Introducción
Los residuos sólidos urbanos (RSU) se definen como todos aquellos desechos materiales provenientes de fuentes domiciliarias, oficinas y centros comerciales (Kala et al., 2020; Pereira et al., 2018; Senzige et al., 2014). Existe otro tipo de residuos provenientes de diversas fuentes, tales como industrias, hospitales, talleres mecánicos, entre otros, los cuales son considerados como peligrosos, pero que no se tratarán en este trabajo (Alam & Ahmade, 2013; Chadar & Chadar, 2017; Cheng et al., 2019).
Los RSU son una de las fuentes de contaminación de suelos, agua y aire dentro de las ciudades y sus áreas periféricas, debido a que sus escurrimientos contienen metales pesados, materia orgánica, patógenos y gases como metano, dióxido de carbono, entre otros (Moody & Townsend, 2017; Nain & Kumar, 2020); además, estos desechos generan efectos como plagas y malos olores, los cuales se convierten en focos de infección y transmisión de enfermedades como el cólera, por ejemplo (Joshi & Ahmed, 2016; Kennedy et al., 2015; Monzambe et al., 2019). Derivado de ello, se implementan acciones como el manejo integral de los residuos, que consiste en la recolección, separación, tratamiento y confinación en rellenos sanitarios para evitar parte de estas consecuencias (Boskovic et al., 2016; Senzige et al., 2014; Velázquez, 2008).
No obstante, un problema adicional es el acelerado crecimiento de la generación de RSU como consecuencia de nuestros patrones de consumo (Campbell, 2020; Lai & Ho, 2020), del crecimiento económico (Chen et al., 2020; Madden et al., 2019), del desarrollo urbano (Khajuria et al., 2010; Tisalema et al., 2021) y del incremento poblacional (Brown et al., 2014; Matuštík & Kočí, 2021), por lo cual cada día se requieren mayores acciones y recursos para manejar los residuos. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2020), en México se generan 0.866 kilogramos per cápita de residuos sólidos urbanos diarios, lo que equivale a 39 millones de toneladas anuales, las cuales requieren de inversiones y gastos cuantiosos para gestionar su manejo.
Otro problema relacionado con los RSU es la gran cantidad de materiales que se desperdician sin volver a tener otro uso, mientras que, por otro lado, debido al alto consumo, está aumentando el agotamiento y encarecimiento de recursos naturales y materias primas, por ejemplo: el agua, los bosques, el petróleo, el acero, el aluminio, así como alimentos, un tercio de los cuales no se consumen y se desperdician en el mundo (Anane-Fenin & Akinlabi, 2017; Schanes et al., 2018; Sweeten, 2012; Thiry, 2010). La economía circular (EC), en ese sentido, promueve la eficiencia en el uso de materiales y energía por medio de la reutilización, reciclaje, reducción y restauración de los recursos naturales (Aragón & Córdova, 2019; Chen et al., 2020; Schandl & Turner, 2009).
La EC se define como un sistema industrial que es restaurativo o regenerativo por intención y diseño. Reemplaza el concepto de fin de vida útil por el de restauración; se mueve hacia el uso de energía renovable; elimina el uso de productos químicos tóxicos que dificultan la reutilización y apunta a la eliminación de desechos a través del diseño superior de materiales, productos y sistemas, (Kirchherr, Reike, & Hekkert, 2017). En ese sentido, la EC es un modelo que comprende la introducción de las 5R (reducir, reutilizar, reciclar, reparar y recuperar) desde la etapa de producción, distribución, consumo y generación de residuos, con el fin de tratar de llegar a cero residuos en los rellenos sanitarios, aumentando la generación de valor en la economía (Geissdoerfer et al., 2017; Kirchherr et al., 2017; Sauve & Van Acker, 2020).
La EC es una estrategia que incluye diversas acciones como a) diseñar nuevos productos, utilizando materiales que se desechan (Amrina & Fitrahaj, 2020; Studer & Ehrig, 2015; Tugiyono et al., 2020), alargando la vida útil de los productos, haciéndolos reparables o actualizables y biodegradables (Dzombak et al., 2020; Liu et al., 2020; Roghanian & Pazhoheshfar, 2014; Sun et al., 2017); b) generar políticas de consumo racional, donde los consumidores realizan mejores compras de productos que dañan menos el ambiente (Franceschelli et al., 2019; Zhou et al., 2019); c) generar marcos normativos que fomenten el consumo racional, la separación de residuos y la disminución de desperdicios, promoviendo productos de alta calidad (Bennett & Satterfield, 2018; Lou et al., 2020); y d) generar incentivos fiscales e impuestos para eliminar externalidades ambientales y crear nuevos mercados, tales como industrias de reciclaje, revalorización, entre otras (Aragón & Córdova, 2019; Groot et al., 2014; Velázquez, 2008).
