Introducción
Los cambios en las poblaciones de hospederos, perturbación del hábitat y modificaciones en la relación parásito-hospedero pueden ocasionar variaciones en la dinámica poblacional de los parásitos, por lo cual monitorear la salud de poblaciones de hospederos es de relevancia para mayor información tanto en salud pública como en salud animal (Daszak et al., 2000; Romero-Nuñez & Pérez-Garcés, 2014). El análisis celular y bioquímico de la sangre es una herramienta comúnmente utilizada para evaluar aspectos de la salud de fauna silvestre, permitiendo así estimar la condición fisiológica, además de ser un indicador indirecto del estado nutricional, calidad del hábitat y estado general de estrés de un individuo (Kerr, 2002). Para interpretar tales datos adecuadamente, se deben comparar con los intervalos de referencia de la especie en cuestión, y de preferencia en una población similar, ya que muchos parámetros bioquímicos son influenciados por aspectos intrínsecos de la especie, así como por factores extrínsecos ambientales (Seal et al., 1975, Gates & Goering, 1976, Smith & Rongstad, 1980, McCue & O'Farrel, 1987, Del Giudice et al., 1991, Inoue et al., 2012).
Existen microorganismos patógenos de importancia zoonótica que han sido reportados en fauna silvestre, entre ellos Leptospira interrogans (Bharti et al., 2003; Jones et al., 2008). Aunque algunos mamíferos puede sufrir de enfermedad, muchos otros pueden solamente son reservorios de dicho patógeno; no obstante, los reportes de enfermedad en la fauna silvestre son poco frecuentes, manteniéndose únicamente como reservorios (Leighton & Kuiken, 2001, Bharti et al., 2003). La bacteria L. interrogans y sus diferentes serovariedades se han registrado en cánidos silvestres a lo largo del continente americano, tanto en vida libre como en cautiverio; sin embargo, en México existen pocos estudios que describen la prevalencia en cánidos silvestres, ya sean perros ferales (Ortega-Pacheco et al., 2007; Jiménez-Coello et al., 2008) o en zorra gris en ambientes naturales (Hernández-Camacho et al., 2010).
La zorra gris (Urocyon cinereoargenteus, Schreber, 1775) y el coyote (Canis latrans, Say, 1823) son actualmente los cánidos de mayor distribución y abundancia en México (Hernández-Camacho et al., 2012). Su tolerancia al humano incrementa las posibilidades de contacto entre ellos, y a las especies domésticas asociadas a los humanos, por lo que es posible que exista un incremento en la transmisión de patógenos (Leighton & Kuiken, 2001; Hernández-Camacho et al., 2010). Hace unos años, se registró la presencia de Leptospira interrogans en cánidos silvestres que habitan dentro del Parque Nacional El Cimatario (PANEC), localizado en la ciudad de Querétaro (Hernández-Camacho et al., 2010). Desde entonces no se ha realizado una nueva revisión serológica para determinar la existencia de cambios en la interacción con este patógeno. Además, la relación entre cánidos y mamíferos domésticos se ha alterado durante esta década, un ejemplo de ello es que hasta 2005 se encontraba una granja de cerdos de engorda dentro del parque, la cual fue removida en ese año. (Baltasar et al., 2004; Hernández-Camacho et al., 2010). Si las interacciones con mamíferos domésticos han cambiado, se esperaría encontrar diferencias en las serovariedades de L. interrogans circulantes en la población, con respecto a lo reportado en 2010 por Hernández-Camacho y colaboradores.
El presente estudio se llevó a cabo para determinar si L. interrogans continúa presente en las poblaciones de cánidos silvestres de Querétaro y si se mantienen como reservorios de esta bacteria o presentan una infección o una enfermedad, reflejada mediante los valores del hemograma y el perfil bioquímico.
Materiales y métodos
El estudio del perfil sanguíneo y el análisis de la seroprevalencia de L. interrogans en cánidos silvestres de Querétaro que se presenta en este trabajo se llevó a cabo en dos localidades durante los meses de enero y febrero del 2014, en la misma temporada realizada por Hernández-Camacho et al., (2010). La primera localidad de estudio fue la misma que fue muestreada por Hernández-Camacho et al., (2010) conocida como el Parque Nacional El Cimatario (PANEC) y la segunda fue la Reserva Comunitaria Zibatá, situada 25 km al norte del PANEC para mayor independencia entre las poblaciones. Dichos sitios fueron seleccionados por ser representativos de la vegetación original de la región del centro de México, debido a que se encuentran bajo presión antropogénica por el constante desarrollo residencial del cinturón suburbano de la ciudad de Santiago de Querétaro. El PANEC se encuentra situado al sur de la ciudad de Santiago de Querétaro (20°32'00.4" de latitud Norte y 100°20'26.9" de longitud Oeste). En cambio la Reserva Comunitaria Zibatá se encuentra ubicada en el municipio de El Marqués, del estado de Querétaro (20°40'29.9" de latitud Norte y 100°19'24.4" de longitud Oeste).
