Introducción
Actualmente se reconoce que los bosques desempeñan un papel importante en la mitigación de los efectos del cambio climático, debido a la capacidad de los árboles para absorber y almacenar carbono atmosférico (FAO, 2007). En este sentido, los bosques son ecosistemas clave en el balance global de carbono al absorber casi 30 % de las emisiones antropogénicas de CO2(Percy et al., 2003). Derivado de lo anterior, los estudios para la estimación de la biomasa y el carbono aéreo del arbolado son de gran importancia (Avendaño et al., 2009).
En general, el conocimiento preciso de los atributos de la vegetación es un aspecto fundamental en la gestión forestal, tanto con propósitos de provisión de servicios ecosistémicos como en la producción de diversos bienes que la sociedad demanda. Tradicionalmente los atributos de la vegetación se obtienen de los inventarios forestales, a partir de sitios de muestreo. En el caso del volumen, biomasa y carbono aéreo, se requiere el derribo del arbolado, lo que no es posible realizar en un inventario, por lo que se hace uso de ecuaciones alométricas previamente desarrolladas mediante muestreos destructivos.
Los sensores remotos, en combinación con información obtenida de muestreos de campo en los inventarios forestales, son una alternativa cada vez más accesible para estimar las variables dasométricas con una precisión aceptable, en complemento a los inventarios forestales tradicionales, por lo que han adquirido gran importancia en la evaluación de los parámetros forestales de forma confiable y rápida (Acosta et al., 2017; Aslan et al., 2016; Hernández-Ramos et al., 2020).
Entre las diferentes opciones de imágenes obtenidas con sensores remotos, en los últimos años ha tomado auge la tecnología LiDAR (Light Detection and Ranging), la cual es un sistema activo que permite realizar análisis en tercera dimensión de algunas características del arbolado, y representa una ventaja sobre otros sensores de medida bidimensional como los sistemas fotogramétricos o los radiométricos (Galvincio y Popescu, 2016). En el ámbito forestal, existen dos aproximaciones en el uso de datos LiDAR: en la primera, que es la más desarrollada, se obtienen estimaciones promedio de las variables dasométricas a nivel área; en la segunda, las estimaciones son a nivel de árboles individuales (Ortiz et al., 2015; Reutebuch et al., 2005).
Está documentado que las mediciones de algunas variables como la altura total y diámetro de copa del arbolado realizadas con datos LiDAR tienen alta precisión (McGaughey et al., 2004; Shiota et al., 2017). Xu et al. (2021) hicieron una amplia recopilación de trabajos para estimar parámetros forestales de árboles individuales con LiDAR terrestre y aerotransportado, donde se destaca el uso de drones en el monitoreo de los recursos forestales, principalmente en la evaluación de altura, diámetro y altura de copa.
Las experiencias de este tipo de trabajos en México aún son escasas, tanto para estimaciones a nivel área como de árboles individuales; por ejemplo, a nivel área, Ortiz-Reyes et al. (2015) estimaron área basal, volumen, biomasa y cobertura; en tanto que Hernández-Stefanoni et al. (2014) estudiaron la diversidad de especies y cantidad de biomasa en bosques tropicales secos. A nivel árboles individuales, Yépez y Lozano (2014) realizaron estimaciones de la altura y el diámetro de copa en arbolado urbano.
El manejo sostenible de los recursos forestales maderables de México debe estar sustentado en conocimiento científico aprovechando los adelantos tecnológicos. En ese sentido, se requiere explorar la aplicabilidad de la tecnología LiDAR a las condiciones específicas de los bosques del centro del país. Lo anterior es necesario debido a que los métodos de análisis para los datos provenientes del sensor no dependen únicamente de las variables dasométricas estudiadas, sino también del tipo de ecosistema, la orografía y las técnicas de medición en campo (Hernández-Ramos et al., 2020; Nelson et al., 2017; Zhu y Liu, 2015).
Los bosques localizados en la vertiente oriental de la Cuenca del ex Lago de Texcoco cumplen una función muy importante por los servicios ambientales que proporcionan a la zona urbana más grande y poblada del país; por ello, el monitoreo apoyado en el uso de sensores remotos es fundamental para su manejo y conservación. Con el propósito de contribuir al desarrollo de tecnologías para el manejo sostenible de los recursos forestales en México se planteó como objetivo del estudio evaluar modelos de regresión para la estimación de la biomasa aérea en árboles individuales de Pinus hartwegii Lindl. a partir de datos LiDAR.
