INTRODUCCIÓN
Durante el período de vigencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el resultado más importante tal vez ha sido un cambio drástico de la relación comercial entre México y Estados Unidos (EE. UU.), que convirtió el déficit comercial de México en un superávit. Esto provocó que el presidente estadounidense Donald Trump (2017-2021) planteara la renegociación o la cancelación del acuerdo comercial durante su campaña electoral (2015-2016).
El déficit comercial de EE. UU. con México, sin embargo, solo refleja el valor del intercambio comercial bruto de bienes finales, y no muestra con precisión las complejidades de los flujos comerciales de bienes intermedios entre los dos países. El intercambio comercial entre ambos países se basa en cadenas de suministro de bienes intermedios (insumos) binacionales, lo que significa que los bienes intermedios cruzan la frontera en varias ocasiones para producir un bien final, y en cada cruce de bienes intermedios se puede agregar valor antes de volver a exportarlos. Consecuentemente, la medición tradicional basada en el registro de los intercambios de bienes finales tiende a duplicar los flujos de comercio bruto bilateral, resultando una medición cada vez más sesgada a la hora de visualizar el aporte productivo de cada nación.
El objetivo principal de este trabajo es realizar un análisis sectorial-binacional de los flujos incorporados de valor agregado en el valor bruto de las exportaciones entre estos países para el 2013, basándonos en una tabla insumo-producto bilateral (MIPB). El enfoque de la MIPB tiene la ventaja de que permite ponderar la integración productiva sin recurrir a clasificaciones ad hoc en cuanto a su destino intermedio o final (Amar y García Díaz, 2018).5
La metodología empleada se nutre principalmente de los trabajos elaborados recientemente por Koopman, Wang y Wei (2012; 2014), Stehrer (2013) y Wang, Wei y Zhu (2013). La técnica propuesta por los primeros autores permite dividir los flujos de exportaciones brutas a nivel multilateral en sus componentes de valor agregado, agrupados según el origen, el destino, y las duplicaciones en su registro. Koopman, Wang y Wei (2014) y Stehrer (2013) proponen extensiones para abordar dicho desglose de exportaciones a los niveles bilateral y sectorial-bilateral, respectivamente.
Este estudio intenta dar respuesta a algunas de las preguntas de la agenda bilateral vigentes: ¿Cómo se integran las tablas insumo-producto EE. UU. y México entre sí y con el resto del mundo? ¿cómo se distribuyen los beneficios económicos de la participación en cadenas de coproducción bilateral?; y finalmente, ¿cómo afecta la renegociación o cancelación del TLCAN a esa participación en cadenas de coproducción bilateral?
El artículo está organizado del siguiente modo. Después de la presente introducción, en la sección dos se presenta la revisión de la literatura básica sobre el tema; en la sección tres se describen las fuentes estadísticas y la construcción de la matriz insumo-producto bilateral o interpaís; en la sección cuatro se muestra y explica el desglose de Wang, Wei, y Zhu (2013), y en la sección cinco se realiza un análisis empírico basado en el desglose del valor agregado mediante el módulo “decompr” que se integra al software R; por último, se establecen las conclusiones.
REVISIÓN DE LITERATURA
En la economía mundial de las últimas décadas, las Cadenas globales de valor (CGV) han ido incrementando su importancia en la producción de bienes y servicios. El comercio de bienes finales ha perdido importancia frente al comercio de bienes intermedios. Para llegar al consumidor final, muchos de los componentes de estos bienes cruzan varias fronteras en múltiples ocasiones. Un ejemplo sobresaliente lo podemos encontrar en Xing y Detert (2010), quienes muestran cómo la producción de un producto inventado y diseñado en los EE. UU., como el iPhone de Apple, puede incrementar el déficit comercial de ese país. De los más de 750 000 trabajadores que participan en el diseño, venta, comercialización, manufactura y ensamblaje del iPhone, solo 63 000 trabajan directamente con Apple (West, 2018).
Con la creación de las CGV, las cuentas nacionales dejaron de tener el mismo significado que tenían anteriormente. Cuando los mismos componentes cruzan varias veces la frontera, se da forzosamente una doble contabilidad que es inexistente si lo único que se comercia son bienes finales. Así mismo, es difícil conocer cuánto valor se agregó a los bienes que previamente se importaron y, al proceder parte de ese valor agregado de otras economías, los saldos comerciales bilaterales no tienen la misma interpretación que en ausencia de las CGV.
Una creciente literatura internacional estudia la participación de países en CGV empleando un marco estructural de insumo-producto. Resaltamos el trabajo seminal de Hummels, Ishii y Yi (2001), que adopta una Global Inter-Country Input-Output (GICIO). Igualmente, Trefler y Zhu (2010), Daudin, Rifflart y Schweisguth (2011), Johnson y Noguera (2012a; 2012b), Koopman, Wang y Wei (2008, 2012 y 2014) emplean una GICIO. Otros autores como Timmer, Stehrer y de Vries (2013), Baldwin y Lopez-Gonzalez (2015) y Johnson (2014), Solaz (2016), emplean la World Input Output Database (WIOD).
