SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.30 número117Cuerpo significante: emblemas identitarios a flor de piel. El movimiento fetichista en GuadalajaraSobre la existencia de un nahualismo purépecha y la continuidad cultural en Mesoamérica índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Relaciones. Estudios de historia y sociedad

versión On-line ISSN 2448-7554versión impresa ISSN 0185-3929

Relac. Estud. hist. soc. vol.30 no.117 Zamora mar. 2009

 

Documento

 

La astronomía teórica novohispana: Francisco Dimas Rangel y la aurora boreal de 1789

 

Heréndira Téllez Nieto*, Juan Manuel Espinosa Sánchez**

 

* Universidad Autónoma de Madrid. Correo electrónico: here_tellez@hotmail.com

** Universidad de Quintana Roo. Correo electrónico: newton1966@hotmail.com

 

La función de los frailes y los clérigos en Nueva España la desempeñaban
ahora los universitarios y los escritores. El lugar que antes
ocupaba la teología y la religión lo ocupa hoy la ideología... para
explicar las imágenes que provoca en la conciencia de los mexicanos:
su poder es múltiple y ha sido constante en nuestra historia
desde hace siglo y medio. Un poder que es económico, científico,
técnico, militar y cultural... asimismo, penetra en los dominios de la
écnica (y) la ciencia...

Octavio Paz, El ogro filantrópico1

 

ESTUDIOS SOBRE LA AURORA BOREAL EN LA NUEVA ESPAÑA ILUSTRADA

Francisco Dimas Rangel y Diego de Guadalajara fueron los mejores relojeros novohispanos a finales del siglo XVIII. De Rangel se desconoce su fecha de nacimiento, pero las fuentes mencionan que nació en Valladolid en la Nueva España, además participó en la Tertulias organizadas por el virrey Flores, al lado de Alzate y León y Gama. Rangel a fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX construyó un reloj mecánico para la iglesia Metropolitana. Rangel también fabricó relojes mecánicos que fueron a la ciudad de Lima, en el virreinato del Perú. Rangel en su vida construyó once relojes grandes mecánicos para iglesias y lugares civiles.2 Sobre sus obras científicas, Rangel escribió en 1787 las Advertencias para el buen uso de los relojes de faltriquera y para hacer juicio de su bondad, estudio que está extraviado. En 1789 elaboró el Discurso físico sobre la formación de las auroras boreales;3 que tiene el pie de imprenta realizada en la ciudad de México por la imprenta de los herederos de José de Jáuregui.

José de Jáuregui era clérigo y licenciado en teología, aproximadamente en 1755 ya tenía su impresora, pero en el año de 1754 adquirió la imprenta de una de las herederas de María de Rivera Calderón de Benavides, cuya licencia de impresora data del año de 1625 y comienza un linaje familiar de mujeres impresoras Paula de Benavides.4 Posteriormente Jáuregui compra la imprenta de la Biblioteca Mexicana de Juan José Eguiara y Eguren y para 1769 adquirió la de Nuevo Rezado y Jáuregui falleció en 1778.5 En 1780, en las portadas de los libros impresos del taller de Jáuregui llevaran en el pie de imprenta el título de los herederos de José de Jáuregui, entre ellos posiblemente, estaban José Fernández de Jáuregui y María Fernández de Jáuregui, quienes firmarán los trabajos tipográficos salidos de su taller,6 como es el ejemplo la obra de Rangel y su Discurso Físico. La imprenta siguió funcionando y para 1781 tuvo el sello de impresión de Nueva Madrileña.

El historiador Roberto Moreno hace mención en su estudio dedicado a la astronomía novohispana del siglo XVIII, sobre la existencia de dos ediciones sobre esta obra, una con fecha de 1789 y otra con data de 1790, por lo que existieron dos impresiones con años diferentes.7 Además, Moreno hace referencia de los impresos relacionados con este fenómeno celeste como son las obras de los siguientes autores:

Antonio de León y Gama, "Discurso sobre la Luz Septentrional, que se vio en esta Ciudad el día 14 de Noviembre de 1789 entre 8 y 9 de la noche", en Gazeta de México, tomo III, núm. 44, Imp. de Felipe de Zúñiga y Ontiveros, 15 de diciembre de 1789, 432-447.

Antonio de León y Gama " Continuación del Discurso sobre la Aurora Boreal", en Gazeta de México, tomo III, núm. 45, México, Imp. de Felipe de Zúñiga y Ontiveros, Diciembre de 1789, 444-447.

Antonio de León y Gama, "Discurso sobre la Luz Septentrional, que se vio en esta Ciudad el día 14 de Noviembre de 1789 entre 8 y 9 de la noche", en Gazeta de México, tomo III, núm. 44, Imp. de Felipe de Zúñiga y Ontiveros, 15 de diciembre de 1789, 432-447.

Antonio de León y Gama, Disertación física sobre la materia y formación de las auroras boreales, México, imp. de Felipe Zúñiga y Ontiveros, 1790.

José Antonio de Alzate, "Carta al Autor de la Gazeta de Literatura al Anónimo que imprimió en las de México NN. 44 y 45 un Discurso sobre la Aurora Boreal", en Gazeta de Literatura, tomo I, núm. 13, México, Imp. de Felipe de Zúñiga y Ontiveros, 8 de marzo de 1790, 97-104.

