1. Introducción
En un artículo aparecido en 1998 en la revista Humanistica Lovaniensia, el profesor José Solís de los Santos publicó una descripción del manuscrito 2598 de la Biblioteca General de la Universidad de Salamanca (= BU ms. 2598). Este documento, titulado “Epistolario Selecto de Diversos Varones”, contiene 80 misivas eruditas escritas en latín -sólo la carta 57= 79, con un tratadillo en latín de Francisco Cascales (1567-1642), tiene un encabezamiento en castellano-. Las epístolas fueron coleccionadas por el propietario del códice: Lorenzo Ramírez de Prado (1583-1658). No todas las misivas están datadas, pero las que poseen fecha permiten situar este epistolario en el lustro transcurrido entre septiembre de 1601 (carta 29) y noviembre de 1606 (carta 76). Todas las misivas de BU ms. 2598 son transcripciones. Solís sospechó que la transcripción, hecha por dos manos diferentes -la primera hasta el f. 82 y la segunda a partir del 83-, fue realizada a la muerte de Ramírez de Prado, “mientras se procedía a la catalogación de la biblioteca y archivo del docto consejero [i. e. Ramírez de Prado], bien por escribientes de la comisión inquisitorial que llevaba a cabo el expurgo, o bien por encargo de su viuda, quien se apresuró a deshacerse de tan enorme cúmulo de libros”.1
Entre las cartas de BU ms. 2598 existen dos que permiten reconstruir una breve relación epistolar entre Lorenzo Ramírez de Prado e Isaac Casaubon. Ninguna de ellas, según mis conocimientos, ha sido editada hasta ahora. La carta 58, sin fecha, es la primera que Ramírez de Prado envió a Casaubon. Un terminus ante quem para la fecha de la misma puede deducirse de otra carta del ms. salmantino: la 80, redactada desde París por Johannes Bodecker, el 1 de agosto de 1606. Este Johannes Bodecker, según se explica en la epístola 58, fue quien convenció a Ramírez de Prado para que escribiera a Casaubon y fue el correo de la carta 58. Según cuenta en su misiva a Ramírez de Prado, Bodecker también debía encargarse de entregar la carta 59 de Ramírez de Prado a Justo Lipsio -como se verá más adelante ambas compartían una intención similar-, pero la muerte de Lipsio a finales de marzo de 1606 le impidió hacerlo. Como las cartas de Ramírez de Prado a Lipsio y a Casaubon viajaron juntas en el equipaje de Bodecker hay que deducir que la 58 debió escribirse antes del fallecimiento de Lipsio, acaecido el 23 de marzo de 1606. Las epístolas 58 y 59 tenían la intención de presentar a Lipsio y a Casaubon un opúsculo de Ramírez de Prado sobre cierto pasaje de la Historia Natural de Plinio.2 Ramírez de Prado recabó apoyos para este trabajo desde agosto de 1605 por medio de otras misivas copiadas en BU ms. 2598. Por esta razón, Solís dató la carta 59 a Lipsio ca. agosto 1605. El profesor Solís también fue consciente, no obstante, de que en la carta 61 Bartolomé Morlanes (1576-1649) propuso a Ramírez de Prado remitir a Justo Lipsio la polémica sobre el pasaje pliniano y, naturalmente, su trabajo sobre la misma (f. 69r: Sed litem hanc dirimendam relinquire Lipsio: cui alii melius in hoc aevo?). Esta misiva tiene como fecha 5 de noviembre de 1605 y, aunque en la respuesta de Ramírez de Prado a Morlanes (carta 62, sin fecha) no se aluda a las cartas a Lipsio y a Casaubon, en mi opinión, constituye el terminus post quem de ambas epístolas. Las 58 y 59 de BU ms. 2598 debieron escribirse, por lo tanto, entre noviembre de 1605 y marzo de 1606.
La segunda carta es la respuesta de Casaubon a la de Ramírez de Prado. Se trata de la epístola 78 de BU ms. 2598 que está fechada ultro Lutetiae Parisiorum, el 31 de agosto de 1606, por lo tanto, aproximadamente un mes después de que Bodecker redactara la suya informando que Casaubon había recibido la carta de Ramírez de Prado.
