Señor editor: Durante el año 2020, a raíz de la pandemia ocasionada por el virus SARS-CoV-2, notamos un incremento en los pacientes pediátricos quemados que ingresaron al área de cuidados críticos del Hospital Universitario Dr. José Eleuterio González. Reportamos este hecho con el afán de hacer conciencia sobre la prevención de accidentes en casa.
De marzo a agosto de 2020 registramos un aumento del doble de pacientes quemados respecto a 2018 y hasta ocho veces más comparado con 2019 (figura 1). A pesar de que nuestra unidad no es un centro de referencia para el paciente quemado, sí lo es para pacientes críticos, por lo que nuestras cifras se pueden utilizar como reflejo a menor escala de lo que ocurre a nivel nacional. De los ocho casos, el lugar del accidente fue el hogar, 35% ocasionado por escaldadura, 35% por trauma eléctrico y 30% por fuego directo. El rango de edad fue de 10 meses a 11 años. En promedio, tuvimos un índice de gravedad de 92.7 puntos en la clasificación de Garcés modificado por Artigas, con estancia en la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica (UTIP) promedio de 2.1 días. Se usaron medicamentos vasoactivos en 62% de los casos. Sólo un paciente requirió ventilación mecánica y no hubo decesos.
El tema de lesiones por quemaduras es prioritario en el ámbito de la salud pública. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta 2018 las quemaduras provocaron alrededor de 180 000 muertes al año, sobre todo en países de bajo y mediano ingreso; además, se ha documentado que en los niños, el principal sitio donde éstas ocurren es en el hogar.1 En México, de 2000 a 2016 fallecieron 625 855 personas por lesiones accidentales; de éstas, las quemaduras ocuparon el quinto lugar y una tercera parte correspondió a menores de 19 años.2 De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) de 2012, 124 000 personas sufren quemaduras no fatales al año y cientos de ellas sobreviven con secuelas que afectan su estética, funcionalidad y espacio social.3
Las lesiones por quemaduras representan una importante causa de daño biopsicosocial prevenible. Sin duda, es un tema que se deberá tener en cuenta como parte de las consecuencias de la pandemia por Covid-19. Recalcamos la necesidad de enfatizar medidas para la prevención de accidentes en casa.