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Revista fitotecnia mexicana
versión impresa ISSN 0187-7380
Rev. fitotec. mex vol.36 no.1 Chapingo ene./mar. 2013
Artículos Científicos
La selección masal permite aumentar el rendimiento sin agotar la variabilidad genética aditiva en el maíz Zacatecas 58
Mass selection allows yield increments without depleting additive genetic variability in Zacatecas 58 maize variety
J. Luis Coyac Rodríguez1*, José D. Molina Galán2, J. Jesús García Zavala2 y Luis M. Serrano Covarrubias3
1 Departamento de Fitomejoramiento, Universidad Autónoma Agraria "Antonio Narro". Unidad Laguna. Km 2 Periférico "Raúl López Sánchez". 27059, Torreón, Coahuila. *Autor para correspondencia (jlcoyac@yahoo.com)
2 Programa de Genética, Instituto de Recursos Genéticos y Productividad, Colegio de Postgraduados, Campus Montecillo. Km 36.5 Carretera México-Texcoco. 56230, Montecillo, Texcoco, Edo. de México.
3 Centro Regional Universitario del Centro-Norte, Universidad Autónoma Chapingo. Km 20.5 Carretera Zacatecas-Fresnillo. 98500, Morelos, Zacatecas.
Recibido: 8 de Julio del 2011
Aceptado: 7 de Enero del 2013
Resumen
Para estimar los parámetros genéticos de la variedad de maíz (Zea mays L.) Zacatecas 58 original (Z0) y de su versión mejorada por 24 ciclos de selección masal visual estratificada (SMVE), así como conocer la factibilidad de poder continuar con el proceso de selección en la variedad mejorada, se evaluó en cuatro ambientes el rendimiento de mazorca por planta (RMPP) de 35 familias de medios hermanos (FMH) y 35 de hermanos completos (FHC) derivadas de Z0, así como 40 FMH y 40 FHC derivadas de su versión mejorada Zac. 58 SM24 (Z24). La SMVE aumentó el rendimiento de mazorca de Z0 después de 24 ciclos de selección (3.65 % por ciclo). Las FHC rindieron más (P ≤ 0.05) que las FMH, en ambas poblaciones. Con la evaluación conjunta de FMH y FHC fue posible estimar las varianzas genéticas aditiva (σ2A ) y de dominancia (σ2D) de Z0 y Z24. Aunque se esperaba que la σ2Ade Z0 fuera mayor que la de Z24, ello no ocurrió; en cambio, el coeficiente de variación genética aditiva (CVA) de Z0 resultó mayor que el de Z24, lo que permitió inferir que es posible seguir incrementando el rendimiento de mazorca por SMVE aún después de 24 ciclos de selección.
Palabras clave: Zea mays, familias, mejoramiento genético, selección masal, varianzas genéticas.
Abstract
To estimate the genetic parameters of the maize (Zea mays L.) variety Zacatecas 58 original (Z0) and its improved version (Z24) obtained through 24 cycles of stratified visual mass selection (SVMS), as well as to estimate the feasibility of continuing the selection process, 35 half-sib (HS) and 35 full-sib (FS) families derived from Z0 and 40 HS and 40 FS families derived from Z24 were evaluated in four environments for yield per ear per plant (YEP). SVMS increased the yield per plant after 24 cycles (3.65 % per cycle). FS families yielded more (P ≤ 0.05) than HS families, in both populations. Joint evaluation of HS and FS families allowed to estimate genetic additive (σ2A) and dominant (σ2D) variances. Although higher σ2Aof Z0 than Z24 was expected, this did not occur; however, the additive coefficient of variation (ACV) of Z0 was higher than Z24, thus indicating it is still possible to further increase yield by SVMS after 24 cycles of selection.
Key words: Zea mays, families, genetic improvement, mass selection, genetic variances.
INTRODUCCIÓN
Como parte del proceso evolutivo las plantas se automejoran por selección natural, aunque a un ritmo muy lento. Dicho proceso evolutivo de las especies vegetales cultivadas ha sido acelerado por el hombre (Reyes, 1990). Fue así como el maíz (Zea mays L.) fue mejorado por el hombre mediante selección masal efectuada a través de un largo tiempo. La siembra en ambientes diversos dio lugar a la amplia variabilidad genética que ahora existe en esta especie (García et al., 2002).
