Introducción
En los últimos años, México ha experimentado una transición alimentaria y nutricional caracterizada por el remplazo del consumo de alimentos tradicionales por el de alimentos industrializados de alta densidad energética y baja calidad nutricional.1 Esto se refleja en una disminución del gasto per cápita en alimentos recomendables como frutas, verduras, lácteos y carnes, y en un mayor gasto en alimentos densos en energía (como cereales refinados y comida rápida) y bebidas azucaradas.2
Existe evidencia sobre la asociación del consumo de grupos de alimentos como cereales refinados, dulces, bebidas azucaradas y alimentos procesados de origen animal con la ganancia de peso y enfermedades crónicas;3,4,5 por ello, se recomienda no consumirlos de forma cotidiana. En México, se ha reportado que los patrones de alimentación basados en este tipo de alimentos se asocian positivamente con el riesgo de presentar sobrepeso u obesidad en escolares y adultos.6,7
Por el contrario, el consumo cotidiano de verduras y frutas, así como el consumo de agua sola en lugar de bebidas endulzadas, se asocian con mejores desenlaces en salud, como menor riesgo de sobrepeso y obesidad y otras enfermedades crónicas como síndrome metabólico y diabetes.8,9,10,11,12 En niños, el consumo de frutas y verduras también se asocia con mejor ingesta de micronutrimentos y mejor estado de nutrición.13 Es por esta razón que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda su consumo de forma diaria o cotidianamente.14
Por otra parte, las prácticas de alimentación están influenciadas por diferentes factores, entre ellos los sociodemográficos, como edad, sexo, nivel socioeconómico, escolaridad, etnicidad, composición del hogar, entre otros.15,16,17
En México se reportaron diferencias en el consumo de grupos de alimentos, energía y nutrimentos de acuerdo con características sociodemográficas. Datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2006 mostraron que el consumo de frutas y verduras era menor en la región Norte y en población con más bajo nivel de bienestar (medido con variables de características de la vivienda y posesión de enseres domésticos).18 Otro análisis con esta misma encuesta mostró mayor consumo de bebidas calóricas (refrescos, té y café endulzados, así como otras bebidas endulzadas) a mayor nivel socioeconómico y en la región Centro y Ciudad de México, en niños preescolares y escolares.19 Posteriormente, con datos de la Ensanut 2012, se encontró mayor consumo de frutas, verduras, lácteos, grasas y azúcares en el área urbana, la región Norte y el nivel socioeconómico alto.20,21
Actualmente no se cuenta con información reciente de esta estimación, por lo que este estudio tiene el obje tivo de estimar el porcentaje de consumidores de grupos de alimentos recomendables y no recomendables para consumo cotidiano por características sociodemográficas en población mexicana.
Material y métodos
Los datos de este análisis provienen de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino (Ensanut MC). Esta es una encuesta nacional probabilística, polietápica, estratificada y por conglomerados, que cuenta con representatividad regional y de área. El periodo de levantamiento de la información fue de mayo a octubre de 2016.22
Información dietética
Se obtuvo información dietética utilizando un cuestionario semicuantitativo de frecuencia de consumo de alimentos de los siete días previos a la entrevista, incluyendo 140 alimentos y bebidas. Dicho cuestionario fue previamente validado para la estimación de ingesta de energía y nutrimentos en población mexicana.23 Se analizó información dietética de población preescolar (1-4 años de edad), escolar (5-11 años), adolescente (12-19 años) y adulta (≥20 años).
Limpieza de datos. Para este análisis no se presenta el consumo en gramos; sin embargo, se realizó una limpieza considerando no plausibles los consumos >4 desviaciones estándar del promedio de consumo en gramos para cada grupo de edad y sexo, con el fin de no excluir erróneamente a individuos que reportaron consumir el alimento en cuestión, aunque la estimación de la cantidad en gramos no sea exacta.
Definición de grupos de alimentos recomendables y no recomendables para consumo cotidiano
Para este análisis, los alimentos y bebidas del cuestionario fueron clasificados en 13 grupos de acuerdo con sus características nutrimentales.
