Introducción
Los Andosols son suelos que poseen alta capacidad de retención de agua, buen drenaje, friables, forman agregados estables de forma natural, además de tener una baja densidad aparente y una alta porosidad (IUSS grupo de trabajo de la WRB, 2015). Sin embargo, la remoción de la vegetación conduce a escorrentía y erosión severa (McDaniel et al., 2012), que permite el afloramiento de los materiales parentales (Krasilnikov et al., 2013).
En Tlaxcala, México, uno de sus principales problemas ambientales se relaciona con la degradación de suelo, la cual representa hasta 76.8% de su superficie (SEMARNT-CP, 20021). Sin embargo, en el municipio de Calpulalpan, Gutiérrez del Valle (20142) detectó zonas estables de Andosols con bosque de pino/encino (8058 ha), a pesar de que se desarrollaron a partir de cenizas y lapillis pomáceos e impacto humano a través de la construcción de caminos. Un rasgo común de estos suelos es la presencia de abundantes hifas y esclerocios que contribuyen en la agregación del suelo (Sedov et al., 2010). Empero, no se ha reportado cuál es el papel que pueden tener estas estructuras fúngicas en materiales pomáceos y en la estabilidad del sistema para evitar la degradación de los Andosols.
Los agregados de suelo son unidades estructurales entre partículas elementales (arcillas, limos y arenas), que se constituyen como producto de la interacción entre procesos físicos, químicos y biológicos (Kasper et al., 2009). Éstos se agrupan por su tamaño en macroagregados > 250 µm y microagregados < 250 µm (Borie et al., 2008). La teoría jerárquica de la agregación propuesta por Tisdall y Oades (1982), plantea que los microagregados se unen para formar macroagregados, donde los enlaces químicos de aluminosilicatos se enlazan entre sí para formar microagregados. Este proceso también obedece a una jerarquía sucesiva de organización biológica donde las comunidades fúngicas, en particular las que forman ectomicorrizas o endomicorrizas y las raíces, juegan un papel importante en el enlace entre partículas (Six et al., 2004). Además, las propiedades microclimáticas (humedad y aireación), así como el continuo aporte de materia orgánica, son también importantes en estas interacciones (Bedini et al., 2009). No obstante, todavía es un reto entender las interacciones entre los microorganismos y agregados (Nie et al., 2014). En Andosols existe una clara necesidad de mejorar la comprensión de los procesos que controlan la dinámica de su formación y el papel del micelio (Sedov et al., 2010).
El objetivo del presente estudio fue caracterizar las propiedades edáficas que favorecen la habilidad radical y el crecimiento de los hongos, identificar las especies de hongos micorrízico arbusculares y determinar la relación de los hongos con diferentes componentes del suelo a nivel de sección delgada en Andosols de Calpulalpan, Tlaxcala, México.
Materiales y Métodos
Área de estudio
El área de estudio se localiza en la localidad de San Felipe en un área de bosque de pino en Calpulalpan Tlaxcala, México, ubicado en las coordenadas 19° 32’ 11.9” N, 98° 39’ 12.3” O, a una altitud de 2664 m (Figura 1). El clima es templado subhúmedo con una temperatura promedio de 13.6 °C y una precipitación anual de 655 mm (INEGI, 2018). El material parental son cenizas volcánicas y lapillis pomáceos con diferentes secuencias y espesores. La vegetación corresponde a bosque de pino Ocote (Pinus patula Schl. et Cham), asociados con pastizales o con cultivos principalmente de maíz (Zea mays L.). Los suelos se clasifican como Vitric Andosols de acuerdo con el IUSS grupo de trabajo de la WRB (2015).
