INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES

Un problema grave que enfrentan muchos países en desarrollo, así como desarrollados, es la creciente oferta de mano de obra en sus economías. El número de los definidos como pobres se ha incrementado, ahora incluyendo los downwardly mobile individuos que pertenecían a clases socioeconómicas altas. n Brasil, éstos y otros grupos de pobres han adoptado trabajos informales¹ para resolver su problema de desempleo,

resultado del exceso de oferta de mano de obra. El sector de microempresarios puede ayudar a aminorar la crisis socioeconómica empleando pro­ ductivamente estos trabajadores, pero para ello necesita desarrollarse apropiadamente. Este documento se refiere al apoyo que reciben las microempresas de ONG' s y estados, en áreas urbanas de Brasil, y al potencial que existe para una integración entre los estados y las ONG' s en la promoción de actividades generadoras de ingreso como las micro­empresas.

En décadas pasadas, en las economías de países de menor desarrollo se ha dado atención a nuevos desarrollos, tales como el surgimiento de ONG's y actividades informales, las cuales, son en parte, respuestas a los resultados de un modelo de desarrollo que ha generado problemas como el desempleo. Para que el modelo de desarrollo funcione deben ser consideradas, las necesidades y contribuciones de grupos de diferentes clases, géneros, y sectores de la economía. Dado el grado de desigualdad entre la gente y las naciones, una base limitada de recursos, y una economía globalizada, un nuevo orden social necesitará ser construido de tal manera que más gente salga de la pobreza; porque a través de varios caminos, en forma creciente demandarán su participación en el proceso de desarrollo.

El resultado originado por tal modelo de desarrollo es la demanda de un proceso en el cual el Estado, la sociedad y el mercado, tienen que desempeñar un papel, ya que la solución de los problemas que enfrentan aquellos países requiere de la inclusión de un conjunto de variables de significancia social, económica, cultural y política. La reducción del papel del Estado ha sido proclamada en una etapa en que su participación fue requerida para la solución de muchos de los problemas del desarrollo. Después de siglos de la formación del Estado y la revolución industrial, la experiencia histórica ha demostrado que el papel del Estado y el mercado, así como de la sociedad civil, son importantes. Para Evans (1995:3):

Sin el Estado, los mercados y instituciones de la sociedad moderna no pueden funcionar. Necesitamos que éste participe. Necesitamos reglas predecibles, y éstas a su vez deben tener una organización estructural concreta. Necesitamos alguna reflexión organizativa, aunque imperfecta, que generalmente sea opuesta a los intereses individuales. Necesitamos bienes públicos como los sistemas de desagüe, caminos y escuelas.

Lo que importa, como lo expone Evans, no es tanto el cuánto debería intervenir el Estado en la economía, sino sobre las diferentes clases de participación y sus efectos. La cuestión apropiada no es "cuánto", sino de "qué tipo".

Parte de la literatura sobre este tema también ha señalado a las ONG's como alternativa para alcanzar el desarrollo, porque tienden a promover una clase de desarrollo que es apropiada a las condiciones locales de la gente. Las ONG's son organizaciones sin fines de lucro, usualmente pequeñas, pero variadas en su trabajo y acción, han comenzado con pequeños proyectos para el cambio social, y se han expandido al diseño de políticas. Autores que las estudian en Brasil (Souza, 1992; Landin, 1992) señalan su creciente número y potencial para expandir su papel en el desarrollo. Sin embargo, su trabajo tendrá mayor impacto solamente si se integran con otras instituciones como el Estado.

Las ONG's pueden llegar a ser una característica básica de las economías periféricas. Souza (1991:8) señala que "al mismo tiempo que son promotoras de alternativas, recursos y proyectos, las ONG's están presentes en las complejidades de la vida social, creando microespacios y equilibrio de poderes, cruciales para el desarrollo en Brasil". Remarco, como Wolf menciona (1991:26) que " la relación de la sociedad civil y desarrollo requiere de un reconocimiento de lo posible, trabajando con lo que ya existe y expandir y aprender de la experiencia". Yo podría Agregar que cuestiones sobre el modo de producción, poder y distribución, y políticas de apoyo para cada uno mostrarán quiénes se beneficiarán del desarrollo; de aquí la importancia de alternativas en este proceso, que refuerza la necesidad de programas para favorecer grupos subordinados en la economía.

En lo que respecta al sector informal, su papel de proveer empleo para migrantes y desempleados ha sido un fenómeno importante en el desarrollo, a pesar de que a menudo ocurre bajo condiciones precarias de trabajo. En Brasil, cerca de 30% de la Población Económicamente Activa (Silveira y Melo, 1991:16) se ganan la vida en este sector, el cual es heterogéneo, compuesto de migrantes del área rural a la urbana, pobres urbanos, y trabajadores que perdieron o dejaron trabajos formales. El concepto del sector aquí deriva de Nart's (1973), Portes y Schaufflers's (1993), y Bagnasco (1997) visto como una dinámica empresarial popular, y Souza's (1980) quien considera al sector como un conjunto de actividades donde no hay división entre el propietario y los medios de producción. Ambos conceptos tienen particular significado en las relaciones cambiantes de producción y el actual estado del capitalismo.

