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Trace (México, DF)

versión On-line ISSN 2007-2392versión impresa ISSN 0185-6286

Trace (Méx. DF)  no.81 Ciudad de México ene. 2022  Epub 01-Ene-2022

https://doi.org/10.22134/trace.81.2022.778 

Sección general

Validación cualitativa de la escala latinoamericana y caribeña sobre seguridad alimentaria (ELCSA): Caso San Felipe Cuapexco, Puebla

Qualitative validation of the Latin American and Caribbean scale on food security (ELCSA): Case of San Felipe Cuapexco, Puebla

José Luis Carmona Silva* 

*El Colegio de Tlaxcala A. C., México, joseluiscs@coltlax.edu.mx.


Resumen:

El objetivo fue validar cualitativamente la escala latinoamericana y caribeña sobre seguridad alimentaria (ELCSA) como precedente a su aplicación. La ELCSA ha sido sometida a múltiples procesos de validación cuantitativa y ha demostrado validez interna (comportamiento psicométrico) y validez externa (poder predictivo); pero no hay información sobre validaciones cualitativas. La ELCSA fue sometida a un proceso de validación cualitativa, se realizaron entrevistas a profundidad y cinco talleres; posteriormente, se aplicó a 105 familias que conforman la localidad. Los resultados obtenidos en la validación cualitativa demuestran que la ELCSA es una herramienta útil, ágil y de bajo costo para monitorear la inseguridad alimentaria en la zona centro-sur del estado de Puebla. Su aplicación muestra que el 0.95 % de los hogares tienen seguridad alimentaria; 60 % tienen inseguridad alimentaria leve; 35.24 % tienen inseguridad moderada y el 3.81 %, inseguridad severa, lo que muestra una localidad que no posee problemas serios de hambre.

Palabras clave: validación cualitativa; seguridad alimentaria; escala latinoamericana y del caribe sobre seguridad alimentaria; comité científico de la ELCSA; hambre

Abstract:

The objective was to qualitatively validate the Latin American and Caribbean Scale on Food Security (ELCSA) as a precedent to its application. The ELCSA has undergone multiple quantitative validation processes and has demonstrated internal validity (psychometric behavior) and external validity (predictive power); but there is no information on qualitative validations. The ELCSA underwent a qualitative validation process, in-depth interviews and five workshops were carried out, subsequently it was applied to 105 families that make up the town. The results obtained in the qualitative validation show that the ELCSA is a useful, agile and low-cost tool to monitor food insecurity in the central-southern zone of the state of Puebla. Its application shows that 0.95 % of households have food security; 60 % are slightly food insecure; 35.24 % have moderate insecurity and 3.81 % severe insecurity, which shows a locality that does not have serious hunger problems.

Keywords: qualitative validation; food security; Latin American and Caribbean Scale on Food Security; ELCSA Scientific Committee; hunger

Résumé:

L’objectif était de valider qualitativement l’échelle latino-américaine et caribéenne de sécurité alimentaire (ELCSA) en tant que précédent de son application. L’ELCSA a subi de multiples processus de validation quantitative et a démontré une validité interne (comportement psychométrique) et externe (pouvoir prédictif ) ; mais il n’y a aucune information sur les validations qualitatives. L’ELCSA a subi un processus de validation qualitative, des entretiens approfondis et cinq ateliers ont été menés, puis appliqués à 105 familles qui composent la ville. Les résultats obtenus lors de la validation qualitative montrent que l’ELCSA est un outil utile, agile et peu coûteux pour surveiller l’insécurité alimentaire dans la zone centre-sud de l’État de Puebla. Son application montre que 0,95 % des ménages ont une sécurité alimentaire ; 60 % sont en situation d’insécurité alimentaire légère ; 35,24 % ont une insécurité modérée et 3,81 % une insécurité sévère, ce qui montre une localité qui n’a pas de graves problèmes de faim.

Mots-clés: validation qualitative; sécurité alimentaire; échelle de l’Amérique latine et des Caraïbes sur la sécurité alimentaire; comité scientifique de l’ELCSA; faim

Introducción

La preocupación ético-social que existe entre muchos gobiernos y organizaciones no gubernamentales sobre la inseguridad alimentaria es tan real y sincera que justifica la existencia de organismos con presencia mundial como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). También es cierto que la única posibilidad que se tiene de controlar un fenómeno es dimensionarlo de manera objetiva y real, es decir, medirlo con un margen mínimo de error; en el caso de la seguridad alimentaria ha existido un esfuerzo continuado por descubrir un método que mida acertadamente este fenómeno; el resultado es la existencia de, por lo menos, cuatro métodos que son los más socorridos con esta finalidad: la información sobre ingresos y gastos en los hogares, las hojas de balance de alimentos, las encuestas sobre consumo de alimentos y las encuestas antropométricas (García Urdaneta y Pérez González 2016; Vega Macedo et al. 2014).

Los problemas inherentes de algunos de estos métodos son el alto grado de sesgo que conllevan y, en otros casos, los altos costos de su aplicación. Tomando en cuenta que son, precisamente, los países más pobres los que tienen necesidad de medir y seguir la evolución del comportamiento del fenómeno seguridad alimentaria, se impone la necesidad de encontrar un método que tenga cualidades ineludibles, que realmente mida lo que pretende medir, que no represente un gasto sensible para ser aplicable de manera regular y que sea fácil de aplicar y de analizar (FAO y Ohio State University 2012).

Esta búsqueda da como resultado que en la década de 1990, para conocer de manera directa el grado de seguridad alimentaria en los hogares, aparezca una escala para medirla, cuya construcción estuvo basada en las entrevistas a profundidad realizadas por Radimer a mujeres que vivían en zonas rurales; una de las conclusiones más importantes fue que la inseguridad alimentaria con hambre representa el nivel más severo del fenómeno (Hernández M., Pérez S. y Ortiz Hernández 2013).

La evolución de las escalas para medir la inseguridad alimentaria basadas en la experiencia en los hogares ha sido sistemática y firme. La escala latinoamericana y caribeña de seguridad alimentaria (ELCSA) es el resultado de múltiples experiencias anteriores con escalas validadas de medición de inseguridad alimentaria en el hogar, tanto en Estados Unidos de América como en Brasil, Colombia y otros estudios en América Latina. En México, esta escala es tomada en cuenta de manera oficial en 2006, cuando el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), a instancias de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), se aboca a la elaboración de un marco teórico-metodológico de lo que se llamaría la pobreza multidimensional. Uno de los indicadores asociados a las carencias sociales es el acceso a la alimentación y, para la determinación de este, el CONEVAL utiliza el método de las escalas de seguridad alimentaria basadas en experiencias (CONEVAL 2014; INEGI 2011).1

Que la población tenga seguridad alimentaria de acuerdo con la definición de la FAO (2006) es lo ideal, sin embargo, existe un mínimo de exigencia que debe constituir una realidad en este tema: lo menos que podría esperarse es que la población no padezca hambre. México es un país que, tradicionalmente, enarbola la bandera de lucha contra la pobreza y a favor de la seguridad alimentaria, así lo demuestra su presencia en varios organismos internacionales que tienen estos objetivos (CONEVAL 2013). También es un país que se preocupa por poseer organismos especializados en la investigación y producción de información de tipo social: el INEGI, el CONEVAL y el Consejo Nacional de Población (CONAPO), entre otros. Sin embargo, aunque la información emitida sobre la pobreza es rica para el análisis, específicamente sobre la seguridad alimentaria no lo es tanto. Como se mencionó anteriormente, la inseguridad alimentaria y, de manera especial el hambre, solo pueden dimensionarse como una inferencia de la pobreza sin llegar a tocar el fenómeno de manera especializada.

