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Hidrobiológica
versión impresa ISSN 0188-8897
Hidrobiológica vol.19 no.3 Ciudad de México dic. 2009
Artículos
Toxinas paralizantes en moluscos bivalvos durante una proliferación de Gymnodinium catenatum Graham en la Bahía de La Paz, México
Paralytic toxins in bivalve mollusks during a proliferation of Gymodinium catenatum Graham in Bahía de La Paz, Mexico
Francisco E. HernándezSandoval1,2, David J. LópezCortés1, Christine J. BandSchmidt2, Ismael GárateLizárraga2, Erick J. NúñezVázquez1 y José J. BustillosGuzmán1*
1 Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, Mar Bermejo 195, Col. Playa Palo de Santa Rita. La Paz, B.C.S. 23090, México. *Email: jose04@cibnor.mx
2 Centro Interdisciplinario de Ciencias MarinasInstituto Politécnico Nacional. Av. Instituto Politécnico Nacional s/n. Col. Playa Palo de Santa Rita. La Paz, B.C.S. 23096.
Recibido: 16 de junio de 2009.
Aceptado: 23 de noviembre de 2009.
RESUMEN
De febrero a marzo de 2007, se presentó una proliferación de Gymnodinium catenatum Graham en la Bahía de La Paz (México), con densidades de 6 x 105 a 2,39 x 106 cél. L1. Durante este evento se determinó la concentración y el perfil de toxinas paralizantes en moluscos bivalvos (Pinna rugosa, Modiolus capax, Megapitaria squalida, Periglypta multicostata, Dosinia ponderosa y Megapitaria aurantiaca) y en muestras de fitoplancton. También se obtuvieron algunos parámetros físicos y químicos. Los valores promedios de la temperatura superficial y del oxígeno disuelto fueron de 20.9 ± 0.7 °C y 6.9 ± 0.3 mg L1, respectivamente. Las concentraciones promedios de nitritos, nitratos, amonio, fosfatos y silicatos fueron de 0.22 ± 0.05, 1.04 ± 0.33, 0.89 ± 0.88, 0.81 ± 0.76 y 8.85 ± 1.60 µM, respectivamente. El contenido de toxinas paralizantes en las muestras de arrastres de red variaron de 4.32 a 79.60 ng saxitoxina equivalente filtro1, identificándose 8 toxinas, siendo la C1 y C2 las dominantes. Las máximas concentraciones de toxinas paralizantes en los moluscos fueron de 31.14, 37.74 y 25.89 µg STXeq. 100 g1 en M. capax, P. rugosa y M. aurantiaca, respectivamente. Se dan a conocer las variaciones en el perfil de toxinas paralizantes en las diversas especies de moluscos.
Palabras claves: Bahía de La Paz, Gymnodinium catenatum, moluscos, proliferación algal, toxinas paralizantes.
ABSTRACT
From February to March 2007 a harmful algae bloom of Gymnodinium catenatum Graham ocurred in Bahía de La Paz, Mexico, with cell densities from 6 x 105 to 2,39 x 106 cells L1. During this event the toxin concentration and toxin profile of paralytic shellfish toxins in mollusks (Pinna rugosa, Modiolus capax, Megapitaria squalida, Periglypta multicostata, Dosinia ponderosa, and Megapitaria aurantiaca), and in phytoplankton samples were determined. Some physicochemical data were obtained. The average values of the surface temperature and dissolved oxygen were 20.9 ± 0.7 °C and 6.9 ± 0.3 mg L1. The average concentrations of nitrites, nitrates, ammonium, phosphates, and silicates were 0.22 ± 0.05, 1.04 ± 0.33, 0.89 ± 0.88, 0.81 ± 0.76, and 8.85 ± 1.60 µM, respectively. The concentration of paralytic shellfish toxins in the net phytoplankton samples varied from 4.32 to 79.60 ng saxitoxin equivalents filter1, identifying 8 toxins, the most abundant being C1 and C2. The highest toxin concentration found in mollusks were 31.14, 37.74, and 25.89 µg STXeq 100 g1 in M. capax, P. rugosa, and M. aurantiaca, respectively. The variations in the paralytic toxin profile in the different mollusks species are given.
