“El quebrantamiento de tabúes e interdicciones mágicas, la desobediencia a los mandatos de las divinidades, el olvido de los deberes religiosos, el ayuno interrumpido de las relaciones sexuales realizadas en días prohibidos son motivo de la ira de las deidades numerosas y causa de los padecimientos que sufren quienes violan el orden establecido”
Gonzalo Aguirre Beltrán, Medicina y Magia, 1973 (citado en la referencia 39)
ANTECEDENTES
Desde los inicios de la humanidad, ésta ha recurrido a la divinidad de diversas formas; una de ellas es la creación de seres mitológicos especializados en cada menester. La medicina ha tenido diversos dioses y algunas mitologías tienen varios de ellos para tal ciencia; siendo de interés cultural su conocimiento.
Mitología fenicia
Esmúna(o Esmuno o Eshmún)1,2 fue el dios patrono de la antigua ciudad fenicia de Sidón, en el actual Líbano; fue el octavo hijo de un dios denominado Sydyk (o Sydek o Sedek).
Mitología celta
Borvo (o Bormo, Bormanus, Boramus o Borvoni; otro nombre de Apolo),1 divinidad gala; el nombre proviene de berw “caliente, ardiente, hirviente” y von “fuente”; el nombre ha perdurado en la toponimia: La Bourboule, Bourbonne-les-Bains, Bourbon-l’Archambault, Bourbon-Lancy3 y Barbotan-les-Thermes, en Francia; así como Burtscheid y Worms en Alemania.
Mitología hindú
Los acvinos, Nasatya y Dasdra.1 Hijos del dios del sol Suria; son dioses védicos que en el hinduismo tardío se convirtieron en médicos de los dioses y los devas de la medicina áiurveda.
Rudra, de cabellos rojos, hábil arquero; manifestación inferior de Siva.1,2 El nombre se traduce como “el rugidor”.
Abhidja, hijo de Surga, ejercía la profesión junto con su hermano mellizo. Existe cierta analogía entre ellos y los dióscuros Cástor y Pólux.2
Danavandri, a quien los asuras robaron el licor de la inmortalidad,2 es una encarnación especial de Vishnu. Su imagen representa a un anciano barbudo leyendo un libro.
Mitología egipcia
En la mitología egipcia los dioses médicos fueron: Chmun;2 Isis, la gran maga que cura a Ra, y cuya palabra “revive al que ya no vive”; Thot (a quien se le representaba con la cabeza de Ibis) y que curó a Horus de la picadura del escorpión; la diosa Sechmet, que cura las enfermedades de las mujeres; el dios Set, e Imhotep (hijo del dios Ptah; el heraldo de este dios era Apis).38,41,44
Mitología esquimal
En la mitología esquimal Eeyeekalduk habitaba dentro de una piedra y no debía mirársele a los ojos al hablarle.2
Mitología persa
Ormuzd o Ahur-Mazda es el principio del bien y creó seis benefactores inmortales, los Amschaspands, dos de los cuales velan especialmente sobre los seres humanos: Hauravatat, para la salud y Ameretat, para la larga vida.37
Mitologías sumeria, babilónica y asiria
Los nombres de los dioses conectados con la medicina en estas mitologías fueron: Sin, Ishtar, Marduk, Nabú, Ea, Ninchursag, Ninurta, Gula, Ninazu, Ningischzida y Sachan.38
Mitología grecorromana
En la mitología grecorromana hubo dioses patronos y diosas de la medicina y al mismo tiempo productores de enfermedades; entre tales dioses y diosas podemos contar a: Artemisa (Diana), Deméter o Demetra (Ceres), Hermes (Mercurio), Hera (Juno), Poseidón (Neptuno) y Dionisio (Baco), el dios supremo del Panteón griego fue Apolo, comúnmente llamado Alexicacus (“el que evita los males”)c.53
Minerva1 se identifica con Atenea; fue una de las tres deidades principales, junto con Júpiter y Juno. La estatua más famosa de esta diosa fue la hecha por Fidias, siendo una de las siete maravillas del mundo antiguo.36
Asclepio o Esculapio1,2 y familia.