José Antonio de Alzate, Gazeta de Literatura, tomo II, núm. 10, México, Imp. de Felipe Zúñiga y Ontiveros, 11 de enero de 1791, 75-76.

José Antonio de Alzate, "Noticia del Meteoro observado en esta cuidad en la Noche del día 14", en Gazeta de Literatura, tomo I, núm. 6, México, imp. de Felipe Zúñiga y Ontiveros, 19 de noviembre de 1789, 41-43.

José Antonio de Alzate, "Novedad Literaria. Disertación (nombrada) Física, sobre la materia y formación de las auroras boreales... por D. Antonio de León y Gama &c", en Gazeta de Literatura, tomo I, núm. 24, México, Imp. de Felipe de Zúñiga y Ontiveros,16 de agosto de 1790, 16.

Asimismo Rangel en 1791 redactó una "Carta de D. Francisco Rangel al Autor de la Gazeta de Literatura que contiene varias reflexiones tocante al sistema de D. Antonio de León y Gama, al pie de ellas ciertas notas de un anónimo",8 publicada en la Gazeta de Literatura. Rangel solicita una licencia de impresor en 1784 al virrey de la Nueva España Matías de Gálvez y Gallardo. Para lo cual el mencionado virrey designa al director de la Academia de San Carlos, Jerónimo Gil, dictaminar la imprenta de Rangel en torno a sus moldes, punzones y matrices hechos por el propio Rangel y su expediente fue turnado a los impresores José de Hogal y Felipe de Zúñiga de Ontiveros, en razón que no tenían enseñanza en el arte de la impresión. Hogal y Zuñiga de Ontiveros como peritos aprobaron su solicitud, y le recomendaron a Rangel traer de España la imprenta,9 el 10 de mayo de 1787, obtuvo el permiso para ser impresor y además de ser grabador también fundió caracteres para su máquina impresora e instauró su propia relojería, establecida en la calle del Puente de Palacio y duró hasta 1789, para reubicarse posteriormente en la calle del Portal de Mercaderes, sólo se conocen seis obras impresas en su respectivo taller tipo gráfico y un escrito es de él titulado Advertencias para el buen uso de los relojes de faltriquera en el año de 1789 y para el año de 1814, era grabador y fundidor de letras de imprenta y falleció aproximadamente en ese mismo año.10

Por su parte Roberto Moreno de los Arcos en su obra Ensayos de historia de la ciencia y la tecnología en México realizó un análisis sobre lo sucedido utilizando esta información, para estudiar el diálogo científico sostenido principalmente por León y Gama contra Alzate y Rangel, acerca de la aparición de la referida aurora boreal.11 Además Elías Trabulse en su libro la Historia de la ciencia en México, vol. III reproduce la Disertación física sobre las auroras boreales de León y Gama y la Carta sobre las auroras boreales de José Francisco Dimas Rangel.12Ambos historiadores de la ciencia, en el momento de redactar sus respectivos trabajos no pudieron localizar en México la obra de Rangel relacionada con el referido fenómeno celeste, por lo que ellos no estudian la influencia científica de nuestros respectivos autores al analizar la aurora boreal de 1789.

 

La química de Lavoisier y la óptica newtoniana en el Estudio Teórico de la Aurora Boreal de 1789

Por mi parte realicé un escrito titulado "Francisco Dimas Rangel y su Discurso físico: Un hallazgo para el estudio de la aurora boreal de 1789", que está en prensa donde manifiesto los distintos razonamientos científicos de nuestros respectivos autores, como León y Gama defensor de la mecánica y óptica newtoniana y Alzate y Rangel defensores de la química "moderna", para explicar la luminosidad sepia de la aurora boreal.

Rangel en su Discurso físico inició con la redacción del siguiente párrafo: "Con motivo de la Aurora Boreal que observamos a 14 de Noviembre del presente año de 1789, me puse a registrar algunos libros que tratan de esta materia, pues aunque ya había leído algo [...] me previno la idea de escribir un papel".13

En el presente escrito de Rangel hace mención de los autores que consultó para escribir su Discurso físico, al respecto menciona: Maupertius, y su libro la Historia de viaje a la Laponia, posteriormente, sólo hace mención de los escritores que tratan sobre asuntos relacionados con las apariciones de auroras boreales en Europa, Mairan, Bufon, Berger, Casini, Euler, Paulian, Mussembroek, Sigaud de la Fond, Lalande, el abate Para y Maquer.14

Es difícil constatar qué libros leyó Rangel para sustentar su conocimiento científico relacionado con la aurora boreal, puesto que no mencionó los títulos de las obras científicas como lo hizo con Maupertius, y tampoco dejó pistas de notas de pie de imprenta por lo que resulta difícil construir esta parte relativa a la consulta de libros.

Mairan, Tratado de física y la aurora boreal.
Paulian, Diccionario de matemáticas, Diccionario de física.
Sigaud de la Fond, Física experimental.
Musschembroeck, Ensayos de física.
Euler, Instituciones Calculi differencial, Introduction in analisis infinitorum.
Euler, Mechanica sive motus sciencia.
Lalande, Astronomía.
Musschembroeck, Cours de phisique experimentale.
Posiblemente sea Bouguer, La figure de la terre, 1749.
De Casini circuló en la Nueva España, su obra, La astronomía, grandeza de la tierra.
Buffon, Epoques de la nature, Reflexions sur la loi d 'attraction.
Pierre Joseph Macquer, Elémens de chymie theórique y sus Elémens de chymie pratique aparecidos en 1749 y 1751 respectivamente. La obra tuvo un gran éxito y fue reeditada en varias ocasiones en Francia. Fue traducida al castellano en 1784 y reimpresa en 1788 en Valencia, donde fue utilizada para la enseñanza de la química que se impartió en la propia universidad española.