Key words: Bahía de La Paz, Gymnodinium catenatum, mollusks, harmful algae, paralytic toxins.
INTRODUCCIÓN
Los florecimientos algales nocivos (FAN) son eventos naturales que en las últimas décadas se han incrementado a nivel mundial en número, intensidad y distribución geográfica (Hallegraeff, 1993; Anderson, 1994; Zingone & Oksfeldt, 2000; Smayda, 2002; Heisler et al., 2008). Las costas mexicanas no son la excepción, particularmente en el Pacífico donde ha habido un mayor registro de estos fenómenos (Mee et al., 1986; CortésAltamirano, 1987; CortésAltamirano & AlonsoRodríguez, 1997; CortésAltamirano et al., 1999; GárateLizárraga et al., 2001, 2008). En la Bahía de La Paz los FAN más comunes son causadas por el ciliado Myrionecta rubra (Lohmann) Jankowski (Ochoa et al., 1997; GárateLizárraga et al., 2001, 2004). Sin embargo, también se han presentado floraciones de la cianobacteria Oscillatoria erythraea (Ehrenberg) Kützing (Ochoa et al., 1997), de diversas especies de dinoflagelados como Prorocentrum rhathymum A.R. Loeblich III, Sherley et Schmidt, Noctiluca scintillans (Macartney) Kofoid & Swezy, Gonyaulax polygramma F. Stein, Scrippsiella trochoidea (F. Stein) A. R. Loeblich (GárateLizárraga & MartínezLópez, 1997; GárateLizárraga et al., 2001, 2006a), Cochlodinium polykrikoides Margalef (GárateLizárraga et al., 2000, 2004; NúñezVázquez et al., 2003), las diatomeas Eucampia zodiacus, Chaetoceros debilis Cleve, Rhizosolenia debyana H. Peregallo, Pseudonitszchia fraudulenta (Cleve) Hasle, Thalassiosira sp. y Chaetoceros sp. (GárateLizárraga et al., 2001, 2003, 2006a, 2007; GuluarteCastro & Bañuelos, 2007) y recientemente de la rafidofícea Chattonella marina (Subrahmanyan) Hara et Chiahara (BandSchmidt et al., 2005b).
Gymnodinium catenatum Graham, es un dinoflagelado desnudo que produce toxinas paralizantes (saxitoxina y análogos) fue descrita a partir de material colectado en el Golfo de California en 1939 (Graham, 1943). Esta especie se ha asociado a intoxicaciones y decesos de humanos por consumo de mariscos en la Bahía de Mazatlán (Mee et al., 1986) y costas de Oaxaca (SaldateCastañeda et al., 1991). Se han descrito florecimientos de G. catenatum en las Bahías de Acapulco (Licea et al., 1999; CabreraMancilla et al., 2000; GárateLizárraga et al., 2008), Concepción (GárateLizárraga et al., 2004) y Manzanillo (MoralesBlake et al., 2000; ZepedaEsquivel & Meave del Castillo, 2007). En la Bahía de La Paz (BAPAZ) G. catenatum se registró por primera vez en el 2002 (GárateLizárraga et al., 2004). Recientemente se han registrado proliferaciones de esta especie, reportando abundancias en el rango comprendido entre 10,000 cél L1 y 79,000 cél L1 (GárateLizárraga et al., 2006a, 2008, 2009). Este trabajo tiene como objetivo determinar el contenido y el perfil de toxinas paralizantes en seis especies de moluscos bivalvos durante el florecimiento de G. catenatum en la Bahía de La Paz, B.C.S.