Es importante señalar que Koopman, Wang y Wei (2008, 2012 y 2014) integran las medidas de especialización vertical y el desglose del valor agregado en el comercio internacional en un marco insumo-producto multipaís, mientras que Stehrer (2013) y Wang, Wei y Zhu (2013) proponen extensiones para abordar dicho desglose de exportaciones a los niveles bilateral y sectorial-bilateral, respectivamente.
Koopman, Wang y Wei (2012) emplean un modelo insumo-producto multilateral para desarrollar un marco conceptual unificado del que se deducen diversos indicadores que miden el grado de integración vertical de los procesos productivos entre países. Podemos destacar los siguientes indicadores:
Integración vertical (VS).- Definido como el contenido de insumos importados incorporados –directa e indirectamente– en las exportaciones (o el contenido extranjero de estas). Este indicador se basa en el supuesto de que las importaciones se han producido completamente en el extranjero, sin ninguna aportación del país exportador; circunstancia que no se cumple cuando un bien se produce en varias etapas y existe comercio de bienes intermedios en ambas direcciones (Hummels, Ishii y Yi, 2001).
Integración vertical del exportador (VS1).- Mide las exportaciones de bienes intermedios que son utilizados por otros países para producir sus exportaciones; esto es, exportaciones de bienes intermedios inducidos por las exportaciones de los socios comerciales directos (Hummels, Ishii y Yi, 2001).
Contenido doméstico retornado (vS1*).- Definido como el valor doméstico exportado que es reimportado por su país de origen luego de ser procesado en el resto del mundo (Daudin, Rifflart y Schweisguth, 2011).
Relación valor agregado a exportación (VAX ratio).- Cuantifica el contenido relativo de valor agregado doméstico en las exportaciones brutas; es decir, es el cociente entre las exportaciones de valor agregado doméstico y las exportaciones brutas (Johnson y Noguera, 2012a).
De su marco conceptual se desprende el desglose de los flujos de exportaciones brutas en sus componentes de valor agregado, agrupados según origen, destino, y doble contabilidad. En otras palabras, y siguiendo a estos autores, el contenido del valor agregado de las exportaciones brutas puede descomponerse en las tres categorías mostradas en la figura 1. Cada categoría se subdividirá a su vez en tres subcategorías, entre las que destaca aquella que refleja el valor “del doble registro”, mismo que se genera en las aduanas de manera duplicada como consecuencia de haber cruzado la frontera varias veces.
El bloque valor agregado exportado (VAX) que anteriormente fue definido se puede subdividir en tres tipos de bienes:
Bienes finales.- Definido como la cantidad de valor agregado nacional en las exportaciones destinadas al consumo final del país importador. Es el caso si existiera ausencia de coproducción productiva entre países.
Bienes intermedios directos.- Definido como la cantidad de valor agregado doméstico de las exportaciones de bienes nacionales que se realizan de manera directa al socio comercial, con el fin de que este continúe con el proceso de coproducción de bienes finales destinados a su mercado doméstico.
Bienes intermedios indirectos.- Definido como la cantidad de valor agregado doméstico de las exportaciones incorporado en bienes intermedios pero que, en lugar de ser procesado y consumido como bien final en el país de destino inmediato, es reexportado a un tercer país. Dicho proceso productivo implica una cadena productiva más allá de lo bilateral.
El bloque definido anteriormente como el contenido doméstico exportado, y luego reimportado (vS1*), se puede subdividir en tres:
Bienes finales.- Definido como la posibilidad de reingreso del valor agregado nacional en las exportaciones bajo la forma de bienes finales producidos en el extranjero.
Bienes intermedios.- Definido como la posibilidad de que una parte del valor agregado regrese bajo la forma de nuevos bienes intermedios, es decir, la exportación de la materia prima con una primera transformación en el exterior, y luego reimportada como bien intermedio industrial sujeto a nuevas transformaciones.
Doble-registro doméstico (DCI).- Definido como la posibilidad de que una fracción del valor agregado vuelva a ingresar al país de origen bajo la forma de bienes intermedios. Si estos productos intermedios son procesados y exportados nuevamente, su valor agregado doméstico habrá cruzado la frontera nacional en más de una ocasión.
El bloque previamente definido como contenido extranjero de las exportaciones (VS) puede subdividirse en tres:
En bienes finales.- Definido como la participación de bienes finales importados incorporados directamente en las exportaciones.
En bienes intermedios.- Definido como la fracción de bienes intermedios importados reexportados directa e indirectamente.
Doble-registro doméstico (DC2).- Definido como la posibilidad que una fracción del valor agregado vuelva a ser reexportado al país de origen bajo la forma de bienes intermedios, si el proceso productivo puede continuar atravesando varias veces las fronteras nacionales, dando lugar a una doble contabilización del contenido extranjero.
Es importante advertir que la metodología de Koopman, Wang y Wei (2012; 2014) fue diseñada para el desglose del contenido del valor agregado en las exportaciones totales agregadas en el caso multilateral.