El tema ha tenido diferentes connotaciones a través de los años, desde un concepto de marginalidad en los cincuenta y sesenta (Apub Portes y Shauffler 1993), hasta la perspectiva de una dinámica empresarial popular (Hartss, 1973). Esta concepción fue revivida por de Soto (1989), quien observó la producción eficiente y comercial de los pequeños empresarios, y atribuyó los orígenes de informalidad a una regulación estatal excesiva. Portes, Castells y Bentos (1989) apuntaron que el sector está también compuesto de empresarios e individuos de la clase media, quienes dejaron frabajos en el sector formal e invirtieron en empresas informales recibiendo, a veces, mejores retribuciones que antes.

Las perspectivas dominantes en el sector son de los marginalistas, tales como Nun y Marin (Apub Portes, 1993), quienes sugirieron como solución al desempleo, la inversión acelerada de capital en la industria; y de los racionalistas, Hart y de Soto, para quienes el sector informal no es parte del problema del subdesarrollo, sino su solución, y el Estado debe ser removido de la economía para dar libertad absoluta al mercado. Para Portes y Shauffler (1993), una tercera concepción, estructuralista, sostiene que el autoempleo casual y las actividades de "sobrevivencia" pueden ser reducidas a través de la inversión de capital, pero ello no llama a una remoción completa de los controles del Estado de los mercados de trabajo. Para Rawoski (1994), los estructuralistas argumentan que cada instancia de transformación registrada de una economía informal de subsistencia en el crecimiento, tiene que ser acompañada de un Estado activo.

En Brasil, una nueva estrategia de desarrollo que considere poner en práctica las preocupaciones reales en el terreno del desempleo, debe considerar el trabajo de las ONG's con microempresas. Un censo realizado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística IBGE en 1985, el ultimo censo total disponible con información detallada sobre el tema, encontró que había 1 007 833 microempresas² en el país, la mayoría en el sector comercial (48.2%) y en los servicios (39.4%). Las microempresas empleaban 2 736 770 (una media de 2.7), cerca de 20% de la fuerza de trabajo de todas las compañías investigadas, y eran responsable de 3% (o 12 mil millones de dólares) del ingreso generado. Cerca de la mitad de las microempresas, 45.3%, producían alimentos. Un estudio del informe anual de información social (Yearly Relation of Social Information, RAIS) de 1994, del Servicio Nacional de Apoyo a la Pequeña y Mediana Empresa (SEBRAE, 1977), registró 1 081 813 microempresas en el país, 85.2% de todas las compañías investigadas.

Tanto los pequeños como los grandes negocios son importantes para el desarrollo. Aún más, se debe notar que a pesar de que las grandes empresas aún predominan, se están reduciendo rápidamente, y las pequeñas crecen, generando un gran número de empleos. Ya que la reducción del empleo es uno de los fines de las empresas competitivas en la economía globalizada, otras opiniones deben ser consideradas para ayudar a la pequeña y microempresas a encontrar su lugar en la economía y ocupar a la fuerza de trabajo productivamente.

Las ONG'S enfrentan restricción de recursos y dilemas del desarrollo tales como llegar a un gran número de gente. La posibilidad de asociación entre ellas y otras instituciones debe ser una forma de enfrentar algunas de estas limitaciones. En Brasil, a pesar de la alta tasa de crecimiento no se absorberá el superávit de trabajadores ni se reducirán los problemas socioeconómicos, por ello el Estado debe participar. El tema de las relaciones entre las ONG's y el Estado ha recibido atención limitada, a pesar de la contribución sustancial de las últimas en el desarrollo, y la inhabilidad del Estado para lidiar con la enorme presión social y los graves problemas económicos. Para el presente, las microempresas ofrecen una mejor alternativa de trabajo para los pobres y otros grupos, y el apoyo a las organizaciones como éstas por el Estado es una condición necesaria para que lo logren.

En Brasil hay más de 5 000 ONG's (IDH, 1996) y muchas apoyan la generación de ingreso y otros programas de desarrollo. Considerando la relevancia del tema y la participación de las ONG's, dos de esas organizaciones fueron seleccionadas para ser investigadas: Centro para la Capacitación y el apoyo a Pequeñas y Microempresarios, CAPE, y el Banco da Mulher. El criterio para seleccionar a las ONG's fue que tuvieran experiencias en el apoyo al desarrollo de la microempresa para grupos de pobres y mujeres, que fueran del mismo tamaño, y localizadas cerca una de otra. Los programas estatales seleccionados fueron PRORENDA/Micro-empresa/CE, y prorenda/Microempresa/RS. Entre otros factores que influenciaron la decisión fue el interés en el método de Creation of Enterprise-Formation of Entrepreneurs, CEFE usado por tres de las organizaciones y el Banco da Mulher, el cual se enfoca a las mujeres.