Fase de Campo
Después de recorridos de campo se seleccionaron tres sitios, los cuales varían en geomorfología, material parental (cenizas volcánicas Cv y lapillis La) y pinos con diferentes asociaciones: Sitio 1 (pendiente alta, con cultivo de maíz y Cv); Sitio 2 (pendiente media; con pastizales y Cv/La); y Sitio 3 (pendiente baja, pino natural y Cv/La). En cada sitio se excavó un pozo pedológico y se describieron los perfiles de suelos con base en el Manual de Cuanalo (1982). La abundancia de micelio se determinó cuantificando el número de hifas por dm2 en cada horizonte y usando la misma escala para las raíces: 0-5 raras, 5 a 10 pocas, 10-50 comunes, 50-100 abundantes; y > 500 muy abundantes. La habilidad radical se evaluó con base en las propiedades edáficas (textura y estructura) según la propuesta de Pape y Lagger (1995).
Posteriormente, se colectaron muestras alteradas (análisis de laboratorio) e inalteradas (análisis micromorfológico) una por cada horizonte identificado en campo, dando un total de 15 muestras de suelo. En la identificación de esporas de HMA se utilizó una muestra compuesta, integrada por cinco submuestras, las cuales fueron colectadas de manera aleatoria en el horizonte superficial de los suelos estudiados a una profundidad de 0-20 cm. Todo el muestreo de campo se realizó durante el verano de 2014.
Análisis de laboratorio
Los análisis físicos y químicos realizados fueron: densidad aparente (terrón parafinado), pH (relación agua-suelo 2:1), capacidad de intercambio catiónico (acetato de amonio), cationes intercambiables Na+, K+ (flamometría), Ca++, Mg++ (absorción atómica), fósforo soluble (Bray y Olsen según pH), NTot (Kjeldahl) y materia orgánica (Walkley y Black, 1934). Las metodologías fueron extraídas del manual de Van Reeuwijk (2002).
Aislamiento, cuantificación, identificación y abundancia de especies de HMA
Para la extracción de las esporas de hongos micorrízico arbusculares (HMA), se utilizó la metodología de tamizado y decantación propuesta por Gerdemann y Nicolson (1963), seguida de la separación en un gradiente de sacarosa al 60%. La determinación taxonómica de las especies de HMA se realizó mediante características morfológicas observadas y reportadas por IBG (1993). Asimismo, se calculó el índice de dominancia de especies (Índice de Simpson), lo que indicó la riqueza y variación de especies del sitio estudiado.
Análisis micromorfológico
Las muestras inalteradas se secaron a temperatura ambiente bajo sombra y se impregnaron con una mezcla de resina poliéster insaturada y monómero de estireno en una relación 70:30. Cada bloque inalterado se cortó de manera vertical y se elaboró una sección delgada (5 × 7.5 cm × 30 µm), con base en la metodología propuesta por Murphy (1986). Los diferentes componentes del suelo (materia orgánica gruesa, fina e inorgánicos), así como su agregación y porosidad se describieron utilizando un microscopio petrográfico y la terminología de Bullock et al. (1985) y Stoops (2003). Dentro de la fracción fina de la materia orgánica se describió el micelio y las esporas, su patrón de distribución y relación con los componentes del suelo.
Resultados y Discusión
En la Figura 2 se reportan los perfiles estudiados y las diferentes secuencias de Cv y La. Asimismo, en la Figura 3, se puede apreciar la distribución de las raíces entre horizontes de los diferentes perfiles y con abundante micelio, sobre todo en los suelos que se ubican en pendientes media y baja, en donde las hifas fueron uniendo a las partículas pomáceas (Figura 3).
