El libro Designing Disorder. Experiments and Disruptions in the City (Diseñar el desorden. Experimentos y desórdenes en la ciudad) de Pablo Sendra1 y Richard Sennett2 se propone la explicación del ADN urbano, es decir, de cómo puede diseñarse (y evolucionar) una comunidad urbana en un determinado ámbito de la ciudad.
Esta colaboración entre el arquitecto Pablo Sendra y el sociólogo Richard Sennett revisa las ideas de The Uses of Disorder3 sobre una “vida social desordenada, inestable y directa” y las convierte en experimentos de diseño urbano que las ponen en práctica. En la primera parte del libro, Richard Sennett reflexiona sobre el contexto que le llevó a escribir The Uses of Disorder y sobre su significado en la actualidad. A continuación, Sennett explica su propuesta de “Ciudad Abierta”, es decir, una ciudad que puede liberar la rigidez de los entornos urbanos. En la segunda parte del libro, Pablo Sendra propone experimentos de diseño urbano que alteran los entornos urbanos excesivamente ordenados, fomentan el uso no planificado del espacio público y provocan la interacción social. La investigación de Sendra no es un manual prescriptivo, sino que abarca sugerencias teóricas y prácticas sobre cómo el diseño urbano puede tener un alcance más abierto y ser más colectivo en la práctica. La tercera parte del libro es un debate entre Pablo Sendra y Richard Sennett, moderado por el editor Leo Hollis, en el que reflexionan sobre las implicaciones de The Uses of Disorder en la actualidad.
La importancia de este libro para las geógrafas y los geógrafos, sobre todo del geógrafo/a urbano/a en cuanto el manuscrito presenta básicamente unos fenómenos urbanos actuales, se basa en las siguientes consideraciones. Las formas rígidas del entorno urbano están asfixiando a la ciudad moderna. Estos entornos inflexibles suprimen la libertad de acción de las personas, ahogan las relaciones sociales informales e inhiben el poder de crecimiento de la ciudad. En este libro se propone entonces una forma alternativa e indeterminada de hacer ciudad, que desbarata las formas rígidas y sustituye por otras que mejoran la vida. Uno de los ejemplos más emblemáticos de la forma urbana rígida analizada en este libro es aquella que en la actualidad domina el horizonte de Manhattan. Situado en el extremo norte de la High Line (Lindner y Brian, 2017), Hudson Yards representa el urbanismo neoliberal que ha transformado ciudades como Nueva York (Camerin, 2019) y Londres (Camerin, 2020). Hudson Yards es un conjunto de condominios y alquileres de lujo, hoteles, oficinas, restaurantes y un centro comercial que ofrece las marcas más caras. En su centro se encuentra el Vessel, una escalera escultórica, de 46 metros de altura, diseñada menos para un uso social y más como un marco para promociones comerciales. La plaza está delimitada en su parte sur por el “Shed” (“Cobertizo”), una gigantesca estructura móvil que pretende convertirse en una sede artística flexible para espectáculos de gran envergadura. Este enorme desarrollo no fomenta las actividades locales de la ciudadanía, ni sus formas fijas pueden evolucionar, solo puede degradarse. En cambio, Hudson Yards limita en su lado este con el Garment District, una comunidad vibrante y diversa con pequeños y grandes empresas, en la que se mezclan inmigrantes coreanos con otras comunidades de inmigrantes ya establecidas, combinando viviendas para la clase media y trabajadora con escuelas e iglesias. Esta comunidad compleja, a menudo ruidosa y revuelta, ha sabido evolucionar y prosperar durante el último siglo y medio.
El valor añadido de este libro es el de proporcionar soluciones viables para contrastar el modo de producción de la ciudad global y devolver a la ciudadanía un espacio construido históricamente, cuya degradación ha sido tomada como una excusa por parte del capital inmobiliario y financiero para implementar una de las operaciones más llamativas de la ciudad global del siglo XXI, es decir, el Hudson Yards de Nueva York. El geógrafo/a urbano/a interesado/a en dichas temáticas tendrá la tarea de entender las dinámicas que Sendra y Sennett nos explican para detectar en un determinado entorno urbano. De un estudio como el propuesto en este libro, en suma, hay que entender que el desorden es el factor que puede promover la convivencia civil entre personas y actividades. El “orden” de las operaciones como las de Hudson Yards, por el contrario, subyacen a la ciudad capitalista, desigual y gentrificada.