Este es un libro centrado en el estudio y la reflexión de las interacciones existentes entre el ser humano y las divinidades, donde la promesa del don se hace presente mediante las manifestaciones físicas de los objetos votivos, entendidos como aquellos que se realizan para ganar el favor de fuerzas superiores. El adjetivo votivo califica a todo lo que es resultado de un voto, ofrenda o dedicación, especialmente de carácter religioso (no limitado al contexto cristiano).

Este libro está conformado por un prólogo o introducción de Pierre Antoine Fabre, Caroline Perrée y Renée de la Torre, que se titula «Desde la confección hasta la exhibición: Cuando el exvoto se establece como sistema» y detalla los nombres de las instituciones que participaron en la elaboración del libro, así como las metas y los alcances en la continuidad del proyecto; pues busca ampliar la dinámica colectiva originada en el simposio Exvotos: Perspectivas Internacionales, que ha rendido frutos como publicaciones y relaciones entre investigadores e instituciones, y busca seguir impulsando no solo la temática, sino también el enfoque interdisciplinario.

Dicho prólogo está escrito en francés y en español, lo que brinda una mayor comprensión al acercar a los hispanohablantes a los textos que presenta. Este, además, establece la noción del exvoto como objeto votivo y el valor que este tiene como muestra material, pero también como paradigma para pensar el sistema de relación que existe entre lo profano y lo divino.

Al adentrarnos en los capítulos, es posible apreciar que algunos textos están en francés y otros en español, lo cual refleja, por una parte, la interacción entre las instituciones participantes mediante sus investigadores; y por otra, nos permite tener acceso a investigaciones francas que presentan enfoques y perspectivas diferentes sobre los exvotos, con propuestas refrescantes y audaces, y orientaciones no materialistas que buscan dar cuenta de los significados subyacentes en estos objetos votivos. Los autores del prólogo señalan que el exvoto es polisémico, lo cual permite un gran número de interpretaciones a la hora de estudiarlo y, a su vez, invita al trabajo interdisciplinario para interpretar la información que puede obtenerse de él.

En este texto introductorio, como se apuntó antes, se establece la idea del exvoto como objeto votivo y el valor que este tiene como muestra material de la interacción entre lo profano y lo divino, que nos prepara para entrar a los capítulos donde se desarrollan temas como el culto, el objeto votivo, las acciones votivas, la vida y muerte de los exvotos y la utilidad que tienen en los contextos religioso, social y cultural de quienes los elaboran y consumen. Además, no hay que obviar que los exvotos tienen propiedades intangibles como el valor estético, económico, utilitario, etcétera; todos ellos subjetivos, que quedan a la libre interpretación de quienes los consumen, sin olvidar el contexto y la temporalidad de su apreciación.

Hablando propiamente del contenido, encontramos tres apartados que contienen entre tres y cuatro capítulos cada uno, conformados de la siguiente manera:

Intercesores profanos

Plasticidad de la materialidad votiva

Objetos expuestos, santuarios mediatizados

Si bien cada capítulo se puede leer de forma individual, resulta llamativo el planteamiento que cada uno ofrece, el cual puede servir como retroalimentación al momento de interpretar los diversos contextos ejemplificados en cada caso; ya que, por ejemplo, puede observarse el exvoto como objeto votivo en Francia, Grecia, España, México y Brasil, lo que da cuenta de diversas temporalidades y presentaciones, que demuestran que la vigencia del exvoto se ha mantenido a lo largo del tiempo y que la comunicación entre la divinidad y el ser humano sigue existiendo hasta nuestros días.

De aquí surge la necesidad de saber qué es un exvoto o un objeto votivo, que sin ser sinónimos (según el autor o la definición que se consulte) nos refieren a una acción que se realiza en pago del cumplimiento de una promesa o en agradecimiento de un favor recibido. Esto nos recuerda lo propuesto por ^{Godbout (1997, 250-51)}, ^{Godelier (1998)} y ^{Mauss (2009, 67-73)} que definen el don como el regalo que conduce a la acción recíproca. Alude a un sistema de prestaciones que obliga a los involucrados a sumarse a una cadena de intercambios, en la cual los sujetos interactuantes devuelven lo otorgado. Si se parte de esta premisa, no suena ilógico que se busque un diálogo entre lo sagrado y lo profano, que implica la interacción de la deidad y el ser humano, necesitado siempre de la intervención o intercesión divina.

Como lo demuestran los diversos autores a lo largo de este texto, los exvotos tienen distintas manifestaciones materiales e inmateriales, intenciones y promesas, y no importa, en realidad, todo lo antes mencionado: lo relevante es resaltar el intercambio de dones con la divinidad y hacerlo visible a los demás, pues esto otorga prestigio no solo a la divinidad, sino también a la localidad y, particularmente, al santuario o lugar de culto. De esto parte la revalorización de este tipo de lugares, ya que la exposición de los exvotos da cuenta del valor testimonial de los milagros, de la intervención divina y del favor recibido o el don intercambiado, y este, a su vez, participa en la influencia del lugar que lo exhibe.

La forma de pagar un don o de presentar un exvoto tiene diversos mecanismos: el autor puede ser anónimo o conocido, un infante o un adulto mayor, un hombre o una mujer…; no existe un canon, pero sí la necesidad de agradecer un hecho, ya sea pasado o que invoque una intervención futura. Asimismo, la manera de presentarlo va muy de la mano de los materiales y tecnologías del momento, y puede ser efímero o duradero. Incluso, como menciona Perrée, puede ser mediante acciones votivas como pagar una misa, poner los cohetes en alguna festividad, realizar una danza, hacer peregrinaciones, etcétera, pues, nuevamente, lo que se busca es constatar y visibilizar el agradecimiento.

Los artículos de este libro demuestran que el estudio de los objetos votivos puede ser abordado desde diferentes perspectivas y que las personas no son ajenas al compromiso que existe entre la deidad y los favores recibidos o por recibir, mediante las promesas del mismo exvoto. Lo que no es algo nuevo, pues, como lo han señalado varios autores, es posible observar este tipo de ejercicios desde el neolítico, pasando por la Grecia antigua y Mesoamérica, para llegar al periodo Novohispano y, de ahí, hasta nuestros días. Los objetos votivos se encuentran prácticamente en todas las religiones del mundo a lo largo de la existencia de la humanidad.

Aplaudo este texto, fruto de una gran labor de investigación realizada por los autores, cuyo prólogo nos introduce al tema y a los ejemplos que los artículos refieren, y lo considero un material obligado para acercar al lector al tema de los objetos votivos y los exvotos, pues brinda diferentes miradas de la interlocución entre el ser humano y las deidades.