Introducción
Los beneficios que los ríos y otros cuerpos naturales de agua brindan a la población humana, tanto a nivel socioeconómico como en términos de servicios ecosistémicos relacionados con la recreación, los usos culturales y otros aspectos funcionales los convierten en elementos de gran importancia al momento de considerar estrategias de manejo y conservación ambiental (Garcia & Pargament, 2014). Esta particularidad hace necesario establecer metodologías que permitan caracterizar de manera eficiente el grado de conservación del ecosistema y sus funciones ante la presión generada por las actividades antropogénicas.
Sin desconocer la validez de la caracterización físico-química de las aguas, es conveniente incluir también los componentes bióticos cuya sensibilidad a los cambios del medio físico permita una valoración ambiental mucho más precisa (Wright-Stow & Winterbourn, 2003). Los macroinvertebrados bentónicos representan uno de los grupos más adecuados para los fines de evaluación de calidad de ecosistemas acuáticos debido a su ubicuidad como grupo funcional de alimentación y a la capacidad de algunos grupos para soportar condiciones hipóxicas (López & Sedeño, 2015). Este grupo de organismos hace referencia a aquellos animales que desarrollan alguna etapa de su ciclo de vida en el medio hídrico, que son fácilmente observables o que pueden ser retenidos por una red de malla de aproximadamente 250 µm (Minae, 2007); se descarta a los pertenecientes al subfilo Vertebrata. Los macroinvertebrados bentónicos incluyen representantes de varios filos animales, entre ellos: Arthropoda, Mollusca, Annelida, Platyhelminthes, Nematoda y Nematomorpha; y aunque la palabra macroinvertebrado no posee valor taxonómico, individuos de 5 mm en adelante (Barba et al., 2010; Stark et al., 2001) presentan mucha utilidad al momento de calificarlos como indicadores bióticos para diagnósticos de calidad ambiental debido a su no dependencia de métodos sofisticados para su captura y su relativa facilidad de identificación taxonómica (Sierra, 2011).
La validez del presente estudio radica en la valoración ambiental de la diversidad y abundancia de familias de macroinvertebrados, que parte de la premisa de que la presencia de especímenes de ciertos taxones puede variar radicalmente de acuerdo con las condiciones hidrológicas, físico-químicas y biológicas del agua (Alba et al., 2005). El estudio propuso identificar las familias presentes en el curso medio del río Puyo y determinar su valoración ambiental mediante el cálculo de dos índices biológicos: el Biological Monitoring Working Party modificado para Costa Rica (BMWP-CR), propuesto por el Minae (2007), y el Índice Biológico de Familias para El Salvador (IBF-SV), adaptado para este país por Sermeño et al. (2010), y originalmente propuesto por Hilsenhoff, (1987); así como verificar la relación entre la abundancia y diversidad de dichas familias con la calidad física y química del agua, expresada en los parámetros oxígeno disuelto y pH.
Materiales y métodos
Selección de segmento del río y sitios de muestreo. Para el estudio se eligieron cuatro sitios en el río Puyo, en la Provincia de Pastaza en la Amazonía Ecuatoriana, distribuidos de tal manera que permitiesen establecer la calidad de agua en relación con la presencia de población humana, y localizados antes y después de donde ocurren descargas en el río, mismas que provienen de la ciudad de Puyo. La ubicación de estos sitios se presenta en la Fig. 1.
El sitio 1 (Fátima) fue, seleccionado por estar ubicado inmediatamente antes de la influencia del primer asentamiento poblacional, 100 metros río arriba del dique turístico de la parroquia Fátima. En este sitio aún no existen descargas de aguas residuales, y sus márgenes se encuentran cubiertas por bosque secundario y pastizales.
El sitio 2 (Paseo Turístico) se encuentra ubicado en el barrio Simón Bolívar, en la zona norte de la ciudad de Puyo; fue elegido porque, a pesar de recibir cierta influencia de algunos asentamientos poblacionales río arriba, sus aguas son aún utilizadas por la población con fines principalmente recreativos, y en sus márgenes se encuentra uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad, el paseo turístico Boayaku.
