SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.32 número2EditorialCómics para el aprendizaje de la espectroscopia infrarroja índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Educación química

versión impresa ISSN 0187-893X

Educ. quím vol.32 no.2 Ciudad de México abr. 2021  Epub 11-Oct-2021

https://doi.org/10.22201/fq.18708404e.2021.2.79070 

In memoriam

A Gisela Hernández Millán con cariño y admiración


Gisela querida, que difícil escribir estas líneas; pasa el tiempo y no llega la resignación de haberte perdido, gran amiga y compañera de trabajo.

Gisela fue maestra de la Facultad de Química de la UNAM por más de cuarenta años. Apasionada por seguir aprendiendo por y para sus estudiantes y enamorada de la enseñanza de la Química, con entusiasmo y convicción, contagiaba a sus colegas para que se formaran en este campo.

Con dedicación y esfuerzo, investigó y se preparó en varios de los campos de la didáctica de las ciencias: estrategias de enseñanza y aprendizaje, trabajos prácticos y enseñanza experimental, procesos cognitivo-afectivos, evaluación, habilidades de pensamiento, filosofía de la educación, motivación y aprendizaje, enfoque Ciencia-Tecnología-Sociedad-Ambiente, diseño curricular y secuencias didácticas, por mencionar algunos. En este andar profesional, generó diversos materiales de apoyo didáctico y participó en la actualización de un gran número de profesores de ciencias naturales de todos los niveles educativos de la República Mexicana y gran parte de América Latina. Muchos de estos docentes han llenado las redes sociales manifestando profunda tristeza por su pérdida y agradecimiento por sus enseñanzas y apoyo.

Fue vicedirectora de la revista Educación Química y formó parte del Consejo Asesor de las revistas Alambique y Educación Química EduQ desde sus inicios. Durante el período 2016-2020 formó parte de los órganos sociales de la Asociación Iberoamericana-CTS.

Gisela fue líder en la organización de reuniones y formación de grupos académicos; una lideresa que convencía y motivaba por la creatividad de sus propuestas y la responsabilidad ante el trabajo. Colaboradora cercana de Andoni Garritz, siempre participó en la revisión y edición de artículos para la revista Educación Química. Cuando Andoni, ya enfermo, no pudo continuar con la dirección de la revista, Gisela organizó y dirigió a un grupo de colaboradores para revisar los artículos pendientes y sacar la revista adelante. Posteriormente, Gisela jugaría un papel central en el grupo de editores que se formó para asegurar la continuidad de esta maravillosa publicación.

Alumnos y compañeros que tuvimos el privilegio de trabajar al lado de Gisela estaremos siempre marcados por su influencia en nuestra vida profesional y personal. Una mujer particular, orgullosa de su origen, aventurera de corazón, entregada a su familia y a su trabajo, generosa, siempre sonriente y de buen humor, respetuosa, íntegra moral y políticamente y, una gran conversadora.

Gisela, siempre recordaremos tu andar chiquito y rápido, tu sonrisa amable y tus huipiles brillando al Sol de la Facultad de Química. Con todo nuestro cariño te agradecemos tus enseñanzas y te recordaremos siempre.

Norma Mónica López, Glinda Irazoque, Vicente Talanquer y Aureli Caamaño

Recuerdo cuando conocí a Gisela la primera vez, yo estaba terminando la carrera y había entrado de ayudante de profesor en la asignatura de Química General con Gerardo Ferrer. Gisela era ya una reconocida profesora de dicha asignatura, yo empezaba a hacer mis pininos; sin embargo, en realidad mi trato con ella fue hasta que regresé del doctorado, y yo empezaba a trabajar con mi querido Andoni. Gisela siempre me impresionó por las ideas maravillosas que tenía para dar sus clases, para fomentar entre sus estudiantes el interés hacia la química.