El mejoramiento genético de poblaciones permite generar variedades mejoradas de polinización libre, recomendables para agricultores que no cuentan con los recursos económicos para adquirir semilla híbrida cada año (Hallauer y Miranda, 1981); las plantas de estas poblaciones con alelos favorables al recombinarse producen genotipos superiores. El incremento de los caracteres de importancia económica que se logre en cada ciclo de selección estará en función de la variabilidad genética de la población bajo mejoramiento (Chávez, 1995). Tal variabilidad puede analizarse para estimar los parámetros genéticos de la población. La estimación de dichos parámetros es importante cuando la población se ha sometido a un proceso continuo de selección y se desea saber que tan efectiva ha sido ésta en producir cambios favorables en ella (Vargas et al., 1982).
El efecto de la selección incide directamente en las frecuencias génicas de la población, por lo que las varianzas genéticas sufren cambios que dependen del tipo de acción génica predominante. Como resultado, esas varianzas se aproximan a cero cuando las frecuencias de los genes favorables para la expresión de un carácter se aproximan a la unidad (Vargas et al., 1982).
Para que la selección sea efectiva en el manejo de poblaciones de maíz, se requiere que la variabilidad genética sea del tipo aditivo; de lo contrario, el método de mejoramiento adecuado es la hibridación (Sprague, 1966). Después de un periodo de mejoramiento por selección, la variabilidad puede disminuir y los avances ser más lentos y difíciles de detectar (Briggs y Knowles, 1967). En poblaciones no mejoradas de maíz, la proporción de varianza genética aditiva es mayor que la varianza genética de dominancia, pero la proporción disminuye conforme aumentan los ciclos de selección recurrente (Hallauer y Miranda, 1981; Márquez, 1987; Molina, 1992), pues la selección explota principalmente la varianza genética aditiva. En contraste, ambas varianzas, aditiva y de dominancia, pueden explotarse al combinar metodologías de selección e hibridación.
En algunos casos se han utilizado familias de medios hermanos maternos (FMHM) para estimar la varianza genética aditiva, y su combinación con familias de hermanos completos (FHC) para estimar la varianza genética de dominancia. Según Márquez y Sahagún (1994), se pueden obtener estimadores más precisos de varianza genética aditiva con FMHM que con el Diseño I de Comstock y Robinson (1948, 1952), y señalan que la metodología puede hacerse extensiva a familias independientes de hermanos completos (FIHC). El uso de tales familias se justifica debido a que el Diseño I es laborioso, por lo difícil que resulta cruzar una planta macho con varias plantas hembra.
Los estimadores de las varianzas genéticas pueden sesgarse por la interacción genotipo-ambiente, cuya varianza puede llegar a superar a las varianzas genéticas, y por ello las estimaciones deben hacerse en varios ambientes (Vargas et al., 1982). Asimismo, la falta de equilibrio de ligamiento puede provocar sesgos ya que, según Robinson et al. (1960), la varianza de dominancia aumenta y la varianza aditiva puede aumentar o disminuir, en función de la preponderancia de ligamientos iniciales en la fase de repulsión o de acoplamiento.
Vargas et al. (1982) señalaron que después de 10 ciclos de selección masal visual estratificada (SMVE) en la variedad Zac. 58 original (Z0) todavía hubo avances de 3 % por ciclo de selección para rendimiento. A la fecha Z0 se ha avanzado al ciclo 24 de SMVE, por lo que es importante conocer los cambios en los parámetros genéticos de la población mejorada y compararlos con la población original.
Los objetivos de este trabajo fueron estimar la media y las varianzas genéticas aditiva y de dominancia para rendimiento de mazorca por planta (RMPP) de la variedad de maíz Zac. 58 original (Z0) y de su ciclo 24 (Z24) de SMVE, mediante la evaluación de familias de medios hermanos (FMH) y hermanos completos (FHC) derivadas de Z0 y Z24, así como analizar los cambios en dichos parámetros por el efecto de 24 ciclos de SMVE. Como hipótesis principal se postuló que el proceso de selección al que fue sometida Z0 ha producido cambios en su media y sus varianzas genéticas.