MATERIALES Y MÉTODOS
La Bahía de La Paz es un cuerpo de agua protegido que se encuentra ubicada sobre el margen suroriental de la Península de Baja California entre los 24° 10' y 24° 47' N, y los 110° 20' y 110° 44' O (Fig. 1). Con una superficie aproximada de 2,635 km2 (CruzOrozco et al., 1996). En la mitad noroeste de la bahía la profundidad máxima es de 400 m y la mínima en el sur de 40 m (CruzOrozco et al., 1996; PérezCruz, 2006). Hacia el sur disminuye la profundidad gradualmente formando una suave pendiente y extensas playas (JiménezIllescas et al., 1997). El clima es seco y semicálido. La temperatura superficial del mar varía de 18 a 31 °C (CervantesDuarte et al., 2001; GárateLizárraga et al., 2009). En verano, los vientos dominantes son del sur con intensidades medias de 2 a 3 m s1 (Douglas et al., 1993). Durante el invierno los vientos dominantes son del noroeste y norte, alcanzando en algunas ocasiones intensidades de 4 m s1 a 10 m s1 (Pérez, 1988; PérezCruz, 2006). Esta zona es influenciada por ciclones tropicales durante los meses de septiembre y octubre (Espinoza, 1979; CervantesDuarte et al., 2005).
En ocho sitios de la Bahía de La Paz (Fig. 1), donde se extraen moluscos bivalvos para fines comerciales, se obtuvieron de enero a marzo de 2007 por buceo libre y SCUBA, organismos de seis especies de moluscos para cuantificar su contenido de toxinas paralizantes. Las especies recolectadas fueron: Modiolus capax Conrad, Pinna rugosa Sowerby, Megapitaria squalida Sowerby, Megapitaria aurantiaca Sowerby, Dosinia ponderosa Gray y Periglypta multicostata Sowerby. Para estimar el probable origen de las toxinas de estos bivalvos, se realizó un muestreo (7/03/07) para recolectar muestras superficiales de agua de mar con una botella van Dorn, el agua se filtró a través de filtros de fibra de vidrio Whatman GF/F de 0.7 µm para identificar y cuantificar las toxinas paralizantes del fitoplancton. El agua filtrada se uso para el análisis de nutrientes (NO2, NO3, NH4+, PO43 y SiO44) de acuerdo a Strickland & Parsons (1972) utilizando un autoanalizador de iones de flujo continuo (Lachat Instruments, modelo Quick Chem, serie 8000). Adicionalmente se midió la temperatura in situ con un termómetro de cubeta (Kahlsico Internacional Corp., El Cajon, California) y el oxígeno disuelto por el método de Winkler modificado por Strickland & Parsons (1972). A fin de observar los cambios temporales de temperatura superficial, se obtuvieron datos para un punto de la bahía (24.45 N, 110.5 E) de enero a abril del 2007 del programa CoastWatch de la National Oceanic and Atmospheric Administration (http://coastwatch.pfeg.noaa.gov/coastwatch). Se recolectaron muestras de botella preservándose con Lugol ácido (Throndsen, 1979) y de red (20 µm) para el análisis cuantitativo de fitoplancton de acuerdo a Utermöhl (1958). Un arrastre de red de 20 µm de luz de malla se concentró en filtros GF/F para el análisis de toxinas paralizantes. Los análisis de toxinas paralizantes se realizaron por cromatografía de líquidos de alta resolución (HPLCFLD) siguiendo el método descrito por Hummert et al. (1997), modificado por Yu et al. (1998). El análisis se hace por derivatización postcolumna y detección por fluorescencia en un sistema de cromatografía de fase inversa con un gradiente par iónico consistente en las soluciones de ácido octanosulfónico, fosfato de amonio a un pH de 6.9 y acetonitrilo para separar las toxinas. La columna utilizada fue Phenomenex de 5 µm RPC18 (250 mm x 4.6 mm). Luego de la oxidación postcolumna con ácido periódico las toxinas son detectadas por fluorescencia con una excitación de un haz luminoso de longitud de onda de 330 nm y la emisión a 395 nm.
