Introducción
El sorgo es un cultivo importante para diversos países del mundo por su tolerancia a factores abióticos. En la República Mexicana, la importancia del sorgo como parte integrante de un sistema de producción, radica en la utilización como grano y forraje para alimento animal y como parte esencial de un sistema de rotaciones para mantener la productividad y estabilidad estructural del suelo (González, 2005). México ocupa actualmente el cuarto lugar mundial en producción de sorgo con 11 millones de toneladas al año, repercutiendo que este cultivo sea uno de los más productivos (SAGARPA, 2015, 2018). La actividad de mayor importancia en el estado de Sonora es la agricultura, lo cual es reconocido a nivel nacional por su aportación significativa al producto interno bruto nacional (PIB), razón por la cual le han llamado el “granero nacional y del mundo” (SAGARPA, 2018). Entre las áreas agrícolas de Sonora, se destacan diversos valles agrícolas, en el que destaca el Valle del Yaqui, destacando el cultivo del sorgo (Siap, 2016). En el Valle del Mayo, habita un pueblo amerindio en el sur del estado mexicano de Sonora (Valle del Mayo) y el norte de Sinaloa, México (Valle del Fuerte). Su número de habitantes ~40 000 personas, tienen usos, costumbres, tradiciones y lengua propios; tienen autoridades tradicionales propias, que se eligen por voto, y se respeta su jerarquía a la par de las leyes civiles mexicanas; se autodenominan "Yoreme" (el que respeta). Actualmente la comunidad se dedica a la agricultura, frecuentemente con técnicas avanzadas y con prácticas sustentables. En la actualidad y con base a los apoyos federales de la nación y en aras de producir subproductos a base de sorgo (pan, tortilla, etc.), están demandando se les proponga un sistema de producción de sorgo con el uso de biofertilizantes.
Ciertos reguladores de crecimiento vegetal se han utilizado con éxito en el incremento de producción de diversos cultivos horto-frutícolas (Jordán y Casaretto, 2006); compuestos tales como el ácido naftalenacético (ANA), ácido indol acético (AIA) y ácido indol butírico (AIB) o ácido giberélico (AG), que han resultado excepcionalmente activos como generadores de órganos vegetales (Silva et al., 2001). No obstante, la respuesta al producto depende ampliamente de la variedad, la concentración y del tiempo de aplicación. Por otra parte, numerosas investigaciones han demostrado que productos de origen marino pueden estimular el crecimiento vegetal por su capacidad para proveer o actuar como inductores en la síntesis de ciertas fitohormonas, por ejemplo, AIA, AIB o Giberelinas (Silva et al., 2001; Gálvez et al., 2005). El quitosano es un componente abundante en los organismos de origen marino como los crustáceos; es un compuesto muy abundante en la naturaleza y totalmente amigable con el ambiente, gracias a características como su grupo amino, ha sido ampliamente utilizado en diferentes áreas, ya que es biocompatible con muchos sistemas biológicos (López Corona et al., 2019a). En el área de la agricultura el quitosano ha mejorado el proceso de germinación, los rendimientos de la cosecha y adsorción de micronutrimentos de diferentes cultivos como son trigo, maíz, fresa, tabaco, arroz y salicornia (Bhaskara et al., 1999; Guan et al., 2009; López-Mata et al., 2012; Peña-Datoli et al., 2016; González-Gómez et al., 2017; Molina-Zerpa et al., 2017; Domini, 2018; López-Corona et al., 2019a), respectivamente. Mientras que López-Corona et al. (2019b), mencionan que el quitosano estimula el mecanismo de defensa de las plantas y la formación de barreras físicas. Hasta la fecha, los estudios acerca de la interacción de sorgo con quitosano de origen marino son nulos, sin embargo, en otros cultivos (trigo, maíz, fresa, tabaco, arroz y salicornia) se han dirigido principalmente a conocer sus efectos en algunas etapas fenológicas de las plantas, principalmente en la germinación, estimulación de la floración e impactos en la proteína, así como en la calidad lipídica de las semillas (Rivero et al., 2004; Rodríguez et al., 2013; González-Peña et al., 2014; González et al., 2015; Martínez et al., 2015). También figuran los hongos endomicorrízicos, antagónicos y las bacterias promotoras del crecimiento vegetal (BPCV), que han sido foco de atención para ser evaluadas en varios cultivos de interés agrícola; sin embargo, en sorgo y en las condiciones del sur de Sonora in situ, no han sido evaluados algunos de estos microorganismos promotores del crecimiento vegetal.