La anterior lista de obras científicas algunas de ellas, como son las de Mairan, Maupertius, Berger, Euler, Paulian, Mussembroek, Sigaud de la Fond, y Lalande, con influencia newtoniana15 sugiere que Rangel conoció la física experimental de Newton de manera indirecta. La circulación de este material bibliográfico es una prueba de un lector de la física experimental, pero desconocemos si tuvo una biblioteca particular. En las bibliotecas p articulares tenían una buena cantidad de libros científicos que circularon en la Nueva España libremente. Como respuesta de ello, los novohispanos redactaron obras eruditas para explicar los fenómenos naturales. Por lo que Rangel con la información bibliográfica de su tiempo tuvo el conocimiento teórico científico para estudiar la naturaleza y aplicarlo, en su contexto orientado con la metodología científica de la química moderna y su Discurso físico, es el inicio de una discusión científica.16

En la Nueva España, a finales del siglo XVIII, existió una comunidad científica que con argumentos científicos establecieron una comunicación con características de una ciencia organizada y con una actitud de confrontación científica, en donde se observa una ciencia especializada en nuestros personajes, León y Gama con la física newtoniana y Alzate y Rangel con la química "moderna", para estudiar la aurora boreal y en el contexto de la historia de la ciencia novohispana son dos disciplinas especializadas y es el desarrollo o progreso científico teórico de la ciencia colonial. Por lo que tenemos una división de las disciplinas científicas al interior de la comunidad científica novohispana. Para analizar el problema del referido fenómeno celeste y su color púrpura, los presentes escritos de nuestro autores son el resultado de los últimos avances de la óptica en el estudio de los problemas de su realidad material y social.17

Esta comunidad se manifestó en la presencia de un grupo de individuos con formación académica que corresponde a una actividad científica, y con una crítica relacionada con la ciencia para solucionar los problemas mismos que se conciben en nuestro planeta: sus fenómenos naturales. Por lo que tenemos dos ciencias que rivalizan que son innovadoras para su época, por sus alcances científicos, con la aplicación de nuevos conceptos, es decir, un nuevo lenguaje científico y que nuestros hombres de ciencia los aplicaron con las teorías, métodos y técnicas18 en el estudio de los fenómenos ópticos. Para la época se desconocía, cuál era el origen del color rojo de la aurora, y son dos teorías fuertes, pero al paso del tiempo, Rangel tiene razón y la de León y Gama, y con todo su explicación racional científica que cita los Principia y la Óptica de Newton no es la correcta.19

De esta manera, se da una fragmentación de la comunidad científica y se constituyen diversos grupos o pequeñas comunidades acordes a su especialidad en la ciencia. Se percibe una división de la comunidad científica perteneciente a esta época histórica, tal y como se observa en la ilustración, donde existen diversas teorías científicas. No hay un consenso para explicar el fenómeno natural. ¿Dentro de las teorías científicas que se perciben en el siglo XVIII, puede haber inconmensurabilidad o desacuerdo para explicar un fenómeno natural, por parte de la comunidad científica novohispana? La respuesta es sí, y un ejemplo de ello en la Nueva España es el tema de la aurora boreal de 1789,20 en donde el diálogo escrito se presenta entre las partes oponentes para explicar a la naturaleza.

Para poder explicar la inconmensurabilidad en la época de la Ilustración novohispana, se recurre a la interpretación21 de los textos científicos impresos hallados en las diversas bibliotecas, donde existen fuentes coloniales y en las cuales se llevó a cabo la presente investigación para rescatar nuestro pasado científico.

Con la inconmensurabilidad, el conocimiento surge del diálogo entre un autor y sus lectores y el Discurso físico de Rangel es el inicio la conversación científica. A partir de esta conversación científica, se forma el entendimiento racional desde de dos teorías científicas diferentes que están inmersas al interior de los respectivos textos, para explicar la aurora boreal. ¿Qué sucede con el problema de la inconmensurabilidad o desacuerdo? Hay una conversación de opiniones contrarias, se plantean diferencias insuperables, uno se pone en el lugar del otro para comprender su punto de vista, pero cada interlocutor intenta hacer valer sus opiniones o argumentos. Cuando esto pasa hay una reciprocidad y cada interlocutor sopesa los contraargumentos al mismo tiempo que mantiene sus propias razones y se llega a un "intercambio de pareceres" con un lenguaje científico. El libro mencionado de Rangel estudia el tema de la aurora boreal y hay una comprensión del texto mismo. En este sentido están implicadas las ideas propias del intérprete, es decir, utilizó a la química para analizar el citado fenómeno celeste.