Materiales y métodos
Área de estudio
El área de estudio se localiza en el oriente del Valle de México, en áreas forestales de los ejidos Tequexquinahuac y San Dieguito Xochimanca, municipio de Texcoco, Estado de México, México, delimitada por las coordenadas 19° 24´ 58.38”, 19° 26´ 18.53”, 19° 25´ 54.04” y 19° 24´ 33.24” latitud norte y 98° 45´ 24.22”, 98° 44´ 48.95”, 98° 43´ 47.43” y 98° 44´ 22.88” longitud oeste (Figura 1), y comprende una superficie de 500 ha, con una altitud entre los 3350 y 3790 m. El clima predominante es C(W0)(w)b(i’)g según la clasificación de Köppen modificado por García (2004), que representa un clima templado subhúmedo con lluvias en verano, con una temperatura media anual entre 10 y 14°C y una precipitación media anual de 700 mm (Sánchez-González y López-Mata, 2003).
La vegetación predominante está caracterizada por bosques mezclados de los géneros Pinus, Abies y Quercus, y a partir de los 3500 msnm se encuentran rodales puros de Pinus hartwegii. Los bosques de la región se encuentran bajo manejo regulado mediante el Método Mexicano de Ordenación de Bosques Irregulares (MMOBI) (Astudillo-Sánchez et al., 2017).
Datos de campo
Sobre una ortofotografía digital con resolución espacial de 10 cm desplegada en el software QGIS 3.28 (QGIS Development Team, 2022) se seleccionaron 60 árboles individuales de Pinus hartwegii que por su ubicación fueran fácilmente identificables en campo. Para cada árbol se registraron sus coordenadas UTM; posteriormente, con el apoyo de dos navegadores GPS (Garmin eTrex 10® y Garmin GPSMAP 78s®, ambos con error de ubicación de ± 3.65 m) se procedió a su localización en campo. A cada árbol se le midió el diámetro normal (Dn, cm) con cinta diamétrica marca Forestry Suppliers® Modelo349D, el diámetro mayor y menor de la copa en m, con una cinta métrica de fibra de vidrio de 30 m marca Lufkin® modelo HLF030; en gabinete se obtuvo el promedio de los dos diámetros (DC), así como la altura total (AT, m) y la altura de fuste limpio (AF, m) con un clinómetro electrónico (Modelo CI Gen 2, Haglöf®, Bromma, Suecia).
Existen dos formas de conocer la biomasa aérea de árboles individuales, la primera es un método destructivo que consiste en el derribo, trozado, secado y pesado de los diferentes componentes de los árboles; la segunda consiste en el uso de una ecuación de regresión para estimar la biomasa (Popescu, 2007). Por ser más práctico, el uso de ecuaciones alométricas ha sido ampliamente utilizado para este fin por varios autores como Edson y Wing (2011), Mutwiri et al. (2017), Soriano-Luna et al. (2018) y Qin et al. (2021), y es el que se aplicó en este estudio. Si bien la estimación de la biomasa de esta forma genera valores determinísticos de biomasa para cada valor de diámetro normal, para los propósitos de este estudio se considera aceptable, ya que se busca evaluar la utilidad de las variables LiDAR en la estimación de la biomasa individual. Para este efecto se utilizó la ecuación generada por Carrillo et al. (2016) para Pinus hartwegii del Parque Nacional Izta-Popo, México (R2 = 0.986).
Donde: B = Biomasa (kg), Dn = Diámetro normal (cm).
Datos LiDAR
Los datos LiDAR fueron obtenidos en noviembre de 2018 con un equipo marca Leica® (Modelo ALS60, Wetzlar, Alemania) transportado en una avioneta Cessna 210-5 que voló a una altura promedio sobre el área de estudio de 808 m y velocidad de 167 km h-1. El equipo registró hasta cuatro retornos por cada pulso laser y un promedio de seis puntos por m2.
Los datos LiDAR se procesaron con el software FUSION/LDV ver 4.40 desarrollado por el Servicio Forestal de los Estados Unidos (McGaughey, 2022). El software consta de dos módulos principales: el módulo FUSION, que permite explorar, editar y analizar datos LiDAR y presenta los datos del proyecto usando una pantalla 2D típica de los sistemas de información geográfica, y el módulo LDV que permite visualizar los datos LiDAR en 3D, para el examen y medición de subconjuntos de datos espacialmente explícitos.
