Acerca de la pandemia y sus terribles consecuencias se han escrito numerosas páginas y se seguirán multiplicando los relatos, análisis y planteamientos en los próximos meses y años. ¿Qué sentido tendría que TRACE añadiera una o dos páginas más para lamentarnos de lo que nos está pasando a escala planetaria o para criticar las equivocadas decisiones que han tomado los gobernantes?
Como todas las personas sabemos, la crisis sanitaria se ha traducido y se seguirá materializando con más-tiempo-en-casa. Desde luego que el trabajo en casa exigido por la prevención de riesgos de contagio y el consecuente confinamiento no es posible para muchos, que deben desempañar sus actividades fuera del hogar: conductores de camión, recolectores de basura, trabajadoras domésticas, médicos, enfermeras, albañiles, en fin, todas las labores que por su naturaleza es imposible realizar quedándose en casa.
Por el contrario, otras profesiones se ajustaron al confinamiento doméstico, especialmente si se cuenta con internet y computadora. Los escritores serían los primeros beneficiados, pero también los comunicadores, analistas políticos y predicadores. Así, uno de los oficios que no resultó tan afectado por el confinamiento y la permanencia en el hogar es el de la lectura y escritura académicas, el de la redacción de reportes, de libros, capítulos y artículos científicos.
¿Cuáles han sido los efectos visibles de la pandemia para la vida de las revistas científicas? Editores de diversas revistas nos han asegurado que se observa un aumento notable del número de consultas a revistas disponibles en formato electrónico y un número mayor de artículos sometidos a dictamen. En este sentido, nuestra revista, TRACE, ha sido beneficiaria de estos cambios drásticos del uso del tiempo y de la reducción de la movilidad humana. En estos meses de pandemia, el incremento de las actividades antes señaladas es notable, por lo que hemos redoblado el trabajo del equipo editorial, de los predictaminadores y los dictaminadores. A esta fecha, tenemos ya tres números temáticos esperando su turno para entrar a publicación. Algo inédito en la historia de TRACE.
Para este número, presentamos un artículo sobre los murales teotihuacanos, otro acerca del semidesierto de Zacatecas y dos más a propósito de la estructura 2D5 de Chichen Itzá y el crimen de Tekax, respectivamente. Además, un par de artículos en francés -uno acerca de la gestación subrogada y otro sobre una red de irrigación en el estado de Morelos- y uno más en inglés, sobre los maestros en las escuelas de Honduras. En fin, la variedad, riqueza y calidad de los manuscritos que están siendo revisados habla de que, al menos para las revistas académicas, el encierro de los científicos ha resultado una inspiración para seguir trabajando.