Valor indirecto (IV).- Definido como la cantidad de valor agregado nacional contenida en las exportaciones que efectúa de manera indirecta a su socio, no formando parte de las exportaciones brutas bilaterales del primero al segundo (existirá un flujo comercial bilateral implícito sin contrapartida comercial en los registros de aduanas). Esta proporción del VAX bilateral es denominada IV.
Valor de reexportación finales (RE-X).- Definido como la cantidad de valor agregado nacional contenida en las exportaciones finales que un país efectúa a su socio, y que es luego reexportada a un tercer país representando flujos comerciales que no cuentan con una contrapartida de VAX al socio, ya que este debe imputarse al tercer país. Es decir, deberá contabilizarse, por un lado, el flujo comercial hacia el socio y, por el otro, uno de valor agregado (por la vía indirecta) hacia el tercer país.
Valor de reexportaciones intermedias (RE-X1).- Mide la cantidad de valor agregado nacional contenida en las exportaciones que un país efectúa a su socio, y que son luego reexportadas a un tercer país en el que no fueran consumidas, sino nuevamente reexportadas, dicho país registrará reexportaciones de valor agregado del país de origen aún sin existir exportaciones brutas bilaterales ni VAX provenientes del país de origen.
Así, el RE-X –o proporción de valor agregado que transita por el socio comercial y es luego reexportado– puede o no tener como contrapartida un flujo comercial bilateral. Es decir, solo las fracciones del VAX bilateral (IV) y RE-X llegarán al socio comercial mediante un flujo de exportaciones bilaterales. Por ello, para garantizar que el total del desglose de valor agregado sume exactamente de las exportaciones brutas bilaterales, deberá substraerse el tránsito de valor agregado que el país de destino recibe de manera indirecta. Este enfoque presenta una desventaja en su aplicación a nivel sectorial-bilateral.
Wang, Wei y Zhu (2013) proponen otra metodología para la división del valor agregado a nivel sectorial-bilateral; esta metodología modifica los componentes de desagregación del valor agregado que se pueden agrupar en las tres categorías anteriores. En la sección donde se muestra la descomposición de Wang, Wei y Zhu (2013) presentamos el desglose de este concepto en 16 términos para el caso sectorial-bilateral.
FUENTES ESTADÍSTICAS Y CONSTRUCCIÓN DE LA TABLA INSUMO-PRODUCTO BILATERAL
Para realizar el análisis sectorial-binacional de la participación en cadenas de valor en un marco insumo-producto, debemos preguntar: ¿cómo se integran las tablas insumo-producto EE. UU. y México entre sí, y con el resto del mundo? La respuesta es la elaboración de una tabla insumo- producto bilateral/interpaís entre EE. UU. y México. Al asumir esta tarea, se consideró apropiado que el nivel de agregación sectorial tuviera el mayor nivel de detalle posible. Para EE. UU. se utilizó la tabla construida por el IMPLAN (Minnesota Implan Group, 2017) para el año de 2013, con una estructura sectorial de 526 sectores.
En el caso de México, se utilizó la tabla nacional oficial para 2013 (Inegi, 2014) desagregada al nivel de cuatro dígitos del Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte (SCIAN), integrada por 261 sectores. En particular, la matriz oficial fue actualizada al 2013 para que coincidiera temporalmente con la matriz para los EE. UU., y para que coincidiera temporalmente con el año al que se refieren los datos de los Censos Económicos 2014 (Inegi, 2014).
La actualización oficial utilizó la metodología RAS,6 que a partir de la matriz base y disponibilidad de los valores de los agregados por fila y columna para el año 2013, se aplicó un proceso iterativo bi-proporcional con el objetivo de hacer coincidir la suma de los valores de las interacciones sectoriales contenidas en la matriz con los agregados para el año a estimar (Lahr y de Mesnard, 2004; Inegi, 2014). Los datos de los agregados de los bordes de la matriz para 2013 se tomaron de las estadísticas de los Censos Económicos 2014 (Inegi, 2014).
El primer paso para la generación del modelo integrado de EE. UU.-México fue buscar la compatibilidad sectorial de los modelos individuales. De los 526 sectores, un total de 488 tenían correspondencia total a nivel de cuatro dígitos del SCIAN, y los 38 restantes combinaban actividades de varios sectores, que fueron asignados de acuerdo con un ponderador basado en la participación relativa de los mismos en su agregado, utilizando los datos de los censos económicos. De este proceso resultaron 259 sectores. Finalmente, la compatibilización de las actividades entre ambos modelos requirió de ajustes menores en las clasificaciones, de las cuales resultaron 247 sectores económicos de actividad.
En un segundo paso, y ya con ambos modelos nacionales contando con una clasificación compatible, la construcción del modelo integrado requirió de la estimación de los flujos de comercio entre ambos países a nivel de interacción de sectores individuales, para lo que disponemos de los flujos agregados del comercio EE. UU.-México, como parte de la matriz de los flujos de importaciones a nivel de interacción sectorial y los agregados de las exportaciones totales por sector; una problemática similar ha sido enfrentada para la estimación de modelos multiregionales referida en Canning y Wang (2005).
