Introducción
En la epidemia global del tabaquismo, el comercio ilícito es una de las prácticas que más incide. Se estima fue 11.6% de los cigarrillos vendidos son ilícitos y su comercialización es más probable en entornos socioeconómicos pauperizados.1 Ello expone a la población de estas zonas en riesgo a padecer enfermedades ligadas al consumo de tabaco, que, además, carece de los medios para afrontar los costos económicos derivados.2,3,4,5
Panamá es uno de los países con la prevalencia de consumo de tabaco más baja en América con 6.4%. El mercado está constituido por los cigarrillos industriales en casi 98% y son importados en su totalidad. En el año 2012 se estimó que el comercio ilícito representó 28% en cinco zonas urbanas representativas.6,7 A finales de 2009 se aprobó la ley 69 mediante la cual se incrementó el impuesto selectivo del consumo de cigarrillos y otros derivados del tabaco (ISC) de 32.5 a 100%, cuya base imponible es el precio al por menor que declara el importador mayorista y con una presión tributaria de 43.5% en la marca más vendida, por encima del promedio regional de las américas que era de 35.9% en 2014.8 Es un avance importante en el ámbito nacional en el control del tabaquismo.9,10
Es poco lo que se conoce del comercio ilícito y los efectos de las medidas regulatorias de productos del tabaco. En consecuencia, el estudio del comercio ilícito a partir de los determinantes sociodemográficos y socioeconómicos es fundamental para su caracterización en un país de rápido crecimiento como Panamá.
El objetivo del presente estudio es caracterizar la compra ilegal de productos derivados del tabaco y su asociación con variables sociodemográficas y socioeconómicas. Este es el primer estudio realizado que analiza el comercio ilícito del tabaco y los factores asociados con su compra a nivel nacional.
Material y métodos
Fuente de datos
Los datos fueron obtenidos de la Encuesta Mundial de Tabaco (EMTA), propuesta por la Organización Mundial de la Salud y dirigida por el Ministerio de Salud de Panamá (MINSA), junto al Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES). El estudio fue aprobado por el Comité de Bioética del ICGES.
La encuesta fue de cobertura nacional, estratificada a nivel urbano, rural e indígena e incluyó datos asociados con el consumo de tabaco. Incluyó personas de 15 años o más, residentes en viviendas particulares ocupadas. Se realizó un diseño muestral probabilístico, polietápico y por conglomerados, a un nivel de confianza de 95% y una tasa de no respuesta esperada de 5.15%. La muestra estudiada incluyó 16 962 participantes (7 679 hombres y 9 283 mujeres). Los análisis serán presentados con base en la muestra expandida representada por 2 691 551 individuos (1 374 899 mujeres y 1 343 652 hombres). La población estudiada comprende un grupo de 148 169 fumadores, de los que 34 377 son mujeres y 113 792 hombres.
Medición de variables sociodemográficas (SOD)
Como variables sociodemográficas se incluyeron sexo,edad y área geográfica. La edad se categorizó en 15 a 39, 40 a 59, y ≥ 60. El área geográfica se clasificó en urbana, rural e indígena. Las áreas indígenas están establecidas como comarcas y deben ser incluidas como independientes.
Medición de variables socioeconómicas (SES)
Cuatro variables identifican el estatus socioeconómico: nivel de educación, estatus laboral, lugar de compra e ingreso. Para el ingreso se hizo una categorización en cinco quintiles con base en el ingreso mensual, donde el primer quintil agrupa el 20% más pobre y así sucesivamente hasta el quinto.11 El nivel de educación se clasificó en educación no formal (equivalente a los que no tienen educación o no completaron el nivel de primaria), educación primaria, educación secundaria y educación superior. El estatus laboral se clasificó como empleado de gobierno, empleado no gubernamental, cuenta propia, inactivo y desempleado. Para un análisis complementario el lugar de compra se categorizó en tienda o mini súper, supermercado, vendedor callejero, tienda libre de impuestos, kioscos, intermediario y otros.