El trabajo de campo se realizó en agosto-diciembre de 1994, en tres de las capitales más grandes de Brasil: Belo Horizonte, estado de Minas Gerais (MG) en el sureste del país, donde gran parte del tiempo fue empleado en obtener los datos para comparar dos ONG's con diferentes enfoques a microempresas. En las otras dos capitales, Fortaleza, estado de Ceará (CE) al noreste de Brasil y Porto Alegre, estado de Río Grande do Sul (RS) en el sur, donde se visitaron dos agencias estatales que también apoyan microempresas y se realizaron amplias entrevistas con los directivos que participaban en los programas. Los datos obtenidos a través de estas entrevistas fueron usados para comparar la perspectiva del estado sobre el tema de la participación conjunta ONG's-Estado con la perspectiva sobre el mismo tema por aquéllas.

Usé el método de estudio de caso, el cual permite una mejor comprenSión de la estructura y naturaleza de los casos, y los puntos de vista de la gente de varias categorías que participa. Además de los métodos cualitativos³ y fuentes secundarias⁴, la investigación empleó estadística descriptiva para la presentación de los datos.

Este documento se divide en cinco secciones. Después de esta introducción, la segunda parte presenta un breve antecedente de las ONG's y las agencias estatales investigadas. La tercera parte presenta la discusión de algunos de los resultados de la investigación con referencia a los programas de las dos ONG's y su comparación y la cuarta parte examina la opinión de los miembros de los directivos de éstas y de las agencias estatales sobre las perspectivas de la asociación entre las ONG'S y el Estado en la promoción de actividades generadoras de ingreso tales como las estudiadas aquí. Y finalmente, el documento termina con algunas conclusiones en la quinta parte.

1. Las ONG's y las agencias del Estado

Todos, menos una, las organizaciones aplican los programas de capacitación gerencial a través del método del CEFE. Como un proyecto de la Agencia de Cooperación Técnica Alemana (GTZ), este método fue iniciado a principios de 1980 en Nepal, y ahora está presente en 50 países de tres continentes. En Brasil, fue introducido en Belo Horizonte, Fortaleza y Porto Alegre, por un acuerdo entre los gobiernos de Brasil y Alemania, para ayudar a la población de bajos ingresos.

El método promueve la participación empresarial en juegos para mejorar su visión empresarial, y a proveer el conocimiento y las herramientas necesarias para la toma de decisiones en los negocios.

El centro CAPE comenzó en 1991 como un departamento de capacitación de Maos de Minas, otra ONG. De 1991 a 1993, este departamento dio 230cursos a 4 500 gentes (archivo de 1994). Después de su creación como una ONG, el objetivo del centro CAPE fue entrenar los cuerpos directivos de organizaciones públicas y privadas, ONG's, microempresarios y artesanos. El centro CAPE, con cerca de 16 miembros de la administración, proporcionó entrenamiento gerencial a través de cursos y temas como conquista de mercados, análisis de costos y establecimiento de precios, como iniciar nuevos negocios, el reto de ser un empresario, planeación para ganar, toma de decisiones, el arte de la negociación, y organización de la producción. El centro CAPE aplicó cuotas por sus servicios, y mucho del financiamiento provino de actividades que organizó para SEBRAE, lo cual ayudó para que fuera autofinanciable muy pronto.

El Banco da Mulher fue creado de acuerdo con los principios de Women's World Banking (WWB), establecido en 1979 en Holanda, con el apoyo de las Naciones Unidas. Este banco apoya a las mujeres con actividades en la industria, la agricultura y el comercio, que no pueden obtener créditos del sistema bancario tradicional. Los objetivos del WWB son expandir la participación económica de las mujeres empresarias pobres, a través de servicios de crédito, por su influencia con los gobiernos, bancos, y políticas de negocios, prácticas, y paradigmas; apoyar afiliadas autosuficientes; crea sistemas efectivos para dar acceso a las mujeres pobres a los servicios bancarios, mercados e información, y fomenta una red de empresarios, banqueros y organizadores comunitarios dedicados a construir negocios y economías con rostro humano.

