INTRODUCCIÓN
El orden Coleoptera incluye 392,415 especies en el mundo (Zhang, 2013). Para México no se cuenta con un catálogo del total de especies conocidas, pero se han registrado 114 familias (Navarrete-Heredia & Fierros-Lopez, 2001). Con base en los datos publicados para 20 de las familias más estudiadas en el país (Noguera & Chemsak, 1996; Morón et al., 1997; Navarrete-Heredia & Burgos-Solorio, 2000; Morón, 2003; Navarrete-Heredia et al., 2004a; Navarrete-Heredia et al., 2004b; Navarrete-Heredia, 2009; Ordóñez et al., 2012; Zaragoza-Caballero & Pérez-Hernández, 2013; Morrone, 2013; Navarrete-Heredia & Newton, 2013; Cifuentes-Ruiz & Zaragoza-Caballero, 2013; Zurita-García et al., 2013), de las 114 familias reconocidas (Navarrete-Heredia & Fierros-Lopez, 2001), se tiene el registro de 13,126 especies de coleópteros, cifra que podría aumentar a 20,030 de acuerdo con la estimación hecha por Llorente-Bousquets & Ocegueda (2008).
La diversidad de especies de coleópteros mencionada, está sustentada en las colecciones entomológicas. Los datos de los especímenes albergados en éstas, proporcionan información sobre su distribución y en algunos casos de su estado de conservación. En México se tienen registradas 159 colecciones zoológicas que se enfocan en los artrópodos, de las cuales 114 son entomológicas y de éstas solo 35 incluyen al orden Coleoptera, ya sea que formen parte de acervos donde también se albergan otros órdenes de insectos o que sean exclusivamente dedicadas a los coleópteros, donde casi la mitad corresponden a acervos institucionales y el resto a colecciones particulares (CONABIO, 2015).
Una de estas colecciones bajo resguardo institucional, es la Colección de Artrópodos de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala (CAFESI), la cual fue registrada en 2015 ante la Dirección General de Vida Silvestre de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) con la clave de registro DF-CC-294-15 y entre sus acervos más importantes incluye la colección del orden Coleoptera, que se ha venido conformando de forma activa desde hace por lo menos 15 años por profesores y alumnos de la Carrera de Biología, que han incorporado especímenes obtenidos en recolecciones con fines de docencia o proyectos de investigación.
Sin embargo, la CAFESI al igual que muchas colecciones en el mundo, tiene limitaciones, como son el número elevado de especímenes ingresados sin determinar, ordenar y catalogar (Llorente Bousquets & Castro-Gerardino 2002) que se encuentran disponibles para su estudio. De esta forma las colecciones constituyen fuentes casi inagotables de nuevos hallazgos científicos y con base en su estudio se podrán generar contribuciones originales, como son describir y nombrar especies (Sánchez, 2016), así como realizar estudios filogenéticos y biogeográficos.
Por lo tanto, el objetivo de este trabajo es dar a conocer el contenido de la colección del orden Coleoptera de la CAFESI, su representación taxonómica (especies y grupos supraespecíficos), representación geográfica y representación de hábitats.
MATERIALES Y MÉTODOS
En la lista del apéndice se incluyeron únicamente los especímenes de Coleoptera montados en alfiler que están identificados a nivel de género y/o especie, los cuales se acomodaron en unidades conformadas por cajas de cartón y éstas a su vez fueron colocadas en cajas de madera.
En la determinación específica han participado algunos especialistas como: José Luis Navarrete-Heredia (Staphylinidae, Silphidae; Universidad de Guadalajara), Alfred Newton y Margaret Thayer (Staphylinidae; The Field Museum of Natural History, Chicago, EU), Jan Klimaszewski (Staphylinidae: Aleocharinae: Aleochara; Natural Resources Canada, Canadian Forest Service, Laurentian Forestry Centre, Québec, Canada), Cuauhtémoc Deloya, Héctor J. Gasca Álvarez y Margarita M. López García (Scarabaeidae, Trogidae, Geotrupidae; Instituto de Ecología, A.C.), Santiago Zaragoza-Caballero (Phengodiade, Lycidae, Telegeusidae, Lampyridae; Instituto de Biología, UNAM), Cisteil X. Pérez-Hernández (Cantharidae; Instituto de Biología, UNAM), Armando Equihua-Martínez (Curculionidae: Scolytinae; Colegio de Posgraduados, Texcoco, Estado de México), Yves Gomi (Histeridae; Nevers, Francia) y Michael S. Caterino (Histeridae; Santa Barbara Museum of Natural History, California, EUA).
La separación a nivel genérico y de morfoespecie fue llevada a cabo por los especialistas mencionados anteriormente, aunque en el caso de la familia Staphylinidae también participaron Esteban Jiménez-Sánchez (FES Iztacala, UNAM) y para la familia Histeridae Roberto Quezada García (Université Laval, Québec, Canadá) y Alberto Morales Moreno (FES Iztacala, UNAM).