Los moluscos recolectados se mantuvieron en hielo y fueron transportados al laboratorio donde se enjuagaron con agua, se desconcharon y homogeneizaron sus tejidos. Se tomaron dos gramos del homogenizado y se le agregaron 2 mL de ácido acético 0.03 N, después las muestras inmersas en hielo se sonicaron tres veces a 35 kHz en lapsos de 1 min. Posteriormente, se centrifugaron a 10,000 rpm por 15 min a 10 °C, el sobrenadante se filtró a través de un acrodisco (0.45 µm), del extracto 150 µL fueron utilizados para la hidrólisis con HCl (1M). Se analizaron 10 µL de ambos extractos (con y sin hidrólisis). La identificación de las toxinas paralizantes se realizó por comparación de los tiempos de retención de las muestras y por coelución con los de estándares comerciales: Saxitoxina (STX), neosaxitoxina (NeoSTX), goniautoxinas1, 4 (GTX 1, 4), decarbamoilsaxitoxina (dcSTX), decarbamoilgoniautoxinas2, 3 (dcGTX 2, 3) y Nsulfocarbamoil11hidroxisulfato (C1, 2), los cuales fueron adquiridos del National Research Council Canada, Halifax, NS, Canadá.
RESULTADOS
Variables ambientales. Las condiciones de la zona de muestreo muestran temperaturas relativamente frías que oscilaron entre 20 y 21.9 °C y bajas concentraciones de nutrientes, los valores de oxígeno fueron altos (tabla 1). Los datos de temperatura para el periodo eneroabril muestran claramente el periodo transitorio inviernoprimavera con valores de alrededor de los 20 °C, a principios de febrero, y luego una tendencia a incrementar a 2224 °C a finales de febrero principios de marzo (Fig. 2). La razón molar N:P también fue baja con valores entre 1.6 y 3.2 denotando deficiencia en nitrógeno.
Toxinas paralizantes. Los análisis de toxinas en muestras de red mostraron la presencia de toxinas del grupo sulfocarbamoil (toxinas B1, C1 y C2), carbamoil (saxitoxina, neosaxitoxina y goniautoxinas 2 y 3) y decarbamoiladas (decarbamoilgoniautoxina3). Claramente existió una presencia mayor del primer grupo que representaron más del 68% molar en todas las estaciones (tabla 2). Es interesante observar el mayor número de toxinas en las estaciones E1 y E6 con respecto a las otras y la gran variación en los porcentajes de contribución de las diversas toxinas entre todas las estaciones. Destaca que en dos estaciones (E1 y E5) las toxinas de mayor potencia, saxitoxina y neosaxitoxina, contribuyeron de manera significativa.
La toxicidad de los moluscos (tabla 3) en ningún caso fue superior al señalado por la Norma Oficial Mexicana (NOM129SSA11995) para evitar su consumo (80 µg STXeq 100 g1 de tejido). A pesar de no haber analizado la misma especie en cada uno de los lugares durante el evento y de que se muestreo en fechas diferentes se puede resaltar: a) en general baja toxicidad, b) poca variación en la toxicidad total entre las diversas especies muestreadas en la misma fecha y estación (ie. Estación 4), c) baja toxicidad y poca variación entre las diferentes especies de moluscos a pesar de haberse muestreado en diferentes estaciones (ie. 15/03/07) con excepción de M. auriantaca, y d) una tendencia en la toxicidad a disminuir hacia el final del evento.
En las tablas 4 y 5 se muestran los resultados del perfil de toxinas en los diversos moluscos. Claramente se observa que en general existió una dominancia de las toxinas tipo C, seguidas del grupo de las toxinas decarbamoil (dcSTX, dcGTX2 y 3). También estuvieron presentes las toxinas decarbamoil particularmente la GTX2 y 3. De este último grupo, se observa que la STX y la NeoSTX aunque presentes, su proporción fue baja e irregular. Un análisis agrupando las toxinas de acuerdo al grupo funcional presente en la posición R4 de la molécula (Fig. 3), muestra claramente que existe una relación negativa entre la presencia de las toxinas carbamoil y las decarbamoil con respecto a las sulfocarbamoil (Figs. 4ab ). La relación entre los dos primeros grupos no fue significativa (Fig. 4c).
