El águila solitaria (Buteogallus solitarius) es un falconiforme de la familia Accipitridae (AOU 2015). Presenta un tamaño corporal grande (Longitud total: 650-1084 mm), con alas anchas y cortas. El pico presenta una coloración que va de negruzco a azul grisáceo oscuro, los ojos son café obscuro y las patas amarillas; la cola es relativamente corta y de forma cuadrangular (Íñigo-Elias, 2000; Clark et al., 2006). La coloración de las plumas en su totalidad es de color negro cenizo en la parte dorsal y ventral, incluyendo la cresta occipital. Las alas son de color gris, las plumas cobertoras de la cola son negras con las puntas blancas y su principal característica es la presencia de una banda blanca transversal en la parte media de la cola que se distingue durante el vuelo (Íñigo-Elias, 2000). Esta es una especie residente de México que ocasionalmente planea sobre el dosel de la selva baja caducifolia y los bosques de pino-encino (Íñigo-Elias, 2000). En México, Howell & Webb (1995) señalan que la distribución geográfica de esta especie abarca principalmente la Sierra Madre Occidental, el occidente del Eje Neovolcánico Transversal y las montañas de Chiapas; no obstante, estos autores denotan que en los estados de Guerrero y Oaxaca existe un vacío de información respecto a su distribución, lo que coincide con lo mencionado por Van Perlo (2006). Es necesario aclarar que existen dos subespecies registradas para México, B. s. scheffleri que es considerada endémica para México porque su distribución va del extremo sureste de Sonora cerca del límite con Chihuahua y hasta Jalisco (Íñigo-Elias, 2000); mientras que B. s. solitarius se distribuye desde el sureste de Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y hasta el norte de Argentina (Íñigo-Elias, 2000; Van Perlo, 2006); sin embargo, en la región de Oaxaca y Guerrero existen escasos registros que confirmen la presencia de esta subespecie. Adicionalmente, debido a la rareza demográfica y a la fragmentación de los hábitats que la especie frecuenta, está considerada en peligro de extinción por la norma ecológica 059 de la legislación mexicana (Clinton-Eitniear, 1991; Íñigo-Elias, 2000; Diario Oficial de la Federación, 2010).
Para el estado de Oaxaca, los listados avifaunísticos más recientes de la planicie costera central (Binford, 1989; Navarro et al., 2004; Bojorges-Baños, 2008, 2011) e incluso en la más reciente obra sobre aves de las lagunas costeras (Germain & Ruiz-Bruce, 2016) no muestran registros de presencia de esta especie, a pesar de que se considera toda esta región como un área de distribución potencial (Navarro & Peterson, 2007).
Durante los trabajos faunísticos enfocados para la denominación de Área Destinada Voluntariamente a la Conservación (ADVC), en el predio El Limoncito y mediante una secuencia de fotocapturas, registramos la presencia de un individuo de B. solitarius en pleno vuelo. El registro se realizó el 11 de marzo de 2017 a las 09:30 h, en una región de selva baja caducifolia en el municipio de Santa María Tonameca, distrito de Pochutla (15º 43´46.47" N, 96º 29´47.77"O, Fig. 1). Esta zona se ubica en la planicie costera central del estado de Oaxaca y es de importancia por ubicarse en la Región Terrestre Prioritaria (RTP) 129 Sierra Sur y Costa de Oaxaca (Arriaga-Cabrera et al., 2009). La observación duró cerca de 15 minutos, tiempo suficiente para tomar las fotografías necesarias para su identificación y obteniendo cuatro fotografías (Fig. 2) de buena calidad con una cámara reflex fotográfica Nikon® D330 con un lente 55-200 mm f/4.0-5.6. En ellas se logra apreciar la banda blanca transversal en la parte media de la cola, así como las puntas blancas de la cola que son distintivos de la especie durante el vuelo (Íñigo-Elias, 2000). Fue posible apreciar que el ejemplar no tenía marcas (barras) en las plumas de los muslos como B. urubitinga y las alas no se juntaban con la cola como ocurre en B. anthracinus lo que permitió discriminar la identificación con respecto a estas especies mediante el uso de las guías de Howell & Webb (1995) y Van Perlo (2006).
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Figura 1 Localidad de registro (asterisco en rojo) y registro histórico más cercano (Triángulo negro) de Buteogallus solitarius en la costa de Oaxaca.
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Figura 2 Registro de Buteogallus solitarius en El Limoncito, Municipio de Santa María Tonameca, Oaxaca.
Muy probablemente las poblaciones de esta especie estén declinando en el territorio nacional (Ramos, 1986) debido principalmente a la destrucción, fragmentación y reducción de su hábitat, así como a las características de su historia natural, incluyendo su ciclo de reproducción largo y productividad muy baja asociado a las grandes extensiones de territorio que cada pareja requiere para anidar. Por otro lado, su gran tamaño le vuelve un blanco muy fácil para el hombre, quien las mata frecuentemente, como ocurre con otras grandes águilas neotropicales (Íñigo-Elias, 2000).
El presente registro confirma la presencia de la especie dentro del área de distribución potencial propuesta por Navarro & Peterson (2007), la cual muestra espacios propicios para la existencia de la especie; sin embargo, no había datos publicados que lo confirmaran (Sánchez-González, 2013). Asimismo, existe un registro acerca de la anidación de la especie en la provincia fisiográfica del Istmo de Tehuantepec (Smith, 1982); no obstante, nuestro registro representa el primero para la planicie costera de Oaxaca.
Si bien es cierto que en las plataformas de eBird/aVerAves, así como Naturalista, donde se contribuye al incremento de los registros de aves mediante la participación ciudadana, hasta la fecha existe un sólo registro visual del año 2009, sin evidencia fotográfica de la especie, en la Finca El Pacífico a 30 km aproximadamente de Candelaria Loxicha, pudiendo ser éste el registro más cercano a nuestro punto de observación en la costa central del estado de Oaxaca, por lo que consideramos que nuestro registro es de importancia debido a la rareza demográfica de la especie; es decir, que presentan densidades bajas en toda el área de distribución, aunque ésta sea amplia pero asociada a hábitats muy restringidos (Halffter, 1994). Finalmente, es de suma importancia reconocer los sitios en donde los individuos de esta especie son registrados con el fin de generar acciones de protección de corto y largo plazo (Íñigo-Elías, 2000).