La existencia de municipios cuya pobreza es crónica debe llamar la atención de los estudiosos del tema y, de una manera multidisciplinaria, situar las causales que originan esta situación de necesidad. Estos municipios también arrastran, como una consecuencia de la pobreza, una vulnerabilidad para el padecimiento de pobreza alimentaria y, por lo tanto, de inseguridad alimentaria.

Pudiera ser que el problema de la inseguridad alimentaria no estuviera bien dimensionado, porque la metodología diseñada para medir los índices de seguridad alimentaria toma como indicadores elementos constitutivos pero individualizados de la definición de seguridad alimentaria propuesta por la FAO (2006): «existe seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos a fin de llevar una vida activa y sana» (1). Bajo esta premisa, la seguridad alimentaria debe medirse no solo cuantitativamente, sino también cualitativamente, sin ignorar las preferencias culturales de las personas.

Tomar como indicadores el abasto o suficiencia, la estabilidad y el acceso a los alimentos, no es garantía de estar midiendo de manera integral un fenómeno como la inseguridad alimentaria. Otros indicadores propuestos son la disponibilidad de alimentos, la capacidad adquisitiva de la población y el comportamiento alimentario, así como el aprovechamiento biológico de los alimentos (INCAP y OPSI 2004; Menchú E. y Santizo 2002); de alguna manera, sus elementos diferenciantes de los mencionados no son sustanciales.

Por otra parte, los instrumentos que usa la medición de la seguridad alimentaria están acordes con esta segmentación de lo que se intenta medir; tanto las hojas de balance de alimentos y la canasta normativa alimentaria como la encuesta nacional de salud y nutrición, la encuesta nacional de alimentación y nutrición en el medio rural, la encuesta nacional de ingresos y gastos de los hogares, etcétera, miden signos extraídos, incluso, de fuentes oficiales o no, pero que proporcionan cifras sobre producción, precio, disponibilidad de los alimentos, entre otros; pero no existe suficiente información sobre la dimensión de la experiencia directa que tienen las familias con la inseguridad alimentaria. El problema que aborda este proyecto tiene que ver con la medición de un fenómeno que siempre ha estado presente en grandes sectores de la población: el hambre.

De alguna u otra manera se ha tenido una aproximación a la dimensión de este problema cuando se evalúa la pobreza y la pobreza extrema (CONEVAL 2012, 48-68) en sus diferentes manifestaciones e indicadores, pero una medición de la experiencia vivencial de las familias mexicanas con el padecimiento de hambre es que en su hogar no se tiene de manera suficiente. La propia medición de la inseguridad alimentaria o el acceso a la alimentación, como lo llama CONEVAL, no refleja la realidad de una necesidad tan lacerante como el hambre.

El problema se centra en la falta de un instrumento suficientemente validado cuya aplicación se acerque de manera confiable a la comprensión y dimensión objetiva de la inseguridad alimentaria. Se parte de la premisa de que la esencia de esta es el hambre. Por lo tanto, si se quiere medir, debe hacerse a partir de su manifestación más inequívoca. El hambre tiene dos formas de manifestarse en los hogares: como una percepción y como una experiencia.

La validación, tanto cualitativa como cuantitativa, de un instrumento para medir un fenómeno tan lacerante como la inseguridad alimentaria es esencial y necesaria porque permitirá un acercamiento más apegado a la realidad. Una de las inquietudes más importantes que motivan esta propuesta es, precisamente, obtener información directa sobre el hambre, no como una inferencia de la pobreza, sino como una entidad presente y actuante que se manifiesta en los hogares como una experiencia de vida y que se puede medir y, por lo tanto, enfrentar con mayor probabilidad de éxito.

Problema de investigación

La escala latinoamericana y caribeña de seguridad alimentaria (ELCSA) y las escalas antecesoras y productoras de la misma han sido sometidas en diferentes momentos y lugares a procesos de validación cuantitativos. Los resultados han sido verdaderamente satisfactorios, como lo demuestran los diferentes estudios publicados (Álvarez, Estrada, Montoya y Melgar-Quiñonez 2006; Hackett, Melgar-Quiñonez y Álvarez Uribe 2008; Álvarez, Melgar-Quiñonez y Estrada 2008). En octubre del 2009, durante la segunda Conferencia Latinoamericana y Caribeña sobre la Medición de la Seguridad Alimentaria (CLACMESA II), en Campinas, Brasil fueron presentados trabajos de validación a los que ha sido sometida la ELCSA antes de su inclusión a encuestas nacionales (Segall-Corrêa, Marin Leon y Pérez Escamilla 2010; Melgar-Quiñonez et al. 2005; Hromi-Fiedler et al. 2009).

Lo que llama la atención de estos múltiples procesos de adaptación y validación a los que ha sido sometida la ELCSA es que todos ellos hacen referencia a una validación cuantitativa; obviamente, describen la metodología usada y los resultados obtenidos han superado las expectativas de satisfactoriedad, pero los investigadores han demostrado cierta indiferencia por la validación cualitativa, cuya importancia es similar a la de la validación cuantitativa para garantizar que la práctica investigadora cumpla con todos los criterios de validez, tanto cuantitativos como cualitativos.

Metodología cualitativa y metodología cuantitativa

Existen autores que están convencidos de que la investigación cualitativa en las dos últimas décadas ha tenido que luchar no tanto por abrir espacios de indagación y reflexión, sino por el reconocimiento de su legitimidad (Sandín Esteban 2000). Sin negar la existencia de esta postura, la validación cualitativa de un instrumento que cuantitativamente ha demostrado su validez tanto interna como externa se impone como un procedimiento obligado para reforzar y fortalecer la validez cuantitativa del comportamiento psicométrico (validez interna) y poder predictivo (validez externa) que ha demostrado poseer la ELCSA.

El propósito de la investigación cualitativa es la comprensión de la realidad. Lo que caracteriza a un estudio de casos científico no es la generalización de sus resultados, sino su potencial de explicar el fenómeno en profundidad. Este objetivo se logra, de acuerdo con Cortés Camarillo (1997), mediante la presencia del investigador en el lugar y la triangulación de fuentes de información. Para este autor, la característica de un estudio cualitativo radica en que el investigador debe interpretar la realidad tal cual la captan los sujetos de estudio. Para Savater (1998), la ciencia verdadera es aquella que toma en cuenta la subjetividad, la neutralidad de la ciencia consiste en el fin que persigue: producir conocimiento real referente al mundo. Otros autores afirman que la ciencia por sí misma posee cierta neutralidad al buscar la verdad, también por sí misma, y describir el mundo real.

La experiencia en trabajos de investigación realizados conduce a la seguridad de que la metodología de investigación científica cuantitativa y cualitativa se complementan y permiten que afloren elementos que purifican el dato obtenido, lo enriquecen porque aparecen nuevas relaciones con otros datos; la metodología cualitativa proporciona un valor menos rígido al resultado numérico, permite hacer inferencias, reflexiones y deducciones que, reforzadas por la viva voz de la población estudiada, ayudan a comprender su situación vivencial.

