Introducción
El uso, manejo y conservación de los recursos naturales ha recibido en los últimos años mayor atención por parte de la sociedad en búsqueda de realizar el uso más racional de la riqueza natural con la que cuentan los países. En cuanto al estado de los recursos pesqueros (stocks) en México, se estima que 46 por ciento de los stocks están aprovechados en niveles cercanos al máximo rendimiento sostenible (MRS), punto de referencia que representa la tasa máxima de explotación que puede someterse continuamente a un stock; 28.6 por ciento se encuentran sobrexplotados, 18.3 por ciento colapsados y 6.9 por ciento de las pesquerías están en su fase desarrollo (Arreguín-Sánchez y Arcos Huitrón, 2011). A una escala global el diagnóstico es similar, ya que la proporción de stocks aprovechados a MRS corresponde al 59.6 por ciento, con una tendencia a la baja, mientras que los stocks en niveles no sostenibles han aumentado y alcanzado 34 por ciento. Por lo que aproximadamente solo 6.2 por ciento de los stocks aún tienen perspectivas de aumentar su producción (FAO, 2020). Debido a esta situación las capturas mundiales desde la década de los 90 se han mantenido en volúmenes relativamente constantes (90 millones de toneladas).
A pesar de esta situación no se debe perder de perspectiva que existen aún retos y problemáticas importantes: varios stocks están sobrexplotados o no han sido evaluados, y además hay inquietudes fundadas por la pesca ilegal, no regulada y no documentada (Cisneros-Montemayor et al., 2013). La pesca, además de ser una fuente de alimentos y promotora de la seguridad alimentaria de comunidades marginadas, es una fuente de empleo para las comunidades costeras, recreación y bienestar y, por lo tanto, debería llevarse a cabo de forma responsable (FAO, 2018).
Por tanto, las prácticas de ordenación, así como políticas pesqueras nacionales e internacionales que coadyuven a implementar e interiorizar los principios del Código de Conducta de Pesca Responsable y Las Directrices Voluntarias para lograr la Sostenibilidad de la Pesca en Pequeña Escala, harán posible una contribución económica, social y ambiental mayor y más sostenible del sector pesquero (Jentoft et al., 2017), en beneficio directo a las poblaciones de todo el mundo (FAO, 2018).
Paralelamente, la tendencia en el manejo de las pesquerías ha pasado desde mediados del siglo XX de un enfoque uni-específico (Schaefer, 1957 y 1991), del objetivo casi único de generación de alimento, a conceptos más específicos y cuantitativos como la incorporación de elementos económicos (Gordon, 1954), la definición de puntos de referencia límites y objetivos del manejo pesquero (Caddy y Mahon, 1995), para posteriormente proponer un enfoque precautorio y de ecosistemas (FAO, 1995) que considere el manejo de las especies no objetivo e incentivos de mercado y ecocertificación (e.g. Pérez-Ramírez et al., 2012; Schiller y Bailey, 2021), fortaleciendo aspectos de manejo basado en derechos (Orensanz y Seijo, 2013), institucionalidad en la toma de decisiones (Caballero-Miguez y Lemos-Nobre, 2019) y gobernabilidad en la pesca (González-Laxe et al., 2018).
La pesca en México es fundamentalmente regulada a través de un control del esfuerzo pesquero mediante el requerimiento de permisos o concesiones para desarrollar la actividad, presentando un manejo mediante cuotas de captura, vedas temporales o espaciales, tallas mínimas de captura, y puntos de referencia, como el Máximo Rendimiento Sostenible, declarados en alguna de las disposiciones normativas que conforman el cuerpo legal de la actividad pesquera y acuícola (p. ej.: Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables; Carta Nacional Pesquera; las Normas Oficiales de Pesca; Avisos de Arribo, por mencionar algunas).
A partir de la identificación y establecimiento de puntos de referencia objetivos y límites para la explotación pesquera (Gordon, 1954; Schaefer, 1957; Caddy y Mahon, 1995; Anderson y Seijo, 2010; Mota, 2020) se puede determinar el estado de una pesquería y, además, evaluar los efectos producidos por distintas políticas de manejo, o bien, por el cambio de variables exógenas como puede ser el precio de venta del producto pesquero. Entre estos puntos de referencia destacan además del MRS definido previamente, el Rendimiento Máximo Económico (MRE) que hace referencia a la tasa de explotación que maximiza la rentabilidad de la pesquería en el tiempo y el punto de equilibrio bioeconómico (EBE) que corresponde al nivel de esfuerzo en el cual los costos totales se igualan a los ingresos totales obtenidos, es decir, donde la renta del recurso se disipa o se hace cero (Anderson y Seijo, 2010).