Para el conjunto de datos LiDAR se realizó una depuración de los puntos que tuvieran altitud fuera del intervalo de información (outlier o valor atípico) utilizando el comando FilterData de FUSION/LDV especificando como límite 4 desviaciones estándar de la media de las altitudes, en ventanas de 5 × 5 m, seguido de una estandarización de las alturas con el comando Clipdata y el Modelo Digital de Terreno (MDT), con lo que se obtuvieron las alturas de los puntos sobre el nivel del suelo.
Con las coordenadas de cada uno de los árboles, obtenidas de la ortofoto digital, se identificaron en el conjunto de datos LiDAR los individuos seleccionados mediante la opción muestreo al punto de interés más cercano (POI, por sus siglas en inglés). A cada árbol se le midieron tres variables dasométricas en los datos LiDAR: altura total (ATL, m), altura del fuste (AFL, m) y diámetro mayor y menor de la copa, obteniéndose el promedio de ellas (DCL, m) (Figuras 2A y 2B).
Generación de los modelos
A partir de la variable DCL se generaron dos variables LiDAR adicionales. La primera corresponde al área de copa (ACL) y la segunda al volumen de copa (VCL) que se calculó con la ecuación del cono, usando como base el ACL y como altura de copa, la diferencia entre ATL y AFL.
Se obtuvo una matriz de coeficientes de correlación de Pearson entre todas las variables, de la cual se seleccionaron las dos variables LiDAR que tuvieran la mayor correlación con la variable dependiente Biomasa (B) y baja correlación entre las LiDAR, como lo indican Álvarez et al. (2005).
A partir de modelos reportados en la literatura para estimar la biomasa, y otros propuestos para este estudio, se evaluaron 12 modelos alométricos que utilizan el diámetro normal y la altura total como variables predictoras de la biomasa (Cuadro 1). Dado que no es posible medir el Dn a partir de los datos LiDAR aerotransportados, se sustituyó por el diámetro de copa, que sí se puede medir, en tanto que la biomasa se estimó de forma determinística a partir de una ecuación alométrica previamente desarrollada.
Modelo | Expresión | Fuente |
M1 | B = b 0 (DCL) b 1 | Carrillo et al. (2016) |
M2 | B = b 0 (ATL) b 1 | |
M3 | B = b 0 + b 1 [(DCL 2 )(ATL)] | Álvarez et al. (2005) |
M4 | B = b 0 + b 1 [(DCL)(ATL 2 )] | Álvarez et al. (2005) |
M5 | B = b 0 + b 1 [(DCL)(ATL)] | |
M6 | B = b0 + b1 (DCL2) | |
M7 | B = b0 + b1 (ALT2) | |
M8 | B = b 0 + b 1 (DCL 2 )+ b 2 (ATL)+ b 3 [(DCL 2 )(ATL)] | Hernández-Ramos et al. (2017) |
M9 | B = b 0 + b 1 (DCL) + b 2 (ATL) | Hernández-Ramos et al. (2017) |
M10 | B = b 0 (DCL) b 1 (ATL) b 2 | Hernández-Ramos et al. (2017) |
M11 | B = b 0 [(DCL 2 )(ATL)] b 1 | Hernández-Ramos et al. (2017) |
M12 | B = b 0 [(DCL)(ATL 2 )] b 1 | Hernández-Ramos et al. (2017) |
B: biomasa, DCL: diámetro de copa LiDAR, ATL: altura total LiDAR. Los modelos que no indican la fuente se generaron específicamente para este estudio.
El ajuste de los datos con los modelos propuestos se realizó con el software SAS® ver 9.3 utilizando los procedimientos MODEL para los modelos no lineales y REG para los lineales. Los criterios de bondad de ajuste para seleccionar el mejor modelo fueron la raíz del cuadrado medio del error (RCME), el coeficiente de determinación ajustado por el número de parámetros (R2 adj) y el criterio de información de Akaike (AIC), los cuales han mostrado su utilidad en la comparación de modelos con diferente estructura y número de parámetros (Tamarit et al., 2014). Con el fin de facilitar la selección, se siguió el procedimiento utilizado por Tamarit et al. (2014), en el cual a cada estadístico de ajuste se le asignó un valor consecutivo, donde 1 es el mejor y 12 el menos adecuado; posteriormente, la suma de los tres valores para cada modelo permitió seleccionar el mejor, cuya calificación total fue la más baja. En forma complementaria a este proceso de selección, se comprobó la significancia de los estimadores, se evaluó la normalidad de los residuales con la prueba de Shapiro-Wilk y la homogeneidad de varianza mediante un análisis gráfico. A los modelos lineales con más de una variable independiente, se les evaluó la colinealidad mediante el factor de inflación de varianza.