DISCUSIÓN
Gymnodinium catenatum se distribuye en diferentes ecosistemas marinos del mundo (Hallegraeff & Fraga, 1996; Negri et al., 2001; Park et al., 2004; Amorin & Dale, 2006), en México se han registrado únicamente para las costas del Pacífico (Mee et al., 1986; CortésAltamirano, 1987; GárateLizárraga et al., 2005; HernándezBecerril et al., 2007; BandSchmidt et al., 2008). Su amplia tolerancia a la salinidad y temperatura (BandSchmidt et al., 2004), formación de quistes (Amorin & Dale, 2006) y diferentes regímenes de nutrientes (Smayda, 1977) le han permitido proliferar en diferentes ecosistemas marinos. La hidrografía de la Bahía de La Paz, se encuentra regulada por diferentes corrientes marinas y por los vientos del noroeste en invierno y del sureste en el verano (MonrealGómez et al., 2001; ObesoNieblas et al., 2004). En inviernoprimavera, periodo en el que se realizó este trabajo, la temperatura promedio fue de 20.9 ± 0.5 °C y el oxígeno fue de 6.9 ± 0.3 mg L1, valores característicos de este periodo anual (De SilvaDávila & PalomaresGarcía, 2002). En general, la concentración de los nutrientes y la razón molar N:P fueron bajas, pero se ubican dentro del rango reportado por otros autores para la misma zona (CervantesDuarte & GuerreroGodínez, 1987; CervantesDuarte et al., 2001; ReyesSalinas, 1999; LópezCortés et al., 2008). Las temperaturas obtenidas en este trabajo muestran claramente que este florecimiento ocurrió en inviernoprimavera y se enmarcan en los valores reportados para diferentes zonas del Pacífico Mexicano durante florecimientos masivos de G. catenatum (Mee et al., 1986; CortésAltamirano & NúñezPasten, 1991; CortésAltamirano et al., 1999; GárateLizárraga et al., 2004a, b). Esto sugiere que estas condiciones son adecuadas para el crecimiento de esta especie.
En la Bahía de La Paz la frecuencia de los florecimientos algales han aumentado en la última década (GárateLizárraga et al., 2001, 2006a, 2008). Aunque en esta bahía G. catenatum ha sido registrada en bajas abundancias: de 160 a 2,600 cél. L1 en 2002 (GárateLizárraga et al., 2004), de 800 a 1,200 cél L1 en junio del 2003 (LópezCortés et al., 2006) y de 8,000 a 79,000 cél L1 en 2008 (GárateLizárraga et al., 2009). En este trabajo, se registra por primera vez una floración masiva de G. catenatum con una densidad celular elevada (entre 6 x 105 y 2.39 x 106 cél L1), que estuvo asociada a la toxicidad en moluscos bivalvos. El análisis microscópico y toxicológico de las muestras de red demostraron la presencia de G. catenatum como única especie productora de saxitoxina (4.32 79.60 ng STXeq filtro1) y sus análogos. Dentro de los resultados de GárateLizárraga et al. (2004a) de muestras de red para esta Bahía encontraron toxinas para el periodo del 20012002, aunque en muy bajas concentraciones. Los valores de G. catenatum, sin embargo, también fueron menores a las 3,000 cél L1. Para Bahía Concepción en el Golfo de California reportaron concentraciones de toxinas paralizantes de 5.94 a 90.54 ng STXeq filtro1) para enerojulio del 2002 donde también se presentaba G. catenatum (GárateLizárraga et al., 2006b). Los resultados de este trabajo muestran diferencias en los perfiles de toxinas, expresadas como porcentaje molar, provenientes de muestras de red, no obstante que son de la misma región geográfica (tabla 2). En la mayoría de las estaciones dominan las toxinas de menor toxicidad C1 y C2. En las estaciones E1 y E6, donde se presenta la mayor concentración de toxinas después de la C1 y C2 predominaron las toxinas carbamoil y las decarbamoil. Por otra parte, en la E5 únicamente se detectaron STX (31.09 %) y la Nsulfocarbamoil C2 (68.91 %) (tabla 2). Estas diferencias pueden ser explicadas por la existencia de un posible desfasamiento temporal en el desarrollo del florecimiento en las diferentes zonas muestreadas, lo que implicaría el predominio de diferentes estadios de crecimiento celular en cada área. En Bahía Concepción, también se observaron diferencias en el perfil de toxinas en muestras de red en presencia de G. catenatum (GárateLizárraga et al., 2006b), sin embargo, en la mayoría de las muestras dominaron las toxinas dcGTX 23.