La historia de Asclepio (entre los griegos) o Esculapio (entre los romanos)21 es una muestra de la variedad de versiones que existen en la mitología, algunas incompatibles entre sí.4
El nombre de Asclepio proviene del griego aspala, que significa topo, animal al que se le atribuían fuerzas curativas mágicasdd.5 Según la versión de Hesiodo (700 aC), el dios Apoloee (o Febo,33 hijo de Zeus y de Leto), en forma de cisne, se apareció a la mortal Coronisf (ninfa hija de Flegias g, rey de los lapitas h), mientras ésta se lavaba los pies en el lago Febo; cuando el dios fue a Delfos, dejó un cuervo de plumas blancas para cuidar a su amada. Coronis que estaba prometida a su primo Isquis, hijo de Elato, de Arcadia, le admitió en su lecho antes del matrimonio, aunque Apolo la había dejado ya encinta. Cuando el cuervo llegó con Apolo a informarle de la infidelidad de su amada, éste maldijo al cuervo que se tornó negro, así como todos sus descendientes, en señal de duelo, representando desde entonces, el mal agüero. Apolo se quejó con su hermana gemela Artemisa (o Diana) del insulto, quien lo vengó matando a Coronis, mientras que Apolo mataba a Isquis, con sus flechas. El dios, al ver el cadáver de ella, se arrepintió, pero no salió de su abatimiento hasta que éste estaba ya en la pira funeraria y encendido el fuego. Apolo hizo entonces una señal a Hermes, quien a la luz de las llamas que le abrían camino sacó el niño todavía vivo de la matriz de Coronis i. Apolo le puso el nombre de Asclepio y lo abandonó en el Monte Titón, donde lo amamantó una cabra (o una loba) y lo guardó un perro j; Arestanas, un pastor, encontró al niño y lo llevó a la cueva del centaurok Quirón, hijo de Saturno, uno de los tantos habitantes del Averno, en la tierra de Pelión (Magnesia), donde aprendió las artes de la medicina y la caza. Asclepio no sólo curaba enfermos, sino que además Atenea (o Palas) le dio dos redomas de la sangre de la Gorgona Medusa, con la extraída de su lado izquierdo podía matar instantáneamente y con la extraída de su lado derecho podía resucitar a los muertos l, esto último irritó a Hades (o Plutón) porque venía a menguar la población de su reino (el infierno), quejándose con Zeus (o Júpiter), éste fulminó al médico-dios con un rayo forjado por los cíclopes m, convirtiéndolo en la constelación llamada Serpentario.5,8-14
La familia de Asclepio le ayudaba en el ejercicio de la medicina: su esposa Epione (o Epiona, del griego epios, amabilidad) calmaba el dolor y las hijas e hijos de ambos contribuían al éxito de la terapéutica, con funciones bien definidas: Higeia (o Higea, Hygía o Hygeía, otro nombre de Atenea)1 era la deidad de la profilaxis de la enfermedad n (de ahí el término de “higiene”); Panacea, cuyo nombre significa “la que cura todo”2 simbolizaba el tratamiento; Telésforo, representado como un niño, cuidaba de la convalecencia8-10 Iaso (o Jainseo) era la enfermera; Egle era oculista; Podaleiro (o Polidairo, Podalirio, Podaliro o o Akeso o Arato) era psiquiatra p y patrono de los internistas y Macaón q lo era de los cirujanos, estos dos últimos también fueron gobernantes de Itoma y Ecalia.9,10,15-20
Otra versión dice que Apolo era el médico de los dioses del Olimpo, de quienes recibía el nombre de Alexikakos (“el que aleja la enfermedad”); con sus flechas podía enviar o evitar las epidemias y sus conocimientos médicos se los enseñó a Quirón y éste, a su vez, a Asclepio.15,21