Estas dos misivas ofrecen un testimonio -quizá el más insospechado- de los relativamente frecuentes contactos interconfesionales existentes en la Europa de los humanistas.3 Son las primeras cartas que intercambiaron Ramírez de Prado y Casaubon y presentan la personalidad de ambos humanistas al inicio de su relación. Ramírez de Prado, un joven de 22 años, ambicioso, impulsivo y brillante, ha decidido empezar una carrera en el mundo de las letras clásicas.4 Trabaja en un comentario a Marcial del que -a diferencia de lo que ocurre con Lipsio- nada dice a Casaubon.5 Se muestra humilde y respetuoso ante el gran erudito francés. Lo adula mediante varias citas tomadas de sus comentarios a Persio. Casaubon, por su parte, lleva media década viviendo en París, donde se ha instalado gracias a la protección del rey Enrique IV.6 En plena madurez -Casaubon está trabajando en ese tiempo en su magna obra sobre Polibio-, recibe con entusiasmo la carta de Ramírez de Prado y la posibilidad que ésta le ofrece de ampliar al otro lado de los Pirineos la red de su correspondencia erudita. En su misiva a Ramírez de Prado se muestra sencillo y modesto, pero también ofrece alguno de esos “significados ocultos bajo capas de erudición” que proporcionan a su epistolario un tono característico.7
Antes de presentar el texto de ambas cartas, me gustaría describir brevemente algunos rasgos formales de este trabajo. He intentado respetar los criterios editoriales establecidos por el profesor Solís en el artículo de 1998 donde editó 8 cartas de BU ms. 2598 relacionadas con Justo Lipsio (1547-1606). Estos criterios consisten en la simplificación de la geminación de la t de littera en la carta de Ramírez de Prado para respetar el uso identificado por Solís de los Santos en este autor,8 la regularización de v/u según el uso latino moderno, la sustitución de j por i y el desarrollo de & como et. No he señalado los signos diacríticos presentes en el manuscrito (tildes, circunflejos) que, a mi juicio, no tienen relevancia en la comprensión del texto latino, ni las tachaduras y enmiendas menores. He agregado las finales m, n, ue y el enclítico que cuando estaban abreviadas sin señalarlo como abreviatura. Al margen de estas decisiones, he procurado intervenir muy poco en el texto original, cuando lo he hecho ha sido únicamente porque parecía imprescindible: desarrollo de abreviaturas -que pongo entre corchetes [ ]-, restitución de algunas palabras o sílabas perdidas en la transcripción -que señalo entre corchetes angulares < >- y puntuación para entender mi propuesta de lectura. El signo -/- indica el paso de página en el manuscrito. En la sección de comentario se señalan, entre otras cosas, las correcciones propuestas y las intervenciones sobre el original que considero más importantes.
2. Edición y traducción
I. [Lorenzo Ramírez de Prado (Salamanca)] a Isaac Casaubon (París) [= nº 58 Solís de los Santos]
c: Salamanca BU ms. 2598, f. 67r.
I, 11 θαυματουργῶς: θαυμαθουργῶς c 13 Plinium Secundum: Pliniū 2 c
14-15 Nos … decent. ] Hor., ep., 1, 7, 44 (Parvum parva decent) 15 arbusta… myricae. ] Verg., ecl., 4.2 · 16 si … iugulaveris] Cas. ad Pers., 4, 13 (Et potis es nigrum vitio praefigere theta), p. 327 ·16-17 Aeneae … cadam] Verg., aen., 10, 83017 albo … numeraveris] Cas. ad Pers., 2, 1 (numera meliore lapillo), p. 175 · 17 fundam … merum] Cas. ad Pers., 2, 3 (Funde merum Genio), pp. 175-176.
I. [Lorenzo Ramírez de Prado (Salamanca)] a Isaac Casaubon (París) [= nº 58 Solís de los Santos]
c: Salamanca BU ms. 2598, f. 67r.
II. Isaac Casaubon (París) a Lorenzo Ramírez de Prado (Salamanca) [= nº 78 Solís de los Santos]
31 agosto 1606
c: Salamanca BU ms. 2598, ff. 90v-91r.
II, 43 Bavariae: Bavarri c 44 Castrametatione: Castramelalione c
4 <ut> vix apud me essem: , vix apud me essem c suppleviex Cas. epist. ad Prideaux, ed. Almeloveen, nº 879, p. 528=ed. Botley-Vince 1613 03 17, p. 478(Ego vero lecta illa Apologia, ita sum commotus ut vix apud me essem)·11 apud solide doctos: apud solide declos c correxi ex BU ms. 2598 f. 93r 13 mellitum: melipum c 18 isthi[nc]: isthi c 25 scriptiunculas: scripiunculas c 27 poeni[tet] suppleviex Cas. epist. ad Buxtorf, ed Almeloveen, nº 1043, p. 606 (Nam etsi quantum in vestris literis profecerim, me sane poenitet, amavi tamen semper Linguam Sanctam) 36 ἐς πόδας ἐκ κεφαλῆς] Adag. 1:137 (= Theocr., 20, 12)
II. Isaac Casaubon (París) a Lorenzo Ramírez de Prado (Salamanca) [= nº 78 Solís de los Santos]
31 agosto 1606
c: Salamanca BU ms. 2598, ff. 90v-91r.
3. Comentario
I, 2-3: quod rationes vitae meae ad te proficisci aliter non patiantur.] Lorenzo Ramírez de Prado era el segundo hijo del licenciado Alonso Ramírez de Prado (1549-1608), miembro del Consejo de Hacienda desde 1581 (cf. Entrambasaguas 1943a, p. 19). Su caída en desgracia a partir de diciembre de 1606 con motivo del proceso abierto contra Pedro Franqueza (1547-1614) y contra él mismo por un asunto de malversación y corrupción financiera -“el Desempeño General”, cf. Martínez 2009, pp. 109-111- será una de las razones por las que su hijo don Lorenzo acabe por renunciar a las vocaciones filológicas y humanísticas que expone a Casaubon. Hasta finales de 1606 lo que sabemos de don Lorenzo tiene que ver exclusivamente con su formación en la Universidad de Salamanca y con su pertenencia a círculos académicos y literarios (cf. Entrambasaguas 1943a, pp. 40-126; Solís de los Santos 2010, 2013 y 2016; Ballesteros 2019). Es muy probable que a partir de este momento don Lorenzo tuviera que dejar a un lado los contactos eruditos que intentó entablar por medio de esta y otras cartas (cf. Solís de los Santos 1998) para centrarse primero en defender la memoria de su padre y, posteriormente, desarrollar una exitosa carrera política.
