Introducción
Alrededor del 30% al 50% de la población del mundo vive o trabaja en construcciones hechas con tierra, por ejemplo, mampostería de adobe (Houben & Guillaud, 1994; Varum et al., 2014). Mientras que el 50% de la población en países en desarrollo (incluyendo la mayoría de la población rural y al menos el 20% de la población urbana y suburbana) viven en construcciones de tierra (Houben & Guillaud, 1994). Es decir, la mampostería de adobe es un material tradicional muy común en estos países que se caracterizan por su baja economía y alto grado de marginación; principalmente porque los materiales con los que se construyen estas viviendas son básicamente: tierra, paja y agua para los muros, y madera en el sistema de techo, los cuales se encuentran en el entorno que habitan, propiciando que sea factible su edificación.
El adobe es un tipo de mampostería artesanal muy simple, compuesto por tierra, paja y agua. Para su elaboración, primero se elige una zona cercana al lugar de construcción, de donde se extraerá la tierra, luego se combina con paja y agua hasta lograr una mezcla uniforme y maleable. Por último, la mezcla es colocada en moldes de madera para crear las piezas de adobe y posteriormente se dejan secar al aire libre de 30 días a 60 días. Cabe mencionar que el adobe es un material con múltiples desventajas comparado con materiales como la mampostería de barro recocido y concreto. Entre otros, su capacidad resistente a esfuerzos de flexión, cortante y compresión axial es muy baja. Además, el grado de intemperización al que están expuestos los adobes durante su vida útil, le genera una degradación física. Por todo esto, el adobe es uno de los materiales de construcción más vulnerables.
La gran vulnerabilidad estructural que poseen las viviendas de adobe ha originado la preocupación y atención de diversos investigadores, que los ha llevado a estudiar de forma experimental y analítica el comportamiento de las viviendas de adobe ante eventos sísmicos, así también como las propiedades mecánicas del adobe: Alarcón & Alcocer, 1999; Arroyo, 2010; Arroyo, Sánchez & Catalán, 2013; Bazán, Padilla & Meli, 1978; Blondet, Villa & Brzev 2003; Hernández, Meli, Padilla & Valencia, 1981; Moreno & Martínez, 2011; Quiun, San Bartolomé, Zegarra & Giesecke, 1999; Salgado, 2002; San Bartolomé, Quiun & Zegarra, 2003; Torrealva, 2003; Yamin, Rodríguez, Fonseca, Reyes & Philips, 2005; Zegarra, San Bartolomé & Quiun, 2001; etc. Por estas razones, se ha realizado un estudio de las propiedades mecánicas de la mampostería de adobe utilizado para la construcción de viviendas en el estado de Guerrero, México, permitiendo retomar los estudios necesarios para continuar con la acumulación de información y poder coadyuvar en la mitigación de la vulnerabilidad estructural de las viviendas de adobe en la región sur de la República Mexicana.
Peligro sísmico de la región
En el estado de Guerrero se registra una actividad sísmica elevada y son muchos los eventos sísmicos que han dejado evidencias de los daños provocados en las viviendas de adobe. Por ejemplo; el 20 de marzo de 2012 se registró un sismo con magnitud Mw = 7.4, localizado en las cercanías de Ometepec, Guerrero y Pinotepa Nacional, Oaxaca. En cifras oficiales preliminares se reportaron aproximadamente más de 1000 viviendas con diversos tipos de daños; las más afectadas fueron las viviendas de adobe.
Tipología de la vivienda de adobe
Las viviendas de adobe en el estado de Guerrero se caracterizan por ser de un solo piso, con planta rectangular de 33 m2 a 50 m2 de área en promedio, muros longitudinales con una altura de 2.4 m a 2.7 m y muros transversales de 3 m a 3.9 m de altura. Por lo regular, no cuentan con muros divisorios intermedios.