Al margen de la mitología, Homero cuenta en la Iliada que Esculapio sí existió terrenalmente, que nació en la llanura tesaliana de Dotis (o en Trikka o en Epidauro), a orillas del lago Brebis, y vivió en Tesalia, en los siglos XII-XIII aC; que fue un guerrero que participó en la guerra de Troya y que fue un médico notable de gran respeto y fama; luego de su muerte, fue inmortalizado en la leyenda mitológica y venerado en Atenas, Corinto, Epidauro, Cnidios, Cos, Tesalia, Eutrica y Pérgamo (la ciudad natal de Galeno), en templos llamados Asklepiones (o Asclepiela o Asclepeios r más de 400 en el siglo IV aC; algunos de ellos siguieron funcionando hasta el siglo VI dC); los primeros se construyeron en los bosques de las cimas, por considerarse lugares más sanos, con belleza natural, y con aguas puras y a veces termales;9,12,15,23,24 la distribución de los pacientes dentro de los templos era de la siguiente manera: una escalinata llevaba a los enfermos, quienes previamente habían guardado ayuno y tomado purgantes, a una primera terraza, en la que había pozos en donde se llevaban a cabo abluciones rituales (unción con sustancias aromáticas) y, enseguida, se les ponía una bata blanca s; otra escalinata conducía a la terraza central, en la que se ofrecían sacrificios y ofrendas al dios (de acuerdo con la posición económica del doliente, podía ser fruta, pasteles o un gallo, lo que pasaba a constituir el tesauro [-tesoro del templo-], recibiendo al mismo tiempo historias sugerentes sobre las curaciones ahí realizadas; una tercera escalinata conducía a la terraza más alta (abaton), en donde se llevaba a cabo el sueño terapéutico (“incubación”, o incubatio);12,15,22 para esto, los siervos del templo (therapeutes) acostaban al paciente en las camas (clinet) que se encontraban en el enkoimeterion (el lugar destinado para las incubaciones), apagaban la luz y pedían silencio;17 durante el sueño, aspirando perfumes exóticos, el paciente poseído de fe y sugestión tenía la percepción imaginaria del dios, que llegaba a informarse de su malestar y a consolarlo; el paciente relataba el sueño a las sybilas, quienes en trance espiritual proferían exclamaciones y gestos que eran interpretados por el sacerdote, deduciendo el consejo médico divino: catárticos, dietas, remedios, etc.; formaban también parte del tratamiento, el ejercicio (gimnasio) y la recreación (teatro, sala de conciertos, hipódromo).13,25,26
Los enfermos sanados salían del templo a contarle al mundo su experiencia milagrosa y ofrecían exvotos que consistían en reproducciones de los órganos tratados y estelas (lamatas) que datan del siglo IV aC, en las que se describen las curaciones;12,15 seis de éstas fueron descritas por Pausanias en el siglo II dC y dan constancia de los tratamientos llevados a cabo por el dios en el templo (en total, relatan 70 casos clínicos: 11 de ceguera, dos de sordera, uno de afonía, nueve de parálisis, uno de insomnio con cefalea, cuatro de esterilidad femenina, etc.);12 dicen, por ejemplo:
“Andrómaca de Epiro, con el fin de tener numerosa descendencia, durmió en la sala de curación y tuvo un sueño. Soñó que un bello chico la destapaba y el dios la tocaba con la mano. Después tuvo un hijo de Arybbas”.27
Renombradas familias de médicos remontaban hasta el dios sus árboles genealógicos y se daban el nombre de Asclepiades (Hipócrates de Cos pertenecía a una de ellas). A Esculapio se le representa de pie (o sentado en un trono), como un hombre robusto (atlético), de edad madura, o incluso anciano u, de mirada serena, con abundante barba y cabellera rizadas, recogida esta última con una diadema y vistiendo un manto que deja al descubierto el brazo derecho y el busto; sus atributos son la copa con la bebida salutífera, el báculo de viajero con la serpiente enroscada (la “vara mágica”) y un perro, como recuerdo del que llevaba el pastor que lo encontró cuando lo abandonó su padre.8,9,11,13-15,28,29 Algunas veces le anexaban un gallo, ave vigilante que despierta temprano, y una cabeza de carnero. Cuando la religión egipcia se mezcló con la griega, el culto de Asclepios sostuvo cierto antagonismo con el de Serapis, que en ciertas localidades ganó más prosélitos que el anterior.30