El razonamiento que soporta la estimación de las matrices de comercio exterior comienza por considerar que el comercio entre ambos países ya forma parte de los agregados de importaciones y exportaciones de las matrices de cada país. Por ello, su incorporación a la matriz considera inicialmente sustraer los valores de los flujos de comercio de los totales de importaciones y exportaciones de las matrices de ambos países, según corresponda.
Con este procedimiento, ya podemos incorporar dichos montos a las matrices de comercio haciendo una distribución inicial basada en la composición estructural de las matrices de importaciones para cada país según corresponda. La consistencia de los agregados se logra considerando que la suma por filas de los flujos de comercio entre ambos países y las exportaciones deben coincidir con las exportaciones por sector de los modelos individuales; y por su parte, la suma por columnas de los flujos de comercio entre EE. UU. y México y las importaciones del resto de los países deben sumar por sector el total de las importaciones de las matrices individuales. Finalmente, el ajuste de los valores de comercio y de las importaciones y exportaciones del resto de los países se logrará utilizando el método RAS, que ajusta la suma de los valores anteriores a los totales agregados por fila y columna.
El esquema de la tabla insumo-producto bilateral se muestra en la cuadro 1. Es una combinación de las interacciones sectoriales
Millones de dólares | ||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Demanda intermedia 1_/ | Demanda final | |||||||
s | r | s | r | ROW | ||||
1…J…247 | 1…J…247 | 1…k 4 | E | 1…k. 4 | E | Exp ROW | I=P | |
1 (I) | 1 (II) | (III) | (IV) | (XVII) | ||||
s | i |
i |
0 | x s | ||||
247 | 247 | |||||||
1 (V) | 1 (VI) | (VII) | (VIII) | |||||
r | i |
i |
0 | x r | ||||
247 | 247 | |||||||
1 (IX) | 1 (X) | (XI) | (XII) | |||||
Imp ROW |
i |
i |
0 | 0 | 0 | 0 | ||
247 | 247 | |||||||
1 (XIII) | 1 (XIV) | (XV) | (XVI) | |||||
VA | P |
P |
0 | 0 | 0 | 0 | 0 | GDP |
4 | 4 | |||||||
I=P | x s | x r |
Fuente: Elaboración propia.
1_/ abreviaciones: s=país s; r=país r; ImpROW=Importaciones del resto del mundo; VA=Valor agregado; Exp ROW= exportaciones resto mundo; I=Insumos brutos; P=Producto bruto; GDP= Producto interno bruto.
Las ecuaciones de balance, en forma matricial, pueden deducirse del cuadro 1.
Donde: xs es la producción bruta total del país
s que deberá ser usada como insumo intermedio o bien final, de manera
doméstica o internacional; xss es la demanda intermedia en país
s de bienes intermedios o insumos del país s;
yss es la demanda final en un país s de bienes finales del
país s; xrs es la demanda intermedia en país
r de bienes intermedios o insumos del país s; y es la
demanda final en país r de bienes finales del país s; y,
Basados en el supuesto de Leontief sobre la linealidad de los parámetros de la función de
costos, i.e.
Las ecuaciones (2) y (4) representan los coeficientes directos intrapaís y las ecuaciones (3) y (5) son los coeficientes de comercio interpaís. Sustituyendo estas ecuaciones estructurales en la ecuación de balance y arreglándolas en matrices tenemos:
Rearreglando los anteriores términos tenemos que:
Donde bi,j son los coeficientes de la inversa de Leontief o coeficientes totales, asimismo ys = ysr + yss además yr = ysr + yrr. Es decir, tenemos la solución del sistema de ecuaciones de Leontief para el caso interpaís.
DESCOMPOSICIÓN WANG, WEI Y ZHU
La división de los flujos sectorial-bilateral del valor agregado del valor bruto de las exportaciones propuesta por Wang, Wei y Zhu (2013) es larga y tediosa. Por cuestiones de espacio no es posible presentar la deducción completa. Sin embargo, mostramos la descomposición de los 16 términos del valor agregado de las exportaciones brutas y una interpretación sencilla de cada componente.
El desglose de las exportaciones del país s al país r (ers) según sus componentes de valor por origen, destino, y bienes finales e intermedios, es el siguiente:
Donde:
T1. |
Valor agregado directo (DVA) de las exportaciones de productos finales. |
T2. |
DVA de las exportaciones intermedias al país importador r y finalmente consumidas en ese país. |
T3. |
DVA de las exportaciones intermedias al país importador r que a su vez son exportaciones intermedias a terceros países t para la producción de productos finales con uso en terceros países. |
T4 |
DVA de las exportaciones intermedias al país importador r para exportaciones finales a terceros países t. |
T5 |
DVA de las exportaciones intermedias al país importador r que son exportaciones intermedias a terceros países t. |
T6. |
DVA que regresa en bienes finales desde el país importador r. |
T7. |
DVA que regresa en bienes finales desde terceros países t. |
T8. |
DVA que regresa en importaciones intermedias. |
T9. |
Doble contabilidad del DVA para producir exportaciones de bienes finales. |
T10. |
Doble contabilidad del DVA para producir exportaciones de bienes intermedios. |
T11. |
Valor agregado del importador directo r en las exportaciones finales del país s. |
T12. |
Valor agregado del importador directo r en las exportaciones intermedias del país s. |
T13. |
Doble contabilidad del valor agregado del importador directo r en las exportaciones del país de origen s. |
T14. |
Valor agregado de terceros países t en exportaciones finales. |
T15. |
Valor agregado de terceros países t en exportaciones intermedias |
T16. |
Doble contabilidad del valor agregado de terceros países (t, *) en las exportaciones del país de origen s. |
Donde vi es la matriz del valor agregado del país i, bij es la submatriz de la matriz inversa de Leontief, lij es la inversa de Leontief local de la submatriz xij, T es transpuesta, y # se refiere a la multiplicación de “elemento por elemento” semejante al producto punto de dos vectores.