Por lo tanto, está presente la inconmensurabilidad, al estar en pugna dos teorías, la que se basaba en Lavoisier y Mussembroek y la de Newton, para explicar la aurora boreal. Además el historiador de la ciencia novohispana tiene que explicar la "coexistencia de teorías rivales",22 que tenemos presentes para el análisis del respectivo fenómeno celeste. Es interesante en este punto la solución epistemológica de Laudan, la cual dice: que existen "actitudes cognoscitivas que los científicos adoptan hacia las teorías, incluyendo aceptar, rechazar, perseguir [y] mantener" las teorías,23 tratar de explicar las posturas opuestas de nuestros científicos novohispano que sostienen una disputa intelectual o científica. Al tener dos axiomas rivales tenemos presente el desarrollo científico de la propia Nueva España en la época de la ilustración. Está presente la comunicación para llegar a un intercambio de opiniones distintas, y el medio utilizado es la publicación.

Al respecto sobre la coexistencia de teorías rivales, Rangel en su carta dirigida a la Gazeta de Literatura rebatió las ideas de León y Gama conforme a la aparición de la aurora boreal en el cielo. Rangel aparentemente tomó esta idea del texto de Lavoisier, pero en realidad no fue así,24 ya que el Tratado elemental de química, se publicó en 1789, y en la nota tres de la carta de Rangel, Alzate escribió lo siguiente:

No será fuera de propósito a mis lectores la extraña y feliz contingencia de que el autor de este sistema hubiera publicado el mismo de que Lavoisier, uno de los mayores químicos del día, acababa de dar una idea en París en su Tratado elemental de química [...] sobre la aurora boreal, impreso en 1789. Es muy posible, dice Lavoisier, y aun es muy probable, que se hayan formado desde el principio del mundo y se formen diariamente gases que no pueden mezclarse sino con dificultad con el aire de la atmósfera, y que se separen de él. Si estos gases son más ligeros, deben juntarse en las regiones más elevadas y formar capas que naden sobre el aire atmosférico. Los fenómenos que acompañan a los meteoros ígneos se mueven a creer que hay en lo mas alto de la atmósfera una capa de un fluido inflamable, y que en el punto del contacto de estas dos capas de aire, es en donde se forman los fenómenos de la aurora boreal y de otros meteóros ígneos 25

El pensamiento de Rangel es innovador en la ciencia novohispana y análoga a la de Lavoisier en Europa, porque el presente escrito de Rangel es interesante en la historia de la ciencia colonial, al dar una solución diferente al problema científico, al presentarse en el cielo novohispano una luz carmesí.

El problema que enfrenta la mecánica newtoniana es que no estudia la aurora boreal, pero cabe señalar que en el siglo de la Ilustración, los seguidores europeos de la ciencia newtoniana (como William Hershel) trataron de explicar los colores de los planetas y el estudio físico de las estrellas con la macromecánica newtoniana, por lo que el planteamiento de León y Gama es muy interesante al teorizar con la física newtoniana en el cosmos.

León y Gama por su parte trató de resolver y dar una explicación científica sobre la aparición de loa aurora boreal redactando el libro Disertación física sobre la materia y formación de las auroras boreales, la cual fue observada en la Nueva España el 14 de noviembre de 1789. En dicha obra, León y Gama demostró ser el mejor astrónomo teórico de su época en la Nueva España, al hacer alarde de su erudición sobre la física newtoniana y al utilizar la matemática y la experimentación. Además, citó las obras de Newton, su Óptica y los Principia. A lo largo del texto, León y Gama empleó el lenguaje newtoniano como masa, espacio, tiempo, fuerza, inercia y teoría gravitacional. León y Gama menciona en su proposición 3: "La variedad de colores con que se presenta la aurora boreal, así como la mayor o menor actividad de su luz, depende de la atmósfera".26

Antonio de León y Gama manejó la Óptica de Newton para explicar el color de la aurora boreal, haciendo una analogía con la variedad de colores de la luz blanca al proyectarse sobre el prisma. Este hecho lo traslada al macrocosmos para analizar la variedad de colores de la aurora. León y Gama aplicó la física newtoniana en su Disertación física. En ella, el autor se consolidó como un científico newtoniano.27

Por su parte, Alzate y Rangel explicaron éste fenómeno siguiendo los experimentos en química de Musschembroeck y Lavoisier, para explicar a la naturaleza con interrogantes metodológicas y con preceptos científicos que implican un lenguaje del estudio experimental de los fenómenos observados al realizar las comprobaciones para comprobar teorías,28 como el encendido del gas helio provocado por una chispa eléctrica y que ya habíamos analizado con anterioridad en mi tesis de licenciatura,29 pero nos interesa la obra de Rangel el Discurso físico, en donde expuso su propia teoría y explicó la constitución de la aurora boreal: "Es cosa bien sabida de los Físicos modernos, que entre las substancias aeriformes conocidas no hay otra de menos gravedad específica que el gas inflamable. Se da este nombre a una especie de aire muy sutil [...] Para la inflamación de este gas, se requiere la concurrencia, o contacto del aire atmosférico [...] para incendiarse".30

Rangel apoyado por las teorías del Abate Para y Lalande, explicaron que el agente que desencadenó la aparición de la luz, del citado fenómeno natural: el agente que inflamó el gas hidrógeno fue la electricidad. Dado que dicho gas es muy ligero, puede subir a la atmósfera, mezclarse con el aire, provocando una chispa eléctrica. Se enciende el gas y el resultado es la luminosidad observada en las auroras boreales.31

Por lo que Rangel utilizó una serie de autores diferentes para llegar a una hipótesis científica, para puntualizar el color púrpura de la aurora boreal de 1789, que es un análisis producto por el conocimiento de la química "moderna", para convertirse posteriormente en un axioma fundamental para explicar la aparición en el firmamento del citado fenómeno celeste. Rangel explica con los argumentos científicos del padre Para y Lalande, la descripción del citado fenómeno natural y darlo a conocer públicamente, para que después sostenga Rangel una comunicación científica con Alzate y León y Gama. Para tener un discurso científico entre las partes opuestas y dar sus puntos de vista diferentes con una visión racional y científica del fenómeno de la naturaleza en cuestión.

