Introducción
La humanidad ha dependido históricamente del desarrollo de la irrigación para tener una agricultura con bases más seguras para la sociedad y cada uno de sus integrantes (Walker y Skogerboe, 1987). En México se destinan alrededor de 22 millones de ha para la agricultura y de estas, la superficie bajo riego es de 6.4 millones de ha (CONAGUA, 2009). Las grandes zonas de riego se ubican en zonas áridas y semiáridas del país, las cuales requieren del riego para obtener rendimientos comerciales pero la sequía es el principal evento natural que afecta negativa y recurrentemente a la agricultura, ocasionando de esta forma graves problemas e incertidumbre por su gran impacto en los cultivos que presentan una alta vulnerabilidad a la falta de agua (Flores-Gallardo et al., 2006). La aplicación del riego se realiza de acuerdo al criterio o experiencia del agricultor y al manejo que ofrece cada parcela, ya que la programación científica del riego se realiza aplicando los procedimientos de la FAO por la limitada información experimental generada localmente (Sifuentes-Ibarra et al., 2003). La disponibilidad de agua en estas zonas constituye la principal limitante para la producción agrícola y para la apertura de nuevas áreas de cultivo, ya que al incrementarse la población; la competencia por el agua se intensifica siendo necesarios la conservación, manejo y uso eficiente mediante el mejoramiento de los métodos y dispositivos tanto para distribuir como para aplicar el riego a nivel parcelario (Ojeda-Bustamante et al., 2001).
El cultivo de papa (Solanum tuberosum L.) ocupa el cuarto lugar en superficie sembrada en México, superado únicamente por los granos básicos: maíz (Zea mays L.), frijol (Phaseolus vulgaris L.) y trigo (Triticum aestivum); estableciéndose una superficie aproximada a 70 000 ha y se obtiene un rendimiento promedio de 22 Mg ha-1 (SAGARPA, 2006). En el norte de Sinaloa se establecen alrededor de 14 000 ha y se obtiene un rendimiento promedio de 25 Mg ha-1 (CONPAPA, 2003). Este cultivo demanda de labores agronómicas especiales y una aplicación eficiente del riego por su alta sensibilidad a la falta y excesos de humedad en el suelo porque el producto de interés se encuentra en la parte subterránea. Por lo tanto, es importante considerar los factores que afectan el desarrollo y rendimiento del cultivo como el clima, fertilización, humedad del suelo, especie o variedad cultivada, método y eficiencia de aplicación del riego, etapas fenológicas, malezas, plagas y enfermedades (Flores-Gallardo et al., 2007). Dentro de los factores anteriores, como el clima; se estima una variable esencial para el cálculo de los requerimientos de riego del cultivo y que en este caso es la evapotranspiración de referencia ETo (González-Camacho et al., 2008), lo cual se debe a que la planta de papa puede reemplazar cuatro veces al día su contenido de humedad por medio de la transpiración (Curwen, 1989). El objetivo del presente estudio fue obtener mejores eficiencias en la aplicación del riego e incrementar la calidad y producción de papa mediante la utilización de parámetros de riego calibrados previamente a nivel local para obtener un uso integral del agua (Sifuentes-Ibarra et al., 2003; Flores-Gallardo et al., 2007).
Materiales y métodos
La presente investigación se realizó en el DR-075 Río Fuerte, el cual está ubicado en el norte de Sinaloa (25° 48.89’ N, -109° 1.53’ O y una altura promedio de 20 m). Se contó con un total de 23 parcelas (Cuadro 1) comerciales con una superficie total de 746.54 ha establecidas en dos ciclos agrícolas otoño-invierno (2005-2006 y 2006-2007); en el primer ciclo agrícola se contó con 10 parcelas experimentales y 8 parcelas testigo, y en el segundo ciclo agrícola se contó con 2 parcelas experimentales y 3 testigo. La programación del riego en las parcelas experimentales se realizó mediante el modelo basado en el concepto grados día (Ecuación 1), el cual se programó en macros desarrollados en Excel con parámetros calibrados y se ajusta automáticamente a las variaciones climáticas de la región, y en las parcelas testigo se utilizó el sistema de pronóstico del riego en tiempo real “SPRITER-FAO”, este programa lo utilizan algunos de los módulos de riego del DR-075 y usa parámetros empíricos de la FAO (Doorenbos y Kassam, 1979) para generar pronósticos en base a días calendario requiriendo de ajustes manuales por el técnico del módulo conforme se actualiza la información climática y de humedad (Ojeda-Bustamante et al., 2007). La calendarización del riego se realizó mediante el apoyo de información de la red de estaciones agrometeorológicas del DR-075 (Cuadro 2) de donde se obtuvieron los datos de las variables climáticas para realizar los pronósticos de riego.