Con base a lo anterior y con la finalidad de enriquecer la información acerca de la interacción entre Sorgo-quitosano de origen marino e inoculación de microorganismos benéficos y antagónicos, en la presente investigación se evaluó el efecto de quitosano contra consorcio de microorganismos antagónicos y benéficos, en sorgo de grano en la región indígena del Mayo en Sonora, en la inducción fenológica, rendimiento y calidad proteica del grano.
Materiales y métodos
Área de estudio
El trabajo experimental se realizó durante el ciclo agrícola 2019, en los terrenos de la comunidad Indígena Mayo, ubicado en la entidad de Basconcobe, Etchojoa, Sonora, México; situado entre las coordenadas geográficas de 43° 51’ 14” N, y 88° 16’ 09” O del meridiano de Greenwich, con una altitud de 530 m. De acuerdo con la clasificación climática que reporta el INEGI (2008), el área corresponde a un clima seco cálido con lluvias en verano. La temperatura media anual es de 22 a 26 ºC (Figura 1).
(Fuente: Google hearth https://www.google.com/intl/es/earth/).
(Source: Google hearth https://www.google.com/intl/es/earth/).
Previo a la siembra se realizaron análisis al suelo, teniendo como clasificación un franco arcilloso (Arena: 40.3; Limo 21.2; Arcilla; 39.4); en mg kg-1 suelo: N-NO3 = 26; P = 22; Ca = 2457; Mg = 301; Na = 177; K = 237; C.I.C. = 23 meq 100 g; % cationes intercambiables: Ca = 73; Mg = 12.23; Na = 1.9; K = 6.02); los valores analíticos del agua fueron debajo del nivel crítico (1 milimhos), y se considera un agua C2S1 en meq L agua: Ca = 4.3; Mg = 2.2.; Na = 19.3; pH = 7.7; %RAS 10.69; sulfatos = 0.5; carbonatos = 0.2. El suelo y agua se clasificaron como “apropiada” para uso agrícola con base a Aguilar et al. (1987). La semilla de sorgo que se utilizó en el presente estudio corresponde a un híbrido denominado “Galio” de ASGROW.
Diseño experimental
El trabajo se estableció en un área de 1000 m2 con un diseño experimental de bloques al azar, con siete tratamientos a evaluar y cinco repeticiones (Cuadro 1); las que constaron de cinco surcos de un metro de ancho y cinco metros de largo en un área de 25 m2; la distancia entre planta y planta fue de 25 cm, obteniéndose 20 plantas por surco y originando 100 plantas por repetición; sin embargo, las plantas (60) de los tres surcos centrales fueron las analizadas para cada una de las variables que se describen más adelante. La diferencia mínima significativa fue estimada por Prueba de Duncan’s con P = 0.05. Los análisis estadísticos fueron desarrollados mediante el programa SAS (2004).
Tratamiento |
Descripción |
1.- Testigo absoluto |
Sin fertilizantes / Sin biofertilizantes en estudio |
2.- Testigo regional |
Testigo, fertilización (F) 100% del paquete de fertilización regional |
3.- Aplicación del consorcio microbiano BAC |
Inoculación a la semilla + 4A-dds + 50% de F del paquete usual en la región |
4.- QUI 50% |
Inoculación a la semilla + 4A-dds + 50% de F del paquete usual en la región |
5.- QUI 100% |
Inoculación a la semilla + 4A-dds + 50% de F del paquete usual en la región |
Inoculación a la semilla + 4A-dds + 50% de F del paquete usual en la región |
|
Inoculación a la semilla + 4A-dds + 50% de F del paquete usual en la región |
F = fertilización regional urea 46% N (150 kg ha-1) y superfosfato de calcio triple (Ca(NH2PO4)2) (80 kg ha-1); dds = días después de la siembra; QUI = quitosano; BAC = consorcio microbiano; 4A-dds = cuatro aplicaciones subsecuentes (25, 45, 55 y 85 días después de la siembra).
F = regional fertilization 46% N urea (150 kg ha-1) and triple calcium superphosphate (Ca (NH2PO4)2) (80 kg ha-1); dds = days after sowing; QUI = chitosan; BAC = microbial consortium; 4A-dds = four subsequent applications (25, 45, 55 and 85 days after planting).