En la actualidad, con el fin de obtener una mejor representación de la realidad social, la mezcla de métodos y paradigmas es una práctica habitual (Moral Santaella 2006). Bericat (1998) es partidario de esta doctrina e, incluso, va más allá: para él, el método cualitativo, orientado a la captura del significado, y el cuantitativo, orientado a la determinación de la medida, no pueden ser antagónicos, por el contrario, son complementarios y deben integrarse para obtener mayor validez y confiabilidad en las investigaciones. Hoy en día, en todos los órdenes de la actividad humana, incluida la investigación científica, se hace uso de equipos multidisciplinarios que forman un todo coherente, se complementan y obtienen objetivos comunes complejos; sin embargo, en lo que se refiere a los paradigmas y métodos de investigación cuantitativa y cualitativa parece no encontrarse la fórmula para romper con ese celo de supremacía que cada uno sostiene.

Algunos autores parecen haber descubierto un elemento que puede convertirse en el unificador de estos métodos: el pragmatismo, ya que este modelo filosófico es un elemento común que subyace en cualquier método o paradigma de investigación; por lo tanto, ayuda a mejorar la comunicación entre investigadores para intentar avanzar en el conocimiento y obtener objetivos de utilidad ( Johson y Onwuegbuzie 2004; Donmoyer 2006).

El panorama que presenta la discusión de las bondades y limitantes adjudicadas a la metodología cuantitativa y cualitativa de investigación científica es extensiva a la diferenciación paradigmática que presenta la metodología cuantitativa y cualitativa de validación de una herramienta de investigación como la ELCSA. La argumentación sobre la objetividad de la orientación cualitativa sigue siendo la más seria; sin embargo, no alcanza a tener una dimensión capaz de negar su presencia e importancia en un proceso de validación integral (Duque Páramo 2019). Por otro lado, esta presión a la que está sometida la metodología cualitativa tanto de investigación como de validación ha repercutido positivamente en la discusión y autoanálisis en este modelo, perfeccionando sus métodos y herramientas y ejerciendo un mayor control de forma rigurosa en todos sus procesos.

Lugar

El procedimiento de validación cualitativa de la ELCSA se llevó a cabo en San Felipe Cuapexco, Puebla; esta comunidad forma parte del municipio de Cohuecan, situado en la parte centro-oeste del estado de Puebla. Colinda al norte y al oeste con el estado de Morelos; al este, con Acteopan, Puebla, y al sur, con el estado de Morelos (INAFED 2010).

En la actualidad, el CONEVAL ha cambiado sus criterios metodológicos para medir la pobreza adoptando una metodología para su medición multidimensional (CONEVAL 2014). Bajo esta perspectiva, las principales características del municipio de Cohuecan lo muestran como:

  • Un municipio con el 78.2 % de su población en situación de pobreza

  • Con una población del 28.9 % en situación de pobreza extrema

  • Con una población del 78.8 % con ingreso inferior a la línea de bienestar

  • Con una población del 43.3 % con ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo

  • Con una población del 32.5 % con carencia de acceso a la alimentación (SEDESOL 2013).

Los datos duros que proporciona el INEGI (véase tabla 1) con respecto a la población ocupada del municipio de Cohuecan muestran un fenómeno que es característico de la mayoría de las poblaciones rurales: una disminución de las actividades del sector primario y el incremento en aquellas correspondientes a los sectores secundario y terciario (Carmona 2013, 161; 2008, 39).

Tabla 1 Comportamiento de la población ocupada por sectores económicos en el municipio de Cohuecan, Puebla 

2000 2010 2020
# % # % # %
Población ocupada 1094 100 1660 100 2066 100
Sector primario 502 45.97 638 38.43 729 35.29
Sector secundario 461 42.23 787 47.41 975 47.19
Sector terciario 131 11.96 230 13.85 361 17.47
No especificado 0 0.02 5 0.3 1 0.05

Elaboración propia con datos de INEGI.2

San Felipe Cuapexco es una localidad rural con 657 habitantes.3 En el año de 1990, según datos del INEGI, la ocupación en el sector primario representaba el 71 % de su población ocupada; el 24 % el sector secundario, y el 5 % el terciario. Según datos obtenidos de Foro México,4 para el año 2010, el sector primario representaba el 54.13 %; el secundario, el 39.45 %, y el terciario, el 6.42 %. El análisis y discusión de este fenómeno es polifásico y merece atención especial.

San Felipe Cuapexco es parte integrante de las características de su municipio; sin embargo, puede considerarse una localidad con elementos distintivos, por ejemplo: al formar parte de una de las rutas de evacuación del volcán Popocatépetl, le fue construida una carretera pavimentada que lo conecta con la autopista Puebla

-Cuautla. En el sexenio del gobernador Mario Marín Torres (2005-2011), esta localidad fue sujeta de un programa de «seguridad alimentaria» y a un buen número de familias les fue construida infraestructura, como invernaderos (microtúneles) para el cultivo de diferentes hortalizas (actualmente semidestruídos, en el abandono o usados con otros fines). Otra característica que presenta esta localidad es que el suelo es fértil y produce una variedad de alimentos estacionarios; la existencia de árboles frutales es alta, constatable en los reconocimientos de campo.

¿Por qué una validación cualitativa de la ELCSA?

El punto de partida lo representaron dos premisas fundamentales que no solo justificaron, sino que, de alguna manera, exigieron esta validación cualitativa de la ELCSA. La primera premisa: poseemos una herramienta (ELCSA) que ha sido suficientemente validada cuantitativamente y que ha demostrado tanto su validez interna (comportamiento psicométrico) como su validez externa (poder predictivo) en trabajos de investigación llevados a cabo ex profeso. La segunda premisa fue una afirmación tentativa derivada del conocimiento previo que se tiene sobre la población de Cuapexco, cuyos hábitos alimenticios y promedio de escolaridad podrían representar un obstáculo para la comprensión adecuada de los ítems de la ELCSA.

No se duda de que muchos investigadores que han aplicado la ELCSA la hayan sometido a un proceso de adecuación de lenguaje mediante pruebas piloto; sin embargo, la existencia de reportes en los que, de manera sistemática, se le haya aplicado algún método de validación cualitativa no es prolija.

El objetivo que se persiguió al someter a la ELCSA a este proceso de validación cualitativa para hacerla apta e idónea para ser aplicada en Cuapexco, Puebla, fue tener la seguridad de que el significado que tienen cada una de las preguntas que la conforman es el mismo con el que se comprende en la comunidad, además de que no existan ambigüedades o significados diferentes en palabras específicas.

Metodología

La ELCSA es un instrumento de fácil y rápida aplicación. El uso de esta herramienta, como toda encuesta, tiene dos fuentes probables de sesgo en la información: las personas que realizan las entrevistas y los propios encuestados, por ello se requiere que los encuestadores sean capacitados y la metodología sea estandarizada. Este proceso tiene por objetivo la confiabilidad de la información obtenida acerca de la situación real de seguridad alimentaria en los hogares. Una condición fundamental es que los encuestadores conozcan y apliquen las técnicas para conducir la aplicación de un cuestionario y reciban entrenamiento apropiado para generar empatía a partir de un comportamiento profesional, así como habilidad para sortear situaciones generadoras de respuestas falsas e inexactas.