En México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC, 2012), se valorizan solo el 9.6% de los residuos para reciclado, una cifra muy baja, comparada con otros países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). En cuanto a la EC, no se ha implementado plenamente, solo dos ciudades cuentan con un programa de EC, la Ciudad de México y Guadalajara, mientras que en los demás estados solo algunos cuentan con acciones como separación de residuos, valorización, reciclaje, obtención de biogás, entre otros (INEGI, 2020).
No obstante, para transitar de las políticas de manejo integral de residuos hacia una EC, se requieren de diversos cambios (técnicos, legales, administrativos, entre otros) (Gonçalves et al., 2018; Heshmati, 2017; Cortinas, sf; Sauve & Van Acker, 2020). De acuerdo con Luttenberger (2020), Pavliashvili & Prasek (2020) y Rada et al. (2020), quienes han transitado hacia una EC, contaron con un plan o una estrategia basada en diagnósticos previos y requerimientos específicos, tanto financieros como técnicos. No obstante, resaltan que el éxito de dichas estrategias es la concientización de la población en la separación de los RSU (Luttenberger, 2020), esto se debe a que, derivado del crecimiento urbano, los costos por recolección y tratamiento de RSU aumentan; sin embargo, la separación domiciliaria contribuye de manera sustancial a reducir dichos costos y a la valorización de los RSU (Martinho et al., 2018; Shafie, 2018). Además, la adopción de una política de EC no puede surgir de manera improvisada, ni momentánea, por el contrario, se deben planear diversas acciones paulatinas en las que se requiere la participación de todos: ciudadanos, empresas, gobierno; incluyendo los cambios legislativos y administrativos necesarios (Groot et al., 2014; Knickmeyer, 2020; Madon et al., 2019).
El objetivo de esta investigación es identificar cómo se lleva a cabo el manejo y valorización de residuos sólidos en el municipio de Pachuca y evaluar la posibilidad de desarrollar una estrategia de economía circular (EC). El trabajo se divide en: (1) descripción de la zona de estudio, (2) cantidad de RSU a nivel municipal y costos, (3) separación de RSU, (4) confinamiento, (5) aprovechamiento o valorización de dichos residuos, y por último (6) discusión y conclusiones de la EC.
Materiales y métodos
Esta investigación es un estudio exploratorio de caso, de tipo descriptivo, sobre manejo de residuos sólidos urbanos, donde se analiza la posibilidad de una transición hacia la EC a nivel municipal (Groot et al., 2014; Plastinina et al., 2019). La hipótesis planteada es que la ciudad de Pachuca puede transitar hacia una EC con cambios que promuevan la separación para contribuir a una mayor valorización de los RSU y a la generación de valor e incremento de los ingresos municipales.
Para ello, se utilizó una metodología mixta, la cual comprendió la obtención de información cualitativa mediante la realización de investigación en campo utilizando entrevistas semiestructuradas dirigidas a trabajadores del relleno sanitario el Huixmi, de la empresa recolectora y de la empresa de aprovechamiento de biogás. Así mismo, se obtuvo información cuantitativa de la generación de RSU, valorización, gastos y cálculo de beneficios posibles. Los datos de generación de RSU se obtuvieron del Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Demarcaciones Territoriales de la Ciudad de México 2010-2018 (INEGI, 2020), mientras que para el caso del reciclaje los datos provienen de Secretaría de Energía (Sener, sf). Así mismo, se hizo una revisión del marco legal en términos de manejo de los RSU y la EC para identificar la viabilidad normativa. Por último, para conocer la disposición a separar los residuos desde el origen y algunas características de las personas, tales como género, edad y nivel de estudios, se realizó una encuesta de cinco preguntas a 110 personas por medios electrónicos a los pobladores de Pachuca.