Preparación del quitosano de origen marino y biotratamiento al sorgo
Para la obtención del quitosano se utilizaron exoesqueletos de camarón obtenidos en industrias procesadoras, los cuales se redujeron a un tamaño de partícula menor a 250 μm por medio de un tamiz. El proceso de obtención del quitosano se realizó conforme a López-Corona et al. (2019b). En el tratamiento a semilla, ésta fue sumergida por 3 min en QUI (500 mL 100 semilla), según el tratamiento correspondiente. En las subsecuentes etapas fenológicas 25, 45, 55 y 85 días después de la siembra, las plantas fueron biotratadas a base de QUI depositando 100 mL planta y depositándolo en la base del cuello de la planta.
Preparación e inoculación del consorcio de microorganismos antagónicos y bacterias benéficas
El producto Bactiva MR, de la empresa Tecnologías Naturales Internacional S.A. de C.V. (TNI), fue utilizado para el desarrollo de la presente investigación; está conformado por los microorganismos Trichoderma harzianum, T. reesei, Bacillus subtillis B. polymyxa y B. amyloliquefasciens. Para probar la viabilidad del producto, los microorganismos f ijadores de nitrógeno (B. amyloliquefasciens) se reactivaron en medios de cultivo libres de una fuente de nitrógeno considerando la tecnología de Prabhaharan et al. (2019); las de Trichoderma spp. Fueros reaisladas en medio agar papa dextrosa (20 g de dextrosa, 22 g de extracto de papa y de 15 g de agar), e incubadas durante siete días a una temperatura de 25-28 °C, siguiendo la técnica de Arévalo et al. (2017); para Bacillus spp., se utilizó la técnica de crecimiento de Méndez-Úbeda (2018); la concentración microbiana inoculada en semilla y a cada planta fue la de 1 × 109 UFC mL. La inoculación en semilla fue con base a la técnica del vacío reportada por Carrillo et al. (1998). En las subsecuentes etapas fenológicas 25, 45, 55 y 85 días después de la siembra, se consideraron inoculaciones del consorcio microbiano de 100 mL planta-1, apoyándose de una pizeta graduada y depositándolo en la base del cuello de la planta.
Establecimiento del experimento
Preparación del terreno
Previo al trazo de las parcelas experimentales, el suelo fue sujeto a las siguientes prácticas culturales: un cinceló, posteriormente tres pasadas de rastra, un tabloneo, surcado y finalmente un acamado. El trazo se realizó con ayuda de ixtle y estacas de madera, se marcó cada parcela experimental; en la periferia se levantó un bordo de 30 cm para retener el agua. La siembra se llevó a cabo en primavera verano la siembra se realizó a doble hilera con una sembradora manual de precisión con seis platos Eathway Msi.
Labores realizadas
Se dieron deshierbes manuales durante el desarrollo del cultivo; para el buen desarrollo del cultivo se aplicaron cuatro riegos (previo a la siembra; post-emergencia, prefloración y madurez fisiológica. Para realizar la fertilización, se utilizó aquella regional, a base de las fuentes de urea 46% N (150 kg ha-1) y superfosfato de calcio triple (Ca(NH2PO4)2) (80 kg ha‑1). La aplicación de los fertilizantes se llevó a cabo en forma manual. Posteriormente se aplicó el riego para su solubilización. Durante el ciclo del cultivo, se aplicó imidacloprid como insecticida (pulgones y trips) a las dosis recomendadas de manera comercial. También se aplicaron dos fungicidas foliares preventivos a base de azufre (Aviator® Xpro), evitando la presencia de enfermedades fungosas. La cosecha se realizó de manera manual, considerando por separado los tres surcos centrales como parcela útil, para la evaluación de rendimiento en grano del sorgo cosechado. Las muestras de cada parcela experimental se depositaron en costales previamente identificados.
Variables evaluadas
La tasa de emergencia fue considerada en aquellas semillas que germinaron y lograron emerger por arriba de la superficie después de haber establecido la siembra de los tratamientos de fertilización química y biológica. Se llevó a cabo, cuantificando por metro lineal el número de plantas emergidas diariamente; se estimó la clorofila total (a+b) (unidades Spad), se consideró mediante la ayuda de aparato medidor de clorofila total Konica Minolta SPAD-502Plus. Para ello se tomó en cuenta la hoja bandera cuando la planta estaba en etapa de antesis. La altura de planta se midió en madurez fisiológica. Se evaluó la longitud de la inflorescencia en madurez fisiológica y el rendimiento de grano (kg ha-1) en un 14% de humedad y el peso volumétrico del grano; asimismo se analizó el contenido de proteína en el grano, cenizas, lípidos totales también fueron analizados en grano. Al finalizar el estudio se llevó a cabo una cuantificación de células microbianas (unidades formadoras de colonias UFC mL-1) adheridas al sistema radicular de plantas de sorgo, la cual consistió en tomar de cada tratamiento y por separado tres plantas. Se cortó el sistema radicular, pesándose 100 g por planta y se lavaron con agua destilada estéril y posteriormente se introdujeron a un tubo Eppendorf con agua estéril. Se agitaron con la ayuda de un Vortex durante un minuto lo que permitió el desprendimiento de las bacterias adheridas a la raíz. Posteriormente de ésta solución se tomaron directamente 100 μL y se sembraron por dispersión en placa en los medios indicados para cada microorganismo en el apartado de Preparación e inoculación del consorcio de microorganismos antagónicos y bacterias benéficas, apoyándose del medio Rennie, libre de una fuente de nitrógeno (Rennie, 1981). Las cajas de Petri sembradas se incubaron a 30 y 50 °C durante 24 h para cuantificar las unidades formadoras de colonia (UFC mL-1). Esta prueba se realizó por triplicado.
Resultados y Discusión
De acuerdo a la metodología anteriormente planteada, los resultados se muestran a continuación.
Los resultados obtenidos en la variable de emergencia arrojan que, en los tratamientos tratados con biofertilizantes en las distintas formas y el tratamiento con fertilización regional, superan (20% más), desde el segundo día hasta el quinto día después de la siembra contra testigo sin fertilización regional (datos no mostrados), mostrándose en el décimo día un 100% de emergencia total en todos los tratamientos; los resultados obtenidos concuerdan con lo señalado por Sen y Kingman (1977) que, aunque no fueron con QUI y microorganismos promotores, fue con extractos de algas; el autor indica que con éste tipo de biofertilizantes, los resultados en germinación y emergencia fueron significativos para lechuga, apio, cebolla, tomate, rábanos, manzano y Panax ginsen. El mismo autor cita que estos efectos se deben a los reguladores de crecimiento derivados de algas marinas y micorrizas, cuya función es la de estimular la germinación, elongación radicular. Por su parte las bacterias fijadoras de nitrógeno como B. amyloliquefasciens, aparte de poseer la capacidad de f ijar Nitrógeno atmosférico, influye en la generación de ácido indolacético (AIA) y auxinas, y por ende producción de raíces y desarrollo de pelos radiculares (Bashan et al., 2002). Con relación a microorganismos fúngicos benéficos como es Trichoderma, además de producir sustancias promotoras del crecimiento vegetal (Martínez et al., 2011); a las especies de Trichoderma, se le consideran también agentes de control biológicos, ya que posee buenas cualidades para el control de enfermedades en plantas causadas por fitopatógenos (González, 2005; Rueda et al., 2009).