En este sentido debido a que los puntos de referencia incluyen elementos económicos (i.e. costo e ingresos de las unidades de esfuerzo pesquero) se hace evidente que un cambio de precios puede generar cambios en estos puntos de referencia (Anderson, 2004; Anderson y Seijo, 2010; Mota, 2020), por lo que para analizar y administrar la actividad pesquera se requiere información sobre los precios de venta de los productos pesqueros para entender el comportamiento económico de quienes participan en la pesquería para fomentar el uso racional del recurso (Sumaila et al., 2007).
No obstante la importancia de contar con información económica (p. ej. costos de operación y precios del recurso) para el diseño de las políticas de manejo, no suele tomarse en cuenta, y sus fuentes de información son muy limitadas. Este problema se agudiza al intentar analizar sus tendencias históricas y su estacionalidad (Sumaila et al., 2007). Esta falta de disponibilidad de información sobre los precios de productos pesqueros presenta consecuencias negativas asociadas al manejo de los recursos naturales (e.g. pesca), dado que esta variable determina el comportamiento de quienes concurren al mercado de productos de la pesca (Pincinato y Gasalla, 2010).
En este sentido, considerando que para la estimación de los puntos de referencia bioeconómicos se requiere conocer la rentabilidad de la pesquería, es de esperar un efecto causado por cualquier cambio en los precios de primera mano. Sin embargo, debido a la no linealidad asociada a las relaciones biológico-poblacionales, y a su correspondiente rentabilidad, y al nivel de tecnificación de cada pesquería (e.g. pesca industrial y de pequeña escala), resulta complejo determinar la magnitud de los cambios de los puntos de referencia ante variaciones de precio.
Es por eso que el objetivo del presente trabajo es evaluar el efecto de cambios en los precios de primera venta, con todo lo demás constante o en ceteris paribus, sobre los indicadores de desempeño pesquero como lo son la rentabilidad, esfuerzo, capturas y tamaño del stock en dos pesquerías hipotéticas contrastantes, con la intención de explorar y evidenciar la importancia del precio como modulador de los puntos de referencia pesqueros para el caso de una pesquería industrial, de altos costos totales, bajo precio unitario y alto volumen (pesquería tipo sardina); y otra pesquería de pequeña escala, con bajos costos totales, de alto precio unitario y bajo volumen (pesquería tipo abulón) considerando diferentes escenarios de manejo (i.e., MRS, MRE, EBE).
I. Material y métodos
I.1. Estructura del modelo bioeconómico
Para evaluar el efecto que tienen los cambios en el precio de primera venta en el desempeño biológico y económico en los casos de estudio, se parametrizó un modelo bioeconómico de producción excedente de Gordon-Schaefer de acuerdo con planteamiento desarrollado por Anderson y Seijo (2010). Actualmente, el uso del modelo Gordon-Schaefer es ampliamente difundido para el caso del análisis pesquero bajo poca información por requerir relativamente pocos parámetros para su funcionamiento. Específicamente, su uso en caso de México apoya la evaluación de recursos pesqueros para el diseño de políticas públicas (Costello et al., 2016; Cisneros-Mata et al., 2019; Urías-Sotomayor et al., 2019; Hengbin et al., 2020; Wijayanto et al., 2020).
Dentro de los supuestos del modelo Gordon-Schaefer se mencionan (Seijo y Defeo 1997; Anderson y Seijo 2010):
Existe equilibrio poblacional causado por un ambiente estable determinando una capacidad de carga constante en el tiempo;
la mortalidad por pesca (F) es proporcional al esfuerzo de pesca (E), y la capturabilidad (q) es una constante de proporcionalidad.
la captura por unidad de esfuerzo (CPUE) es proporcional a la abundancia de la población para una especie;
la tecnología de pesca se mantiene constante;
el precio y los costos marginales y promedio se consideran constantes a cualquier nivel de esfuerzo;
los cambios en el esfuerzo son de manera inmediata como respuesta a la variación en los ingresos netos;
la población se recuperará inmediatamente como respuesta a la reducción del esfuerzo;
los costos totales son proporcionales al esfuerzo, y su pendiente determinará un desplazamiento en el nivel en que alcanza el equilibrio bioeconómico y el máximo rendimiento económico.