Análisis estadístico
Utilizamos la prueba de ji cuadrada, para identificar diferencias estadísticamente significativas entre las variables SOD y SES. Realizamos regresiones logísticas para estimar la razón de momios (RM) e intervalos de confianza al 95% (IC95%) asociados con la compra ilegal de productos del tabaco y para estimar la asociación respecto de los establecimientos de compra. Como análisis econométrico se incluyó el cálculo de la elasticidad precio de la demanda estratificada por sexo. Como variable dependiente se utilizó el número de cigarrillos manufacturados adquiridos en la última compra y como variable explicativa el precio promedio pagado por paquete de 20 cigarrillos manufacturados. Ambas variables se transformaron en logaritmo natural. El análisis estadístico y econométrico se realizó con el paquete estadístico SPSS 20.0 (IBM, Armonk, NY).12,13
Resultados
En el cuadro I se presenta la distribución de los fumadores. Se observaron diferencias estadísticamente significativas entre todas las categorías de las variables SOD y SES. La compra ilegal total se calculó en 36.3%. Por sexo, se observa que 39.1% de los hombres compra cigarrillos ilegales, respecto de los que no hacen compra ilegal, y que 27.2% son mujeres. En los grupos etarios, la compra ilegal está por arriba del nivel general, especialmente en el grupo de 60 o más con 38.3%. Por nivel educativo, el porcentaje más bajo lo tienen los de educación superior con 14.2%, y los porcentajes más altos se observan en educación no formal, primaria y secundaria, promediando cerca de 40% entre los tres. De acuerdo con el estatus laboral, el porcentaje más alto se observó en los empleados de gobierno con 55.5%. Por zona geográfica, destaca la urbana con 37.3%. En la condición de fumador, destaca el fumador diario con 40.8%. Respecto de los quintiles de ingreso, resalta el primer quintil con 50.8%. En el cuadro II se observan diferencias estadísticamente significativas entre los distintos tipos de establecimientos. Se observa que la mayoría de los fumadores que compran cigarrillos ilícitos se concentran en la tienda o mini súper (49.8%), supermercados (15.5%) y vendedor callejero (29.6%).En relación con las tiendas y supermercados, no es inusual encontrar cigarrillos y otros productos de tabaco ilegales. En Panamá está prohibido exhibir productos de tabaco y eso se convierte en un problema al estar ocultos en las gavetas de las cajeras.10 En ese sentido, se han tenido acercamientos entre el MINSA y la Autoridad Nacional de Aduanas para abordar esta situación que será ampliada con la ley N° 34 de 2015, la cual castiga el contrabando con pena de prisión de dos a cinco años; en el caso de productos de tabaco, se aplicará dicha sanción siempre que la cuantía del contrabando sea mayor o igual a 500 000 dólares estadounidenses.14
* Diferencias en los porcentajes se deben al redondeo de los decimales
SOD: sociodemográficas
SES: socioeconómicas
En el cuadro III se presentan los resultados de la regresión logística. Todas las categorías resultaron estadísticamente significativas. En relación con el sexo, los hombres tienen mayor riesgo de compra de productos ilegales, RM: 2.707 (IC 2.608, 2.811). En este sentido, al observar el resultado de la elasticidad precio de la demanda,la de los hombres resultó relativamente más alta con -0.799 (IC- 0.803, -0.795) en relación con las mujeres,-0.704 (IC- 0.711, -0.696). Los grupos de 40 a 59 RM:0.409 (IC 0.395, 0.424) y ≥60 RM: 0.325 (IC 0.309, 0.342)sugieren que el mayor riesgo de compra ilegal está en el grupo de la categoría de referencia: 15 a 39 años.