También pueden agregarse como agregado doméstico (DVA), valor agregado extranjero (FVA), valor agregado de retorno (RVA) y doble contabilidad pura (PDC).
DVA es igual a la suma de los términos T1 a T5. Esta es la suma del valor agregado doméstico que se usa en otros países.
RDV es igual a la suma de los términos T6 a T8. Representa el valor agregado exportado que eventualmente regresa al país de origen.
FVA es la suma de los términos T11, T12, T14 y T15. Representa la parte de las exportaciones cuyo valor agregado viene de otros países (T11 y T12 para el importador directo; T14 y T15, para terceros países).
PDC es la suma de T9, T10, T13 y T16. Representa la doble contabilidad.
DVA Total es la suma de DVA y RDV. Esto es, la suma de todo el valor agregado doméstico sin importar dónde termina utilizándose.
ANÁLISIS EMPÍRICO
El TLCAN ha sido consistente con el aumento de los intercambios comerciales cruzados entre países. Esta es una característica dominante en la actualidad, y supone un reto para la medición de los volúmenes de comercio bilateral debido a que durante este periodo se ha dado un auge de las cadenas globales de coproducción a nivel binacional.
En este contexto, nos preguntamos, ¿cómo se distribuyen los beneficios económicos de la participación en cadenas de coproducción bilateral? En el cuadro 2 se exhiben los resultados de la descomposición del origen del valor agregado contenido en las exportaciones brutas de los EE. UU. y México en 2013. Para el desglose del valor agregado se utilizó el módulo “decompr” desarrollado por Quast y Kummritz (2015) que se integra al software R (R Core Team, 2018).
Componente | EE. UU. (1) |
México (2) |
---|---|---|
Valor agregado doméstico en exportaciones finales | 46 358.1 | 61 712.4 |
Valor agregado doméstico en exportaciones intermedias
absorbidas por importadores directos |
73 797.4 | 78 753.4 |
Valor agregado doméstico en exportaciones intermedias
reexportadas a terceros países |
11 858.8 | 19 933.9 |
Valor agregado doméstico que regresa como bienes finales | 29 722.9 | 882.4 |
Valor agregado doméstico que regresa a casa como
bienes intermedios |
20 532.7 | 1 666 |
Doble contabilización de origen doméstico | 6 426 | 1 470.9 |
Valor agregado extranjero en las exportaciones de
productos finales procedentes del importador directo |
882 4 | 29 722.9 |
Valor agregado extranjero en exportaciones de bienes
intermedios procedentes del importador directo |
1 666 | 20 532.7 |
Doble contabilización de origen extranjero debido a la
producción de exportaciones de importador directo |
1 470.9 | 6 426 |
Comercio con la participación de terceros países | 43 309.5 | 65 852.5 |
Total de comercio bilateral bruto | 236 024.7 | 286 953 |
Fuente: Elaboración propia, basada en el modelo de Wang, Wei y Zhu (2013).
En ella se aprecia que para el año 2013, de los 236 millardos de dólares exportados desde EE. UU. a México, hay 120.2 millardos que son directamente valor agregado en EE. UU., y otros 62.1 millardos que fueron agregados en EE. UU., pero que fueron exportados como insumos intermedios y regresaron a EE. UU. para formar parte nuevamente de las exportaciones. Adicionalmente, hay 6.4 millardos que son parte de una contabilidad duplicada pero que se integran a las cifras anteriores como parte de los 188.7 millardos contenidos de valor agregado nacional de las exportaciones brutas.
Los otros componentes de las exportaciones de EE. UU. a México lo conforman 2.5 millardos de valor agregado en México, y 1.4 millardos de contabilidad duplicada generada en México. Finalmente, se integran 43.3 millardos que son importados por EE. UU. desde otras naciones para ser integrados a las exportaciones a México.
Los resultados también muestran que de los 287 millardos de dólares en exportaciones de México a EE. UU., el valor agregado directo en México incluido en ellas alcanzan los 140.5 millardos, a los que debemos sumar 22.5 millardos de valor agregado que retornó a México, y 1.5 millardos de contabilización doble que integran los 164.4 millardos de producción doméstica contenidos en las exportaciones brutas. El resto lo conforman 50.2 millardos de valor agregado en los EE. UU., y una contabilización doble proveniente de EE. UU. que alcanza el monto de los 6.4 millardos; asimismo hay que considerar 65.9 millardos de importaciones que provienen de terceros países –los resultados anteriores son consistentes con los encontrados por el Banco de México (Banxico, 2017)–.