I, 4: me[ri]t[o]s: MS. mets] Según se ha afirmado en la introducción, el manuscrito BU ms. 2598 es obra de dos escribanos. A diferencia del segundo amanuense, la primera mano, la que ha transcrito esta carta, emplea numerosas abreviaturas. En mi opinión, mets es una de las más complejas. La propuesta “meritos” debe entenderse como una solución en función del sentido de la frase latina.
I, 5-6: nobilis vir Johannes Bodecker qui tuae comitatis mihi fuit locupletissimus testis.] La única información que he encontrado sobre este personaje procede del propio BU ms. 2598. Fue el correo de las misivas a Casaubon (carta 58) y a Lipsio (carta 59) y desde París remitió la carta 80 a Ramírez de Prado, cf. Solís de los Santos 1998, p. 309, n. 106. En la epístola a Lipsio, Ramírez de Prado habla de Bodecker como et nobilis et amici iuvenis […] cuius ingenitam nobilitatem et orbis perlustrandi cupiditatem nunquam satis laudasse me existimavero (cf. Solís de los Santos 1998, p. 330).
I, 11: θαυματουργῶς: MS. θαυμαθουργῶς] La primera mano -que transcribió la epístola de Ramírez de Prado-, a diferencia de la segunda -el transcriptor de la carta de Casaubon- no tiene problemas para leer y transcribir términos en griego, que he normalizado según el uso actual.
I, 12: Summo studio atque industria quaesivi ea (scil. opera) omnia et collegi.] Lorenzo Ramírez de Prado reunió a lo largo de toda su vida una biblioteca formidable. El Inventario que su viuda ordenó elaborar e imprimir en el contexto de la venta de la misma es fundamental para conocerla. Actualmente, la mayoría de los libros de la colección de Ramírez de Prado se encuentran en la biblioteca de la Universidad de Salamanca (cf. Entrambasaguas 1943b, vol. I, p. xxxiii). En este Inventario se reseñan varias obras de Casaubon: una edición de 1647 de las notas a las Vidas de Suetonio (Entrambasaguas 1943b, vol. II, p. 13), el tratado De satyrica graecorum poesi et romanorum satira libri duo de 1605 (ibid., pp. 29 y 35), la edición comentada a las Sátiras de Persio de 1605 (ibid., p. 35), una de 1612 de la edición anotada a los Deipnosofistas de Ateneo (ibid., p. 74), una edición de 1612 de las notas a Teofrasto (ibid., p. 93), la edición grecolatina de los Discursos de Dion Crisóstomo de Federicus Morellus introducida por una Diatriba de Casaubon de 1604 (ibid., p. 136), la edición de Polibio de 1609 (ibid., p. 166), las notas a Suetonio en una edición plurium commentariis de 1610 (ibid., p. 169), la edición anotada de la Historia Augusta de 1603 (ibid., p. 206) y la edición anotada de las Vidas de Suetonio de 1595 (ibid., p. 207). Sobre el uso que de la edición de la Historia Augusta de Casaubon se hace en los Hypomnemata de 1607, un comentario a los primeros 4 libros de los Epigramas y al De Spectaculis de Marcial publicado por Ramírez de Prado, cf. Ballesteros 2019, §§ 5-8.
I, 12-13: Nunc Persium et Plinium Secundum a te illustratum video et admiror.] Casaubon publicó en 1605 una edición con comentarios de las Sátiras de Persio. Ramírez de Prado cita inmediatamente varios pasajes de estos comentarios casaubonianos. En la reimpresión de 1591 de la edición de las Cartas de Plinio el Joven que hizo su suegro, Henri Estienne (ca. 1531-1598), Casaubon pudo añadir 15 páginas con algunas notas y enmiendas propias (cf. Pattison 1892, p. 476).
I, 15-16: mitto Apologiam in eruditissimi viri γράμματα] Ramírez de Prado envía a Casaubon una versión de su trabajo en torno a un polémico pasaje del séptimo libro de la Historia Natural de Plinio. Se trata de atque etiam morbus est aliquis per sapientiam mori (Plin., NH, 7, 169) sobre cuya interpretación existe abundante literatura. Además de diversas propuestas de restitución, se ha sugerido la posibilidad de que el texto sea una interpolación (cf. Pigeaud 1993). El fragmento en cuestión recibió particularmente la atención de entornos eruditos y médicos sevillanos desde finales del s. XVI. Es posible que el desarrollo de esta polémica fuera consecuencia de la publicación de un capítulo específico sobre el significado del fragmento pliniano por parte de Jerónimo Mercurial (1530-1606), médico y humanista (cf. Mercurial 1588, p. 129 rv). En Sevilla aparecieron, en efecto, diversos opúsculos y trabajos polémicos que pretendían dar una explicación al pasaje (cf. Pérez 2008, p. 992, quien cita obras del jesuita Juan de Pineda, Eduardo Fernández, Francisco Jiménez Guillén y Francisco Duarte y Távora). El trabajo remitido a Casaubon por Ramírez de Prado no puede ser el mismo que se ha conservado en el manuscrito 18630 de la Biblioteca Nacional de Madrid (en adelante BNE). Casaubon, entre otros méritos, elogia la brevedad del texto que ha recibido (II, 23: effecisti tribus chartis), pero el documento de la BNE contiene 21 páginas. El texto de la BNE parece ser la versión definitiva preparada para la imprenta por el destinatario de la misiva de Ramírez de Prado, el doctor Cristóbal Medrano, catedrático