Marco teórico
La pandemia de COVID-19 ha incidido drásticamente en el ámbito educativo internacional, ya que se ha tenido que priorizar la protección de la salud de las personas sobre la educación: se cerraron las escuelas, se implementaron las clases en línea y se promovió el distanciamiento social (Mukuna y Aloka, 2020; Pérez-Mora, 2021; Hurtubia Toro et al., 2021; Dube et al., 2021; Lase et al., 2021). La pandemia provocó la modificación de las prácticas, las culturas y las políticas escolares con el objetivo principal de frenar la propagación del virus (Feizi y Bakhtiarvand, 2020; Hurtubia Toro et al., 2021; Silva da Rosa y Martins, 2021), al tiempo que propició un excelente espacio para realizar investigación sobre el cambio.
En todo el mundo se están desarrollando estudios sobre el impacto de la pandemia en la educación en el ámbito rural, al tratarse de un territorio cuyas particularidades lo hacen interesante en situaciones de crisis. Los estudios han obtenido resultados variados, pero en general dejan ver la íntima relación existente entre el nivel del desarrollo del país y el afrontamiento de la crisis sanitaria, de manera que los que quedan en situación más comprometida son los países más pobres (Feizi y Bakhtiarvand, 2020; Makino et al., 2021; Zahra et al., 2020; Carius, 2020; Haleman y Yamat, 2021; Belay, 2020; Mabeya, 2020). En este artículo nos planteamos como problema de estudio: ¿cómo los diversos agentes vinculados con las escuelas rurales en España afrontaron la pandemia y plantearon sus planes de contingencia en este contexto de crisis para dar respuestas a los problemas emergentes?
Durante el periodo de confinamiento en que la infancia se vio obligada a aprender en línea, se realizaron numerosos estudios en el ámbito rural (Makino et al., 2021; Aguliera y Nightengale-Lee, 2020; Dube et al., 2021; Álvarez-Álvarez y García-Prieto, 2021; Zahra et al., 2020; Hassan et al., 2021; Setiawan e Iasha, 2020; Campbell et al., 2021; Carius, 2020; Haleman y Yamat, 2021; Belay, 2020; Mabeya, 2020; Lase et al., 2021). Y todos ellos identificaron consecuencias muy negativas en la educación: reducción del tiempo de estudio, aumento del abandono escolar, notables brechas digitales y académicas, limitaciones en las comunicaciones entre maestros y alumnos, falta de materiales y recursos, incremento del número de horas frente a pantallas, reducción de la actividad física, saturación parental, etc. Actualmente, ante las nuevas medidas a adoptar por parte de las escuelas rurales se han vuelto necesarios estudios que aborden la vuelta a las aulas.
En esta aportación nos centraremos en la gestión de esta crisis en el curso 2020-2021 en los centros educativos españoles rurales, tras concluir el confinamiento. Estos centros poseen una serie de peculiaridades que pueden favorecer la enseñanza presencial tras la pandemia, por ejemplo: en ellos se propicia una atención individualizada debido a la baja ratio en las aulas, la enseñanza es personalizada y se propicia el desarrollo de las capacidades individuales; el entorno natural confiere posibilidades particulares y se favorece el aprendizaje por contagio gracias a la multigraduación (Bustos, 2010; Álvarez-Álvarez y Vejo-Sainz, 2017; Feizi y Bakhtiarvand, 2020; Álvarez-Álvarez y Ugarte-Higuera, 2019). El desconocimiento lleva a menospreciar estos factores, dada la tendencia social al urbanocentrismo (Hinojo et al., 2010) y al predominio de estereotipos y prejuicios de carácter negativo (Hinojo et al., 2010) debido a los déficits en las conexiones a Internet en las zonas rurales (Bustos, 2010; Hinojo et al., 2010; Álvarez-Álvarez y Vejo-Sainz, 2017). Desde nuestro punto de vista, a partir de la irrupción de la pandemia de COVID-19 es posible replantear esa percepción social negativa. Ya se ha visto que, al igual que en el ámbito urbano, en el ámbito rural la enseñanza remota en línea es posible (Silva da Rosa y Martins, 2021), por lo que, actualmente, tener acceso a la educación en el medio rural se concibe cada vez menos como una desventaja educativa frente a las escuelas urbanas (Álvarez-Álvarez y Ugarte-Higuera 2019). Por todo ello, en este artículo nos planteamos acercarnos a la realidad de las escuelas rurales, dadas sus peculiaridades, durante uno de los cursos más atípicos de los últimos años.
En junio de 2020, tanto el Ministerio de Sanidad como el Ministerio de Educación y Formación Profesional del Gobierno de España consensuaron y publicaron la guía “Medidas de prevención, higiene y promoción de la salud frente a COVID-19 en los centros educativos para el curso 2020-2021”, en la cual se basaron las diferentes comunidades autónomas para elaborar sus propios protocolos y planes de contingencia. Este documento recoge en sus páginas los principios básicos de prevención para su aplicación en todo centro escolar hasta el fin de la crisis sanitaria, los cuales se resumen en la limitación de los contactos, ya sea conservando una distancia de al menos 1.5 metros o formando grupos de convivencia estables; medidas de prevención personal, como el uso obligatorio de mascarilla y la higiene de manos; limpieza y ventilación frecuente de los espacios en los centros escolares; y, por último, la adecuada gestión de los posibles casos detectados.