Recuerdo un semestre cuando ambas estábamos impartiendo curso de maestría, ella la práctica docente y yo la didáctica de la disciplina, a un mismo grupo de estudiantes. Ellos me contaban lo maravilloso que era escucharla hablar de sus experiencias docentes, de todo lo que había hecho y lo interesante que sería que escribiera sus memorias, yo pensaba que Gisela era una fuente de conocimiento sobre enseñanza de la química, pero también sobre cómo ser docente de docentes, porque generaba entre estos la misma energía, la misma motivación, el mismo entusiasmo que en sus estudiantes de licenciatura. Cuando ella impartía algún curso de formación docente, sus grupos se saturaban, tal era el interés por sus cátedras. Creo que lo que más nos unía era nuestro mutuo gusto por las blusas bordadas tradicionales. Gisela era, en todo, excelente: persona, maestra, colega, amiga. Ahora que revisaba fotos encontré algunas de cuando fuimos a un congreso en Chile, su sonrisa franca que te animaba a seguir siempre adelante. Querida Gisela, te nos fuiste demasiado pronto... te vamos a extrañar.

Kira Padilla Martínez

Para Gisela

Una gran mujer deja su huella perenne en nuestras vidas.

Para recordarla y hacer justicia de su legado, voy a relatar algo de lo mucho que compartí con ella.

A finales de la década de los ochenta, a la luz de los cambios en los planes de estudio en la Facultad de Química, con la reestructuración de cinco carreras con nuevas asignaturas, me invitó a participar en la impartición de Química General asignatura nueva que sustituía a Ciencia Básica, con objetivos y metodologías diferentes, gran reto porque el programa nuevo requería la relación directa entre teoría y laboratorio con materiales nuevos en un contexto diferente, esto no fue tarea fácil pero gracias a su guía, pudimos elaborar: documentos de apoyo didáctico, exámenes, experimentos, ejercicios, colecciones de problemas, diseñar estrategias docentes para su implementación en el aula, experimentos de cátedra, etc. que sin su entusiasmo y organización difícilmente hubiera sido posible lograrlo; trabajamos en forma incesante día a día, codo a codo, hasta cumplir el reto de generar material nuevo.

Así la conocí, líder nato, incansable, entusiasta con una pasión a la docencia, esta chispa inicial perduró y nutrió nuestra amistad durante más de veinticinco años.

Tuve la suerte que nuestros cubículos solo los separaba una pared o una puerta, saber que estaba tan cerca me daba una gran seguridad ya que podía contar con ella para todo en cualquier momento y viceversa. Un día cualquiera empezaba con un café antes de iniciar las actividades, pretexto ideal para comentar noticias, sucesos o próximas actividades por realizar, son cosas que ahora las extraño y no se pueden olvidar. Coincidíamos en ideales políticos y sociales, en escuchar y cantar música latinoamericana en fin en tantos momentos de nuestras vidas.

No solo la extraño por ser una gran amiga y compañera, su calidez y generosidad unida a su gran sonrisa acompañaron su trayecto en esta vida, compartimos tantos momentos no solo de trabajo, que nos permitieron viajar disfrutando de su experiencia, anécdota acumuladas de muchos lugares, algunos de ellos ya los conocía, era la perfecta organizadora de los viajes en congresos, sabía que museos visitar a donde ir a comer, como llegar a tal o cual sitio.

Compartimos también ser parte de comisiones evaluadoras en el bachillerato, en programas de formación y actualización docente, en tesis, en dictámenes de artículos, en la elaboración de libros material didáctico, etc, etc.

Echaré de manos, su sonrisa, sus palabras de aliento, sus comentarios, su mano siempre dispuesta a ayudar y apoyar incondicionalmente.

Gracias, Gisela, por todo lo que compartiste conmigo. Estarás en mi mente y mi corazón como amiga y guía en mi vida.

Con cariño Elizabeth Nieto Calleja

Algunos recuerdos con Gisela Hernández

Desde sus primeros años como académica en la Facultad, allá por los 70"s, Gisela mostró interés en actualizarse como docente y por ello acudió con otros colegas a un curso sobre Tecnología Educativa en Fort Worth Texas en 1979.

Foto 1 1a fila: Profesor ponente del curso, Martha Albores, Gisela, Hernández, Teresa Montagut, Magdalena Álvarez, Silvia Bello, el cónsul de México en Dallas y otro ponente del curso. 2a fila: Héctor Cárdenas, Amelia Cruz, Amelia Garcia, Arcelia Ramírez, Guadalupe Alonso y José Luis Herce. 3a Fila: Guillermo Barraza, Alicia Benítez, Olga Velázquez, Edgar González Gaudiano, Benjamín Ruiz Loyola y Jaime Esquivel. 

