Introducción
Pinus pseudostrobus Lindl. es una especie con un gran rango de distribución en diferentes condiciones biogeográficas, principalmente en zonas de transición de climas templados a fríos y templados a cálidos (Perry, 1991; López-Upton, 2002; Farjon, 2013a). Se considera de gran importancia económica, por lo cual, sus poblaciones naturales se han visto afectadas durante las últimas décadas debido al aprovechamiento excesivo, al aumento en el cambio de uso del suelo y a la recurrencia de incendios forestales (Viveros-Viveros et al., 2005; Cisneros-González et al., 2018).
La mayor distribución de esta especie se presenta en las regiones centro (Eje Neovolcánico) y sur (Sierra Madre del Sur) de México, debido a la dinámica de sus ecosistemas, como resultado de su posición geográfica, variaciones climáticas, diferencias altitudinales, tipo de suelo e influencia antropogénica (García-Barrios y González-Espinosa, 2017; Morrone, 2017; CONABIO, 2018). Estas condiciones describen la dinámica de los patrones espaciales de especies de plantas con amplia distribución geográfica y son el resultado de su diferenciación adaptativa a diversos ambientes, influenciados principalmente por gradientes altitudinales y por la precipitación, que están estrechamente asociados en el crecimiento y desarrollo de los ecosistemas (López-Sandoval et al., 2015; Pellissier et al., 2018). Además, la variación geográfica desempeña un papel fundamental en la diversidad, estructura y distribución geográfica de las especies y es un elemento clave en la identificación de estrategias de conservación espacial (Zhao et al., 2018; Gardner et al., 2019).
La mayoría de los estudios publicados actualmente, se han limitado a la ecología y manejo de las especies a nivel regional (Cambrón-Sandoval et al., 2014; Graciano-Ávila et al., 2017) y muy pocos han incluido en sus análisis aspectos biogeográficos (Lenormand et al., 2019; Uribe-Salas et al., 2019). Por tal motivo es importante considerar dichas variables y con ello determinar las interacciones específicas, el grado de relación con estas especies y comprender los factores que afectan su persistencia y que les permiten coexistir.
Dicha información permitirá identificar grupos con alta asociación ecológica para definir estrategias de conservación y restauración de ecosistemas forestales, principalmente bosques de coníferas, los cuales son de suma importancia para México, ya que en ellos se albergan 49 especies del género Pinus L. de las 120 descritas en el mundo y 22 de las cuales son endémicas al país, contribuyendo de esta forma con la conservación de la biodiversidad (Gernandt y Pérez-de la Rosa, 2014; Villaseñor, 2016).
El objetivo del presente estudio fue identificar las asociaciones ecológicas de P. pseudostrobus y su relación con variables biogeográficas como principal determinante de su distribución. Como hipótesis consideramos que la altitud y la precipitación son los factores más importantes que determinan el grado de asociación ecológica de las especies.
Materiales y Métodos
Área de estudio
El área de estudio comprende dos subprovincias fisiográficas: El Eje Neovolcánico (ENEO) y la Sierra Madre del Sur (SMSUR), debido a que en ellas se presenta la mayor distribución de Pinus pseudostrobus con más de 92% de los registros existentes (Sáenz-Romero et al., 2013; CONABIO, 2018 (Fig. 1)).
El ENEO es una subprovincia que comprende altitudes entre 500 y 4300 m, representa uno de los mayores sistemas montañosos del centro de México y se caracteriza por su vegetación dominante de especies arbóreas en bosques templados y en regiones alpinas; la SMSUR es una cadena montañosa muy compleja que se localiza al sur de México, su rango altitudinal oscila entre 200 y 3700 m, en los que se distribuyen bosques templados y lluviosos (Morrone, 2005; García-Barrios y González-Espinosa, 2017; Morrone, 2017).