Zona de estudio
El municipio de Pachuca tiene una superficie territorial de 195.3 km²; es la capital del Estado de Hidalgo, que se ubica en la región centro de México (Figura 1). Este municipio es el más poblado del estado con 314 331 habitantes (INEGI, 2020). El crecimiento urbano de la ciudad de Pachuca se ha acelerado (como lo indican los datos de los últimos dos censos de población y vivienda), muestra de ello es la conformación de la zona metropolitana de Pachuca, integrada por los municipios Mineral del Chico, Mineral del Monte, Zempoala, Zapotlán de Juárez, Mineral de la Reforma, Epazoyucan y San Agustín Tlaxiaca.
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Fuente: Elaboración propia con base en Environmental Systems Research Institute (ESRI, 2020).
Figura 1 Ubicación del municipio de Pachuca, Hidalgo, México.
Uno de los problemas de este acelerado crecimiento urbano es que no se contempla la planificación de servicios urbanos como transporte, agua potable, alumbrado y, por supuesto, la recolección y tratamiento de RSU (Ceballos et al., 2020).
Resultados
Generación de Residuos Sólidos Urbanos
El municipio de Pachuca, según datos del INEGI (2020), es la ciudad que genera la mayor cantidad de residuos sólidos municipales en el estado de Hidalgo. La cantidad de basura que generan per cápita es de 1.4 kg diarios, lo que indica que está por arriba de la media nacional (Tabla 1). De acuerdo con Saucedo et al. (2019), la generación de RSU se encuentra vinculada con el crecimiento urbano y el crecimiento poblacional.
Tabla 1 Generación de RSU en Pachuca 2010-2018.
Año | RSU (kg diarios) |
Población (personas) |
RSU per cápita (kg diarios por persona) |
RSU (t/anuales) |
2010 | 380 000 | 267 862 | 1.418640942 | 138 700 |
2012 | 121 750 | 274 873 | 0.442931827 | 44 438 |
2014 | 320 000 | 275 256 | 1.162554131 | 116 800 |
2016 | 380 000 | 277 473 | 1.369502618 | 138 700 |
2018 | 380 000 | 277 514 | 1.369300288 | 138 700 |
Fuente: Elaboración propia con base en INEGI (2020).
El municipio de Pachuca gestiona sus RSU mediante un sistema concesionado, el cual comenzó a operar a partir de agosto de 2012, debido principalmente a sus costos de recolección y transferencia. De acuerdo con información del municipio, durante el periodo de enero a junio de 2012, la dependencia local gastó $27 670 942 pesos, mientras que de julio a diciembre del mismo año destinó $24 690 740 pesos (por servicio concesionado), es decir, tuvo un ahorro de $2 980 204 pesos y un aumento en la cobertura de recolección (Municipio de Pachuca, 2021). A partir de ahí, las acciones de recolección y separación se han concesionado a otras empresas, como TecMed y Tandem Ride (Tabla 2).
Tabla 2 Empresas privadas concesionadas para la recolección y separación de RSU en Pachuca.
Periodo | Empresa |
2012-2015 | Cambio Verde |
2015-2019 | TECMED |
2019-2023 | Tandem Ride |
Fuente: Elaboración propia con base en Municipio de Pachuca (2021).
En cuanto a los costos de recolección, estos se han ido incrementando, como lo señala la Tabla 3, de acuerdo con los contratos realizados entre municipio y empresa, donde pueden ocurrir variaciones a lo largo de los años o mantener una determinada cantidad. Cabe mencionar que las empresas una vez que realizan la separación llevan los residuos al relleno sanitario donde pagan $106.10 pesos por tonelada por depositar los RSU.
Tabla 3 Costo por tonelada y gasto anual en recolección.
Año | Gasto Anual (pesos) |
Costo por tonelada para recolección (pesos) |
2012 | $42 214 440 | $366 |
2018 | $43 524 000 | $403 |
2020 | $45 662 000 | $423 |
2021 | $51 684 000 | $472 |
Fuente: Elaboración propia con base en Municipio de Pachuca (2021).
Separación de Residuos Sólidos
Uno de los principales problemas de los RSU es la separación, ya que no hay un reglamento que mencione este proceso y que puede ser un paso importante para la EC. Tanto ciudadanos como el mismo sistema de gestión no han valorado este proceso. Los pepenadores y centros de transferencia son los únicos que llevan a cabo una separación de los residuos para poder valorizar los materiales, los cuales son almacenados y posteriormente vendidos, y el resto es trasladado al sitio de disposición final, conocido como Relleno Sanitario El Huixmi.