En el Cuadro 1 y 2 se presentan algunas propiedades químicas y físicas de los suelos estudiados, además de la habilidad radical. En el Sitio 1, donde se cultiva maíz, los contenidos de MO fueron medios (2.5%) para Andosols (Ortiz-Solorio, 2010) y bajos para NTot; con un pH que fluctuó de 6.2 en el horizonte superficial a 7.5 en el más profundo. De acuerdo con la clasificación de Young (1976), los suelos estudiados tienen alta fertilidad debido a su alta concentración de cationes intercambiables, principalmente de Ca+ con un comportamiento regular con la profundidad (de 26 hasta 56 cmol kg-1), y K+ con valores arriba de 0.4, alta saturación de bases (100%) y un contenido de Psoluble de 66 mg kg-1. La alta concentración de nutrientes está relacionada con la aplicación de fertilizantes que los productores agregan anualmente. En los suelos no agrícolas (Sitio 2 y 3), el contenido de MO es bajo en las pendientes medias (2.5%), pero se incrementa hasta 14% (horizonte O) en pendientes bajas; son ligeramente ácidos, bajo contenido de cationes intercambiables (2.1 cmol kg-1 de Ca++), baja saturación de bases (< 50%), y bajo a mediano contenido de K++ y NTot.
Horizonte | Profundidad | pH | MO | Cationes intercambiables | CIC | PSB | P | NTot | |||
Ca | Mg | Na | K | ||||||||
cm | 1:1 H2O | % | - - - - - cmol kg-1 - - - - - | % | mg kg-1 | % | |||||
Sitio 1 Pendiente alta (pino y suelo agrícola) | |||||||||||
Ap | 0-12 | 6.2 | 2.57 | 26.2 | 7.8 | 0.65 | 0.64 | 23.5 | 100 | 66.4 | 0.11 |
A2 | 12-26 | 7.1 | 2.57 | 33.1 | 11.4 | 0.74 | 0.65 | 12.5 | 100 | 66.4 | 0.11 |
Bw | 26-45 | 7.4 | - | 38.6 | 0.9 | 0.87 | 0.73 | 22.6 | 100 | - | - |
2Bw | 45-62 | 7.3 | - | 46.4 | 1.9 | 0.95 | 1.02 | 27.3 | 100 | - | - |
3Bt1 | 62-81 | 7.4 | - | 45.1 | 1.9 | 1.06 | 1.34 | 29.2 | 100 | - | - |
3B2 | 81-89 | 7.5 | - | 46.3 | 1.8 | 1.02 | 1.65 | 27.9 | 100 | - | - |
3B3 | 89-105 | 7.5 | - | 51.6 | 2.2 | 1.06 | 2.02 | 30.4 | 100 | - | - |
Sitio 2 Pendiente media (pino y pasto) | |||||||||||
A | 0-20 | 6.1 | 2.5 | 2.1 | 1.1 | 0.9 | 3.4 | 6.0 | 100 | 6.56 | 0.09 |
CBw | 20-40 | 6.0 | 0.5 | 2.1 | 1.1 | 1.1 | 2.6 | 15.5 | 27.9 | 7.59 | 0.03 |
CB | 40-90 | 6.7 | 0.1 | 2.1 | 1.1 | 0.9 | 1.7 | 12.3 | 47.1 | 7.59 | 0.02 |
2C | 90-120 | 6.5 | 0 | 2.1 | 1.0 | 1.2 | 1.2 | 9.7 | 56.7 | 4.51 | 0.01 |
3C | 120-160 | 6.5 | 0 | 2.0 | 0.9 | 1.4 | 1.8 | 4.6 | 100 | 5.03 | 0.01 |
Sitio 3 Pendiente baja (pino) | |||||||||||
O | 0-3.0 | 5.5 | 14.3 | 2.16 | 1.04 | 0.61 | 0.93 | 14.3 | 33.0 | 23.1 | 0.26 |
A | 3-15 | 6.0 | 5.45 | 2.08 | 1.05 | 0.63 | 1.12 | 12.9 | 37.7 | 26.7 | 0.14 |
2Bw | 15 -52 | 6.6 | 1.33 | 2.05 | 1.05 | 0.65 | 2.02 | 12.9 | 44.6 | 9.98 | 0.04 |
3C | 52-120 | 7.2 | 0.1 | 1.99 | 0.89 | 0.65 | 1.28 | 6.8 | 70.0 | 4.00 | 0.00 |
MO = materia orgánica; CIC = capacidad de intercambio catiónico; PSB = porcentaje de saturación de bases.