Sistematización de la información geoestadística
Se realizó la descarga y sistematización de registros de los géneros Abies Mill., Pinus, Pseudotsuga Carrière, Quercus L. y Taxus L. que se distribuyen en las subprovincias fisiográficas, de los geoportales de EncicloVida (2019), Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad (SNIB, 2019) y Sistema Global de Información sobre Biodiversidad (GBIF, 2019). De las bases de datos se realizó la depuración de elementos duplicados y de registros de más de 10 años de antigüedad, se obtuvo un total de 42,062 registros para ENEO y 45,633 para SMSUR.
Análisis de patrones espaciales
Para identificar las especies de mayor similitud en cada subprovincia, se empleó un análisis estadístico multivariado de grupos (Cluster Analysis, CA), en el Software R-project (R Core Team, 2019). Se obtuvo una matriz con el método jerárquico de Ward con una distanciación de agrupamiento euclidiana, utilizando datos homogéneos y en unidades similares del total de los registros de densidad para cada especie en cada subprovincia. Las clasificaciones se utilizaron para obtener tanglegramas, que muestran una red bipartita de agrupaciones ecológicas de las especies entre las subprovincias. Estas asociaciones pueden usarse como indicadores ecológicos de ensambles comunitarios, cambios ambientales y condiciones del hábitat (Castillón et al., 2015).
Índice de mezcla de especies
La mezcla de especies se analizó mediante grupos estructurales (GE) considerando cada sitio bajo estudio como una unidad de muestreo. El GE es un conjunto de cinco árboles, en el que P. pseudostrobus funge como referencia para los cuatro vecinos más cercanos (Pommerening, 2002).
Aplicando técnicas estadísticas se determinó el Índice de Mezcla de Especies (Mi) de Fülder (1995), el cual se basa en el supuesto de que la estructura espacial de un rodal forestal está determinada por la distribución de las relaciones estructurales específicas dentro de los grupos vecinos de árboles. Describe la composición de las especies y el patrón espacial de los árboles forestales (Fig. 2); este índice se estima mediante la siguiente fórmula:
Donde M i =Índice de mezcla, 𝑉 𝑗 =árboles vecinos, 𝑖=árbol de referencia
Determinación de la asociación ecológica de P. pseudostrobus
Con base en los registros de P. pseudostrobus se realizó un diseño de muestreo aleatorio, con sitios geoespaciales de forma circular de una superficie de 78.54 ha (radio=500 m), a una distancia mínima de 1000 m (272 sitios para ENEO y 263 para SMSUR), a los cuales se les realizó la verificación de cobertura forestal mediante imágenes satelitales de alta resolución (1.14 m/pixel) (SASGIS, 2019). Este tamaño de sitio cumple con una distancia óptima para tener la probabilidad de encontrar mayor diversidad de especies, como resultado de la dispersión de semillas ligeras (determinada a una distancia igual a la altura del árbol o en algunos casos de dos a cinco veces), y de condiciones climáticas y topográficas del área (Hawley y Smith, 1982; Salazar-Tortosa et al., 2019).
Mediante el software QGIS 2.18.25 “Las Palmas” (QGIS-Development Team, 2019), y a partir de la operación de intersección, se obtuvo la combinación espacial de la capa “sitios de muestreo” y “registros de las especies”, el cual permitió la identificación de las principales asociaciones ecológicas de P. pseudostrobus (Fig. 3).
Se realizó la caracterización de las variables biogeográficas de cada una de las asociaciones ecológicas, principalmente altitud y precipitación. Para determinar la altitud de cada registro se utilizó el Continuo de Elevaciones Mexicano 3.0 (INEGI, 2019) y la precipitación mensual promedio (periodo 1910-2009) se obtuvo de las Superficies Climáticas para México del Centro de Recursos Idrisi (Cuervo-Robayo et al., 2014). Se realizó un análisis de correlación de Spearman (R Core Team, 2019) entre las variables biogeográficas de cada especie (altitud y precipitación). Mediante este análisis se examina si existe una relación negativa o positiva de los valores jerarquizados de cada variable, en función de coeficiente de correlación que puede variar de -1 a 1 (Martínez-Ortega et al., 2009), y con ello poder identificar el grado de asociación entre las especies.