de medicina de Salamanca. En cualquier caso, esta versión ofrece algún dato que confirma la información que proporciona la carta 59 a Lipsio sobre la génesis de la investigación de Ramírez de Prado a propósito de Plin., NH, 7, 169. Según esta epístola, la intervención de cierto erudito provocó la reacción de Ramírez de Prado acerca del texto de Plinio. El documento BNE ms. 18630, p. 2, explica de modo similar el inicio de la polémica entre Ramírez de Prado y el círculo sevillano: Iam paene exciderat memoria schediasma quoddam superioribus diebus ad te missum de discussione loci illius pliniani de quo me interpellares, repente mihi data sunt literae hispalensis medici apprime doctis simulque sintagma eruditissimi cuiusdam viri qui exponendi literis iam diu laudem multam, non apud nostrates tantum sed apud exteras nationes reportavit. Et quamvis schediasma meum levi brachio fuerat conscriptum, nec stylo virili compositum, pupugit tamen sapientes hosce viros […]. En esta polémica se acuñó para Ramírez de Prado un calificativo que le debía acompañar en adelante, BNE ms. 18630, p. 3: Sed doctor ille satis pro imperio reliquos vult sibi credere. Philautiam me laborare dicit, quod eius sententiam non sequar. Verbo pugnat, verbo retundendus est. El hecho de que José Justo Escalígero (1540-1609) vertiera contra el joven Ramírez de Prado el mismo reproche en una carta a Petrus Scriverius (1576-1660) fechada de modo impreciso en 1607 (Praeclarum ingenium est et bona indoles, sed quam depravare possit φιλαυτία, cf. Scaliger 2012, vol. VII, p. 2) demuestra que la filautía (‘prepotencia’, ‘orgullo’, ‘autosuficiencia’, ‘narcisismo’) de Ramírez de Prado atravesó las fronteras, quizá por mediación del propio Casaubon, cf. Ballesteros 2019, §§ 20-21.
I, 16: si theta nigro iugulaveris] En la Sátira, IV, v. 13 (potis es nigrum vitio praefigere theta, “eres capaz de señalar el vicio con la negra zeta”) de Persio en la que se inspira esta expresión, el poeta, por medio de Sócrates, critica a Alcibíades por su dedicación a la política. En su comentario a este verso, Casaubon explica el origen militar de la expresión y el significado de la letra θ en la misma (es la inicial de zánatos). Casaubon 1605, p. 327: Cum recensebant laterculos militum, nominibus eorum qui perierant, praefigebant θ: hoc erat expungere. Pero finaliza comentando el valor textual del símbolo θ, que es lo que da sentido a la frase de Ramírez de Prado: Sidonius Apolinaris usus est pro nota critica qualis erat graecorum τὸ X quam literam deculpatis locis praenotabant, ut videre est in poetarum scholiis antiquis. A partir de la exégesis casauboniana, Ramírez de Prado construye su frase final y define una intención. Para él, que ha reunido y demuestra haber leído con atención sus libros, será un privilegio el mero hecho de que Casaubon se digne siquiera a considerar prescindible su trabajo anotándolo con el lúgubre signo θ, tal y como suele hacer deculpatis locis. Es significativo del proceso de redacción empleado por Ramírez de Prado y de las intenciones que el mismo oculta que, en la carta 59 a Lipsio, en una expresión prácticamente paralela a la aquí analizada, Ramírez de Prado asocie un verso de Horacio -y no el de Persio- al de Virgilio: Dele, transverso calamo atrum signum allinito: victor abibo cadens Aeneae magni dextra,cf. Solís de los Santos 1998, p. 330 y notas ad hoc.
I, 17: Sin minus et albo lapillo numeraveris fundam genio merum] Esta expresión resulta de la fusión de dos versos de Persio (v. 2, 1: diem numera meliore lapillo, y 2, 3: funde merum genio). De nuevo el comentario de Casaubon, quien relaciona el meliore lapillo de Persio con albo lapillo conocido por otras fuentes (cf. Ruiz de Elvira 2003), puede estar en el origen de la formulación latina empleada por Ramírez de Prado, Casaubon 1605, p. 175: Numerare vel signare albo lapillo aut calculo, locutio παροιμιώδης, ad cuiuscunque gaudii significationem. Notissima historia ex Graecis et Plinii septimo. Symmachus duriuscule usurpavit libro primo, epistola xc. En otros textos, Ramírez de Prado vuelve a usar la expresión meliore lapillo/calculo. Por ejemplo, en la carta 62 con la respuesta a Morlanes a la que aludí en la introducción (BU ms. 2598 f. 71v: utinam eundem calculum demereantur quo insignitum gaudet sintagma nostrum coronaque semper redimita exero laetus cultus a culta manu) o en la conclusión del tratadillo sobre Plin., NH, 7, 169, conservado en BNE ms. 18630, p. 21: Illud cave existimes me voluisse de summa viri summi eruditione aliquid scriptis meis detractum quem tanti facio ut optaverim eius ingenii luce Academiam nostram esse non destitutam, sed illustratam. Et spero fore qui eius utilitatis publicae amor est ut aliquando ad nos veniat qui dies, si nobis illuxerit, meliore lapillo a me numerabitur. Vale. No obstante, sólo en la carta a Casaubon se utiliza la expresión albo lapillo, y no el meliore lapillo de Pers., 2, 1.