De lo anterior se destaca el hecho de que en términos de valor agregado doméstico, el contenido en las exportaciones brutas de los EE. UU. alcanzan los 188.7 millardos de dólares, mientras que el contenido doméstico de las exportaciones brutas de México rondan los 164.4 millardos. Este es un resultado con grandes implicaciones, pues significa que al descontar los contenidos importados de las exportaciones brutas, el contenido doméstico de EE. UU. supera al de México. Así mismo, en términos del comercio entre ambos socios, entonces implica que sería EE. UU. quien mantendría una relación superavitaria en la balanza comercial con México, en contraposición a las conclusiones derivadas del tradicional análisis del comercio exterior bruto entre ambos países.
Asimismo, se puede observar la gran diferencia entre los componentes doméstico y extranjero del valor agregado incorporado en las exportaciones, pues mientras que para EE. UU. el valor agregado extranjero en sus exportaciones alcanza los 2.5 millardos de dólares, para el caso de México este concepto es de alrededor de 50.2 millardos, que es más de 20 veces el monto que representa el mismo para los EE. UU.
Igualmente, se puede observar también cómo el monto de las importaciones del resto de los países es mayor en el caso de la economía de México, donde se alcanzan los 65.9 millardos de dólares y cuyo equivalente para la economía de EE. UU. contabiliza 43.3 millardos. Esto quiere decir que una proporción importante del superávit comercial bruto bilateral (22.5 millardos, o un 44 por ciento) proviene de otros países en forma de importaciones intermedias. Dicho de otra forma, el superávit bruto bilateral no contempla que, a través de las CGV, México importa 22.5 millardos en exceso de lo que importa EE. UU. en la producción de bienes exportados y en consecuencia, el superávit comercial aumenta considerablemente.
Por otra parte, el análisis de estas cifras en términos agregados por concepto y en términos relativos, se puede hacer calculando los índices utilizados por otros autores antes referidos (Koopman, Wang y Wei, 2012) que con anterioridad habían investigado sobre el grado de contenido de valor agregado en las exportaciones. Los resultados se presentan en el cuadro 3.
Desglose del valor agregado | EE UU a México | México a EE UU |
---|---|---|
Valor agregado en las exportaciones | 120 155.5 | 140 465.8 |
Valor agregado nacional | 161 737.2 | 161 282.0 |
Valor agregado extranjero | 2 548.4 | 50 255.6 |
Contenido nacional en las exportaciones brutas | 188 695.9 | 164 418.9 |
Doble conteo puro de origen nacional | 6 426.0 | 1 470.9 |
Doble conteo puro de origen extranjero | 1 470.9 | 6 426.0 |
Comercio con la participación de terceros países | 43 309.5 | 65 852.5 |
Indicadores relativos | ||
Relación valor agregado a exportación (Johnson y Noguera, 2012a) |
0.5091 | 0.4895 |
Valor agregado de la exportación | 0.6853 | 0.5621 |
Contenido nacional de exportación | 0.7995 | 0.5730 |
Total de comercio bilateral bruto | 236 024.7 | 286 953.0 |
Fuente: Elaboración propia, basada en el modelo de Wang, Wei y Zhu (2013).
En el cuadro se muestra que tanto en el contenido de valor agregado doméstico, así como en el contenido doméstico total, la relación comercial favorece a los EE. UU., lo que en términos de comercio significa que el mismo es superavitario –tiene un valor de exportaciones que supera al de sus importaciones–. También son notables las diferencias en el contenido de valor agregado extranjero en las exportaciones de cada país, pues mientras que para EE. UU. esta cifra alcanza solo 4 millardos de dólares de importaciones contenidas en sus exportaciones, para el caso de México el contenido de importaciones de EE. UU. contenido es sus exportaciones ascienden a los 56.7 millardos, que es 30 por ciento del contenido doméstico de las exportaciones a EE. UU.
En términos de la proporción de valor agregado propuesta por Johnson y Noguera (2012b) (VAX ratio), aplicada a las cifras del comercio EE. UU.-México, el valor alcanza para EE. UU. 51 por ciento, mientras que en el caso de México la misma es de 50 por ciento. En el caso de las proporciones de valor agregado doméstico y contenido doméstico en relación a las exportaciones brutas, las mismas alcanzan valores cercanos a 80 por ciento en el caso de EE. UU., y de 57.3 por ciento en el caso de México.
Los resultados de los índices relativos dan cuenta de cómo al considerar los volúmenes de comercio en términos de valor agregado, solo contabilizan parcialmente la participación de los países en el comercio internacional, y cómo al integrar el valor agregado de retorno, la posición de los países en los términos de comercio puede cambiar. Así sucede en el caso de la relación comercial EE. UU.-México que nos ocupa. En adición a ello, es importante reconocer también cómo las importaciones del resto de los países son una fuente que explica parte del comercio en términos brutos entre los países, y que su integración permite alcanzar una identificación más cercana a las aportaciones de cada país y de terceros en las relaciones de comercio internacional.