Se observa una situación similar respecto de la categoría de referencia la educación no formal. En relación con el estatus laboral, la categoría de empleado de gobierno tiene el mayor RM: 11.655 (IC 10.862, 12.506), seguido de los inactivos, 9.713 (IC 9.034, 10.443). En relación con el área geográfica, la RM más alta es el de la zona urbana: 2.534 (IC 2.307, 2.782) comparado con el área indígena, que es la más pauperizada del país. En relación con la categoría de fumador, el OR del fumador diario fue de 1.605 (IC 1.557, 1.654). Respecto del ingreso, la RM más alta se obtuvo en el primer quintil: 1.592 (IC 1.488, 1.703);el resto son descendentes del segundo al cuarto quintil, lo que indica que a menor ingreso, mayor riesgo de compra de cigarrillos ilícitos (figuras 1 y 2).
Los supermercados, con RM de 21.553 (IC 19.506,23.815); tienda libre de impuestos, 20.973 (IC 17.650,24.922); e intermediario, 33.028 (IC 28.863, 37.793) fueron las categorías de mayor asociación con compra ilícita y representan un hallazgo importante. Si bien en las tiendas libres de impuestos es legal comprar sin pagar impuestos, se compran marcas que no son legales por no cumplir, por ejemplo, con las disposiciones sanitarias. Históricamente, en Panamá parte de la compra ilícita por evasión de impuestos, falsificaciones o incumplir con las disposiciones sanitarias proviene de establecimientos ubicados en dichas zonas. Este es uno de los problemas fundamentales del combate al comercio ilícito y evidencia las debilidades institucionales en materia aduanera.
Discusión
El estudio utilizó la base de datos de la EMTA 2013 para evaluar la asociación de las variables SOD y SES con la compra de cigarrillos ilegales. Se encontró mayor riesgo de compra ilegal en individuos del sexo masculino, en el grupo de edad de 15 a 39 años, en educación no formal, en empleados gubernamentales y hombres inactivos, en zona urbana, en fumadores diarios y en individuos pertenecientes al primer quintil de ingresos. Asimismo, se observó una alta asociación con el lugar de compra: comercio minorista, tiendas libres de impuestos, vendedores callejeros, kioscos e intermediarios en los que es proclive la economía informal, lo que refleja la baja efectividad de los mecanismos de control del comercio ilícito. Parte de esta problemática radica en que la autoridad aduanera realiza mayores esfuerzos por el control del contrabando en los puertos de entrada y zonas francas, pero el mayor problema es la introducción de productos ilegales que llegan por otras vías al comercio minorista.
En la encuesta de marcas de 2012, se estimó que la compra ilícita representó 28%, mientras que con la EMTA fue de 36.3%, siendo el área urbana la más representativa.15 Se puede observar que el comercio ilícito es más prevalente en las áreas de mayor comercio, donde los precios son más representativos.
Las variables SOD y SES interactúan en la compra ilícita de cigarrillos. Los hombres presentaron el mayor riesgo de compra, que podría estar asociado con su mayor elasticidad precio de la demanda como respuesta al incremento del ISC entre otros factores.5,16,17 Igualmente, el estatus socioeconómico juega un papel importante en la compra ilícita, pudiéndose concentrar en las zonas más pauperizadas, en donde se venden cigarrillos baratos.8 Según la EMTA la prevalencia en la zona urbana, rural e indígena es de 6.7, 3.9 y 6.9%,respectivamente.8,16,18,19Si bien el consumo de cigarrillos ilícitos es más probable en poblaciones vulnerables, al observarse prevalencias más altas en zonas de bajo nivel socioeconómico se podría considerar la regresividad del ISC, tema abordado en algunos estudios de la región.20,21En Panamá no es claro que sea un tema de importancia dado que el coeficiente de Gini pasó de 0.52 en 2009 a 0.51 en 2013 en adición al etiquetado del ISC, del cual 40% pasa al sector salud y 10% a la autoridad aduanera. De igual forma en la ponderación del índice de precios al consumidor, el grupo de bebidas alcohólicas y tabaco solamente representa 0.7% y no tiene incidencia en el índice.22 Finalmente, el consumo diario de cigarrillos en el primer quintil es de 9.4, en el tercer quintil de 14.5, y en el quinto de 19.6 según la EMTA, con lo cual se puede sostener que el incremento del ISC es poco perceptible en la estructura de consumo9,19,23,24,25,26,27