Los puntos de muestreo en PANEC fueron los mismos que se utilizaron por Hernández-Camacho et al., (2010). En el caso de la reserva de Zibatá, los puntos de muestreo se seleccionaron de acuerdo a observaciones de rastros de los cánidos a muestrear sobre veredas y caminos de terracería con presencia de fauna. El procedimiento de captura y contención química siguió las normas establecidas por la American Society of Mammalogists para el manejo y contención de mamíferos silvestres (Kreeger & Arnemo, 2007; Hernández-Camacho & López González, 2009; Gannon & Sikes, 2011); este estudio fue avalado por el permiso de colecta SGPA/DGVS/10935/13 expedido por la Dirección General de Vida Silvestre de la SEMARNAT.
Para llevar a cabo las capturas se utilizaron trampas tipo cepo de aro acojinado Duke traps #3 (Duke Company, West Point, MS, USA). Los cepos se mantuvieron activos desde las primeras horas de la tarde (1800 h) hasta su posterior revisión durante el amanecer (0600 h). Las noches-trampa se calcularon al multiplicar el número de trampas colocadas y los días efectivos que estuvieron abiertas. El éxito de trampeo se calculó como porcentaje, dividiendo el número de cánidos atrapados entre el total de noches-trampa y multiplicando este valor por 100.
Una vez en la trampa, los animales fueron inmovilizados físicamente utilizando un lazo para perros (Animal Restraining Pole, Ketch-All, EUA); la contención química se realizó utilizando clorhidrato de zolazepam con clorhidrato de tiletamina (Zoletil 100®, Virbac, Francia) a una dosis de 10 mg/kg de peso vivo (Kreeger & Armemo, 2007). Durante la recumbencia, se determinó el peso, la longitud total, el sexo y la edad de cada individuo (adulto o juvenil) de acuerdo a la coloración y desgaste dental y al retraimiento de las encías (Dimmick & Pelton, 1996). Una vez que hizo efecto el anestésico, el animal fue liberado de la trampa y sus signos vitales monitoreados constantemente.
Se obtuvo una muestra sanguínea de acuerdo a lo descrito por Aguilar et al., (2005) de 9 ml por punción de la vena yugular (zorra gris) o de la vena cefálica (coyote). De esta muestra, una alícuota de 1 ml se colocó en tubos con EDTA (BD Vacutainer®) y se mantuvo en refrigeración hasta su uso para la biometría hemática; los 8 ml restantes se dividieron en dos alícuotas y se colocaron en tubos para recolección de sangre (Monoject®) sin conservador. Estos tubos fueron centrifugados durante 20 minutos a 2000 rpm para la separación de suero, manteniéndose a -20 ºC hasta su análisis para la determinación del perfil bioquímico de 16 parámetros y la detección de anticuerpos contra L. interrogans mediante la prueba de microaglutinación; ambos realizados en un laboratorio clínico especializado y certificado para llevar a cabo dicha prueba (NOM-029-SSA21999). Cuando no se obtuvo muestra sanguínea suficiente, solamente se llevó a cabo el análisis de la bacteria patógena. Los valores de hemograma y perfil bioquímico obtenidos se compararon con los valores de referencia pertenecientes a las especies de estudio en cautiverio, según lo enlistado en Hernández-Camacho et al., (2010).
Resultados
En la zona de reserva comunitaria de Zibatá fueron capturados cinco cánidos, tres coyotes (un macho y dos hembras) y dos individuos de zorra gris (un macho y una hembra) en 140 noches trampa (3.57% de éxito de captura). En el PANEC fueron capturados dos individuos de zorra gris (un macho y una hembra) en un total de 90 noches trampa (3.33% de éxito de captura). En ambas localidades todos los animales fueron catalogados como adultos, presentando valores de peso y talla dentro del intervalo esperado para ambas especies (Cuadro 1).