Los hallazgos por sectores se muestran en el cuadro 4. La información contenida en el cuadro permite apreciar cómo el comercio entre ambos países está altamente concentrado, pues de un total de 247 sectores, los 15 principales exportadores acumulan más de 58 por ciento de las exportaciones. En términos de valor agregado, estos son sectores donde el porcentaje del mismo es para la mayoría de los casos menor al promedio, pero que destacan por ser insumos de una gran variedad de procesos.
Contenido doméstico | Contenido extranjero | Comercio Bilateral Bruto |
||||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Valor agregado doméstico (DVA) | Doble conteo |
Valor agregado
extranjero (FVA) |
Doble conteo | |||||||||
NAICS | Descripción | Valor agregado en
las exportaciones |
DVA reexportad |
DVA de regreso | Resto del mundo |
|||||||
DVA_FIN | DVA_INT | DVA_INTr ex |
RDV_FIN | RDV_INT | DDC | MVA_FIN | MVA_INT | MDC | ||||
3344 | Fabricación de componentes electrónicos | 678 | 2 841 | 2 136 | 5 518 | 2 949 | 818 | 13 | 55 | 227 | 2 983 | 18 220 |
3241 | Fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón |
0 | 8 784 | 701 | 543 | 725 | 191 | 0 | 600 | 149 | 6 381 | 18 073 |
3363 | Fabricación de partes para
vehículos automotores |
286 | 5 996 | 971 | 4 630 | 1 226 | 370 | 6 | 128 | 155 | 3 065 | 16 832 |
3251 | Fabricación de productos químicos básicos | 316 | 6 283 | 564 | 691 | 1 326 | 328 | 7 | 131 | 61 | 2 377 | 12 083 |
3252 | Fabricación de resinas y hules sintéticos,
y fibras químicas |
0 | 3 152 | 524 | 1 229 | 1 366 | 313 | 0 | 64 | 71 | 1 856 | 8 574 |
3361 | Fabricación de automóviles y camiones | 5 660 | 39 | 8 | 50 | 7 | 2 | 251 | 2 | 3 | 1 914 | 7 937 |
3342 | Fabricación de equipo de comunicación | 2 551 | 530 | 432 | 1 294 | 587 | 180 | 51 | 11 | 51 | 1 978 | 7 665 |
3341 | Fabricación de computadoras y
equipo periférico |
2 302 | 1 511 | 441 | 995 | 561 | 154 | 48 | 31 | 45 | 1 466 | 7 554 |
3339 | Fabricación de otra maquinaria y equipo para la industria en general |
3 162 | 1 323 | 182 | 303 | 410 | 112 | 62 | 26 | 20 | 1 169 | 6 771 |
3345 | Fabricación de instrumentos de medición, control, navegación, y equipo médico electrónico |
2 227 | 889 | 336 | 891 | 609 | 176 | 33 | 13 | 30 | 1 006 | 6 208 |
3336 | Fabricación de motores de combustión interna, turbinas y transmisiones |
263 | 2 129 | 413 | 957 | 640 | 249 | 8 | 62 | 67 | 1 267 | 6 055 |
3261 | Fabricación de productos de plástico | 605 | 2 008 | 347 | 868 | 621 | 158 | 9 | 28 | 28 | 914 | 5 587 |
3353 | Fabricación de equipo de generación y distribución de energía eléctrica |
676 | 1 219 | 379 | 815 | 961 | 274 | 19 | 34 | 68 | 994 | 5 441 |
3329 | Fabricación de otros productos metálicos | 150 | 1 867 | 334 | 848 | 932 | 263 | 2 | 29 | 37 | 779 | 5 240 |
3359 | Fabricación de otros
equipos y accesorios eléctricos |
470 | 1 144 | 376 | 981 | 816 | 235 | 14 | 34 | 73 | 1 040 | 5 183 |
Fuente: Elaboración propia, basada en el modelo de Koopman, Wang y Wei (2012).
En ese sentido, como se estableció anteriormente, la gran diferencia la podemos ubicar como parte de los productos intermedios que regresan a la economía de los EE. UU. como productos intermedios, que luego son integrados a productos de los EE. UU. que se exportan. Este es el caso por ejemplo del sector 3344 Fabricación de componentes electrónicos, que es de 46.5 por ciento, y para el que de los 18 millardos de dólares de exportaciones brutas, 5.7 millardos son valor agregado doméstico, 8.5 millardos son valor agregado de retorno y 3 millardos más son importaciones de terceros países, de modo que estas fuentes alcanzan a explicar 17 de los 18 millardos comerciados.
También debemos considerar a sectores como el 3363 Fabricación de partes para vehículos automotores, que son de bajo valor agregado, pero que tienen una fuerte vinculación sectorial con el resto de los sectores de la economía mexicana y que son capaces de que 7.3 millardos de dólares de los 16.8 millardos exportados sean valor agregado doméstico; y 5.9 millardos adicionales, que son valor agregado de retorno. Esto es, de los 16.8 millardos exportados, aunque menos de 50 por ciento es valor agregado doméstico, más de 75 por ciento es valor que se agregó en EE. UU. en todo el proceso de las CGV.
