54 [3 463.57] µg/día).
* Sumatoria de antocianinas, flavanoles, flavanonas, flavonas, flavonoles, isoflavonas, expresados en mg/día
‡ Sumatoria de β y α-carotenos y β-criptoxantina de alimentos de origen vegetal, expresados en equivalentes de actividad de retinol (EAR)
§ Sumatoria de licopeno, luteína y zeaxantina de alimentos de origen vegetal, expresados en μg/día
Además, se evidenció que 34% de la población estudiada se encontró en el tercil medio de consumo de flavonoides. Con respecto a la ingesta de carotenoides, 49 y 55% de las mujeres tuvo un consumo bajo de carotenoides provitaminas A y no provitamínicos, respectivamente.
Nivel de anión superóxido en leche
En cuanto a este marcador oxidativo en la leche materna de la población bajo estudio, los valores oscilaron de 0 a 9 595 DO/L, con un valor promedio (DE) de 3 672.2 (2 055.71) DO/L. El cuadro III presenta los resultados de la estimación de modelos de regresión logística múltiples, las razones de momios (RM) e intervalos de confianza (IC95%) de la relación del nivel del anión lácteo con el consumo de flavonoides y carotenoides ajustados por edad, estado nutricional y nivel de actividad física.
En cuanto a la ingesta de flavonoides, los resultados indicaron que, por cada miligramo consumido de flavanoles y flavanonas, las probabilidades de tener un nivel elevado del anión SO aumentaron en 8% (RM=1.081; IC95% 1.001-1.167) y 2.5% (RM=1.025; IC95% 1.001-1.048), respectivamente. Aunque los demás fitoquímicos dietéticos no mostraron asociaciones significativas, la ingesta de flavonas tendió a reducirlo.
Discusión
Este estudio permitió conocer el nivel de ingesta de flavonoides y carotenoides presentes en la dieta de las mujeres lactantes estudiadas, así como su asociación con el nivel del anión superóxido en la leche por ellas producida, teniendo en cuenta su edad, estado nutricional y nivel de actividad física.
Las características sociosanitarias de la muestra, incluyendo estrato social, actividad física y consumo calórico, fueron concordantes con los reportes poblacionales.18 En relación con el índice de masa corporal, se encontró menos obesidad en las mujeres estudiadas respecto a la población femenina total,18 lo que puede vincularse con el aumento del gasto metabólico que ocurre durante el periodo de lactancia.19
Respecto de la ingesta total de flavonoides, la misma se encontró mayormente en el tercil medio de consumo (42.97-81.26 mg/día), menor a lo informado en la mayoría de otros trabajos (204-527 mg/día).20,21 No obstante, otro reporte de amplio alcance geográfico encontró valores similares y elevada variabilidad entre los individuos.22 Los flavonoides más consumidos fueron los flavonoles, flavanonas y flavanoles, seguidos de las flavonas e isoflavonas, en coincidencia con otros estudios.20,21
Respecto a los carotenoides, se observó mayor ingesta de los provitamínicos y menor de los no provitamínicos respecto de las recomendaciones dietéticas.6 En la muestra estudiada, el consumo de carotenos fue elevado respecto al de la población general, mientras que el de licopeno y xantinas fue similar.23
La biodisponibilidad de fitoquímicos en leche humana es resultado de la exposición alimentaria, los procesos de absorción y metabolismo, la transferencia desde el plasma a la leche y su estabilidad en la misma.6,22 Dado el potencial redox de flavonoides y carotenoides y su presencia en la leche humana, se pro cedió a relacionar su ingesta con el nivel lácteo de anión superóxido, ya que existe evidencia variable acerca de la capacidad redox de la leche debido al uso de diferentes indicadores y condiciones.2,24 En este trabajo se utilizó el anión superóxido como marcador de oxidación por ser precursor de otras especies reactivas oxidantes, y por su capacidad de responder a factores ambientales y nutricionales.4,9,11
Existen datos preclínicos que sugieren actividad antioxidante de los carotenoides no provitamínicos,25 pero la evidencia en seres humanos no es concluyente.26 Esto concuerda con la falta de asociación significativa hallada en la presente investigación, entre el consumo de éstos y el nivel de superóxido, al ajustar por edad, estado nutricional y nivel de actividad física. En este sentido, el ejercicio físico intenso, principalmente en personas con obesidad, favorece un estado prooxidante, que puede ser contrarrestado por agentes antioxidantes.27,28
En cuanto a los flavonoides, se encontraron asociaciones diferentes para cada familia, tras los ajustes correspondientes. El nivel lácteo de anión superóxido se asoció directamente con el consumo dietético de flavanoles y flavanonas, mientras que con flavonas no hubo asociación estadísticamente significativa. Esto se debe a que sus distintas estructuras moleculares modifican la biodisponibilidad y bioactividad de los mismos.29,30 Los efectos hallados para estos flavonoides dependen de su acción sobre la glándula mamaria,21,31,32 lo cual se condiciona por la presencia de metales en la leche, y favorece la actividad oxidante de flavanonas y flavanoles.33 Esto puede suceder en la mama debido a la capacidad de ésta para concentrar hierro y con ello promover la formación de anión superóxido.34
La ausencia de asociación entre el nivel del anión y los demás fitoquímicos evaluados se atribuye al consumo bajo y variable de los mismos por las mujeres estudiadas, así como a la variabilidad interindividual de su biodisponibilidad.23,35,36,37 Por otro lado, si bien el efecto antioxidante de las flavonas no fue estadísticamente significativo en este trabajo, puede ser importante dado que es el tipo de flavonoide que más contribuye como determinante de la concentración de polifenoles en la leche humana, lo que puede asociarse al consumo de alimentos fuente por parte de esta población.4,38
En conclusión, se encontraron modificaciones del nivel lácteo de anión superóxido según el tipo de fitoquímico ingerido, en las que flavanoles y flavanonas actuaron como prooxidantes. Si bien los efectos lácteos de los fitoquímicos requieren mayores estudios, estos resultados tienen relevancia sanitaria al brindar bases para desarrollar recomendaciones dietéticas tendientes a disminuir dicho oxidante, dado que es un factor de riesgo modificable e indicador de daño oxidativo tisular.