El sitio 3 (La Isla), considerado debido a que concentra el mayor caudal de aguas residuales recibidas, refleja los efectos adversos de la contaminación en sus características físicas. Se encuentra muy cerca del centro de la ciudad y luego de la desembocadura del estero Citayacu, en el cual se vierten descargas domésticas y de establecimientos comerciales, sobre todo de los que se dedican a la lubricación de vehículos.
El sitio 4 (Unión Base) se encuentra al final del tramo estudiado, aproximadamente 7 km río abajo desde el sitio anterior. Fue elegido debido a que, al estar alejado de la zona urbana y recibir algunos tributarios no contaminados provenientes de zonas poco pobladas, se observan indicios de recuperación. Este punto cuenta con bosque secundario y bosque maduro a sus alrededores.
Recolección de muestras e identificación. Los sitios estuvieron caracterizados por la presencia de rápidos de poca profundidad y flujo turbulento, con lecho cubierto de piedras, hojarasca, vegetación sumergida y colonias de algas. En los sitios seleccionados, se realizaron cuatro monitoreos, con intervalos de 21 días, durante octubre, noviembre y diciembre de 2012. Los organismos fueron colectados con una red “D” de 250 µm, colocada en el lecho del río en dirección contraria a la corriente. El proceso de captura fue complementado mediante remoción y frotamiento de las piedras situadas en el lecho junto a la red. Se realizaron seis colectas en un intervalo de 60 minutos, tiempo durante el cual se cambió la ubicación de la red cada 10 minutos hacia diferentes sitios localizados en la misma sección del río, con intervalos de 2.5 minutos para desembolsar la red en bandejas de plástico blanco; dos personas separaron los especímenes de la hojarasca y demás materiales para almacenarlos en frascos de vidrio con alcohol, previamente etiquetados. De manera simultánea a cada colecta, se realizó la medición in situ de la concentración y saturación de pH y oxígeno disuelto, con ayuda de un medidor multiparámetro portátil Hach HQ40d. Estos parámetros fueron elegidos por la notable variación de sus valores a lo largo del río en un estudio de contaminación hídrica relacionado (Rodríguez et al., 2013), respecto a otros parámetros que fueron medidos en el mismo, como DBO5, DQO y conductividad eléctrica.
Para la identificación y clasificación de los ejemplares de macroinvertebrados se utilizó un estereo-microscopio y las claves taxonómicas de Domínguez y Fernández (2009), considerando las características morfológicas de cada organismo.
Análisis de resultados. Los ejemplares identificados fueron agrupados por clase, orden y familia a fin de determinar la abundancia y diversidad de individuos pertenecientes a cada una de ellos. Para ello, se ordenaron los resultados basados en sus orígenes filogenéticos, siguiendo las descripciones de Calor (2009), Carle et al. (2015), Dijkstra et al. (2014), Gullan y Cranston (2004), Ogden et al. (2009), Tree of Life Web Project (2002) y Yeates et al. (2007).
La estimación de calidad de agua se realizó mediante los indicadores definidos a continuación:
Índice BMWP-CR (Biological Monitoring Working Party modificado para Costa Rica). Este índice fue propuesto a partir del índice Biological Monitoring Working Party (BMWP), el cual constituye un indicador de diversidad taxonómica y valoración relativa a nivel de familia. El puntaje de 10 indica familias que no aceptan contaminantes, y el puntaje de 1, a aquellas que toleran gran cantidad de éstos. El índice considera únicamente la presencia de familias y no la abundancia de individuos, y su cálculo se puede definir mediante la siguiente ecuación (Minae, 2007):
Donde:
BMWP-CR = |
Índice biológico BMWP-CR para un sitio determinado |
Vi = |
Valor constante de calidad de agua para la familia i (valor establecido del 1 al 10 para cada familia) |
IBF-SV (Índice Biológico de Familias para El Salvador). Este índice se considera la abundancia de individuos de cada familia identificada, otorgando a éstas valores de ponderación en función de dicha abundancia. El índice es construido a partir de la sumatoria de los productos entre los valores ponderados y valores de sensibilidad inversa, mediante la siguiente fórmula (Sermeño et al., 2010):
Donde:
IBF-SV = |
Índice biológico IBF-SV para un sitio determinado |
N i = |
Número de individuos colectados pertenecientes a una familia i |
V i = |
Categoría de calidad de agua para la familia i (valor establecido del 1 al 10 para cada familia) |
N t = |
Número total de individuos colectados en el sitio |
Los valores obtenidos fueron sometidos a un análisis de varianza y prueba de significación de Tukey al 5% para establecer diferencias estadísticamente significativas entre sitios. El ajuste paramétrico de los valores analizados fue verificado previamente mediante la prueba de Shapiro-Wilk modificada. Los cálculos fueron realizados con ayuda del paquete informático InfoStat. Además, se obtuvieron los valores de los coeficientes de correlación lineal “r” de Pearson para las variables bióticas y abióticas evaluadas.
