Señor editor: En 2006, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció los principios para alcanzar salud, relaciones armoniosas y seguridad en la población. En este sentido, se deben considerar tres aspectos fundamentales para vivir y coexistir armónicamente: físico, psicológico y social.
La sociedad percibe la enfermedad como un hecho biológico desvinculado del entorno socioambiental y, para combatirla, promueve el uso de medicamentos de acción inmediata. En la cosmovisión mapuche, en cambio, existe una noción diferente: la espiritualidad del che (persona) y el itro fill mogen (biodiversidad) son elementos determinantes del kütran (enfermedad o desequilibrio espiritual), el cual se extiende a la familia y la comunidad.
Inicialmente, el kütran se manifiesta en re kütran, enfermedad causada por variables biológicas, como la gripe, y en mapu kütran, enfermedad sin causa aparente y de complejo diagnóstico, provocada por transgredir la naturaleza. Esta última surge cuando no existe respeto hacia el ambiente -espacios culturales como el menoko (fuente de agua natural), lawen (hierbas medicinales) o lugares de alto newen (energía)- y cuando éste es transgredido por contaminación o extracción indiscriminada sin permiso del ngen (espíritu guardián).1
El kütran corresponde al desequilibrio existente entre la persona y su ambiente. Se manifiesta en el quiebre de las relaciones sociales mediante odio, miedo o mentira.2 Estos aspectos se contagian a la comunidad y al ambiente hasta causar escasez de alimentos, enfermedad del ganado o las personas y desaparición de lawen.
Los mapuches destacan por respetar la naturaleza procurando no quebrantar el equilibrio.3 Este respeto promueve küme mogen (buen vivir), concepto que, en salud, considera un estado de relación horizontal hombre-naturaleza: el che es un complemento para el desarrollo armónico de ésta, donde la obtención de lo justo es clave para lograr salud. Esta situación resulta contraria al modelo actual de consumo y extracción, precursor de kütran.
El proceso terapéutico mapuche intenta restablecer el equilibrio,3 lo cual se contrapone con las políticas de salud vigentes, que principalmente focalizan sus esfuerzos en función de indicadores de cobertura. De esta forma, hasta que los encargados de generar políticas en salud no consideren la cosmovisión indígena, se mantendrá un estado de “pobreza”,4 efecto que no sólo se asocia con lo social, sino también con lo ambiental y lo espiritual.