Datos merísticos | Valores de referencia: Zorra Gris | Valores de referencia: Coyote | C1 (Z) | C2 (Z) | C3 (Z) | Z1 (Z) | Z2 (Z) | Z1P (P) | Z2P (P) | Z3P (P) | Media Coyote | Media Zorra Gris |
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Cuerpo (mm) | 800-1125 | 1075-1150 | 980 | 900 | 870 | 630 | 700 | 600 | 590 | 640 | 916 (±56.86 DS) | 632 (±43.24 DS) |
Cola (mm) | 275-443 | 270-375 | 420 | 340 | 245 | 400 | 470 | 450 | 410 | 430 | 335 (±87.60 DS) | 432 (±28.63 DS) |
Pata (mm) | 100-150 | 177-200 | 210 | 190 | 180 | 128 | 145 | 135 | 132 | 130 | 193.33 (±15.27 DS) | 134 (±6.67 DS) |
Oreja (mm) | 74-81 | 107-110 | 120 | 130 | 125 | 79 | 70 | 80 | 70 | 80 | 125(±5 DS) | 75.8 (±5.31 DS) |
Peso (kg) | 3-4 | 10-16 | 15 | 15 | 12 | 3.7 | 4.6 | 4.2 | 4 | 4 | 14(±1.73 DS) | 4.1(±0.33 DS) |
Todas las muestras de los cánidos capturados fueron analizadas para L. interrogans, de los cuales ninguna obtuvo valores positivos para dicha bacteria. Con respecto al hemograma y perfil bioquímico, se analizaron muestras de siete y seis cánidos respectivamente, debido a que no se obtuvieron muestras suficientes para dichos análisis. La mayoría de los valores del hemograma y el perfil bioquímico de los cánidos muestreados se encontraron dentro de los valores normales de referencia. Sin embargo, se encontraron diferencias en los valores VGM, CMGH, neutrófilos segmentados y no segmentados, monocitos, aspartato-aminotransferasa y urea de algunos cánidos (Cuadro 2). De manera general todos los cánidos presentaron neutrófilos segmentados por arriba del valor de referencia. En cambio se observó un incremento en VGM solamente en los coyotes y un macho de zorra gris de la reserva de Zibatá. Además se encontró un incremento en aspartatoaminotransferasa en cinco cánidos y solo un incremento en alanina-aminotransferasa en dos individuos de zorra gris de la reserva de Zibatá. De manera individual se observó un aumento en el número total de monocitos y en el nivel de urea en un coyote de la reserva de Zibatá.
Zibatá | PANEC | |||||||||
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Valores | Coyotes | Zorros | ||||||||
C1 | C2 | C3 | Valores referencia* | Z2Z | Z3Z | Z1 | Z2 | Z3 | Valores referencia* | |
Sexo | Macho | Hembra | Macho | |||||||
Edad | Adulto | Adulto | Adulto | Adulto | Adulto | Adulto | Adulto | Adulto | ||
Eritrocitos (1012/L) | 5 | 6.14 | 5.28 | 4.22-8.2 | 6.4 | 7.39 | - | 8.57 | 8.04 | 4.8-7.8 |
Hematocrito (%) | 45 | 55 | 53 | 31.5-66 | 48 | 45 | - | 47 | 50 | 26-55 |
Hemoglobina (g/L) | 15 | 18.3 | 17.93 | 11-20.8 | 16.27 | 15.076 | - | 15.386 | 16.66 | 8.9-17.8 |
Volumen Globular Medio (fL) | 90 | 89.5 | 100.37 | 73.5 | 75 | 60.89 | - | 53.67 | 62.18 | 70.8 |
Concentración Media de Hemoglobina Globular CMGH (g/dL) | 33.3 | 33.32 | 33.83 | 25.5-47.7 | 33.89 | 33.5 | - | 32.73 | 33.32 | 26.3-36 |
Leucocitos (109/L) | 19.5 | 9.6 | 19.05 | 5-20.8 | 26.45 | 29.9 | - | 24.75 | 34.7 | 3.9-17.4 |
Neutrófilos segmentados (103/ml) | 14.82 (76%) | 6.3 (66%) | 17.52 (92%) | 0-0.26 | 21.68 (82%) | 26.97 (93%) | - | 21.53 (87%) | 31.23 (90%) | 2.03-13.8 |