Los gobiernos de las diferentes comunidades desarrollaron instrucciones, protocolos y normas para regular los posibles escenarios de trabajo (presencial, a distancia y mixto), y establecieron estrictas normas para frenar la trasmisión del virus COVID-19. Asimismo, en los centros se planteó la necesidad de elaborar un plan de contingencia para planificar la aplicación de las normas establecidas (Álvarez-Álvarez y García-Prieto, 2021). La elaboración del plan de contingencia corresponde a los equipos directivos de los diferentes centros educativos junto con la colaboración de la consejería correspondiente dentro del ámbito educativo, a través del Servicio de Inspección y el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de Centros Docentes en el caso de los centros de titularidad pública.
Marco metodológico
En este artículo nos planteamos como objetivo abordar cómo han actuado los diversos agentes de las escuelas rurales españolas (la administración, la escuela, el profesorado, el alumnado y las familias) y cómo se han desarrollado los planes de contingencia en las escuelas rurales para dar respuesta a las necesidades educativas en este contexto de crisis sanitaria.
La hipótesis de partida es que existen aspectos característicos de la escuela rural que facilitaron la implementación de un plan de contingencia y el desarrollo de la “nueva normalidad” en las aulas, pero a su vez existen otros factores que siguen dificultando la actividad educativa en el medio rural y que se han acentuado, convertidos en obstáculos, tras la crisis sanitaria provocada por el COVID-19.
En esta aportación nos planteamos como objetivo conocer cómo se abordó la crisis sanitaria en el curso 2020-2021 por parte de las escuelas rurales en España. Para ello, diseñamos un estudio de carácter exploratorio, descriptivo e interpretativo que incluyó la elaboración del cuestionario online “Escuela rural y COVID -19”, mismo que se estructura en torno a ocho bloques de preguntas y consta de diferentes tipos de pregunta: dicotómicas de elección única establecidas, cerradas de opción múltiple y abiertas.
Las dimensiones en las que se estructura el cuestionario son seis:
La administración: el papel asumido por la administración pública respecto a la gestión de la pandemia al dictar directrices comunes que debían respetar todos los centros, rurales y urbanos.
El plan de contingencia: el proceso de elaboración del plan a seguir para gestionar la pandemia dentro del propio centro rural, su revisión, modificación e importancia.
La escuela: el esfuerzo realizado por el centro para abordar sus problemáticas concretas, la satisfacción de las necesidades del profesorado, alumnado y familias y el enfoque específico del centro respecto al uso de las TIC.
El profesorado: el cumplimiento de las medidas sanitarias en las aulas, el trabajo en equipo de los docentes, su compromiso, dominio tecnológico, etc.
El alumnado: seguimiento educativo, aprendizajes realizados, dificultades encontradas, motivación por el aprendizaje, etc.
Las familias: la brecha digital familiar, la comunicación con el centro, su implicación escolar, los efectos de la crisis económica, etc.
Cada una de las dimensiones anteriores comprende un bloque de preguntas dentro del cuestionario, para las cuales se utilizó la escala tipo Likert. El número de opciones para cada ítem son cinco: (1) nada; (2) poco; (3) algo; (4) bastante; (5) mucho. Cada bloque de preguntas que configura cada dimensión del cuestionario incluye al final una pregunta abierta para que cada participante pueda expresar cuantas observaciones considere adecuadas respecto de las preguntas del bloque.
El estudio que se plantea en estas líneas está dirigido a los centros rurales de educación infantil y primaria situados a lo largo de toda la geografía española. La población del estudio reside, por tanto, en el conjunto de docentes que ejercen su profesión en estos centros, de manera que se pudiera recoger una visión lo más real y ajustada posible a la realidad que sus escuelas viven tras la irrupción del COVID-19.
Con el objetivo de llevar a cabo la recogida de información y obtener el mayor número de respuestas posible a nivel nacional, se estimó oportuno que el cuestionario pudiera ser respondido a través de un enlace que se facilitó por correo electrónico a los centros escolares que fueron objeto del estudio.
Se procuró obtener las direcciones electrónicas de todos los centros educativos rurales españoles a través de las páginas web de las diferentes consejerías de educación y de las escuelas; se consiguieron los correos electrónicos de la mayor parte de los centros de todas las comunidades autónomas (1 mil 120); no se aplicó ningún sistema de muestreo, sino que se intentó llegar al conjunto de los centros en cuestión. La muestra participante final la componen 252 docentes (principalmente directores escolares) que actualmente ejercen en centros educativos situados en el medio rural y voluntariamente respondieron al cuestionario. La invitación por correo electrónico se repitió a los 15 días del primer envío, dado que el número de respuestas logrado en el primer intento no fue muy alto. Se esperó un mes y medio para proceder a dar por finalizada la recepción de información.
En relación con el sexo de los participantes, 72.6 por ciento de las respuestas corresponde a mujeres (n=183) y 27.4 por ciento a hombres (n=69).
Edad | Porcentaje (%) | Docentes (n) |
---|---|---|
Menos de 30 | 6.3 | 16 |
De 31 a 40 | 24.6 | 62 |
De 41 a 50 | 32.9 | 83 |
Más de 50 | 31.6 | 91 |
Fuente: elaboración propia.