II, 3: non continui me quin] Casaubon usa esta misma expresión para señalar el entusiasmo con que contestó a cierto contacto proporcionado por el helenista augsburguense David Hoeschelius (1556-1617), carta 616, del 30 de noviembre 1608, p. 324, ed. Almeloveen 1709: Non continui me, quin e vestigio ad amplissimum virum literas exararem, testes iudicii mei de illo scripto et Scriptore Thrasonico.
II, 4: adeo insigni ovans gaudio <ut> vix apud me essem: MS. , vix apud me essem.] La desaparición de ut puede haberse debido a la similitud gráfica de ut con el siguiente vi de vix, lo cual habría causado un error por haplografía en la transcripción. Por lo demás considero imprescindible este ut por ser régimen de adeo. Casaubon empleó una estructura muy similar para expresar un momento de perturbación y sorpresa en una carta a John Prideaux (1578-1650), rector del colegio de Exeter (carta 879, p. 528, ed. Almeloveen 1709= carta 1613 04 17, ed. Botley-Vince 2018, vol. III, p. 478: Ego vero lecta illa Apologia, ita sum commotus ut vix apud me essem, quum reputarem impudentiae huius magnitudinem).
II, 10-11: neque ab eo die tuum nomen in ore habere et apud solide doctos celebrare desinerem: MS. apud solide declos celebrare desinerem] El declos de BU ms. 2598 es claramente una lectura errónea. Casaubon describe su reacción al leer el texto de Ramírez de Prado sobre el pasaje de la Historia Natural de Plinio. Sin duda expresó su aprobación en voz alta. Es posible suplir el texto de la carta de Casaubon gracias a la versión de este momento que dio un testigo del mismo en otra misiva cuya copia se ha conservado en BU ms. 2598. Johannes Bodecker entregó la epístola y el tratado de Ramírez de Prado. Después es muy probable que aguardara a que Casaubon diera lectura a ambos. Él mismo describe ese momento y la reacción de Casaubon, BU ms. 2598, f. 93r: Reddidi quoque Casaubono epistolam tuam, qui statim ut illam legit, tanquam <¿τὴν διατριβήν?> arripuit et multa magni fieri et amici apud solide doctos de te locutus est <vacat? es fin de línea> a nemine expectari possit sancte affirmavi, sed de his et aliis fusius ipse ad te. El copista de esta carta -el segundo amanuense- dejó varios espacios en blanco. Es de suponer que se trata de palabras que no entendía, cf. Solís de los Santos 1998, n. 106. Es factible que algunas de estas palabras ininteligibles estuvieran escritas en griego, por lo que propongo suplir el primer hueco con el término con el que Casaubon definió el opúsculo de Ramírez de Prado, II, 7-8: tuam illam de loco Pliniano diatribam. De un modo quizá inapropiado, Ramírez de Prado, I, 14-15, la había calificado como Apología (tibi mitto Apologiam in eruditissimi viri γράμματα). Bartolomé Morlanes la define como Sintagma (BU ms. 2598, f. 69v: tuum sintagma de loci Pliniani explanatione). El propio Ramírez de Prado llama schediasma a la versión inicial de su trabajo remitida a Medrano (BNE ms. 18630, p. 2: Iam paene exciderat memoria schediasma quoddam superioribus diebus ad te missum de discussione loci illius pliniani de quo me interpellares).
II, 12-13: ad pulcherrimum illud philosophiae et mellitum literarum temperamentum: MS. melipum] Melipum es una lectura incorrecta. Aquí forma parte de la alabanza del temperamento literario de los españoles. Mellitus es un adjetivo que Casaubon emplea en otras ocasiones para referirse a un estilo terso y elevado como, por ejemplo, el de Sinesio, Casaubon 1600, p. 2: apud mellitissimum Synesium.
II, 12-16: quod c[o]episti facere ad pulcherrimum illud philosophiae et mellitum literarum temperamentum καὶ ξύγκρασιν ducem te praebe Hispanis tuis quorum ut acre ingenium, iudicium et subtilitatem in scientiis vulgo omnes laudant. Ita non desunt qui in tam erudito hoc s[a]eculo, linguarum et philologiae notitiam in plerisque v[est]rae gentis scriptoribus desiderent.] Entre las cartas que Casaubon recibió desde España, la de Ramírez de Prado es, por ahora, la primera. Luis Tribaldos de Toledo (1558-1634), preceptor del Conde de Villamediana, le escribió desde Madrid el 7 de noviembre de 1606 (cf. carta 569, pp. 300-301, ed. Almeloveen 1709; cf. Tournoy 2002, p. 1257, n. 26. Sobre Tribaldos, cf. Antonio 1996, vol. II, p. 67; Viforcos 2008) y el humanista y canónigo de la catedral de Sevilla Juan Fonseca y Figueroa (1585-1627) le escribió desde Sevilla el 1 de agosto de 1607 (cf. Roe 2012. Sobre Fonseca, Antonio 1996, vol. I, p. 691; Moya 2011). La opinión que aquí expresa Casaubon acerca del carácter de los españoles matiza las afirmaciones en cierto modo contrarias formuladas en la discreta intimidad de su diario personal que, al parecer, circulaban en los cenáculos humanísticos europeos, cf. Casaubon 1850, vol. I, p. 190; Ballesteros 2009 y 2013, p. 70, n. 40.
II, 17-19: in reliquis libellis quae de eodem argumento scripta hactenus vidi isthi[nc] nuper edita, nihil offendebam quod iure mirarer, nonnulla propter quae iure indignarer.] Casaubon parece estar informado de la polémica sobre el pasaje de la Historia Natural de Plinio, cf. el comentario a I, 15-16. La errata en la transcripción del isthinc puede deberse al particular ductus casauboniano. En otra carta de Casaubon, su editor encuentra una dificultad similar para leer isthinc,cf. Martin 1890, p. 41.