Por otra parte, una correcta medición del valor agregado contenido en las exportaciones entre estos dos países es un punto de partida básico para evaluar los efectos de un cambio de la política comercial, es decir, ¿cómo afecta la renegociación o cancelación del TLCAN esa participación en cadenas de coproducción bilateral? Se puede dar una respuesta al analizar la siguiente gráfica, en la que los círculos sobre la línea significan que ambas proporciones de valor agregado son iguales, no hay valor doméstico que retorne en las importaciones intermedias. Como se puede observar en la gráfica 1, la gran mayoría de los sectores para el caso de las exportaciones mexicanas se localizan cerca de esta línea. En cambio, en el caso de las exportaciones de EE. UU. a México, gran parte de los sectores se ubican por encima de la línea, en especial los sectores con menor valor doméstico en el eje horizontal, con lo que aumenta el contenido doméstico considerablemente.
Este resultado es relevante porque significa que durante el TLCAN una parte importante de los ingresos por exportaciones mexicanas se destinó a remunerar factores productivos empleados en los EE. UU. Como consecuencia de lo anterior, el efecto multiplicador –directo e indirecto– asociado al cambio en las exportaciones binacionales, resulta mayor para EE. UU. que para México.
CONCLUSIONES
Del presente análisis destacamos el hecho de que, no obstante que oficialmente México tiene un saldo comercial superavitario con EE. UU. en el periodo del TLCAN, se comprueba la existencia de un saldo deficitario para México en cuanto al valor agregado incorporado en las exportaciones brutas. Las cifras del flujo de valor agregado en las exportaciones brutas de México a EE. UU solo alcanzan los 164.4 millardos de dólares; mientras que el contenido doméstico de las exportaciones brutas de EE. UU. es 188.7 millardos.
En las cifras de la desagregación del valor agregado destaca principalmente la gran diferencia entre los componentes doméstico y extranjero del valor agregado incorporado en las exportaciones, pues mientras que para los EE. UU. el valor agregado extranjero en sus exportaciones alcanza los 2.5 millardos, para el caso de México este concepto es de alrededor de 50.2 millardos; esto es, más de 20 veces el monto que representa el mismo para los EE. UU. Una conclusión que se deriva directamente de este último aspecto es que como consecuencia del TLCAN, una parte importante de los ingresos por exportaciones mexicanas se destina a remunerar factores productivos empleados en los EE. UU.
El comercio bilateral se encuentra altamente concentrado en 15 sectores exportadores que acumulan más de 58 por ciento de las exportaciones. Destaca por su importancia el sector de 3344 Fabricación de componentes electrónicos con un 46.5 por ciento, y para el que de los 18 millardos de dólares de exportaciones brutas, 5.7 millardos son valor agregado doméstico, 8.5 millardos son valor agregado de retorno, y 3 millardos más son importaciones de terceros países, de modo que estas fuentes alcanzan a explicar 17 de los 18 millardos de dólares comerciados.
Además, el sector de 3363 Fabricación de partes para vehículos automotores, en el cual de los 16.8 millardos exportados, 7.3 millardos son valor agregado doméstico y 5.9 millardos son valor agregado de retorno, es un sector con un alto contenido de producto doméstico como parte de las exportaciones brutas. La conclusión que se deriva de este aspecto es la diferencia e importancia existente entre los consumos de bienes intermedios entre ambos países, y sus consecuencias en la generación de valor agregado en determinados sectores de actividad.
Por lo anterior, una correcta medición del valor agregado contenido en las exportaciones sectoriales bilaterales debería ser un punto de partida básico para evaluar la conveniencia o los efectos de un cambio de la política comercial binacional. En el lado mexicano, donde se observa en general un mayor peso de contenido foráneo en la producción (y las exportaciones), se destacan el sector electrónico, la refinación de petróleo, la producción de químicos y plásticos, la de metales básicos y la metalmecánica, con una proporción aproximada a 40 por ciento. Por el lado estadounidense, que suele ser el principal origen de esa porción extranjera, su participación ha ido en general en ascenso.
Para los EE. UU. las proporciones de contenido extranjero en todos los casos son de alrededor de 20 por ciento, y las explicadas por México nunca superan a 3 por ciento (siendo la más elevada la del sector automotor), esto en parte explicado por la relación económica asimétrica. Como consecuencia de ello, el efecto multiplicador –directo e indirecto– asociado a un cambio en las exportaciones binacionales, resulta mayor para EE. UU. que para México.
Por último, una limitación importante a tener en cuenta en futuros trabajos que traten de estimar el valor agregado incorporado en las interrelaciones comerciales entre ambos países, es la necesidad de incorporar el impacto del resto del mundo de manera endógena en el balance neto de la distribución del valor agregado al nivel tan desagregado como el que presentamos. En el caso de los países aquí considerados, la importancia de éste es realmente evidente, y en definitiva no puede hablarse de que terceros países están aprovechando los pactos comerciales sin tener en cuenta el impacto de estos. No obstante, su estimación se presenta realmente compleja.