Resultados
Se identificaron 39 familias y 2 808 individuos de macroinvertebrados bentónicos distribuidos en los cuatro sitios considerados (Tabla 1). Se observa que el mayor número de familias se encuentra en el sitio 1 (Fátima), mientras que en los sitios 3 (La Isla) y 4 (Unión Base) se encontró menor número de éstas (Tabla 1).
En la Tabla 2 se detallan los grupos taxonómicos a los que pertenecen los ejemplares colectados, de los cuales existió una mayor abundancia de individuos de las familias Leptohyphidae (23.3%) e Hydropsychidae (18.7%), y de los órdenes Ephemeroptera (31.9%) y Trichoptera (21.5%) se registraron 896 y 604 individuos, respectivamente. El sitio que mayor riqueza de familias presentó fue el número 1 (Fátima), con 29, mientras que los de menor riqueza fueron los sitios 3 (La Isla) y 4 (Unión Base). En los sitios 1, 2 y 4 se observó la predominancia de individuos de familias pertenecientes a los órdenes Ephemeroptera (35.0, 22.2 y 48.9% del total de individuos, respectivamente) y Trichoptera (27.4, 36.3 y 34.6% del total de individuos, respectivamente), mientras que en el sitio 3 existió un mayor número de familias pertenecientes al orden Diptera (32.0%), seguido de Ephemeroptera (24.4%) y anélidos de la clase Oligochaeta (18.1%).
I = Individuos; P = Proporción; * = Grupo que contiene 40 familias.
Los órdenes y familias fueron ordenadas desde las antiguas a las más recientes, en orden descendente; siguiendo las descripciones de: Calor (2009); Carle et al. (2015); Dijkstra et al. (2014); Gullan y Cranston (2004); Ogden et. al. (2009); The Tree of Life Web Project (2002); Yeates et. al. (2007). En negritas se indica el # total de individuos.
Respecto a la abundancia de familias por cada uno de los sitios, en el 1 (Fátima) se colectó un total de 785 individuos, distribuidos en 29 familias y 10 órdenes; el orden más representativo fue Ephemeroptera, con 275 individuos (35.0%); seguido de Trichoptera, con 215 (27.4%), y Coleoptera, con 114 individuos (14.5%). A nivel de familias, las más abundantes fueron: Leptohyphidae (Ephemeroptera), con 148 individuos (18.9%); Hydropsychidae, con 145 (18.5%), y Leptophlebiidae (Ephemeroptera), con 92 (11.7%). Los grupos taxonómicos con menor abundancia de individuos fueron las clases Arachnida y Turbellaria, cada una con un individuo (0.1%).