Ella siempre estuvo interesada en mejorar la enseñanza de la química en todos los niveles, pues estaba convencida que si los docentes mejoraban su formación en química y se actualizaban en la didáctica de esta disciplina serían mejores profesores. Por por ello, su participación siempre activa en un sin número cursos, diplomados, conferencias, talleres y artículos sobre el área.

Esto se manifiesta en el amplio currículo que logro en su más de 40 años de vida académica.

Además de su calidad académica resaltaría su capacidad de organización y su calidez humana, respecto a lo primero, compartí, codo con codo, por más de quince años muchos acontecimientos buenos y complicados dentro de la Academia Mexicana de Profesores de Ciencias Naturales, primero cuando me invitó a ser su tesorera en su gestión como presidenta en 2000 y en 2002. Después como responsable de los Comités Organizador y Científico cuando yo fui presidenta en el 2012 y en el 2104. De esas épocas guardo muy buenos recuerdos pues siempre nos apoyamos ya fuera en el plano financiero como en el político y, por supuesto, en el académico. Siempre tuvo un buen tino para salir delante de muchos embrollos que se nos presentaban.

Sobre su calidez humana, habría mucho que decir, sólo mencionaría que hizo infinidad de amigos de aquí y en el extranjero, donde siempre dejo una huella imborrable.

Foto 2 Aureli Caamaño, editor de la revista Alambique, Cristina Rueda y Gisela Hernández . 

Otro punto importante y poco conocido era su compromiso social y político. Era una mujer que poco se expresaba en este aspecto, pero con los hechos lo demostraba. Siempre que la invitaba a dar cursos a regiones alejadas o a profesores de los niveles básicos en comunidades rurales, aceptaba con gusto y los preparaba impecablemente. Además, muchas veces fuimos a diversas manifestaciones en pro de los más desprotegidos o en contra de los abusos de la autoridad. Su compromiso era obvio.

Por último, mencionaré que siete meses antes de su partida, el 17 de junio de 2020 le enviamos a Aureli Caamaño, miembro de la Asociación Ibero Americana de Ciencia Tecnología y Sociedad, (AIA-CTS) de la que éramos fundadoras, un artículo que nos fue pedido expresamente para el número extraordinario del boletín AIA-CTS conmemorativo de los 20 años de seminarios CTS. Este artículo que hicimos al alimón se llamó: "La dimensión CTS en la educación en México: relato de dos experiencias enriquecedoras"1. Creo que fue el último artículo que escribió, no lo sé.

Por Cristina Rueda Alvarado, 21 de marzo de 2021

Gisela Hernández Millán

Líder nata, que invitaba a participar y contagiaba su entusiasmo para el diseño de proyectos docentes, estrategias de enseñanza, planes de estudios, trabajos para congresos, libros. Creativa y muy generosa con sus conocimientos, siempre dispuesta a compartirlos. Comprometida con la educación química y con Educación química. La recuerdo con su escucha asertiva frente a amistades, colegas y estudiantes. También la veo impartiendo numerosos cursos, talleres y diplomados, a nivel nacional e internacional, para docentes del posgrado, de licenciatura, de bachillerato o de secundaria, con la sencillez que la caracterizaba.

Ávida de conocimientos que lo mismo se sumergió en el diseño de objetivos académicos con el modelo de Bloom que en otros métodos y modelos, como los de "Chemistry is fun", "Concepciones alternativas y aprendizaje", "Cambio conceptual y enseñanza", "Conocimiento pedagógico del contenido", "Afectividad en la docencia universitaria"...

Generosa con sus conocimientos y experiencias participó en numerosos congresos de educación y presidiendo a nivel nacional la Academia Mexicana de Profesores de Ciencias Naturales, organizó dos convenciones nacionales.

Viajera incansable, la recuerdo siempre dispuesta a aprehender, en Santiago de Chile y en Santiago de Cuba, en York y en New York, en París y en Fez, así como en Oaxaca, Querétaro, San Cristóbal de las Casas, Cuernavaca, etc.

Su ejemplo, generosidad y valentía permanecerán siempre con nosotr@s

Silvia Bello Garcés

Foto de Gabriela Pedrero Hernández 

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons