Señor editor: El uso previo de antibióticos se considera clásicamente un factor de riesgo para candiduria; sin embargo, su asociación específica apenas se ha abordado en la literatura médica.1,2 Para conocer el impacto ecológico de los antibióticos sobre las levaduras, realizamos un estudio ecológico y retrospectivo durante el periodo comprendido entre 2008 y 2011 en el área sanitaria La Mancha-Centro (España), en el que adaptamos el análisis de series temporales del modelo autorregresivo integrado de promedio móvil (ARIMA, en inglés), utilizado previamente para predecir la emergencia de resistencias bacterianas.3
Recopilamos datos mensuales del consumo de antibióticos hospitalarios, expresado en dosis diarias definidas (DDD) y del número de candidurias diagnosticadas mediante cultivo en medios microbiológicos (punto de corte ≥103 unidades formadoras de colonias por mililitro). Las levaduras aisladas se identificaron mediante asimilación de compuestos de carbono por el método ID32C.* Como antibióticos predictores de candiduria, consideramos todos aquéllos sistémicos, de la guía farmacoterapéutica hospitalaria, con efecto simultáneo sobre flora grampositiva y gramnegativa, incluyendo o no microorganismos anaerobios. Para estimar los componentes de tendencia y estacionalidad de la serie de candidurias, utilizamos un modelo de regresión de Poisson. Para explorar la relación entre el consumo de antibióticos y el número de candidurias, en el mismo mes y con un mes de retraso, construimos modelos ARIMA de series temporales.3
El promedio de candidurias fue de 13.2 (rango 4-29) casos mensuales. La serie mostró tendencia creciente significativa (incremento mensual del 1.9% [IC95%, 1.3-2.5%, p<0.001] y estacionalidad invernal [64.5%; p<0.001]). Se observó asociación significativa entre el consumo de antibióticos y la aparición de candiduria: por cada incremento de 100 00 DDD hubo un aumento de 2.2 candidurias en el mismo mes (p=0.018). De los pacientes del estudio, 68% era mayor de 65 años y 39.4% portador de sondaje urinario. Los principales antibióticos asociados con la ocurrencia de candiduria fueron amoxicilina-clavulánico, levofloxacino, ceftriaxona, ciprofloxacino y meropenem.
Como apuntan nuestros resultados, la aparición de candiduria parece ser consecuencia del uso de antimicrobianos a corto plazo en el mismo mes del consumo. Tras únicamente cuatro días de terapia antimicrobiana, puede demostrarse selección significativa de levaduras.4,5,6 Otros autores también han descrito esta asociación tras el uso previo de meropenem y ceftazidima,1 o penicilinas, vancomicina y quinolonas.2 Los antibióticos de amplio espectro con efecto sobre bacterias anaerobias parecen ser los más favorecedores de candiduria, porque inducen mayor supresión de la flora gastrointestinal.1 Por ello, la candiduria se asocia a menudo con la infección por Clostridium difficile o enterococos resistentes a vancomicina.7,8
Con este estudio aportamos una perspectiva diferente sobre por qué es tan necesario hacer un uso racional de los antibióticos. Su impacto no sólo afecta a la emergencia de resistencias en las bacterias, también a la aparición de candiduria. La utilización de modelos ARIMA en el estudio de la candiduria permite determinar el decalaje temporal entre el consumo de antimicrobianos y la aparición de episodios, y establecer previsiones futuras. Su empleo resultaría útil para evaluar el impacto ecológico de los programas de control y asesoramiento del tratamiento antibiótico, que ya se han mostrado eficaces en la disminución de infecciones por especies de Candida.9