Suelen tener dos puertas de acceso, ubicadas una en cada muro longitudinal, con dimensiones de 0.7 m a 1.2 m de ancho y con una altura en promedio de 2 m (Figura 1). Por lo regular presentan una ventana de 0.3 m2 a 1 m2 de área, ubicada en algún muro longitudinal. En puertas y ventanas se colocan dinteles de madera (Figura 1) de 3 cm a 5 cm de espesor y con una longitud de apoyo sobre muros de 20 cm a 30 cm en promedio. El material empleado para juntear las piezas de adobe se hace con un mortero compuesto por tierra, agua y pasto seco para formar un lodo cuyo espesor de la junta va de 2.5 cm a 3.5 cm. La cimentación comúnmente está compuesta por zapatas corridas de piedra braza desplantada a una profundidad de entre 60 cm y 80 cm, y sobresalen del terreno natural entre 30 cm y 40 cm para evitar la intemperización de la parte inferior de los muros de adobe (Arroyo, 2010).
![](/img/revistas/au/v29//2007-9621-au-29-e1861-gf1.png)
Fuente: Elaboración propia
Figura 1 Tipología de la vivienda de adobe (izquierda). Detalle de dintel (Derecha).
El sistema de techo es a dos aguas con inclinaciones de 13 grados a 25 grados. Su cubierta es de teja de barro recocido y los elementos que lo componen son una viga longitudinal robusta de madera que se apoya en los muros transversales (muros cabeceros) y en dos puntales de madera, estos últimos se conectan a una viga transversal ubicada a cada tercio del claro y se apoyan sobre los muros longitudinales. Sobre los muros y viga longitudinal descansan polines de madera, también conocidos como “madrinas o listones”, los cuales se colocan a una separación promedio de 60 cm. Transversalmente a los polines se colocan fajillas de madera a cada 25 cm, que sostendrá las tejas de barro recocido (Figura 2).
Materiales y Métodos
El estado de Guerrero se compone por siete regiones: Acapulco, Costa Grande, Eduardo Neri y Costa Chica (ubicadas en la zona D, zona altamente sísmica). Mientras que en la zona C (zona sísmica) se ubican Norte, Tierra Caliente y Montaña. Se tienen instrumentadas 22 viviendas en total (Tabla 1).
Tabla 1 Viviendas de adobe instrumentadas en el Estado de Guerrero, México.
Estado | Zona Sísmica | Región | Lugar | No. de viviendas instrumentadas |
---|---|---|---|---|
Guerrero | D | Acapulco | Xaltianguis | 4 |
Costa Grande | Atoyac de Álvarez | 3 | ||
Costa Chica | San Luis Acatlán | 3 | ||
Eduardo Neri | Zumpango del Río | 3 | ||
C | Norte | Iguala | 3 | |
Tierra Caliente | Arcelia | 3 | ||
Montaña | Tlapa de Comonfort | 3 | ||
Total = | 22 |
Fuente: Elaboración propia
De cada una de estas regiones, se obtuvieron las dimensiones del ladrillo de adobe que se utiliza para la construcción de viviendas en el estado de Guerrero, México (Tabla 2).
Tabla 2 Dimensiones del adobe en el estado de Guerrero.
Estado | Región | Población representativa | Dimensiones del adobe (cm) | Viviendas muestreadas | ||
---|---|---|---|---|---|---|
Largo | Ancho | Espesor | ||||
Guerrero | Acapulco | Xaltianguis | 40 | 28 | 9 | 4 |
Costa Grande | Atoyac de Álvarez | 45 | 30 | 9 | 3 | |
Costa Chica | San Luis Acatlán | 50 | 30 | 5 | 3 | |
Centro | Zumpango del Río | 50 | 35 | 10 | 3 | |
Norte | Iguala | 40 | 30 | 9 | 3 | |
Tierra Caliente | Arcelia | 40 | 30 | 9 | 3 | |
Montaña | Tlapa de Comonfort | 40 | 30 | 9 | 3 |
Fuente: Elaboración propia.