MATERIALES Y MÉTODOS
Material genético
El material genético del presente estudio se derivó de la variedad de maíz Zacatecas 58, que corresponde a la colección número 58 del Estado de Zacatecas; es una población muy precoz que pertenece a la raza Cónico Norteño, cuya área de distribución es la zona norte-centro de México (Wellhausen et al., 1952). En la variedad Zac. 58 (Z0) se estableció un programa de selección masal visual estratificada (SMVE), a cuyo ciclo 24 se denominó Zac. 58 SMVE rotativa ciclo 24 (Z24).
El primer ciclo de selección se obtuvo en condiciones de temporal (secano) en el verano de 1969 en Chapingo, Estado de México (19° 29' LN y 98° 53' LO, 2250 msnm)1, donde existen condiciones de clima templado. El segundo ciclo se obtuvo en la estación de invierno-primavera 1969-1970 en Tepalcingo, Morelos (18° 35' LN y 98° 50' LO, 1100 msnm)1, donde prevalecen condiciones de invierno cálido; el tercero en primavera de 1970 en Chapingo, bajo condiciones de riego. El cuarto ciclo se obtuvo en el verano de 1970 en temporal en Chapingo; el quinto en invierno-primavera 19701971 en Tepalcingo. La selección continuó en Chapingo hasta el ciclo 18 en riego, mientras que los ciclos 19 al 24 se obtuvieron con riego en Tecámac, Estado de México (19° 43' LN y 98° 58' LO, 2298 msnm)1, donde existen condiciones de clima templado (Molina, 1977, Com. Pers.2, 1983; Villanueva et al., 1990; Sahagún et al., 1991; Sahagún, 2001, Com. Pers.)3.
En las poblaciones Z0 y Z24 se obtuvieron FMH y FHC. Para tal fin, en cada población se establecieron dos sublotes de 100 plantas numeradas del 1 al 100. Las 100 plantas del sublote 2 de Z0 se polinizaron con una mezcla de polen de las 100 plantas del sublote 1. Por su parte, la planta 1 del sublote 1 se polinizó con el polen de la planta 1 del sublote 2; lo mismo se hizo con la planta 2 del sublote 1 y la planta 2 del sublote 2, y así hasta llegar a la planta 100 del sublote 1 y la planta 100 del sublote 2. Este mismo procedimiento se siguió en las plantas de los sublotes de Z24.
Las mazorcas cosechadas en el sublote 2 de cada población constituyeron una FMH maternos, mientras que las mazorcas de cada cruza planta a planta (1 x 1, 2 x 2,..., 100 x 100) del sublote 1 conformaron una FHC. Se mantuvo la siguiente relación: el progenitor femenino de las FMH fue el progenitor masculino de las FHC; esto se hizo así con el propósito de conservar los mismos genes en los dos sublotes de Z0 y en los dos sublotes de Z24. Sólo fue posible cosechar 35 FMH y 35 FHC en Z0 y 40 FMH y 40 FHC en Z24.
Ambientes de evaluación y diseño experimental
Las 70 familias de Z0 (35 FMH y 35 FHC) y las 80 familias de Z24 (40 FMH y 40 FHC) se evaluaron en lotes contiguos en un diseño de bloques completos al azar con dos repeticiones en cuatro ambientes. En cada repetición, cada parcela de FMH se apareó con su correspondiente FHC. Las parejas de familias se aleatorizaron y también las dos familias dentro de cada pareja. La parcela experimental quedó constituida por un surco de 4.5 m de longitud en el que se distribuyeron 10 pares de plantas, con una separación de 80 cm entre surcos y 50 cm entre pares; la densidad de población fue de 50 000 plantas por hectárea.
La siembra de todos los lotes experimentales se hizo en condiciones de temporal en los años 2007, 2008 y 2009 (Ambientes 1, 2 y 4) en Montecillo, Texcoco, (19° 28' LN y 98° 54' LO, 2240 msnm)1 y también en 2009 en Chapingo, (Ambiente 3), ambas localidades en el Estado de México.
Análisis estadístico
La única variable analizada fue el rendimiento de mazorca por planta (RMPP), la cual se calculó al dividir el peso seco de mazorca por parcela entre número de plantas por parcela. El peso seco se obtuvo después de secar la mazorca al sol hasta alcanzar una humedad constante.
Para cada población (Z0 y Z24) se hizo un análisis de varianza por ambiente, y luego dos análisis combinados: uno con los cuatro ambientes (Combinado 1) y otro con los tres años de Montecillo (Combinado 2). Se usó el procedimiento GLM de SAS 9.1 (SAS Institute, 2004).