Otros dioses griegos fueron: Ilitia (la Lucina, de los romanos), diosa de los partos, y para los romanos, Ope, protector de los recién nacidos.44
Mitologías mesoamericanas
Para justificar la causa sobrenatural y religiosa de la enfermedad, las culturas mesoamericanas crearon numerosas divinidades. Los dioses tenían la capacidad de producir o sanar las enfermedades. En las distintas culturas, la mayor parte de las divinidades aparecen con nombres cambiantes, aunque conservan sus cualidades y atribuciones esenciales, lo que permite identificarlas en los mayas, zapotecas y teotihuacanos.40
La mitología general en lo que ahora es la República Mexicana tuvo varias corrientes, pueden enumerarse las mitologías huasteca, maya, náhuatl, otomí, tarasca y zapoteca.45
Mitología maya
En la mitología maya, Ahan-Chamahez2 vivía rodeado de los espíritus de las plantas y los animales de cuya energía vital se servía para obrar la curación de los enfermos que acudían a él. Para realizar sus curaciones, recurría a cantos ceremoniales y danzas. Otros dioses eran: Ixchel, esposa de Itzamná v, diosa del parto;40 Citboltún (o Citbolontún o Citboluntún) y Zamná, cuya fiesta correspondía al día 8 del mes zip.38,43,44
Mitología azteca o mexica
En la mitología azteca, los dioses relacionados con la medicina eran:
Xipe-Tótec (o Xipelotec) “Nuestro Señor el Desollado”, era el protector de los pacientes con dermatosis;42,44 su fiesta llamada Tlacaxipehualiztli correspondía al 1 de febrero.43,44
Texcatlipoca, el “espejo humeante”, su fiesta tenía lugar el quinto mes o Toxcatl.44 Su contraparte (dualismo fundamental de la mitología mexica), Quetzalcóatl (de quetzalli , pluma verde y coatl, culebra), la “serpiente emplumada” (Kukulkan, entre los mayas), a quien, en su fiesta correspondiente al 3 de febrero, en Cholula, le sacrificaban un esclavo;39,42,44 tenía destinado en su honor un año sagrado al que llamaban los nahuas el Teoxíhuitl, al que se preparaban con 80 días de ayuno.43,44
Cihuacóatl o Quilaztli, fue considerada hermana de Huitzilopochtli y había sido la primera mujer que parió, teniendo siempre partos gemelares.42
Xochiquétzal o Tzintéotl (o Tzinteutl)44 era la diosa que tenía a las embarazadas bajo su protección e implícitamente al niño por nacer.42,43 Chalchiuhcueye (o Chalchihuitlicue), Matlalcueye, y Macuilxóchitl (o Macuilxóchilquetzalli) eran otras advocaciones de Xochiquétzal (o Xochiquetzalli).43,44
Para la protección nocturna de los niños en la cuna (cocolli) se invocaba a Xoaltícitl y a Xoaltecuhtli.38,42,44
Amímitl era invocado por los enfermos del estómago y los disentéricos.
A Xólotl se le invocaba en casos de aborto y de niños con malformaciones congénitas.42 Nanáhuatl era el dios de los leprosos.44
Ixtlitón (su nombre deriva de Ixtli, cara, rostro y Tlilli, negro, o Tlaltetecuin, o Tlaltecuin) moraba en el ixtlito (casa negra), en donde había tlílatl (agua negra) que servía para curar a los niños.42,43
Umitecuhtli, “el señor óseo”, era buscado por los enfermos enflaquecidos.39
A Temazcalteci (o Toci o Teci) se le veneraba como la diosa de las medicinas y las hierbas medicinales.42
A Tzapotlatena (o Tzapotlatenan, Ixchel o X-Chel, entre los mayas) se le atribuía el descubrimiento de la resina sagrada y curativa llamada óxitl (o úxtil o uxitl; alquitrán), obtenida del pino.42-44
Otro dios relacionado con la Pediatría fue Piltzintecuhtli, protector de los niños de los nobles (pipiltin), siempre y cuando fueran hijos legítimos de matrimonio legítimo.42,44
EPÍLOGO
“Los dioses no son eternos, ya han desaparecido muchos y seguirán desapareciendo hasta extinguirse por completo cuando el hombre haya llegado a la perfección, porque pasan a los hombres sus manos y su corazón”
TRADICIÓN ORAL (citado en la referencia 42)