Validación de la asociación ecológica de P. pseudostrobus
Para validar las especies pertenecientes a los géneros de Abies, Pinus, Pseudotsuga, Quercus y Taxus, distribuidas en las subprovincias ENEO y SMSUR, así como su asociación ecológica con P. pseudostrobus, se revisaron 59 trabajos de investigación realizados en los últimos diez años (Cuadro 1), en donde se sistematizaron las siguientes variables: ubicación geográfica, altitud, precipitación y especies de asociación.
Especie | Subp. | Altitud (m s.n.m.) | Precipitación (mm) | Validación | ||||||
Mín | Ref | Máx | Ref | Mín | Ref | Máx | Ref | |||
Abies guatemalensis Rehd. | SMSUR | 2067 | 2550 | 870 | 1548 | Sorensen et al., 2013; Munguía-Lino et al., 2015; Cruz-Cárdenas et al., 2016. | ||||
1800 | 3015 | 1500 | 3000 | |||||||
ENEO | 2060 | 2221 | 886 | 1169 | ||||||
Abies hickelii Flous & Gaussen | SMSUR | 2232 | 3549 | 953 | 1731 | Farjon, 2013b; Estrada-Contreras et al., 2015. | ||||
2500 | 3000 | 1000 | 1700 | |||||||
ENEO | 2500 | 2854 | 653 | 1520 | ||||||
Abies religiosa (Kunth) Schltdl. & Cham. | SMSUR | 2415 | 3351 | 1361 | 1749 | Estrada-Contreras et al., 2015; González-Méndez et al., 2016; Walte-Vega et al., 2017; García-Espinoza et al., 2018. | ||||
2100 | 3100 | 1000 | 1500 | |||||||
ENEO | 2060 | 3370 | 562 | 1344 | ||||||
Arbutus xalapensis Kunth | SMSUR | 1989 | 2983 | 1022 | 1257 | Aguilera-Reyes et al., 2013; Ramírez-Albores et al., 2014; García-Aguilar et al., 2015; Cerano-Paredes et al., 2016. | ||||
1600 | 3000 | 600 | 1000 | |||||||
ENEO | 2344 | 3239 | 501 | 1044 | ||||||
Pinus ayacahuite Ehrenb. Ex Schltdl. | SMSUR | 1646 | 3549 | 776 | 1749 | Ávila-Sánchez et al., 2010; Santibañez-Andrade et al., 2015; Ríos-Altamirano et al., 2016; Ramos-Dorantes et al., 2017; Aceves-Rangel et al., 2018. | ||||
1900 | 3200 | 1000 | 1800 | |||||||
ENEO | 2144 | 3180 | 707 | 1212 | ||||||
Pinus cembroides Zucc. | SMSUR | 2492 | 2920 | 692 | 1592 | Farjon, 2013c; Aceves-Rangel et al., 2018. | ||||
1350 | 2800 | 380 | 650 | |||||||
ENEO | 2763 | 3027 | 467 | 877 | ||||||
Pinus devoniana Lindl. | SMSUR | 1158 | 2811 | 776 | 1684 | Ávila-Sánchez, 2010; Santiago-Pérez et al., 2014; Marlés-Magre et al., 2015; García-Espinoza et al., 2018. | ||||
900 | 2500 | 1000 | 1500 | |||||||
ENEO | 1352 | 2500 | 1025 | 1525 | ||||||
Pinus douglasiana Martínez | SMSUR | 1032 | 2863 | 776 | 1747 | Santiago-Pérez et al., 2014; Cerano-Paredes et al., 2015; Ríos-Altamirano et al., 2016; García-Espinoza et al., 2018. | ||||
1400 | 2500 | 700 | 1600 | |||||||