Resultados y discusión
Las estadísticas descriptivas de las variables medidas en campo y de las obtenidas desde la ventana del software FUSION/LDV usando los datos LiDAR (Cuadro 2) muestran que los valores promedio de altura total son similares, los de diámetro de copa presentan alguna diferencia y los de altura de fuste limpio una mayor diferencia. Para determinar si existía diferencia estadística entre las medidas se realizó una prueba de t de Student para diferencia de medias con muestras pareadas para cada par de variables, donde la hipótesis nula es que la diferencia entre las medias es igual a cero. Para el caso de las variables AT-ATL se obtuvo un valor P = 0.192, con lo que no se rechaza H0. En el caso de DC-DCL el valor P = 0.021 indica que a una α = 0.01 tampoco se rechaza H0, lo anterior coincide, para las dos variables, con lo reportado por McGaughey et al. (2004), Yu et al. (2011) y Shiota et al. (2017). Finalmente, para AFAFL el valor P < 0.001 indica que sí hay diferencia entre las medias, lo que se puede deber a lo subjetivo que es determinar, en campo y con los datos LiDAR, en dónde inicia la copa de los árboles. Por lo anterior, en ningún caso se utilizó la AF como variable predictora en los modelos evaluados.
Estadístico | Dn (cm) |
AT (m) |
AF (m) |
DC (m) |
B (kg) |
ATL (m) |
AFL (m) |
DCL (m) |
Mínimo | 9.55 | 5.00 | 1.50 | 1.95 | 16.82 | 4.50 | 1.50 | 2.13 |
Máximo | 89.50 | 33.50 | 20.00 | 15.45 | 4252.62 | 33.51 | 22.21 | 15.35 |
Media | 52.75 | 22.83 | 9.79 | 8.74 | 1408.53 | 22.71 | 11.41 | 9.00 |
EE | 2.46 | 0.94 | 0.64 | 0.38 | 120.66 | 0.93 | 0.66 | 0.37 |
CV (%) | 36.19 | 31.88 | 50.51 | 33.51 | 66.36 | 31.72 | 45.12 | 31.61 |
Dn: diámetro normal (cm), AT: altura total (m), AF: altura de fuste (m), DC: diámetro de copa (m), B: biomasa aérea (kg), ATL: altura total LiDAR (m), AFL: altura de fuste LiDAR (m), DCL: diámetro de copa LiDAR (m), EE: error estándar, CV: coeficiente de variación.
Por otro lado, las variables medidas en campo (AT, AF y DC) presentan alta correlación con las medidas LiDAR (ATL, AFL y DCL), las cuales también resultaron altamente significativas (Figura 3). Es notable que, en el caso de la altura de fuste limpio, el valor de la correlación (r = 0.935) es ligeramente menor al de las otras variables, lo que es coincidente con el rechazo de H0 en la prueba de diferencia de medias. Lo anterior es un reflejo de la subjetividad implícita en definir dónde inicia la altura de copa al momento de su medición tanto en campo como en los datos LiDAR, como se indicó anteriormente.
La alta correlación de ATL y DCL con Dn (0.916 y 0.841, respectivamente) es coincidente con lo reportado por Gill et al. (2000) y Popescu (2007) y justifica su inclusión como posibles variables predictoras en los modelos para estimar B, dado que también la mayor correlación de B es con ATL y DCL. Destaca también la correlación alta de B con ACL, que a su vez correlaciona significativamente con VCL y DCL, lo que podría inducir a un problema de multicolinealidad. Por lo anterior, DCL y ATL fueron las únicas variables seleccionadas para ser incluidas como predictoras en los modelos que estiman B. Al respecto, Popescu (2007) reportó que el diámetro de copa medido en datos LiDAR es una variable adecuada en los modelos que estiman biomasa aérea, ya sea estimando primero el Dn y a partir de éste la biomasa aérea o bien, estimando directamente la biomasa a partir del diámetro de copa y la altura como variables predictoras.