Número de alumnos/as | Porcentaje | Docentes (n) |
---|---|---|
Menos de 20 | 17.1 | 43 |
Entre 21 y 40 | 21.5 | 54 |
Entre 41 y 60 | 19.4 | 49 |
Entre 61 y 100 | 17.1 | 43 |
Entre 101 y 140 | 11.5 | 29 |
Entre 141 y 200 | 6 | 15 |
Más de 200 | 7.5 | 19 |
Fuente: elaboración propia.
Se obtuvieron respuestas de todas las comunidades autónomas españolas. En la Tabla 3 se muestra cómo se configuró la muestra:
Comunidad autónoma | Participantes (%) | Docentes (n) |
Andalucía | 1.2 | 3 |
Aragón | 7.2 | 18 |
Baleares | 3.6 | 9 |
Canarias | 10.8 | 27 |
Cantabria | 9.2 | 23 |
Castilla y León | 8.8 | 22 |
Castilla-La Mancha | 6.4 | 16 |
Cataluña | 17.1 | 43 |
Comunidad de Madrid | 0.4 | 1 |
Comunidad Foral de Navarra | 2 | 5 |
Comunidad Valenciana | 7.6 | 19 |
Extremadura | 5.6 | 14 |
Galicia | 2 | 5 |
La Rioja | 1.6 | 4 |
País Vasco | 10 | 25 |
Principado de Asturias | 4 | 10 |
Región de Murcia | 2.8 | 7 |
Total | 251 |
Fuente: elaboración propia.
Quienes participaron declararon haber llenado el cuestionario de manera voluntaria y autorizaron el empleo y difusión de los resultados obtenidos en el mismo. Los datos recabados se trataron de forma confidencial y anónima. Los datos cuantitativos fueron tomados de las preguntas cerradas del cuestionario; con ellos se realizaron cálculos estadísticos descriptivos que se recogen a continuación, en el apartado de resultados. Dichos datos fueron analizados con el programa Microsoft Excel. Los datos cualitativos fueron tomados de las preguntas abiertas del cuestionario. Se realizó un análisis de contenido, del cual se extrajeron algunos segmentos que se incluyen en el siguiente apartado, con el fin de sustentar las afirmaciones que se plantean. La información cualitativa se analizó manualmente.
Resultados
Los resultados se sintetizan en torno a las siguientes dimensiones: la administración, el plan de contingencia, la escuela, el profesorado, el alumnado y las familias. Para cada dimensión se muestra una tabla con los datos cuantitativos y testimonios cualitativos que ayuden a entender los resultados.
La administración
Las diferentes administraciones generaron directrices para frenar la proliferación del virus. Las respuestas que al respecto dieron los participantes se recogen en la Tabla 4.
Nada | Poco | Algo | Bastante | Mucho | |
---|---|---|---|---|---|
Las directrices de la administración para frenar el virus han sido claras | 2.4% (n=6) | 15.2% (n=38) | 31.6% (n=79) | 38.8% (n=97) | 12% (n=30) |
Las directrices de la administración para frenar el virus han sido cambiantes | 5.2% (n=13) | 12.3% (n=31) | 24.6% (n=62) | 34.5% (n=87) | 23.4% (n=59) |
Las directrices de la administración para frenar el virus han contribuido a desarrollar una mejor prevención del virus | 2% (n=5) | 5.2% (n=13) | 30.8% (n=77) | 50% (n=125) | 12% (n=30) |
Las directrices de la administración han contribuido a desarrollar una mejor docencia en las aulas | 15.2% (n=38) | 24.8% (n=62) | 36.4% (n=91) | 20.8% (n=52) | 2.8% (n=7) |
Se han tomado medidas para facilitar un mayor acceso telemático de la población | 4% (n=10) | 18.3% (n=46) | 25.5% (n=64) | 39% (n=98) | 13.1% (n=33) |
Se han tomado medidas para facilitar un mayor acceso telemático en el centro y una mejor dotación TIC | 8.1% (n=20) | 13.8% (n=34) | 25.9% (n=64) | 34.4% (n=85) | 17.8% (n=44) |
Fuente: elaboración propia.
Los docentes parecen convencidos de que las directrices de la administración han sido claras y han contribuido a desarrollar una mejor prevención del virus, no obstante, éstas han sido cambiantes y existen dudas sobre si han contribuido a desarrollar una mejor docencia. Más de 50 por ciento de los encuestados considera que la administración tomó medidas para facilitar un mayor acceso telemático de la población; igualmente, más de 50 por ciento considera que las medidas adoptadas por la administración contribuyeron mucho o bastante a facilitar un mayor acceso telemático en las escuelas y obtener una mejor dotación de TIC. Por último, los participantes manifestaron una sobrecarga de tareas administrativas y responsabilidades, demandan medidas adaptadas al contexto rural y la posibilidad de que se les tenga en cuenta a la hora de tomar ciertas decisiones.
Uno de los participantes expresó que “han metido en el mismo saco a escuelas rurales y grandes centros cuando las realidades de ambas son muy distintas y el riesgo en las primeras es menor” (participante 45). Varios docentes coincidieron en señalar que la administración no ha contemplado en ningún momento la realidad y las características de la escuela rural, por tanto, consideran que las medidas no están adaptadas al contexto rural y, en consecuencia, resultan en algunos casos difíciles de adoptar debido, por ejemplo, a la falta de personal.