La filial del WWB en Brasil fue creada en 1984 en Río de Janeiro y ahora existen 8 filiales, una de las cuales es el Banco da Mulher/MG, establecido en 1989. En el Banco da Mulher, además del crédito y los asuntos de comercio para mujeres, existe un curso sobre capacitación generencial sobre tópicos tales como planeación empresarial, compra de insumos y control de cantidades, cuentas financieras y hojas de control, formulación de costos y precios, y ventas. El Banco da Mulher tiene cerca de 10 miembros. El trabajo de cinco miembros consejeros, los cuales se reúnen semanalmente para discutir políticas, problemas y programas, es voluntario. Las filiales están ubicadas en los vecindarios de la clase media y tienen apoyo de la SEBRAE. Cobran cuotas por los cursos de comercio, y los recursos son designados al pago del personal administrativo.

El PRORENDA/Microempresa/CE es el programa estatal investigado en Fortaleza. Trabaja bajo la dirección de la Agencia de Industria y Comercio y está dividido en tres componentes: el Tl, es el designado para pequeños productores rurales; el T2, para población urbana de bajos ingresos, y el T3 se enfoca a los empresarios de micro y pequeña empresas y artesanos. El PRORENDA/Microempresa, o T3, es administrado por el Sistema Nacional de Empleo (SUNE/CE). El objetivo es ayudar a los propietarios de pequeños negocios (en su mayoría micro), formales o informales, que participan en la planeación de actividades generadoras de ingresos, en el comercio, servicios y sector de la producción, a través de crédito orientado, entrenamiento gerencial, y consulta empresarial, de grupos o individuos.

El PRORENDA/Microempresa/RS es parte del mismo acuerdo como el programa en Fortaleza. El órgano responsable para el programa es la Secretaría de Desarrollo Económico y Social (SEDES), bajo la coordinación del Departamento de Promoción Sectorial. Este programa es desarollado a través de asociaciones con otras organizaciones en el área, y su principal objetivo es promover el potencial de autoayuda de empresarios micro/pequeños, artesanos, y el autoempleo, en cooperación con sus entidades representativas, gubernamentales y no gubernamentales.

2. Algunos de los resultados y comparación/discusión

El Cuadro 1 muestra la distribución de los participantes en el programa por género, en el centro CAPE 68.9% son mujeres y en el Banco da MuIher las mujeres que participan son 95.7%. Este dato no concuerda con un estudio hecho por "Rumos Consultoria y Planejamiento" (1991) en Belo Horizonte, en el cual 73.5 y 26.5% de trabajadores informales son hombres y mujeres, respectivamente. Parte de la explicación se debe a que las mujeres sufren grandes limitaciones de acceso al banco comercial, y buscan ayuda en el tipo de programas que estudiamos, y también que muchos programas de microempresa son dirigidos para las mujeres, conociendo que ellas son usualmente la punta de la pirámide de grupos de pobres.

Los participantes en el programa se concentran en los grupos de 36 a 50 años de edad y de 26 a 35 años, lo cual coincide con otros estudios en el área (Amaral, 1994). El dato de grupo de edad y el hecho de que muchos de los participantes son mujeres concuerda con su incidencia creciente en el mercado de trabajo en Brasil, la mayoría entre edades de 30-39 años (50%) (Bruchini, 1994:68).

Un hecho sorprendente entre los microempresarios, en su nivel educativo, se encontró un alto porcentaje de graduados de nivel medio superior y superior. Este dato no coincide con el estudio mencionado anteriormente, donde muchos trabajadores tienen nivel elemental, 39.4%, y educación media 37.5%. Este último dato parece más realista, pero las diferencias pueden significar que gente mejor educada es la que más busca esta clase de ayuda. La no representatividad de mi muestra es también un tema aquí, pero las diferencias entre los estudios de caso y la investigación más amplia sugieren que ambas son necesarias para ayudar a identificar las verdaderas características, problemas, y retos en el confrontamiento de los trabajadores informales y los hacedores de política.

El Cuadro 2 muestra que en el centro CAPE, 31.1% de los participantes son del sector productivo, 13.3% del sector de servicios, 8.7% del sector comercial, y 39.1% producen y venden sus productos. Los números para el Banco da Mulher son 10.9, 8.7, 23.9 y 50.0%, respectivamente. Las ramas más representativas son las de alimentos y prendas de vestir, mostrando su importancia en la producción de bienes para satisfacer necesidades básicas. Otros servicios son las artesanías hechas a mano, calzado, accesorios para la gente y vivienda, y la administración de servicios especiales tales como mecanografía y traducción.

Cerca de la mitad de la muestra manifestaron que abrieron sus negocios porque prefirieron trabajar en forma independiente (Cuadro 3). Este porcentaje alto puede mostrar una preferencia real, o muy probablemente la falta de alternativas para escoger entre esta ocupación o empleos bien pagados. Esto sugiere alternativas, posibilidades o rutas de la nuevas relaciones de producción que están forjándose en las economías contemporáneas, tanto por el lado del capital como por el lado del trabajo. Caminos que países como Brasil, México y otros deben considerar como alternativa en las estrategias de desarrollo, las cuales responden a los problemas y posibilidades de sus economías y de la necesidades urgentes de sus poblaciones.

