Las quimeras pertenecen a la familia Rhinochimaeridae, subclase Holocephali, clase Chondrichthyes, que incluye a los peces cartilaginosos (Nelson et al., 2016). Han sido clasificadas como monstruos marinos por su apariencia, incluso el origen que da nombre a la familia hace referencia a su nariz y apariencia monstruosa (rhinos y chimaera). Son peces de aguas profundas, de más de 200 m, que han sido recolectados pocas veces debido a su hábitat y comportamiento. Esta familia contiene ocho especies de tres géneros (Harriotta, Neoharriotta y Rhinochimaera). El género Harriotta incluye dos especies: H. haeckeli Karrer (1972), que se distribuye en el Atlántico nororiental y Pacífico cercano a Nueva Zelanda; y H. raleighana Goode & Bean 1895, que se ha encontrado en puntos aislados de aguas templadas del Atlántico y Pacífico, tanto en el hemisferio norte como en el sur, aunque con registros aislados en aguas tropicales (Ebert & Stehmann 2013; Nelson et al., 2016; Weigmann 2016).
En México, Harriotta raleighana es conocida como quimera ratón o picuda (Espinosa et al., 2008) y está registrada como parte de las 2763 especies de peces que habitan las aguas mexicanas (Espinosa-Pérez, 2014). Precisamente debido a su hábitat y baja abundancia carecen de interés comercial, y su estatus de conservación es de preocupación menor de acuerdo a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) (Del Moral-Flores et al., 2015; Dagit et al., 2016). En México se ha observado en pocas ocasiones y se han recolectado pocos ejemplares (Medina-Rosas & Raymundo-Huizar 2014).
El objetivo de este trabajo es reportar y describir el segundo ejemplar de Harriotta raleighana recolectado en Jalisco a principios de 2018, el primer y único estado de México con dos reportes de esta especie rara.
El 18 de enero de 2018 se encontró un ejemplar de Harriotta raleighana sin vida atrapado en un chinchorro, arte de pesca utilizada por los pescadores de la cooperativa de Yelapa, Jalisco. Se encontró a unos metros de la costa en la localidad conocida como Las Iglesias, Jalisco, México (20° 28’ 21” N, 105° 36’ 52” O), en la parte sur de Bahía de Banderas (Fig. 1). Por el estado de descomposición y la condición en que se encontraba el ejemplar al momento de la colecta, se puede concluir que tenía pocas horas de haber muerto.
Para su preservación, el espécimen recolectado fue congelado hasta que se fijó con formalina comercial al 10% por tres días y posteriormente se transfirió a alcohol etílico al 70%. La identificación y mediciones se realizaron de acuerdo al proceso reportado por Medina-Rosas y Raymundo-Huizar (2014).
El ejemplar fue depositado en la Colección de Vertebrados del Centro de Estudios en Zoología (CZUG) con el registro CZUG1042 y resguardado en las instalaciones del Centro Universitario de la Costa (CUC), de la Universidad de Guadalajara, en Puerto Vallarta, Jalisco, México.
El espécimen es de color café claro (Fig. 2a), pesó 1.343 kg y midió 85.5 cm de longitud total (ver medidas en Tabla 1). Se identificó como hembra por la ausencia de claspers (Fig. 2b). No presentó marcas copulatorias en el cuerpo, como las observadas por Van der Heiden (1985), aunque posee marcas que pudieron ser ocasionadas por el arte de pesca donde se encontró (Fig. 2c). El tracto digestivo se encontró completamente vacío.
Longitud total | 85.5 |
Longitud cefálica (incluye proboscis) | 21.5 |
Longitud preoral | 15.5 |
Amplitud de la boca | 3.2 |
Longitud prenasal | 14.5 |
Diámetro horizontal del ojo | 2.9 |
Diámetro vertical del ojo | 2.2 |
Anchura máxima de la cabeza | 6.7 |
Anchura máxima del hocico | 4.4 |
Longitud de la proboscis | 12.6 |
Anchura de la proboscis | 3.4 |
Longitud del orificio respiratorio | 2.5 |
Altura máxima | 8.2 |
Longitud de la espina dorsal | 13.0 |
Base de la primera aleta dorsal | 9.2 |
Base de la segunda aleta dorsal | 21.4 |
Base del lóbulo superior de la aleta caudal | 19.5 |
Base del lóbulo inferior de la aleta caudal | 26.2 |
Longitud de las aletas pectorales | 17.2 |
Base de las aletas pectorales | 3.8 |
Longitud de las aletas pélvicas | 8.6 |
Base de las aletas pélvicas | 2.5 |
Distancia entre ojos | 2.8 |
El primer ejemplar de esta especie reportado para Jalisco fue colectado en 2014 también en la parte sur de Bahía de Banderas (Medina-Rosas & Raymundo-Huizar, 2014), a unos 20 km del hallazgo de este segundo ejemplar y está depositado en la misma Colección CZUG, con el registro CZUG1041, y resguardado en las instalaciones del CUC. Ambos ejemplares están preservados en contenedores de cristal que permiten su observación directa (Fig. 2d), lo que favorecerá su estudio y adecuada preservación (Espinosa, 2003).
Ambos individuos de Jalisco fueron encontrados cerca de la costa, a diferencia de los otros ejemplares encontrados en aguas mexicanas, que fueron colectados en aguas profundas o alejados de las costas de Colima (Castro-Aguirre et al., 2007), Sinaloa (Van der Heiden, 1985) y la península de Baja California (Townsend & Nichols, 1925). Comparado con estos ejemplares, el del presente estudio corresponde al de mayor longitud encontrado en las aguas del Pacífico Mexicano.
En Bahía de Banderas se han reportado 210 especies de peces (Moncayo-Estrada et al., 2006), sin embargo, no se tenían reportes de especies de aguas profundas, como Harriotta raleighana, por lo que es necesario seguir conociendo y estudiando más sobre los peces de ambientes profundos de la bahía. Diversos organismos de estos ambientes se han observado varados en las playas de la región, como el caso de al menos seis ejemplares del pez remo Regalecus glesne (Familia Regalecidae) en los últimos veinte años (observaciones personales del primer autor).
La quimera Harriotta raleighana es una especie rara en el Pacífico mexicano y debido a que se han recolectado pocos ejemplares (menos de diez) en casi cien años, la relevancia de este reporte es que representa el segundo registro de esta especie rara para la costa de Bahía de Banderas, por lo que Jalisco es el primer estado mexicano con dos reportes de esta quimera. Además, al igual que el reportado en 2014 (Medina-Rosas & Raymundo-Huizar, 2014), este ejemplar fue recolectado cerca de la costa, a unos metros de la playa, en comparación a los ejemplares del Pacífico Mexicano que fueron recolectados en mar abierto, a varios kilómetros del litoral. Esto puede significar que las aguas profundas de Bahía de Banderas están habitadas por diversas especies no conocidas, lo que justifica la investigación de este hábitat poco estudiado. Esta región se caracteriza por su plataforma continental corta y profunda, donde se pueden encontrar ambientes y organismos de aguas profundas cerca de la costa. Por lo mismo, es necesaria la prevención y regulación de actividades que puedan significar una amenaza potencial a este hábitat (Dagit et al., 2016) de Jalisco y el Pacífico Mexicano.