MO = organic matter; CIC = cation exchange capacity; PSB = percentage of base saturation.
Horizonte | Dap | Arenas | Limos | Arcillas | Clase textural | Estructura | Permeabilidad | Habilidad radical | Micelio |
g cm-1 | - - - - - - % - - - - - - | ||||||||
Sitio 1 Pendiente alta | |||||||||
Ap | 1.3 | 44.0 | 34.5 | 21.5 | Franco | Mi | *** | *** | *** |
Ap2 | 1.3 | 41.2 | 32.7 | 26.1 | Franco | Mi, Bs | *** | *** | *** |
Bw | 1.6 | 51.5 | 19.8 | 28.6 | FArA | Bs | *** | *** | *** |
2Bw | 1.4 | 58.8 | 15.5 | 25.7 | FArA | Bs | *** | *** | ** |
3Bt1 | 1.4 | 65.3 | 8.2 | 26.5 | FArA | Bs | *** | *** | ** |
3B2 | 1.3 | 61.1 | 12.1 | 26.7 | FArA | Bs | ** | ** | ** |
3B3 | 1.4 | 54.9 | 19.2 | 25.8 | FArA | Bs,Gs | ** | ** | ** |
Sitio 2 Pendiente media | |||||||||
A | 1.3 | 25.4 | 37.9 | 36.8 | FAr | Mi | *** | *** | *** |
CBw | 1.5 | 25.9 | 36.5 | 37.6 | FAr | BS | *** | *** | *** |
CB | 1.4 | 53.8 | 21.2 | 25.0 | FAA | Bs | ** | ** | *** |
2C | 1.4 | 68.8 | 17.1 | 14.0 | FA | Bs, Gs | ** | ** | *** |
3C | 1.6 | 72.1 | 15.6 | 12.3 | FA | Gs | ** | ** | *** |
Sitio 3 Pendiente baja | |||||||||
O | 1.1 | - | - | - | - | - | - | - | - |
A | 1.2 | 49.7 | 36.5 | 13.8 | Franco | Mi | *** | *** | *** |
2Bw | 1.5 | 54.5 | 26.9 | 18.6 | FA | Bs | ** | ** | *** |
3C | 1.2 | 78.3 | 11.4 | 10.3 | FA | Gs | ** | ** | *** |
La estructura en general fue migajosa en la superficie, con bloques subangulares en los subhorizontes y granular simple en los Lp; sus texturas varían en la superficie de francas en CV y franco arcillo arenoso en los La. Las densidades aparentes oscilan entre 1.1 g cm-3 en el suelo y 1.6 g cm-3 en el horizonte subsuperficial del suelo agrícola; aunque los valores tienen un comportamiento irregular a lo largo de los perfiles debido a las diferentes discontinuidades litológicas.
Pape y Lagger (1995) indicaron que las estructuras pedales (migajosas) generan condiciones para un alto desarrollo radical, no así para las apedales (granulares simples), sobre todo las de textura franco arenosa o más gruesas que ocurren en los suelos. No obstante, en campo se observó la presencia de micelio abundante no sólo en los horizontes superficiales sino también en los lapillis (Figura 3). De acuerdo con Segura‑Castruita et al. (2005), los lapillis pomáceos tienen alta capacidad de retención de humedad (hasta 70%) como consecuencia del tamaño de la partícula (2 y 3 mm) y la forma tubular de los poros vesícula. Estos poros al estar interconectados permiten mayor acumulación de humedad y menor pérdida por evaporación y generan una ventaja para los hongos que se relacionaron con estas partículas. Esta característica puede explicar por qué las hifas fueron ensartando a las partículas pomáceas y dando estabilidad de materiales que pueden ser susceptibles a la erosión hídrica.