Los participantes en ambas ONG's no son la gente más pobre (Cuadro 4). El problema de dar cobertura a la gente muy pobre por estos programas es conocido, pero el nivel de ingreso de estos grupos era aun sorprendente. El ingreso medio mensual era de 3.4 y 3.6 salarios mínimos (MW cerca de 120 dólares), pero cuando se compara este ingreso con los gastos de los hogares, tenemos una mejor idea del nivel de ingreso de las familias. El ingreso recibido de las microempresas es bajo, pero los gastos de las familias son, respectivamente: en el centro CAPE y Banco da Mulher, 60.0 y 63% gastan más de nueve salarios mínimos al mes y solamente 4.4%, y ambos gastan de I a 3 salarios mínimo, siendo esta la categoría más pobre.

La discrepancia entre el ingreso por negocio y los gastos familiares muestran que los participantes pertenecen a familias con un nivel de ingreso más alto que el de los grupos más pobres. Esto indica la importancia que deben dar las ONG's a que definan claramente las características socioeconómicas de los clientes y su potencial, porque ello ayudará a diseñar los servicios para la gente que de verdad los necesita, aumentando las oportunidades de la efectividad del programa. Algunas microempresas son dinámicas y tienen un potencial de crecimiento y otras pueden solamente sobrevivir, por lo cual se necesitan otra clase de servicios, los cuales las ONG's están usualmente en buena posición de ofrecer.

3. Asociación en la promoción de microempresa

En el pasado para muchas de las ONG's en Brasil, la relación con los gobiernos era un tema fuera de agenda, sin embargo han trabajado en algunos proyectos gubernamentales. En un estudio de Fernández (1992:11) sobre las opiniones de los directores de 110 prominentes ONG's en Brasil, encontró que:

Las relaciones con el Estado son muy complejas, llenas de ambigüedades. Las ONG's nacieron y se desarrollaron lejos del Estado. En Brasil, donde las instituciones son muy dependientes del gobierno (incluyendo compañías privadas), las ONG's se distinguen por una independencia en relación con los recursos públicos. A pesar de ello, la mayoría de los directores de las ONG's esperan mucho del Estado. Dejando dudas ideológicas un lado, 43% de las ONG's investigadas han participado en proyectos del gobierno, desarrollados a nivel municipal, estatal y federal, con una pequeña predominancia en el primer nivel. La evaluación de esas experiencias es positiva.

Muchos de los directores de esas ONG's especulan que los recursos de los gobierno, agencias multilaterales, y fundaciones privadas crecerán en el futuro. Esta opinión, sumada al hecho de que 43% de esas ONG's han realizado algún trabajo con los gobiernos, sugiere que las relaciones son, sin duda, y serán parte de su agenda en el futuro. En esta parte, daré un antecedente sobre la relación entre el centro CAPE y el Banco da Mulher con el Estado hasta el presente, y las opiniones de los directivos de esas ONG'S y de las agencias estatales sobre el tema de la integración de las ONG's-Estado en la promoción de actividades generadoras de ingreso tales como las microempresas.

La mayoría de los directivos del centro CAPE creen que no existe un programa gubernamental sistemático o políticas específicas sobre la economía informal y las microempresas. Para algunos, el comportamiento de los gobiernos acerca de la economía informal varía de acuerdo coyunturalmente, por ejemplo durante los periodos electorales, es cuando tienden a apoyar programas para el sector. Otros dicen que el Estado apoya el sector hasta cierto punto, pero tiene acciones contradictorias. A nivel estatal, muchos de los directivos señalaron que las políticas del gobierno y programas sobre el sector informal eran mejores en los ochenta cuando había programas como el Programa de Desarrollo a la Comunidad o PRODECOM, el cual apoyó actividades generadoras de ingreso en las comunidades.

A pesar de ello el centro CAPE es una pequeña organización, que ha estado muy activa en el campo. Mucho de eso está relacionado con el método CEFE, el cual ha sido diseminado a varias otras organizaciones. Recientemente, el centro CAPE ha iniciado el cabildeo en el gobierno federal y estatal en favor de leyes que favorezcan a los micronegocios. Ha sido exitoso en sus propuestas de legislación que permite a los artesanos pagar bajos impuestos en ciertas transacciones, y lucha permanente por la regularización de la profesionalización del trabajador informal.