En ambas poblaciones se calcularon los componentes de varianza de cada familia para la estimación de las varianzas genéticas aditiva y de dominancia. Se hizo una partición del error conjunto en error de FMH y error de FHC, con la finalidad de obtener el error propio de cada tipo de familia.
Parámetros genéticos
Según Comstock y Robinson (1948) y Molina (1992), las varianzas y covarianzas de parientes tienen sus equivalentes en términos de varianzas aditiva y de dominancia. Así, en poblaciones con endogamia cero (F = 0), se tienen las equivalencias mostradas en la última columna del Cuadro 1. Para el compuesto de ciclo 24 de SMVE, se consideró un coeficiente de endogamia de 0.016 (Sahagún y García, 2009), en una población de referencia de 6000 individuos por ciclo (300 mazorcas y 20 granos por mazorca), y una presión de selección de 5 %. Las varianzas aditivas y de dominancia, según Cockerham (1956) y Molina (1992), son las siguientes: varianza de FMH = ([1+FHt/4) σ2A; varianza de FHC = ([2+Fmt + Fht]/2) σ2A + ([1+Fmt]/2 x [1+Fht]/2) σ2D , donde Fh y Fm corresponden a la endogamia de los progenitores hembras y de los progenitores machos, respectivamente, en la generación t.
Los coeficientes de variación genética respectivos fueron estimados mediante las expresiones: y , donde es la media fenotípica de cada población evaluada, por ambiente y en la combinación de ambientes. Para cuantificar la importancia de la varianza aditiva respecto a la de dominancia, se estimó también la relación
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Análisis de varianza
El coeficiente de variación (CV) de los análisis por ambiente y de los análisis combinados resultó con un valor inferior a 15 %, con excepción del ambiente 3 en donde fue ligeramente superior para Z0 (Cuadros 2 y 3), propio de un diseño de bloques completos al azar; esto indica que la información estadística experimental es confiable (Steel y Torrie, 1960).
Los análisis de varianza por ambiente (Cuadro 2) de Z0 y Z24 mostraron diferencias (P ≤ 0.01) entre Familias. Estas diferencias se mantuvieron en las FHC en la mayoría de ambientes; en cambio, en las FMH el grado de significancia fue muy variable a través de ambientes. En la mayoría de los casos, el contraste FMH vs. FHC resultó significativo lo que indicó diferencias de rendimiento entre el promedio de las FMH y el de las FHC, como se muestra en el Cuadro 4.
La magnitud de los cuadrados medios de las FHC fue mayor que la de FMH en ambas poblaciones a través de los cuatro ambientes. Los cuadrados medios del error de FHC resultaron menores que los de FMH, en la mayoría de casos (Cuadros 2 y 3). Este comportamiento corresponde al esperado, ya que la varianza genotípica dentro de FHC contiene ½ σ2A + ¾ σ2Dmientras que la varianza dentro de FMH contiene ¾ σ2A+ σ2D (Molina, 1992).
Los análisis combinados 1 y 2 mostraron variación significativa (P ≤ 0.01) entre Ambientes, y entre FMH y FHC en ambas poblaciones (Cuadro 3), así como en el contraste FMH vs. FHC, en todos los casos. Las interacciones FMH x Ambientes y FHC x Ambientes resultaron significativas en el combinado 1 en Z0 y Z24, pero ambas interacciones resultaron no significativas en el combinado 2 y en FMH x Ambientes en Z24. La significancia del contraste FMH vs. FHC indica que existen diferencias entre el rendimiento promedio de las FMH y el de las FHC, en ambas poblaciones. La predominancia de un mayor valor de la interacción FHC x Ambientes en relación con el de FMH x Ambientes, es atribuible a que un mayor grado de parentesco entre los individuos de la familia correspondió a una mayor interacción con los ambientes (Molina, 1992).
El hecho de que los análisis combinados en ambas poblaciones hayan mostrado diferencias significativas en los factores Familias, FMH, FHC, y el contraste FMH vs. FHC (Cuadro 3), y de que los análisis por ambiente (Cuadro 2) para estos mismos factores hayan mostrado alta variación en el grado de significancia estadística, indica que en lo posible debe evitarse hacer inferencias basadas en experimentos efectuados en un solo ambiente (Reyes et al., 2007).