En el sitio donde se cultiva maíz (Sitio 1), los contenidos de MO son medios (2.5%) para Andosols (Ortiz-Solorio, 2010) y bajos para NTot; con un pH ligeramente alcalino. De acuerdo con la clasificación de Young (1976) para evaluar la fertilidad, los suelos presentan una alta concentración de cationes intercambiables, principalmente de Ca++, con un comportamiento regular con la profundidad (de 26 cmol kg-1 hasta 56 cmol kg-1), y K+ con valores arriba de 0.4 cmol kg-1, alta saturación de bases (100%) y altas concentraciones de fósforo (66 mg kg-1). Esta concentración de nutrientes está relacionada con la aplicación de fertilizantes que los productores agregan anualmente. En los suelos no agrícolas (Sitios 2 y 3), el contenido de MO es bajo en las pendientes medias (2.5%), pero se incrementa (14%), en pendientes bajas donde ocurre incluso un horizonte O; son ligeramente ácidos, con bajo contenido de cationes intercambiables (2.1 cmol kg-1 de Ca++) y saturación de bases (menos de 50%), y bajos a medianos en K++ y NTot.
La estructura es en general migajosa en la superficie, bloques subangulares en los subhorizontes y granular simple en los Lp. Las densidades aparentes oscilan entre 1.1 g cm-3 y 1.6 g cm-3 y con un comportamiento irregular a lo largo de los perfiles. De acuerdo con Pape y Lagger (1995), las estructuras pedales (migajosas) generan condiciones para un alto desarrollo radical, no así para las estructurales apedales (granulares simples), sobre todo las de textura franco arenosa o más gruesas que ocurren en los suelos. No obstante, en campo se observó la abundante presencia de micelio no sólo en los horizontes superficiales sino también en los lapillis (Figura 3). De acuerdo con Segura-Castruita et al. (2005) los lapillis pomáceos tienen alta capacidad de retención de humedad (hasta 70%) como consecuencia de su tamaño (partículas de 2 y 3 mm) y poros vesícula tubulares interconectados que permiten mayor acumulación de humedad y menor pérdida por evaporación, lo que genera una ventaja para los microorganismos.
Riqueza y abundancia de esporas de hongos micorrízico arbusculares
En el horizonte superficial del sitio intermedio (área para cultivo) se encontraron esporas de 10 especies de HMA con una riqueza de especies promedio de 5.8±1.6 D.E. y una dominancia variando de 0.27 a 8.4, que demuestra que existe variación de número de esporas de las especies identificadas. En la Figura 4 se muestra el promedio y error estándar del número de esporas registradas, donde Funneliformis mosseae fue el más abundante, seguido de Acaulospora morrowiae y Scutellospora pellucida.
Análisis micromorfológico
Los hongos se asociaron con diferentes componentes del suelo de acuerdo con el material parental, tipo de horizonte y minerales amorfos. En el horizonte O (Sitio 3), el micelio fue abundante y se distribuyó por toda la capa de mantillo (Figura 5a). Esta relación cambió en el horizonte A de los tres sitios, donde los hongos y raíces entrelazaron microagregados y formaron macroagregados (Figura 5b); las esporas de diferentes hongos se concentraron dominantemente en el espacio poroso, lo que sugiere que éste es un nicho propicio para su formación. El patrón de crecimiento fúngico y su relación con partículas orgánicas e inorgánicas, se observó por toda la sección delgada correspondiente a cada horizonte.
McDaniel et al. (2012) mencionaron que los Andosols pueden degradarse debido a la implementación de cultivos, que desplaza a la cobertura vegetal original y de hecho se consideran suelos frágiles (Krasilnikov et al., 2013). Sin embargo, los autores no consideraron el papel de las comunidades microbianas en los suelos agrícolas en donde los hongos forman parte del fenómeno de resiliencia del sistema. Aunque se identificaron esporas de 10 especies de HMA en el horizonte superficial, fue F. mosseae quien dominó, lo cual concuerda con los reportado por otros autores, quienes indican que esta especie contribuye en otros suelos a la formación y estabilidad de agregados de diferentes tamaños en la rizósfera (Wu et al., 2014). Este resultado sugiere que es probable que la alta actividad fúngica podría permitir, en parte que los Andosols de Calpulalpan, se conserven a pesar de la alta degradación de los suelos generada por las actividades humanas (SEMARNT-CP, 20021).