El riesgo de compra de cigarrillos ilícitos fue mayor en ciertos establecimientos como supermercados y tiendas libres de impuestos. Dicho riesgo fue demostrado previamente en las encuestas de marcas de 2012, 2015 y la EMTA, particularmente en la Zona Libre de Colón y en Paso Canoas, en la frontera con Costa Rica, donde el público adquiere marcas que no están legalizadas para ser vendidas en el territorio nacional por no cumplir con las disposiciones sanitarias y que están en torno a zonas pauperizadas.15,19,28Igualmente, aquéllos con acceso al canal informal (intermediarios) introducen productos provenientes de estas zonas. Existe evidencia de que en vecindarios con una densidad media y baja de establecimientos de venta, las personas de alto perfil socioeconómico tienen un bajo consumo respecto de otros habitantes en vecindarios de bajo perfil. No obstante, en áreas de alta densidad, ambos grupos tienen un nivel de consumo similar. Se ha demostrado que la densidad de establecimientos de conveniencia se relaciona con el nivel de consumo de tabaco según el estatus socioeconómico.16 En Panamá probablemente se da una situación similar por las características más exclusivas de los establecimientos minoristas en las zonas de alto perfil socioeconómico, contrario a las zonas de más bajo perfil, en las tiendas libres de impuestos y con los intermediarios.10,29,30
Es probable que los consumidores de cigarrillos legales opten por comprar cigarrillos ilegales buscando alternativas baratas, especialmente en zonas marginales.16,26 Existen evidencias de que la industria realiza alineamientos de precios utilizando la estrategia de Under-shiifting y Over-shifting con bandas de precios por encima y por debajo de los incrementos impositivos entre marcas legales e ilegales.18
En Panamá el precio promedio por cajetilla legal de 20 cigarrillos pasó de (USD) 1.83 en 2009 a 3.63 en 2012 y a 4.20 en 2015, es decir, un aumento mayor al ocurrido inicialmente con la subida del ISC. En el mercado se observaron precios entre marcas legales e ilegales por unidad que variaron entre 0.05 y 0.25 dólares estadounidenses, lo cual probablemente demuestre el alineamiento de precios.15,28 El mercado ilegal (36.3%)corresponde en 74% a las principales marcas legalmente registradas (Kent, Marlboro, Kool, Viceroy, L&M); mientras que en el mercado legal (63.7%) dichas marcas representaron 84%. Es decir, las marcas más reconocidas registradas legalmente participan en el segmento legal e ilegal y suman 80% del mercado.16 Pese a que la industria señala que en Panamá el comercio ilícito es de 84%, la recaudación del ISC pasó de 12.4 millones en 2009 a 27.8 millones de dólares en 2014.31,32,a
La industria probablemente aprovecha las debilidades institucionales en la falta de aplicación de la legislación existente para el control del comercio ilícito.33,34,35,36,37,38No obstante, al tener Panamá una prevalencia baja de 6.4% de acuerdo con la EMTA 2013 respecto del referente nacional más cercano, la Encuesta Nacional de Salud y Calidad de Vida de 2007, con la que se estimó una prevalencia de 9.4%, se puede inferir que la compra ilícita de 36.3% se debe en parte al trasvase de fumadores de cigarrillos legales al segmento ilegal, pero no establece que la compra ilícita refleje una expansión global del mercado.18,39,40Esta situación deja abierto el debate de hasta dónde la industria ha podido penetrar a los organismos responsables.
Urge la aplicación efectiva de las normas vigentes para el control del comercio ilícito sobre todo en relación con la venta minorista, en la que se ha observado de manera continua la venta de productos ilícitos de tabaco especialmente a los grupos de menor perfil socioeconómico, como se ha revelado con el estudio de las variables SOD y SES.