El modelo basado en el concepto grados día (Ecuación 1) desarrollado por Ojeda-Bustamante et al. (2004) y calibrado así como validado por Flores-Gallardo et al. (2007) para las condiciones del Valle del Fuerte fue programado en macros desarrollados en Excel, el cual se apoya adicionalmente en otros modelos para determinar el coeficiente de cultivo (Kc, Ecuación 2), profundidad dinámica de la raíz (Rd, Ecuación 3), máximo déficit permitido (MDP, Ecuación 4) para realizar un pronóstico del riego más preciso de acuerdo al desarrollo de la planta.
donde:
°D = grados día
Ta = temperatura ambiental diaria
Tc-max y Tc-min = temperatura máxima y mínima del aire, respectivamente las cuales son los umbrales en que se desarrolla la planta de papa (29 y 2 °C).
donde:
Kc = coeficiente de cultivo
Kco = coeficiente de cultivo inicial
Kmax = coeficiente de cultivo máximo
erfc = función complementaria del error
X = variable auxiliar que depende de los Σ°D
α1 = parámetro de regresión
donde:
Rd = profundidad dinámica de la raíz
Rdo = profundidad inicial de la raíz
Rdmax = profundidad máxima de la raíz
α2 = parámetro de regresión
Σ°D = grados día acumulados
donde:
MDP = máximo déficit permitido
α3 y α4 = parámetros de regresión, respectivamente
Kc = coeficiente del cultivo = máximo déficit permitido
De acuerdo al sistema de riego varían los parámetros de regresión α (Cuadro 3), por lo cual fue importante la utilización de parámetros calibrados previamente por Sifuentes-Ibarra et al. (2003) para dos sistemas de riego en el Valle del Fuerte y calibrados posteriormente para las condiciones predominantes de cada parcela (Flores-Gallardo et al., 2007).
Resultados y discusión
Para llevar a cabo la validación del modelo grados día, así como la aplicación y gestión oportuna del riego ante los productores agrícolas, fue necesario contar con la cooperación de los módulos de riego generando un proceso muy importante sobre la gestión del riego (Figura 1).
En los Cuadros 4 y 5 se presenta un ejemplo del pronóstico realizado con el modelo grados día en comparación con el SPRITER-FAO para una misma parcela pero la cual fue establecida en diferentes fechas de siembra y ciclo agrícola. Se puede observar la lámina neta (Ln) por aplicarse al cultivo por cada método, en donde también se puede observar la variación de los requerimientos de riego con respecto a cada método y además, se muestra la precisión del modelo grados día pronosticando menos lámina de riego por su ajuste automático a las variabilidad climática que se presentó en la región y de acuerdo al desarrollo del cultivo.
Se realizó un análisis de los pronósticos de riego efectuados por los dos métodos: grados día y SPRITER- FAO en el ciclo agrícola otoño-invierno (2005-2006), en donde se muestran las láminas aplicadas (Lra) y requeridas (Lrr) en la Figura 2, con lo cual se obtiene la eficiencia del riego (Figura 3).
También se presenta el mismo análisis de los pronósticos de riego efectuados por los dos métodos: grados día y SPRITER-FAO en el ciclo agrícola otoño- invierno (2006-2007), en donde se muestran las láminas aplicadas (Lra) y requeridas (Lrr) en la Figura 4 con lo cual se obtiene las eficiencias de los riegos (Figura 5).
Con el modelo basado en el concepto grados día, el cual se utilizó en las parcelas experimentales, se obtuvo un rendimiento promedio de 36 Mg ha-1 en el ciclo 2005-2006 y de 33 Mg ha-1 en el ciclo 2006-2007 con tubérculos predominantes de primera y segunda clase, comparado con el riego pronosticado con el método SPRITER-FAO que se utilizó en las parcelas testigo se obtuvo un rendimiento promedio de 29 Mg ha-1 en el ciclo 2005-2006 y de 24 Mg ha-1 en el ciclo 2006-2007.
Conclusiones
- La calendarización y pronóstico del riego en forma científica mediante el modelo basado en el concepto grados día, mostró ser un factor de gran importancia en la producción del cultivo de papa debido a que se mantuvo un adecuado balance de humedad en el suelo sin estresar el cultivo. Esto se debe a que la programación del riego utilizando los parámetros de coeficiente de cultivo (Kc), profundidad dinámica de la raíz (Rd) y máximo déficit permitido (MDP) pueden generar discrepancias y desfases importantes utilizando el método SPRITER-FAO como consecuencia de que en los módulos de riego no se actualiza la base de datos y parámetros de calendarización utilizados por el programa, lo cual genera dichas discrepancias pero aun así los agricultores no siguen la recomendación del sistema y utilizan un criterio empírico para aplicar los riegos. Por lo tanto, el uso del modelo grados día en la calendarización y pronóstico del riego resultó ser una excelente herramienta para normalizar los parámetros de calendarización del cultivo a las condiciones temporales del clima, ya que las estimaciones a través del modelo se ajustan automáticamente y debido a la amplia gama de fechas en que se establece el cultivo de papa en el Valle del Fuerte es recomendable usar el modelo grados día porque con el método SPRITER-FAO, el técnico del módulo de riego se ve en la necesidad de ajustar los calendarios manualmente para las diferentes fechas de siembra y reducir las desfases, lo cual genera una mala precisión del pronóstico del riego debido a variabilidad climática interanual.
- Al método SPRITER-FAO se le deben incorporar algunas mejoras como los grados días para expresar los parámetros de calendarización del riego, aprovechando las bondades que ofrece y no sea manual el ajuste de los calendarios de riego para cada cultivo evitando las discrepancias que aún se tienen en los pronósticos. Con estas bases, los módulos de riego pueden manejar de una forma más eficiente e integral el recurso agua durante los siguientes ciclos agrícolas y además, es importante manejar adecuadamente los sistemas de riego mediante evaluaciones previas en las eficiencias de aplicación y distribución del riego en la parcela para obtener un mejor manejo del agua porque este tipo de modelos no tendrían el impacto esperado al momento de pronosticarse el riego si en campo no se ejecuta correctamente.