Con base en la clorofila total (a+b) (Unidades Spad), se pudo observar que el uso de quitosano en las dos concentraciones aplicadas (50 y 100%) + el consorcio microbiano con un 50% de fertilización regional, los valores arrojados fueron significativos en comparación de los demás tratamientos; sin embargo, con los valores menores, resultó aquel sin biofertilizantes y sin fertilización regional. Este comportamiento significativo obtenido en clorofila por QUI+consorcio BAC contra restantes tratamientos, no se ve reflejado en la altura total de la planta de sorgo, pero sí en las variables de longitud de panoja y rendimiento; los valores son apreciados en el Cuadro 2. Con relación a los análisis bromatológicos (proteína, cenizas y lípidos totales), los tratamientos que proporcionaron valores significativos en proteína (10.87 ± 0.46), fueron aquellos tratados con el bioderivado de exoesqueleto de crustáceos: QUI + el consorcio microbiano con una fertilización regional; aunque numéricamente menor y sin significancia, fue el tratamiento a base del consorcio bacteriano + 50% de fertilización regional. En cenizas y lípidos totales, no se arrojaron diferencias entre tratamientos; los valores oscilaron entre 1.40 a 1.72% y 3.1 a 3.9%, respectivamente. Un similar comportamiento sin que hubiese diferencia significativa, fue visualizado en la variable de peso volumétrico de grano, para cada uno de los tratamientos evaluados (Cuadro 2). Con relación al número de las células adheridas al sistema radicular, no mostrando diferencia signif icativas entre aquellos tratamientos inoculados; se pudo apreciar 3728 UFC ml-1 ± 1022 para Trichoderma harzianum, T. reesei, mientras que para Bacillus subtillis, B. polymyxa y B. amyloliquefasciens, se lograron contabilizar 2444 UFC mL-1 ± 1322. Respecto al control no hubo presencia de los microorganismos estudiados, salvo hongos identificados como Penicillium spp.; Fusarium spp.; Rhizopus spp.; Alternaria spp.; los cuales también se presentaron en los tratamientos biotratados. Éstos valores indican que los efectos benéficos de los microrganismos pueden tener un papel principal en las diferentes fases vegetativas, como es el proceso de la germinación (Kim y Weber, 1985). Resultados similares se han obtenido en otras investigaciones, aunque estas han sido en diferentes especies de plantas y otro tipo de bacterias benéficas (Bashan et al., 2009; Villegas et al., 2010; Rueda et al., 2013), sumándose aquellos de Reyes-Pérez et al. (2018, 2019), al utilizar abonos orgánicos, rubros que demanda una agricultura sustentable a nivel mundial. Los resultados obtenidos en el trabajo, amplían los trabajos con cultivos agrícolas y sumándose a los de maíz (Peña-Datoli et al., 2016), el tabaco (González-Gómez et al., 2017), el arroz (Molina-Zerpa et al., 2017) y la orquídea (Vera-Alvarado et al., 20171), entre otros. Asimismo, corroborando que el uso de quitosano, mejora los índices de crecimiento en comparación de aquellos que son utilizados como control. Los resultados obtenidos en la emergencia de plántulas de sorgo tratadas con los bioproductos (QUI+BAC), son producto de una germinación estimulada por diversos factores, entre los que se pueden citar según Bhaskara et al. (1999) y Guan et al. (2009), un potencial efecto sobre la síntesis de algunas fitohormonas específicamente del tipo de giberelinas, que están directamente relacionadas al desarrollo radicular de las plantas. En este sentido, Lira, (2003), señala que las hormonas, del tipo giberelinas y auxinas son sintetizadas en los ápices vegetales, donde el efecto en la tasa y longitud final radicular producido por estas, se debe específicamente al incremento en la tasa de división celular (Fallik et al., 2000), aspectos que pudiesen haber favorecido el actual trabajo. Por su parte López-Mata et al. (2012) y Dima et al. (2017), mencionan que las semillas que son tratadas con quitosano mejoran su proceso de germinación pues el quitosano protege los cultivos de patógenos y plagas ya que activa la respuesta de defensa de la planta, ayuda en la liberación de nutrientes y protege del daño microbiano). Además, el tratamiento de quitosano en las plantas produce un falso estrés en estas, de manera que confunde el quitosano con la presencia de patógenos, desencadenando una serie de mecanismos de autodefensa, en los cuales la planta está preparada para evitar la afectación por patógenos. El quitosano también activa la formación de barreras físicas, induciendo la acumulación de sustancias fungitóxicas e impidiendo el flujo de nutrientes al patógeno (Lizárraga et al., 2011). En otros estudios con extractos de origen marino (algas) (Silva et al., 2001), señalan una inducción a la promoción del sistema radicular, debido a la estimulación de la síntesis de fitohormonas en el vegetal estudiado. Lo anterior sugiere que el quitosano en sorgo, puede ser una alternativa importante en la agricultura; también los resultados obtenidos en la promoción radicular en esquejes de especies leñosas, específicamente en salicornia, indican que este polímero puede ser utilizado ayudando y mejorando en gran manera a la industria agrícola (López-Corona et al., 2019a).