Las empresas concesionadas utilizan maquinaria pesada para recoger la basura del piso e ingresarla en la banda de distribución, donde se hace la separación de PET, Tetrapak, cartón, aluminio, plástico duro y botes de aluminio, así como vidrio separado por colores y papel separado dependiendo si este es blanco, multicolor, de revista o periódicos, los cuales son valuados a distintos precios. En palabras de Antonio:
“Toda la basura que no se separa para reciclar se deposita al final de la banda en la góndola, donde un camión se lo lleva al Huixmi (el relleno sanitario)” (Antonio, trabajador de recolección, 2021).
También cuentan con compactadoras de presión para hacer las pacas de material reciclable, las cuales son vendidas a empresas intermediarias que recogen el material y lo venden a las empresas recicladoras. De los RSU recolectados, la proporción orgánica se estima que representa alrededor del 51% de lo recolectado diario, la cual podría transformarse en composta y ser vendida, pero por la falta de inversión pública o privada para la implementación de esta técnica, termina en el relleno sanitario (Tabla 4).
Tabla 4 Residuos orgánicos e inorgánicos.
Año | RSU (kg diarios) |
Orgánicos (kg diarios) |
Inorgánicos (kg diarios) |
2010 | 380 000 | 193 800 | 186 200 |
2012 | 121 750 | 62 093 | 59 657 |
2014 | 320 000 | 163 200 | 156 800 |
2016 | 380 000 | 193 800 | 186 200 |
2018 | 380 000 | 193 800 | 186 200 |
Fuente: Elaboración propia con base en Semarnat (2011).
En ese sentido, se estima que de la totalidad de los residuos recolectados solo se recicla alrededor del 10% (Sener, sf), que en términos monetarios asciende a $62 870 pesos diarios, de acuerdo con un cálculo estimado, los cuales corresponden en su mayoría a papel, cartón, Tetrapack y plásticos, entre los que se incluye PET, además de metales como aluminio, chatarra, vidrio, entre otros. Sin embargo, cabe destacar que dicha proporción podría aumentar con políticas de separación de origen, así como con políticas fiscales hacia las empresas, asociaciones público-privadas o incentivos a la población que promuevan acciones de economía circular. Como se observa en la Tabla 5, los ingresos probables obtenidos, si se valorizaran las 380 t diarias recogidas, alcanzarían $628 704 pesos tan solo por la venta de materiales inorgánicos susceptibles de reciclar, y por la venta de composta la cifra sería de $678 300 pesos, a un precio de $3.5 pesos el kilo1, sin considerar costos de elaboración.
Tabla 5 Residuos recuperados para reciclaje.
Producto | Porcentaje | Cantidad Kg Diarios |
Precios corrientes 2021 |
Ingresos probables |
Inorgánicos | 49% | 186 200 | - | $628 704 |
Orgánicos | 51% | 193 800 | $3.50 | $678 300 |
Cartón y Papel | 45% | 83 790 | $1.40 | $117 306 |
PET y plástico | 30% | 55 860 | $4.50 | $251 370 |
Metales | 6% | 11 172 | $22.00 | $245 784 |
Vidrio | 9% | 16 758 | $0.85 | $14 244 |
Otros | 10% | 18 620 | - | - |
Fuente:Sener (s.f.).
Confinamiento
El relleno sanitario municipal está ubicado en la localidad del Huixmi, a un costado del área urbana de Pachuca, cuenta con una superficie de 20 ha y con cinco celdas de confinamiento, de la cual la última tiene vida útil hasta 2025. El relleno recibe aproximadamente 380 t diarias de basura que representa el 20% del total generado por el estado. En palabras de Ramiro:
“De esta actividad dependen alrededor de mil empleos, entre pepenadores, choferes, vigilantes, compactadores, recicladoras, tienditas, puestos de comida, etc”. (Ramiro, encargado de recepción del Huixmi, 2021)
Cabe señalar que el Huixmi está a punto de terminar su vida útil como relleno sanitario, después de haber funcionado 30 años, por lo que el gobierno estatal y municipal están diseñando la creación de un nuevo relleno sanitario para la zona metropolitana de Pachuca, el cual servirá para los municipios de Mineral de la Reforma, San Agustín Tlaxiaca, Zapotlán, Zempoala, Mineral el Chico y Pachuca. Entre las diferentes versiones de dicho proyecto, se ha dicho que la construcción tiene un presupuesto aproximado de 15 millones de pesos y un espacio destinado de 20 ha en la localidad de Acayuca en el municipio de Zapotlán. Por otro lado, por el cambio de administración municipal, actualmente hay otra propuesta de construirlo en Mineral de la Reforma, con una nueva empresa concesionaria (Alcaráz, 2021).