El proceso de validación cualitativa de la ELCSA cuidó que los encuestadores cumplieran con el perfil descrito como una condición inicial. Antes de iniciar su aplicación, la ELCSA fue sometida a un proceso de validación cualitativa cuyo objetivo primordial fue que los actores (encuestadores-encuestados) tuvieran una compresión tanto de los conceptos clave que maneja la escala como del significado las preguntas, teniendo como base el significado que el comité científico de la ELCSA oficializó para cada una (FAO 2012).

La validación cualitativa es imprescindible para garantizar que todos los involucrados en la aplicación de la ELCSA hablan el mismo lenguaje y con el mismo significado, lo que va redundar en información libre de sesgos producidos por subjetivizaciones y falta de interacción comunicativa.

Existe la impresión de que basta con «pilotear» un cuestionario, en este caso el de la ELCSA, para cambiar, si es necesario, la redacción de las preguntas o alguna palabra de las mismas y así tornarlas «comprensibles» para los encuestados. No es suficiente, ya que se genera un total desconocimiento sobre si los involucrados están entendiendo el verdadero espíritu y significado de las preguntas o solo se están poniendo de acuerdo en un significado totalmente ajeno al que debe tener la pregunta y el cual no es negociable. Esta práctica también traería como consecuencia la imposibilidad de comparar resultados obtenidos en la aplicación de la ELCSA en diferentes lugares, ya que se estarían comparando significados diferentes.

Taller investigativo

El comité científico de la ELCSA propone adoptar como método de validación cualitativa de esta escala el taller investigativo, cuya virtud principal es que permite, a través de una estrategia de intensidad participativa, abordar de forma integral la temática en la que se quiere profundizar. Además de funcionar adecuadamente como un método de validación cualitativa de la ELCSA, también es útil como detector de situaciones de necesidades sociales y de sus posibles satisfactores.

El desarrollo de este taller investigativo para la comprensión de conceptos clave sobre la seguridad alimentaria en el hogar y la validación cualitativa de las preguntas consta de cuatro etapas: 1) encuadre; 2) diagnóstico de la situación o de la realidad objeto de análisis; 3) identifiación y análisis de las líneas de acción y; 4) plan de trabajo (veáse tabla 2).

Tabla 2 Esquema de desarrollo de procedimiento de validación cualitativa 

I. Encuadre a) Definición del tipo y perfil de los participantes del taller
b) Número de talleres
c) Lugar o lugares
d) Planteamiento de objetivos
Metodología - Introducción
- Núcleo o foco del taller
- Cierre
e) Agenda de trabajo
II. Diagnóstico de la situación o de la realidad objeto de análisis a) Uso de las técnicas de dinámica de grupo
b) Explorar la comprensión que tienen los diferentes actores sobre los conceptos clave de la ELCSA y sobre el sentido, significado y contenido de cada una de las preguntas que la integran
c) Recopilar por escrito, video o audio todas las discusiones y conclusiones emanadas de los talleres
d) Almacenamiento de datos
e) Depuración, organización, preparación y análisis de los datos de tipo cualitativo
f) Validación de las preguntas que integran la ELCSA (confirmar que todos los términos son comprensibles en el contexto donde se va a aplicar y que el sentido de la pregunta es el definido por el comité científico)
III. Identificación y análisis de las líneas de acción a) Análisis de la viabilidad y conveniencia de las alternativas de acción identificadas y formuladas a partir del resultado del diagnóstico
b) Vigilar estrechamente que la alternativa elegida no atente contra el sentido de las preguntas de la ELCSA
IV. Plan de trabajo a) Calendarizar la presentación de las preguntas de la ELCSA que fueron adaptadas lingüísticamente de acuerdo al contexto cultural en el cual se van a aplicar

Elaboración propia con datos de la FAO (2012).

Caso Cuapexco, Puebla

En el caso de San Felipe Cuapexco, Puebla, se tomaron como guía las directrices marcadas por el comité científico de la ELCSA para su validación cualitativa, sin embargo, con el único fin de enriquecerla, se tomaron elementos sugeridos y argumentados por especialistas en la materia, como Martínez M. (2006), quien hace hincapié en el uso de grabaciones de audio y video con el fin de analizar la información repetidas veces y en colaboración con otras personas; también sugiere el uso de la técnica clásica y más usada: la observación participativa, que le permite al investigador interactuar e interrelacionarse con las personas o grupos que desea investigar para, de esta manera, familiarizarse con las variaciones del lenguaje y del argot o jerga usados por los participantes. Otra herramienta sugerida, y de la cual se hizo un amplio uso en Cuapexco, fue la entrevista semiestructurada; en este caso, se hizo uso de la entrevista a profundidad, cuya diferencia con la primera no es esencial. Otros autores la llaman entrevista de investigación cualitativa, como Vargas Jiménez (2012), quien, atinadamente, dice que el propósito de esta es obtener descripciones del mundo vivido por las personas entrevistadas, con el fin de lograr interpretaciones fidedignas del significado que tienen los fenómenos descritos; la persona compartirá con el investigador lo relacionado a un tema específico o un evento acontecido en su vida (Fontana y Frey 2005).

Otras sugerencias valiosas que fueron tomadas en cuenta en el caso de San Felipe Cuapexco aparecen fundamentadas en el trabajo de Moral Santaella (2006), quien expone que la validez de un trabajo de investigación está relacionada con el consenso en la comunidad que permite hacer visible los distintos puntos de vista en la interpretación de un evento, costumbre o significado (Denzin y Lincoln 1998). La autora hace hincapié en elementos operacionales pero que pueden marcar la diferencia entre una buena, regular o mala validación cualitativa; ella advierte:

  • Todos los puntos de vista de los participantes en el problema que se estudia, sus perspectivas, argumentos y voces deben tomarse en cuenta. La omisión de alguna opinión es una forma de sesgo.

  • Fomentar y potenciar una crítica es enriquecer el proceso de validación.

  • Mantener informados a los involucrados en el proceso de validación de todo lo relacionado con el mismo, es decir, hacer todas las fases o etapas de la validación abiertas a cualquier revisión.

Existen dos elementos que en el proceso de validación cualitativa de la ELCSA para su aplicación en San Felipe Cuapexco siempre fueron observados y cuidados: transparencia y precisión. Trasparencia en el diseño del método y su ejecución. Precisión en los criterios de validez cualitativa, en las reglas del proceso y en el significado de conceptos y contenidos.

Adaptación del taller investigativo a un modelo de dinámicas grupales

La razón más importante para no seguir al pie de la letra el taller investigativo como metodología para la validación de la ELCSA fue romper con la rigidez que su aplicación implicaba. Las características de los habitantes de San Felipe Cuapexco y sus personajes clave sugerían una metodología cuya característica importante fuera la motivación, la retroalimentación y la creación de un raport en el que de manera libre y espontánea ofrecieran información con la seguridad de que sería tomada como importante. Las etapas en las que teóricamente se dividió este proceso de validación obedecen al siguiente esquema: planeación, desarrollo y resultados-implementación.