La medicina en general ha utilizado diversos términos derivados de la mitología para nombrar fenómenos, eventos o partes anatómicas que, en su explicación etimológica, tienen algunas similitudes con diferentes historias mitológicas, como las relacionadas con dioses, entre los que se cuentan: Cronos, Urano, Príapo, Morfeo, Edipo, Electra, Narciso, Fobos, Sísifo, Pigmalión y Diógenes, entre otros.34
La mitología clásica y sus personajes han dado siempre materia en medicina para la elaboración de epónimos para nombrar distintas enfermedades. Es el caso de la griega Afrodita y de su equivalente romano Venus, diosa del amor y, por extensión, de todo lo relacionado con ese sentimiento que, tomando el nombre de otra divinidad de Grecia, se denomina erotismo. En anatomía se habla del monte de Venus para referirse a una región del cuerpo femenino. Se une a las divinidades griegas Afrodita y Hermes (el Mercurio de Roma) para designar el hermafroditismo. La palabra venéreo alude, según el diccionario de la Real Academia Española, al placer sexual y en medicina designa las enfermedades infecciosas contraídas y transmitidas a través de las relaciones de ese tipo; la palabra venéreo y su derivada venereología han titulado a una especialidad médica, tradicionalmente unida a la Dermatología.52
Entre los múltiples ejemplos que pueden citarse, uno de ellos sería el del síndrome de Dafne: Dafne era una ninfa de la mitología griega, a quien Eros clavó una flecha de plomo en el corazón. Como consecuencia, ella siempre rechazó los constantes cortejos amorosos de Apolo, manteniendo su cuerpo intacto. Esta decisión provocó que perdiera su belleza y su humanidad misma, pues, para mantenerse inalterada, se convirtió en árbol. El síndrome de Dafne consiste en el rechazo a aceptar un tratamiento médico, o quirúrgico por parte de los pacientes para no alterar su cuerpo. Esta decisión no se basa directamente en el riesgo implícito del tratamiento propuesto, ni tampoco valora el beneficio que podría aportar a su salud.35
Otro ejemplo sería el de la denominada en anatomía asta de Amón. El dios egipcio Amón, caracterizado con las astas de un carnero, fue asimilado como epíteto de Zeus en Grecia y de Júpiter en Roma; los anatomistas franceses (Garengeot en 1742 y Flurant en 1752), heredando la costumbre de la escuela renacentista de Padua de recuperar mitos y dioses de la Antigüedad Clásica, denominaron a la retorcida corteza temporal medial asta de Amón.48
En México, algunas asociaciones médicas han adoptado como logotipo la imagen de un dios o diosa azteca; por ejemplo, la Asociación Mexicana de Infectología y Microbiología Clínica tiene como logotipo a la diosa Centéotl (de centli, mazorca del maíz, y téotl, diosaw o Tzintéotl, Cintéotl o Chicomecóatl -7 serpiente, séptimo día de las trecenas rituales-),46 encargada de los medicamentos y de las hierbas medicinales;43 era, asimismo, la diosa tutelar de los Temazcalli o casas de baños, bajo la advocación de Temazcaltoci “abuela de los baños” (Figura 1).43
El Colegio Mexicano de Reumatología tiene como logotipo a Quetzalcóatl, dios de las curaciones y de las plantas mágicas (Figura 2).38
Ixtliton x, como se dijo, era una deidad protectora de los niños,42 por lo que se le tomó como imagen representativa del Hospital Infantil de México Federico Gómez (Figura 3).38
El Instituto Nacional de Perinatología Isidro Espinosa de los Reyes tiene un logotipo azteca, pero no se trata de una deidad, sino de la Princesa 3 Pedernal Serpiente Emplumada en el momento de parir a su hija.49
De manera similiar, la Asociación de Médicos del Hospital de Ginecología y Obstetricia núm. 3 (AM-HGO3) del IMSS, AC y también tiene un logotipo azteca, pero, en este caso, tampoco se trata de una deidad, sino del símbolo del nacimiento (Tecciztli), tomado del Códice Cospiano.50
Anexo
Deidades aztecas y mayas (en relación con la Ginecología y la Obstetricia).
