La investigación del profesor Dower1 es claramente revisionista y analiza fases clave en la evolución de las relaciones internacionales y del despliegue de la política exterior estadounidense, desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta el momento presente. A través de nueve capítulos, el libro enfoca cuestiones clave para el estudio de un periodo en el que se acuñaron conceptos como Pax Americana, “siglo americano”, “bipolaridad”, “fin de la historia” o War on Terror. El libro fue publicado originalmente en inglés bajo el título: The Violent American Century: War and Terror Since World War II, en el año 2017, bajo el sello editorial Haymarket Books (Chicago, Illinois). Meses después fue traducido y publicado en España por Carme Castells, a través del grupo Editorial Planeta.
La magnitud de la violencia empleada en los conflictos militares, en los que los diferentes gobiernos estadounidenses han participado o han provocado, es uno de los temas principales de la investigación. El autor califica este factor como causa subyacente de la “guerra total” industrializada y de la superioridad moral de la que gozaba el país después de los acontecimientos de 1945. La pérdida del monopolio nuclear, el pánico a la “guerra total” con armamento de destrucción masiva y el principio de la destrucción mutua asegurada, abrieron el siguiente estadío histórico-político que finalizaría con la disolución de la Unión Soviética. Durante este periodo se produjo una carrera armamentística con múltiples repercusiones a nivel diplomático, estratégico, tecnológico, económico, socio-político, cultural, etcétera.
El nuevo contexto de contención del comunismo desencadenó terribles guerras y operaciones militares en todas las regiones del mundo, especialmente en los lugares de mayor inestabilidad durante de la consumación de los procesos de descolonización. El intervencionismo buscaba la consecución de ciertos objetivos estratégicos y la implementación de una serie de actuaciones que causaran un gran impacto psicológico.
Mucho se ha discutido en las últimas décadas sobre las causas de la disolución de la Unión Soviética y la llegada del Nuevo Orden Mundial, pero Dower se ha centrado más en las consecuencias de la superioridad militar de Estados Unidos, y aborda la problemática de la tendencia progresista hacia el unilateralismo pragmático y el liderazgo de coalición internacional, en el contexto de la Postguerra Fría.
La aplicación sistemática del unilateralismo, después de los atentados del 11 de Septiembre y la generalización de las tesis neoconservadoras, conllevó terribles consecuencias para la ciudadanía estadounidense: naturalización de la violencia, normalización de la intervención militar y glorificación de la figura del veterano y de la institución militar. La revolución digital y la socialización del uso civil de Internet y de las nuevas tecnologías de la comunicación tuvieron profundas repercusiones para el impacto global de las políticas y las actuaciones de Estados Unidos. La opinión pública y la comunidad internacional son cada vez más volubles y condicionan la actuación exterior estadounidense por muy diversos motivos (suponen un “nueva frontera”).
La gran superioridad tecnológica y material del brazo militar de Estados Unidos, como superpotencia global, desencadenó una alteración de los conflictos armados y los roles de resistencia y desgaste en todo el mundo. El terrorismo islámico y los arcos de inestabilidad son dos de los casos mejor estudiados, en el marco interdisciplinar de las ciencias sociales, que representa una cuestión transversal en los últimos capítulos del libro.
En palabras del propio autor: “Desde el punto de vista operativo, psicológico y patológico, el nuevo tipo de guerra también evocaba el pasado bélico estadounidense” (p. 118). La mentalidad política de la War on Terror trató de sintetizar y condensar todas las doctrinas sobre la implementación de la fuerza militar, en un contexto de simplificación planteada “entre el bien y el mal”.
Las últimas páginas recuerdan y argumentan cómo el desarrollo tecnológico es el gran elemento de vertebración de la estrategia militar y de la acción política global desde la irrupción de la energía atómica. La supremacía militar estadounidense ha contribuido a la generalización de la retórica nacionalista y a la argumentación de la superioridad moral de la democracia estadounidense (con trascendencia electoral).
El autor concluye su obra con un párrafo categórico:
En la mística de la virtud excepcional no hay lugar para pensar seriamente en la irresponsabilidad, la provocación, la embriaguez con la fuerza bruta, la paranoia, la soberbia, las acciones temerarias y criminales, y ni siquiera en la negligencia criminal (p. 143).
La capacidad de síntesis del autor deja al descubierto las claves del éxito de toda su trayectoria profesional: la gestión de la información, la comparación de procesos histórico-políticos y la construcción de marcos simbióticos de investigación (científica y divulgativa).