Primero se obtuvo un promedio por región y posteriormente se obtuvo un promedio de las siete regiones para obtener finalmente las dimensiones de las piezas de adobe utilizadas en este trabajo. Las dimensiones del ladrillo de adobe resultaron de 45 cm de largo, 30 cm de ancho y 9 cm de espesor. De acuerdo con esto, se mandaron a elaborar piezas de adobe escaladas en 1:2, con dimensiones de 22.5 cm de largo, 15 cm de ancho y 4.5 cm de espesor (Figura 3). Las piezas de adobe fueron elaboradas en el estado de Guerrero, México, por personas dedicadas a la elaboración artesanal del adobe y construcción de este tipo de viviendas; posteriormente fueron trasladadas a los laboratorios del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Universidad de Guanajuato, Campus Celaya-Salvatierra.
![](/img/revistas/au/v29//2007-9621-au-29-e1861-gf3.jpg)
Fuente: Elaboración propia.
Figura 3 Elaboración de piezas de adobe escaladas (Izquierda) y piezas trasladas al laboratorio de estructuras y materiales de la Universidad de Guanajuato Campus Celaya-Salvatierra (Derecha).
Para obtener las principales propiedades mecánicas del adobe, se construyeron nueve pilas para ser ensayadas a compresión axial, nueve muretes para ser ensayados a compresión diagonal, nueve pilas para ser ensayadas a flexión y nueve cubos del mortero para obtener su resistencia a compresión. De acuerdo con las normas expedidas por el Organismo Nacional de Normalización y Certificación de la Construcción y Edificación (ONNCCE), en el caso de la obtención de módulo de elasticidad es necesario ensayar al menos cinco especímenes, dos de ellos a comprensión y los tres restantes para la obtención del módulo de elasticidad. No obstante, debido a las características propias del adobe (material de baja resistencia y cuasi-frágil) se decidió aumentar el número de ensayes a nueve, teniendo repetibilidad de los resultados en las pruebas experimentales. Los especímenes tuvieron un tiempo de secado de 60 días y registraron un peso volumétrico igual a 13.5 kN/m3 (Figura 4).
Resultados
Resistencia a compresión
Las propiedades geométricas y parámetros de ensaye se definieron tomando en cuenta los requisitos del anteproyecto de la norma mexicana: determinación de la resistencia a compresión y módulo de elasticidad de pilas y resistencia a compresión diagonal y módulo de cortante de muretes de mampostería de barro y concreto (ONNCCE, 2005). Cabe mencionar que no existe una norma para este tipo de material (adobe). En la Tabla 3, se muestran las características geométricas de las nueve pilas construidas para determinar la resistencia a compresión axial (fm) y módulo de elasticidad (Em) del adobe.
Tabla 3 Características geométricas de pilas a compresión axial.
Espécimen | Espesor (cm) |
Longitud (cm) |
Altura (cm) |
Área (cm2) |
Altura/espesor | Factor correctivo |
---|---|---|---|---|---|---|
PL-1 | 14.7 | 21.5 | 57.0 | 316.05 | 3.9 | 0.99 |
PL-2 | 14.6 | 21.5 | 47.5 | 313.90 | 3.3 | 0.93 |
PL-3 | 14.5 | 21.5 | 54.0 | 311.75 | 3.7 | 0.97 |
PL-4 | 14.5 | 21.5 | 54.0 | 311.75 | 3.7 | 0.97 |
PL-5 | 14.5 | 21.5 | 55.0 | 311.75 | 3.8 | 0.98 |
PL-6 | 14.5 | 21.5 | 55.0 | 311.75 | 3.8 | 0.98 |
PL-7 | 14.5 | 21.5 | 50.0 | 311.75 | 3.4 | 0.94 |
PL-8 | 14.5 | 21.5 | 53.5 | 311.75 | 3.7 | 0.97 |
PL-9 | 14.5 | 21.5 | 52.5 | 311.75 | 3.6 | 0.96 |
Fuente: Elaboración propia.