II, 26-27: etsi quantum p[ro]fecerim me sane poeni[tet]] Para lamentar las carencias de su propia formación, Casaubon usa esta misma expresión en una misiva al hebraísta Johannes Buxtorf (1564-1629), escrita desde París, el 12 de febrero de 1610 (cf. carta 1043, p. 606, ed. Almeloveen 1709: Nam etsi quantum in vestris literis profecerim, me sane poenitet, amavi tamen semper Linguam Sanctam,cf. Grafton-Weinberg 2011, p. 67, n. 25).
II, 27-29: Incidit enim iuventus nostra in tristissima furorum civilium nostrorum tempora ut ad XX aetatis annum prius accederem quam vel de no[min]e bonos auctores haberem notos.] La biografía clásica de Isaac Casaubon sigue siendo la de Pattison 1892. Existen además varios trabajos monográficos sobre diversos momentos de su vida como Tournoy 1998, Canfora 2002, Parenty 2009 o Ballesteros 2016. En su correspondencia, Casaubon ofrece pocos detalles de su propia biografía. En la carta de 1613 a John Prideaux, citada más arriba, se encuentra lo más parecido a un esbozo autobiográfico. Isaac Casaubon nació en Ginebra donde su familia se había refugiado por razones religiosas. A los dos años regresó a Francia y a los nueve años ya había aprendido a hablar latín a patre optimo et doctissimo institutus. En ese momento su formación hubo de interrumpirse. Su padre, Arnaldo Casaubon, pastor calvinista, abandonó su hogar en 1568 para participar en las Guerras de Religión durante tres años. Las masacres sufridas por los calvinistas a partir de la noche de San Bartolomé en 1572 de nuevo obligaron a la familia Casaubon a huir, esta vez hacia el sur de Francia. Arnaldo Casaubon aprovechó la huida para enseñar a su hijo los rudimentos del griego. En 1578 Isaac fue enviado a estudiar a Ginebra donde 5 años más tarde se convirtió en profesor de griego. Durante los 14 años siguientes (1583-1596), desarrolló su carrera académica en ese lugar. Allí recibió la protección y las enseñanzas del teólogo Teodoro de Beza (1519-1605) y de Julio Pace (1550-1635), traductor y comentarista de Aristóteles. Entre 1596 y 1599, Isaac Casaubon se instaló en Montpellier. En enero de 1599 recibió la invitación de Enrique IV para trasladarse a París, donde vivió la década posterior. En 1610, después del asesinato del rey, recibió permiso para viajar a la corte de Jacobo I de Inglaterra. Allí vivió los últimos años de su vida (cf. ed. Botley-Vince 2018, vol. III, pp. 472-479; Tournoy 1998, pp. 192-193).
II, 30-31: non laudem e scriptis nostris exspectamus, sed veniam ἐκ τῆς ἀνεξικακὶας et aequanimitate<m> candidorum decorum.] Casaubon aspira a que su obra le proporcione tolerancia y tranquilidad. Ramírez de Prado no debía desconocer las complejas circunstancias religiosas en las que se desarrollaba la vida parisina de Casaubon. Calvinista al servicio de un rey católico, Casaubon sobrevivió a las tensiones que su condición le generó instalándose en un exilio interior frente a papistas y protestantes, y aceptando su situación como un martirio (cf. Ballesteros 2016, pp. 89-104 y 121-126). En una carta al humanista protestante Georg Michael Lingelsheim (1556-1636), fechada en París, el 30 de marzo de 1606, Casaubon ya utilizó el término ἀνεξικακία para describir la misma necesidad de respeto y tolerancia (carta 495, p. 263, ed. Almeloveen 1709: Ego spem omnem meam in tua ἀνεξικακίᾳ ponebam, quae facile veniam indulgeret temporis fortasse non optime positi). En los repertorios lexicográficos contemporáneos, la ἀνεξικακία es la virtud equivalente a la tolerancia, la clemencia o la resignación. El Thesaurus de Henri Estienne la define como “Tolerantia, Patientia malorum, iniuriarum” (Estienne 1835, vol. 1.2, cols. 696-697), el de Buenaventura Vulcanius (1538-1614) como “Clemencia, Paciencia” (Vulcanius 1600, col. 375). Es posible que, tal y como se emplea en la carta a Ramírez de Prado -en la que las aspiraciones de Casaubon se expresan por medio de los sustantivos ἀνεξικακία y aequanimitas, posiblemente la adaptación casauboniana del término μακροθυμία-, nos encontremos ante una alusión a un texto del Contra Celso de Orígenes (2, 34, 40-41, ed. Borret 2005): Μᾶλλον οὗν θαύμαζε αὐτῶν τὸ φιλάληθες καὶ τοῦ ταῦτα ἑκουσίως παθόντος ὑπὲρ ἀνθρώπων καὶ μετὰ πάσης ἀνεξικακίας καὶ μακροθυμίας αὐτὰ ὑπομείναντος <τὸ γενναῖον>ˑ, pasaje en el que Orígenes justifica las conductas dignas de Dios: “Admira pues la sinceridad de estos autores y la excelencia de quien ha aceptado voluntariamente los sufrimientos de los hombres y los ha soportado con resignación y grandeza de espíritu” (trad. nuestra). Casaubon conocía bien la edición de Hoeschelius del Contra Celso (1605) de cuyas pruebas acusa recibo en una carta al propio Hoeschelius fechada en París, el 18 de febrero de 1604 (carta 384, p. 204, ed. Almeloveen 1709: Accepi hodie utrumque simul fasciculum tuum. Gaudeo impositum a te finem libris eruditissimis contra Celsum quorum lectione mirum in modum dum delectatus ut prioribus meis significavi; carta 385, p. 204, del 21 de febrero de 1604, ed. Almeloveen 1709: Incredibilem in modum delectarunt me tum Origeniaca quae nondum legeram…). En la edición de Hoeschelius al texto griego se añadió la traducción latina de Segismundo Gelenio (ca. 1498-1554) que para el pasaje referido es: Mirare potius eorum veracitatem, ipsumque, qui sponte haec passus est pro hominibus summaque longanimitate ac tolerantia pertulit (Origenes 1605, p. 83).
II, 34-35: Polybium in manibus habemus] La edición y traducción latina de las Historias de Polibio es la última obra publicada por Casaubon durante su período parisino. Al menos desde 1595 tenía la intención de publicar la obra de Polibio (Tournoy 1998, p. 201), pero su edición sólo apareció en la imprenta de Jerónimo Drouart en 1609. Su edición incluye por primera vez los cinco primeros libros de las Historias, conservados completos, los extractos de los libros VI a XVIII conocidos como Excerpta antiqua, los Excerpta legationum y los fragmentos polibianos transmitidos por tradición indirecta. Este trabajo, que constituye uno de los grandes monumentos de la filología humanística, inauguró la crítica de Polibio (cf. Polybe 2003, pp. lcv-lcvi).
II, 39: multa castigavimus perperam a viris doctis accepta] La edición príncipe del texto griego de Polibio (Haguenau, 1530) fue obra de Vicente Opsopoeus († 1539). En su edición de Basilea (1549), Johannes Hervagius (1497-1558) publicó por primera vez los Excerpta antiqua(Tournoy 1998, p. 198). Ambas se consideran prescindibles por sus errores e incorrecciones (cf. Polybe 2003, p. lxv). En una carta a Jacques Bongars (1546-1612), alumno de Cuias y embajador de Enrique IV, Casaubon se mostró también crítico con el De militia romana de Lipsio, una traducción comentada de los capítulos 19 a 40 del libro VI de las Historias de Polibio publicada en 1595 (carta 21 del 15 de diciembre de 1595, p. 15, ed. Almeloveen 1709: cur hanc potissimam rationem tractandi eius argumenti elegerit? […] Mitto errores aliquot mihi notatos in explicandis locis graecorum scriptorum, neque nos tamen studiose quaesivimus, sed casu in illos incidimus,cf. Martin 1890, pp. 3-4, y Tournoy 1998, p. 200).
II, 41-44: Praeter quos habemus codices in Regis Christianissimi bibliotheca, alios sumus nati ex Italia ac Germania singulari beneficio duorum Illustrissimorum Principum Bavariae et Urbinatis.] Casaubon alude a alguno de los manuscritos usados en su edición. En la nota “De codicibus mss. quorum in recensendo Polybio fuit nobis copia” que precede a su edición, Casaubon describió los códices que empleó en las tres partes de su trabajo (cf. Polybius 1609, s. p.). Aquí refiere Ramírez de Prado a manuscritos colacionados en las dos primeras partes: la edición de los cinco primeros libros completos de las Historias y la de los Excerpta sive epitomata (la tercera parte la componen los excerpta legationum y los fragmenta e variis scriptoribus collecta). En la primera parte, Casaubon recurrió a un libro Regiae Bibl[iothecae] elegantissime descripto, sed manus recentissimae cui parilem dono dedit nobis olim vir nobilis Antonius Verderius Lugdunensis, sed in quo tres postremi libri deerant. His duobus vetustior est saeculo uno vel altero quem nacti sumus e bibliotheca Serenissimi Principis Bavariae Ducis. El manuscrito regio manus recentissimae -del que procedía la copia incompleta donada por Antoine du Verdier (1544-1600)- puede ser el Parisinus gr. 1649 (Regius B) de 1547 (cf. Polibio 2008, p. lxxxv), uno de los siete manuscritos polibianos parisinos conocidos que contienen los cinco primeros libros de las Historias (cf. Moore 1965, p. 184). El Parisinus gr. 1648 (Regius A), por ejemplo, es más antiguo -se fecha a fines del s. XIV o principios del XV (cf. Moore 1965, p. 184; Polibio 2008, p. lxxiii)-. El manuscrito quem nacti sumus e biblioteca Serenissimi Principis Bavariae Ducis o codex Bavaricum, según lo denomina en una carta a José Escalígero (carta 510, p. 269, ed. Almeloveen 1709= 1606 07 06, ed. Botley-Van Miert 2012, vol. VI: Exspecto nunc codicem Bavaricum, si tantum apud Marcum Velserum gratia possum ut eius opera impetrare illum queam), lo consiguió Casaubon través del erudito augsburguense Marcus Welser (1558-1614) de la biblioteca de los Duques de Baviera creada a partir de la del duque Alberto V (carta enviada por Welser a Escalígero 1606 05 31, ed. Botley-Van Miert 2012, vol. VI: Casaubono me Polybium membranaceum ex Boica bibliotheca impetraturum prope confido). Con toda probabilidad este códice es el Monacensis gr. 157 que también había servido para realizar la princeps de los 5 primeros libros de las Historias polibianas (Polibio 1972, p. cxlvii, y Polibio 2008, p. lxxii). Para editar los Excerpta antiqua, Casaubon empleó, entre otros, libro m[anu]s[cripto] regiae Bibliotheca non admodum bonae notae. Item vetustissimis membranis Epitomen continentibus librorum XVII primorum e bibliotheca Serenissimi Principis Urbini Ducis. En la Biblioteca Nacional de París se conservan 12 ms. con los Excerpta Antiqua(cf. Moore 1965, pp. 185-186). Desconozco cuál de ellos es este ms. non admodum bonae notae. El Polibio urbinate es más fácil de identificar. Fue prestado a Casaubon por el Duque de Urbino, Francesco María II, gracias a la mediación del embajador francés en Venecia Philippe Canaye de Fresne (1551-1610), durante mucho tiempo amigo de Casaubon, y a la del propio rey Enrique IV. Casaubon pudo trabajar con él desde junio de 1606. Fue devuelto en septiembre de 1609 (cf. Martin 1890, pp. 20 y 24). Actualmente se encuentra en la Biblioteca Vaticana. Se trata del “muy valioso” Urbinas gr. 102 (cf. Polibio 1972, p. cxliv; Polybe 2003, p. liii, y Polibio 2008, p. lxxiii).