ENEO | 2156 | 3475 | 944 | 1150 | ||||||
Pinus hartwegii Lindl. | SMSUR | 2232 | 3541 | 953 | 1724 | Farjon, 2013d; Villanueva-Díaz et al., 2015; Baeza-Guzmán et al., 2017. | ||||
2500 | 4300 | 700 | 1800 | |||||||
ENEO | 3040 | 3425 | 919 | 1021 | ||||||
Pinus herrerae Martínez | SMSUR | 1049 | 2966 | 870 | 2015 | Ávila-Sánchez et al., 2010; Farjon, 2013e; Ávila-Coria et al., 2014; Aceves-Rangel et al., 2018. | ||||
1200 | 2500 | 900 | 1600 | |||||||
ENEO | 2424 | 2584 | 1035 | 1263 | ||||||
Pinus leiophylla Schiede ex Schltdl. & Cham. | SMSUR | 1734 | 2885 | 776 | 1711 | Santiago-Pérez et al., 2014; García-Aguilar et al., 2015; Ríos-Altamirano et al., 2016; Ramos-Dorantes et al., 2017. | ||||
1600 | 3000 | 700 | 1950 | |||||||
ENEO | 2206 | 3425 | 508 | 1386 | ||||||
Pinus lumholtzii B.L. Rob. & Fernald | SMSUR | 2005 | 2122 | 1130 | 1146 | Farjon, 2013f. | ||||
1600 | 2300 | 500 | 600 | |||||||
ENEO | 2243 | 2589 | 668 | 1056 | ||||||
Pinus montezumae Lamb. | SMSUR | 1108 | 2980 | 753 | 1971 | Guerrero-Hernández et al., 2014; De los Santos-Posadas et al., 2015; Vásquez-Bautista et al., 2016; López-Hernández et al., 2017; López-Escobar et al., 2018. | ||||
1150 | 3200 | 800 | 1000 | |||||||
ENEO | 2020 | 3370 | 438 | 1209 | ||||||
Pinus oaxacana Mirov. | SMSUR | 2004 | 2989 | 861 | 1260 | Ramírez-García et al., 2009; García-Aguilar et al., 2015. | ||||
1500 | 3200 | 3200 | 1500 | |||||||
ENEO | 2492 | 2992 | 552 | 1300 | ||||||
Pinus oocarpa Schiede ex Schltdl. | SMSUR | 1049 | 2811 | 911 | 2176 | Aguilera-Reyes et al., 2013; Cerano-Paredes et al., 2015; Ibarra-Montoya y Huerta-Martínez, 2016; Ramos-Dorantes et al., 2017; Aceves-Rangel et al., 2018. | ||||
500 | 2700 | 700 | 3000 | |||||||
ENEO | 2056 | 2928 | 808 | 1106 | ||||||
Pinus patula Schiede ex Schltdl. & Cham. | SMSUR | 1734 | 3153 | 776 | 1526 | García-De la Cruz et al., 2013; Lemus-Cervantes et al., 2015; Ríos-Altamirano et al., 2016; Ramos-Dorantes et al., 2017; Juárez-Ortiz et al., 2018. | ||||
1600 | 3100 | 1000 | 2200 | |||||||
ENEO | 1911 | 3099 | 508 | 1526 | ||||||
Pinus pringlei Shaw | SMSUR | 1135 | 2823 | 776 | 2176 | Farjon, 2013g; Morales-Saldaña et al., 2015; Ortiz-Martínez y Gernandt, 2016. | ||||
1500 | 2500 | 1000 | 2000 | |||||||
ENEO | 1200 | 2500 | 1169 | 2169 | ||||||
Pinus rudis Endl. | SMSUR | 2520 | 3009 | 1009 | 1291 | Ríos-Altamirano et al., 2016; Paz-Pellat et al., 2017. | ||||
2200 | 3400 | 600 | 1000 | |||||||
ENEO | 2402 | 3228 | 713 | 1021 | ||||||