Se ha demostrado que el contenido de toxinas varía con la fase de crecimiento en cepas de G. catenatum de Bahía de La Paz y de Bahía de Mazatlán, existiendo diferencias en el perfil de toxinas con el origen de la cepa (BandSchmidt et al., 2006). Es probable que otros factores metabólicos y/o genéticos puedan ser determinantes en el perfil y composición de las toxinas de G. catenatum. Oshima et al. (1993) asumen que los perfiles de toxinas son una expresión de las enzimas involucradas en la biosíntesis de toxinas y que la presencia o ausencia de toxinas es una evidencia de diferencias genéticas entre y dentro de las poblaciones. En general, la presencia de toxinas C1 y C2 es una característica común de diversas cepas de G. catenatum (BandSchmidt et al., 2005a, 2006; GárateLizárraga et al., 2005). Sin embargo, existen diferencias en el perfil de toxinas entre cepas de distinto origen geográfico. Por ejemplo, las cepas del Pacífico Occidental, se caracterizan por un alto porcentaje de toxinas C1C4 (Negri et al., 2001). Cepas de Portugal y España presentan un mayor contenido de toxinas B (Anderson et al., 1989; Negri et al., 2001; CaminoOrdás et al., 2004). Cepas de Corea y Singapur presentan un mayor contenido de toxinas GTX23 (Park et al., 2004). Es probable que diferencias genéticas deriven en diferentes respuestas fisiológicas hacia la localidad geográfica y que su composición tóxica esté gobernada por su carga genética, hipótesis aún por comprobar. Otra explicación pudiera deberse al método utilizado, ya que el perfil de toxinas en cepas de G. catenatum de Bahía Concepción han mostrado diferencias importantes en el perfil de toxinas al utilizar métodos diferentes (PérezLinares et al., 2009). La presencia de los derivados como los hidroxibenzoatos descritos para esta especie (Negri et al., 2007) no pueden descartarse pues el método que utilizamos no los detecta.
Uno de los mayores impactos nocivos durante los florecimientos de G. catenatum es la transferencia de sus toxinas hacia moluscos bivalvos. Durante el florecimiento masivo de este dinoflagelado tóxico diversas especies de moluscos bivalvos fueron contaminadas con toxinas paralizantes. Las concentraciones de las toxinas fueron diferentes en cada estación de recolecta, incluso en organismos de la misma especie. Sin embargo, sus mayores concentraciones (37.74 µg STXeq 100 g1) no rebasaron los límites permisibles de 80 µg STXeq 100 g1, especificados por la NOM129SSA1995 y la regulación internacional como límites máximos permisibles para el consumo humano (NOM, 1995; FAO, 1995). Los valores de toxinas son mayores a lo reportado para Megapitaria squalida de la Bahía de La Paz en el 2002 (GárateLizárraga et al., 2004a), donde se presentó una concentración máxima de toxinas paralizantes de 5.46 µg STXeq 100 g1 coincidiendo con bajas abundancias de G. catenatum.
Un total de 11 toxinas paralizantes fueron identificadas y cuantificadas en los moluscos analizados. Sus perfiles difieren ampliamente con lo registrado en las muestras de red, aunque coinciden las muestras de fitoplancton y de moluscos en presentar altos porcentajes molares de C1 y C2. GárateLizárraga et al. (2004a) identificaron siete toxinas en muestras de red de Bahía Concepción, siendo las principales dcGTX2, dcGTX3 y B1, mientras que los porcentajes de C1 y C2 fueron bajos. Estas dos últimas toxinas se registraron con porcentajes altos (>79 % molar) en la almeja M. squalida atribuyendo este hecho a su baja capacidad de biotransformación. Sin embargo, en el laboratorio se ha demostrado una activa biotransformación de las C1 y C2 a NeoSXT (PérezCruz, 2008). Existen varios registros en diversas bahías del Golfo de California, donde la presencia de G. catenatum coincide con un alto porcentaje de toxinas C1 y C2 en diversas especies de moluscos (BandSchmidt et al., 2004; GárateLizárraga et al., 2004a, b ). Cepas aisladas de G. catenatum del Golfo de California también se caracterizan por presentar un mayor porcentaje de toxinas C1 y C2 (BandSchmidt et al., 2004, 2006; GárateLizárraga et al., 2004, 2005). Es probable que los organismos bivalvos analizados en este trabajo adquirieron las toxinas C1 y C2 al alimentarse de G. catenatum.