Comparación de medias fenotípicas
En los análisis por ambiente y combinados (Cuadro 4) se observó que tanto las FMH como las FHC de Z24 superaron en rendimiento a sus familias correspondientes de Z0. También, el promedio de familias de Z24 fue superior al de Z0 ( ) (letras minúsculas). Resultados similares a los anteriores fueron obtenidos por Vargas et al. (1982), Célis et al. (1986), Sahagún et al. (1991), y Sahagún (2001)3 en otros ciclos avanzados de SMVE en Z0.
Al comparar las medias de rendimiento de FMH con las de FHC, en cada población, se encontró que las FHC superaron estadísticamente a las FMH (letras mayúsculas) en dos de los cuatro ambientes y en los dos análisis combinados en ambas poblaciones (Cuadro 4).
Para cada análisis por ambiente y su combinación, las medias de cada tipo de familia (FMH o FHC) entre ambas poblaciones no mostraron diferencia estadística, excepto para el Ambiente 2 (2008) en Z24 y en las combinaciones de ambientes para ambas poblaciones (Cuadro 4).
En la comparación de ambientes se observó que los mayores rendimientos de ambas poblaciones se obtuvieron en el Ambiente 1 (Montecillo, 2007), y los menores en el Ambiente 3 (Chapingo, 2009) para Z0, y en el Ambiente 2 (Montecillo, 2008) para Z24.
Como antes se indicó (Cuadro 4), el rendimiento promedio de las FMH de Z24 fue superior al de las FMH de Z0, con una diferencia del orden de 90 % en tres de los cuatro ambientes y en los dos análisis combinados. Este mismo análisis mostró que el 90 % de superioridad de las FMH de Z24 sobre las FMH de Z0 se mantiene en las FHC, y también entre el promedio de las familias ( F ) de Z24 y las de Z0.
En el ciclo 10 de Zac. 58, Vargas et al. (1982) estimaron un incremento en la media fenotípica de 32.5 % en relación con la variedad original. Sahagún (2001)3 indicó que en el ciclo 24 (Zac. 58 SM24) los incrementos fueron superiores a 76.6 % con respecto al Zac. 58 original. Tanto los resultados de esos autores como los aquí reportados, indican que la ganancia genética por ciclo de selección para rendimiento fue significativa y constante a lo largo del proceso de selección, con valores de 3.25 % (Vargas et al., 1982), 3.19 % (Sahagún, 2001)3, y en este estudio de 3.73 % en el análisis Combinado 1 y de 3.57 % en el Combinado 2. La respuesta promedio por ciclo de selección fue de 3.65 %, que dio como resultado una ganancia total de 87.6 % en 24 ciclos de selección. Estas ganancias porcentuales coinciden con las obtenidas por Molina (1983) a través de diferentes ciclos de selección de Zac. 58.
Componentes de varianza genética
En los análisis por ambiente y combinados (Cuadro 5) se observó que los estimadores de σ2A( )fueron positivos en las dos poblaciones; en Z0 no hubo diferencias notorias entre ellos; por el contrario, en Z24 se observaron grandes diferencias de entre ambientes, y relativamente pequeñas en los análisis combinados. De acuerdo con Reyes et al. (2007), la irregularidad de los valores del estimador de un parámetro es común cuando su estimación proviene de un solo ambiente, como es el caso de de Z24. De aquí que el estimador menos sesgado de un parámetro sea aquel en el que en su obtención ha participado el mayor número posible de ambientes, en este caso cuatro ambientes (Cuadro 5).
Se esperaba que con el avance del proceso de selección la varianza de la población disminuyera con respecto a la original (Briggs y Knowles, 1967; Molina, 1992); es decir, los valores de de Z0 debían haber sido significativamente mayores que los de Z24, lo cual no ocurrió. Un comportamiento similar fue señalado por Sahagún et al. (1991) y Sahagún (2001)3. Sahagún (2001)3 señaló que al contrario del Diseño I de Comstock y Robinson (1948, 1952), los valores deobtenidos con el diseño de FMHM de cruzas fraternales masivas suelen carecer de consistencia, y con frecuencia resultan superiores a los de la población original cuando se emplea un número muy bajo de familias, o cuando no hay equilibrio de ligamiento, o cuando existe epistasis.