Neutrófilos no segmentados (103/ml) | 2.1 (1%) | - | - | 0-0.26 | - | - | - | 0.49 (2%) | 0.34 (1%) | 0-4.55 |
Linfocitos (103/ml) | 1.17 (6%) | 1.15 (12%) | 0.57 (3%) | 0.325-3.92 | 2.11 (8%) | 0.89 (3%) | - | 0.99 (4%) | 1.041 (3%) | 0.16-5.11 |
Monocitos (103/ml) | 1.36 (7%) | 0.86 (9%) | 0.95 (5%) | 0.058-1.17 | 2.11 (8%) | 0.89 (3%) | - | 1.73 (7%) | 2.082 (6%) | 0.064-0.92 |
Eosinófilos (103/ml) | 2.34 (12%) | 1.24 (13%) | - | 0.18-4.03 | 0.52 (2%) | - | - | - | - | 0.055-2.48 |
Alanina aminotransferasa (U/L) | 34 | 39.4 | 82.6 | 15-133 | 111.5 | 134.7 | - | - | 177 | 28-107 |
Aspartato aminotransferasa (U/L) | 55.3 | 150.9 | 388 | 23-104 | 445.9 | 248.5 | - | - | 420.6 | 16-83 |
Fosfatasa alcalina (U/L) | 11.7 | 15 | 98.9 | 7.0-209 | 25.7 | 26 | - | - | 18.9 | 2.0-21 |
Proteínas totales (g/dl) | 6.1 | 6.5 | 6.5 | 4.8-8.2 | 5.3 | 6.9 | - | - | 5.3 | 5.5-8.1 |
Albúmina (g/dl) | 2.4 | 3.4 | 3.3 | 2.5-3.9 | 3.1 | 3.6 | - | - | 2.3 | 2.7-4.4 |
Globulinas (g/l) | 3.7 | 3.1 | 3.2 | 2.5-3.9 | 2.2 | 3.3 | - | - | 3 | 1.4-4.2 |
Relación A/G | 0.6 | 1.1 | 1.03 | 1-1 | 1.4 | 1.1 | - | - | 0.7 | 1-1 |
Glucosa (mg/dl) | 167.5 | 216.4 | 77.4 | 57-231 | 68.7 | 83.2 | - | - | 78.7 | 0-287 |
Urea (mg/dl) | 70.3 | 65 | 43.7 | 8.0-48.0 | 59.1 | 76.2 | - | - | 39.2 | 8.0-49.0 |
Creatinina (mg/dl) | 1.1 | 0.7 | 0.6 | 0.7-2.2 | 0.5 | 0.5 | - | - | 0.6 | 0.7-1.4 |
Amilasa (U/L) | 432.5 | 281.7 | 363.9 | 220-1497 | 395.4 | 398.3 | - | - | 402.4 | 826-1879 |
Sodio (mEq/L) | 140 | 138 | 151 | 138 -157 | 136 | 138 | - | - | 151 | 138 -158 |
Potasio (mEq/L) | 3 | 5.2 | 4.8 | 3.5-6.6 | 3.2 | 3.4 | - | - | 5.2 | 3.8-5.8 |
Fósforo (mEq/L) | 4.5 | 2.8 | 6.2 | 2.1-7.3 | 4.8 | 5.6 | - | - | 4.8 | 2.9-8 |
Gama glutamiltransferasa (U/L) | 0.1 | 0.1 | 0.1 | 1.0-14 | 3.4 | 0.1 | - | - | 4.5 | 1.0-19 |
Cloruros (mEq/L) | 110.5 | 101.7 | 110 | 110-119 | 105.2 | 109.5 | - | - | 109.5 | 100-124 |
* Intervalos de referencia para valores fisiológicos en fauna silvestre en cautiverio (Hernández-Camacho et al., 2010).
Discusión
En el muestreo obtenido por Hernández-Camacho et al., (2010) se observó que la mayoría de los cánidos capturados presentaron anticuerpos contra L. interrogans, registrándose en algunos de los individuos ocho de las 11 serovariedades analizadas por el laboratorio. Esto difiere totalmente a los resultados obtenidos en este estudio, en el cual no se encontraron anticuerpos contra dicha bacteria en los cánidos capturados, pese a la utilización de los mismos puntos de captura que el trabajo previo. Además, el número de cánidos capturados en esta ocasión fue menor a los capturados por Hernández-Camacho et al., (2010) en donde fueron analizados 17 cánidos, mientras que en este estudio, para PANEC únicamente se analizaron dos cánidos. Dicho evento puede estar relacionado con la presencia de jaurías de perros ferales en esta área protegida que se ha dado en los últimos años y que pueden ocupar el hábitat, desplazando así a los cánidos silvestres (Cruz-Reyes, 2009).
Asimismo, el bajo éxito de captura en las dos zonas (PANEC y Reserva Comunitaria Zibatá) posiblemente se deba al factor antropogénico, ya que en ambos sitios, el flujo de personas es muy abundante. Esto difiere respecto al periodo de trampeo del estudio publicado en el 2010, en donde la entrada al público en general estaba restringida en el PANEC, el cual actualmente puede recibir hasta 11 mil personas al año (Siurob, 2014). En el caso de la Reserva Comunitaria Zibatá, al ser una zona residencial-ecológica en construcción, el paso de maquinaria pesada, el flujo constante de trabajadores y la destrucción de las zonas naturales pudieran influenciar el desplazamiento de la fauna silvestre a zonas menos perturbadas (Swihart et al., 2003).
Por otra parte, se ha reportado que la presencia o ausencia de L. interrogans en los animales es cíclica (Greene, 2012) y su incidencia es mayor en verano y en temporada de lluvias (Ward, 2002). Sin embargo, en Querétaro la presencia de la bacteria se registró en invierno (Hernández-Camacho et al., 2010), pero en el presente estudio no existió presencia de anticuerpos contra la bacteria en la misma estación. Por otra parte, pudiera pensarse que dicho cambio esté relacionado con la precipitación pluvial durante dicha estación; no obstante la mayor precipitación de los últimos cinco años fue reportada en la temporada del 2014 (SMN, 2016). Por lo que es posible que la presencia o ausencia de la bacteria esté relacionado con otros factores, como el hecho de que hasta 2005 se encontraba una granja porcícola dentro del PANEC. Se ha demostrado que los porcinos pueden ser huéspedes incidentales para algunas serovariedades de L. interrogans, jugando un papel importante en la transmisión de la bacteria al contaminar con la orina las fuentes de agua (Bharti et al., 2003). Morales-Cabezas et al., (2007) estudiaron la asociación serológica de anticuerpos a L. interrogans en trabajadores, porcinos y roedores en una granja porcina con problemas reproductivos, demostrando que los problemas reproductivos de la piara fue ocasionado por un brote de leptospirosis y cuya fuente de infección pudo provenir de los roedores al contaminar los alimentos, mientras que los cerdos constituían la fuente de infección principal para humanos. Por otro lado, los roedores son reservorios y la principal fuente de infección de la bacteria en el ciclo selvático (Greene, 2012), jugando un papel importante en la transmisión de L. interrogans en cánidos en vida silvestre, ya que pueden formar parte de la dieta de estas dos especies de cánidos silvestres (Fritzell & Haroldson, 1982; Cruz-Espinosa, 2010).
Es posible que el consumo de roedores fuera mayor en los animales muestreados en el estudio de 2010 y que éstos estuvieran contaminados con L. interrogans por el contacto que se tenía con la granja porcina. Aunado a esto, en los últimos años ha existido mayor presencia de perros ferales, tanto en el PANEC como en la Reserva Comunitaria Zibatá. Los perros ferales pueden ser reservorios de mantenimiento de L. interrogans (Ortega-Pacheco et al., 2007) y pueden mantener una prevalencia hasta de un 35% en el Sur de México (Jiménez-Coello et al., 2008). Desafortunadamente, tanto en el estudio de Hernández-Camacho et al., (2010) como en el nuestro, no se muestrearon roedores, ni perros ferales.
No se descarta la infección por cualquier otro agente patógeno debido a la neutrofilia presentada en los animales. Los neutrófilos segmentados altos podrían indicar la exposición con algún patógeno, mientras que los neutrófilos no segmentados altos podrían indicar una inflamación o estrés en el individuo (Kerr, 2002). En este caso, ambos tipos de neutrófilos presentaron valores altos con respecto a los intervalos de referencia. Aunado a esto se observó un aumento de aspartato aminotransferasa en todos los cánidos lo cual puede estar relacionado con el estrés de la captura (Casas-Díaz, 2007). Para los cánidos capturados en Zibatá, los valores obtenidos en el hemograma y en el perfil bioquímico fueron los normales de acuerdo a los valores de referencia, a excepción de la aspartato aminotransferasa, que mostró niveles altos. Estos valores podrían estar expresando que los animales cursaron momentos de estrés debido a la captura (Casas-Díaz, 2007) como en el PANEC. Por otra parte, los valores altos de alanina aminotransferasa en dos cánidos puede estar asociado a problemas hepáticos.
Conclusiones
A pesar de no haber encontrado anticuerpos para L. interrogans en ambas especies de cánidos silvestres, es posible que este patógeno se encuentre latente en otros reservorios, como son roedores y perros ferales, los cuales no han sido monitoreados hasta la fecha, por lo que un estudio a largo plazo de la presencia de L. interrogans y su dinámica en la comunidad de fauna silvestre del PANEC es indispensable.