En el sitio 2 (Paseo Turístico), se colectaron 526 individuos, distribuidos en 21 familias y 9 órdenes; el más representativo fue el Trichoptera, con 191 individuos (36.3%); seguido de Ephemeroptera, con 117 (22.2%), y Diptera, con 83 (15.8%). A nivel de familias, las más abundantes fueron: Hydropsychidae, con 186 individuos (35.4%); Leptohyphidae (Ephemeroptera), con 60 (11.4%), y Chironomidae (Diptera), con 59 (11.2%). Los órdenes que representaron una menor abundancia fueron: Plecoptera, con 6 individuos (1.1%), y Hemiptera, con 4 (0.8%) En el sitio 3 (La Isla), se colectó un total de 928 individuos, distribuidos en 20 familias y 13 órdenes; el orden más representativo fue Diptera, con 297 individuos (32.0%); seguido de Ephemeroptera, con 226 (24.4%), así como de la clase Oligochaeta, con 168 individuos (18.1%). A nivel de familias, las más abundantes fueron: Chironomidae (Diptera), con 293 individuos (31.6%); Leptohyphidae (Ephemeroptera), con 220 (23.7%), y Tubificidae (Oligochaeta), con 168 (18.1%). Los órdenes con menor número de individuos fueron: Trichoptera y Megaloptera, así como el subfilo Crustacea, con un individuo cada uno (0.1%).
En el sitio 4 (Unión Base), se colectaron 569 individuos, distribuidos en 20 familias y 11 órdenes. El orden más representativo fue Ephemeroptera, con 278 individuos (48.8%); seguido de Trichoptera, con 197 (34.6%), y Diptera, con 56 (9.8%). A nivel de familias, las más abundantes fueron: Leptohyphidae (Ephemeroptera), con 228 individuos (40.1%); Hydropsychidae, con 194 (34.1%), y Chironomidae (Diptera), con 52 individuos (9.1%). Los grupos taxonómicos que representaron una menor abundancia fueron Oligochaeta e Hirudinea, con 2 individuos (0.4%), y Hemiptera, con un individuo (0.2%).
En la determinación del índice BMWP-CR se establecieron valores comprendidos en un intervalo de entre 33 y 124 puntos, que, en términos de calidad ambiental, hacen mención a aguas de calidad “muy mala” a “excelente”. La variación de los valores determinados en cada sitio a lo largo del tiempo (Fig. 2) y recorrido (Fig. 3) describe tendencias entre intervalos claramente definidos respecto a la calidad de agua, lo cual se analiza a continuación:
En el sitio 1 (Fátima), se registró un valor mínimo de 106 y un máximo de 124 puntos, lo que da lugar a un agua de calidad “buena” a “excelente”, con un valor promedio de 117 puntos, que es interpretado como “buena”. Conforme al Minae (2007), estos valores hacen referencia a “aguas de buena calidad, no contaminadas o alteradas de manera sensible”.
En el sitio 2 (Paseo Turístico), se registró un valor mínimo de 84 y un máximo de 90 puntos, lo que dio como resultado un valor promedio de 87. Todos estos valores hacen referencia a un agua de calidad “regular”, lo cual, de acuerdo con la clave interpretativa del índice propuesto, indica condiciones de eutrofia y contaminación moderada.
En el sitio 3 (La Isla), se registró un valor mínimo de 33 puntos y un máximo de 60, lo que se interpreta como “muy mala” a “mala” en términos de calidad de agua; su valor promedio es 42 puntos, y su interpretación, “mala”; es decir, contaminada.
En el sitio 4 (Unión Base), se registró un valor mínimo de 40 puntos y un máximo de 68, que da lugar a una interpretación de “mala” a “regular” en términos de calidad de agua; su valor promedio es de 54 puntos, y su interpretación, “regular”, lo cual, de acuerdo con la clave interpretativa del índice propuesto, indica condiciones de eutrofia y contaminación moderada.
En los resultados del análisis de varianza para el índice BMWP-CR (Tabla 3), se observan diferencias significativas al 1% de probabilidad de error para sitios de monitoreo, y no significativas para fechas, con un coeficiente de variación de 14.35%. En la prueba de Tukey al 5% (Fig. 4), se observan tres rangos de significación respecto a condiciones de calidad de agua; en el primer rango se ubica el sitio 1 (Fátima); en el segundo, el 2 (Paseo Turístico), y en el tercero, los sitios 3 (La Isla) y 4 (Unión Base).
En la determinación del IBF-SV, se obtuvieron, a nivel general, valores comprendidos en un rango de entre 4.78 y 8.14 puntos, que, en términos de calidad ambiental, hacen mención a aguas de calidad “buena” a “muy pobre” en tendencias que reflejan variación a lo largo del tiempo (Fig. 5) y recorrido (Fig. 6).
En el sitio 1 (Fátima), se registró un valor mínimo de 4.78 puntos y un máximo de 5.32, lo cual se interpreta como “buena” a “regular” en términos de calidad de agua, con un valor promedio de 5.09 puntos, interpretado como agua de calidad “regular”. Estos valores hacen referencia a “aguas en las cuales es probable una contaminación orgánica de manera sustancial” (Sermeño et al., 2010).
En el sitio 2 (Paseo Turístico), se obtuvo un valor mínimo de 5.37 puntos y un máximo de 5.59, que se interpreta como “regular” en términos de calidad de agua en todos los casos, y un promedio de 5.41. Al igual que en el sitio anterior, la clave interpreta a este puntaje como propio de aguas con calidad “regular”, en las cuales es probable una contaminación orgánica de manera sustancial (Sermeño et al., 2010).
En el sitio 3 (La Isla), se obtuvo un valor mínimo de 7.44 puntos, un máximo de 8.14 y un promedio de 7.73, lo cual es interpretado como aguas de calidad “muy pobre” y “contaminación orgánica severa probable” (Sermeño, et al., 2010).
En el sitio 4 (Unión Base), se registró un valor mínimo de 5.01 puntos y un máximo de 5.86, en un rango interpretativo de calidad “regular” a “regular pobre”, y un valor promedio de 5.60, calificado como “regular” (Sermeño et al., 2010).
En el análisis de varianza efectuado para el índice IBF-SV (Tabla 4), se observan diferencias a 1% de probabilidad de error para sitios de monitoreo y no significativas para fechas, con un coeficiente de variación de 4.82%. En la prueba de Tukey a 5% (Fig. 7), se observan además dos rangos de significación, separando la condición del sitio 1 (Fátima) y situándolo en el primer rango respecto a los demás sitios, los cuales se ubican en el segundo rango.
Las concentraciones de oxígeno disuelto presentaron valores promedio comprendidos entre 7.4 y 7.9 mg/l, en los sitios 3 (La Isla) y 1 (Fátima), respectivamente, y arrojaron un valor de 0.915 para el coeficiente de correlación lineal r de Pearson respecto al índice BMWP-CR (significativo a 5% de probabilidad de error), y un valor de -0.947 respecto al índice IBF-SV (significativo al 1% de probabilidad de error). Para pH se obtuvieron valores comprendidos entre 7.6 y 8.2 en los mismos sitios, con coeficientes de correlación lineal r de Pearson de 0.885 respecto al índice BMWP-CR (significativo a 5% de probabilidad de error), y de -0.875 respecto al índice IBF-SV (significativo a 5% de probabilidad de error).
Discusión
Respecto a la identificación de familias de macroinvertebrados acuáticos presentes, la existencia de un mayor número de grupos taxonómicos en los sitios 1 (Fátima) y 2 (Paseo Turístico) guarda relación con condiciones de calidad de agua favorables, de acuerdo con lo establecido por los índices BMWP-CR (Minae, 2007) e IBF-SV (Sermeño et al., 2010). La predominancia de individuos pertenecientes a los órdenes Ephemeroptera y Trichoptera en el sitio 1 (Fátima) se relaciona con la existencia de aguas transparentes, oligotróficas (Roldán-Pérez, 1999), con elevada oxigenación, lo que además puede ser favorecido por características físicas propias del lugar, como la presencia de un fondo rocoso, baja profundidad del lecho y rápidas corrientes que contribuyen a una elevada oxigenación (Sánchez, 2007; Adopte-un-arroyo, 2004). A pesar de lo afirmado, algunos organismos de las familias Baetidae y Leptohyphidae, del orden Ephemeroptera (que fueron encontradas en este sitio), podrían, en algunos casos, tolerar aguas ligeramente contaminadas con materia orgánica (Giacometti & Bersosa, 2006).
Las características de la biota acuática en el sitio 1 (Fátima) sugieren que existe una estrecha relación con la cobertura del suelo en donde predomina la vegetación arbórea, esto favorece el desarrollo de grupos predadores y fragmentadores, como la familia Perlidae, perteneciente al órden Plecoptera, y las familias Hydropsychidae y Leptoceridae, pertenecientes a Trichoptera (Wotton et al., 1993); dicha relación se incrementa en arroyos rodeados por riberas de vegetación nativa, donde disminuyen en sitios con presencia de plantaciones y vegetación exótica e ingreso de material (Mancilla et al., 2009). Además, no se localizaron descargas de aguas residuales en aguas arriba del sitio de monitoreo.
En el sitio 2 (Paseo Turístico), los parámetros físicos y químicos medidos sugieren mayores indicios de contaminación respecto al sitio 1 (Fátima), pero, de igual forma, la existencia de un fondo pedregoso y la corriente rápida generan una oxigenación adecuada (Sánchez, 2007; Adopte-un-arroyo, 2004); esto, unido a una cobertura vegetal en buen estado de conservación y abundante vegetación arbórea situada especialmente en el margen izquierdo del río, podría incidir en el mantenimiento de las condiciones necesarias para la sobrevivencia de ciertos órdenes de insectos predominantes, como Trichoptera (Arscott et al., 2003) y Ephemeroptera (Bauernfeind & Moog, 2000), y familias pertenecientes a los mismos, como Hydropsychidae y Leptohyphidae, respectivamente. Sin embargo, la presencia de algunas viviendas río arriba, y la consiguiente presencia de descargas de aguas residuales, contribuye a generar una influencia adversa sobre la abundancia de los órdenes mencionados, lo cual favorece la presencia de un mayor número de individuos de insectos de familias, como Chironomidae, que incluye especies que soportan condiciones de hipoxia (Teixeira, et al., 2014) y Simuliidae, que incluye especies características de aguas poluidas, en las que se incrementan los niveles de eutrofización (Jonker et al., 2009).
En el sitio 3 (La Isla), se observa el mayor indicio de contaminación debido a la afluencia de descargas líquidas, que afectan las condiciones de calidad física y química del agua. Aquí es fácil detectar la presencia de flóculos de materia orgánica, restos de materia vegetal y animal, así como otros tipos de residuos suspendidos en el agua y olores desagradables derivados de la descomposición de éstos. La abundancia relativa de Chironomidae (Diptera) y Tubificidae (Oligochaeta) respecto a otros sitios es atribuible a la gran tolerancia (Minae, 2007) que presentan estos individuos en condiciones de contaminación respecto a otros organismos (Jonker et al., 2009), ya que éstos presentan estrategias adaptativas, como pigmentos, que les permiten vivir en aguas pobres de oxígeno y donde abunda la materia orgánica (Dajoz, 2002; López & Sedeño, 2015). Respecto a la presencia de efemerópteros, es destacable que la totalidad de los individuos observados pertenecen a las familias Baetidae (8/10) y Leptohyphidae (7/10), tolerantes a aguas medianamente poluidas (Giacometti & Bersosa, 2006).
En el sitio 4 (Unión Base), el río presenta algunos indicios de recuperación, pues hay menor presencia de flóculos y menos turbidez y malos olores que en el sitio 3, (La Isla). Con respecto a los organismos, llama la atención la mayor presencia de individuos de Trichoptera, lo cual sugiere también que el agua mejora su contenido de oxígeno disuelto (Serna et al., 2015), puesto que la principal familia encontrada, Hydropsychidae, corresponde a los puntajes más altos (7 y 9) de calificación del BMWP para Colombia (Rowe, 2014), y guarda relación con puntajes similares propuestos para BMWP-CR (Minae, 2007). Esto puede deberse a la escasa presencia de descargas u otras fuentes significativas de aporte de materia orgánica a lo largo de aproximadamente 7 km, además de la dilución efectuada por afluentes en ese tramo, como el Río Sandalias, así como la pendiente y relieve del lecho, lo cual favorece el flujo rápido y turbulento, y, consecuentemente, su oxigenación y descontaminación (Sánchez, 2007; Adopte-un-arroyo, 2004).