• Grupos de alimentos recomendables para consumo cotidiano: se consideraron dentro de esta categoría aquellos grupos de los cuales existe evidencia que el consumo cotidiano no está relacionado con enfermedades crónicas y, por el contrario, podría estar asociado con menor riesgo de sobrepeso y obesidad.8,10,24,25 Estos grupos son: frutas, verduras, leguminosas, carnes no procesadas, agua sola, huevo y lácteos.
• Grupos de alimentos no recomendables para consumo cotidiano: en esta categoría se consideraron aquellos grupos de alimentos cuyo consumo frecuente está asociado con el incremento del riesgo de sobrepeso y obesidad, así como con otras enfermedades crónicas.10,26,27 Estos grupos son: carnes procesadas, comida rápida y antojitos mexicanos fritos o con grasa, botanas, dulces y postres, cereales dulces, bebidas no lácteas endulzadas y bebidas lácteas endulzadas. Los alimentos que conforman cada grupo se describen en el cuadro I.
La variable de análisis fue categórica: consumo o no consumo de cada grupo de alimento. Se definió como consumo si los participantes habían consumido ≥10 g de algún alimento dentro de cada grupo de alimentos en ≥3 días de los últimos siete días. Si la cantidad era menor a 10 g, se consideró como no consumo. El punto de corte de ≥10 g ha sido utilizado en otros estudios ya que, a partir de esta cantidad, se encontró una mayor correlación con la adecuación de micronutrientes en algunos grupos poblacionales.21,28 Para los grupos de frutas, verduras y agua sola, el criterio de consumo fue siete días, ya que la recomendación es que se consuman diariamente.13,14
Características sociodemográficas
Se recabó información sobre sexo y escolaridad de los adultos o del jefe del hogar, en el caso de menores de 20 años (dos categorías: secundaria o menos y media superior o más).
Área: se consideró como urbana a aquellas localidades con ≥2 500 habitantes y como rural a localidades con <2 500.
Región: se dividió el país en las regiones 1) Norte; 2) Centro; 3) Ciudad de México, y 4) Sur, según la clasificación que se ha realizado en encuestas nacionales previas.15
Nivel socioeconómico (NSE): por medio de un cuestionario se obtuvo información de las características de la vivienda (material del piso y techo, número de cuartos, agua entubada), y bienes del hogar (computadora, teléfono, pantalla, etc.). Se utilizó el análisis de componentes principales, el cual reduce la información de las variables incluidas, a una sola variable continua para una mejor interpretabilidad.29 Posteriormente, esa variable se categorizó en terciles (NSE bajo, medio y alto).
Análisis estadístico
Se estimó el porcentaje de consumidores de los grupos de alimentos por grupo de población, así como distribución de las variables sociodemográficas, con sus respectivos intervalos de confianza al 95%. A partir de modelos logísticos, se estimó el porcentaje de consumidores de cada grupo de alimento ajustado por área, región y nivel socioeconómico, y se determinaron diferencias en los porcentajes de consumidores y las características de análisis. Como diferencia significativa, se consideró un valor de p<0.05 y se hizo un ajuste de Bonferroni para comparaciones múltiples.30 El análisis estadístico consideró el diseño de la encuesta, con el módulo SVY del paquete estadístico STATA, versión 14.2.
Resultados
Se analizó la información dietética de 14 319 participantes, de los grupos de población de niños preescolares, escolares, adolescentes y adultos (incluyendo 907 adultos mayores, correspondiendo a 7.4% del grupo de población). Menos de 30% de los hogares eran de NSE bajo. Más de 70% de la población residía en área urbana y alrededor de un tercio era de la región centro (cuadro II).
* Escolaridad del jefe del hogar de preescolares, escolares y adolescentes
‡ n= 1 600; N expandida (miles)= 8 122 preescolares
§ n= 2 597; N expandida (miles)= 12 314 escolares
# n= 2 440; N expandida (miles)= 15 998 adolescentes
& n= 7 682; N expandida (miles)= 57 031 adultos
CDMX: Ciudad de México
En el cuadro III se muestra el porcentaje de consumidores de los grupos de alimentos analizados por grupo de edad. Aproximadamente 80% de la población de todos los grupos de edad consumió agua sola todos los días de la semana; por su parte, el grupo menos consumido fue el de las verduras (18.5% de preescolares a 42.3% de adultos consumieron diariamente algún alimento de este grupo).