Con respecto a la integración de las ONG's y gobiernos en la promoción de actividades tales como microempresas, las opiniones de la mayoría del personal son positivas, argumentando que la integración podría ser posible. A pesar de ello, algunas ONG's están preocupadas con los problemas relacionados con la burocracia del Estado, el juego de intereses en el gobierno y la "politica", de acuerdo con ellos. El presidente del centro CAPE, comenta el tema de la siguiente manera:

Esto podría ser perfecto. Maos de Minas es un ejemplo. Cuando era un proyecto del gobierno, trató de ser un empresario y encontró que no tenía la competencia, entonces ello permitió la creación de una asociación y su apoyo. Dentro de un año Maos de Minas llegó a ser autosuficiente. Entonces, ¿que debería hacer el Estado? El Estado debe apoyar la creación de otras organizaciones similares porque no existe institución que pueda hacerlo sola....el CAPE tiene que trabajar duro para multiplicarse y crear otros centros CAPE's. Minas Gerais tiene cerca de 500 mil "industrias de fundo de quintal" (empresas pequeñas de traspatio) y no es el centro CAPE, o GTZ, o el Estado, o el Inter American Development Bank, BID, ninguno podrá controlarlo. Todos podrían ayudar en un proyecto para promover estos pequeños productores.

En el Banco da Mulher, uno de seis de los entrevistados creen que el gobierno federal estaba en un proceso de iniciar el trabajo de la legislación en favor de los pequeños y micronegocios, y esto podría favorecer alguna clase de asociación, pero ellos no tienen relaciones con el Estado. A pesar de estas opiniones sobre el apoyo gubernamental, y el hecho de que históricamente no había relaciones entre el gobierno y esta ONG, muchos miembros del personal creen que la tendencia es favorecer las relaciones con los gobiernos, especialmente con bancos estatales, y mejorar en el futuro ya que una integración podría tener más ventajas que desventajas para ambas partes. De uno de ellos (entrevista de 11-07-94):

Si el Estado podría ayudar al Banco da Mulher, pienso que esto ayudaría al primero, porque podría estar mejor informado, y tener una población más productiva, y así se ayudará a sí mismo cuando mejore las condiciones de vida de la gente. Por ejemplo, en nuestra capacitación, cuando enseñamos cómo calcular el precio correcto de los productos, ello ayudó a resolver problemas para tanta gente quienes no sabían cómo hacer estas cosas antes. La gran mayoría de los microempresarios no saben cosas simples. Imagine lo que podría ser para el Estado si tenemos un bajo número de fallas o cierres en los negocios. El Estado podría ser el que gane más en un proceso como éste.

La posición predominante del Banco da Mulher es que el Estado tiene que diseñar las leyes, dar la visión y apoyo a la clase de proyectos que desarrollan las ONG's. Pero existe una preocupación, como lo expuso un miembro del personal, si el Banco da Mulher se integra con el gobierno perderá una de sus principales características porque habrá influencia política en la organización, ya que aquel puede incluir gente en las ONG's, que servirán a intereses políticos, hasta ahora las ONG'S son libres para tener como miembros a gente que trabaja duro y cree en los fines de la organización. Sin embargo, en el centro CAPE, las opiniones de la mayoría del personal sobre la pregunta de las posibilidades de integración de las ONG's y el Estado en la promoción de actividades generadoras de ingreso, es positiva. De acuerdo con uno ellos:

Yo pienso que en una asociación, podría ocurrir una privatización parcial de las iniciativas del Estado, y cuando las cosas son privadas, el objetivo es obtener un resultado positivo porque si no es exitosa, pierde espacio. En las manos del Estado, las cosas suceden en forma diferente: el éste emplea nuestros impuestos para cubrir fallas en su administración. En el caso de una asociación, creo que es buena, porque habrá una colaboración y relación cercana entre los ciudadanos y el Estado, lo que podría resultar en beneficios para ambas partes. Creo que para las ONG's no hay desventajas, si los planes están bien diseñados y desarrollados, por supuesto.

La opinión del personal de las dos agencias estatales sobre el trabajo de las ONG's son muy positivas, a pesar de ello reconocen las limitaciones que enfrentan tales organizaciones. Limitaciones que pueden llevarlas a transformarse en compañías privadas para obtener fondos para sus programas. Sobre todo, piensan que una relación entre el Estado y las ONG's tiene todas las posibilidades para funcionar porque para éstas las cosas suceden más rápido y existe menos burocracia. El Estado podría iniciar como una con un buen conocimiento sobre la población local, y esto podría facilitar el trabajo de las ONG's permitiéndoles tener más recursos y hacer más estable su trabajo. De acuerdo con un miembro del personal entrevistado:

Yo creo que este tipo de asociación es de gran importancia. Esto pasó durante la administración de Bareli, el ministro del Trabajo cuando se crearon condiciones objetivas de articulación, incluyendo el registro de experiencias de generación de ingreso en el país a de Interunion Department of Statistic, DIEESE; Brazilian Institute of Economic and Social Analysis, IBASE y Federation of Organs for Social and Educational Assistance, FASE. Pienso que esto es saludable. En América Latina, Chile es un ejemplo de la articulación entre agencias estatales y las ONG's. Pero, nunca me imaginaré cómo las ONG's podrían asumir las funciones del Estado? Esto es ciertamente una utopía. El noreste es pobre ONG's, aun en todo Brasil, esta tradición no es fuerte . Existen más en el sureste, no muchas en el sur. No veo ninguna razón para estar en contra de tal relación donde el Estado se integre con las ONG's, con las más eficientes.