El plan de contingencia
El plan de contingencia fue uno de los grandes protagonistas del curso 2020-2021. Los resultados de esta dimensión se recogen en la Tabla 5.
Nada | Poco | Algo | Bastante | Mucho | |
---|---|---|---|---|---|
El equipo directivo realizó un esfuerzo para diseñar un plan de contingencia | 0% (n=0) | 0.8% (n=2) | 3.2% (n=8) | 19.8% (n=50) | 76.2% (n=192) |
Se reorganizaron los espacios del centro cambiando las funciones deseables en algunos (biblioteca, patio, aula de informática, etc.) | 2.4% (n=6) | 5.2% (n=13) | 11.9% (n=30) | 21.8% (n=55) | 58.7% (n=148) |
Se reorganizaron los tiempos del centro (entradas, salidas, recreos, actividades extraescolares, etc.) | 3.6% (n=9) | 5.6% (n=14) | 8% (n=20) | 17.5% (n=44) | 65.3% (n=164) |
El plan de contingencia del centro ha sido claro | 0.4% (n=1) | 0% (n=0) | 2% (n=5) | 28.4% (n=71) | 69.2% (n=173) |
El plan de contingencia del centro tuvo que ser revisado | 17.4% (n=43) | 19.8% (n=49) | 14.6% (n=36) | 31.6% (n=78) | 16.6% (n=41) |
El plan de contingencia del centro contaba con gran consenso para llevarlo a cabo | 0% (n=0) | 0.8% (n=2) | 8.4% (n=21) | 28.7% (n=72) | 62.2% (n=156) |
El plan de contingencia del centro se cumplió en su totalidad | 0% (n=0) | 0% (n=0) | 5.6% (n=14) | 38.4% (n=96) | 56% (n=140) |
El entorno facilitó el desarrollo del plan de contingencia | 0.4% (n=1) | 0.8% (n=2) | 8.1% (n=20) | 35% (n=86) | 55.7% (n=137) |
Hemos tenido más casos positivos de COVID de los esperados | 66.5% (n=167) | 21.9% (n=55) | 6% (n=15) | 2.8% (n=7) | 2.8% (n=7) |
Fuente: elaboración propia.
Como puede verse, más de 70 por ciento considera que los equipos directivos hicieron un gran esfuerzo para diseñar este plan. Más de 80 por ciento afirma que las medidas trajeron consigo la reorganización de los espacios en el centro al cambiar sus funciones deseables, y que lo mismo ocurrió con los tiempos. En cuanto a si este plan fue claro la respuesta es unánime y afirmativa; no obstante, hay disparidad de experiencias en cuanto a si el plan tuvo que ser revisado. Por otra parte, los participantes expresaron que hubo consenso para llevar a cabo el plan de contingencia y que se cumplió en su totalidad, así como que el entorno facilitó su desarrollo. Por otro lado, cabe destacar que no se produjeron más casos positivos de COVID de los esperados.
A pesar de que algunos participantes confiesan que antes de comenzar el curso académico no eran muy optimistas respecto al desarrollo del plan de contingencia, una vez llevado a cabo durante meses reconocen su efectividad y acierto a la hora de implementarlo. De este modo, algunos justifican la baja incidencia de casos en la escuela por el funcionamiento del plan de contingencia. Asimismo, varios docentes consideraron que el hecho de tener bajas ratios en sus escuelas ayudó, en gran medida, a que no se detectaran más casos positivos de lo esperado. De la misma forma, la escasez de alumnado en algunos centros rurales facilitó llevar a cabo el plan de contingencia y evitó tener que hacer reorganizaciones de espacios y tiempos. La responsabilidad que asumieron los equipos directivos al tener que elaborar el plan de contingencia es uno de los aspectos que más se repite entre los docentes, quienes manifestaron en algunos casos el error de no haber tenido en cuenta al profesorado y el gran desafío que supuso su elaboración.
La escuela
Las escuelas realizaron grandes esfuerzos en diferentes aspectos a lo largo del curso. En la Tabla 6 se muestran los resultados más destacables al respecto.