Aprovechamiento de biogás
A un lado del vertedero el Huixmi se encuentra la planta de producción de energía eléctrica Energía de Pachuca SAPI de C. V., la cual aprovecha el gas metano que se genera de las celdas de confinamiento del vertedero. De acuerdo con Adán:
“Esta planta genera alrededor de 650 a 1000 kW/h y utiliza alrededor de 4800 toneladas métricas de metano al año, con lo cual se evita la emisión de gases de efectos invernadero en forma comparativa de aproximadamente 26,000 autos” (Adán, operador técnico, 2021).
Las ventajas de dicho proyecto, por un lado, es utilizar el gas metano que genera los residuos sólidos urbanos, los cuales son una fuente importante de los gases de efecto invernadero y del cambio climático. Al quemar dicho gas y transformarlo en energía eléctrica útil, se generan beneficios económicos y ambientales.
En cuanto a su aportación económica, el municipio de Pachuca ha visto reducido su pago en alumbrado público en por lo menos 10%, lo que representa aproximadamente $1 367 000 pesos.
Por su parte, la cantidad de residuos utilizada para la generación de energía es de 400 t de residuos sólidos, sin embargo, esta cantidad de residuos sólidos no son transformados o reutilizados, más bien son confinados y se tiene que esperar a que se concentre una cantidad suficiente de gas para poder utilizarlo; se considera más bien como un subproducto de los RSU.
Posibilidades de transición hacia la economía circular
El municipio de Pachuca publicó el 9 de octubre de 2020 el nuevo Reglamento de limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de los residuos sólidos urbanos de Pachuca (Periódico Oficial de Hidalgo [POH], 2020), el cual contempla lo planteado en la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (Diario Oficial de la Federación [DOF], 2003) y el Programa Nacional para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos 2017-2018 (Semarnat, s.f.), cuyo objetivo principal es contribuir a la prevención de la generación de residuos, mejorar el funcionamiento y cobertura de la infraestructura en materia de residuos, la reducción de los impactos ambientales y el aprovechamiento máximo de los residuos en su valorización y minimización de su disposición final, además de contribuir a los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030, particularmente los objetivos 11, 12 y 14. Cabe señalar que dentro de estos documentos se encuentra establecida la política nacional de RSU, así mismo, se delinean las metas y estrategias de participación por parte del gobierno en sus tres órdenes (federal, estatal y municipal), así como la responsabilidad de las empresas y la ciudadanía, por ejemplo, la gestión integral de los residuos, la búsqueda de reducción de residuos y la separación.
Por su parte, la Ley de Prevención y Gestión Integral de los Residuos Sólidos del Estado de Hidalgo (POH, 2011), y el Programa Estatal de Prevención y Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos y de Manejo Especial (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo [Semarnath], 2011), promueven la prevención de la generación de residuos mediante cambios en los procesos de producción y utilización de insumos y modificaciones en los hábitos de consumo; así mismo, se busca fomentar el reciclaje y la valorización de los residuos. Cabe señalar que el más reciente reglamento de limpia del municipio de Pachuca establece como una medida la separación de los residuos en dos tipos: orgánicos e inorgánicos.
Disposición a separar
En cuanto a la praxis de la separación de residuos en la ciudad de Pachuca, los RSU no se separan de origen, es decir, desde las viviendas antes de ser recogidos por el servicio de recolección, como lo menciona el reciente reglamento de limpia. No obstante, esta acción puede evitar costos, tiempos y reducir incluso la contaminación y aumentar el aprovechamiento de los RSU. En ese sentido, se levantó un cuestionario en la ciudad de Pachuca a 110 personas para conocer la disposición a separar los residuos desde el origen. El resultado fue que 85% de los encuestados respondió que la separación de residuos es muy importante, 7% dijo que es importante y solo 6% no tan importante (Figura 4). Otros datos que arrojó el cuestionario es que el 59.6% de las personas dijeron que sí separan sus residuos aun cuando el camión de la basura no les exige que se separen. Así mismo, el 71% de las personas que separan su basura en casa son mujeres, lo cual también nos puede dar una idea hacia quien dirigir información para la separación de residuos.