Planeación

a. Calendarización de todas las actividades que conformaron el proceso de validación. Esta calendarización fue diseñada con tiempos ideales y reales.

b. Elección de los instrumentos que se usaron para registrar la participación de las personas elegidas en el proceso.

c. Elección de las herramientas metodológicas. Por su funcionalidad y adecuación a las características de los participantes, se eligieron:

  • Observación participante

  • Entrevista a profundidad con personajes clave de la localidad

  • Mesas redondas con moderador

  • Dinámica con técnica Ishikawa

d. Identificación de las autoridades municipales y locales y obtención de su autorización para llevar a cabo trabajos de investigación.

e. Sondeo sobre la disponibilidad de habitantes de San Felipe Cuapexco para participar en la dinámica de grupo.

Se identificaron cinco grupos para la realización de las dinámicas. Uno de ellos con integrantes de la mesa directiva de la Escuela Primaria Mtro. Aurelio Machorro -de San Felipe Cuapexco, Puebla-, otro con profesores de la escuela primaria de la localidad, otro con integrantes de un programa de trabajo denominado Nuevo Amanecer y los otros dos con personas originarias de la localidad.

a. Identificación de los personajes clave de la localidad a quienes se les hizo una entrevista a profundidad. Se decidió tomar como sujetos de entrevista a:

  • Sr. presidente municipal

  • Sr. presidente de la comunidad

  • Director de la Escuela Primaria Mtro. Aurelio Machorro

  • Sra. presidenta del programa Nuevo Amanecer

b. Establecimiento de comunicación con candidatos que participaron en las dinámicas de grupo. Se confrontaron sus características con el perfil deseado para emitir información fidedigna:

  • Todos son mayores de edad

  • Todos nacieron en San Felipe Cuapexco

  • Todos han vivido siempre en San Felipe Cuapexco

  • Todos tienen aceptación social en su comunidad

  • Todos hablan y entienden el idioma español

  • Todos conocen ampliamente su comunidad

  • Todos conocen la dinámica de alimentación del hogar

Desarrollo

  1. La observación participativa sirvió como marco de todo el proceso. Se logró una interrelación e interacción con los miembros de la comunidad que aportaron conocimientos que abonaron al logro de los objetivos.

  2. Las entrevistas a profundidad con los personajes clave fueron llevadas a cabo según los lineamientos de los teóricos de la investigación cualitativa (Robles 2011; Martínez M. 2006), y tuvo como objetivo primario sondear la comprensión y significado que tienen los conceptos que se manejan en la ELCSA; se aprovechó también para obtener información sobre los hábitos alimenticios y las estrategias que usa la población cuando enfrenta problemas de inseguridad alimentaria.

  3. Mesas redondas con moderador. Se integraron tres grupos, los cuales fueron programados en fechas aceptadas para participar en las reuniones de trabajo.

La temática a tratar fue estratégicamente dividida en dos tiempos: en un primer momento, la discusión se centró en verificar la comprensión de conceptos clave sobre la seguridad alimentaria en el hogar (véase fig. 1).

Figura 1 Matriz de análisis de los diferentes atributos analizados en el trabajo grupal (elaboración propia con datos de la FAO [2012] y Sandoval Casilimas [2002]

En un segundo momento se aplicó la táctica elegida para la validación de las preguntas que integran la ELCSA. Para esta actividad se usó como base de confrontación el significado que cada una de las preguntas tiene y que fue discutido y consensuado en el Taller Regional de Cuernavaca México «ELCSA Armonizada», llevado a cabo del 7 al 10 de septiembre del 2010. La mecánica fue la siguiente:

  1. El moderador leyó cuidadosamente la primera pregunta de la ELCSA y su

  2. significado.

  3. El moderador preguntó si alguno de los integrantes de la mesa pensaba que el significado no se ajustaba a la pregunta.

  4. Si ninguno tuvo objeción, el moderador aún exploró la posibilidad de la existencia de otro significado también aceptable para la misma pregunta.

  5. Al agotarse las opiniones y participaciones de los integrantes, el moderador procedió a repetir el procedimiento con cada una de las preguntas.

  6. Cuando existió alguna opinión de discrepancia entre pregunta y significado, el moderador estableció técnicas de retroalimentación para buscar y motivar la participación de todos hasta lograr un consenso sobre la conveniencia de cambiar o no la redacción de la pregunta. Aquí fue de suma importancia no perder de vista el significado de la pregunta aprobado por el comité científico de la ELCSA, pues cualquier cambio en la redacción o en las palabras usadas en la pregunta que pongan en peligro su significado explícito debía ser rechazado.

Dinámica con técnica Ishikawa. Esta táctica fue usada con el grupo formado por los maestros de la escuela primaria. La razón por la que se tomó esta decisión fue su grado académico y su actividad, que les permiten ser fuentes de información en todo lo que concierne a los habitantes de la localidad. Esta táctica fue elegida porque:

  1. Se obtiene mucha información en poco tiempo.

  2. La información se depura con la argumentación de los participantes.

  3. Existe retroalimentación instantánea.

  4. Los participantes son protagonistas de la temática analizada.

  5. La interrelación de los participantes funciona como estímulo positivo para la participación intensa.

Mecánica: El moderador hizo una pregunta abierta a todo el grupo y, cuidando que no hubiera acaparamiento de respuestas, sino motivando una participación equilibrada, dejó fluir libremente la lluvia de ideas. En un análisis de escritorio, se revisaron las grabaciones. Esta táctica proporcionó la oportunidad de retomar bajo muchas perspectivas la temática propuesta. Las preguntas abiertas propuestas fueron:

  1. ¿Qué entiende el grupo por inseguridad alimentaria en el hogar?

  2. En su comunidad, ¿cuáles son las principales causas de inseguridad alimentaria en el hogar?

  3. En su comunidad, ¿cuáles son las principales consecuencias de la inseguridad alimentaria en el hogar?

  4. En su comunidad, ¿qué estrategias tienen los hogares cuando no cuentan con el dinero o los recursos suficientes para adquirir la cantidad y calidad de alimentos que necesitan?

  5. ¿Cómo define el grupo la preocupación o incertidumbre que los hogares experimentan cuando los alimentos se van a acabar y no se tiene dinero o los recursos para adquirirlos?

  6. ¿Qué entiende el grupo por cantidad de alimentos necesarios en el hogar?

  7. ¿Qué entiende el grupo por calidad y variedad de la alimentación en el hogar?

  8. ¿Cómo define el grupo el hambre por falta de dinero o recursos para obtener los alimentos?

Resultados-implementación: Comprensión de los conceptos clave sobre la seguridad alimentaria en el hogar

Al tratarse de una investigación con metodología cualitativa, es obvio que los resultados no pueden presentarse en número, de ahí que comúnmente se usarán términos como mayoría, igual proporción o minoría, entre otros.

  1. Sin lugar a dudas, el concepto de seguridad alimentaria es extraño para la gran mayoría; sin embargo, llama la atención que exista un ligero acercamiento a la comprensión del concepto cuando se plantea en forma negativa, es decir, los grupos participantes tienen más comprensión del término inseguridad alimentaria en el hogar que del de seguridad alimentaria.

  2. Sobre las consecuencias de la inseguridad alimentaria, estas afloran cuando se ha discutido el concepto de inseguridad alimentaria; existe una prevalencia a asociar las consecuencias negativas de la inseguridad alimentaria con los niños.