Estudios de laboratorio han confirmado que algunas especies de moluscos retienen las toxinas durante diferentes tiempos variando sus tasas de depuración y cambiando la composición inicial de toxinas. Por ejemplo, la almeja Patinopecten yessoensis durante su depuración registra una disminución del grupo de toxinas GTX14 y neosaxitoxinas, e incrementa la concentración de GTX2 3, saxitoxina, y elimina el grupo Osulfato (Oshima, 1995; Jaime et al., 2006). Choi et al. (2003), demuestran también que los moluscos Chlamy nobilis y el mejillón Perna viridis al exponerlas a la toxina Nsulfocarbamoil (C2) ejercen una biotransformación de esta toxina, encontrando evidencias de la presencia de goniautoxina GTX2 y GTX3, así como derivados de la decarbamoil dcGTX2, dcGTX3 y GTX5 derivados todo de la C2, indicando su biotransformación. Otra probable fuente de transformación de las toxinas en los moluscos es la actividad enzimática de algunas bacterias (Kodama et al., 1990; Smith et al., 2001), actividad que probablemente influyó en los resultados de este trabajo.
Nuestros resultados muestran que probablemente estos moluscos bivalvos tienen la capacidad de una hidrólisis enzimática para transformar toxinas Nsulfocarbamoil y carbamoil. Una transformación similar fue observada en la almeja M. squalida bajo condiciones de laboratorio. En dicho estudio PérezCruz (2008) encontró que M. squalida puede transformar toxinas del grupo Nsulfocarbamoil a toxinas carbamoil en poco tiempo. Así mismo, la transformación a toxinas decarbamoil, también ha sido reportada en otras especies de moluscos (Mactra chinensis, Peronidia venulosa, Protothaca staminea, Patinopecten yessoensis, Mytilus edulis, Chlamys nobilis, Perna viridis), y algunas especies de caracoles (Sullivan et al., 1983; Anderson et al., 1989; Oshima et al., 1990; Oshima, 1995; Nagashima et al., 1995; Bravo et al., 1999; Choi et al., 2003). La relación inversa que muestran las toxinas sulfocarbamoil con respecto a las decarbamoil y carbamoil, en este estudio, apoyan esta biotransformación.
Todos los moluscos bivalvos analizados presentaron toxinas paralizantes durante el FAN de G. catenatum y por consiguiente pueden actuar como vectores de transferencia dentro de la cadena trófica marina y repercutir en la salud humana. Es probable que en las muestras de red, la falta de un amplio elenco de toxinas como el registrado en cepas aisladas de la Bahía de La Paz, se explique por el bajo número de células concentradas en la red de fitoplancton y a los límites de detección del equipo de cromatografía utilizado. La discrepancia entre el elenco de toxinas de las muestras de red de G. catenatum y la detectada en los moluscos bivalvos indican una biotransformación por los moluscos bivalvos como ha sido demostrado para otras especies de moluscos (Oshima, 1995; Bricelj & Shumway, 1998; Choi et al., 2003; Jaime et al., 2006). Este es el primer reporte bajo condiciones naturales del perfil de toxinas paralizantes para M. aurantiaca, P. multicostata y D. ponderosa, en el Golfo de California. Se requiere un conocimiento más detallado sobre la adquisición, transformación y depuración de las toxinas paralizantes en moluscos de la Bahía de La Paz para su adecuado manejo pesquero ante la presencia de un FAN de esta especie.
AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen a O. Armendáriz por la elaboración del mapa. Este trabajo estuvo financiado por los proyectos de CONACyT SEP200784064, CONACyT SEP200661226, SNI90102 e institucionales PC3.1 y PC3.2. FEHS es estudiante de Posgrado del CICIMARIPN, becario CONACYT 202241. IGL y CJBS son becarios COFAA y EDI.
REFERENCIAS
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