La separación a morfoespecie se basó en el reconocimiento de los caracteres morfológicos externos que fue posible distinguir con el empleo de un microscopio estereoscópico con rango de aumentos de 10x a 40x, como son la pubescencia, la textura de la superficie cuticular, el color y en algunos casos donde fue posible se extrajo el genital del macho.
Los especímenes se catalogaron en la base de datos Mantis versión 2.0 (Naskrecki, 2008), que incluye los siguientes campos: datos del espécimen (estado de desarrollo, sexo [solo en aquellos casos donde fue posible sexar a los individuos], medio de preservación, método de captura, tipificación en caso de tratarse de ejemplares tipo, determinador, lugar de almacenamiento, código de identificación), datos de identificación (nombre de la especie, sinonimias, familia y otros datos de la clasificación), datos del evento (país, estado, localidad, altitud, coordenadas, fecha, colector, hábitat [= tipo de vegetación] y notas).
A partir de la base, se exportaron los datos a un archivo de Excel para analizarlos y obtener la lista de familias y especies incluidas en la colección, el nivel de determinación en que se encuentran los ejemplares, el número de especímenes tipo depositados en la colección, el número de especímenes de cada taxón, la representatividad por estados de la República Mexicana, la representatividad por tipo de método de recolecta de los especímenes y la representatividad de hábitats.
El arreglo taxonómico de las categorías supragenéricas se hizo de acuerdo con la clasificación de Bouchard et al., (2011) y alfabéticamente para los géneros y especies.
RESULTADOS
La CAFESI cuenta en su catálogo con un acervo de 10,277 especímenes, agrupados en cinco superfamilias (Hydrophiloidea, Staphylinoidea, Scarabaeoidea, Elateroidea, Curculionoidea) que incluyen 15 familias, 41 subfamilias, 172 géneros y 570 especies (Apéndice ). En cuanto al nivel de identificación, 231 taxones se encuentran en la categoría de especie y 339 a nivel de género y separados a morfoespecie (Cuadro 1).
La colección también incluye especímenes tipo de la familia Staphylinidae, entre los que se encuentran dos holotipos y 24 paratipos de cinco especies de la subfamilia Paederinae (Jiménez-Sánchez & Galián, 2013) y 42 paratipos de dos especies de la subfamilia Staphylininae (Navarrete-Heredia, 1997; Navarrete-Heredia y Márquez, 1998) (Cuadro 2).
Las familias Staphylinidae (312 especies) y Scarabaeidae (188 especies) son las mejor representadas en la colección, que en conjunto agrupan el 87.7% de la riqueza y el 73% (7,493) del total de especímenes, mientras que las cinco especies de Silphidae representan el 18.9% (1,953) de los especímenes (Cuadro 1).
La CAFESI tiene una cobertura geográfica regional, puesto que el 96% de las especies y especímenes registrados en la base de datos provienen de nueve estados de la región centro-sur del país, aun cuando se tienen representados 22 estados de la República Mexicana (Cuadro 3).
El Estado de México es la entidad que tiene una mayor representatividad en la CAFESI con el registro de 55% de las especies (308) y 41.6% de los especímenes (4,251), le siguen Morelos, Guerrero y Michoacán que en conjunto agrupan el 44.6% de las especies (250) y 34% de los especímenes (3,476); Veracruz, Puebla y Guanajuato agrupan 39.4% (221) y 16% (1,632) respectivamente; Hidalgo, Chiapas y Oaxaca tienen porcentajes menores de 6.9% en la riqueza y de 3.5% en el número de especímenes representados (Cuadro 3). También en la CAFESI se encuentran representadas 11 especies provenientes de Argentina (5), Bolivia (2) y Brasil (4) que en conjunto agrupan 61 especímenes de la subfamilia Paederinae (Staphylinidae).
Los datos de las etiquetas de los ejemplares de coleópteros de la CAFESI indican que el 49% de las especies (280) y el 72.4% de la abundancia (7,464) han sido recolectados por medio la necro-trampa permanente del tipo NTP-80 (Morón & Terrón, 1984), seguido por la recolección manual (26.8% = 153 y 6.2% = 643 respectivamente), la trampa de luz (24.3% = 139 y 6.1% = 629) y la trampa de intercepción de vuelo (10.8% = 62 y 2% = 211).
Del bosque tropical caducifolio provienen 45% de las especies (257) y el 26% de los especímenes (2,657); los bosques templados (bosque de encino, bosque de pino y mixtos) aportan el 30.8% de las especies (176) y en conjunto con el 17.6% de los especímenes (1,822), le sigue el bosque mesófilo de montaña (18.9% = 108 especies y 5.9% = 613 organismos). Entre el 12% (69) y 13% (78) de la riqueza ha sido registrada de varios tipos de vegetación como: el pastizal, el matorral xerófilo y el bosque tropical perennifolio, que en conjunto agrupan el 23% de los ejemplares (2,374).