“Como hubo una gran variedad de padecimientos y suponiendo que su causa y duración estaban determinadas por la acción divina, al no concebir que una sola deidad pudiese controlar tan amplia manifestación de enfermedades, los enfermos y los médicos se acogían a la voluntad de “múltiples dioses”, con objeto de implorar su protección y curación. Éstos son los dioses que más se asociaron con la Ginecología y la Obstetricia”51
Tzapotlalenan: diosa de la medicina en general y de los medicamentos.
Quetzalcóatl: era invocado en los casos de esterilidad y le hacían grandes fiestas en Cholollan, precedidas de ayunos y austeridad.
Cihuacóatl, Quilaztli, Chihuateteto: mujer serpiente, de quien se afirmaba que había sido la primera mujer que parió en este mundo; se le tomaba por diosa de la obstetricia.
Centéotl: diosa de la tierra y la medicina.
Tlacaxipeualiztli: castigaba a los que manchaban el ayuno sexual.
Tlazoltéotl: también diosa del amor, atormentaba a los que se entregaban a amores prohibidos. Era patrona de las parturientas (Omecíhuatl, Telco Inman, Toci, Quilaztli, Temascalteci, Ayopechtli).
Xochipilli: deidad del amor.
Tizinteutl o Xochiquetzal: divinidad de las embarazadas y puérperas.
Matlacueye y Maculxochilquetzali (Xochiquetzal): cuidaba a las puérperas y ayudaba a los neonatos.
Xólotl: luchaba con los dioses malignos para impedir las monstruosidades y gemelos. Se arrojaban fuego; asistía a las mujeres durante el parto.
Tláloc: invocado por las parteras después del nacimiento de varón por ser el que domina en Tamoanchan o Tlalocan.
Tota (Huehuetcotl y Xiuhtecuhtli): dios del parto y de la nueva vida.
Chalchihcueye: se le encomendaban los recién nacidos al bañarlos.
Ope: cuidaba a los recién nacidos.
Xoalticitl: guardián de los hijos nacidos en matrimonio.
Ixtliton o Tlatecuín: invocado para sanar a los niños enfermos a los que se les daba a beber el agua del templo llamada tlilot.
Cihualpipiltli, Cioapipiltlin: diosas que hechizaban a los niños y que habían muerto de parto macioaquezque.
Cuatlacuhautl: curaba las enfermedades secretas de la mujer.
Texcatlipoca: castigaba a las viciosas; era el señor de la procreación.
Macuilxóchitl: enviaba enfermedades sexuales y cuidaba el embarazo y el puerperio.
Xipe-Tótec: tutelar de las divinidades, era altamente vengativo; dios de las enfermedades venéreas.
Ometéotl: agente de la concepción de los seres humanos.
Teteo Inman: madre de los dioses, protegía el arte de curar; adorada por las parteras.
Yoalticitl: diosa de los baños que tomaban las gestantes.
Xuchicaltzin: señor de la casa donde se arrecian y esfuerzan los cuerpos de los niños.
Mictlantecuhtli: dios del infierno, se le invocaba en los partos.
Cipactli: diosa protectora de los niños, los cuales vienen de un sitio llamado Tamoanchan.
Ixcuina: protectora de las parturientas.
Tonametlinmanye: dios del sol, indispensable para la vida.
Tlaltecutli: diosa de la tierra, madre de las parturientas.
Chalchiutliyene: diosa del agua Chalchiucueye, se invocaba después del parto.
Chalchiuhtlatonac: dios del agua, invocado en los ritos del baño.
Mayahuel: dios de la prolificidad.
Pantecatl: dios de las plantas utilizadas en el parto y puerperio.
Yoaltecutli: señor de la noche; muy temido.
Ometecutli: madre o mujer celestial, curaba la esterilidad.
Omecíuatl: padre u hombre celestial, curaba la esterilidad.
Yacuhuiztli: dios que cuidaba al recién nacido.
Iamamializtli: dios que cuidaba al recién nacido.
Toci o Tlazoltéotl: diosa de los médicos.
Macuilxóchitl: dios renovador de la vida, junto con Xochipilli y Ahuiatétl.
Ahuiateotk: dios de los partos y las cosechas.