En la agencia estatal de Porto Alegre, los miembros del personal comentaron sus buenas experiencias con ONG's en el área, diciendo que representan excelentes asociados. El Estado como un todo tiene algunas experiencias, pero el programa investigado tiene buenos resultados en su asociación con éstas; están de acuerdo en que el Estado no es omnipotente, y no puede resolver todas las cosas solo y tiene que buscar socios que tengan especialidades en ciertas áreas. El programa ha trabajado con cerca de 30 ONG's y de acuerdo con ellos ésta es la forma de proceder. Uno de los entrevistados habló acerca de sus experiencias:

Tenemos claros ejemplos en el interior donde las asociaciones apoyadas han aportado mucho en el desarrollo de sus comunidades. Esta es otra cosa importante. Trabajamos junto con las asociaciones en la planeación de actividades, y en esta ocasión estamos seguros de que el poder municipal está presente porque son nuestros socios. La prefectura tiene que ser nuestro socio porque es el gobierno municipal el que está cerrado a las acciones. Cuando esto pasa, usualmente resolvemos importantes temas en reuniones, ya que contamos con la presencia y sociedad de los poderes municipales.

Un análisis de la opinión del personal tanto de las ONG's como del Estado muestra que el último es más optimista sobre este proceso de integración en la promoción de microempresas. Realmente, creen que las ONG's están limitadas para servir a un gran número de gente que necesita apoyo en el sector, lo cual podría mejorarse con los recursos y capacidades que el Estado, como una institución pública, podría proveer. También ven para el Estado la oportunidad de ser más dinámico, más rápido, y eficiente al trabajar con las ONG's. Aunque, para éstas también creen que es favorable la integración con los estados, tienen preocupaciones sobre la pérdida de autonomía en sus trabajos con el gobierno. Dada la falta de recursos que enfrentan las ONG's, el Estado puede ser una opción, pero parece que ambos lados necesitan aprender a trabajar uno con y así los proyectos podrían más exitosos. Aún más, transformar la forma de trabajo de las instituciones debe ser un proceso natural en tiempos cambiantes. El cambio institucional, y la forma en que las organizaciones implementan el proceso de desarrollo, es un tema que debe estar en la agenda de los países en desarrollo en la planeación de sus estrategias.

Doquiera que los planes estratégicos existan para una sociedad, ninguna institución sola puede planear y resolver los problemas que confrontan las naciones en desarrollo hoy en día. La inclusión en las estrategias de desarrollo de los empresarios privados de varios tamaños, los gobiernos de diferentes niveles, las ONG's y las organizaciones, es la clase de transformación institucional que podría favorecer el cambio socioeconómico requerido en países tales como el Brasil de hoy.

Una sociedad entre ONG's y el Estado como la sugerida aquí puede mejorar y extenderse a un gran número de personas. Sólo se requerirá tomar decisiones sobre la forma de proceder de acuerdo con los requerimientos de la gente y los sectores a apoyar, de tal forma que se resuelvan los problemas socioeconómicos. Aunque las ONG's han sido sensibles sobre la necesidad de apoyar al pobre, sus programas no siempre han llegado a todos ellos. Los estados a menudo tienen más recursos e infraestructura para el desarrollo de programas especiales para la gente más pobre, si existe la voluntad de hacerlo. Ambos el centro CAPE y el Banco da Mulher son organizaciones pequeñas que, como otras ONG's enfrentan limitaciones para apoyar a un gran número de gente, y la clase y cantidad de gente que ellos apoyan marcan una diferencia significativa para los cambios socioeconómicos en países tales como Brasil y del Tercer Mundo en general.

CONCLUSIONES

Una nueva estrategia de desarrollo en Brasil debe definir el papel de la empresa micro y pequeña en la economía, considerando los grandes problemas socioeconómicos confrontados por una gran parte de la población que podría trabajar en ellas. Es necesario observar los programas de apoyo a esas empresas y encontrar las formas de mejorar su actuación, extensión, y políticas y promover los cambios estructurales necesarios en la economía del país, tales como la creación de órganos regionales para apoyarlas con crédito, capacitación profesional, y otros servicios.