Comentarios
El estudio de los escarabajos asociados a la carroña ha sido una de las líneas de investigación que se ha venido desarrollando desde hace por lo menos 15 años por estudiantes y profesores de la Carrera de Biología de la FES-Iztacala, UNAM, en la parte centro-sur de México, principalmente en el Estado de México y en colaboración con otros colegas coleopterólogos (Jiménez-Sánchez et al., 2000, 2011; Méndez, 2002; Cejudo-Espinosa & Deloya, 2005; Trevilla-Rebollar et al., 2007, 2010; Flores, 2009; García, 2013; Angel, 2015; Moreno, 2015; Pérez-Villamares et al., 2016).
Es por ello que se tiene una buena representación de los coleópteros del Estado de México y en general de la región centro-sur del país, así como de las familias Staphylinidae, Scarabaeidae y Silphidae, ya que algunas de sus especies o todas (este es el caso de Silphidae) están asociadas con los cadáveres.
Otros estados explorados han sido Morelos (Caballero, 2003; Caballero et al., 2003; Gómez, 2005), Puebla (Acuña, 2004; Jiménez-Sánchez et al., 2013; Quezada-García et al., 2014), Guerrero (Jiménez-Sánchez et al., 2001; Reyes, 2001), Guanajuato (García, 2016) y Veracruz (Morales et al., 1998).
Si se contabilizara el número total de especies, tanto de las que están determinadas a ese nivel como las que lo están a nivel de morfoespecie, la colección tendría representadas el 18.6% de las 1,676 especies de Staphylinidae conocidas para el país (Navarrete-Heredia & Newton, 2013) y 12.7% de las 1,479 especies de Scarabaeidae (Morón et al., 1997; Morón, 2003). Sin embargo, es necesario continuar con la identificación de las morfoespecies, que en el caso de Staphylinidae representan más del doble de las especies determinadas a nivel específico y un poco más de la mitad de las de Scarabaeidae, las cuales podrían incrementar la representatividad de la colección o contribuir con nuevas especies para el inventario nacional, muchas de ellas podrían proporcionar información valiosa en investigaciones posteriores donde se aborde la revisión taxonómica de los géneros respectivos.
Las cinco especies de Silphidae representan el 45.4% de las 11 conocidas para México, entre éstas se incluyen cuatro con distribución amplia en el país y a Thanatophilus graniger (Chevrolat, 1833) que es endémica de México y restringida a localidades del Eje Neovolcánico (Navarrete-Heredia, 2009).
La CAFESI se encuentra instalada en el laboratorio L521 de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, UNAM, en un espacio de 65 m2. En cuanto a la infraestructura, cuenta con 10 gabinetes para guardar cajas con material montado y nueve gabinetes para frascos con ejemplares en alcohol, tres congeladores verticales para el control de plagas, computadora para la base de datos, microscopios estereoscópicos binoculares y uno trilocular con adaptador para cámara fotográfica.
La catalogación de los especímenes ha permitido que la colección empiece a ser administrada para llevar a cabo préstamos e intercambio de ejemplares con investigadores y estudiantes interesados en el estudio del orden Coleoptera. Las instituciones con las que se está interactuando por el momento son el Instituto de Biología de la UNAM, el Instituto de Ecología A.C., la Universidad Autónoma del Estado de Morelos y la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa.
La CAFESI cuenta con una página electrónica que está disponible en: cafesi.iztacala.unam.mx donde se brinda un espacio para poder contactar a los responsables de la misma y se establece la forma en que los investigadores y sus estudiantes pueden realizar la solicitud de préstamo o intercambio de especímenes. Así mismo, se presenta información relacionada con el acervo de la colección la cual aún es incipiente, muestra principalmente datos del acervo del orden Coleoptera, pero se pretende incorporar información sobre los otros ordenes de insectos que se tienen resguardados, la información se actualizará conforme se avance en el ordenamiento y catalogación del material.
Actualmente están siendo revisados especímenes de otras familias como Cerambycidae, Buprestidae y Passalidae por los taxónomos especialistas. Sin embargo, otras familias como Carabidae, Chrysomelidae, Curculionidae, Elateridae y Tenebrionidae también representadas por un gran número de especímenes en la CAFESI, no han sido atendidas todavía, por lo que la colección continuará incrementando su acervo. Además, se siguen incorporando ejemplares derivados de recolectas de proyectos semestrales de investigación y tesis, que aparte de coadyuvar a la formación de los alumnos de la Carrera de Biología de la FES Iztacala, UNAM, permiten enriquecer la colección al agregar registros nuevos de diferentes estados y localidades de México.