  3. Ninguna estrategia para enfrentar la inseguridad alimentaria es socialmente condenable. Se inclinan por emplearse (en lo que sea), pedir fiado o prestado, o vender algo, entre otras cosas.

  4. Los conceptos que mayor discusión ocasionaron en todas las dinámicas fueron los de calidad y variedad de la alimentación en el hogar, así como el de alimentación sana o saludable.

El concepto de calidad en los alimentos tiene significados que van desde la limpieza hasta lo económico, este último es el más recurrente, con excepción de algunas personas que han recibido pláticas sobre nutrición y que lo asocian a su contenido.

La cantidad de alimentos que el hogar requiere no revistió mayor problema. La mayoría asoció esta con «estar lleno», estar satisfecho, no quedarse con hambre, no decir: «Ya no hay», entre otros.

Sobre la variedad de alimentos, no es extraño que algunas amas de casa la identifiquen con la presentación del alimento «le voy variando, algunas veces los huevos se los hago estrellados, a veces revueltos, a veces con chilito…»; pocos participantes insinuaron o mencionaron grupos de alimentos.

Las causas de la inseguridad alimentaria es un concepto del que costó obtener información de los participantes. Al relacionar el fenómeno con la falta de alimentos, automáticamente lo asocian a la falta de dinero o de empleo; sin embargo, no hay una opinión firme y unánime.

Uno de los conceptos que mayor participación tuvo en cuanto a su comprensión fue el del hambre, que es identificado con «ganas de comer». No hubo acuerdo en cuanto a que si existen personas que no tengan que comer en Cuapexco o no. Hubo posiciones extremas en este punto.

El concepto de preocupación o incertidumbre de que se acabe el alimento en el hogar tiene la más alta comprensión, existe la inteligencia de que esta preocupación es una posibilidad: «como está la cosa no sabemos qué va a pasar».

Cuando se interrogó sobre el significado de alimentación sana, ocasionó el mismo efecto que el de calidad en los alimentos y, posiblemente, este concepto es el que menos comprensión arrojó. Se asocia con limpieza, ya sea en los alimentos, en su forma de prepararlos o en el propio comensal. Se niega que en Cuapexco no se coma sanamente: «aunque sea tortilla con sal».

Con el objeto de presentar un resumen sobre los conceptos clave de la seguridad alimentaria que los habitantes de San Felipe Cuapexco tienen sobre ellos, se presenta la matriz de análisis de los diferentes atributos con una síntesis de los principales resultados obtenidos tanto en las dinámicas de grupo como en los cuestionarios aplicados (véase tabla 3); sin embargo, su comprensión requiere de una lectura descriptiva.

Tabla 3 Resultados matriz de análisis de los diferentes atributos analizados en el trabajo grupal 

Atributo Elementos comunes Elementos diferentes Construcción final
Concepto de seguridad alimentaria Desconocimiento del concepto Divagación absoluta Propuesta de la definición de la FAO (2006) cuidando el entendimiento de sus componentes
Causas de la inseguridad alimentaria en el hogar

  • Carencia de empleo

  • Baja en la venta de artesanías

  • Sequías

  • Encarecimiento de todo

  • Ingreso insuficiente

  • Disminución de cosechas

  • Aumento de precio de los alimentos

Consecuencias de la inseguridad alimentaria en el hogar

  • No comer lo suficiente

  • Enfermarse

  • Enflacar

  • No rendir en el trabajo o la escuela

  • Quedarse con hambre

Sufrir la experiencia del hambre, sobre todo los niños
Estrategias del hogar para enfrentar la inseguridad alimentaria

  • Ahorrar

  • Vender cosas

  • Comprar lo más barato

  • Pedir fiado

  • Pedir prestado

  • Pedir limosna

  • Emplearse en lo que sea

  • Aumentar la siembra con fines de autoconsumo

  • Aprovechamiento de recursos endógeno

Concepto de preocupación o incertidumbre

  • «Ansias» (ansiedad) cuando no hay para el «gasto»

  • Miedo porque todo sube

  • No saber qué va a pasar mañana

  • Miedo a no tener que darles a los niños

  • No poder guardar nada

Temor y duda de no tener un ingreso suficiente en un futuro próximo
Concepto de cantidad de alimentos que el hogar requiere

  • La que cocina sabe cuánto se consume

  • Lo necesario para que todos se llenen

  • Que sobre un poco

  • Algunos alimentos se guisan para días (ejemplo: frijol y arroz)

Todos los miembros del hogar satisfechos
Concepto de variedad de la alimentación en el hogar Mismo alimento preparado de diferente forma

  • Se come de todo

  • Depende del dinero

  • Desde lo más barato hasta donde alcanza el dinero

Incluir en la alimentación los diferentes grupos de alimentos: frutas, vegetales, carnes, lácteos, cereales y peces
Concepto de calidad de la alimentación en el hogar

  • Asociación de alimentos de calidad con alimentos caros

  • Asociación de higiene con calidad

  • Lugar de compra

  • Frescura de los alimentos

  • Origen de los alimentos

  • Fue el concepto de mayor dificultad en su construcción final porque aunque algunas personas han recibido pláticas sobre nutrición, pero la mayoría desconoce el concepto

  • Se buscó una asociación entre la construcción final de variedad de la alimentación y su calidad

Concepto de hambre

  • Ganas de comer

  • Dolor de estómago por no comer

  • Sensación de vacío en el estómago

Repetitivos Alimentos insuficientes a tal grado que alguno o algunos miembros del hogar se queden sin consumir la cantidad suficiente de alimentos que les proporcione la sensación de satisfacción

Elaboración propia, trabajo de campo.

Sintetizar la metodología aplicada para la validación cualitativa de la ELCSA en San Felipe Cuapexco resulta complicado por las propias características de los recursos humanos, técnicos y materiales usados; se presenta un diagrama de flujo (véase fig. 2) como una alternativa de síntesis de la metodología adoptada, pero cuya comprensión requiere de una lectura descriptiva.

Figura 2 Metodología para la validación cualitativa de la ELCSA aplicada en San Felipe Cuapexco (elaboración propia). 

Resultados: Validación de las preguntas que integran la ELCSA

Solo se consignan las preguntas cuyo significado, en opinión de los integrantes de los diferentes grupos, no corresponde o es confuso y, por lo tanto, debe modificarse la redacción de la pregunta.

La pregunta 3 de la ELCSA en el Manual de uso y aplicación que aprobó su comité científico (FAO 2012) tiene la siguiente redacción: «En los últimos tres meses, por falta de dinero u otros recursos, ¿alguna vez en su hogar dejaron de tener una alimentación saludable?»; mientras que la encuesta nacional de ingreso gasto en los hogares (ENIGH),5 por instrucciones del CONEVAL, maneja la siguiente redacción: «En los últimos tres meses, ¿alguna vez se quedaron sin dinero o recursos para obtener una alimentación sana y variada?».

Como puede observarse, la diferencia más significativa entre estas dos redacciones es que la del CONEVAL incluye dos conceptos importantes en la misma pregunta: alimentación sana y alimentación variada, mientras que el comité científico dice: «alimentación saludable cuyo sinónimo es sano». El proyecto de investigación en San Felipe Cuapexco maneja la versión adoptada por el CONEVAL por razones de comparabilidad, porque, si es la versión que se aplicó a nivel nacional en la ENIGH de los años 2012, 2014, 2016 y 2018, los resultados obtenidos en investigaciones locales o regionales podrán ser comparativos en todos los órdenes.