Las pilas construidas tuvieron una relación de altura/espesor aproximadamente igual a 4, ensayadas a una velocidad de carga de 10 kN/min con 3 ciclos de precarga del orden del 15% de la carga máxima esperada, de esta manera se fijó una carga máxima 0.5 kN para los 3 ciclos de precarga y en el cuarto ciclo se llevó a la falla el espécimen (Figura 5).
De la carga axial máxima (P) dividida entre el área bruta de la pieza se obtuvo el esfuerzo a compresión axial (fm); en la Tabla 4 se puede apreciar los esfuerzos obtenidos ya multiplicados por su respectivo factor correctivo de esbeltez.
Tabla 4 Esfuerzos resistentes en compresión (fm) y módulos de elasticidad (Em) en pilas.
Espécimen |
P
(kN) |
Fm
(MPa) |
Em
(MPa) |
---|---|---|---|
PL-1 | 43.16 | 1.35 | 230.92 |
PL-2 | 43.21 | 1.28 | 219.24 |
PL-3 | 40.99 | 1.28 | 275.89 |
PL-4 | 43.84 | 1.36 | 210.86 |
PL-5 | 35.60 | 1.12 | 200.94 |
PL-6 | 37.66 | 1.18 | 197.64 |
PL-7 | 40.06 | 1.21 | 273.23 |
PL-8 | 38.36 | 1.19 | 317.67 |
PL-9 | 34.65 | 1.07 | 242.08 |
Promedio | 39.73 | 1.23 | 240.94 |
Fuente: Elaboración propia.
El módulo de elasticidad se obtuvo a partir de las gráficas esfuerzo deformación de las pilas ensayadas a compresión y se calculó como la relación entre el esfuerzo y la deformación unitaria axial, medida dentro del comportamiento elástico. La pendiente que define al módulo de elasticidad, se tomó como la rigidez inicial de la curva esfuerzo - deformación que quedó definida entre dos puntos, los cuales son el esfuerzo correspondiente para una deformación unitaria axial igual a 50 millonésimas (0.000050) y la correspondiente deformación unitaria axial para un esfuerzo que va del 15% al 20% del esfuerzo máximo a compresión. Finalmente, de las resistencias medidas en las pilas ensayadas (Figura 6), se obtuvo un promedio de dichos parámetros, de esta manera se tiene un esfuerzo a compresión axial (fm) de 1.2 MPa y un coeficiente de variación de 0.08. Para el módulo de elasticidad (Em) se obtuvo un promedio igual a 236.2 MPa con un coeficiente de variación de 0.16.
Resistencia a cortante
Por medio de ensayes en muretes a compresión diagonal se obtuvieron el esfuerzo a compresión diagonal (Vm) y el módulo de rigidez al corte (Gm). Cada murete está formado por una pieza y media, y un número de hiladas tal que sea aproximadamente cuadrado. Las características geométricas se presentan en la Tabla 5.
Tabla 5 Características geométricas de muretes a compresión diagonal.
Espécimen | Espesor, t (cm) | Longitud (cm) | Altura (cm) | Lc (cm) | t * Lc (cm 2 ) |
---|---|---|---|---|---|
MT-1 | 14.5 | 35 | 36 | 50.2 | 728.04 |
MT-2 | 14.5 | 35 | 36 | 50.2 | 728.04 |
MT-3 | 14.5 | 35.5 | 36 | 50.6 | 733.11 |
MT-4 | 14.5 | 35 | 35 | 49.5 | 717.71 |
MT-5 | 14.5 | 35 | 35 | 49.5 | 717.71 |
MT-6 | 14.5 | 34.5 | 35 | 49.1 | 712.61 |
MT-7 | 14.5 | 35 | 37 | 50.9 | 738.50 |
MT-8 | 14.5 | 35 | 36 | 50.2 | 728.04 |
MT-9 | 14.5 | 35.5 | 36 | 50.6 | 733.11 |
Fuente: Elaboración propia.