Este modelo (Anderson y Seijo, 2010) se sustenta en que los cambios de biomasa del stock (i.e. crecimiento individual, reclutamiento, mortalidad natural) pueden ser representados en conjunto con una función logística (Verhulst, 1838) a la cual por efecto de las capturas pesqueras se le sustrae parte de dicha biomasa (i; ii).
En donde:
Xt = biomasa del stock al tiempo t
G(Xt) = Cambio en la biomasa en el tiempo
Ct = Captura en el tiempo
r = Tasa intrínseca de crecimiento
K = Capacidad de carga del sistema.
La función de producción (i.e. las capturas) están dadas en función del tamaño del stock (Xt) y la cantidad de esfuerzo pesquero (Et) ejercido hacia el stock, considerando que la efectividad del arte de pesca para remover parte del stock, está en función del coeficiente de capturabilidad (q), de acuerdo con la ecuación (iii).
Para monetizar el modelo se estimaron los costos totales (CTt) en función al costo unitario del esfuerzo (CE) con relación a la cantidad de esfuerzo ejercido en tiempo siguiendo la ecuación (iv).
La función de ingresos totales (ITt) fue estimada a partir del precio de la especie (p) multiplicado por las capturas (Ct) de acuerdo a la función (v).
Finalmente, la renta (π) de la pesquería está dada por los ingresos totales menos los costos totales (vi).
I.2. Parametrización de los modelos bioeconómicos
Para parametrizar el modelo bioeconómico para los dos casos de estudio se emplearon parámetros reportados en la literatura como se detalla en la Tabla I para el caso sardina y la Tabla II para el caso abulón.
Parámetro | Símbolo | Valor | Unidad de medida |
Fuente |
---|---|---|---|---|
Tasa intrínseca de crecimiento | r | 1.1 | Año | Cisneros-Mata, 2016 |
Capacidad de carga | K | 2.73 | Millones de ton | Nevárez-Martínez et al., 2014 |
Coeficiente de capturabilidad | q | 0.000155 | 1/viaje | Ramos-Rodríguez, 2006 |
Precio de la especie | p | $52.60 | USD/Ton | SAGARPA, 2010 |
Costo unitario del esfuerzo | cu | $2,200 | USD/barco/viaje | SAGARPA, 2010 |
Parámetro | Símbolo | Valor | Unidad de medida |
Fuente |
---|---|---|---|---|
Tasa intrínseca de crecimiento | r | 0.3 | Año | Cisneros-Mata, 2016 |
Capacidad de carga | K | 2.998 | Ton | Ponce-Días, 2004 |
Coeficiente de capturabilidad | q | 0.00005 | 1/viaje | Ponce-Días, 2004 |
Precio de la especie | p | $21.520 | USD/Ton | Cisneros-Mata, 2016 |
Costo unitario del esfuerzo | cu | $431.69 | USD/barco/viaje | Cisneros-Mata, 2016 |
I.3. Efecto de los indicadores de desempeño a los cambios de precio
Una vez parametrizado los modelos se generaron escenarios variando, ceteris paribus, el precio de venta de las especies. En total se generaron siete escenarios por pesquería comenzando con un precio que corresponde a -30 por ciento con respecto al precio base (status quo; SQ) hasta llegar en incrementos del 10 por ciento a un precio +30 por ciento con respecto al SQ.
