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Ciencias marinas
versión impresa ISSN 0185-3880
Cienc. mar vol.40 no.4 Ensenada dic. 2014
Prefacio
Preface
Antropicosta Iberoamérica 2014
La zona costera, margen marino-continental, representa una frontera compleja y de amplitud variable, en la cual las áreas terrestres y marinas se afectan mutuamente. Así, los procesos continentales (e.g., la erosión eólica o fluvial, o la contaminación antropogénica) influyen sobre el funcionamiento de los sistemas acuáticos, y los procesos marinos (e.g., el oleaje, las corrientes mareales y las inundaciones por agua de mar) afectan la forma y el funcionamiento de los ecosistemas en tierra. Esta interacción da lugar a ecosistemas únicos-los ecosistemas costeros-de gran diversidad, variabilidad natural y valor ambiental.
La zona costera se caracteriza por una intensa actividad geomorfológica y geoquímica, que da lugar a una diversidad de ecosistemas y medios sedimentarios. Estos ecosistemas incluyen plataformas continentales, marismas, playas rocosas, acantilados, planicies costeras y una amplia variedad de humedales (lagunas costeras, estuarios, deltas), todos ellos ambientes de espectacular belleza que a la vez proveen bienes y numerosos servicios ambientales de gran valor para la sociedad. Entre los bienes disponibles se encuentra una gran abundancia de alimentos, recursos minerales y petroleros, y materiales para construcción (madera, arena, rocas, cal). Además, la alta biodiversidad y la presencia de especies exclusivas de la zona costera ofrecen una reserva genética con el potencial de ser utilizada en medicina y biotecnología (Martínez et al. 2007).
Esta riqueza y diversidad de los recursos ha causado el establecimiento de una alta densidad de población y de actividades humanas a lo largo de las costas y estuarios del mundo. La mayor densidad de población humana se encuentra localizada dentro de una franja ubicada a 100 km de distancia de la línea de costa y dentro de 200 m del nivel del mar, y se estima que en 2001 alrededor de la mitad de la población mundial vivía dentro de 200 km desde la línea de costa (Small y Cohen 2004).
Debido a la mayor densidad de población en las zonas costeras, la demanda de recursos naturales para satisfacer sus necesidades es mayor y, por ende, la presión antrópica sobre los ecosistemas costeros aumenta. Los paisajes naturales y los hábitats se alteran, muchas veces se destruyen, para acomodar a la creciente población y actividad económica: los cuerpos de agua se convierten en receptáculo de los residuos urbanos, agrícolas e industriales; los humedales se drenan y se convierten en basureros; las planicies costeras que rodean los estuarios se reducen y utilizan para construir infraestructura portuaria; y los manglares y otros bosques son talados para dar paso a granjas y terrenos de cultivo agrícola, cuyos residuos alcanzan los humedales aledaños y provocan la eutrofización de sus aguas. Se estima que un 40% de los océanos del mundo está fuertemente afectado por las actividades humanas y pocas áreas, si es que aún queda alguna, permanecen intactas (Halpern et al. 2008).
La zona costera no sólo es afectada directamente por las actividades humanas, sino también recibe los efectos de los eventos climáticos, de origen natural y/o agravados por la influencia del hombre. Ambos factores, englobados dentro del término cambio global (Vitousek 1994), actúan de manera sinérgica, de modo que los intentos de predecir los impactos del cambio climático en la zona costera deben tomar en cuenta los efectos directos de las actividades humanas y viceversa. Por esta razón, es necesario entender cómo la zona costera está respondiendo ahora a la interferencia humana, cómo ha respondido en el pasado y cómo podría responder en el futuro frente al cambio global (Crossland et al. 2005).
Este volumen de Ciencias Marinas integra una selección de las comunicaciones científicas presentadas en la tercera edición del congreso "Antropicosta Iberoamérica 2014", realizado del 16 al 20 de junio de 2014 en Mazatlán (Sinaloa, México), bajo el auspicio del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología y con el apoyo de la Secretaría Técnica de Intercambio Académico de la Coordinación de la Investigación Científica, de la Universidad Nacional Autónoma de México. El Congreso contó con participantes de seis países (Brasil, Cuba, El Salvador, España, México y Suiza) y un total de 50 ponencias. Los trabajos incluidos en la presente compilación muestran, desde distintas perspectivas y metodologías, diversas facetas del impacto del cambio global sobre las características biogeoquímicas del ambiente costero, incluyendo la degradación de la calidad de sus aguas y sedimentos, el azolvamiento de humedales de importancia internacional debido a la erosión continental, el impacto de las actividades humanas sobre ecosistemas emblemáticos como los manglares y los arrecifes coralinos, así como su influencia sobre las tendencias de la elevación del nivel del mar. Esperamos que este esfuerzo científico contribuya a incrementar el conocimiento de nuestras costas antropizadas y ayude a mejorar su gestión ambiental.
Ana Carolina Ruiz-Fernández, Joan-Albert Sanchez-Cabeza, Alejandro Cearreta
Organizadores
Ana Carolina Ruiz-Fernández
Editora invitada
References
Crossland CJ, Kremer HH, Lindeboom HJ, Marshall Crossland JI, Le Tissier MDA. 2005. Coastal Fluxes in the Anthropocene: The Land-Ocean Interactions in the Coastal Zone Project of the International Geosphere-Biosphere Programme. Springer-Verlag, Berlin, Heidelberg, 231 pp. [ Links ]
Halpern BS, Walbridge S, Selkoe Kimberly A, Kappel CV, Micheli F, D'Agrosa C, Bruno JF, Casey KS, Ebert C, Fox HE, Fujita R, Heinemann D, Lenihan HS, Madin EMP, Perry MT, Selig ER, Spalding M, Steneck R, Watson R. 2008. A global map of human impact on marine ecosystems. Science 319: 948-952. [ Links ]
Martinez ML, Intralawan A, Vázquez G, Perez-Maqueo O, Sutton P, Landgraue R. 2007. The coasts of our world: Ecological, economic and social importance. Ecol. Econ. 63: 254-272. [ Links ]
Small C, Cohen JE. 2004. Continental physiography, climate, and the global distribution of human population. Curr. Anthropol. 45(2): 269-277. [ Links ]
Vitousek PM. 1994. Beyond global warming: Ecology and global change. Ecology 75: 1861-1876. [ Links ]