Los muretes fueron ensayados a una velocidad de carga de 5 kN/min con 3 ciclos de precarga del orden del 15% de la carga máxima esperada, de esta manera se fijó una carga máxima 1.3 kN para los 3 ciclos de precarga y en el cuarto ciclo de igual forma como en las pilas se llevó a la falla el espécimen (Figura 7).
El esfuerzo cortante (Vm) se calculó como el cociente de la carga máxima (P) aplicada entre el área de la diagonal del murete (t*Lc). En la Tabla 6 se puede apreciar la variación de los esfuerzos cortantes obtenidos.
Tabla 6 Esfuerzos a compresión diagonal (Vm) y módulos de rigidez al corte (Gm) en muretes.
Espécimen |
P
(kN) |
Vm
(MPa) |
Gm
(MPa) |
---|---|---|---|
MT-1 | 7.5 | 0.10 | 98.72 |
MT-2 | 7.68 | 0.11 | 61.72 |
MT-3 | 8.55 | 0.12 | 64.06 |
MT-4 | 8.32 | 0.12 | 65.42 |
MT-5 | 8.10 | 0.11 | 60.23 |
MT-6 | 8.48 | 0.12 | 52.57 |
MT-7 | 10.07 | 0.14 | 35.53 |
MT-8 | 7.19 | 0.10 | 55.26 |
MT-9 | 6.27 | 0.09 | 48.46 |
Promedio | 8.02 | 0.11 | 60.22 |
Fuente: Elaboración propia.
El módulo de rigidez al corte (Gm) se obtuvo a partir de las gráficas esfuerzo cortante - deformación angular de los muretes ensayados a compresión diagonal (Figura 8), y se calculó como la relación entre el esfuerzo y la deformación medida dentro del comportamiento elástico. Este parámetro, se tomó como la rigidez inicial de la curva esfuerzo cortante - deformación angular que quedó definida entre dos puntos, los cuales son el esfuerzo cortante correspondiente para una deformación angular igual a 50 millonésimas (0.000050) y la correspondiente deformación angular para un esfuerzo cortante del orden de 20% del esfuerzo máximo a compresión diagonal. De los muretes ensayados, se obtuvo un esfuerzo cortante (Vm) promedio de 0.11 MPa con un coeficiente de variación de 0.12 y un módulo de rigidez al corte (Gm) promedio igual a 59.04 MPa con un coeficiente de variación de 0.27.
Resistencia a flexión
Otro de los parámetros calculados fue el esfuerzo a flexión ( ), obtenido al aplicar una carga al centro de una pila, cuya orientación, y aplicación de la carga fuera similar a la fuerza inercial desarrollada durante la acción de un sismo sobre un muro sujeto a fuerzas fuera de su plano. En la Tabla 7 se enlistan las características de las pilas ensayadas a flexión.
Tabla 7 Características geométricas de pilas ensayadas a flexión.
Espécimen | Espesor (cm) |
Longitud (cm) |
Altura (cm) |
Volumen (cm3) |
Peso propio, Pp (kN) |
Peso volumétrico (MPa) |
---|---|---|---|---|---|---|
PF-1 | 14.5 | 21.5 | 54.5 | 16,990.38 | 0.23 | 135.0 |
PF-2 | 14.5 | 21.5 | 56.5 | 17,613.88 | 0.24 | 137.0 |
PF-3 | 14.5 | 21.5 | 56.6 | 17,645.05 | 0.24 | 135.0 |
PF-4 | 14.5 | 21.5 | 55.5 | 17,302.13 | 0.23 | 135.0 |
PF-5 | 14.5 | 21.5 | 55.3 | 17,239.78 | 0.23 | 134.0 |
PF-6 | 14.5 | 21.5 | 55.5 | 17,302.13 | 0.23 | 134.0 |
PF-7 | 14.5 | 21.7 | 55 | 17,305.75 | 0.23 | 135.0 |
PF-8 | 14.5 | 21.7 | 54.5 | 17,148.43 | 0.23 | 135.0 |
PF-9 | 14.5 | 21.5 | 54.3 | 16,928.03 | 0.23 | 137.0 |
Fuente: Elaboración propia.