En cada escenario se estimaron los puntos de referencia descritos anteriormente (i.e., MRS, MRE, EBE). Como indicadores clave de desempeño (KPI, por sus siglas en inglés) se evaluaron bajo cada punto de referencia a la captura, esfuerzo, renta y la biomasa del stock con respecto a la capacidad de carga del sistema, que corresponde a la biomasa en su condición inicial de recurso no explotado (stock virgen = X 0) (Tabla III).
a) Máximo Rendimiento Sustentable (MRS) | |
---|---|
Indicador de desempeño | Función |
Esfuerzo | EMRS = r / 2q |
Capturas | CMRS = q * XMRS * EMRS |
Renta | πMRS = (CMRS * p) - (EMRS *cu) |
Biomasa del stock en MRS | XMRS=K/2 |
b) Máximo Rendimiento Económico (MRE) | |
Indicador de desempeño | Función |
Esfuerzo | EMRE = r / 2q * [1 - (cu / qpK)] |
Capturas | CMRE = q * XMRE * EMRE |
Renta | πMRE = (CMRE * p) - (EMRE * cu) |
Biomasa del stock en MRE | XMRE = (1 - q * (EMRE / r) |
c) Equilibrio Bioeconómico (EBE) | |
Indicador de desempeño | Función |
Esfuerzo | EEBE = r / q * [1 - (cu / qpK)] |
Capturas | CEBE = q * XEBE * EEBE |
Renta | πMRE = 0 |
Biomasa del stock en EBE | XEBE = [1- q * (EEBE / r)] |
Se realizó un análisis de sensibilidad con el objetivo de evaluar la magnitud del impacto del cambio del precio con respecto a los indicadores de desempeño de los puntos de referencia pesqueros para las dos pesquerías analizadas. Los cambios en los indicadores por cambios en el precio se registraron en términos porcentuales para poder hacer comparaciones entre pesquerías y entre indicadores. Complementariamente se cuantificó la diferencia de la renta entre MRE y MRS en cada uno de los escenarios de precio.
Finalmente se estimó la elasticidad de los KPIs con respecto al precio para cuantificar la magnitud y dirección que causan los cambios de precio en los KPIs; lo anterior se estimó siguiendo la función (vii) (Nguyen y Wait, 2015).
II. Resultados
II.1. Salidas del modelo bioeconómico con el precio en status quo: caso sardina
La variación de los precios y sus consecuencias en la pesquería de la sardina se observan en la Figura 1. Bajo el escenario de status quo (SQ), la pesquería alcanza ingresos totales sostenibles (ITS) máximos de aproximadamente US$40 millones. La disminución del precio en 30 por ciento mostró una caída del ITS hasta aproximadamente US$27 millones (-32.5 por ciento del SQ). Con el aumento del precio en 30 por ciento, el ITS alcanzó aproximadamente US$51 millones (+27.5 por ciento del SQ).
Por otro lado, bajo el supuesto de costos constantes, la función de costos totales (CT) no se modificó (i.e. su pendiente) en ningún escenario de precios. Sin embargo, su intersección con la función de los ITS (i.e. Punto de Equilibrio Bioeconómico “EBE”) bajo cada precio genera resultados diferentes en el EBE. De esta forma, con el precio en SQ, el nivel de esfuerzo en EBE fue de 6,395 viajes. Cuando se disminuye el precio en un 30 por ciento el esfuerzo disminuye a 6,095 viajes y al aumentar en un 30 por ciento el esfuerzo incrementa a 6,557 viajes.
Los puntos de referencia objetivos (PRO) bioeconómicos para cada indicador clave de desempeño (i.e. captura, esfuerzo, renta y biomasa final) bajo el escenario SQ se observan en la Tabla IV. Se puede observar que la máxima captura está en el PRO del Máximo Rendimiento Sostenible (MRS), siendo exactamente la mitad del tamaño de carga poblacional (K) del sistema. También se observa que en el PRO del Máximo Rendimiento Económico (MRE) se obtiene el máximo valor de renta y los menores niveles de esfuerzo y captura. Finalmente, el doble del esfuerzo pesquero registrado en MRE genera un valor de esfuerzo en EBE, siendo el PRO donde se observa la pérdida de renta (renta = 0); es decir el mayor esfuerzo pesquero correspondiente a la menor captura en la pesquería.
II.2. Salidas del modelo bioeconómico en escenario status quo: caso abulón
La variación de los precios de venta y sus consecuencias en la pesquería de abulón se observan en la Figura 2. Bajo el escenario de status quo (SQ), la pesquería alcanza ingresos totales sostenibles (ITS) máximos de aproximadamente US$4.8 millones. La disminución del precio en 30 por ciento mostró una caída del ITS de aproximadamente US$3.38 millones (-29.5 por ciento del SQ). Caso contrario, con el aumento del precio en 30 por ciento el ITS aumenta hasta aproximadamente US$6.26 millones (+30.4 por ciento del SQ).