Modelo para estimar biomasa aérea
En el Cuadro 3 se muestran las estadísticas de ajuste de los 12 modelos evaluados, así como la calificación que cada uno obtuvo a través del procedimiento previamente indicado. Destaca que los modelos evaluados presentaron R2 adj entre 0.63 y 0.81, las cuales son razonables; no obstante, al conjuntar los tres criterios de ajuste se observa que M8 presenta la menor calificación total, por lo que resulta el mejor modelo evaluado, seguido de los modelos M10 y M12, que también muestran calificaciones relativamente bajas. Estos resultados sugieren que estos tres modelos tienen un desempeño adecuado para la estimación de la biomasa aérea de árboles de P. hartwegii.
Modelo | RMSE | Calific. RMSE | R2 | Calific. |
AIC | Calific. AIC | Calific. total | |
M1 | 563.20 | 11 | 0.6431 | 0.6369 | 11 | 762.00 | 11 | 33 |
M2 | 514.60 | 10 | 0.702 | 0.6969 | 10 | 751.16 | 10 | 30 |
M3 | 451.98 | 7 | 0.7701 | 0.7662 | 7 | 735.60 | 7 | 21 |
M4 | 412.17 | 4 | 0.8088 | 0.8055 | 4 | 724.54 | 4 | 12 |
M5 | 417.33 | 5 | 0.804 | 0.8006 | 5 | 726.03 | 5 | 15 |
M6 | 565.79 | 12 | 0.6398 | 0.6336 | 12 | 762.55 | 12 | 36 |
M7 | 512.47 | 9 | 0.7045 | 0.6994 | 9 | 750.68 | 9 | 27 |
M8 | 398.01 | 1 | 0.8279 | 0.8187 | 1 | 722.24 | 1 | 3 |
M9 | 482.02 | 8 | 0.7430 | 0.7340 | 8 | 744.28 | 8 | 24 |
M10 | 406.70 | 2 | 0.8171 | 0.8107 | 2 | 723.88 | 2 | 6 |
M11 | 445.20 | 6 | 0.7769 | 0.7731 | 6 | 733.80 | 6 | 18 |
M12 | 410.40 | 3 | 0.8105 | 0.8072 | 3 | 724.01 | 3 | 9 |
Al analizar el comportamiento de los estimadores y las pruebas de t correspondientes (Cuadro 4) resalta el hecho de que varios de los coeficientes b0 resultaron no significativos (P > 0.05), incluidos los modelos M8, M10 y M12, cuyos criterios de bondad de ajuste fueron los mejores. Adicionalmente, los residuales de los modelos M1, M2, M3, M4 , M 6 , M 7 y M 11 no cumplen con el supuesto de normalidad en su distribución, de acuerdo con los resultados de la prueba de Shapiro-Wilk (Cuadro 4).
Modelo | Parámetro | Estimador | Error estándar | Valor t | Pr > |t| | Shapiro-Wilk p value |
M1 | b0 | 24.8789 | 14.442 | 1.72 | 0.0903 | 0.0005 |
b1 | 1.8089 | 0.235 | 7.70 | <.0001 | ||
M2 | b0 | 1.2137 | 1.230 | 0.99 | 0.3277 | 0.0095 |
b1 | 2.2231 | 0.303 | 7.34 | <.0001 | ||
M3 | b0 | 174.6230 | 106.023 | 1.65 | 0.105 | 0.0071 |
b1 | 0.5446 | 0.039 | 13.94 | <.0001 | ||
M4 | b0 | 62.6257 | 101.060 | 0.62 | 0.5379 | 0.0472 |
b1 | 0.2363 | 0.015 | 15.67 | <.0001 | ||
M5 | b0 | -307.9861 | 123.638 | -2.49 | 0.0156 | 0.3331 |
b1 | 7.7941 | 0.505 | 15.43 | <.0001 | ||
M6 | b0 | 52.6168 | 152.260 | 0.35 | 0.7309 | 0.0003 |
b1 | 15.2315 | 1.501 | 10.15 | <.0001 | ||
M7 | b0 | -157.7301 | 148.731 | -1.06 | 0.2933 | 0.0171 |
b1 | 2.7626 | 0.235 | 11.76 | <.0001 | ||
M8 | b0 | -163.7923 | 240.245 | -0.68 | 0.4982 | 0.2974 |
b1 | -8.9322 | 4.418 | -2.02 | 0.048 | ||
b2 | 35.0382 | 12.654 | 2.77 | 0.0076 | ||
b3 | 0.6937 | 0.167 | 4.15 | 0.0001 | ||
M9 | b0 | -1286.0861 | 219.068 | -5.87 | <.0001 | 0.4996 |
b1 | 135.2987 | 35.273 | 3.84 | 0.0003 | ||
b2 | 65.0049 | 13.933 | 4.67 | <.0001 | ||
M10 | b0 | 0.6537 | 0.448 | 1.46 | 0.1497 | 0.1311 |
b1 | 1.1736 | 0.151 | 7.79 | <.0001 | ||
b2 | 1.5790 | 0.226 | 6.99 | <.0001 | ||
M11 | b0 | 2.5836 | 1.721 | 1.50 | 0.1386 | 0.0164 |
b1 | 0.8209 | 0.082 | 10.00 | <.0001 | ||
M12 | b0 | 0.5131 | 0.323 | 1.59 | 0.1179 | 0.1049 |
b1 | 0.9179 | 0.069 | 13.28 | <.0001 |
En la Figura 4 se muestran las gráficas de dispersión de los residuales contra la biomasa estimada de los modelos evaluados. En algunos modelos, como M3, M7 y M9 se observan tendencias que no cumplen el supuesto de homocedasticidad en la distribución.
Los factores de inflación de varianza del modelo M9 son inferiores a 3, no así los del M8 que tienen 17.51 para DCL2, 3.09 para ATL y 23.56 para la variable combinada DCL2 × ATL, lo que indica un problema de colinealidad.
Dado que el M8 presenta problemas de colinealidad en sus variables predictoras y que b0 tiene valor negativo, se considera como una mejor opción para los fines de este estudio el modelo M10, que utiliza dos variables predictoras, tiene estadísticos de ajuste muy adecuados y resulta más parsimonioso que el M8. Si bien el estimador b0 del M10 no resultó significativo, en todos los demás criterios evaluados muestra estadísticos que lo hacen adecuado para la estimación de la biomasa aérea de árboles de P. hartwegii; asimismo, sus estadísticos de ajuste son comparables con otros modelos para estimar biomasa reportados en la literatura; por ejemplo, Popescu et al. (2003) obtuvieron un modelo que explica 78 % de la varianza de la biomasa (RMSE 31.28 t ha-1) utilizando el diámetro de copa estimado con datos LiDAR como variable independiente.
En otros estudios donde se ajustaron modelos de regresión para estimar biomasa aérea a nivel parcela se obtuvieron valores similares a los de este estudio (R2 adj = 0.8279); por ejemplo, Sánchez et al. (2018) obtuvieron una R2 de 0.89 en bosques de Pinus sylvestri L.; OrtizReyes et al. (2015) obtuvieron una R2 de 0.81 con un modelo exponencial que estima biomasa en bosques de coníferas dominado por Pinus patula Schl. et Cham de Zacualtipán, Hidalgo, México y Torre-Tojal et al. (2022) obtuvieron ajustes con R2 superiores a 0.7 utilizando algoritmos de random forest para estimar biomasa en Pinus radiata D. Don en la región de Vizcaya, España. En contraparte, Ortiz-Reyes et al. (2022) obtuvieron un R2 marginal de 0.991 utilizando modelos lineales mixtos para la zona de Zacualtipán, Hidalgo, México. Si bien los ajustes obtenidos con el modelo M10 son muy razonables, estudios como el de Ortiz-Reyes et al. (2022) sugieren que el enfoque de modelos de efectos mixtos puede mejorar considerablemente los ajustes de este tipo de modelos. No obstante, el enfoque utilizado en el presente estudio muestra las altas posibilidades que los datos LIDAR ofrecen para lograr estimaciones con nivel de precisión aceptable en la estimación de la biomasa área en arboles individuales en los bosques templados de México. Es conveniente considerar en futuros estudios la validación del modelo obtenido a fin de evaluar sus posibilidades de adecuación en otras condiciones donde la especie se desarrolla.
Conclusiones
La altura total y el diámetro de copa medidos en datos LiDAR aerotransportado son adecuados para estimar la biomasa aérea de árboles individuales de Pinus hartwegii. De los 12 modelos evaluados, el modelo M10 de dos parámetros presentó los mejores criterios estadísticos de ajuste, por lo que se consideró como el más adecuado para la estimación de la biomasa aérea de la especie en las condiciones de estudio. Este modelo puede ser de utilidad para estimar la variable de interés a partir de datos LiDAR, sin necesidad de medir directamente los árboles, lo que muestra las posibilidades de la tecnología LiDAR en la estimación de variables de interés forestal en los bosques templados de México.