Respecto a la valoración ambiental de las familias analizadas mediante el índice BMWP-CR, se observa una tendencia constante, descrita por los valores obtenidos entre sitios, para las cuatro fechas consideradas. Se puede notar que la calidad de agua decrece progresivamente entre el sitio 1 (Fátima) y el sitio 3 (La Isla); que experimenta una lenta recuperación en el sitio 4 (Unión Base) y que no llega al nivel de calidad existente en el sitio 2 (Paseo Turístico). En los dos últimos sitios, además, la dispersión de los datos es mayor (coeficientes de variación de 29 y 20%, respectivamente), lo que indica la existencia de mayores variaciones en la calidad de agua a lo largo del tiempo, que podría indicar la existencia de procesos de contaminación no uniformes capaces de alterar sensiblemente las poblaciones de algunos organismos. Lo expresado podría guardar relación también con la tendencia observada en la variación de los puntajes del índice BMWP-CR respecto a las fechas de monitoreo, ya que hacia la fecha 3, se observa un decrecimiento en la calidad del agua, coincidente en tres de los cuatro sitios, lo que podría atribuirse a factores meteorológicos e hidrológicos (Pearson, 2014). Únicamente en el sitio 3 (La Isla) se observa una inusual mejoría en la calidad del agua en aquella fecha, posiblemente debido a que la mayor presencia de actividades antropogénicas alteró la tendencia observada en los sitios restantes.
El análisis de varianza y la prueba de Tukey para el índice BMWP-CR ratifican estadísticamente las diferencias existentes en la calidad de agua de los sitios considerados en el monitoreo y, por tanto, la tendencia decreciente en la misma a lo largo del recorrido. En un estudio realizado por Rowe (2014), se describe un decrecimiento semejante en la calidad de agua del río Puyo entre sitios situados antes y después del sitio 2 (Paseo Turístico) en una distancia de aproximadamente 2 kilómetros.
En la tendencia de los valores del IBF-SV observados a lo largo de la distancia se observa un cierto patrón de uniformidad, en el cual la calidad de agua tiende a empobrecerse progresivamente desde el sitio 1 (Fátima) hasta el sitio 3, (La Isla) para experimentar cierta recuperación hasta el sitio 4 (Unión Base). Los resultados concuerdan en gran parte con la interpretación del índice BMWP-CR, destacando en ambos índices, la calificación que se hace del sitio 3 (La Isla) como un sitio de calidad desfavorable respecto a cualidades que favorezcan la conservación de la biota. Sin embargo, el IBF-SV no establece diferencias entre la calidad de agua de los dos sitios iniciales (como lo hacía el BMWP-CR). Por otra parte, los valores obtenidos para el Índice IBF-SV no llegan a tener una dispersión semejante a la de los obtenidos con el índice BMWP-CR, con un coeficiente de variación entre fechas de los mismos a 6% en el sitio 4 (Unión Base), en el cual se obtuvieron los valores más dispersos. Los resultados del análisis de varianza para el índice IBF-SV determinan diferencias existentes en la calidad de agua a lo largo del recorrido, siendo superior la misma en el sitio 1 (Fátima) respecto a los tres sitios restantes.
Aunque las correlaciones existentes entre los parámetros Oxígeno Disuelto (OD) y potencial Hidrógeno (pH) y los indicadores bióticos BMWP-CR e IBF-SV fueron todos significativos, se verificó un mayor nivel de confiabilidad estadística (99%) en la correlación entre OD y el índice IBF-SV, lo cual sugiere una mayor afinidad en el empleo de estos dos indicadores con fines de evaluación de la calidad de agua en zonas similares a la estudiada (Serna et al., 2015; Hussain & Pandit, 2012).
A pesar de que, de acuerdo con Goyenola (2007), el rango de los valores de oxígeno disuelto observado corresponde a condiciones aceptables para la vida de la gran mayoría de peces y otros organismos acuáticos y que, conforme a MAE (2002), el pH óptimo para conservación de flora y fauna debe mantenerse en un rango entre 5 y 9, las correlaciones del último parámetro con los índices biológicos sugerirían que, aunque la concentración de OD se mantenga dentro de los niveles considerados adecuados, ligeras variaciones en el pH podrían incidir en las poblaciones de macroinvertebrados (Hussain & Pandit, 2012).