Por otro lado, la intersección de la función de costos totales (CT) con las distintas funciones de ITS bajo cada precio de venta, generaron distintos niveles EBE (Figura 2). Donde se observa que conforme aumenta el precio (de -30 por ciento a +30 por ciento) se incrementa el nivel del esfuerzo (de 4,853 a 5,382 viajes) en EBE.
Los puntos de referencia objetivos (PRO) bioeconómicos bajo el escenario SQ para cada indicador clave de desempeño (i.e. captura, esfuerzo, renta y biomasa final) en la pesquería de abulón se observan en la Tabla V. Se presentan las mismas tendencias observadas en el caso sardina.
II.3. Sensibilidad y elasticidad con respecto al cambio de precio de venta
Los efectos del cambio de precio de venta sobre los indicadores desempeño (KPI) por cada pro mostraron tendencias similares entre la sardina y abulón (Figura 3). Para el caso del MRS (Figura 3a), los KPI de captura, esfuerzo y biomasa fueron insensibles al cambio en los precios, únicamente los cambios en renta fueron proporcionales al aumento o disminución del precio.
Para el caso del MRE (Figura 3b), de igual forma que en MRS, la renta se afectó proporcionalmente con la variación del precio. La biomasa se afectó ligeramente de manera inversa al precio y el esfuerzo se afectó de manera proporcional con la variación del precio. La captura se mostró casi insensible, con una ligera caída al disminuir el precio. Entre especies, se observa que el recurso abulón presentó mayor sensibilidad a la variación del precio.
Bajo el caso del EBE (Figura 3), el cambio de precio no generó cambio alguno en la rentabilidad, ya que como se ha mencionado, este punto de referencia se fija en el nivel de esfuerzo donde los ingresos igualan a los costos (i.e., renta igual a cero). Para este nivel, un mayor precio se traduce en un aumento en el esfuerzo, generando a su vez un incentivo importante para continuar reduciendo el nivel de biomasa y sus correspondientes capturas (Figura 3). En abulón, el esfuerzo responde más rápidamente a cambios de precio que con respecto a la pesquería de sardina, aunque esta última pesquería tiende aumentar más las capturas en EBE por un cambio de precio y, por lo tanto, a reducir el nivel del stock con respecto al abulón, resaltando que el patrón es muy similar entre las especies porque las diferencias en términos proporcionales son sutiles.
El MRE se da a un nivel de esfuerzo inferior que con respecto a MRS, lo que sugiere que el stock puede mantenerse a niveles de biomasa superiores con respecto a MRS, generando la máxima renta de la pesquería (Tablas II, IV). Así mismo, de acuerdo con la Figura 4, el aumento en el precio de venta en la especie de interés sugiere que la diferencias entre MRS y MRE tiende a reducirse, además que la diferencia entre los puntos de referencia será menor para el caso de estudio abulón. Complementariamente, los resultados sugieren que el cambio de MRE con respecto a MRS será más sensible a cambios de precio en el caso sardina que con respecto al abulón (Figura 4).
Como se mencionó anteriormente, los efectos -dirección y magnitud- causados por el cambio de precio sobre los KPIs varían entre los puntos de referencia. En términos de elasticidad en MRS, el cambio de precio sólo influye en la renta de la pesquería, siendo más sensible el caso de estudio en abulón que con respecto a de sardina. El resto de los KPIs son perfectamente inelásticos al cambio de precio (Figura 5a).
En MRE la renta es elástica ante cambios de precios, con valores entre 1.3 a 1.2. De igual manera, el esfuerzo y las capturas responden de manera positiva (aunque en menor magnitud que con respecto a la renta) a cambios en precio. En contraste, el nivel de biomasa presenta cambios inversos al cambio en precio, con valores -0.13 para el caso abulón y -0.10 para el caso sardina (Figura 5b).
Finalmente, en EBE la renta es perfectamente inelástica a los cambios de precio (Figura 5c). En contraste, el nivel de biomasa del stock es elástico con valores de -1 para ambas pesquerías por lo que este KPI es inversamente proporcional respondiendo con la misma magnitud a los cambios de precio. Similarmente, las capturas sugieren el mismo comportamiento, aunque en una magnitud menor. En este punto de referencia sólo el esfuerzo responde positivamente a los cambios de precio con valores de 0.17 para el caso abulón y 0.12 para el caso sardina.