Ya en la comprensión de los conceptos clave el término alimentación sana había ocasionado poco consenso inicial; ahora, en la validación de las preguntas, se tropieza con la misma dificultad en la pregunta 3, incluso esta dificultad se multiplica con la inclusión de otro término, que es alimentación variada.

Se acordó en consenso que el término alimentación sana puede ser suplido por términos alternativos como alimentación nutritiva, balanceada o equilibrada (no se permite que el encuestador suministre una definición de estos conceptos al entrevistado).

Cuando se discutió la redacción de la pregunta 4, nuevamente la discusión fue rica en contenido. La versión del comité científico dice: «En los últimos tres meses, por falta de dinero u otros recursos, ¿alguna vez usted o algún adulto en su hogar tuvo una alimentación basada en poca variedad de alimentos?». Por su parte, la versión utilizada en la ENIGH a partir del año 2012 dice: «En los últimos tres meses, por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez usted o algún adulto en su hogar tuvo una alimentación basada en muy poca variedad de alimentos?».

Aquí la discusión no fue ni de redacción ni de significado, sino de lógica. Si tomamos las dos preguntas 3 y 4 de la versión de las ENIGH 2012 a 2018 como una continuidad, nos enfrentamos a dos problemas: el primero es que el entrevistado, cuando le hacen la pregunta 3, ¿a qué le dará más importancia en su respuesta: a que si tuvo una alimentación sana o a que si tuvo una alimentación variada o a que si tuvo una alimentación con las dos características? Como se mencionó en otro apartado, el concepto de alimentación sana es el que menos comprensión tiene; entonces, lo más lógico es que el entrevistado se vaya por la alimentación variable y resulta que la siguiente pregunta, o sea, la 4, le pregunta exactamente lo que ya contestó, y le ocasiona confusión.

En el proceso de validación de las preguntas, este fue el punto que más controversia ocasionó. La versión del comité científico de la ELCSA parece poseer mayor coherencia al dejar una pregunta (la 3) para la alimentación sana y otra (la 4) para la alimentación variada. Por otra parte, el CONEVAL es una institución de alto prestigio y no se duda que debió haber tenido argumentos técnicos muy poderosos para haber redactado así las preguntas 3 y 4.

Cabe hacer notar que el mismo problema se presenta en el análisis y discusión de las preguntas 10 y 11 de la versión de las ENIGH 2012, 2014, 2016 y 2018.

Como objetivo secundario, y como complemento a este trabajo, posteriormente a la validación cualitativa a la que se sometió la ELCSA, fue aplicada a los 105 hogares que fueron identificados en la localidad de San Felipe Cuapexco. Esta validación y aplicación se llevó a cabo en el último trimestre del año 2018 (veáse Anexo 1). Es importante mencionar que la escala aplicada en Cuapexco es la misma que se viene aplicando en México en la ENIGH, por lo que los hallazgos de su validación son válidos mientras se mantenga este instrumento para medir la carencia por acceso a la alimentación. Los resultados obtenidos de su aplicación arrojan los resultados que se pueden observar en la figura 3.

Figura 3 (In)seguridad alimentaria en San Felipe Cuapexco, Puebla (elaboración propia, trabajo de campo). 

Como puede observarse, la localidad no cuenta con problemas serios de inseguridad alimentaria. El 35.24 % de la población padece inseguridad moderada y solo el 3.8 % tiene inseguridad severa, es decir, padece hambre. La primera pregunta de la ELCSA hace referencia a una preocupación o a una posibilidad, no necesariamente representa una realidad, la pregunta dice: «En los últimos tres meses, por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez usted se preocupó de que la comida se acabara?».6 El porcentaje de respuestas positivas a esta interrogante es alto y, según los puntos de corte para la clasificación de hogares con inseguridad alimentaria (FAO 2012), automáticamente convierte al hogar en un hogar con inseguridad alimentaria leve. Sin importar que todas las demás preguntas obtengan respuestas negativas, estos hogares se encuentran en el límite entre seguridad e inseguridad alimentaria (Carmona Silva, Ramírez Valverde y Muñiz Montero 2017). Los hogares con inseguridad alimentaria moderada y severa son aquellos que requieren atención efectiva e inmediata, puesto que padecen carencia por acceso a la alimentación (CONEVAL 2014).

Conclusiones

Es importante adquirir la convicción de que un proceso de validación cualitativa no termina con el procedimiento diseñado para tal fin. La validación cualitativa es un proceso interminable, porque, como en el caso de la ELCSA, su contenido conceptual siempre está sometido a un escrutinio sistemático con el objetivo de perfeccionar la comprensión de los conceptos, así como el contenido semántico de las preguntas que la conforman.

Asimismo, la validación cualitativa contribuye de manera determinante a prevenir y evitar cualquier tipo de sesgo; sin embargo, también existen elementos colaterales cuyo descuido puede contaminar el proceso de una investigación y, por lo tanto, producir información tendenciosa. Dos de estos elementos son los encuestadores y el propio investigador, por eso es importante que, por convicción adopte comportamientos y actitudes como:

  • Mantener el espíritu y la mente abiertos ante el problema a investigar.

  • Buscar todas las oportunidades posibles para participar intensamente en el medio social a estudiar.

  • No despreciar ninguna técnica o estrategia de investigación cualitativa.

  • Adoptar métodos apropiados que ayuden a comprender el medio social en el que se ubica la fenomenología estudiada.

La importancia de la validación cualitativa también radica en que, si no se lleva a cabo, es relativamente fácil que el entrevistador o aplicador de la escala, al no estar advertido de las preguntas cuya comprensión se dificulta al entrevistado, caiga en la tentación de explicarles, cambiando su sentido y significado, con el resultado de obtener, lógicamente, información contaminada.

Cuando la validación cualitativa de la ELCSA es llevada a cabo con todo el rigor científico que exige el procedimiento, se tiene la seguridad de que la población a la se aplica comprenderá con alto grado de confiabilidad las preguntas que se les hagan y, por lo tanto, el resultado cuantitativo de la aplicación de esta escala reflejará el grado de (in)seguridad alimentaria que priva en la localidad. En el caso de San Felipe Cuapexco el resultado de la aplicación de la ELCSA validada cualitativamente refleja el sentir de los diferentes grupos, manifestado en relación con el hambre en la población. Esta percepción solo encuentra una generalización en los grupos participantes cuando se unificaron los criterios de significado de los conceptos contenidos en las diferentes preguntas. Cuando la ELCSA validada cualitativamente se aplica a toda la localidad, es entendida y comprendida de manera homogeneizada y, por lo tanto, el resultado refleja el grado de (in)seguridad alimentaria que los hogares de San Felipe Cuapexco tienen con base en su experiencia con el hambre.

Los diferentes grupos, tanto en las mesas redondas como en la aplicación del diagrama de Ishikawa, siempre mostraron un temor a «padecer hambre» y este temor se fortalece por un «futuro incierto»; esta percepción compartida se refleja en el 60 % de la población, que tiene inseguridad alimentaria leve.