Los lapillis intemperizados (horizontes Bw) presentaron abundante micelio de basidiomicetos (por la presencia de fíbulas; Figura 5c), principalmente asociados con macroagregados y minerales amorfos como imogolita y alofano (Figura 5d). Finalmente, las hifas de estos hongos se insertan a las arenas pomáceas a través de las vesículas tubulares y van formando una especie de cadenas en forma de cuentas de partículas (Figura 5d), lo que significa que son más afines a las partículas minerales que a la MO, ya que en el horizonte C prácticamente fue donde se observaron.
La mayoría de los HEcM (Ascomycota y Basidiomycota) tienden a presentarse generalmente en los horizontes superficiales (Jumpponen et al., 2010), donde se concentran los nutrimentos del suelo entre ellos el fósforo. Las condiciones edáficas de los suelos estudiados generaron que las raíces hospederas se desarrollaran, sin ninguna restricción, a mayores profundidades a través de todo el perfil junto con los hongos. Este crecimiento atípico del micelio está relacionado con los componentes del suelo con imogolita, partículas primarias (pómez), agregados, y con la MO en proceso de descomposición (Brady y Weil, 1999). Específicamente, con la imogolita, la cual es un mineral amorfo común en Andosols (Jongmans et al. 1994), y tiene la capacidad de retener fosfatos y agua (Ma et al., 2012; Guimarães et al., 2013; Yuliani et al., 2017). Además, la imogolita junto con la materia orgánica, contribuye a la construcción de microagregados (Totsche et al., 2017), por lo que los hongos pueden estar asociados con éstas partículas, como una fuente de nutrimentos.
En los suelos estudiados, también fue importante la presencia de raíces que formaron macro-poros y se relacionaron con redes miceliares que sujetaron a microagregados, y a su vez formaron macroagregados, lo que incrementó el número de microporos y por lo tanto, el reservorio de humedad y de nutrimentos (Sedov et al., 2010). Asimismo, con la liberación de mucílago, se establecen microambientes que los microorganismos colonizan, logrando que el agregado sea más estable (Angers y Caron, 1998).
Conclusiones
Las propiedades edáficas que permitieron tanto la distribución de raíces como de los hongos a través del perfil, fueron la textura (franca y franco arcillo arenosa) y la estructura (migajosa, granular y granular simple). La estructura compleja conformada por agregados migajosos (macro y microagregados) y de grano simple (compuesta por lapillis pomáceos), generaron buena aireación, retención de humedad y fertilidad alta en Ca++, K++ y P, propiciando condiciones para una alta habilidad radical y abundancia de micelio.
En el Andosols bajo uso agrícola se identificaron esporas de 10 especies de hongos micorrízico arbusculares (HMA) siendo F. mosseae la más abundante. El micelio se asoció con diferentes componentes orgánicos e inorgánicos a lo largo de los suelos estudiados. Esto se detectó en la superficie con materia orgánica y con los agregados migajosos y granulares (horizonte O y A), y en los horizontes subsuperficiales (Bw o Bt) con arcillas amorfas (imogolita a alofano) y con granos de arena de pómez.
Las hifas se distribuyeron entre el espacio poroso de micro o macroagregados, rodeando a la imogolita y el alófano o bien entrelazando las partículas de lapillis como si fueran cuentas.
La presencia de abundante micelio atrapando a los agregados e inclusive a las partículas de pómez, hasta a más de un metro de profundidad, sugiere que los hongos son un componente biótico que puede contribuir a la estabilidad de los Andosols, y evitar la degradación del bosque de pino y áreas de cultivo en Calpulalpan, Tlaxcala, México.