Discusión
En el municipio de Pachuca, la basura se sigue viendo como un problema que genera muchos costos para el municipio, cuya erogación anual alcanza los $51.6 millones de pesos por el servicio de recolección de RSU de la ciudad, sin contabilizar los costos de mantenimiento del relleno sanitario el Huixmi, ni las inversiones en nuevas celdas o nuevos rellenos sanitarios. El municipio no considera la basura como una oportunidad de negocio y generación de empleo, como en el caso de la industria china, donde se ha implementado la economía circular para lograr reducir costos y ofrecer productos a precios más bajos por la utilización de material reciclable (Yong, 2007; Zhu et al., 2019).
En el municipio, el 90% de los RSU no se aprovechan, son confinados por la falta de proyectos de valorización y la falta de esquemas de participación público-privada, o incluso social. A la fecha solo existen dos formas de valorización (1) el reciclado, que cubre solo el 10% de los materiales inorgánicos recuperados a través de la separación en centros de transferencia, y (2) el aprovechamiento del biogás proveniente de los residuos del relleno sanitario, los cuales generan una cantidad considerable de electricidad y disminuyen el costo del alumbramiento público.
En cuanto al marco normativo, la legislación municipal, estatal y nacional incluyen en sus contenidos objetivos de EC, aun cuando no se menciona explícitamente. Dentro de sus objetivos se reconoce la importancia de reducir la generación de residuos desde los procesos productivos, así como la concientización de la ciudadanía para la separación y consumo responsable, y por parte de los municipios, la gestión integral de los residuos. No obstante, en la práctica, dentro de los planes y programas de gobierno no se generan dichas acciones con mayor puntualidad, ni se acompaña de metas concretas como el aumento en el porcentaje de reciclaje, campañas de sensibilización para consumo responsable, acuerdos e incentivos con empresas para el impulso de EC o la aplicación de la separación de origen de los RSU.
En ese sentido, otra proporción importante de los RSU son los materiales orgánicos, cuya forma de aprovechamiento es el compostaje, el cual se puede obtener mediante la separación de materia orgánica y vender a precio accesible el biofertilizante a los productores agrícolas de la ciudad de Pachuca y municipios cercanos, o incluso realizar un programa público de apoyo a la agricultura del estado que facilite dicho compostaje a los productores. Actualmente, el precio de los fertilizantes se ha incrementado más de 70% en tan solo un año y las actividades agrícolas tenderán a reducir el uso de plaguicidas y fertilizantes químicos, sustituyéndolos por biofertilizantes (Diacono et al., 2019). Por ello, es importante invertir en la valorización de los RSU orgánicos. En la Figura 5 se muestra un esquema del diseño de una planta de composta a nivel industrial.
Por su parte, de acuerdo con el cuestionario sobre separación de residuos, una parte importante de los encuestados menciona que es importante separar los residuos como una acción para reducir la contaminación y que ellos se encuentran dispuestos a realizarlo sin ningún intercambio económico, solo por una mejora ambiental. Sin embargo, estas acciones pueden ir acompañadas de programas de incentivos con descuentos en productos o servicios mediante convenios con empresas o negocios por la separación de RSU valorizables como PET, vidrio, aluminio, cartón, materia orgánica, aceites (como en otros países), fomentando además la reutilización, reducción, reciclado, reparación y recuperación (5R). Es importante mencionar que incluso algunos países también han diseñado penalizaciones a quienes no separan bien sus residuos.
Conclusiones
Las ciudades pequeñas como la ciudad de Pachuca cuentan con diversas ventajas frente a otras grandes ciudades para poder planificar su crecimiento y la oferta de los servicios públicos básicos, como lo es la recolecta de residuos. Cuentan con la posibilidad de realizar acciones y reformas para la separación, tratamiento y valorización de sus RSU. No obstante, no cuentan con recursos financieros para invertir en infraestructura e industrias de aprovechamiento de los residuos, tales como empresas recicladoras, de biogás, de elaboración de composta, entre otras. Se requiere del impulso de esquemas público-privados, o privados sociales, con el respaldo del gobierno con concesiones e incentivos fiscales para que la economía circular pueda desarrollarse, además, se sugiere poner en marcha las reformas legales en materia de tratamiento y recolección, así como la participación ciudadana con la separación domiciliaria. Los ingresos por valorización de RSU pueden incrementarse significativamente y reducir la contaminación en aire, agua y suelo.
Conflictos de interés
Este artículo no presenta conflicto de interés.