La investigación muestra, que en nombre de la competencia e innovación, grandes compañías han despedido a muchos trabajadores y que las pequeñas, con menos de 50 empleados, incluyendo aquí las unidades micro, son las que emplean algunos trabajadores, aunque no en gran número. Esto fue confirmado en la reunión que realizó la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC) en julio de 1997 en Belo Horizonte. Lo anterior significa que la reorganización de la producción requiere también la reorganización de los trabajadores para actuar en un ambiente de globalización. Y también uno necesita mirar no solamente al sector formal, el cual se está reduciendo, si no también a las actividades informales donde se están forjando nuevas relaciones de producción y trabajo, las cuales son temas importantes para la investigación en el presente estado del desarrollo capitalista.

El tipo de apoyo, que las organizaciones examinadas proporcionan a los microempresarios y trabajadores informales es muy valioso. Esto es verdad en la cuestión del empleo, como fue mostrado ampliamente por la literatura, y en la provisión de una variedad de bienes y servicios a precios razonables, que también benefician a la economía formal ya que subsidian los salarios de sus trabajadores. Cuando esta capacitación es dada en el marco de una metodología que puede adaptarse a diferentes clases de beneficiarios, con diferentes habilidades, es aún más valiosa. El personal que administra el método CEFE señala que puede ser aplicado tanto a iletrados como a ejecutivos, y que permite a la gente entender su contenido teórico y su aplicación en ejercicios prácticos.

Además, estas organizaciones, aparte de otros servicios, enfocados a la capacitación gerencial de microempresarios, están conscientes de su importancia, ya que la capacitación profesional y generencial son la clave para cualquier programa generador de ingreso, de acuerdo con la naturaleza del sistema económico actual. Aún más, estas iniciativas pueden ser acotadas si no cuentan con una mayor coordinación e infraestructura. Las experiencias de países como Canadá , así como otros países desarrollados, prestan considerable atención a la creación de órganos prestadores de servicios a las 2.5 millones de pequeñas empresas en ese país de 30 millones de habitantes, donde 94% tienen menos de 20 y 75% menos de 5 empleados (Stevenson, 1997). La integración entre las diferentes organizaciones, en países de menor desarrollo, facilitará ciertamente programas de mejor acercamiento, como en Porto Alegre, donde la integración de varias instituciones contribuyen a la creación de un banco popular que otorga crédito a los micro y pequeños empresarios.

Las ONG's estudiadas enfrentan retos que, de ser confrontados podrían probablemente mejorar las perspectivas para sus clientes en la economía, y para ellas mismas como instituciones socioeconómicas viables.

Primero, su prioridad es necesaria para sacar a la gente de la pobreza si los grupos más pobres tienen la posibilidad de dar el paso de una situación de sobrevivencia a la creación de microempresas más productivas. Los gobiernos y sus socios son los que deben decidir cómo apoyar a la gente en sectores tan pobres y que están menos capacitados, que no beneficiarán, aun con el programa mejor diseñado tanto los gobiernos como las ONG's. Los programas para mejorar su educación, salud y aún sus necesidades nutricionales son requeridos antes que pueden llegar a ser empresarios. Organizaciones internacionales como las Naciones Unidas pueden también contratar con las ONG's destinados a apoyar programas para grupos de bajos ingresos.

Segundo, es necesario considerar las características de los trabajadores del sector informal y sus negocios. El nivel socioeconómico de los trabajadores y su tipo de producto, creación de empleo, etc., tienen implicaciones para el potencial que estas actividades tendrán para el crecimiento y el desarrollo. Tercero, la interrelación de los microempresarios con el sector formal requiere de políticas para mejorar las relaciones entre ellos y las grandes empresas en favor de los primeros, los cuales han sido discriminados en muchas formas. Ambas ONG's promoverán compras en común de insumos o venta de productos, para ayudar a los microempresarios a mejorar su poder de negociación con las grandes empresas y con los estados, que podrían comprar sus productos, incrementando así sus opciones de mercado.

Asociaciones entre ONG'S y otras instituciones para mejorar y ampliar su trabajo, puede ser una forma de contratacar algunas de las limitaciones que enfrentan cuando implementan sus proyectos de desarrollo. El papel de las ONG's como instituciones socioeconómicas viables que promuevan a los pobres, mujeres, y otros grupos tales como aquellos que enfrentan problemas del medio ambiente; y de estados, como facilitadores y creadores de programas y políticas son esenciales en el desarrollo futuro de Brasil, como en muchas otras partes. La integración de las ONG'S y estados puede promover más programas interdisciplinarios incluyendo factores sociales y económicos, permitiendo el crecimiento de la sociedad civil y las responsabilidades del Estado y sector privado. Ha habido cambios en las relaciones de grupos base, ONG's y estados últimamente, y una plena aceptación de que estos actores son importantes socios para el desarrollo. La investigación encontró que ambas ONG's y estados están hasta cierto punto abiertas para trabajar conjuntamente, aclarando que la necesidad es captada por lados a pesar de algunas reservas que ellos tengan sobre el asunto.