Pinus teocote Schiede ex Schltdl. & Cham. | SMSUR | 1136 | 2861 | 744 | 1971 | Hernández-Ramos et al., 2015; Vásquez-Bautista et al., 2016; Ramos-Dorantes et al., 2017; Guerra-De la Cruz et al., 2018; Ríos-Camey et al., 2019. | ||||
1500 | 3100 | 500 | 1000 | |||||||
ENEO | 2085 | 3146 | 508 | 1060 | ||||||
Quercus castanea Née | SMSUR | 1041 | 2563 | 1013 | 2168 | Wenzell y Kenny, 2015. | ||||
1400 | 2600 | 600 | 1500 | |||||||
ENEO | 2355 | 3031 | 979 | 1387 | ||||||
Quercus crassifolia Bonpl. | SMSUR | 1117 | 2992 | 840 | 1971 | Flores-Vásquez et al., 2013; Córdova-Chávez et al., 2014; Granados-Victorino et al., 2015; Ríos-Altamirano et al., 2016; Gorgonio-Ramírez, 2017; Méndez-Osorio et al., 2018; Uribe-Salas et al., 2019. | ||||
1300 | 2900 | 800 | 1200 | |||||||
ENEO | 1869 | 3128 | 718 | 1628 | ||||||
Quercus crassipes Bonpl. | SMSUR | 2403 | 2908 | 1061 | 1363 | Ramírez-Albores et al., 2014; Rojas-Zenteno et al., 2016; Jerome, 2018a; Uribe-Salas et al., 2019. | ||||
2200 | 2900 | 800 | 1400 | |||||||
ENEO | 2667 | 3077 | 713 | 933 | ||||||
Quercus laurina Bonpl. | SMSUR | 1108 | 3036 | 753 | 1806 | Ávila-Sánchez et al., 2010; Rivera-Hernández et al., 2015; Tamarit-Urias et al., 2017; García-Espinoza et al., 2018; Uribe-Salas et al., 2019. | ||||
1500 | 3300 | 800 | 1200 | |||||||
ENEO | 2321 | 3087 | 676 | 1526 | ||||||
Quercus obtusata Bonpl. | SMSUR | 1136 | 2573 | 1011 | 2168 | Ávila-Sánchez et al., 2010; Santiago-Pérez et al., 2014; Cerano-Paredes et al., 2015; Salgado-Terrones et al., 2017; Jerome, 2018b; Uribe-Salas et al., 2019. | ||||
1650 | 2700 | 700 | 1500 | |||||||
ENEO | 2351 | 2591 | 987 | 1169 | ||||||
Quercus rugosa Née | SMSUR | 1190 | 2810 | 906 | 1525 | Flores-Vásquez et al., 2013; Ramírez-Albores et al., 2014; García-Aguilar et al., 2015; Jerome, 2017; García-Espinoza et al., 2018; Uribe-Salas et al., 2019. | ||||
1800 | 3000 | 1500 | 1650 | |||||||
ENEO | 2088 | 3094 | 537 | 1126 |
Resultados
Patrones espaciales
Con base en el algoritmo del análisis clúster, se realizó la agrupación bajo el método de la silueta promedio para una mejor calidad de los grupos. En la subprovincia SMSUR se presentaron dos grupos dominantes (Dist. máx 7) y seis grupos inferiores (Dist. mín 1), mientras que en el ENEO fueron tres dominantes (Dist. máx 6) y cinco inferiores (Dist. mín 1), como resultado de las características biogeográficas de cada región. Este análisis permite entender la forma en que se conectan entre sí las subprovincias, en el sentido de que ambas regiones están conectadas entre 71 y 82% de las especies que comparten (Fig. 4).