Si bien la prueba es estática y simplificada al hacerse ensayes en pilas (Figura 9), al menos se desea tener un valor aproximado de la resistencia bajo este tipo de cargas, y es que uno de los principales modos de falla en los muros de adobe, es la flexión fuera del plano.
Durante estas pruebas, a pesar de haber protegido cada una de las pilas con una cinta de plástico y con ello evitar la pérdida de una muestra durante la maniobra para su ensaye, se perdieron tres pilas de las nueve que se tenían con una relación de esbeltez aproximadamente igual a 4, por esta razón, dos pilas fueron ensayadas con una relación de esbeltez del orden de 2.5, lo cual permitiría una mejor maniobra para su ensaye y con ello evitar se perdiera el espécimen. Los resultados entre las pilas con relación de esbeltez del orden de 4 y 2.5, presentaron esfuerzos a flexión muy similares (Tabla 8).
Tabla 8 Esfuerzos por flexión en pilas.
Espécimen | Peso propio, Pp (kN) |
Módulo de sección (cm3) |
Longitud entre apoyos (cm) |
Carga (kN) |
Pp + Carga (kN) |
Momento flexionante (N-m) |
Esfuerzo por flexión (MPa) |
---|---|---|---|---|---|---|---|
PF-1 | 0.23 | 753.40 | 44.4 | 0.1 | 0.33 | 36.64 | 0.049 |
PF-2 | 0.14 | 753.40 | 34.4 | 0.2 | 0.34 | 29.05 | 0.039 |
PF-3 | -- | -- | -- | -- | -- | -- | |
PF-4 | 0.23 | 753.40 | 45.4 | 0.2 | 0.43 | 49.22 | 0.065 |
PF-5 | -- | -- | -- | -- | -- | -- | |
PF-6 | -- | -- | -- | -- | -- | -- | |
PF-7 | 0.23 | 760.40 | 46.4 | 0.1 | 0.33 | 38.72 | 0.051 |
PF-8 | 0.13 | 760.40 | 31.4 | 0.5 | 0.63 | 49.27 | 0.065 |
PF-9 | 0.23 | 753.40 | 45.8 | 0.1 | 0.33 | 38.01 | 0.050 |
Promedio | 0.053 |
Fuente: Elaboración propia.
El esfuerzo por flexión (σ) promedio fue de 0.052 MPa y un coeficiente de variación de 0.18.
Resistencia a compresión axial del mortero de adobe
El mortero de adobe está hecho del mismo tipo de material con que fueron elaboradas las piezas. El mortero hecho en laboratorio tiene una proporción de ocho botes de tierra más un bote de paja y agua hasta lograr una mezcla uniforme y maleable, cuyo peso volumétrico resulto igual a 13 kN/m3. Para obtener la resistencia a compresión axial del mortero de adobe, se ensayaron 9 cubos de 5 cm3 × 5 cm3 × 5 cm3 (Figura 10). De las pruebas realizadas se obtuvo una resistencia a compresión axial promedio de 1.9 MPa y un coeficiente de variación de 0.07.
Si bien la resistencia en el mortero es mayor al de las pilas a compresión axial (1.23 MPa), esto es porque en las pilas existen oquedades e irregularidades no uniformes de las piezas, situación que no sucede con las muestras de mortero de adobe.