II. Discusión
En México, como en la mayoría de los países, el objetivo del manejo pesquero es llevar a las pesquerías a operar en niveles cercanos al MRS, lo cual, si bien promueve maximizar las capturas, se ha demostrado que en muchos casos no garantiza el bienestar o la reducción de la pobreza (Girón-Nava et al., 2019). Además, las fluctuaciones de precios de los productos pesqueros modifican sus puntos de referencia y los incentivos relacionados con la operación de los pescadores en el corto y mediano plazo, por lo que se deben considerar explícitamente en los aspectos económicos del manejo pesquero (Ainsworth et al., 2012; Sumaila et al., 2012; Mota, 2020).
Cabe resaltar que existen esfuerzos para incluir explícitamente los precios en el diseño de políticas para el manejo pesquero. Por ejemplo, se destaca que se ha intentado explicar la evolución del stock en el tiempo, el esfuerzo pesquero y el precio de mercado del recurso objeto de aprovechamiento a través de un modelo dinámico de una pesquería (Auger et al., 2010). Así mismo, se ha propuesto considerar a la demanda y su función inversa para explicar lo que ocurre en el mercado de productos pesqueros (Barten y Bettendor, 1989), o bien, tomar en cuenta la longitud de los organismos capturados y su relación con la variación en los precios (Reglero y Morales-Nin, 2008). Por su parte Garza-Gil et al., (2007) analizaron las tendencias en los precios para los casos de recursos pesqueros artesanales de Galicia, así como las posibles relaciones de equilibrio a largo plazo existentes entre el nivel origen y el nivel mayorista, con base en ello exploraron posibles causalidades en la cadena comercial y su repercusión sobre los agentes implicados y la cadena de distribución.
El análisis de precios es de interés para los diferentes eslabones de la cadena de distribución y venta, permitiendo identificar los potenciales impactos de las políticas públicas. Por ejemplo, analizar aquellas que inciden en el mejoramiento de los beneficios al eslabón de la extracción (i.e. pescadores), en donde se obtiene la menor renta durante el proceso de utilización de los recursos marinos. Finalmente, la inclusión de información sobre precios permite conectar con preguntas sobre la distribución de los beneficios derivados de la extracción (Villanueva-Poot et al., 2017).
En el presente estudio no se pretende explorar alguna medida específica de manejo basada en precios como medida de control, ya que al ser la economía mexicana una economía liberalizada (sin precios de control al menos en el sector pesquero) que prohíbe los monopolios, no se considera la determinación de precios por parte del regulador o el gobierno, salvo los casos en que haya concentración o acaparamiento de artículos de consumo necesario (CPEUM, 2021). No obstante lo anterior, se considera útil el estudio de los precios, su variación, así como su repercusión en el uso y conservación de los recursos pesqueros.
Las limitaciones del presente estudio se centran en que únicamente se está explorando el efecto del precio sobre los indicadores de desempeño empleados (i.e. captura, esfuerzo, renta y la biomasa del stock), en donde el cambio del precio y su consiguiente efecto sobre dichos indicadores es inmediato, pudiendo no ser siempre el caso como en flotas más industrializadas, sin embargo, pudiera reflejar la tendencia al equilibrio a largo plazo bajo condiciones relativamente estables. Por otro lado, el análisis pudiera realizarse más complejo mediante: la evaluación del efecto de otras variables sobre el tipo de pesquería; la inclusión de los precios y costos dinámicos; la actualización de los precios y parámetros pesqueros para la toma de decisiones en situaciones con información pesquera escasa, (muy común en México), entre otros aspectos, sin embargo, por el nivel de información disponible para este estudio, este nivel de resolución está fuera del objetivo del presente trabajo.
Los enfoques de análisis del mercado de productos de la pesca son relevantes para estimar los impactos en el bienestar derivados de los cambios tecnológicos y de políticas públicas en el sector de la pesca (Sagarpa, 2010) y la acuicultura (Bené et al., 2016). Ejemplo de lo anterior son los análisis basados en los patrones de consumo, en donde se analiza cómo cambian en función del ingreso y de los cambios de precio, por lo que se utilizan matrices de elasticidades de la demanda por precios e ingresos según el tipo de producto. Es conocido que los patrones de consumo pueden variar dependiendo del tipo de producto considerado (Dey, 2000).