II, 44-46: si Hygini liber De castrametatione Ro[manorum] apud vos alicubi lateat, quaeso oroque per omnes Musas exemplum mitte] Entre las tres obras atribuidas a Higino Gromático, conservadas en el Corpus Agrimensorum, existe un tratado sobre las técnicas romanas de castramentación: el De munitionibus castrorum(cf. Hyginus 1848, pp. iii-viii y 1-63). En el momento en que Casaubon escribía a Ramírez de Prado no existía una edición impresa de éste por lo demás muy complejo tratado, lo habitual era manejar copias manuscritas del mismo. Es así como lo utilizó Lipsio que lo cita frecuentemente en De militia romana de 1595, su comentario a Polibio (Lipsius 1675, p. 250= De mil., 5, 3: Nisi quis alius in verbis iis [Hyg. De munitionibus castrorum, 18] sensus, quem scrutari magis pensiculate haud possim quoniam scriptus ille codex non ultra mihi ad manum, et paucula sunt excerpta. Siquis habet, et tanti est, videto, imo edito et videndum etiam aliis praebeto). Sin duda Casaubon, al igual que había hecho Lipsio, deseaba utilizar esta obra para el comentario a Polibio con el que proyectaba rematar su edición y traducción de 1609, comentario que nunca completó y del que sólo póstumamente se publicaron las notas al libro I. Muy poco después apareció la edición príncipe del De munitionibus castrorum de Higino, obra de Petrus Scriverius (1576-1660), quien lo publicó en 1607 junto a otros autores romanos de temas militares. Casaubon agradecía el envío de un ejemplar al propio Scriverius por medio de una carta fechada en París el 18 de octubre de 1607 (carta 575, p. 304, ed. Admeloveen 1709: Multum tibi debeo, doctissime Scriveri, propter illud munus eximium quo sum nuper a te donatus: Στρατηγικοὺς tuos dico Auctores, quos ante mensem unum aut alterum accepi tuo nomine a clarissimo Baudio mihi missos).
II, 46-48: Vale nobilissime iuvenum et me ama, rogatus qui recipisti ultro Lutetiae Parisiorum, a[nte] d[iem] Kal[endas] Sept[embris] MDCVI.] El escribano que copió esta carta no entendió bien la expresión rogatus qui recipisti ultro Lutetiae Parisiorum. Inicialmente dejó un hueco y no escribió las palabras qui recipisti. Posteriormente, con otra tinta, el hueco se completó posiblemente por una mano distinta. El Lutetia’ de la transcripción está subrayado. Desde finales de agosto de 1606, Isaac Casaubon se instaló junto a su familia en La Bretonnière, cerca de Chartres al suroeste de París, huyendo de un brote de peste que afectaba a la capital (carta 517 a Escalígero, del 26 de agosto de 1606, p. 272, ed. Almeloveen 1709= 1606 08 26, ed. Botley-Van Miert 2012, vol. VI: Coeterum moestissimus haec tibi scribo, sub discessum in proximum pagum, Bretoneriam nomine). Según la datación de su correspondencia, la familia Casaubon regresó a París a finales de octubre del mismo año. La última carta de Casaubon fechada en La Bretonnière es del 29 de octubre de 1606 (cf. carta 534 a Charles Labbé, p. 279, ed. Almeloveen 1709).
II, 50: libro De coloribus] Según se deduce de una nota de sus Animadversiones a Ath., Deipn., 1, 26A (“[El vino] pone la sangre roja y fluida, y procura sueños tranquilos”, trad. de Rodríguez-Noriega), Casaubon tenía ya preparado un comentario a este tratado de Teofrasto, trabajo que, según esta posdata a Ramírez de Prado, Casaubon prevé retomar al finalizar su Polibio, Casaubon 1600, p. 37= 1, 20: In Theophrasti libello de coloribus ἔμπυρρον et λευκόπυρρον eiusdem coloris appellationes esse invenias, ut scripsimus in nostro de coloribus commentario. Casaubon había traducido y comentado los Caracteres de Teofrastro en 1592 (Pattison 1892, p. 477).