Además, Rangel en su respectiva obra utiliza el término gravedad, como la nota textual anterior, sin hacer mención de Newton. En el siglo XVIII en Europa no "existen newtonianos puros", sino eclécticos como son los casos de Maupertius y Euler, en cambio Rangel es lector de Buffon, que en sus estudios químicos hizo referencia entre la analogía de la atracción física (la gravedad) y las afinidades químicas, y citaremos a Ilya Prigione e Isabelle Stengers que mencionan:

el programa newtoniano [estudió] la reducción del conjunto de los fenómenos físicos-químicos a la acción de las fuerzas —algunos han añadido a la atracción universal de la gravedad la fuerza repulsiva del calor que dilata los cuerpos y facilita la disolución, así como las fuerzas eléctricas y magnéticas—, llegó a ser el programa oficial del grupo más potente y prestigioso: la escuela de Laplace que domina el mundo científico32

El poder de la ciencia newtoniana para explicar diversos fenómenos del cosmos es venerada por Laplace, y hoy la dinámica newtoniana permanece vigente en la física.33 Rangel en su Discurso físico no cita los Principia y la Óptica de Newton. Pero se apoya con autores europeos que en su momento defienden los axiomas newtonianos de la mecánica en Europa, como Maupertius, Euler, Paulian, Mussembroek, y Lalande. Se puede considerar a Rangel ser seguidor de Newton, en su Discurso físico, pero mediante obras europeas alternas de autores que siguieron la mecánica newtoniana. Newton domina el Mundo científico en la época de la Ilustración, Europa y América, en la explicación de la naturaleza con principios científicos.34

Los seguidores de Newton investigan a la naturaleza y la explican con la aplicación de la teoría universal de la gravedad a los fenómenos de su entorno y hubo concordia con la química, es decir la ciencia newtoniana unifica el conocimiento en física, astronomía y matemática.

Cabe recordar que, en su época, Isaac Newton aplicó el término de gravedad para explicar el movimiento de los astros en el macrocosmos, como veremos a continuación citando sus Principios matemáticos de la filosofía natural, Libro I, Definición V dice:

La fuerza centrípeta es aquella en virtud de la cual los cuerpos son atraídos, empujados, o de algún modo tienden hacia un punto como a un centro. De esta clase es la gravedad por que los cuerpos tienden hacia el centro de la Tierra [...] y la fuerza, cualquiera que sea, por la que constantemente los planetas se ven apartados de las trayectorias rectilíneas y se ven obligados a permanecer girando en líneas curvas.35

Newton en sus Principia enuncia su ley de la teoría gravitacional para explicar el sistema solar, además de sus axiomas de movimiento, el movimiento de la luna y la caída libre de los cuerpos, entre otros temas analizados con la matemática más avanzada de su época. El axioma de la gravedad es una ley universal que explica el movimiento de los astros en el macrocosmos y el movimiento de los proyectiles en la Tierra, por lo que es una ley mundial probada matemáticamente y aplicada y ampliada a terrenos de la química.

El conocimiento de los postulados newtonianos se extendía de Inglaterra a otras naciones europeas por la capacidad de la física newtoniana en explicar los fenómenos de la naturaleza.36 La mecánica newtoniana se extendió a las colonias de ultramar del imperio español, y sus seguidores del continente americano en el siglo de las luces aplicaban la ciencia newtoniana para explicar los fenómenos naturales de su entorno geográfico y su diversidad cultural.37

 

REFLEXIÓN FINAL

La época de la Ilustración se caracterizó por dos estructuras en el pensamiento científico: la razón y la naturaleza. La matemática es el enlace entre ambas. Además de los desarrollos de la física, como la teoría gravitacional de Newton, esta epistemología científica penetró en los países católicos: De la razón depende la ciencia y la filosofía, su método es el análisis, la comprobación y establecer axiomas para estudiar a la naturaleza.

La física newtoniana con sus directrices de fuerza, masa, inercia, teoría gravitational y la teoría de los colores planteó de una manera precisa el programa de toda investigación científica en el siglo XVIII.38 En el siglo de las luces, hay una gran influencia newtoniana que se refleja en los escritos de la época. Esta amplia divulgación dio a conocer los postulados newtonianos39 en naciones como Portugal, España y en sus respectivas colonias de ultramar.

Se requiere un esfuerzo para reconstruir esta parte olvidada en la historia de la ciencia mexicana: Newton en la Nueva España del siglo XVIII. Hace falta buscar y analizar la extensión de la revolución científica newtoniana en suelo novohispano. 40 Captar la difusión, aceptación y el desarrollo de la física newtoniana con los novohispanos, permite conocer una parte del proceso de la formación cultural científica novohispana ilustrada. Por lo cual (damos a conocer ) mostramos la presente edición de la obra de Francisco Dimas Rangel, el Discurso físico, porque al interior de sus páginas acepta la teoría gravitacional.