* n= 1 600; N expandida (miles)= 8 122 preescolares
‡ n=2 597; N expandida (miles)= 12 314 escolares
§ n=2 440; N expandida (miles)= 15 998 adolescentes
# n=7 682; N expandida (miles)= 57 031 adultos
Más de 70% de la población en todos los grupos de edad consumió bebidas no lácteas endulzadas; cerca de 60% de los menores de 20 años consumió botanas, dulces y postres, y cerca de la mitad de todos los grupos poblacionales consumió cereales dulces. Aproximadamente, 20% de la población consumió carnes procesadas. Los adolescentes fueron el grupo con mayor porcentaje de consumidores de comida rápida y antojitos mexicanos, seguido del de los adultos (21.4 y 18.3%, respectivamente) (cuadro III).
Porcentaje de consumidores de grupos de alimentos por características sociodemográficas
Para la población preescolar, en las regiones Centro y Ciudad de México se observó menor porcentaje de consumidores de huevo: al menos tres días/semana (42.3 y 33.6%, respectivamente), en comparación con la región norte (p<0.008). Menos de 40% de los preescolares en la región en la Ciudad de México consumieron leguminosas por al menos tres días/semana. También se observó que un mayor porcentaje de niños con NSE alto consumieron frutas, verduras y carnes no procesadas en comparación con los niños con NSE bajo y medio (p<0.016).
En la población escolar, se observó un mayor porcentaje de consumidores de frutas, verduras y carnes no procesadas en la población con NSE alto (55.2, 28.3 y 52.9%, respectivamente), en comparación con las otras dos categorías (p<0.016). En la región sur se encontró el menor porcentaje de consumidores de lácteos y el mayor de leguminosas (59.1 y 66%, respectivamente, en comparación con las demás regiones.
En la población adolescente, el porcentaje de consumidores de leguminosas fue mayor en el área rural que en la urbana (p<0.05); en la Ciudad de México se presentó el mayor porcentaje de consumidores de frutas en comparación con la región norte. El NSE alto presentó el mayor porcentaje de consumidores de verduras, carne no procesada y lácteos en comparación con las otras dos categorías de NSE (p<0.016).
En adultos, se encontró que la región norte tuvo el porcentaje más alto de consumidores de leguminosas y se encontró mayor porcentaje de consumidores de frutas, verduras, carnes no procesadas y lácteos a mayor NSE (p<0.016) (cuadro IV).
* Proporciones obtenidas con modelos logit ajustados por área, región y nivel socioeconómico
& Significativamente diferente de CDMX (p<0.0125)
‡ Significativamente diferente de área urbana (p<0.05)
≠ Significativamente diferente de NSE bajo (p<0.016)
§ Significativamente diferente de región Norte (p<0.0083)
∞ Significativamente diferente de NSE medio (p<0.016)
# Significativamente diferente de región Centro (p<0.0083)
CDMX: Ciudad de México
NSE: nivel socioeconómico
Respecto al consumo de alimentos no recomendables para consumo cotidiano, en población preescolar hubo un mayor porcentaje de consumidores de carnes procesadas (al menos tres días/semana) en la región norte (36%), en comparación con las demás regiones (p<0.008). La comida rápida y antojitos mexicanos fueron consumidos por mayor porcentaje de niños en área urbana (p≤0.05).
En población escolar, la región sur presentó el menor porcentaje de consumidores de carne procesada (p<0.008). Al igual que en preescolares, los cereales dulces fueron consumidos por mayor porcentaje de niños en el NSE alto.
En adolescentes, la región sur presentó el menor porcentaje de consumidores de carnes procesadas (13.6%). Se observó que, a mayor NSE, mayor el porcentaje de consumidores de botanas, dulces y postres y cereales dulces. El NSE bajo presentó el menor porcentaje de consumidores de bebidas lácteas endulzadas (25.8%).
En adultos, se encontró que, a mayor NSE, mayor porcentaje de consumidores de carnes procesadas, comida rápida, botanas, dulces y postres, y cereales dulces (cuadro V).