Tratamiento |
Variables |
|||||
Clorofila total (a+b) |
Altura |
Longitud de panoja |
Rendimiento grano |
Peso volumétrico |
Proteína en grano |
|
- - - - - - cm - - - - - |
kg ha-1 |
20 g |
||||
22c |
1.53ab |
18.2ab |
810d |
74.2ab |
8.5d |
|
41b |
1.68a |
21.4a |
1300c |
77.3a |
9.2bc |
|
42b |
1.66a |
21.2a |
1550b |
75.3a |
10.09ab |
|
43ab |
1.68a |
22.4a |
1376bc |
77.3a |
9.99b |
|
43ab |
1.69a |
22.4a |
1545b |
77.4a |
9.87 |
|
46a |
1.67a |
21.3a |
1612a |
76.3a |
11.20a |
|
46a |
1.67a |
22.3a |
1687a |
77.2a |
11.34a |
Tratamientos: 1. Testigo absoluto; 2. Testigo regional urea 46% N (150 kg ha-1) y superfosfato de calcio triple (Ca(NH2PO4)2) (80 kg ha-1); 3.Consorcio microbiano (BAC) + inoculación a la semilla + 4 aplicaciones después de la siembra (4a-dds) + 50% de fertilización del paquete usual en la región; 4. Quitonaso (QUI) 50% inoculación a la semilla + 4A-dds + 50% de F del paquete usual en la región; 5. QUI 100% inoculación a la semilla + 4A-dds + 50% de fertilización del paquete usual en la región; 6. QUI 50% + consorcio microbiano BAC + 50% de fertilización del paquete usual en la región; 7. QUI 100% + consorcio microbiano BAC + 50% de fertilización del paquete usual en la región. Las 4A-dds = fueron a los 25, 45, 55 y 85 días después de la siembra. Las literales en los valores del cuadro, indican diferencia significativa con P < 0.05.
Treatments: 1. Absolute teaser; 2. Regional control 46% N urea (150 kg ha-1) and triple calcium superphosphate (Ca (NH2PO4)2) (80 kg ha-1); 3. Microbial consortium (BAC) + Seed inoculation + 4 applications after sowing (4a-dds) + 50% fertilization of the usual package in the region; 4. Chitosan (QUI) 50% seed inoculation + 4A-dds + 50% F of the usual package in the region; 5. QUI 100% seed inoculation + 4A-dds + 50% fertilization of the usual package in the region; 6. QUI 50% + BAC microbial consortium + 50% fertilization of the usual package in the region; 7. QUI 100% + BAC microbial consortium + 50% fertilization of the usual package in the region. Periodicity of 4A-dds was at 25, 45, 55, and 85 days after planting. Letters indicate significant difference (P < 0.05).
Benavides et al. (2001), en plantas de lechuga en condiciones de invernadero y utilizando quitosano como tratamiento, obtuvieron un mayor peso fresco de la parte aérea y de la raíz. Así mismo, Ohta et al. (1999) reportaron mejora en peso fresco y peso seco de la flor Eustoma grandiflorum al utilizar quitosano. En cultivos de tomate al aplicar quitosano como tratamiento, tuvieron resultados efectivos para peso fresco (Estrada et al., 2013). En otro estudio al aplicar quitosano se observó un incremento significativo en el crecimiento vegetativo (longitud de la planta, número de hojas/planta, área foliar, crecimiento radicular, peso fresco y seco), así como en los atributos de rendimiento (peso de la fruta, rendimiento temprano y total/planta) de la planta de fresa (El-Miniawy et al., 2013). Los resultados obtenidos en nuestro experimento, concuerdan con los obtenidos con otros cultivos trigo, maíz, fresa, tabaco, arroz y salicornia (Bhaskara et al., 1999; Guan et al., 2009; López-Mata et al., 2012; Peña-Datoli et al., 2016; González-Gómez et al., 2017; Molina-Zerpa et al., 2017; Domini, 2018; López-Corona et al., 2019a).
Conclusiones
El cultivo de sorgo en las condiciones de la zona indígena de Mayo en Basconcobe, Etchojoa, Sonora, con extracción y aplicación de quitosano a partir de exoesqueletos de camarón, aunado del consorcio microbiano a base de Trichoderma harzianum, T. reesei, Bacillus subtillis B. polymyxa y B. amyloliquefasciens a razón de 1 × 109 UFC g con un 50% de fertilización regional, se promovió la tasa de germinación, clorofila (unidades Spad), rendimiento y calidad proteica en grano de sorgo. Se concluye que el uso de quitosano y consorcio bacteriano benéfico, es una alternativa para la producción de sorgo de grano.