 

La edición del documento

 

BIBLIOGRAFÍA

Arboleda, Luis Carlos, "Acerca del problema de la difusión científica en la periferia: El caso de la Física newtoniana en la Nueva Granada (1790-1820)", Quipu, vol. 4 núm. 1, México, enero-abril, 1987, 7-30.         [ Links ]

Beristaín y Souza, José Mariano, Biblioteca Hispano Americana Septentrional, vol. I, México, Imp. de Alejandro Valdés, 1816.         [ Links ]

Brading, David A., Orbe indiano. De la monarquía católica a la republica criolla, 1492-1867, México, Fondo de Cultura Económica, 1998.         [ Links ]

Buxó, José Pascual, Impresores novohispanos en las bibliotecas públicas de los Estados Unidos de América (1543-1800), México, Instituto de Investigaciones Bibliográficas-UNAM, 1994.         [ Links ]

Cassirer, Ernest, La filosofía de la Ilustración, México, Fondo de Cultura Económica, 1972.         [ Links ]

Cavo, Andrés, Suplemento a la historia de los tres siglos de México durante el gobierno español, vol. III, México, Imp. de Alejandro Valdés, 1836.         [ Links ]

Cohen, I. Bernard, 'The Eighteenth-Century Origins of the concept of Scientific Revolution", in Journal of the History of Ideas, vol. 37, núm. 2, Baltimore, Johns Hopkins University, abril-junio, 1996, 259-260.         [ Links ]

Dilthey, Wilhem, "Orígenes de la hermenéutica" en El mundo histórico, México, Fondo de Cultura Económica, 1978.         [ Links ]

Dimas Rangel, Joseph Francisco, Discurso físico sobre la formación de las auroras boreales, México, Imp. de Joseph de Jauregui, 1789.         [ Links ]

Elena, Alberto, A hombros de gigantes. Estudios sobre la primera Revolución científica, Madrid, Alianza, 1989.         [ Links ]

Espinosa Sánchez, Juan Manuel, "Newton y la física de la luz, en la Nueva España del siglo XVIII: Antonio de León y Gama y su estudio de la aurora boreal de 1789" en Memorias del X Congreso Mexicano de Historia de la Ciencia y de la Tecnología, México, Sociedad Mexicana de Historia de la Ciencia y la Tecnología, 2006, 73-80.         [ Links ]

----------, "La óptica novohispana en la segunda mitad del siglo XVIII", tesis para obtener el título de licenciado en Historia, Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, México, 1997.         [ Links ]

Fernández de Zamora, Rosa María, "Historia del libro y las bibliotecas en México: Trayectoria de sus protagonistas (segunda parte: siglos XVIII al XX), en Liber: Revista de Bibliotecología, nueva época, vol. 5, núm. 2, México, Asociación Mexicana de Bibliotecología, abril-junio, 2003, 6-16.         [ Links ]

----------, "El patrimonio bibliográfico de México," Ponencia presentada en 67th IFLA Council and General Conference, agosto 16-25, Boston, 2001, 1-5.         [ Links ]

Gazeta de México, núm. 38, México, Imp. de Felipe de Zúñiga y Ontiveros, Martes 24 de Mayo de 1785, 312.         [ Links ]

Gazeta de México, núm. 40, México, Imp. de Felipe de Zúñiga y Ontiveros, martes 21 de junio de 1785, 328.         [ Links ]

Gerbi, Antonello, La naturaleza de las Indias Nuevas, México, Fondo de Cultura Económica, 1978, 562.         [ Links ]

Habermas, Jürgen, Teoría y praxis. Estudios de filosofía social, Madrid, Tecnos, 2002.         [ Links ]

----------, Ciencia y técnica como "ideología", México, Rei, 1996.         [ Links ]

Laundan, Larry, "Un enfoque de solución de problemas al progreso científico", en Ian Hacking (compilador), Revoluciones científicas, México, Fondo de Cultura Económica, 1985, 273-293.         [ Links ]

León y Gama, Antonio de, Disertación física sobre la materia y formación de las auroras boreales, México, Imp. De Felipe de Zúñiga y Ontiveros, 1790.         [ Links ]

Medina, José Toribio, La imprenta en México (1539-1821), tomo 1, México, UNAM, 1989.         [ Links ]

Montiel Ontiveros, Ana Cecilia y Luz del Carmen Beltrán Carrera, "Paula de Benavides: Impresora del siglo XVII. El inicio de un linaje", en Contribuciones desde Coatepec, núm. 10, Toluca, UAEM, enero-junio, 2006, 103-115.         [ Links ]

Moreno, Roberto, "Astronomía Mexicana del siglo XVIII", en Arturo Moreno Corral (comp.), Historia de la Astronomía en México, México, Fondo de Cultura Económica, 1986, 255.         [ Links ]

----------, Ensayos de historia de la ciencia y la tecnología en México, (173) y el Cap. "Antonio de León y Gama (1735-1802)", 1986, 73-110.         [ Links ]

Newton, Isaac, Principios matemáticos de la filosofía natural, vol. I, Madrid, Alianza, 1998.         [ Links ]

Paz, Octavio, El ogro filantrópico, Obras completas, El peregrino en su patria, Historia y política de México, vol. 8, México, Fondo de Cultura Económica, 1993, 336-350.         [ Links ]