Debido a las implicaciones del precio en el manejo pesquero, se sugiere reformar el manejo pesquero para incluir criterios económicos para definir los objetivos de manejo e implementar políticas públicas que reduzcan los costos, mediante el mejoramiento tecnológico, o aumentar el precio mediante el valor agregado (Sumaila et al., 2012). Se resalta que en México se estima que se generan USD $0.60 por cada USD $1.00 extraído cuando el promedio global ronda USD $3.00 (Dyck y Sumaila, 2010).
Alcanzar el óptimo económico en las pesquerías implica la reducción del esfuerzo con respecto al MRS, y en mayor magnitud para aquellas que operan en niveles cercanos al EBE. Esto evidentemente presenta implicaciones sociales sobre todo en las pesquerías de pequeña escala, ubicadas generalmente sobre zonas con pocas alternativas laborales, por lo que la reducción del esfuerzo pesquero se debería realizar paralelamente junto con la diversificación económica (Mangin et al., 2018). Adicionalmente, no es conveniente perder de vista los posibles conflictos derivados por la reducción del esfuerzo, ya que no sólo implica la pérdida de empleos, sino que existe el potencial conflicto con aquellos que se les permita el acceso a la pesquería y, que, además, se beneficiarían de mayores ingresos una vez que los niveles de biomasa se lleven al punto deseable (MRE) (Clark et al., 2005; Jensen, 2002).
De acuerdo con la teoría y con los resultados observados, una reducción del esfuerzo generará una mayor conservación de la biomasa y, por consiguiente, mayores ingresos con un mayor efecto para el caso de pesquerías sobrexplotadas (Anderson y Seijo, 2010). Sin embargo, estas mejoras en el desempeño causadas por la optimización del manejo no sólo varían debido a las condiciones de salud del stock sino que, además, la magnitud de la mejora dependerá directamente de los precios de venta de la captura y de los costos de extracción. En este sentido, el cambio de políticas de manejo hacia el MRE reflejará un mejor desempeño en pesquerías de bajo valor sobre las de alto valor, ya que las utilidades bajo los niveles de MRS y MRE serán similares conforme mayor sea el valor del producto (por ejemplo, véase el caso abulón de la Figura 4).
La economía mexicana en la década de los años 80 presentó una apertura más decidida al comercio exterior y la adopción del modelo de libre mercado o competencia con el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), y posteriormente con la Organización Mundial del Comercio (OMC, 2017). Estas mismas políticas de mercado se interiorizaron en la economía mexicana, eliminando distintos precios fijados como mínimos o máximos en muchos productos nacionales y quedando pocos en la actualidad. (Precios de garantía para productos agrícolas, DOF, 2020). Esto significa que el uso de la herramienta de los precios para orientar la producción y el consumo en la actualidad tiene muy pocos ejemplos en la economía nacional, aunque con la visión del actual gobierno sobre una mayor participación del Estado en la economía, se percibe que eventualmente pudieran retomarse posibilidades para el establecimiento de precios como política pública. No obstante que los precios puedan potencialmente constituirse o no en un mecanismo de regulación, en los mercados pesqueros hay pocos casos reportados (p. ej.: Samy-Kamal et al., 2015 y 2021). Sin embargo, el análisis de éstos es necesario porque permite explorar, a partir de sus variaciones, las consecuencias sobre los productos pesqueros y cómo repercuten dichos cambios en el estado de los recursos naturales, en su sustentabilidad y en la viabilidad de la actividad productiva (Caddy y Mahon, 1995; Tai et al., 2017).
Conclusión
Por lo anterior, se concluye y resalta la importancia de incluir explícitamente la información de precios en el diseño de políticas de manejo, ya que los precios son los que generan y modifican incentivos y comportamiento de los pescadores, lo que se traduce en cambios en la salud de los recursos y por ende el bienestar de los usuarios. En este sentido se destaca el riesgo de que un aumento extraordinario de precios pueda llevar a los usuarios de una pesquería a una trampa social al generar incentivos de corto plazo bajo el riesgo de alcanzar niveles de sobrexplotación de los recursos a costa de los beneficios futuros.