Nada | Poco | Algo | Bastante | Mucho | |
---|---|---|---|---|---|
La escuela invirtió mucho tiempo y dinero este curso para prevenir contagios | 1.2% (n=3) | 7.2% (n=18) | 18.8% (n=47) | 42.4% (n=106) | 30.4% (n=76) |
Las medidas tomadas fueron eficaces para contener contagios en la escuela | 0% (n=0) | 0.8% (n=2) | 6% (n=15) | 33.9% (n=85) | 59.4% (n=149) |
La escuela satisfizo las necesidades del profesorado durante de la pandemia | 0.8% (n=2) | 3.2% (n=8) | 14.4% (n=36) | 47.6% (n=119) | 34% (n=85) |
La escuela satisfizo las necesidades del alumnado durante de pandemia | 0.4% (n=1) | 3.3% (n=8) | 11% (n=27) | 46.1% (n=113) | 39.2% (n=96) |
La escuela satisfizo las necesidades de las familias durante la pandemia | 0.4% (n=1) | 2.8% (n=7) | 13.8% (n=34) | 47.8% (n=118) | 35.2% (n=87) |
La escuela dio más importancia a la página web del centro durante la pandemia | 12.2% (n=30) | 15.1% (n=37) | 26.9% (n=66) | 27.3% (n=67) | 18.4% (n=45) |
La escuela dejó de desarrollar algún proyecto de innovación como resultado de la pandemia | 17.8% (n=44) | 12.1% (n=30) | 20.2% (n=50) | 34% (n=84) | 15.8% (n=39) |
La escuela cuenta con una plataforma virtual para la enseñanza | 5.3% (n=13) | 6.9% (n=17) | 11.7% (n=29) | 28.7% (n=71) | 47.4% (n=117) |
La escuela fomenta la formación TIC del profesorado | 3.2% (n=8) | 2.8% (n=7) | 10.8% (n=27) | 29.9% (n=75) | 53.4% (n=134) |
Fuente: elaboración propia.
Los participantes sostienen que la escuela invirtió mucho tiempo y dinero en el curso 2020-2021 para prevenir contagios, y que las medidas tomadas fueron eficaces para contener los contagios. El profesorado parece conforme con relación a si la escuela satisfizo sus necesidades, las del alumnado y las de las familias. En cuanto a la página web del centro hay disparidad de opiniones respecto de si se le otorgó más importancia durante este curso. Igual ocurre con la pregunta acerca de si la escuela dejó de desarrollar algún proyecto de innovación por causa de la pandemia. Las plataformas virtuales adquirieron mayor relevancia tras el periodo de confinamiento; sólo 5.3 por ciento de los encuestados reveló no contar con una plataforma virtual para la enseñanza en su escuela. A pesar de que los centros escolares, por lo general, fomentaron la formación TIC del profesorado, manifestaron la falta de recursos disponibles. Por último, es preciso destacar que la escuela intentó trabajar en colaboración con todos los agentes implicados para evitar contagios y mantener la docencia presencial.
La formación en TIC supuso un reto para muchos docentes. Uno de los participantes dijo, por ejemplo, que su escuela tuvo que modificar la formación para el profesorado que tenía planificada y realizar en su lugar un curso a través de Teams. Las escuelas alegan la existencia de una parte minoritaria de las familias con las que fue muy difícil comunicarse de forma virtual por falta de recursos, problemas de acceso o falta de conocimientos en TIC. Varios docentes recalcan que fue un curso especialmente complicado en el que la escuela intentó trabajar en colaboración con todos los agentes implicados (familias, alumnado, profesorado, personal de administración y servicios) para evitar contagios y lograr mantener la docencia presencial. En definitiva, existe un convencimiento entre las y los participantes sobre el éxito de los esfuerzos que realizó la escuela ante la situación de crisis sanitaria: “la escuela ha demostrado que, aplicando las medidas necesarias, son entornos de aprendizaje seguros” (participante 93).
El profesorado
El profesorado fue el responsable de desarrollar el plan de contingencia, lo que implicó notables cambios en sus funciones. En la Tabla 7 se pueden ver los resultados.
Nada | Poco | Algo | Bastante | Mucho | |
---|---|---|---|---|---|
Gestionó adecuadamente las directrices sanitarias: mascarilla, higiene de manos, distancia social | 0% (n=0) | 0% (n=0) | 1,6% (n=4) | 21.9% (n=55) | 76.5% (n=192) |
Se dio un trabajo en equipo entre el profesorado superior al de cursos previos | 3.6% (n=9) | 6.5% (n=16) | 19.8% (n=49) | 31.6% (n=78) | 38.5% (n=95) |
La mayor parte de las reuniones entre el profesorado se realizaron de manera virtual | 8.8% (n=22) | 8% (n=20) | 10.4% (n=26) | 19.2% (n=48) | 53.6% (n=134) |
El profesorado estuvo especialmente involucrado este curso | 0.8% (n=2) | 0.8% (n=2) | 8.9% (n=22) | 31.9% (n=79) | 57.7% (n=143) |
El profesorado cada vez tiene un mejor dominio tecnológico | 0.4% (n=1) | 1.2% (n=3) | 14.8% (n=37) | 48% (n=120) | 35.6% (n=89) |
El profesorado está preparado para afrontar un periodo de docencia online | 2% (n=5) | 6% (n=15) | 31.9% (n=79) | 40.3% (n=100) | 19.8% (n=49) |
El profesorado se sintió arropado por la comunidad escolar en este curso | 1.6% (n=4) | 3.2% (n=8) | 22.5% (n=56) | 45.8% (n=114) | 26.9% (n=67) |
El profesorado percibió una carga excesiva de tareas este curso | 0.4% (n=1) | 2.4% (n=6) | 17.6% (n=44) | 40% (n=100) | 39.6% (n=99) |
El profesorado cambió la forma de dar clase este curso: menos cooperativa y más individual | 7.6% (n=19) | 10% (n=25) | 14.8% (n=37) | 36% (n=90) | 31.6% (n=79) |
Fuente: elaboración propia.
Como puede verse, el profesorado gestionó adecuadamente las directrices sanitarias. Para más de 70 por ciento de los participantes, el trabajo en equipo entre el profesorado se incrementó. La mayor parte de las reuniones entre profesores se realizó de manera virtual, excepto en algunos casos donde hay un número reducido de docentes en la escuela y el profesorado estuvo especialmente involucrado en el curso. El profesorado tiene un dominio tecnológico cada vez mayor, lo cual puede estar relacionado con que se encuentren preparados para afrontar un periodo de docencia online. Asimismo, en el curso que se analiza se sintió arropado por la comunidad escolar, pero a su vez sintió una carga excesiva de tareas. Por último, los docentes realizaron un gran esfuerzo durante este curso, en el cual la baja ratio permitió, en algunos casos, continuar trabajando cooperativamente y no recurrir a un modo de trabajo más individual; sin embargo, más de 60 por ciento revela que cambió la forma de dar clase.
Varios docentes coinciden en que el hecho de contar con poco alumnado en sus escuelas y, por tanto, el número reducido de docentes ayudó a seguir realizando algunas reuniones de forma presencial. Asimismo, hay quien expone haber recurrido al replanteamiento de los espacios para aprovechar aquéllos al aire libre, con el objetivo de celebrar este tipo de reuniones de forma presencial. Por otro lado, la baja ratio, tan característica de la escuela rural, permitió, en algunos casos, continuar trabajando cooperativamente y no recurrir a un modo de trabajo más individual; sin embargo, otros docentes confiesan que el trabajo, tanto del alumnado como del profesorado, se volvió más individual debido a la normativa y la distribución de las aulas. En relación con lo anterior, uno de los participantes en este estudio manifestó que, por primera vez, la escasez de niños y niñas en la escuela rural supuso una ventaja, ya que permitió cumplir con el distanciamiento social establecido para prevenir contagios. En definitiva, el profesorado realizó un gran esfuerzo para afrontar este curso de una forma segura y se mostró involucrado a pesar de las limitaciones derivadas de la pandemia.
El alumnado
Los estudiantes vivieron las consecuencias de todas las medidas puestas en marcha con motivo de la crisis sanitaria. Algunos resultados destacados se presentan en la Tabla 8.
Nada | Poco | Algo | Bastante | Mucho | |
---|---|---|---|---|---|
Se observaron carencias formativas en la mayor parte de los alumnos fruto del periodo de confinamiento | 5.2% (n=13) | 11.2% (n=28) | 28.1% (n=70) | 41.4% (n=103) | 14.1% (n=35) |
Este curso se realizó un seguimiento de los aprendizajes de los alumnos cuando no pudieron asistir (cuarentenas) | 3.2% (n=8) | 0.4% (n=1) | 9.3% (n=23) | 42.3% (n=105) | 44.8% (n=111) |
El alumnado se relacionó con menos compañeros que en cursos anteriores (grupos burbuja) | 8.4% (n=21) | 5.6% (n=14) | 10% (n=25) | 27.1% (n=68) | 49% (n=123) |
El alumnado estuvo más motivado a aprender que en otros cursos | 10.4% (n=26) | 18.1% (n=45) | 53.4% (n=133) | 14.1% (n=35) | 4% (n=10) |
Este curso aumentó el número de matrículas en la escuela, consecuencia de la crisis sanitaria | 37.3% (n=93) | 15.7% (n=39) | 22.5% (n=56) | 17.7% (n=44) | 6.8% (n=17) |
Dejaron de ofrecerse actividades complementarias/extraescolares al alumnado | 4.8% (n=12) | 5.2% (n=13) | 9.2% (n=23) | 23.1% (n=58) | 57.8% (n=145) |
Se observaron limitaciones en los aprendizajes de los alumnos en comparación con otros cursos (fruto del periodo de confinamiento) | 11.2% (n=28) | 11.6% (n=29) | 32.1% (n=80) | 32.5% (n=81) | 12.4% (n=31) |
Fuente: elaboración propia.
Respecto al alumnado, es posible afirmar que se aprecian carencias formativas fruto del periodo de confinamiento. Asimismo, la mayoría de los que respondieron el cuestionario afirmó que cuando se produjeron cuarentenas realizaron un seguimiento de los aprendizajes.
También es posible afirmar que el alumnado se relacionó con menos compañeros/as que en cursos anteriores, y no está claro si estuvo más motivado que en otros cursos. Casi 40 por ciento de los participantes afirmó que durante este curso el número de matrículas no aumentó a consecuencia de la crisis sanitaria, mientras que sí se dejaron de ofrecer al alumnado muchas actividades extraescolares y se observaron algunas limitaciones en el aprendizaje en comparación con otros cursos. La distancia social constituyó una de las medidas más difíciles de asumir para los estudiantes, sin embargo, mostraron una gran capacidad de adaptación.
En general, existe un convencimiento acerca de que el alumnado ha sido el gran perjudicado tras la irrupción de la pandemia; a pesar de todas las restricciones, sin embargo, mostró tener muchas ganas de comenzar el curso académico en la escuela y dejar de trabajar en casa. Muchos docentes coinciden en lo difícil que fue el inicio de curso, ya que los estudiantes, pese a mostrar ganas y buena actitud, se encontraban desconectados y con dificultad para prestar atención y centrarse en la tarea; sin embargo, algo que todos destacan es su gran capacidad de adaptación y su evolución favorable a medida que avanzaba el curso. Entre los y las que respondieron el cuestionario hay quienes afirman que las repercusiones de la crisis sanitaria en el mundo rural han sido más leves respecto a otros entornos de población; debido a esto, algunas escuelas pequeñas creían que tendrían un mayor número de matriculaciones durante el curso 2020 -2021, sin embargo, no sucedió así. No obstante, uno de los participantes mencionó que en su escuela sí se notó un incremento de alumnado procedente de grandes ciudades gracias al teletrabajo de las familias. Por último, es importante destacar que, desde la percepción de los participantes en la investigación el alumnado respondió muy bien a la nueva normalidad en la escuela, pues se adaptó al uso de mascarilla, al gel hidroalcohólico y a la distancia social; esto último, a pesar de ser lo más difícil de asumir debido a la necesidad de interacción social con sus iguales.
Las familias
Las familias son el último factor contemplado en el estudio, en tanto que agente vinculado con los centros, el profesorado y los estudiantes. El análisis de sus respuestas se muestra en la Tabla 9.
Nada | Poco | Algo | Bastante | Mucho | ||
La brecha digital en las familias disminuyó a lo largo de este curso | 4.8% (n=12) | 19.8% (n=49) | 41.5% (n=103) | 27% (n=67) | 6.9% (n=17) | |
La comunicación presencial profesorado-familias disminuyó | 11.2% (n=28) | 10.4% (n=26) | 19.9% (n=50) | 29.9% (n=75) | 28.7% (n=72) | |
Aumentó la comunicación no presencial con el profesorado: videollamadas, llamadas y correos electrónicos | 2.4% (n=6) | 5.2% (n=13) | 12.7% (n=32) | 30.3% (n=76) | 49.4% (n=124) | |
Hubo más comunicación con las familias que en cursos previos | 11.2% (n=28) | 18.9% (n=47) | 45.4% (n=113) | 18.5% (n=46) | 6% (n=15) | |
Con el confinamiento se percibió una mayor implicación de las familias con el aprendizaje de sus hijos/as | 10% (n=25) | 21.1% (n=53) | 51.4% (n=129) | 13.9% (n=35) | 3.6% (n=9) | |
La crisis económica ha afectado a un gran número de familias del alumnado de escuelas rurales | 9.2% (n=23) | 19.7% (n=49) | 37.8% (n=94) | 22.9% (n=57) | 10.4% (n=26) |
Fuente: elaboración propia.
La brecha digital en las familias disminuyó en alguna medida durante el curso, no obstante, hay quien manifestó no estar de acuerdo con ello. Por lo general, la comunicación presencial entre el profesorado y las familias disminuyó, de manera que sólo algunas escuelas muy pequeñas lograron mantener la comunicación presencial aprovechando los espacios abiertos. Como consecuencia, la comunicación no presencial con el profesorado a través de videollamadas, llamadas y correos electrónicos aumentó; sin embargo, hay diversidad de opiniones en cuanto a si se incrementó la comunicación con las familias respecto de cursos anteriores. También hay diversidad de opiniones en cuanto a si se percibe una mayor implicación por parte de las familias en el aprendizaje de sus hijos e hijas. Por otro lado, un gran porcentaje considera que la crisis económica afectó de alguna manera a un gran número de familias. Por último, es preciso destacar que la mayoría de las apreciaciones respecto de las familias son positivas, ya que destacan el gran esfuerzo y la colaboración de éstas en la labor de la escuela.
En general, las apreciaciones sobre las familias son muy diversas: por un lado, hay quien cree que, tras el confinamiento, algunas familias son más conscientes del nivel académico de sus hijos/as y de sus comportamientos; sin embargo, otros consideran que existe el mismo interés por la escuela que otros años. Las familias agradecen la reapertura de centros; al principio del curso en estudio las familias se mostraban más preocupadas por el nivel de aprendizaje de sus hijos/as, pero con el paso de los meses y el avance del curso escolar, se fueron relajando. En concreto, uno de los participantes expresó que “la preocupación en las familias se debe más a la situación social actual que a la escuela en sí” (participante 204). Por otro lado, algunas escuelas consideran que “es un error o exceso de celo, no permitir a las familias entrar en el colegio” (participante 189), por ello, aquéllas que cuentan con un número pequeño de familias procuraron mantener la comunicación personal en la escuela, en los espacios exteriores. Otras escuelas reconocen que las familias siguen prefiriendo el contacto personal y “echan en falta no poder disfrutar de una escuela abierta a la que entraban cada día para poder vivir más de cerca la vida escolar de sus hijos/as” (participante 125).
Discusión y conclusiones
Este estudio pone de relieve el gran esfuerzo que supuso abordar la gestión de la crisis sanitaria por COVID-19 a las administraciones educativas, las escuelas, profesores, alumnado y familias.
Las recomendaciones de aislamiento social para frenar la expansión del COVID-19 propuestas por la comunidad científica fueron adoptadas por las administraciones en forma de directrices que contribuyeron a mejorar la prevención del virus. No sólo fueron claras, sino que evolucionaron a medida que se sabía más sobre la contención del virus; sin embargo, algunas de estas directrices son claramente negativas en términos pedagógicos (como la distancia social). La administración a nivel nacional se ha mantenido firme en su intención de incrementar la dotación TIC en los centros educativos, sin embargo, diversos docentes expresaron que tuvieron que enfrentar problemas relacionados con la conexión a Internet y la falta de cobertura, como ya se ha visto en estudios previos (Feizi y Bakhtiarvand, 2020; Fernández et al., 2020; Álvarez-Álvarez y García-Prieto, 2021). Éste constituye uno de los retos y problemas más importantes del medio rural a afrontar por parte de las autoridades en los próximos años.
Los equipos directivos de los centros escolares rurales de España realizaron un gran esfuerzo para diseñar un plan de contingencia que permitiera afrontar el curso académico 2020-2021 de forma segura para toda la comunidad educativa. El desarrollo de este plan parece haber sido favorecido por el escaso número de habitantes en el medio rural y, por tanto, la escasez de alumnado en este entorno. De igual forma, la escasez de niños y niñas en la escuela rural parece haber propiciado que no se hayan originado más casos positivos de COVID-19 de los esperados. En consecuencia, la planificación a través de planes de contingencia puede ser considerado como un factor de éxito en la prevención por parte de las escuelas, al contribuir a reorganizar los espacios y tiempos con claridad, así como por gozar de un amplio consenso en su aplicación, además de lograr disminuir el número de contagios. Se puede afirmar, entonces, que la planificación de las intervenciones en tiempos de emergencia es de suma relevancia.
Los centros educativos situados en el medio rural realizaron notables esfuerzos de tiempo y dinero para prevenir contagios; acertaron en las medidas adoptadas y lograron satisfacer las necesidades del alumnado y familias durante el curso; no obstante, siguen teniendo grandes problemas tanto en conectividad como en dotación de equipos TIC a pesar de la importancia que adquirieron las tecnologías en este periodo de crisis sanitaria (Setiawan e Iasha, 2020; Carius, 2020). De hecho, algunos participantes afirmaron que la principal dificultad de su escuela reside en la falta de cobertura y en el hecho de que la mayoría de la población a la que se dirige no tiene buena conexión a Internet. A pesar de ello, la escuela rural ha demostrado ser un entorno seguro frente a los contagios en tiempos de pandemia, donde la baja ratio ha jugado un papel a favor del control de los contagios.
El profesorado incrementó la colaboración e implicación profesional en este curso y mejoró su dominio tecnológico. Por lo general, las estrategias metodológicas en el aula sufrieron modificaciones al pasar de un modelo más cooperativo a uno más individual; sin embargo, la baja ratio en algunas escuelas rurales permitió continuar trabajando de forma cooperativa. Asimismo, la experiencia de docencia online vivida durante el curso 2020-2021 permitió integrar nuevos elementos o recursos debido a que el profesorado tiene cada vez mejor dominio tecnológico, lo cual puede apuntar a una nueva tendencia en el futuro (Haleman y Yamat 2021). El profesorado, con su colaboración, implicación y formación en TIC, ha sido clave.
Conviene no olvidar que el profesorado expresó haber observado carencias formativas en la mayor parte de los alumnos fruto del periodo de confinamiento (Feizi y Bakhtiarvand, 2020; Aguliera y Nightengale-Lee 2020), lo que parece indicar que el aprendizaje online no es adecuado en la etapa escolar (Díez-Gutiérrez y Gajardo-Espinoza, 2020; Dube et al., 2021; Campbell et al., 2021; Carius, 2020; Mabeya, 2020) y que las brechas académicas fruto del contexto se pueden agravar (Aguliera y Nightengale-Lee 2020; Belay, 2020; Mabeya, 2020). Asimismo, la escuela rural logró atender a los alumnos y alumnas que no podían asistir (infectados, en cuarentena, etc.) y trató de que se mantuviera la relación social entre compañeros. De hecho, las matrículas en centros rurales parecen haber aumentado en alguna medida en este curso.
Por otro lado, la implicación de las familias con la escuela es semejante a la mostrada en cursos previos, ya que se mantuvo una comunicación regular entre ellas y el profesorado, si bien ésta se dio cada vez más a través de videollamadas, llamadas y correos electrónicos, lo cual contribuyó a disminuir ligeramente la brecha digital y el estrés (Lase et al., 2021).
La escuela rural constituye un escenario complejo cuyas particularidades favorecieron la implementación del plan de contingencia y el desarrollo de la docencia en las aulas tras la aparición de la pandemia; entre estas características está la baja ratio en las aulas. No obstante, existen otros factores, como la brecha digital, que aún no se han superado y siguen interviniendo como obstáculos en la vida diaria de los centros educativos situados en el medio rural (Suárez y García-Perales, 2021).
Más allá de sus ventajas, este estudio presenta para los autores dos grandes limitaciones: en primer lugar, no fue posible lograr la participación del total de las escuelas rurales del país porque no se pudieron obtener las direcciones electrónicas de todos los centros ni la respuesta al cuestionario de todas las direcciones que sí se obtuvieron; en segundo lugar, hubiera sido de interés haber realizado entrevistas en profundidad con directores escolares de todo el país como fuente de datos cualitativos para comprender mejor la situación. En futuros estudios sería recomendable tratar de lograr una mayor participación y más datos de tipo cualitativo.