Índice de mezcla de especies
En la SMSUR, 18.6% de los sitios de muestreo no presenta mezcla de especies ( 𝑀 𝑖 =0) por lo cual se consideran bosques puros de P. pseudostrobus, 27.3% se asocia con dos especies diferentes ( 𝑀 𝑖 =0.5) y en 10.2% existe una alta mezcla ( 𝑀 𝑖 =1) considerándose bosques mixtos, debido a que mínimo cuatro de los vecinos más próximos son de especies diferentes. El caso contrastante se observa en la subprovincia ENEO donde se registró 38.9% de los sitios sin mezcla y solo 6.2% presentan una composición alta. De tal manera se puede observar que existe una diferencia en cuanto a diversidad de especies de ambas subprovincias (Fig. 5). Estadísticamente las subprovincias mostraron diferencias significativas en términos de diversidad arbórea (chi-cuadrada=29.40 y un valor p=0.05).
Asociación ecológica de Pinus pseudostrobus
En SMSUR se presenta una asociación ecológica de P. pseudostrobus con 34 especies, principalmente coníferas y encinos (Fig. 6A). Es importarte recalcar que existe también una asociación con otras especies: Alnus acuminata Kunth, Cupressus lusitanica Mill., Juniperus flaccida Schltdl. y Arbutus xalapensis Kunth; sin embargo, dichas especies no siempre se registran, porque no representan alto interés económico.
En ENEO se presenta una asociación ecológica de P. pseudostrobus con 25 especies (Fig. 6B), principalmente de los géneros Pinus, Quercus y Abies; no obstante, también se da una asociación con Alnus firmifolia Fernald, Alnus jorullensis Kunth, Cupressus lindleyi Klotzsch ex Endl., Juniperus deppeana Steud., Juniperus monticola Martínez y Arbutus xalapensis.
En las dos subprovincias, se observó una tendencia negativa entre la altitud y precipitación, de tal forma que cuando aumenta la altitud disminuye la precipitación; sin embargo, esta correlación no es significativa, SMSUR (rs=-0.283, p=0.168) y ENEO (rs=-0.360, p=0.076), como consecuencia de la gran variación en la distribución de las especies. Se aprecia que algunas especies mantienen una asociación por rango altitudinal, pero se separan por los intervalos de precipitación; no obstante, otras mantienen una estrecha asociación con ambas variables (Fig. 7).
Validación de la asociación ecológica de Pinus pseudostrobus
La flora total registrada en los 535 sitios muestreados incluyó cinco familias de plantas arbóreas, siete géneros y un total de 46 especies. Pinaceae (3 géneros, 29 especies), Fagaceae (1, 17), Betulaceae (1, 3), Cupressaceae (1, 2) y Ericaceae (1, 1) representan la diversidad de las subprovincias. Para la validación, únicamente se contemplaron las especies presentes compartidas en ambas subprovincias, dando un total de 25 especies distribuidas en los rangos altitudinales de 500 hasta 4300 m s.n.m., con una precipitación anual de 438 a 2176 mm (Cuadro 1).
Discusión
Las subprovincias comparten una gran similitud en cuanto a la distribución de especies, pero se diferencian en su dominancia; esto se debe en gran medida al sistema montañoso. En este sentido, la Sierra Madre del Sur es de mayor complejidad por su historia geológica y paleoclimática, lo que ha generado una heterogeneidad de ecosistemas, mostrando como resultado el establecimiento y permanencia de una riqueza de especies donde el bosque de coníferas y encino es predominante por arriba de los 1500 m s.n.m. (Morrone, 2017). En comparación, el Eje Neovolcánico es la subprovincia más alta de México, donde se originan dos de los ríos más importantes (el Lerma y el Balsas), que caracterizan una vegetación dominada por aquella propia de los glaciares de alta montaña (Morrone, 2005).
Estas variaciones biogeográficas del Centro-Sur de México permitieron comprender que las 25 especies asociadas en ambas subprovincias presentan una similitud en su ecología, y dan como resultado la generación de nichos ecológicos específicos para ciertas especies; por ejemplo, Pinus patula Schltdl. & Cham., Quercus rugosa Née, P. ayacahuite C. Ehrenb. ex Schltdl., Q. castenea Née y P. leiophylla Schiede ex Schltdl. & Cham. En conjunto muestran una amplia distribución en altitudes menores a 2500 m; estos resultados concuerdan con el catálogo de plantas vasculares nativas de México (Villaseñor, 2016). Caso contrario sucede con algunas especies alpinas como Abies hickelii Flous & Gaussen, A. religiosa (Kunth) Schltdl. & Cham. y P. hartwegii Lindl. las cuales presentan una dominancia menor debido a que su distribución se restringe a zonas frías superiores a 2500 m s.n.m., en donde manifiestan un mejor desarrollo (Estrada-Contreras et al., 2015).