* Proporciones obtenidas con modelos logit ajustados por área, región y nivel socioeconómico
‡ Significativamente diferente de área urbana (p<0.05)
§ Significativamente diferente de región norte (p<0.0083)
# Significativamente diferente de región centro (p<0.0083)
& Significativamente diferente de CDMX (p<0.0083)
≠ Significativamente diferente de NSE bajo (p<0.016)
∞ Significativamente diferente de NSE medio (p<0.016)
CDMX: Ciudad de México
NSE: nivel socioeconómico
Discusión
En este análisis se presenta el porcentaje de consumidores de grupos de alimentos recomendables y no recomendables para su consumo cotidiano en población mexicana por características sociodemográficas. Los resultados muestran que el consumo diario de frutas y verduras está presente en un porcentaje bajo de la población y que hay un porcentaje importante (≈20%) que no consume agua sola diariamente, así como un alto porcentaje que consume bebidas endulzadas (al menos tres días/semana). Se encontraron también diferencias regionales en el porcentaje de consumidores de los diferentes grupos de alimentos y que, a mayor NSE, mayor porcentaje de consumidores de grupos de alimentos recomendables, pero también de los no recomendables para consumo cotidiano, en todos los grupos de edad.
Al igual que en nuestro estudio, análisis de datos de encuestas previas en México (Ensanut 2006 y Ensanut 2012) mostraron bajos porcentajes de consumidores de verduras y frutas (<30% de la población).9,17 Estos resultados coinciden con las declaraciones de la OMS y de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que han indicado un bajo porcentaje de consumidores de frutas y verduras, especialmente en países en desarrollo.31
Es preocupante que un alto porcentaje de la población consuma bebidas no lácteas endulzadas (alrededor de 70%), pues se ha documento que éstas aportan un porcentaje importante de la energía a la dieta total8 y que son la principal fuente de azúcares añadidos en la dieta mexicana.32
Los presentes resultados mostraron que, a mayor NSE, mayor es el porcentaje de consumidores de grupos de alimentos recomendables. El NSE está asociado con el ingreso, por lo que, en NSE más altos, es posible que se presente, mayor acceso a alimentos y mejor calidad de la dieta.33 Un estudio en adultos mexicanos encontró que el área urbana y NSE medio-alto se asociaron con un patrón dietético basado en lácteos, carnes, frutas, verduras y cereales.6
En general, no se encontraron grandes diferencias por área de residencia (excepto en el porcentaje de consumidores de leguminosas), pero sí por región y NSE, lo que indica que estás diferencias podrían explicarse por las variaciones tanto en la disponibilidad de alimentos como en la accesibilidad física y económica.34,35
Este estudio tiene como limitación que presenta el análisis sobre porcentaje de consumidores de los grupos de alimentos, considerando la frecuencia de consumo, pero no la información sobre cantidad en gramos o energía. Sin embargo, la metodología empleada se usa comúnmente en el estudio de diversidad dietética, cuya intención es estimar indirectamente la adecuación de nutrimentos o calidad de la dieta, ya que, por un lado, se estima la frecuencia de consumo de grupos de alimentos recomendables para su consumo cotidiano por su calidad nutrimental, y por otro, el de grupos de alimentos no recomendables para su consumo cotidiano por ser densos energéticamente y pobres en nutrimentos, y que podrían desplazar el consumo de grupos recomendables.36
La fortaleza de este estudio es que presenta información sobre grupos de alimentos clave, los más representativos de una dieta saludable -como las frutas y verduras- y aquéllos que están asociados con el incremento de sobrepeso, obesidad y otras enfermedades crónicas -como las botanas saladas y dulces, comida rápida y bebidas endulzadas-.37 Además, los resultados son representativos de los diferentes grupos de población.
En conclusión, porcentajes altos de la población mexicana consumen alimentos no recomendables de manera cotidiana y un porcentaje importante de la población no consume frutas, verduras y agua sola diariamente. Es necesario profundizar en el estudio de factores sociodemográficos relacionados con el acceso a alimentos saludables para el diseño de estrategias y políticas que incrementen su consumo.