Este resultado podría ocurrir cuando existe diferencia en el nivel de endogamia de las poblaciones que están siendo comparadas, ya que si la endogamia de la población mejorada es superior a la de la población original, la varianza genética podría ser seriamente afectada (Sahagún y García, 2009), y si no se hace el ajuste correspondiente en la estimación de las varianzas genéticas aditiva y de dominancia, éstas se sobre-estimarán. Estos resultados inesperados también podrían atribuirse a la forma en que se compararon las varianzas de ambas poblaciones.
Cuando las comparaciones se hacen con valores absolutos de los estimadores de varianza se puede llegar a resultados equivocados (Molina, 1992), y por ello las comparaciones entre varianzas deben hacerse con valores relativos a la media de cada población, es decir con el CVA, sobre todo si las medias fenotípicas de las poblaciones son muy diferentes entre ellas. Por esta razón, se ajustó el nivel de endogamia (Sahagún y García, 2009) y al haberse observado medias fenotípicas muy distintas para ambas poblaciones, se compararon los CVA de ambas poblaciones (Cuadros 5 y 6). Así se detectó que el decremento del CVA fue consistente (Cuadro 6) y sólo el ambiente 3 mostró un comportamiento opuesto. Los valores del Ambiente 1 y del Combinado 1 fueron más cercanos a cero que los de los decrementos, por lo que se infiere que sí hubo disminución del CVA.
En todos los ambientes se observó que resultó negativo en Z0 pero positivo en Z24 (Cuadro 5), con excepción del Ambiente 3. El origen de estimadores negativos de σ2D puede atribuirse a causas como: apareamiento de plantas precoces con precoces o tardías con tardías, tamaño de muestra inadecuado, modelo genético o estadístico inadecuado, efectos de competencia, o errores de muestreo (Robinson et al., 1954; Márquez y Hallauer, 1970; Obilana et al., 1979; Bridges y Knapp, 1987; Reeder et al., 1987). Otros autores atribuyen los estimadores negativos de σ2D a la presencia de efectos epistáticos y de interacción genotipo x ambiente (Lindsey et al., 1962). En el presente estudio el reducido número de familias de MH y de HC pudo haber sido la causa de la obtención de estimadores negativos de oD. Al respecto, Vanegas et al. (1984) señalaron que cuando se combinan FMH con FHC para la estimación de σ2D, se deben usar cuando menos 100 familias de cada tipo. Entonces, al aumentar el número de familias y de ambientes es posible eliminar el efecto de interacción genotipo x ambiente, y así dejar libre el estimador de las varianzas de FMH y de FHC, con lo cual se esperaría que los fueran positivos en la mayoría de casos.
Los resultados anteriores indican que la estimación de parámetros genéticos no debe hacerse con base en la información de un solo ambiente. Con los valores de aD tan discordantes en los análisis por ambiente del presente estudio, no fue posible llegar a conclusión alguna, y tampoco cuando se analizó la relación . Sin embargo, en los análisis combinados se observó que la relaciónde Z24 tendía a ser menor que la de Z0, lo que se atribuye al incremento gradual de conforme se avanzaban los ciclos de selección (Vargas et al., 1982; Célis et al., 1986; Sahagún et al., 1991). Esta relación (σ2A/ σ2D) se redujo de 2.27 en el Combinado 1 de Z0, a 1.63 en el Combinado 1 de Z24. En todos los demás casos el resultado fue indefinido (ind) por tener un estimador negativo de dominancia. Sahagún (2001)3 también encontró reducciones en la relación de varianzas σ2A/ σ2D al emplear el diseño de FMHM para las mismas poblaciones, así como por Sahagún et al. (1991) quienes reportaron que en un análisis combinado el al fue 2.48 veces mayor que el deen Z0.
Coeficientes de variación genética aditiva (CVA)
Aunque se esperaba que los valores de de Z0 fueran mayores que los de Z24, esto no resultó así (Cuadro 5), ya que sólo en dos de seis casos el de Z0 resultó mayor que la de Z24, y en los cuatro casos restantes resultó menor. Esto ratifica que las comparaciones entre varianzas no deben hacerse con sus valores absolutos, sino en términos de sus valores relativos a la media fenotípica de cada población, 0 sea con base en el CVA. En efecto, cuando se usaron los valores del CVA, en tres de seis casos el CVA de Z0 resultó casi dos veces mayor que el de Z24 (Ambientes 2 y 4, y Combinado 2), mientras que en los casos restantes el CVA de Z0 fue menor que el de Z24, pero con diferencias relativamente pequeñas. Esto indica que el CVA es un mejor indicador de la magnitud real de la σ2A.
