Señor editor: Una de las causas del incremento de obesidad en familias que viven con inseguridad alimentaria es la gran accesibilidad a alimentos industrializados de alta densidad energética. La estrategia mercadológica de la industria alimentaria se ha enfocado en identificar necesidades tanto fisiológicas como afectivas de los individuos y así ha logrado que se perciba un beneficio al consumir alimentos industrializados.
El cambio de enfoque que planteamos considera los principios de la mercadotecnia social para modificar el estilo de vida y prevenir el sobrepeso en las familias mexicanas. Se plantean, de inicio, tres conceptos provenientes del trabajo interdisciplinario de la Red para el Tratamiento y Prevención de la Obesidad.
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1) Hemos identificado una sobrevaloración de la saciedad y la alimentación en familias de nivel socioeconómico medio y bajo. Validamos un instrumento para medir la valoración de la alimentación y la saciedad, puntaje que se relacionó con experiencias de inseguridad alimentaria y con una mayor ingestión de carbohidratos.1
Actualmente, para persuadir a la población mexicana a elegir alimentos saludables, se argumenta el beneficio en la salud. Sin embargo, este argumento no concuerda con las necesidades básicas de alimentación en familias de nivel socioeconómico medio y bajo, quienes, debido a su temor a sufrir hambre o carecer de alimentos, valoran más el apetito hedónico y la sensación de saciedad que la prevención de enfermedades.2 Por lo anterior, recomendamos promover la conducta alimentaria saludable bajo el argumento del sabor y la saciedad.
2) La alimentación tradicional se ha sustituido por productos industrializados, por lo que se exhorta al retorno a la alimentación basada en la milpa. No obstante, aun cuando la alimentación tradicional satisface el placer y la saciedad en los mexicanos, la imagen percibida de estos alimentos es negativa, pues denota un bajo estatus (figura 1). Es recomendable reposicionar la imagen de los alimentos tradicionales de acuerdo con el beneficio percibido de éstos por la población.
3) Por último, recomendamos advertir el inconveniente del principal argumento que se ha utilizado intensamente en la promoción de salud: el exceso de peso. Existe nueva evidencia que alerta sobre un problema creciente de la estigmatización social de la obesidad en países como México, lo que puede incrementar la incidencia de otros problemas de salud como trastornos alimentarios, depresión y ansiedad.3
En conclusión, la propuesta consiste en estudiar los verdaderos motivos del comportamiento en cada segmento poblacional y promover la conducta deseada argumentando los beneficios percibidos de dicha conducta. Las estrategias de mercadotecnia que han funcionado para la industria de los alimentos son efectivas y pueden ser bien utilizadas por los profesionales e instituciones de salud.