El índice de mezcla de especies (Mi) en la Sierra Madre del Sur presentó una mezcla alta, debido a que 68% de los sitios muestreados reflejan una asociación de P. pseudostrobus con un mínimo de dos especies de taxones diferentes, dando como resultado una mayor diversidad. En contraste, para el Eje Neovolcánico, que fue la condición con menor grado de mezcla, 70% de los sitios pertenecen a bosques puros de P. pseudostrobus o se asocia con una sola especie diferente.
Pinus pseudostrobus presenta una distribución geográfica relativamente amplia, lo cual le ha permitido existir en diferentes condiciones ambientales, aunque su desarrollo óptimo sea un rango biogeográfico muy estrecho (2000-2400 m s.n.m. y precipitación de 1000 a 1500 mm), se ha registrado de manera natural (1500-3200 m s.n.m. y precipitación de 550 a 2000 mm), por tal motivo se considera que esta especie se adapta a condiciones de clima templado y semicálido subhúmedo (Gernandt y Pérez-de la Rosa, 2014), situación que le ha favorecido para mantener una asociación ecológica con 52 especies (Pinus (19), Quercus (18), Abies (3), Cupressus L. (3), Juniperus Lemmon (3), Alnus Hill (3), Taxus (1), Pseudotsuga (1) y Arbutus L. (1)).
Estas especies se agrupan principalmente en función del rango altitudinal, así como por las condiciones microclimáticas que se generan por las pendientes y exposición del terreno (Walte-Vega et al., 2017). Algunos autores asocian P. pseudostrobus con un número menor que lo reportado en el presente estudio. Favela-Lara (1988) menciona una asociación con seis especies de coníferas (P. devoniana Lindley, P. hartwegii, P. lawsonii Roezl ex Gordon, P. leiophylla, P. montezumae Lamb. y P. teocote Schltdl. & Cham.); Perry (1991) con nueve (P. devoniana, P. douglasiana Martínez, P. greggii Engelm. ex Parl., P. lawsonii, P. leiophylla, P. maximinoi H.E. Moore, P. montezumae, P. patula y P. pringlei Shaw); Gernandt y Pérez-de la Rosa (2014) con nueve (A. religiosa, J. deppeana, J. flaccida, P. cembroides Zucc., P. devoniana, P. douglasiana, P. montezumae, P. oocarpa Schiede ex Schltdl. y P. teocote), y Farjon y Styles (1997) reportan una asociación con siete especies (P. cembroides, P. devoniana, P. douglasiana, P. lawsonii, P. leiophylla, P. pringlei y P. tecunumanii F. Schwerdtf. ex Eguiluz & J.P. Perry). En conjunto estos autores indican que P. pseudostrobus tiene una asociación ecológica con al menos 16 coníferas.
Conclusiones
El presente estudio constituye un análisis de patrones espaciales de asociación ecológica entre dos subprovincias con distribución dominante de Pinus pseudostrobus. Por lo tanto, los resultados demuestran que la asociación compartida de especies determina un elemento clave para comprender cómo las variables biogeográficas (altitud y precipitación) interactúan para formar nichos específicos de carácter local y regional. Esto permitirá tomar decisiones en cuanto a los grupos idóneos para mantener la composición y estructura de las masas forestales, así como para la implementación de estrategias de restauración ecológica.
La selección de especies debe desarrollarse en función de las variables biogeográficas de los sitios de interés, considerando los rangos óptimos para su desarrollo, así como los objetivos principales.