Sahagún et al. (1991) encontraron que el CVA de ciclos avanzados de selección masal tendió a ser menor que el de la variedad original, en el maíz Zacatecas 58. Sahagún (2001)3 encontró que la magnitud de CVA obtenido del diseño de cruzas fraternales masivas (DFMH) no disminuyó en los análisis por ambiente ni en el análisis combinado; esto quiere decir que los resultados dependen del diseño genético que se use para su estimación, de tal suerte que con el Diseño I de Comstock y Robinson (1948, 1952) así como con el inverso del Diseño I, el CVA de Z0 fue mayor que el de Z24.
Cuando resultó negativo se consideró igual a cero, lo cual ocurrió en todos los ambientes y en el Combinado 2 de Z0 y en el Ambiente 3 de Z24. Por esta razón no fue posible estimar los correspondientes valores de CVD. El Combinado 1 de Z0 fue el único caso donde fue posible estimar el CVD, cuyo valor fue de 8.9, mientras que en el Combinado 1 de Z24 fue de 11.3. Esto indica que aD aumenta conforme avanza el proceso de selección, lo que concuerda con lo esperado ya que mientras el CVA tiende a disminuir por efecto de la selección, el CVD tiende a aumentar.
Relación Z24/Z0
Como no es conveniente hacer inferencias basadas en la información obtenida de un solo ambiente, éstas se hicieron con base en la resultante de la combinación de ambientes (Reyes et al., 2007). En los análisis combinados (Cuadro 6), el valor absoluto de la relación Z24/Z0 de Z24 fue 321.1 % mayor que Z0 en el Combinado 1. y 84.9 % en el Combinado 2, resultado contrario a lo esperado. En cambio, la relación Z24/Z0 del CVA resultó 8.3 % en el Combinado 1, de lo que se infiere que la σ2Ade Z24 fue 8 % mayor que la de Z0, resultado tampoco esperado. En el Combinado 2 la relación resultó ser -26.7 % lo que permite inferir que la σ2A tuvo una reducción aproximada de 27 % al pasar de Z0 a Z24.
La relación Z24/Z0 de sólo pudo estimarse en el Combinado 1 con un valor de 485.2 %, del cual se infiere que la σ2Dde Z24 resultó casi cinco veces mayor que la de Z0. El valor de relación Z24/Z0 del CVD es considerablemente mayor que el de la misma relación del CVA, lo que indica que la σ2Den Z24 es mayor que la de Z0; es decir, que la σ2A disminuye y la σ2D aumenta conforme se avanza en el proceso de selección (Molina, 1992), lo que conduce a un decremento gradual en las ganancias genéticas de la población Zac. 58 sometida a SMVE.
CONCLUSIONES
La selección masal visual estratificada (SMVE) practicada por 24 ciclos en la variedad de maíz Zac. 58 original (Z0), produjo cambios significativos en la media y en las varianzas genotípicas de la población original. El rendimiento de mazorca del ciclo 24 de selección (Z24) resultó mayor (P ≤ 0.05) que el de Z0. La respuesta promedio por ciclo de selección fue 3.65 % y la respuesta total en los 24 ciclos de selección fue de 87.6 %.
La evaluación conjunta de familias de medios hermanos y hermanos completos permitió estimar las varianzas genéticas, aditiva (σ2A) y de dominancia (σ2D), de Z0 y de Z24. En valores absolutos no hubo diferencia significativa entre los valores de de Z0 y de Z24 como se esperaba; pero sí la hubo entre sus correspondientes coeficientes de variación genética aditiva (CVA). No hubo definición alguna para σ2D de las poblaciones Z0 y Z24 porque en varios casos sus estimadores resultaron con valores negativos.
El CVA de Z0 fue mayor que el de Z24, pero su magnitud en Z24 muestra que su varianza genética aditiva es aún considerable, lo que permitiría seguir obteniendo ganancias de rendimiento por SMVE en ciclos posteriores al ciclo 24. Es decir, con 24 ciclos de SMVE no se agotó la variabilidad genética aditiva y por ello es factible continuar aplicando el mismo método de selección durante más ciclos.
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