Discusión
En el sismo de 2017 en el Sureste de México (Chiapas) se dañaron aproximadamente el 70% de las construcciones, siendo la mayoría construcciones de adobe. Mientras que, en el 2018 en la misma zona, Sureste de México (Oaxaca) aproximadamente 16 000 edificios fueron afectados y alrededor de 3000 fueron severamente dañados. La zona del Sureste de México es una zona, en general, altamente sísmica, por lo que conocer las propiedades mecánicas del material en esa región ayudará a futuros estudios para mejorar la calidad de estas viviendas. Esta zona de México se caracteriza por la construcción de viviendas de adobe.
Es importante reflexionar que los lineamientos de la norma mexicana (ONNCCE, 2005) se utilizan para materiales con mejor control de calidad (concreto, mampostería de tabique, acero, etc.). Por ejemplo, en la norma se indica que el módulo de elasticidad y módulo de rigidez al cortante deben definirse por la rigidez inicial de la curva esfuerzo - deformación definida entre dos puntos; el primero, como el esfuerzo asociado a una deformación unitaria axial o angular igual a 50 millonésimas; el segundo punto, queda definido por la deformación correspondiente al esfuerzo del 40% de la carga máxima. Este criterio es apropiado para materiales donde existe un mejor control de calidad y cuyas resistencias son mayores que la del adobe, pues su respuesta elástica se mantiene en niveles de esfuerzo mayores que los alcanzados en la mampostería de adobe. Por eso no resulta adecuado aplicar estrictamente el criterio de la norma mexicana para determinar el módulo de elasticidad y de rigidez a cortante de la mampostería de adobe. Por esta razón, en esta investigación se propuso determinar dichos parámetros mecánicos a niveles de esfuerzos del orden del 15% al 20% del esfuerzo máximo, donde se define un claro rango elástico de la curva esfuerzo - deformación del adobe. Este porcentaje (15%-20%) es una contribución importante pues en mampostería de tabique rojo recocido y en concreto las normas expedidas por el ONNCCE indican 40% (25%-20% más), pero para el adobe al ser un material menos resistente y rígido este porcentaje no es adecuado pues la respuesta elástica se obtiene en niveles de esfuerzo menor al establecido en las normas para materiales con mayor control de calidad (mampostería de tabique y concreto).
En los últimos años se han realizado investigaciones para mejorar algunas propiedades en este material. Utilizar fibras, además de consumir poca energía en su producción (Laborel-Préneron, Aubert, Magniont, Tribout & Bertron 2016; Millogo, Morel, Aubert & Ghavami, 2014), evita la propagación de grietas (Quagliarini & Lenci, 2010) en el material. Mientras que la ceniza volante (fly ash) mejora su capacidad de carga última (Turanli & Saritas, 2011). Por lo que conocer correctamente los métodos de ensaye para obtener las propiedades mecánicas de la mampostería de adobe ayudará a implementar las fibras o el tipo de refuerzo que mejore el adobe construido en el Sureste de México.
Conclusiones
En general, las propiedades mecánicas del adobe resultan ser muy bajas, principalmente el esfuerzo a flexión, en donde se obtuvo que la resistencia del adobe ante fuerzas inducidas fuera de su plano es muy baja. Esto es debido a la poca adherencia que existe entre las piezas y juntas de adobe. De esta manera se confirma la baja resistencia estructural del adobe a fuerzas inducidas fuera de su plano. Por lo que es importante realizar investigaciones tendientes a mejorar las propiedades mecánicas del adobe, incorporando diferentes materiales como cemento, cal u otros naturales (incluyendo residuos agroindustriales) que prevalezcan dentro del entorno en donde se construyen este tipo de viviendas, haciéndolas en la medida de lo posible segura, económica y sustentable. Por último, los resultados obtenidos tienen el alcance de ser utilizados en la elaboración de modelos analíticos para estudiar el comportamiento estructural de viviendas elaboradas con mampostería de adobe.