Pérez Salazar, Francisco, Los impresores de puebla en la época colonial. Dos familias de impresores mexicanos del siglo XVII, Puebla, Gobierno del Estado-Secretaría de Cultura, 1987.         [ Links ]

Piña Garza, Eduardo, Los relojes de México, México, UAM-Azcapotzalco, 1994.         [ Links ]

Prigione, Ilya e Isabelle Stengers, La nueva alianza. Metamorfosis de la ciencia, Madrid, Alianza, 1997.         [ Links ]

Rangel, Francisco, "Carta de D. Francisco Rangel al Autor de la Gazeta de Literatura, que contiene varias reflexiones tocante al sistema de D. Antonio de León y Gama, y al pie de ellas ciertas Notas de un Anónimo", en Gazeta de Literatura, tomo II, núm. 15 (Edición Príncipe), México 22 de marzo de 1791, 117-127.         [ Links ]

Sagan, Carl, Un punto azul pálido. Una visión del futuro humano en el espacio, España, Planeta, 1998.         [ Links ]

Sánchez Flores, Ramón, Historia de la tecnología y la invención en México, México, Fomento a la Cultura- Banamex, 1980.         [ Links ]

Stengers, Isabelle, Power and Invention, Minneapolis, University of Minnesota, 1997.         [ Links ]

Striner, Richard, "Political Newtonianism: The Cosmic Model of Politics in Europe and America", en The William and Mary Quarterly, 3a ed., ser., vol. 52, núm. 4, USA, Omohundro Institute of Early American History and Culture, octubre 1995, 583-608.         [ Links ]

Trabulse, Elías, Historia de la ciencia en México, vol. III, México, Fondo de Cultura Económica-Conacyt, 1982.         [ Links ]

----------, Arte y ciencia en la historia de México, México, Fomento de Cultura Banamex, 1995.         [ Links ]

Zúñiga Saldaña, María, "Privilegios para imprimir libros en la Nueva España, 1714-1803. La renta de un monopolio editorial", en Estudios del Hombre, núm. 20, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 2005, 60-86.         [ Links ]

 

Notas

1 Octavio Paz, El ogro filantrópico, Obras completas, El peregrino en su patria, Historia y política de México, vol. 8, México, Fondo de Cultura Económica, 1993, 340.

2 Vid. Eduardo Piña Garza, Los Relojes de México, México, UAM-Azcapotzalco, 1994, 110-113 y Ramón Sánchez Flores, Historia de la Tecnología y la Invención en México, México, Fomento a la Cultura-Banamex, 1980, 221.

3 José Pascual Buxó, Impresores Novohispanos en las Bibliotecas Públicas de los Estados Unidos de América (1543-1800), México, Instituto de Investigaciones Bibliográficas-UNAM, 1994, 269 y 271. La primera edición de 1789 y la segunda impresión de 1790 fueron realizadas en la imprenta de los herederos de Joseph de Jáuregui.

4 Ana Cecilia Montiel Ontiveros y Luz del Carmen Beltrán Carrera, "Paula de Benavides: Impresora del siglo XVII. El inicio de un linaje," en Contribuciones desde Coatepec, núm. 10, Toluca, Edo. de México, UAEM, enero-junio, 2006, 106, 112-113.

5 José Toribio Medina, La Imprenta en México (1539-1821), tomo 1, México, UNAM, 1989, pp.CLXXX-CLXXII y Rosa María Fernández de Zamora, "Historia del libro y las bibliotecas en México: Trayectoria de sus protagonistas (segunda parte: siglos XVIII al XX), en Liber: Revista de Bibliotecología, nueva época, vol. 5, núm. 2, México, Asociación Mexicana de Bibliotecología, abril-junio, 2003, 6-8.

6 Toribio, op. cit., pp.CLXXV, CLXXXVI y CXC; María Zúñiga Saldaña, "Privilegios para imprimir libros en la Nueva España, 1714 -1803. La renta de un monopolio editorial", en Estudios del Hombre, núm. 20, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 2005, 66-67 y Rosa María Fernández de Zamora, "El patrimonio bibliográfico de México," Ponencia presentada en 67th ifla Council and General Conference, agosto 16-25, 2001, Boston, 3-4.

7 Roberto Moreno, "Astronomía Mexicana del siglo XVIII", en Arturo Moreno Corral (comp.), Historia de la Astronomía en México, México, Fondo de Cultura Económica, 1986, 148.

8 Gazeta de México, núm. 38, México, Imp. de Felipe de Zúñiga y Ontiveros, Martes 24 de Mayo de 1785, 312; Gazeta de México, núm.40, México, Imp. de Felipe de Zúñiga y Ontiveros, Martes 21 de Junio de 1785, 328.

9 Francisco Pérez Salazar, Los Impresores de Puebla en la Época Colonial. Dos Familias de Impresores Mexicanos del siglo XVII, Puebla, Gobierno del Estado-Secretaría de Cultura, 1987, 229-230 y Toribio, op. cit, pp. CLXXXVII-CLXXXIX.

10 Se pueden consultar las siguientes obras; José Mariano Beristaín y Souza, Biblioteca Hispano Americana Septentrional, vol. I, México, Imp. de Alejandro Valdés, 1816, 9; Andrés Cavo, Suplemento a la Historia de los tres siglos de México durante el Gobierno Español, vol. III, México, Imp. de Alejandro Valdés, 1836, 89.

