Señor editor: En los últimos años, la salud laboral ha despertado un creciente interés de estudio a partir de la mejora de la calidad de vida, no sólo en lo cotidiano, sino durante el horario de trabajo. Lo anterior se asocia a las demandas cognitivas, físicas y psicoemocionales a las que son sometidos los trabajadores, las cuales dependen, en gran medida, de las condiciones laborales de cada entidad o institución.1,2
En la actualidad, una parte de la población ve afectada su calidad de vida debido a extensas jornadas laborales que les impiden desarrollar algún tipo de actividad física.3 Esto nos llevó a evaluar la relación que existe entre el nivel de actividad física y el ausentismo laboral, para lo cual trabajamos con 146 funcionarios (97 mujeres y 49 hombres) de un hospital de la ciudad de Temuco, Chile.
Para determinar el nivel de actividad física, se utilizó el Cuestionario Internacional de Actividad Física (IPAQ, por sus siglas en inglés).4 El ausentismo laboral se calculó a partir de las licencias médicas presentadas por los funcionarios.
Los hombres muestran mayores valores en relación con el nivel de actividad física. Al comparar por diferentes grupos etarios, se observa que los sujetos de menor edad (21 a 30 años) presentan mayor actividad física y que ésta disminuye a medida que la edad aumenta.
El ausentismo laboral es mayor a medida que aumenta la edad. Con respecto al género, las mujeres presentan un mayor número de ausentismo.
Al relacionar el nivel de actividad física con el género, se reporta un mayor gasto de energía por parte de los hombres, mientras que al hacerlo con el ausentismo, se correlaciona una menor actividad física con un mayor ausentismo laboral.
Dentro de los factores que influyen en este fenómeno podrían estar la falta de hábitos de actividad física y la vida sedentaria, que aumenta conforme avanza la edad.5 Lo anterior es preocupante ya que el sedentarismo está asociado con mortalidad y discapacidad en personas de la tercera edad.6
Son llamativos los bajos niveles de actividad física en mujeres, ya que son ellas quienes presentan mayores factores de riesgo, además de que son más propensas a sufrir problemas de obesidad y trastornos de alimentación.2
Finalmente, la falta de actividad física regular es considerada un factor causal de muchas enfermedades que afectan la salud de la población, por lo cual se hace necesario explorar este comportamiento para diseñar acciones apropiadas de prevención y promoción de la salud laboral.