En México, el CONEVAL adoptó la ELCSA de manera oficial como instrumento para valorar uno de los indicadores de la medición multidimensional de la pobreza adoptada por la SEDESOL en 2008. En ese mismo año, la ENIGH incluyó una versión simplificada de la ELCSA, denominada escala mexicana de seguridad alimentaria (EMSA). A partir del 2010, la ENIGH abandona la EMSA e incorpora la ELCSA, surgida de la primera Conferencia Latinoamericana y Caribeña sobre la Medición de la Seguridad Alimentaria (CLACMESA I) y después armonizada en el taller realizado en Cuernavaca. Actualmente, el CONEVAL mide la carencia por acceso a la alimentación a través de los resultados arrojados de la ELCSA, si bien cabe aclarar que la versión aplicada en México contiene una pregunta más (pregunta 9) que su versión original. La ELCSA ha venido cobrando importancia y ha demostrado su eficiencia y eficacia para medir la (in)seguridad alimentaria, por eso es importante que los investigadores cada vez se interesen más por el uso de esta escala y que se lleven a cabo validaciones de la misma, tanto cualitativa como cuantitativamente, de tal manera que se perfeccione un instrumento que mide la experiencia de los hogares desde la inseguridad alimentaria.

El CONEVAL tiene un eslogan característico: «Lo que se mide se puede mejorar». Esta máxima es muy cierta y una de sus condiciones es que la medición sea objetiva y, para ello, debe llevarse a cabo utilizando las herramientas y metodologías apropiadas. La ELCSA es una escala adoptada por diferentes países para medir la seguridad alimentaria y se considera una herramienta confiable por las múltiples validaciones cuantitativas a las que ha sido sometida, y ahora esta confiabilidad se fortalece con las validaciones cualitativas que se llevan a cabo, como lo testifica este trabajo de investigación.

Esta escala, como se ha mencionado, mide la seguridad alimentaria a partir de la experiencia que las familias han tenido con el hambre. Cada país adopta esta escala, la adapta a sus condiciones y características. Esto ha permitido que sea una escala dinámica siempre en proceso de perfección mediante las validaciones a las que es sometida.

Por las características de la ELCSA es difícil que cambie su esencia y evolucione hasta convertirse en un instrumento que mida, además de la seguridad alimentaria, otro fenómeno diferente, como por ejemplo, la soberanía alimentaria. Ligar o relacionar seguridad alimentaria y soberanía alimentaria sería lo ideal, sin embargo, aunque no son conceptos antagónicos, cada uno tiene objetivos específicos.

Actualmente, existen posturas teóricas sobre estos conceptos que implican cierta polémica. La FAO publicó un documento que contiene las principales ideas que se han emitido acerca de la relación que guardan estos términos (Gordillo y Méndez Jerónimo 2013). También el Frente Parlamentario contra el Hambre (FPH) se ha pronunciado en este sentido (FPH 2011). Investigadores, por su parte, también han abordado el tema (Gordillo y Jiménez 2006).

Sin distraer el objetivo del presente trabajo, cabría mencionar que las ideas sobre este tema giran en considerar que la seguridad alimentaria no prejuzga los medios de producción de los alimentos, mientras que la soberanía alimentaria está relacionada, precisamente, con los sistemas productivos. La soberanía alimentaria se propone como un derecho de los pueblos, mientras que la seguridad alimentaria se propone como un derecho de los individuos. La información sobre soberanía alimentaria no está definida. Existen múltiples interpretaciones con fuerte sesgo ideológico y político. El campo de la investigación en estos temas es inagotable y siempre ofrecerá tanto al investigador como al lector nuevos conocimientos.

Los resultados obtenidos demuestran que la ELCSA aplicada en San Felipe Cuapexco, Puebla, es una medida válida y confiable cualitativamente y, por lo tanto, se puede concluir que es una herramienta útil para monitorear la inseguridad alimentaria en la zona centro sur del estado de Puebla.

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Notas

1INEGI, XII censo de población y vivienda, https://www.Iinegi.org.mx/programas/ccpv/2000/.

2INEGI, XII censo de población y vivienda, https://www.inegi.org.mx/programas/ccpv/2000/; censo de población y vivienda 2010, https://www.inegi.org.mx/programas/ccpv/2010/; censo de población y vivienda 2020, https://www.inegi.org.mx/programas/ccpv/2020/.

3INEGI, censo de población y vivienda 2020, https://www.inegi.org.mx/programas/ccpv/2020/.

4Foro México, «Información de San Felipe Cuapexco (Cohuecan)», https://www.foromexico.com/puebla/san-felipe-cuapexco/mensaje-239680.html.

Anexo

Escala latinoamericana y caribeña sobre seguridad alimentaria (ELCSA) aplicada en San Felipe Cuapexco, Puebla

  • 1. En los últimos tres meses, por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez usted se preocupó de que la comida se acabara? SÍ ( ) NO ( )

  • 2. En los últimos tres meses, por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez se quedaron sin comida? SÍ ( ) NO ( )

  • 3. En los últimos tres meses, ¿alguna vez se quedaron sin dinero o recursos para obtener una alimentación sana y variada? SÍ ( ) NO ( )

  • 4. En los últimos tres meses, por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez usted o algún adulto en su hogar tuvo una alimentación basada en muy poca variedad de alimentos? SÍ ( ) NO ( )

  • 5. En los últimos tres meses, por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez usted o algún adulto en su hogar dejó de desayunar, comer o cenar? SÍ ( ) NO ( )

  • 6. En los últimos tres meses, por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez usted o algún adulto en su hogar comió menos de lo que usted piensa que debía comer? SÍ ( ) NO ( )

  • 7. En los últimos tres meses, por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez usted o algún adulto en su hogar sintió hambre, pero no comió? SÍ ( ) NO ( )

  • 8. En los últimos tres meses, por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez usted o algún adulto en su hogar solo comió una vez al día o dejó de comer todo un día? SÍ ( ) NO ( )

  • 9. En los últimos tres meses, por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez tuvieron que hacer algo que hubieran preferido no hacer para conseguir comida, tal como mendigar (pedir limosna) o mandar a los niños a trabajar? SÍ ( ) NO ( )

Si en el hogar hay menores de 18 años

  • 10. En los últimos tres meses, por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez algún menor de 18 años en su hogar dejó de tener una alimentación sana y variada? SÍ ( ) NO ( )

  • 11. En los últimos tres meses, por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez algún menor de 18 años en su hogar tuvo una alimentación basada en muy poca variedad de alimentos? SÍ ( ) NO ( )

  • 12. En los últimos tres meses, por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez algún menor de 18 años en su hogar comió menos de lo que debía? SÍ ( ) NO ( )

  • 13. En los últimos tres meses, por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez tuvieron que disminuir la cantidad servida en las comidas a algún menor de 18 años del hogar? SÍ ( ) NO ( )

  • 14. En los últimos tres meses, por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez algún menor de 18 años en su hogar sintió hambre, pero no comió? SÍ ( ) NO ( )

  • 15. En los últimos tres meses, por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez algún menor de 18 años en su hogar se acostó con hambre? SÍ ( ) NO ( )

  • 16. En los últimos tres meses, por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez algún menor de 18 años en su hogar comió una vez al día o dejó de comer todo un día? SÍ ( ) NO ( )

Recibido: 26 de Mayo de 2020; Aprobado: 22 de Noviembre de 2021

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