11 Roberto Moreno de los Arcos, Ensayos de historia de la ciencia y la tecnología en México, y el capítulo "Antonio de León y Gama (1735-1802)", 1986, 73-110.

12 Elías Trabulse, Historia de la ciencia en México, vol. III, México, Fondo de Cultura Económica-Conacyt, 1982, 238-274.

13 Joseph Francisco Dimas Rangel, Discurso físico sobre la formación de las auroras boreales, México, Imp. de Joseph de Jauregui, 1789, 1.

14 Ibid., p. I-VII.

15 Luis Carlos Arboleda hace mención de que las obras newtonianas más influyentes en las colonias hispanoamericanas durante el siglo XVIII son las de Boerhaave, S'Gravesade, Musschembroeck y Nollet, en donde estos autores en sus libros reinterpretaron la obra de Newton. Vid., su artículo "Acerca del problema de la difusión científica en la periferia: El caso de la Física newtoniana en la Nueva Granada (1790-1820)", Quipu, vol. 4 núm. 1, México, enero-abril, 1987, 11.

16 Jürgen Habermas, Teoría y praxis. Estudios de filosofía social, Madrid, Tecnos, 2002, 309.

17 Isabelle Stengers, Power and Invention, Minneapolis, University of Minnesota, 1997, 49-52.

18 Ibid., pp. 51-52.

19 Sobre el valor de enunciados racionales verdaderos o falsos, véase Jürgen Habermas, Ciencia y técnica como "ideología", México, Rei, 1996, 68.

20 La aurora boreal se forma "por electrones y protones procedentes del sol, atraídos por el campo magnético de la Tierra". Vid. Carl Sagan, Un punto azul pálido. Una visión del futuro humano en el espacio, España, Planeta, 1998, 74-75.

21 Vid. Wilhem Dilthey, "Orígenes de la hermenéutica" en El mundo histórico, México, Fondo de Cultura Económica, 1978, 321-336.

22 Larry Laudan, "Un enfoque de Solución de problemas al progreso científico", en Ian Hacking (comp.), Revoluciones Científicas, México, Fondo de Cultura Económica, 1985, 273-293.

23 Laudan, op. cit., p. 274.

24 "Carta de D. Francisco Rangel al Autor de la Gazeta de Literatura, que contiene varias reflexiones tocante al sistema de D. Antonio de León y Gama, y al pie de ellas ciertas Notas de un Anónimo," en Gazeta de Literatura, tomo II, núm. 15, México 22 de marzo de 1791, 117-122.

25 Ibid, pp.118-119.

26 Antonio de León y Gama, Disertación física sobre la materia y formación de las auroras boreales, México, Imp. De Felipe de Zúñiga y Ontiveros, 1790, 31.

27 Juan Manuel Espinosa Sánchez "Newton y la física de la luz, en la Nueva España del siglo XVI: Antonio de León y Gama y su estudio de la aurora boreal de 1789" en Memorias del X Congreso Mexicano de Historia de la Ciencia y de la Tecnología, México, Sociedad Mexicana de Historia de la Ciencia y la Tecnología, 2006, 76-79.

28 Antonello Gerbi, La naturaleza de las Indias Nuevas, México, Fondo de Cultura Económica, 1978, 358-359.

29 Juan Manuel Espinosa Sánchez, "La óptica novohispana en la segunda mitad del siglo XVIII", tesis para obtener el titulo de licenciado en Historia, Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, México, 1997, 73-83.

30 Rangel, Discurso físico, op. cit., pp. IV-V.

31 Ibid. p. VII.

32 Ilya Prigione e Isabelle Stengers, La nueva alianza. Metamorfosis de la ciencia, Madrid, Alianza, 1997, 97.

33 Ibid,, p. 99.

34 David A. Brading, Orbe Indiano. De la Monarquía Católica a la Republica Criolla, 14921867, México, Fondo de Cultura Económica, 1998, 560-561.

35 Isaac Newton, Principios matemáticos de la filosofía natural, vol. I, Madrid, Alianza, 1998, 123.

36 I. Bernard Cohen, "The Eighteenth-Century Origins of the concept of Scientific Revolution", en Journal of the History of Ideas, vol. 37, núm. 2, Baltimore, Johns Hopkins university, abril-junio 1996, 259-260.

37 Vid. Richard Striner, "Political Newtonianism: The Cosmic Model of Politics in Europe and America", en The William and Mary Quarterly, 3a. ed., ser., vol. 52, núm. 4, USA, Omohundro Institute of Early American History and Culture, octubre 1995, 583-585.

38 El siglo de las luces se asocia con la difusión y desarrollo de la ciencia newtoniana. Vid. Ernest Cassirer, La filosofía de la ilustración, México, Fondo de Cultura Económica, 1972, 70.

39 Vid. Alberto Elena, A hombros de gigantes. Estudios sobre la primera revolución científica, Madrid, Alianza, 1989, 158-165.

40 Elías Trabulse menciona que entre los años de 1750 a 1810, "Los estudios científicos amplían enormemente sus horizontes. Una nueva taxonomía se adopta en los terrenos de la botánica y de la zoología; asimismo, acogen las concepciones newtonianas al aceptarse como indubitable la existencia cósmica de la gravitación". Vid. su libro Arte y ciencia en la historia de México, México, Fomento de Cultura Banamex, 1995, 41.

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons